sábado, julio 26, 2025
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Christian Pulisic, el Capitán América

Por Laureano Vergara

En 2016, en la previa a disputar su primera Copa América, con solo 17 años y en su tercer partido, Christian Pulisic se convirtió en el jugador más joven de la historia en hacer un gol para la Selección de Estados Unidos, en lo que fue la victoria 4 a 0 frente a Bolivia. Apenas un tiempo después, por su recurrencia a ser capitán del conjunto, adquirió el apodo de un personaje ícono de la pantalla grande: “Capitán América”.

Christian nació en la pequeña localidad de Hershey, que cuenta con unos 13000 habitantes y es parte del Estado de Pensilvania. Este sitio es reconocido como “El lugar más dulce de la Tierra” debido a que allí se fundó la empresa fabricante de chocolates que lleva el mismo nombre del pueblo. Tal vez sean estas golosinas las que explican el origen de los superpoderes de Pulisic para jugar al fútbol.

Pese a tener un apodo de estrella de cine, la realidad es que su personalidad no va de la mano con el mundo de las cámaras. Christian ya ha admitido no sentirse del todo cómodo con el alias que sus fanáticos le adjudicaron. Su sencillez, timidez y tranquilidad fuera de la cancha son inversamente proporcionales al descaro que muestra al jugar dentro de ella. El delantero estadounidense posee la ecuación para un ataque letal: una velocidad tremenda, sumada a una habilidad exquisita con los pies, le son sumamente útiles para dejar rivales desparramados en el césped.

Tiene la costumbre de arrancar gambeteando a un contrincante sobre la línea de cal para luego dirigirse hacia el medio y sacar un potente remate con su derecha. Se ha mostrado polivalente al no tener una posición fija en la delantera. En sus inicios lo hacía por el sector izquierdo, pero en el Milan se adaptó al lado contrario. Esta forma de desenvolverse en el campo de juego la adquirió gracias a los consejos de su padre: “Me enseñó a no temerle nunca a fallar o cometer errores”, manifestó en una entrevista para GQ USA.

La conexión de Pulisic con el deporte existe desde antes de su nacimiento. Kelley, su mamá, fue jugadora en la Universidad de George Mason, donde conoció a Mark —papá de Christian—, quien tuvo una etapa como jugador profesional de fútbol sala en Harrisburg Heat, equipo que forma parte de la Major Arena Soccer League. “Casi que lo empujamos a direcciones distintas al fútbol. No fue impuesto de ninguna manera. Quería asegurarme de que él estuviera tomando la decisión porque las cosas no funcionan si uno obliga a los niños a entrenar”, aseguró su padre en una nota para la Universidad GM.

Desde su niñez, Mark llamaba a su hijo “Figo”, ya que ambos eran hinchas del Real Madrid y era la leyenda de Portugal quien más admiración generaba en el pequeño Christian. Incluso la primera camiseta de fútbol que tuvo fue la del club “Merengue” con la 10 de Figo en la espalda. En la actualidad, si tuviese que elegir un jugador con quien jugar a su lado, no tiene dudas y se inclina por Lionel Messi. También tiene ídolos fuera del soccer. Aficionado al golf, es un gran fanático de Tiger Woods, quien lo inspiró a realizarse el tatuaje del rostro de un tigre en su antebrazo, el cual usó como “máscara” en algunos festejos de gol (foto).

Existe un motivo que explica a la perfección por qué el futbolista de 25 años tiene un apellido que tranquilamente podría integrar y pasar desapercibido en el plantel de la selección croata. Mate Pulisic, abuelo de Christian, nació en la pequeña Isla Olib, ubicada en el Mar Adriático y perteneciente a Croacia. Pese ae contar con la doble nacionalidad, en la mente de Pulisic nunca surgió la duda sobre qué conjunto representar y los Estados Unidos siempre ocuparon un lugar preponderante para él.  Aun así, contar con ese documento le facilitó poder jugar desde que era adolescente en la academia del Borussia Dortmund en Alemania.

Durante la época de la pandemia, debido al poco tiempo del cual disponía en el campo de juego por decisión de su entonces entrenador Thomas Tuchel, Christian llegó a tocar con sus pies el fondo de un inmenso océano que se dibujaba en su cabeza. Al grave momento futbolístico, se le sumó el fallecimiento de su querido abuelo paterno. Para sobrepasar esta etapa, supo contar con tres diferentes alternativas que lo ayudaron a atravesar este difícil camino, minado de trampas a superar.

La primera vía de escape fue una de sus otras pasiones, adquirida en las divertidas tardes como nieto de Mate: el ajedrez. “No estaba ni cerca de su nivel y desearía haber jugado más, pero me alegro de haber compartido con él. Es un recuerdo que tengo cerca de mi corazón”, admitió el delantero. Luego de tiempo sin hacerlo, recuperó el hábito junto a su ya excompañero del Chelsea, N’Golo Kanté. En honra a la memoria de su abuelo y a los bonitos momentos coincididos, el estadounidense decidió tatuarse en la cara externa de su antebrazo izquierdo la pieza que mayor dominio tiene encima del tablero a cuadros: la reina. “Es versátil, poderosa y se puede mover a cualquier parte” respondió en una entrevista sobre el porqué le parece la mejor figura del juego.

La segunda opción llegó por parte de los profesionales de la salud. Como a tantas personas, a Christian le costaba abrirse y exponer sus sentimientos al hablar. Él mismo aceptó que se creía demasiado duro como para necesitar algún tipo de ayuda. Hasta que al acercarse a un psicólogo comprendió que al comunicarse uno puede sentirse más fuerte. Dejó atrás el prejuicio de la vergüenza y aprecia al Chelsea y al equipo nacional por haberlo guiado en la dirección correcta. Este ejemplo simboliza a la perfección que hasta el mejor de los superhéroes necesita del auxilio de los demás.

Las lesiones también fueron parte de este recorrido complicado de transitar, pero su creencia en la religión le dio a Pulisic la fuerza necesaria para seguir adelante. Luego de una lesión en su rodilla se preguntaba: “¿Por qué suceden cosas como esta?”. En esos momentos decidió apoyarse en la fe y confiar en que todo sucedía por alguna razón. El impulso surgió de pensar que Dios tenía guardado para él un plan mayor en cuanto al fútbol. “Alguien me enseñó una vez que cuando voy a orar, no debo pedirle a Dios que arregle las cosas. Sólo le digo que me ayude a ver esto desde su perspectiva. Creo que cuando hago eso, entiendo que hay cosas más importantes por venir. Es simplemente tenerlo ahí y sentir su bendición sobre mí”, dijo en una entrevista para ESPN.

El Chelsea fue el club que puso en la mira la incorporación del delantero luego de ver la posibilidad del surgimiento de una nueva estrella en el Dortmund, donde Pulisic logró marcar 19 goles y otorgar 26 asistencias en 127 partidos. El pase a la Premier League supuso un gasto de 64 millones de euros para los “Blues” , transformándolo en el más caro para un jugador de Estados Unidos. Esta adquisición resultó fundamental para que el equipo inglés logre conseguir su segunda Champions League en 2021 y de esta manera Christian se convirtió en el segundo estadounidense en toda la historia en ganar la máxima competición europea —solo detrás de Jovan Kirovski en 1997—.

Luego de esta histórica consagración, Pulisic no pudo obtener la continuidad y el tiempo de juego necesario, por lo que su rendimiento comenzó a caer. En 2023 fue el Milan quien apostó por él. Durante la última temporada, el joven yankee ha vuelto a su brillo habitual y después de un gran año en cuanto a lo individual, buscará llevar a su querida selección nacional a lo más alto del continente.

Con la consagración por duplicado en la CONCACAF Nations League —2020 y 2023—, además de la participación en un Mundial y una Copa América, el capitán de Estados Unidos cuenta con la experiencia necesaria para comandar a su equipo a conseguir algo que nunca ha logrado: el reinado del continente. Afrontará el certamen en el que será local con un único deseo en el horizonte, el de ser campeón. Requisito exclusivo, ya que como bien dice la frase de Napoleon Hill que lleva tatuada en su brazo: “El deseo es el punto de partida de todo logro, no una esperanza, ni un sueño, sino un deseo punzante que lo trasciende todo”.

Alexi Lalas hizo de todo y todo lo hizo bien

Por Laureano Vergara

Panayotis Alexander Lalas es un ejemplo de estar en el momento y lugar indicado. Su imagen y actuación dentro del campo de juego le valieron para ser uno de los protagonistas del tan recordado Mundial de 1994 disputado en Estados Unidos. En el país donde se encuentra Hollywood, su comportamiento captaba la atención de miles de flashes. Él lo sabía, por eso llegó a hacer cosas que se inmortalizaron en imágenes para siempre. Un ejemplo es el exótico salto que hizo para festejar un gol, expandiendo sus manos y pies hacia los costados, como queriendo asemejarse a una estrella de mar contra el cristal de una pecera o si no a las que llevaba pintadas de blanco su camiseta.

Por supuesto que el físico ayudaba y mucho. Su metro con noventa y un centímetros hacía de él un defensor temible para los delanteros. Tenía el cabello colorado, ondulado y largo; que en su mejor momento llegó a cubrirle el cuello por completo. Su barba candado, del mismo color y con chiva a partir del mentón, no desentonaba el look y lo asemejaba a un vikingo.

Su lugar de nacimiento justifica el porqué, cuando era niño, no solo le gustaba el fútbol, sino también el hockey sobre hielo. Birmingham es una ciudad del Estado de Michigan, en el norte de Estados Unidos, que hace frontera con Canadá. En realidad, lo extraño en aquella época —Lalas nació en 1970— era que a Alexi le gustara el hasta entonces desconocido soccer. Gracias a la nacionalidad griega de su padre, vivió durante ciertos periodos de su infancia en el país peninsular. Tal vez su estancia allí hizo de nexo con la cultura futbolera.

De pequeño se destacaba en ambos deportes, pero como todos, en un momento debió decidir por qué camino seguir. Ver la Copa del Mundo de 1986, con un Maradona protagonista, realizando gambetas de otro planeta, terminó de inclinar la balanza hacia un lado. “Seguí los partidos por televisión y enloquecí. A partir de ahí empecé a entrenar y a mejorar. El fútbol tiene algo especial; tiene música, tiene belleza. Por otro lado, constituye un idioma internacional. No importa en qué rincón del mundo te encuentres, siempre habrá alguien con quien poder hablar de él”, contó sobre su pasión por la redonda en una entrevista para Panenka.

A falta de ídolos futbolísticos, Lalas los tenía en la música. Loco por el heavy metal y fanático de bandas estadounidenses como Bon Jovi o Ratt, este hobby no llegó solo hasta ahí. Fue guitarrista principal y la voz de una banda llamada Gypsies —Gitanos en inglés—, con la cual alcanzó a sacar dos álbumes: “Woodland” y “Jet Lag”. Luego de esta primera experiencia, siguió su carrera como solista y hasta el día de hoy ha lanzado ocho álbumes, siendo “Melt Away” el último en debutar.

Alexi inició su carrera deportiva en la Universidad de Rutgers mientras estudiaba. Decidió abandonar en 1991, cuando la Selección de Estados Unidos lo comenzó a convocar. Aun así, en 2014 regresó a terminar su formación y obtuvo el título de Inglés con una especialización en Música. Un par de años más tarde, volvería a los estudios pero esta vez para recibirse como Árbitro, función que llegó a cumplir en algunos encuentros de Inferiores.

Lalas vivió todo el proceso de Estados Unidos previo a la organización de su primer Mundial. Esto significó participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y el debut de “Las barras y las estrellas” en la Copa América en 1993. Los resultados en estas competiciones no fueron los esperados, pero el objetivo principal era prepararse para dar una buena imagen frente al público “yankee”. Y así fue. Aunque en el Mundial cayeron en octavos de final, estuvieron a la altura de las circunstancias al perder tan solo 1 a 0 frente al Brasil de Romario, que luego se convertiría en campeón.

Alexi adjudicó la victoria frente a Colombia en aquel certamen, como una de las más importantes de su carrera. Este resultado desencadenó en una mancha en la historia del fútbol, debido al asesinato de Andrés Escobar como consecuencia del error cometido por el defensor colombiano durante el encuentro. “No dudaría ni un segundo en dejarme ganar aquel partido para que siguiera vivo. Es difícil verbalizar la sensación, porque uno de los días más felices de mi vida es también uno de los más tristes”, admitió Lalas un tiempo después.

La performance de Alexi en el Mundial, superior en el papel de artista y entretenedor que como futbolista, le valió para ser fichado inmediatamente por el Padova y se convirtió así en el primer estadounidense en jugar en el Calcio italiano. Durante su estancia en la mejor época de la Serie A, enfrentó a varias leyendas del deporte pero destacó a una por encima del resto debido a lo complicado que era defenderlo: “De largo fue Batistuta. ‘Batigol’ era un genio”, declaró sobre el delantero argentino.

Luego de una fugaz experiencia en Europa, Lalas comenzó a vagar por distintos equipos de la MLS, con la suma de una travesía por Emelec de Ecuador en 1997. New England Revolution, Metrostars —hoy en día New York Red Bulls—, Kansas City Wizards y Los Angeles Galaxy pudieron disfrutar de tener en el campo a un “futbolista-artista” como se autodenominaba Alexi.

Finalizada su etapa como jugador, demostró ser capaz y efectivo en otra de sus miles de facetas, la de directivo. San Jose Earthquakes y New York Red Bulls decidieron tenerlo como presidente durante breves periodos. Pero como dirigente de Los Ángeles Galaxy sería protagonista de un hecho revolucionario para la liga estadounidense, acción que repercute hasta el día de hoy gracias al efecto mariposa. En 2007 fue el responsable de fichar a David Beckham, superestrella del deporte (foto), en una contratación que dio pie para que otros astros del fútbol europeo decidieran finalizar sus carreras en la MLS. Si el mediocampista inglés jamás se hubiese dispuesto a realizar este cambio, en la actualidad parecería un delirio que Lionel Messi esté jugando para el Inter de Miami.

Hace tiempo ya que Alexi dejó atrás su extravagante look. Ahora lleva el pelo corto y la barba emparejada, cambio tal vez justificado por su trabajo como analista y comentarista en Fox Sports. En el momento en que “Las Garzas” anunciaban el arribo de la “Pulga” al club, Lalas dijo: “Este es un día maravilloso para el fútbol, para la Major League Soccer y Estados Unidos en general”. Aunque unos meses después, criticó al crack argentino: “Aún no ha marcado ni ganado ningún partido en MLS y su equipo está en último lugar“, dicho que no envejeció para nada bien porque en la actual temporada Messi es uno de los goleadores de la liga y su club se ubica primero en la tabla. Por estas observaciones y otras más, varios fans del deporte han expresado su rechazo hacia los comentarios de Alexi, alegando que “debería tener prohibido hablar de fútbol”.

En 1995, Lalas volvería a disputar su segunda Copa América, en la que fue la mejor actuación del seleccionado estadounidense en el certamen hasta el momento —igualada en 2016—. Victorias frente a Chile y México, además de un histórico 3 a 0 frente a la Argentina —Alexi convirtió el segundo en aquel partido— le alcanzaron para culminar cuartos en el torneo.

En la previa a la Copa América 2024, el miembro del Salón de la Fama de Fútbol Estadounidense, en su podcast titulado “State of the Union”, puso al seleccionado “Albiceleste” como el gran favorito a levantar el trofeo y convertirse en bicampeón, jugando una hipotética final frente a los Estados Unidos. ¿Lograrán “Las barras y las estrellas” superar su mejor marca en el campeonato continental? Por supuesto que Lalas estará en el sector de prensa alentando para que así sea.

 

La LigaPro de Ecuador, una usina de jovenes cracks

Por Aramis Sturba

Que la LigaPro de Ecuador ha sido una de las que más evolucionaron en este último tiempo no es ninguna novedad, pero sí es una incógnita conocer cómo se fue dando la consolidación. Ecuador se ha posicionado como una potencia en constante crecimiento gracias a sus apuestas por el proceso formativo que inició en una generación Sub-20 de la mano del entrenador argentino Jorge Célico.

La selección ecuatoriana disputó el Mundial de Brasil 2014 en el que compartió el Grupo E junto a Francia, Suiza y Honduras pero quedó eliminada en primera ronda, con el agravante de ni siquiera haber clasificado a la siguiente edición de la Copa del Mundo llevada a cabo en Rusia cuatro años más tarde. Tras esos dos fracasos continuos, el presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Miguel Ángel Loor, fue consciente de que debían realizarse diferentes cambios para poder poner a Ecuador dentro de, mínimamente, el plano continental.

En primer medida, Loor (quien asumió como máxima autoridad en mayo de 2018), decidió reivindicar al fútbol ecuatoriano desde su perspectiva de imagen, y para eso decidió firmar un contrato por 314 millones de dólares con la empresa uruguaya GolTV por los derechos audiovisuales del campeonato ecuatoriano de fútbol con una duración de 10 años, pero para 2019 los ingresos tuvieron un aumento de un 5% con respecto al primer año de contrato otorgando 23 millones dólares más, los cuales fueron distribuidos en un 82% entre los clubes de la Primera División. El 18% restante, por su parte, fue ideado para los clubes de las categorías más bajas para potenciar su desarrollo de cara a los próximos años.

Tras solucionar los conflictos económicos y administrativos, Loor además ha dejado en claro en varias ocasiones que la cuestión de la inestabilidad financiera no era el único problema a resolver, sino que aún tenían que construir una liga independiente y profesional para poder competir en los torneos más importantes de la CONMEBOL ya sea a nivel clubes o selecciones.

Con un crecimiento sostenido, los resultados de los conjuntos ecuatorianos se reflejan hacia afuera: Independiente del Valle y Liga de Quito son los últimos campeones de la Copa Sudamericana, mientras que Barcelona de Ecuador ha logrado meterse y competir en instancias decisivas de Copa Libertadores en los últimos años. Por otro lado, la selección ecuatoriana Sub-20 obtuvo el tercer lugar en la Copa del Mundo de la categoría desarrollada en Polonia, con el aliciente de haber potenciado jóvenes talentosos para las temporadas venideras.

Uno de los baluartes de la liga es Independiente del Valle ya que es uno de los grandes exportadores de promesas al viejo continente, con los ejemplos recientes de Kendry Páez y Justin Lerma, quienes fueron vendidos al Chelsea de Inglaterra y al Borussia Dortmund de Alemania en cifras exorbitantes para el fútbol sudamericano que rondan los 20 millones de dólares.

Pero un punto que hay que tener en cuenta también es que si bien los futbolistas ya tienen sus futuros asegurados en Europa, se unirán recién a sus filas cuando cumplan la mayoría de edad con el objetivo de fomentar su madurez como personas y como profesionales, por lo que Páez se sumará a la Premier League en 2026 y Lerma se unirá a la Bundesliga recién en 2027. Otros casos que se pueden mencionar son los de Moisés Caicedo, Ángelo Preciado y Gonzalo Plata, quienes surgieron de las divisiones inferiores del Matagigantes y que en el presente son piezas clave de la selección gracias a sus desempeños en los clubes europeos.

Michel Deller, dirigente de la LigaPro explicó en reiteradas oportunidades las razones de la evolución en la formación de futbolistas jóvenes y aseguró: “Los jugadores que han salido de Ecuador han triunfado en Europa, pero no siempre fue así, y eso tiene que ver con la formación integral con la cual estamos comprometidos. Tratamos de que todos los años todas las categorías jueguen un torneo internacional para que tengan más exposición desde Europa y para que agarren experiencia pensando en el futuro de nuestra selección”.

1963, el año en el que Chile no jugó la Copa América

Por Victoria Leccadito

En el contexto de la Copa América 2024, la selección chilena se prepara para competir nuevamente en el torneo continental, aunque puede que no muchos sepan sobre un episodio histórico que marcó su ausencia en 1963. Hace más de seis décadas, Chile, a pesar de haber alcanzado el tercer lugar en el Mundial de 1962 con un notable rendimiento, no participó en el Campeonato Sudamericano debido a razones políticas.

La edición 26 del Campeonato Sudamericano, hoy conocido como Copa América, se celebró en Bolivia, y la ausencia de Chile dejó una huella significativa en la historia del fútbol continental. A pesar de ser uno de los equipos más prometedores y favoritos para ganar el torneo, el país anfitrión no invitó a La Roja a participar, lo que privó a los aficionados y jugadores chilenos de competir en el evento.

El motivo principal de esta exclusión fue la disputa entre ambos países sobre el río Lauca, que nace en Bofedal de Parinacota en Chile y desemboca en el Lago Coipasa en Bolivia. El mismo ha sido un punto de conflicto desde 1930 debido a que este cuerpo de agua atraviesa ambos países y su uso ha generado tensiones diplomáticas. La disputa alcanzó su punto álgido en la década de los 60, precisamente en el año en que Bolivia organizó por primera vez la Copa América, lo que llevó a la decisión de no invitar a Chile a la competición. Actualmente, y tras varios años de apelaciones por parte de Bolivia, se ha decidido que el río pertenece a ambos países por lo que el conflicto nunca puso en peligro la seguridad de América.

Fue un hecho lamentable para la selección chilena ya que que había logrado un destacado tercer lugar en el Mundial de 1962 disputado en su país y se encontraba en uno de sus momentos más prometedores a nivel internacional. En ese Mundial, Chile tuvo un desempeño notable, comenzando con victorias por 3-1 sobre Suiza y 2-0 contra Italia en la fase de grupos. Luego, avanzaron a cuartos de final, donde derrotaron 2-1 a la Unión Soviética. En semifinales, se enfrentaron a Brasil, el campeón defensor, y cayeron 4-2. Finalmente, en el partido por el tercer lugar, vencieron 1-0 a Yugoslavia, consolidándose como una de las potencias emergentes del fútbol mundial.

la ausencia de Chile al campeonato Sudamericano fue significativa no solo por su éxito deportivo, sino también porque la selección era considerada una de las favoritas para ganar el torneo, y hoy probablemente se hablaría sobre tres copas en su vitrina. Tras su histórico desempeño en el Mundial de 1962, el equipo dirigido por Fernando Riera estaba en plena consolidación y mostraba un juego sólido y competitivo.

Aunque la no participación en el Sudamericano de 1963 privó a los jugadores y aficionados chilenos de la oportunidad de seguir consolidando su posición en el ámbito sudamericano, la decisión subrayó las complejas intersecciones entre el deporte y la política en la historia reciente del país. Ahora, mirando hacia el futuro con la Copa América 2024, Chile busca dejar atrás este capítulo y escribir una nueva página de éxitos en el fútbol continental.

Néstor Lorenzo: de subcampeón del mundo a sucesor de José Pekerman

Por Paula Prieto y Dante Silveyra

Néstor Lorenzo, un defensor con clase, nació en Villa Celina, Argentina. Desde joven se destacó en el fútbol y Argentinos Juniors se convirtió en su primera casa, donde tuvo su tan ansiado debut en la primera categoría.

Tras su etapa tan exitosa, Lorenzo dejaría El Semillero del Mundo en 1989 para jugar en el  Bari de Italia. Su adaptación a otro país y otro estilo de juego no fue difícil y luego de una muy buena temporada, Carlos Bilardo, técnico en esa época de la selección argentina, decidió llamarlo para formar parte del plantel que iba a disputar la Copa del Mundo Italia 1990, un recordado Mundial para los argentinos ya que la Albiceleste fue por segunda vez en la historia subcampeona del Mundo. Gracias a una de las investigaciones de los libros del periodista y escritor Luciano Wernicke, se sabe la razón peculiar por la que fue convocado: “Lorenzo no podía ingresar a Reino Unido para una concentración con la Argentina por un problema de pasaporte, tras la guerra de Malvinas. En el aeropuerto de Glasgow comenzó a gritar y a llorar hasta que convenció a los funcionarios de migraciones para que lo dejaran ingresar. Al ver su reacción, Bilardo decidió que sería uno de sus primeros convocados del Mundial de ese año”.

El defensor fue parte de ese último partido como titular y lo terminó con un buen desempeño individual, más allá de la derrota por 1 a 0 ante Alemania.

Tras su gran paso por el Bari, Lorenzo tomó vuelo en 1990 a Inglaterra, concretamente al Swindon Town en donde jugaría solo dos temporadas y, sin tener tanto destello, el defensor regresaría a su país natal en 1992 para jugar por primera vez en el club San Lorenzo.

Su etapa en el Ciclón duró sólo dos años, en los que jugó un total de 69 partidos convirtiéndose en uno de los titulares indiscutidos. Después de su salida del club, tuvo un paso fugaz por Banfield y Ferro Carril Oeste, en los que compitió un año en cada uno. El club en el que más goles hizo fue Ferro con un total de 4 tantos. 

Llegando a la final de su carrera, en 1996, el técnico de Boca Juniors, Carlos Bilardo recordó el buen rendimiento que lo llevó a convocar a Lorenzo a la selección y decidió darle una oportunidad en el Xeneize que dejaría un sabor amargo para ambos. Únicamente jugó 20 partidos y obligado a marcharse se fue a Quilmes para terminar allí su carrera como jugador profesional.

Cuando decidió colgar los botines tras una carrera poco llamativa, Lorenzo se comunicó con un viejo conocido de Argentinos Juniors para que lo sume como asistente técnico y aprender del que en algún momento fue su entrenador: José Pekerman. En ese momento, Pekerman estaba con la selección sub20 de Argentina y decidió incluirlo por dos años en los que no paró de crecer y en el que lograron el primer puesto en los Juegos Panamericanos de 1995, hasta que llegó un llamado de Carlos Aimar para sumarlo a su cuerpo técnico en el Leganés de España.

En Europa, Lorenzo estuvo un año completo como asistente técnico hasta su despido en 2004, en el que, por consecuencia o suerte del destino, Pekerman le volvió a pedir si quería unir nuevamente a él pero con la selección absoluta de Argentina. Aquí estuvo desde el 2004 hasta el 2006, después de la dolorosa eliminación en el Mundial de Alemania tras caer por penales en los Cuartos de Final ante la misma anfitriona.

Cada etapa termina, pero Lorenzo siguió junto a Pekerman y en 2007 llegan a al Toluca de México, en la que estuvieron solo un año para rápidamente entrenar a Tigres de México, otro paso muy fugaz con menos de un año.

Cerrando su etapa en México en el 2009, Lorenzo se tomó un descanso hasta 2012, año en el que nuevamente Pekerman, depositando toda la confianza que tenían a causa de tantos años de trabajar juntos, lo llamó para vivir, hasta ahora, lo que fue su última aventura: dirigir a la selección colombiana. Esta fue su etapa más larga como asistente técnico con más de 6 años junto a su tan querido amigo, que desde que lo dirigió en Argentinos Juniors, siempre supo que iba a obtener grandes logros.

En 2021 le llegó la propuesta del FBC Melgar para convertirse en el nuevo técnico del primer equipo. En el primer año al mando, logró la clasificación a la Copa Sudamericana 2022 quedando 5to en la tabla de la Liga 1 de Perú. En su segundo año ganó el Torneo Apertura de dicho país y llevó al club a Octavos de Final de la Sudamericana. Ya había sido confirmado pero luego de obtener estos logros, el 6 de julio asumió oficialmente como entrenador de la selección absoluta de Colombia. 

Su estilo de juego es muy versátil, con una mezcla entre lo táctico de su querido amigo Pekerman y la agresividad con la que jugaba la selección argentina de Carlos Bilardo. Hasta el momento dirigió 20 partidos en los que está invicto con 15 triunfos y 5 empates. Además de darle oportunidad a muchos jóvenes como John Jader Durán de 21 años y Luis Sinisterra de 23 años, también le dio una segunda chance a viejos conocidos que hace mucho no jugaban como James Rodríguez, que llegó a los 100 partidos jugados con la selección, y Yerry Mina. ¿Podrá Néstor Lorenzo llevar al equipo a una nueva final de la Copa América luego de 23 años?

 

Endrick: mucho más que un 9 en su espalda

Por Matías Policastro

“Soy un jugador trabajador, persistente. Siempre quiero más. Estoy enfocado en marcar goles, siempre quiero marcar más goles. La clave para mí es siempre querer lo inalcanzable”. 

Con tan sólo 17 años, su nombre aparece en la lista de convocados por Dorival Junior a la Copa América de Estados Unidos. En la previa de su primer torneo continental, Endrick Felipe Moreira de Sousa sostuvo que “ningún resultado más allá del título interesa”. 

El juvenil, que ya fue vendido por más de 60 millones de euros al Real Madrid, comenzará su recorrido en Europa a partir del 21 de julio, cuando cumpla la mayoría de edad. La realidad que está viviendo es gracias a quien se encargó de subir a Youtube sus mejores jugadas cuando era un niño. Ese motor se llama Douglas Sousa y es su padre, según quien “aprendió casi antes a darle patadas a una pelota que a andar”.

“El fútbol no era solo mi sueño, sino el sueño de nuestro padre, nuestro abuelo, el sueño de toda la familia”. Endrick tuvo su debut absoluto en Palmeiras con 16 años, el 6 de octubre de 2022. Casi 20 días después, anotó su primer doblete. Al siguiente partido, fue titular por primera vez, marcó un gol y logró ganar el Brasileirao.   

Con el trofeo más importante de Brasil en su vitrina, completó el álbum con el Verdao: se transformó en el primer jugador en la historia del club que se consagró campeón en todas las categorías: sub-11; sub-13; sub-15; sub-17; sub-20 y Primera División. 

En 2023 derrocó otra marca en la máxima categoría: consiguió su segundo título del Brasileirao con el equipo de Abel Ferreira y superó ni más ni menos que a Neymar como el menor de edad que más goles (9) convirtió en la competición. 

Para que Endrick pudiese mudarse a San Pablo y sumarse a Palmeiras con 11 años, contrataron a su padre como limpiador de las instalaciones del club. Antes de cumplir los 16 ya había superado el récord de goles en todas las categorías inferiores de la institución. Incluso, en 2022 levantó la Copa Sao Paulo de Futebol Júnior y fue elegido el mejor jugador del torneo tras anotar seis tantos en siete partidos.

El nacido en Taguatinga aún no fue titular con la selección mayor de Brasil pero convirtió en tres partidos consecutivos, una marca que solamente Pelé había logrado antes de cumplir 18 años. 

‘Endrick Kong’, como lo llaman en su país, será el segundo jugador más joven –por detrás del ecuatoriano Kendry Páez– en disputar esta Copa América de Estados Unidos. Con el dorsal número ‘9’, buscará destacarse como ya lo hizo Ronaldinho en su primera vez en Paraguay 1999, pero dejó en claro que su objetivo es grupal: “En cuanto a batir récords, sólo quiero jugar y ayudar a la Selección nacional. No me importan los registros”.

Yunus Musah: el joven musulmán que eligió representar a Estados Unidos

Por Joaquín Aguilar

El futbolista de múltiples nacionalidades disputará la Copa América para la selección norteamericana, país en el que nació cuando su madre estaba de visita.

El sueño de muchos futbolistas es el de representar a su país de origen, la tierra donde se criaron, el lugar en el que vivieron la mayor parte de su vida y el sitio de donde son sus padres. Para la gran mayoría de personas, todos estos hechos se vivieron en un mismo país, pero para Musah, cada uno fue en una nación distinta.

Ibrahim y Amina, padres del jugador, son ghaneses y practicantes musulmanes. Según el diario El País, alrededor de un 70% de los habitantes de Ghana se declara cristiano, un 20% musulmán y el 10% restante de otras religiones.

Los musulmanes son creyentes de la religión del islam, quienes reconocen a Alá como su dios, Mahoma como su profeta y el Corán es su libro sagrado.

Los padres del futbolista abandonaron el continente africano para mudarse a una localidad italiana llamada Castelfranco Véneto. Allí consiguieron trabajo y formaron familia.

En 2002, Amina Musah fue a visitar a una prima a Manhattan un par de meses antes de dar a luz. Sin embargo, dado que ya estaba embarazada de Yunus, los médicos le advirtieron que no era seguro para ella viajar de regreso a Italia y que debía quedarse en Nueva York. Así fue como Musah obtuvo la ciudadanía estadounidense, solo por nacer allí.

A los meses volvieron a Italia, donde el moreno de ojos marrones transitó su infancia. Luego de nueve años viviendo en la localidad de 33 mil habitantes, debieron mudarse a Londres por el trabajo de su padre.

Las tierras londinenses fueron donde Musah comenzó a destacarse en el fútbol, ya que a sus 10 años ingresó en la academia del Arsenal. Fue tal su éxito en las inferiores de los Gunners, que fue convocado a las selecciones juveniles de Inglaterra.

El nacido en Estados Unidos jugó desde la sub-15 hasta la sub-18 de los Tres Leones, lo que le permitió compartir equipo y muchas veces siendo capitán de estrellas como Jude Bellingham, Bukayo Saka, Jamal Musiala o Cole Palmer.

Planilla sub-15 de Inglaterra vs Bélgica en 2017. @RisingBallers_ vía X.

Como vivió más de cinco años siendo menor de edad en Inglaterra obtuvo la nacionalidad británica. A sus 15, el mediocampista ya contaba con cuatro nacionalidades distintas; estadounidense por nacimiento, ghanes por sus padres, italiano por haber vivido nueve años e inglés por lo dicho.

Tres países en 16 años le parecieron poco al inquieto mediocampista, por lo que en 2019 se mudó a España para jugar en las divisiones inferiores de Valencia. Allí explotó como futbolista, logrando debutar en el primer equipo un año después y consolidándose como titular rápidamente en su primera temporada.

Como su religión lo demanda, Musah debe cumplir con el Ramadán en el que durante un mes debe ayunar mientras sea de día. Lógicamente, esta alteración alimenticia en la mitad de la temporada no beneficia al rendimiento de los deportistas.

Yunus Musah es ejemplo de ello, ya que, en su primera campaña en Valencia, sufrió la pérdida de nivel y minutos a causa del Ramadán. Aun así, logró sostener su rendimiento pese al ayuno diurno con el paso de las temporadas.


El joven musulmán no es solo un futbolista talentoso, sino también políglota, ya que habla con fluidez cinco idiomas; inglés, italiano, español, hausa y dagbani.

 

Gracias a su irrupción en el fútbol español, Musah recibió la convocatoria del país en el que apenas vivió, Estados Unidos. Pese a haber representado a Inglaterra en juveniles, el futbolista aceptó el llamado y debutó con los norteamericanos el 12 de noviembre de 2020 en un amistoso ante Gales.

El proyecto que me ofrecía Estados Unidos, la conexión con los valores del país y el potencial de su selección me hizo decantarme por ellos”, justificó el mediocampista en una entrevista con Marca en 2022. Ese mismo año disputó el Mundial en Qatar, en el que fue titular en los cuatro partidos de su seleccionado. Uno de ellos fue ante Inglaterra, país que Musah representó entre sus 14 y 16 años.

Musah en el empate a 0 ante Inglaterra por la segunda fecha del grupo B del Mundial 2022. (Ashley Landis AP).

Ser musulmán en Estados Unidos nunca fue algo fácil, pero todo empeoró luego de la caída de las Torres Gemelas en septiembre de 2001. Es de público conocimiento que ese atentado fue organizado por la organización terrorista de corte yihadista -concepto religioso de la religión islámica- Al Qaeda. Esto provocó una “Islamofobia” en occidente, pero bastante más profunda en Estados unidos.

De todas maneras, Musah confesó que nunca tuvo problemas de racismo en el país norteamericano y hasta practicó el Ramadán en una convocatoria. Esto ocurrió en marzo de este año, nada más ni nada menos que en las instancias definitivas de la Nations League de CONCACAF.

Estados Unidos enfrentó en semifinales a Jamaica y a México en la final. En ambos encuentros, el mediocampista ingresó desde el banco y en ayunas, respetando el Ramadán. Parece que le trajo suerte no romper con sus costumbres, ya que ganaron los dos partidos y se consagraron campeones de la competencia.

En agosto de 2023, el estadounidense tuvo su vuelta al país donde desarrolló su infancia, Italia. El Milan le desembolsó 20 millones de euros al Valencia y obtuvo el pase del mediocampista de 1’78 metros de altura.

En su llegada al Rossoneri sorprendió a todos con su elección de número de camiseta ya que decidió portar con el 80, mítico número de Ronaldinho en su paso por ese mismo club. El brasileño es uno de los mayores ídolos de Musah, quien también comparte el hecho de destacar con su sonrisa. Si hubiera una definición de cuál era la sonrisa más brillante, definitivamente sería él”, admitió su compañero de selección Timothy Weah. El joven sonriente disputó 40 de los 53 partidos en esta temporada con el club italiano, lo que le sirvió para ganarse un puesto entre los convocados a la Copa América 2024.

 

Miguelito, la esperanza de grandes y chicos en Bolivia

Por Luca Luvino 

Miguel Terceros fue incluido en la lista de 26 jugadores que representarán a la selección en la Copa América, pero su camino fue muy distinto al de sus compañeros.

En 1997 y en lo que fue su última gran participación en esta competición, Bolivia perdió 3 a 1 en la final ante Brasil, país que justamente hoy forma a las futuras estrellas de La Verde como Terceros, jugador del Santos desde los 14 años y reflejo de los esfuerzos del proyecto Bolivia 2022.

Miguelito en su paso por Bolivia 2022, proyecto del que formó parte durante tres años.

Bolivia 2022, inició en enero 2017, con el objetivo de promover el trabajo en las divisiones menores, además de exportar jugadores al extranjero y, como objetivo final, aportar jugadores a la selección boliviana de cara al Mundial de Qatar. 

Si bien el objetivo mundialista no pudo ser cumplido, el otro de exportar y desarrollar jugadores sí lo fue. Todo eso se logró realizando giras por Europa, participando en torneos internacionales y locales, visitando escuelas y clubes de todo el país y firmando numerosos convenios interinstitucionales.

Precisamente así fue como se formó Miguelito, nacido en Santa Cruz de la Sierra, lugar donde se fundó la primera escuela de fútbol del proyecto. A sus 12 años, ya formaba parte de la academia élite de Bolivia 2022, en la que se concentran durante 11 meses del año a los 110 chicos más talentosos del país, que son elegidos tras evaluar a más de 10 mil niños. 

Durante el tiempo que estuvo en su país, Terceros jugó con el equipo el Mundialito Ricardo Godoy en Portugal y compitió en giras por Brasil contra los principales equipos de Río de Janeiro y São Paulo, ciudad que se convertiría en su hogar tras llamar la atención del Santos.

En 2022, Miguel Terceros firmó su primer contrato profesional con el Santos.

En 2018, gracias a un intercambio entre el club brasileño y Bolivia 2022, Miguelito superó un periodo de prueba y quedó en las inferiores del club. Asombrados con su desempeño decidieron hacerle un pre-contrato para que al cumplir los 18 años, no solo se convirtiera en jugador del equipo profesional sino también en el primer boliviano en la historia del Santos.


El acuerdo también incluyó una cláusula de 100 millones de euros, una cifra récord para un jugador de la selección de Bolivia.

 

Ese mismo año, Terceros siguió sorprendiendo a brasileños e ilusionando a bolivianos, debutando finalmente en el Brasileirao contra el Juventude y con la Selección ante Senegal.

Julio Chaparro, Director General del proyecto Bolivia 2022, mencionó en una entrevista con Tigo Sports que lo que ayudó en parte a Miguelito a llegar a donde está hoy es el haber crecido en un fútbol como el de Brasil, donde la competencia es más exigente ya desde las categorías más bajas.

De los 26 convocados para la Copa América, 20 juegan en la liga local, con Bolívar, Always Ready y The Strongest como pilares que llevarán nueve, cinco y cuatro jugadores, respectivamente.

Aunque es algo que viene de hace años, esto es lo que intenta el proyecto demostrar con Miguel como estandarte, el primer jugador en la historia surgido de la academia y que estará presente en la copa de selecciones.

Miguel Terceros suma goles, minutos y convocatorias que hacen soñar de a poco a Bolivia con un futuro distinto en el que puedan repetir la década dorada del 90, cuando en 1994 disputaron su último Mundial de fútbol y tres años después jugaron la definición de la Copa América.

 

Uruguay y la Copa, un siglo de gloria

Por Luca Luvino

La Celeste participará por 46º vez en la competición de selecciones más antiguas de la historia, en la que es el máximo ganador junto con Argentina.

1924 fue un año histórico para el fútbol uruguayo. Por primera y única vez obtuvo dos grandes títulos en un mismo año, la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París en junio y meses después, en noviembre, la Copa América.

Por aquel entonces, todo parecía inclinarse a favor de los Charrúas, no solo por venir de ser campeones en Colombes, sino que también terminarían siendo la sede del Campeonato Sudamericano tras demostrarse que Paraguay no contaba con las instalaciones requeridas para recibir a las otras tres selecciones participantes: Uruguay, Argentina y Chile. 

Además, la selección uruguaya llegaba a esta edición habiendo ganado cuatro de las siete ediciones disputadas hasta ese entonces, incluyendo la primera de la historia en 1916 disputada en Buenos Aires.

Pero no todo eran buenas noticias para los campeones olímpicos. Uno pensaría que siempre, históricamente, Nacional y Peñarol, los dos clubes más grandes de Uruguay, cedieron jugadores a la selección. Como en este 2024, en el que irán a la Copa siete jugadores surgidos en el Bolso, como Luis Suárez, y seis en el Carbonero, como Federico Valverde.

Un par de años antes, a fines de 1922, Peñarol fue desafiliado de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) tras la votación de sus socios a favor de jugar un amistoso contra Racing e ignorar la orden que se les fue dada de no disputar partidos contra clubes argentinos que no formasen parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Esta sanción al Aurinegro se prolongaría entre 1923 y 1926, periodo en el que, al seguir excluidos, no tuvieron jugadores en el seleccionado nacional. Por este motivo, Uruguay convocó en su mayoría jugadores de Nacional, más precisamente ocho, de los cuales seis serían titulares en la final ante Argentina.

El clásico siempre tenía ese ambiente único, pero esa vez era un tanto particular, ambas selecciones se iban a enfrentar por quinta vez en apenas siete meses.

El 25 de mayo disputaron dos partidos, correspondientes a la Copa Newton 1923 y 1924, que finalizaron con una victoria por lado. Luego un 1 a 1 en septiembre en un amistoso en Montevideo, con la novedad de que los uruguayos venían de ser campeones olímpicos. 

El último encuentro previo a la Copa América fue apenas diez días antes de que arrancase la competición y se tuvo que posponer por los incidentes que generó la cantidad de espectadores que asistieron al antiguo estadio de Sportivo Barracas. La Albiceleste ganó por 2 a 1 en el día que Cesáreo Onzari anotó el primer gol olímpico en la historia.

Finalmente y como ya era casi que un hábito en aquel entonces, los dos conjuntos rioplatenses se disputaron el Campeonato Sudamericano. A Uruguay le bastaba de una victoria para salir campeón mientras que Argentina estaba obligada a ganar.

Número 278 de El Gráfico. Antes del partido definitorio, la revista ya daba como campeón a los locales.

20.000 espectadores presenciaron en el Gran Parque Central, la casa de Nacional, ese partido que finalizó 0 a 0 a pesar de un gran dominio de La Celeste y que los coronó campeones por quinta vez en ocho ediciones.

En todos estos años, Uruguay únicamente ha estado ausente en dos ediciones de la copa, la posterior a esta, en 1925, por lo que no pudo defender el título, y en 1963, por estar en desacuerdo con que la competencia se desarollase en la altura de La Paz. 

Así y todo con altas y bajas, la Celeste se mantuvo en todo momento y a lo largo del tiempo en el podio de los máximos ganadores del certamen. Sin duda la garra charrúa estará siempre presente en todo lugar en el que se mencione a la Copa América, así como si de sinónimos se tratase.

 

De los potreros de Guayaquil, a la élite de Europa y la esperanza de La Tri

Por Román Pedersen

Iniciado en la Academia Alfaro Moreno, con pasos por Emelec y Patria, Kendry Páez es un futbolista ecuatoriano de 17 años que desde los 12 está en Independiente del Valle. Allí, se formó, creció y aprendió lo necesario para ser considerado como la perla del fútbol nacional.

Guayaquil, fundada a mediados del siglo XVI, es la ciudad más poblada de la República del Ecuador con más de dos millones de habitantes, es el principal punto de acceso de los cruceros a las Islas Galápagos y desde sus orígenes, debido a su ubicación geográfica, es un eje clave para la llegada y partida de productos en el mercado marítimo; así, se la conoce como La Perla del Pacífico. En aquella ciudad nació Kendry Páez, la perla del fútbol ecuatoriano que la rompe en Independiente del Valle y ya tiene un futuro asegurado en Inglaterra.

Nacido el 4 de mayo del 2007, Páez, que creció en Durán y la isla Trinitaria, se destaca por ser un zurdo talentoso, ágil, gambeteador, creativo y de gran pegada. Juega de mediocampista ofensivo, o extremo derecho en caso de ser necesario, y porta el número 16 en su camiseta, pero tiene alma de 10. Muy al estilo potrero. 

Actualmente defiende los colores de IDV, aunque su pase corresponde al Chelsea inglés, club que lo compró a cambio de 20 millones de euros. Sin embargo, para contar con él deberá esperar a 2025, una vez que Dima, apodado así por sus compañeros de los seleccionados juveniles de su país, cumpla la mayoría de edad.

Dima es la máxima figura del conjunto negriazul, al punto que, con 17 años recién cumplidos, ya lleva cuatro goles y tres asistencias en la actual temporada de la LigaPro, así como también un tanto y dos pases-gol en el grupo F de la Copa Libertadores, certamen del cual quedó eliminado y jugará la Sudamericana. Además, es el máximo asistidor y segundo artillero de su equipo en la Serie A de su país y, por si fuera poco, con aquella anotación por Libertadores ante Palmeiras de Brasil, se convirtió en el ecuatoriano más joven en romper las redes del torneo.

Su debut profesional con El Matagigantes se dio el 25 de febrero de 2023, cuando Martín Anselmi, entrenador argentino, confío en él y con 15 años y 298 días lo mandó al terreno de juego. Kendry no falló: convirtió un gol en la victoria por 3 a 1 sobre Mushuc Runa y es el futbolista de menor edad que convierte con el club de Sangolquí. Allí, siempre fue conocido como la gran promesa de la cantera. Y no estaban equivocados.

Sus inicios se dieron en Huancavilca y en la Academia Alfaro Moreno, lugar en el cual con cinco años ya generaba interés debido a sus gambetas y goles. Así, a los 12, llegó a IDV para crecer futbolísticamente en las inferiores, luego de pasos por Emelec y Patria, también clubes de su nación. Pero además defendió los colores del Barcelona de su país, aunque los dirigentes decidieron no invertir en juveniles y el volante se enamoró, a primera vista, de la que sería su nueva casa en toda la infancia y adolescencia. 

En las formativas del conjunto vallense disputó varios torneos, entre ellos la Copa Mitad del Mundo, un certamen sub 18 donde las mejores 16 canteras de siete países del continente sudamericano presentan sus joyas al mundo.

En el medio estudió en la escuela del Negriazul y posteriormente completaría la secundaria. Allí, en el colegio de su equipo, el pequeño Páez sólo pensaba en fútbol. Sus útiles escolares, bolas de papel e incluso borradores de pizarrón, le servían para hacer una pelota y jugar, algo que desde los cinco años tiene presente en su vida. Sin embargo, la pasión no lo cegaba de su objetivo escolar: aprobar y ser un buen alumno. Kendry lo logró. Se perdía los recreos para hacer las tareas y luego poder entrenar, pero el sacrificio valió la pena. En febrero de 2024 se graduó y completó el ciclo en tiempo y forma; aunque mientras cursaba empezaría el amor con su Selección.

La Joya con La Tri comenzó su historia como todo jugador: desde juveniles. Disputó primero el Sudamericano Sub-17, en el cual fue el mejor de Ecuador tras marcar dos goles (entre ellos, a la Argentina) y brindar seis asistencias, para luego decir presente en el Mundial Sub 20; aunque su presencia no estuvo asegurada. Su club no lo quería dejar ir, ya que estaban en plena competencia. Sin embargo, Anselmi lo cedió y Kendry fue titular en los cuatro partidos del torneo. Además, anotó un tanto ante Fiji y entró en la historia del certamen. Nuevamente, el jugador más joven en convertir. 16 años y 22 días.

Romper récords se hizo algo cotidiano en la corta, pero agitada carrera de Páez. El entrenador español Félix Sánchez Bas lo convocó para los partidos de fecha FIFA ante La Albiceleste y Uruguay, correspondientes a las primeras dos fechas de las Eliminatorias Sudamericanas del Mundial de 2026. El 12 de septiembre, ante La Charrúa y con 16 años y 135 días, tuvo su primer encuentro con la Selección Mayor al partir como titular; lo que le permitió ser el debutante más joven en la historia de su país. Superó a Jorge Bolaños y estuvo cerca de superar la marca continental, defendida por Diego Armando Maradona (16 y 130).

La cosa no queda ahí, sino que para la tercera fecha del torneo internacional, y por ende su segunda gira, el volante de 1,77 metros se hizo gigante en la altura de La Paz. Ante Bolivia formó parte del 11 inicial y sobre el final del primer tiempo, el número 16, que tiene como referente a Ángel Di María (futbolista argentino), hizo una jugada al estilo de su ídolo. Tomó la pelota en mitad de cancha recostado sobre la banda derecha y desde aquella posición comenzó a correr. Le sacó una gran diferencia a su marcador de punta, que a pesar de los esfuerzos no pudo evitar el, para él, trágico final: Dima abrió su pie izquierdo, cruzó el remate y salió a festejar su gol, tanto que le haría ser el jugador más joven en anotar en Eliminatorias Sudamericanas, con apenas 16 años y 161 días, y el segundo en las de todo el mundo. No pudo superar la marca conseguida en 1996 por el gambiano Ebrima Ebou Sillah (16 y 50).

Todo este rendimiento previo a los últimos dos hitos hizo que un grande de Europa ponga sus ojos en él: el Chelsea de Inglaterra. El cinco de junio de 2023 el pase se hizo oficial. El club londinense desembolsó 20 millones de euros por el futbolista y se anunció que el acuerdo se haría efectivo a partir de la temporada 2025/26, una vez que Páez tenga 18 años y no incumpla la reglamentación de la Federación Internacional de Fútbol Asociación​ (FIFA).

Aunque con el mercado de hoy en día el monto parezca bajo, 20 mill. significan la venta más cara de la historia del fútbol de Ecuador y la más alta de Los Rayados del Valle, superando los USD 5 millones del pase de Moisés Caicedo al Brighton & Hove Albion en 2021. Por último, es el ecuatoriano más joven en ser traspasado al fútbol inglés. 

Sin embargo, no es el único de su nacionalidad que tuvo la posibilidad de disputar la Premier League. Juan Carlos Paredes, Jefferson Montero, Enner Valencia y el máximo exponente de La Tri en suelo inglés, Antonio Toño Valencia son casos históricos. Aunque Jeremy Sarmiento y El Niño Moi, su futuro compañero y el fichaje más caro de la liga, son ejemplos actuales; lo que a su vez le permitirá convertirse en el segundo de su país en jugar en The Blues.

Así, Kendry Páez comienza a despedirse lentamente de su país, aunque todavía le queda un rato para seguir plasmando su magia en los campos ecuatorianos y sudamericanos. Por ahora, de Independiente del Valle se lleva 48 partidos, 10 goles, dos títulos grupales (Supercopa Ecuador 22/23 y Recopa Sudamericana 22/23) y una premiación individual con su Selección en 2022: mejor jugador del Trofeo Next Gen disputado en Austria. El pibe de los potreros de Guayaquil. La Perla del Pacífico con futuro asegurado en Inglaterra.