La competición se llevará a cabo en el predio de la Liga Cordobesa de Fútbol, en el barrio de Remedios de Escalada, desde el domingo 23 de octubre hasta el viernes 28 del mismo mes.
Las selecciones que participarán de esta Copa son: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. El formato del torneo es todos contra todos, en donde los dos mejores pasarán directamente a la final; y el 3ro y 4to jugarán por la medalla de bronce.
Las entradas son sin cargo y deben ser retiradas en el hotel Fundaemfa, en la calle San Jerónimo 137. Además, los partidos serán transmitidos por las cuentas de Facebook y Youtube del canal DeporTV.
Ramón Insuarralde tiene 20 años, practica kick boxing y es el primer atleta de alto rendimiento argentino con Síndrome de Down en competir en este deporte. “Arranque kick boxing un año antes de la pandemia, hoy continuamos para seguir creciendo”, comentó Ramón
Su entrenador es Leonardo Ynsaurralde y es el director del Team Ynsaurralde, perteneciente a la Federación Argentina de kick boxing y de la WAKO (Organización Mundial de Asociaciones de kick boxing). En el Gimnasio de Deportes de Contacto en el Municipio de Lomas de Zamora comenzaron a trabajar con Ramón tres años atrás, con rutinas recreativas complementadas con un poco de técnica y cardio a fin de que pueda tener un estado físico óptimo y también pueda divertirse y compartir con sus compañeros un buen entrenamiento. La profesora Zule es su preparadora física y complementa su rutina con trabajos de kick boxing Funcional.
Con mucho esfuerzo y dedicación Ramón participó de su primer mundial en Tecnópolis (Uiama -Unión Internacional de Artes Marciales de América) en noviembre del 2021 en la modalidad exhibición amateur y el 24 de abril del 2022 realizó su primera mesa de examen en la Federación Argentina de kick boxing y luego de haberse preparado durante dos años pudo federarse y además obtuvo un logro muy especial junto a otros atletas de diferentes Teams.
También en junio de este año participó en el 22 Open Nacional de kick boxing clasificatorio para el Panamericano 2022 en Brasil, obteniendo el logro de poder integrar la Selección Argentina en la modalidad de Formas.
El kick boxing es un deporte de contacto de origen japonés, creado en 1962 por Usamu Noguchi. Se desarrolla un ring, con guantes de boxeo, protectores bucales, pantalones cortos y pies descalzos.
Ramón y su familia cambiaron sus hábitos y rutina. El atleta hace referencia a un estilo de vida mejor y más sano. Expresó: “Estoy muy contento. Hoy se han sumado a entrenar mi papá Omar y mi hermana Ruth”. Agregó que admira a Juan Corrales (Presidente de la Federación Argentina de Kickboxing y múltiple campeón), a su profesor, Leo Ynsuarralde y a Juan Motta (maestro y director de la escuela de defensa personal EDPA).
Actualmente está preparándose para su próximo desafío, representar a Argentina en la ciudad de Cascabel, Brasil, en noviembre próximo tras haber participado y ganado el torneo clasificatorio nacional y con muchas ganas de obtener una medalla. “Estoy orgulloso y muy seguro de que va seguir triunfando”, aseguró el coach.
Ynsaurralde manifiesta ilusión y orgullo: “Todo se logra, el único secreto es poner dedicación y nuestro corazón”, expresó, y no duda en que volverán a ser podio nuevamente.
No obstante a que la emocionante definición del torneo se llevó todas las miradas, hubo otros partidos en la fecha que definieron cosas importantes. Gimnasia perdió 2-1 ante Talleres en el estadio Mario Alberto Kempes y no aprovechó la chance de clasificar a Copa Libertadores, aunque se aseguró un lugar en la Sudamericana. Por su parte, y a pesar de darle prioridad al partido del miércoles por Copa Argentina frente a Banfield, el local logró la victoria con un equipo alternativo.
Promediando el primer tiempo, Matías Esquivel sacó un zurdazo inatajable para Rodrigo Rey. A los 2 minutos del complemento, Tomás Muro igualó el encuentro con un excelente remate de afuera del área. Cuando el partido estaba para cualquiera de los dos equipos, el juvenil de 18 años, Maximiliano Alvez, tomó la pelota y sacó un disparo que se clavó en el ángulo superior derecho. En la desesperación por llegar al empate, el conjunto de Pipo Gorosito jugó desordenado y con poca claridad, y el equipo local se llevó un merecido triunfo.
En Paraná, Patronato le ganó 3-2 a Huracán y el último cupo para ingresar a la Libertadores con el que soñaba el Globo quedó en suspenso.
A los 20 minutos de partido, El Patrón abrió el marcador con un gol en contra de Walter Perez, quien no tuvo el mejor de sus cumpleaños. En el segundo tiempo, el conjunto de Dabove salió con otra cara y, antes del minuto, igualó el partido con gol de Nicolas Cordero. Sin embargo, la alegría no duró mucho, ya que Alexander Sosa volvió a poner al conjunto de Paraná en ventaja.
Cuando las cosas no salían y el Globo no la pasaba bien, volvió a aparecer el número 9, Cordero, para poner tablas en el marcador. En la última jugada del encuentro, todo el equipo, incluyendo al arquero Lucas Chaves, fueron a buscar la victoria, pero lo pagaron caro. En una contra letal, Emerson Batalla le dió la victoria al local, para celebrar en su último partido en Primera con una victoria.
Los dirigidos por Facundo Sava cerraron un muy buen torneo, pero por los malos resultados obtenidos en el anterior, no pudo permanecer en la máxima categoría del fútbol argentino. Por otro lado, deberá enfrentar por las semifinales de la Copa Argentina al reciente campeón Boca Juniors este miércoles en el estadio San Juan del Bicentenario.
El equipo de Parque Patricios realizó una gran campaña, con 44 puntos y solo cuatro partidos perdidos, pero puso en riesgo su clasificación a la Copa Libertadores del 2023 y deberá esperar a que Tigre no le gane a Arsenal para poder ingresar al repechaje. Caso contrario, entrará a la Copa Sudamericana como el mejor posicionado. En el encuentro restante, Banfield y Sarmiento de Junín empataron sin goles en el estadio Florencio Sola.
La primera llegada fue para el equipo de Javier Sanguinetti a los 27 minutos. El juvenil Julián Ezeiza remató al arco, pero Sebastian Meza estuvo bien ubicado y lo contuvo sin problemas. Dos minutos más tarde, Sarmiento tuvo la oportunidad de abrir el marcador pero no lo aprovechó. Con poco ángulo, Manuel Garcia estrelló la pelota contra el palo.
Los dirigidos por Israel Damonte cerraron una buena campaña, en la que lograron el objetivo planteado: mantener la categoría. Finalizó en la decimonovena posición, con 32 puntos, y quedó a tan solo cinco de ingresar a la Copa Sudamericana.
Mientras que para el Taladro, fue una temporada floja. Sumó 30 unidades, que lo posicionaron en las últimas ubicaciones. Sin embargo, en la Copa Argentina, los resultados fueron positivos y sueña con campeonar para así ingresar a la Libertadores del año entrante. Se encuentra en semifinales, y este miércoles enfrentará a Talleres de Córdoba en la cancha de Newell´s.
Instancias decisivas se viven en la Primera Nacional. Ayer comenzaron los cuartos de final por el reducido que otorga el segundo ascenso a la Primera División.
La llave se abrió con el clásico mendocino. Gimnasia y Esgrima derrotó a Independiente Rivadavia 1 a 0 gracias al gol de Santiago Solari Ferreyra y pasó a las semifinales, donde enfrentará a Estudiantes de Buenos Aires, que dejó en el camino a su homónimo de Río Cuarto.
En Tucumán se dio el gran golpe del torneo. Defensores de Belgrano goleó 3 a 0 a San Martín, uno de los máximos candidatos a lograr el segundo ascenso. Con goles de Nicolás Benegas -2- y Juan Manuel Olivares, el Dragón visitará Alta Córdoba donde enfrentará a Instituto, que finalizó segundo en la general, en busca del boleto para la final.
El domingo 30 comenzarán las semifinales. Defensores de Belgrano recibirá a Instituto en la ida mientras que la revancha se jugará una semana después, el domingo 6. Por el otro lado de la llave Estudiantes de Buenos Aires abrirá la serie de local ante Gimnasia de Mendoza. Aún resta definir los horarios de los encuentros.
Instituto busca volver a la Primera División después de 16 años y Estudiantes de Buenos Aires, que supo alcanzar la semifinal de la Copa Argentina en dos oportunidades en el último tiempo, quiere regresar tras 44 años. Por el lado de los otros dos semifinalistas, intentarán alcanzar la máxima categoría por primera vez en su historia.
El “Xeneize” ha monopolizado los campeonatos de largo tramo en los últimos ocho años. A pesar de ser discutido por su estilo de juego, los cinco títulos y las estadísticas lo respaldan con creces.
Escribía el filósofo italiano Antonio Gramsci que, para sostener una condición hegemónica como tal, es necesario reafirmarla constantemente. Así lo hace Boca ante el decadente nivel futbolístico del resto de los equipos de la Primera División. Fue campeón en 2015, bicampeón entre 2017 y 2018, se coronó en 2020 y, hoy, volvió a consagrarse.
Desde que obtuvo aquel kilométrico torneo de 30 equipos hace siete años, Boca le dejó poco para celebrar a sus pares del fútbol argentino. Nunca más permitió que pasen dos competencias en formato liga sin que aparezca su nombre tallado en el trofeo. En esta oportunidad, le negó la posibilidad a Racing de ser quien interrumpa esta hegemonía a nivel local.
Lanús, en el Campeonato de 2016, “La Academia”, en la Superliga 2019, y River, en la Liga Profesional pasada -la de 2021- fueron los únicos… los únicos que pudieron quitarle algo de la gloria de los últimos ocho años al conjunto de La Ribera.
Las formas en las que el conjunto azul y oro logró estas consagraciones fueron, son y serán cuestionadas por quienes están emparentados con un estilo de juego que se posiciona en la antítesis de los planteos de Rodolfo Arruabarrena, Guillermo Barros Schelotto, Miguel Ángel Russo y Hugo Benjamín Ibarra (los directores técnicos que lo llevaron al éxito liguero en estos tiempos).
Lo cierto es que, en este período, fue el equipo que más veces sumó de a tres y el que más puntos acumuló en la Primera División con 117 triunfos y 397 unidades en total. El virtuoso River dirigido por Marcelo Gallardo -más atento a sus deberes internacionales que a los torneos domésticos- lo escolta a la distancia en estos aspectos: 103 victorias y 361 puntos. Abrumador.
Inclusive, superó al maravilloso Manchester City de Josep Guardiola, recientemente elegido como el mejor equipo del año por la revista que entrega el Balón de Oro. Los “Ciudadanos” agigantaron sus vitrinas al hacerse de cuatro de las últimas ocho Premier League, una menos que las conquistadas por el “Xeneize”.
A este ritmo, Boca está pronto a reflejar esta hegemonía a nivel local en los registros históricos. En ese rubro, ya le pisa los talones al “Millonario”. Considerando, como lo hace la casa madre del fútbol argentino, los campeonatos del amateurismo y del profesionalismo, recortó a dos la ventaja en favor de “La Banda” en el palmarés liguero. Con la que consiguió hoy, alcanzó su estrella número 35, contra las 37 que ostenta la institución de Núñez.
Terminó el 2022 para San Lorenzo y con esto también quedó decretado el fin de la carrera para dos emblemas del club. Néstor Ortigoza y Sebastián Torrico decidieron poner el punto final a un camino lleno de éxitos y en especial la recordada Copa Libertadores 2014.
El “10” tuvo en sus pies dos de los momentos más recordados de la historia azulgrana, y en contextos completamente diferentes. El primero fue cuando el volante de 38 años ejecutó el penal ante Instituto en la Promoción para evitar que el Ciclón baje a segunda categoría. Dos años más tarde el fútbol puso al nacionalizado paraguayo ante otro penal, pero esta vez en la final para ganar la tan ansiada Copa Libertadores. Más allá de esos dos remates decisivos, durante su paso por San Lorenzo, gracias a su juego y goles, Ortigoza se ganó el cariño de la hinchada azulgrana que lo señaló como uno de los últimos ídolos del club.
Sebastián Torrico tiene una historia particular, pues llegó en 2013 al club de Boedo con el fin de hacer una prueba temporal. Con su buen rendimiento se fue ganando su espacio hasta llegar a ser el arquero más importante en la historia del club. Toda la hinchada cuerva recordará la atajada a Pusetto en el clásico con Huracán y los penales atajados ante Gremio aquella noche de Porto Alegre para avanzar a cuartos de final de la Copa Libertadores. A sus 42 años, se despide como héroe del club y uno de los máximos referentes.
La victoria 3-0 ante Aldosivi le permitió al pueblo azulgrana tener un doble festejo y vivir una emotiva tarde. En primer lugar, el equipo culminó el año clasificado a la próxima Copa Sudamericana, y por otra parte un Nuevo Gasómetro explotado despidió a sus ídolos y coreó sus nombres en incontables ocasiones. “Nos vamos con el objetivo cumplido”, afirmó Ortigoza en referencia al laureado y recordado paso suyo y de su amigo por el multicampeón argentino. Acompañados por sus familias, dieron sus últimos pasos por el campo de juego antes de dar el paso de futbolista a leyenda.
Marcelo Gallardo cumplió su último partido oficial como director técnico de River. Un ciclo de ocho años y medio llegó a su fin. Uno que el hincha “Millonario” no creería -ni quería- que llegara, pero que inesperadamente, llegó. La conmoción y el estado de shock se adueñaron del ambiente en la institución de Núñez.
Entre lágrimas, palabras de agradecimiento, canciones, murales, posteos, y hasta incluso tatuajes para toda la vida, los hinchas se hicieron presentes con el objetivo de devolverle a Marcelo Gallardo todo lo que hizo por el club, aunque con la sensación de que nada sería suficiente. 14 títulos en total, un historial favorable ante Boca, con 4 eliminaciones internacionales entre las que está la recordada final de la Libertadores 2018 en Madrid. Sumado a un estilo de juego y un legado a la altura de River.
Pero, justamente, ahí está la clave. La salida del “Muñeco” duele, pero sanará y dejará su marca. Una huella imborrable que será el consuelo que deberán tener los “Millonarios”. Quien agarre tendrá el club en orden, con las bases asentadas, y con Gallardo como orfebre del mejor período en la historia de la institución. Porque hay que recordar de donde se viene, del descenso en 2011 y la resurrección con más fuerza que aquel golpe de realidad.
Matías Almeyda, Ramón Díaz y Marcelo Gallardo fueron la combinación que levantaron a River, que lo devolvieron a lo más alto del plano internacional. “Napoleón” se coronó en el camino, y lo allanó para quien lo suceda. El llanto de hinchas, socios, dirigentes se secará. Incluso el del mismo Gallardo, que se despide por la puerta grande y que encima le queda chica.
Esta hermosísima historia llega a su fin, al menos del primer capítulo porque si alguien tiene las puertas abiertas del club fue, es y será Marcelo Gallardo, el mejor entrenador en la existencia del Club Atlético River Plate.
Boca-Independiente y Racing-River protagonizarán la definición del título este domingo. Con la mirada puesta en los futbolistas del Rojo y el Millonario, hay hinchas que quieren ver perder a su equipo con tal de perjudicar a su clásico rival. La cultura del aguante, los valores en juego y un grupo de jugadores que sale a la cancha condicionado por una atmósfera contaminada.
Boca llega puntero con 51 puntos, escoltado por Racing que tiene 50. Ambos equipos juegan el mismo día a las 17, con la particularidad de que se enfrentarán al clásico rival del contrario: Boca jugará con Independiente en la Bombonera y Racing lo hará ante River en Avellaneda, y en el caso de que alguno de los visitantes gane o empate puede contribuir a que su clásico salga campeón.
Luego de que Independiente le gane 1-0 a Banfield en la fecha pasada, en la cancha del Rojo se escuchó: “El domingo tenemos que ganar”, haciendo alusión al partido que se viene. En cuanto a River, no solo se juega un clásico contra Racing en la última fecha sino que también será el último partido de Marcelo Gallardo como entrenador. A pesar de esto, todavía existe un grupo de hinchas que insiste con que hay que “ir para atrás”, o hacer todo para que el clásico rival no se consagre.
La rivalidad entre ambos clásicos existe prácticamente desde que los clubes se fundaron, o quizás desde que la cercanía los volvió “enemigos”. Independiente se asentó en Avellaneda en 1907 y Racing ya jugaba allí desde 1904, además que desde 1928 tan sólo 300 metros separan sus estadios. En cuanto al superclásico que conforman River y Boca, se sabe que el Millonario tuvo sus primeros campos de juego en el barrio de La Boca antes de mudarse a Recoleta y posteriormente a Belgrano, lo que comenzó como un clásico de barrio y terminó en el enfrentamiento con más concurrencia y relevancia del país.
Lo cierto es que la enemistad, y sobre todo la violencia entre los hinchas de estos cuatro equipos no fue siempre así: un claro ejemplo se ve cuando Racing, en 1967, volvió al país siendo campeón del mundo e Independiente lo recibió en su estadio para ovacionar a los jugadores campeones y llenarlos de aplausos; luego de eso el Rojo le ganó a la Academia, se llevaron el título del torneo local y ambos equipos festejaron juntos.
No pasó lo mismo en 1991, cuando Boca y Oriente Petrolero se enfrentaron por Copa Libertadores: con un empate, River se quedaba afuera en la fase de grupos. Si Boca le ganaba al equipo boliviano, los Millonarios también se clasificaban, por lo que ese día la gente en la Bombonera cantó “esta noche tenemos que empatar” y “el que no salta, quiere ganar”. El Xeneize empató 0 a 0 ese partido y, tiempo después los propios protagonistas contaron cómo se llegó a esa instancia. Diego Latorre: “Nos llamó el Abuelo (líder de La 12), con un tono intimidatorio. ´Miren que tienen que empatar porque se pudre todo´. Yo te puedo garantizar que Tabárez no sabía nada. Me hace ingresar para ganar el partido y en la primera pelota que toco eludo a uno, le pego y da en el palo. Viene un compañero mío y me dice: ´nene, la puta que te parió, quedate al lado mío porque te voy a cagar a trompadas´”.
Con el paso de los años los ejemplos son cada vez más y quizás uno de los más recordados es el partido que enfrentó a Independiente y Vélez en el Apertura 1995: Racing necesitaba ganarle a Colón, pero además le convenía que su clásico rival gane, ya que tenía solo tres puntos menos que el Fortín. La Academia no pudo contra el Sabalero y perdió 5-1, pero lo curioso se vio en la cancha del Rojo, cuando el equipo de Carlos Bianchi ganó 3-0 y los hinchas de Independiente gritaron los goles del rival, festejando que Racing no saldría campeón.
Fecha 13, Apertura 98. Conferencia de prensa de Ramón Díaz previo al cruce ante Gimnasia en La Plata, rival directo de Boca en la definición de aquel torneo.
-¿Vas a hinchar para River contra Gimnasia?
– (La mirada del entrenador y el silencio anticipa su respuesta). Ustedes ya saben.
Esa noche en el Bosque fue victoria del Lobo 3 a 2 y el público de River cantó: “Y vamos, vamos, vamos, vamos River Plate, pongamo´ huevo que hoy tenemos que perder”.
En 2013, se vivió algo parecido pero esta vez para que el clásico rival descienda: Racing y Quilmes se enfrentaban por la fecha 16 del torneo, y el Cervecero ganó 1-0, derrota para los de Avellaneda pero que ayudaba a que Independiente esté más cerca del descenso. Años después los jugadores de la Academia afirmaron que fue uno de los partidos más difíciles que les tocó jugar, teniendo en cuenta la presión del presidente de la institución en ese entonces, Gastón Cogorno: “ Ustedes hagan lo que tengan que hacer pero, si ganamos, tenemos que ir a entrenar a otro lado”. A Independiente no lo ayudaron los resultados y terminó descendiendo después de perder 1-0 con San Lorenzo en la anteúltima fecha.
Este domingo los cuatro equipos se juegan todo: Racing y Boca, el campeonato, y River e Independiente, la dignidad. Lucas Romero, capitán del Rojo, desmintió una supuesta ‘apretada’ de la barra para el próximo encuentro y dijo que el plantel irá a ganar: “Si no vamos para adelante nos estaríamos faltando el respeto a nosotros mismos”. Por su parte, Fernando Gago, director técnico de la Academia, manifestó que es una falta de respeto pensar que River e Independiente ‘van a ir para atrás’ para beneficiar a sus clásicos rivales.
El fútbol tuvo grandes regateadores en la historia, sobre todo en Brasil, donde mezclan este deporte con la agilidad de danzas tradicionales -como zamba o capoeira- para desarrollar una destreza vistosa a la hora de eludir a un rival. Los brasileños son quienes elevaron la gambeta a la categoría de arte. Ahora bien, antes de las bicicletas de un flaco con los pies torcidos llamado Garrincha, las elásticas de Ronaldinho o los amagues de Pelé, hubo un caballero británico que enseñó al mundo por primera vez lo que es un regate: Sir Stanley Matthews.
Con la reciente coronación del goleador del Real Madrid, Karim Benzema, como Balón de Oro 2022, es difícil imaginar a un ganador fuera de un equipo de élite. Se suele otorgar esta distinción a un jugador que haya sido campeón de Champions League o del mundial esa temporada. En la edición de 1956, el gran favorito era Alfredo Di Stéfano, campeón de la Liga de Campeones ese año, pero no pudo en las votaciones ante un Matthews de 41 años que venía de ser subcampeón de la liga inglesa con el Blackpool.
Matthews nació en Stoke-on-Trent y debutó en el club de su ciudad: Stoke City. Tenía solo 17 años y era la estrella de la reserva, producto de un ingenio muy adelantado a su época. Mientras todos los jugadores por banda en ese tiempo solían correr derecho cual locomotoras, él prefería frenar y cambiar su dirección. Tenía una habilidad sobresaliente por encima del resto, un estilo novedoso, por eso lo apodaron “El Mago del Dribbling”. El mismo Pelé dijo que Stanley Matthews fue quien le enseñó al mundo cómo se juega al fútbol.
No solo fue un ejemplo como futbolista para aquellos jóvenes regateadores que buscaban imitarlo. También fue pionero de la alimentación saludable: No fumaba ni bebía, tomaba jugo de zanahoria todos los días y hacía estrictas dietas. Estaba obsesionado con el entrenamiento. Cuando apenas comenzaba a disputar sus primeros partidos en la primera del Stoke City, pasó toda sus vacaciones entrenando para ganar la titularidad. Además, utilizaba botas con peso para practicar su habilidad con los pies. Su último gol fue con 50 años, récord recién superado en 2015 por Kazuyoshi Miura.
El 2 de mayo de 1953, las 100 mil personas que asistieron al viejo Wembley para ver la final de la FA Cup entre el Blackpool y Bolton Wanderers presenciaron una de las mayores exhibiciones que tuvo ese estadio: la Final de Matthews. A falta de 35 minutos y con un resultado de 3-1 en favor del Bolton, brilló la figura de Stanley Matthews por la banda derecha. Asistió a Stan Mortensen -autor de un hattrick ese día- para el 2-3 y luego encaró para su diestra ante la marca de Malcom Barrass y tocó para el medio donde conectó Bill Perry para sentenciar la victoria 4-3 y recibir el trofeo de las manos de la Reina Isabel II, un mes antes de su coronación como monarca. Es el único título colectivo que ganó Matthews.
Con la selección de Inglaterra jugó 54 partidos y marcó 11 goles. Además, fue citado para los mundiales de 1950 y 1954. Pero su actuación más recordada con los Three Lions fue en un amistoso ante Brasil en 1955, primera vez que se cruzaban ambas selecciones. Matthews mostró sus gambetas ante los brasileños, la defensa de Nilmar Santos y Djalma Santos nada pudo hacer. Fue victoria por 4-2 de los británicos y el Mago del Regate participó en los cuatro goles.
Con 46 años y aún vigente, Matthews volvió al club donde comenzó su aventura: Stoke City. El equipo estaba en segunda división y decidió que era el momento de devolverle la alegría a la institución de su ciudad. Dos años más tarde, consiguió el tan ansiado ascenso a la primera división. Se volvió un ícono para The Potters, quienes le hicieron una estatua a las afueras del estadio y otra en el centro de la ciudad. Además, la avenida que pasa por el Britannia Stadium lleva su nombre.
Se retiró en 1965. Poco antes, la misma reina que le había dado la FA Cup 12 años atrás, lo nombró Sir, único futbolista en recibir el título de la realeza en actividad. Con 50 años y azotado por lesiones, colgó los botines en un partido homenaje en el estadio del Stoke City, con la participación de leyendas de la talla de Ferenc Puskás, Ladislao Kubala o Sir Bobby Charlton. Este último reconoció en una entrevista en 2002 que Matthews era su ídolo. En 35 temporadas como jugador, jamás fue expulsado, un caballero dentro y fuera de la cancha.
El 23 de febrero del año 2000, exactamente 35 años después de recibir el título de Caballero de la Orden del Imperio Británico, falleció en su querida Stoke-on-Trent a los 85 años. Sus restos fueron esparcidos por el Britannia Stadium en un acto al que asistieron cerca de 100 mil personas, entre ellas grandes figuras de la historia del fútbol británico, como Charlton, quien no aguantó las lágrimas. Hubo gente allí presente que jamás habían visto una gambeta de Matthews en vivo, pero todo aquel que aprecie el arte de eludir a un rival con una estética maniobra de pies, debe un agradecimiento a Sir Stanley Matthews.
Argentina, esa tierra cuyos antepasados trabajaron para recolectar los frutos que sembraban en ella. Un producto, como puede ser el vino, que era el resultado del cuidado constante, como la sombra ante el agobiante sol o también, la regadera ante el sofocante y asfixiante calor de verano. Un producto que se exportaba -y se exporta- hacia el otro lado del océano Atlántico. Un producto que porta la bandera celeste y blanca. Aunque, justamente como el destilado del mosto de uva, a veces los mejores resultados son aquellos que se almacenan hasta alcanzar su apogeo.
La “industria” nacional no solamente se sustenta con el vino, sino también con el fútbol, aunque comparten similitudes entre sus productos. Los jugadores que surgen de los semilleros, conocidos como potreros, son sembrados y transferidos para continuar su desarrollo, incluso cuando están listos para exhibirse más allá de la frontera. Así como el vino, existen casos de jugadores que han descartado la posibilidad temprana de llegar a Europa, con ejemplos para todos los gustos.
Uno de ellos fue Erik Lamela, el actual ganador del premio Puskas y que se desempeña en el Sevilla de España. Un fútbol al cual podría haber llegado mucho antes ya que, a sus 12 años, el Barcelona posó sus intereses en el entonces jugador de las inferiores de River. Un pase que interesaba al joven “Coco” pero que sus padres, por medio de un acuerdo con el presidente de turno José María Aguilar, finalmente rechazaron a cambio de una beca para él y sus hermanos.
çEl camino de Lamela siguió ligado a la institución de Nuñez hasta su debut en Primera, cuando el 13 de junio de 2009 entró desde el banco frente a Tigre en la victoria por 3 a 1. Sin embargo, el zurdo y Europa parecía que estaban atados con un hilo rojo, aquel que une dos nombres que están destinados a encontrarse. Así fue como con apenas 4 goles en 36 partidos disputados, un descenso y ascenso con River, la Roma se hizo con los servicios del jugador -por 18 millones de euros- y la aventura por el Viejo Continente lo llevaría por Italia, Inglaterra y ahora España, donde todo podría haber comenzado.
Sin embargo, a veces las oportunidades, como los trenes, pasan solo una vez y más cuando ese tren va en sentido al Santiago Bernabeu, la línea Real Madrid que dejó pasar Augusto Batalla. El actual arquero de San Lorenzo confesó que en 2014, cuando aún no acumulaba minutos en Primera pero sí era el arquero titular de la Selección Sub 17, llegó a su puerta la oferta del Merengue tras una destacada actuación el Mundial de Clubes Sub 17 de 2013, el cual conquistó la institución de Nuñez ante el Atlético Madrid, Real Madrid y Barcelona. Una propuesta con la que muchos futbolistas solo pueden soñar, pero que el propio Batalla decidió rechazar tras una charla con Marcelo Gallardo.
En ese entonces, el arco del Millonario estaba cubierto por Marcelo Barovero, pero que ya tenía en la mira el retiro de la institución y el Muñeco le aconsejó al juvenil quedarse para ser el sucesor de Trapito, en lugar de continuar una carrera formativa y de -probable- suplencia en el Real Madrid o, dentro de su filial, el Real Madrid Castilla. El nacido en Hurlingham decidió aceptar la propuesta de Marcelo Gallardo para cumplir su sueño de pibe. La suerte deportiva no le fue tan generosa y terminó de decantar su préstamo a Atlético Tucumán en 2018. Del “Decano” pasó a Tigre en el mismo año y después emigró al fútbol chileno. Un primer paso por Unión La Calera en 2019 y un segundo en O’Higgins entre 2020 y 2021 fueron suficientes para que regrese al país y selle su llegada a San Lorenzo, donde aún milita pero solamente cedido de River.
En otros casos, a veces es necesario un guiño de la suerte para poder continuar la evolución dentro de un ambiente contenido, así como la conservación y fermentación del vino en las barricas de roble para desarrollar el resultado de mayor esplendor. Esa barrera que es levantada por un “no” suele aparecer, sobre todo, cuando aún se está en una edad de “alevín”, como se conoce a las inferiores del fútbol español, las cuales integró por unos días Julián Álvarez.
El actual jugador del Manchester City defendió el color blanco merengue del Real Madrid en 2011. Si bien fue durante una corta prueba de pocos partidos, el nacido en Calchín, Córdoba, logró convencer a los formadores de los “Blancos”, pero el destino simplemente dijo que no, ya que en ese entonces el Real Madrid no permitía el fichaje de jugadores menores de 13 años, Julián tenía 11 y el pasaje de vuelta asegurado a Argentina. Esto no desanimó al juvenil, quien continuó su trayectoria hasta convertirse en el “9” titular de River Plate, campeón de Libertadores, Copa América y la “Finalissima”, estos últimos dos con la Selección, y ganar su regreso a europa bajo las órdenes de Pep Guardiola en los Citizens.
Ahora esta secuencia suma un nuevo episodio que nuevamente tiene como protagonista a una promesa del fútbol argentino que podría haber debutado en territorio del “viejo continente”. Es el caso de Gino Infantino, el polifuncional zurdo de 19 años que se desempeña en Rosario Central y tuvo una prueba de “Blanco” y otra de “Amarillo”. Con tan solo cinco años llegó al Club Renato Cesarini, de donde salieron jugadores de la talla de Augusto Solari, Martín Demichelis y Javier Mascherano. Llegó a destacar en la institución de su Rosario natal al punto que, cuando aún no había alcanzado los 10 años de edad, uno de los entrenadores le consiguió una prueba de 15 días en el Real Madrid. La familia Infantino acompañó a su hijo a “La Fábrica”, como se conoce popularmente a la cantera blanca, que intentó retener al argentino ya que se habían librado de la política que los privó de fichar a la “Araña”. Sin embargo, los clubes no lograron llegar a un acuerdo y la historia de Gino en Europa parecía llegar a su fin, pero no fue un punto final, sino punto aparte.
Al regresar a Renato Cesarini, mantuvo su rendimiento y captó la atención de la Agrupación Deportiva Infantil Unión Rosario (ADIUR), otro club de barrio poco visto en Rosario. Allí, en 2017 llegó su primera citación a la Albiceleste sub 15 que comandaba en ese entonces, y hasta hoy, Diego Placente. Pero esto no sería todo ya que también tuvo la posibilidad de realizar una prueba de 20 días con la camiseta del Villarreal, debido a un convenio que mantiene con ADIUR. Allí podría haber permanecido si no fuera porque su familia no podía acompañarlo, por lo que decidió rechazar la posibilidad y volver a Argentina. Hoy, con 19 años, ya cuenta con 52 partidos en la primera de Rosario Central, y fue capitán de la Selección sub 20 que dirigió Mascherano en el Torneo Esperanzas de Toulon, aunque quedó fuera de la lista que campeonó en L’ Alcudia. Sin duda es una historia que se escribe día a día y a la cuál no habrá que quitarle el ojo.
En un presente donde todo parece consistir en llegar a Europa lo antes posible, al mejor postor y, ocasionalmente, en desmedro del presente entorno, exportar la etiqueta de “Hecho en Argentina” es una condición que a veces se pierde, justamente producto del apuro. Como todo, a veces es cuestión de saber esperar el momento adecuado, ya que acortar el camino puede llevar al desperdicio de una oportunidad que es única y que, más en un proceso formativo y de desarrollo, implica mucho más que simplemente “jugar a la pelota”.