Por Victoria Leccadito
En el contexto de la Copa América 2024, la selección chilena se prepara para competir nuevamente en el torneo continental, aunque puede que no muchos sepan sobre un episodio histórico que marcó su ausencia en 1963. Hace más de seis décadas, Chile, a pesar de haber alcanzado el tercer lugar en el Mundial de 1962 con un notable rendimiento, no participó en el Campeonato Sudamericano debido a razones políticas.
La edición 26 del Campeonato Sudamericano, hoy conocido como Copa América, se celebró en Bolivia, y la ausencia de Chile dejó una huella significativa en la historia del fútbol continental. A pesar de ser uno de los equipos más prometedores y favoritos para ganar el torneo, el país anfitrión no invitó a La Roja a participar, lo que privó a los aficionados y jugadores chilenos de competir en el evento.
El motivo principal de esta exclusión fue la disputa entre ambos países sobre el río Lauca, que nace en Bofedal de Parinacota en Chile y desemboca en el Lago Coipasa en Bolivia. El mismo ha sido un punto de conflicto desde 1930 debido a que este cuerpo de agua atraviesa ambos países y su uso ha generado tensiones diplomáticas. La disputa alcanzó su punto álgido en la década de los 60, precisamente en el año en que Bolivia organizó por primera vez la Copa América, lo que llevó a la decisión de no invitar a Chile a la competición. Actualmente, y tras varios años de apelaciones por parte de Bolivia, se ha decidido que el río pertenece a ambos países por lo que el conflicto nunca puso en peligro la seguridad de América.
Fue un hecho lamentable para la selección chilena ya que que había logrado un destacado tercer lugar en el Mundial de 1962 disputado en su país y se encontraba en uno de sus momentos más prometedores a nivel internacional. En ese Mundial, Chile tuvo un desempeño notable, comenzando con victorias por 3-1 sobre Suiza y 2-0 contra Italia en la fase de grupos. Luego, avanzaron a cuartos de final, donde derrotaron 2-1 a la Unión Soviética. En semifinales, se enfrentaron a Brasil, el campeón defensor, y cayeron 4-2. Finalmente, en el partido por el tercer lugar, vencieron 1-0 a Yugoslavia, consolidándose como una de las potencias emergentes del fútbol mundial.
la ausencia de Chile al campeonato Sudamericano fue significativa no solo por su éxito deportivo, sino también porque la selección era considerada una de las favoritas para ganar el torneo, y hoy probablemente se hablaría sobre tres copas en su vitrina. Tras su histórico desempeño en el Mundial de 1962, el equipo dirigido por Fernando Riera estaba en plena consolidación y mostraba un juego sólido y competitivo.
Aunque la no participación en el Sudamericano de 1963 privó a los jugadores y aficionados chilenos de la oportunidad de seguir consolidando su posición en el ámbito sudamericano, la decisión subrayó las complejas intersecciones entre el deporte y la política en la historia reciente del país. Ahora, mirando hacia el futuro con la Copa América 2024, Chile busca dejar atrás este capítulo y escribir una nueva página de éxitos en el fútbol continental.