lunes, diciembre 30, 2024
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Bruno Amione, de área a área

Juan Pablo Manera

Si hablamos de los pilares que están surgiendo en las inferiores de la Selección Argentina es imposible no nombrar al proveniente de Calchaquí, Santa Fe. Un defensor central que tuvo sus inicios jugando como delantero y que, a medida que pasó el tiempo, se fue puliendo para hoy brillar en las categorías menores del combinado nacional y en la cantera del Club Atlético Belgrano de Córdoba. El Pirata lo fichó en 2016 tras haberlo visto disputar un torneo en la localidad de Morteros, al noreste de la provincia. Un jugador “con buen pie, buen juego aéreo y firme en la marca”, según se autodefinió el zurdo de 17 años en una entrevista con la página oficial de su club.

No solo posee esas características. Gracias a los dotes como atacante que adquirió de pequeño, tiene gran facilidad para alcanzar el área rival e incluso definir. Esto lo pudo demostrar hace pocos días en el Sudamericano Sub 17 de Lima, Perú. Argentina no había tenido una buena fase inicial y necesitaba de un 3-0 para pasar de ronda, y nada menos que contra Brasil. A los 48 minutos del segundo tiempo y estando 2-0 arriba, Amione se animó, escaló hasta el campo contrario, se paró como un “9” y empujó la pelota a la red para desatar la locura Albiceleste en el campo de juego y clasificar al Hexagonal final. También había marcado el gol del empate argentino frente a Paraguay (2-2, en la tercera fecha), cuando no era el mejor momento de su equipo, debido a que habían expulsado a su compañero, Valentín Benítez.

Hubo un antecedente similar que ocurrió en noviembre del 2017. Argentina debía jugar la final del Sudamericano Sub 15 tras haber superado la fase de grupos ubicándose en la primera posición con 11 unidades y luego de golear 4-1 al combinado peruano en semifinales. El rival fue, otra vez, Brasil, y otra vez, el santafecino sentenció la historia. La Selección Argentina perdía 2-0, pero con los tantos de Matías Palacios y Matías Godoy, quienes hoy integran el plantel Sub 17, la Celeste y Blanca lo igualó para después ganarlo con un gol de cabeza de Amione, el cual significó el título.

Hoy se está recuperando de una fractura en el quinto metatarso del pie derecho que sufrió en la goleada 3-0 frente a Uruguay hace pocos días. El jugador debió abandonar la concentración en Perú y ya fue operado con éxito en el Sanatorio Allende Cerro, en Córdoba. Ahora, solo le queda encarar la recuperación y seguir entrenando para lograr su principal objetivo: debutar en la Primera División del Fútbol Argentino.

Los nietos de José

Thomas Martínez

Desde 1994 vive en Ezeiza José Néstor Pékerman, un hombre que llegó con un proyecto para dirigir la Selección nacional juvenil y nunca más se fue. En el predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) todavía está su impronta. Allí se encuentran sus aprendices, quienes quedaron marcados por este entrenador: Pablo Aimar, Lionel Scaloni, Walter Samuel y Diego Placente.

Los campeones del Mundo Sub 20 en Malasia 1997 hoy dirigen la Selección Argentina: Placente está a cargo del Sub 15, Aimar al mando del Sub 17 y Scaloni y Samuel en la mayor.

En un país donde los títulos son lo único que importa, y si estos no llegan nada sirve, Aimar lleva el mensaje de que lo imprescindible en la formación de los juveniles es la educación. Símbolo de esto fue el gesto que tuvieron los jugadores argentinos en el partido contra Brasil, que luego de clasificar al hexagonal final del Sudamericano Sub 17 y dejar afuera al conjunto Carioca, antes de ir a festejar fueron a consolar a los rivales que estaban llorando por la derrota sufrida.

Como Pékerman, El Payasito se preocupa de que todos los chicos que viajan con el seleccionado tengan la posibilidad de jugar y les pide que se diviertan, como contó en una entrevista con Enganche, de Página12: “El fútbol se trata de divertirse, se necesita del amateurismo”.

Tras ganar el Sudamericano Sub 15 del 2017 junto a Placente y los mismos jugadores que dirige hoy, Aimar declaró: “Esto no pasa por el resultado final. Creo que nosotros hemos ayudado a estos chicos a ser un poco mejores de lo que eran hace cuatro meses. Queríamos que fueran educados y respetuosos”.

La bajada del mensaje es clara: la educación es lo más importante, los logros deportivos llegarán solos. Con esta filosofía para manejar un grupo, Pékerman logró alcanzar tres títulos con la Selección Sub 20 (1995, 1997, 2001). Y ahora, los hijos de José buscan dejar el legado en manos de la nueva camada de jugadores argentinos.

Básquet, el castillo de las princesas reas

Iván Lorenz @Ivanlorenz_

No todas las mujeres poseen los medios para dedicarse al básquet. La Liga profesional tiene apenas dos años. La base formativa tambalea. No siempre gozan de sueldo. A veces, además de entrenar, tienen que trabajar y estudiar. A pesar de los impedimentos, siguen dejando la vida por aquello que consideran su pasión.

“Ser mujer en el básquet es una lucha constante”, dice Sofía Aispurúa, jugadora de Obras. Sin embargo, la hija del Vasco Aispurúa no sufre tanto las injusticias. El problema surge cuando se pone en la piel de sus compañeras que quizás no gozan de sueldo y deben trabajar para poder jugar. De no hacerlo, podrían estudiar aparte. ¿Por qué no las dos cosas juntas? Madrugar, cursar, trabajar y, con el resto del cuerpo, llegar a entrenar. Es una situación que a la basquetbolista de 190 centímetros le genera mucha bronca, porque no reciben lo que les corresponde.

Para eliminar las diferencias que existen entre jugadores y jugadoras, Sofía cree que es necesario generar una unidad. Ahora bien, las basquetbolistas, a diferencia de los hombres, no se encuentran protegidas bajo el ala de una Asociación de Jugadoras. Aispurúa, sin embargo, cree que aún no están listas para conformarla. Necesitan asesoramiento para poder saber qué hacer o aunque sea, contar con un abogado y un contador, cosa que sí tienen los muchachos.

Pero el asesoramiento no es el único problema con el que cuentan para formar la Asociación. Una vez creado, el ente abarcaría a las basquetbolistas de todo el país. Sofía cree que cuando empezasen a relatar sus problemas se volverían locas. Por ejemplo, una de las veces en las que se juntaron para pensar en formar el organismo, las jugadoras de las provincias les contaron que debían pagar por día sus entrenamientos.

Sofía juega en Obras. El club pertenece a la Liga Femenina de Básquetbol que se creó en 2017. Según cuenta la ala-pivote, el desarrollo de la Liga generó que se les dé prioridad sobre las inferiores para el uso de las canchas para entrenar. Antes, los más jóvenes tenían más derecho que la primera de mujeres.

Es de esperar que con el lanzamiento de un torneo profesional las mujeres estén todas contratadas y gocen de un salario. Sin embargo, a diferencia de los jugadores, ellas no pueden vivir del básquet: “Estoy segura de que un juvenil de cualquier equipo de Liga cobra muchísimo más que la mejor jugadora de Selección argentina, ya sea porque le dan cash o casa y comida”, dice Paula Reggiardo, exjugadora de la Selección nacional. Además, sostiene que desde la concepción son todas profesionales: dedican su vida al básquet, se entrenan todos los días.

Entrenar toda la semana es difícil. Paula cuenta que para ello hay que buscar cancha y los clubes que dan la posibilidad de practicar todos los días escasean. Los horarios son los que hay. Es difícil adaptarlos a las necesidades de las jugadoras. Luego, alguien del club debe estar dispuesto a hacerles de entrenador. No hay estructura. No pueden dedicarse. Tienen que optar por otras salidas: estudiar, trabajar o jugar afuera. Si emigrar no es una opción, deben encontrar una carrera que les guste o un trabajo que les permita hacer todo a la vez.

La Liga le otorgó difusión al femenino. Pero no alcanza. Paula cuenta que una vez tuvo una charla con un chofer de taxi que le dijo que si querían fomentar el básquet de mujeres había que consumirlo. Reggiardo coincidió, pero ¿cómo consumir un deporte que se transmite poco y nada por televisión? La Liga consiguió que los medios comenzasen a hablar un poco más de ellas, a pesar de que todavía no se transmite al igual que el masculino. Resulta raro encontrar un partido de femenino haciendo zapping.

La Liga Femenina de Básquetbol tuvo solo dos ediciones. Empezaron once equipos y al siguiente fueron ocho. Cuatro son de Buenos Aires y el resto de provincias distintas: Las Heras, de Mendoza; Ameghino, de Córdoba; Roca Mora, de Entre Ríos y Quimsa de Santiago del Estero. La liga masculina, por su parte, presenta 20 equipos y solo ocho no pertenecen a Buenos Aires.

El básquet femenino queda centralizado en Buenos Aires y para Paula Reggiardo es un problema. En especial para las chicas que emigran desde las otras provincias: “Una piba que se viene a Buenos Aires tiene que adaptarse. No te cocina nadie cuando venís de entrenar cansada. Tenés que trabajar porque no te pueden bancar tus viejos porque por ahí ya pagan el alquiler”. Algunos chicos, por el contrario, gozan de estadía paga o bien de un sueldo que les permite vivir, dependiendo de lo que pacten con el club.

Las jóvenes que emigran no son remuneradas. Reggiardo cuenta que existe un sistema de becas, una especie de sustento. Sin embargo, “las mujeres no hablan de dinero, nunca. No sé por qué. Es una tontería, un tema tabú. Se saben más los números los hombres”.

Los problemas no solo subyacen en la etapa profesional. Como dice Paula, “una disciplina no puede crecer renga”. Las etapas formativas son la base. El básquet femenino cojea. No todos los clubes permiten a las mujeres jugar con varones. No es un deporte considerado femenino. “Si queremos apostar por el femenino. Desde su paga, desde dar las condiciones y exigir contrato, hay que mejorar la base para que cada vez pretenda ser más profesional”, dice Paula Reggiardo y pregunta: “Estas mismas pibas, con todo lo que hicieron por el básquet en su vida, con otras condiciones, con otra base de pirámide, ¿Sabés lo que jugarían?”

Quizás esa pregunta es la que resuena en la cabeza de la jugadora de Quilmes, María Olart. La joven de 18 años no tuvo la posibilidad de formarse en un club con otras nenas. De pequeña, decidió jugar donde lo hacía su hermano, Santiago, que no forma mujeres: Boca.

La elección llegó junto con las dudas. “Va a ser machona”, “va a agarrar las costumbres de ellos”, “no hay una nena que juegue con ella”. Si no eran machonas, entonces tenían que ser lesbianas. La jugadora de Quilmes cuenta que ella no tuvo problemas con los prejuicios y nunca le importaron, pero conoció muchas chicas que, por ese tipo de comentarios, dejaron el básquet.

El prejuicio impide el desarrollo de las pequeñas basquetbolistas. Es aún más difícil cuando experimentan cosas como las que vivió Olart cuando jugaba con varones: “Muchos partidos me pasaba que los nenes no me querían marcar porque era nena o me dejaban hacer los goles. Otras, yo metía dos o tres tantos seguidos y el entrenador les decía que les había metido un gol una chica”.

La joven de zona sur sigue entrenando en Quilmes, pero también decidió estudiar medicina. “Hasta hace 2 años yo decía que iba a vivir del básquet y a medida que fui creciendo me dí cuenta de que lo pueden hacer pocas personas. Si no sos buena a los 17 y no estás en un equipo de primera olvidate del básquet. No vas a vivir de eso porque no tenes los medios”. Por otro lado, sus amigos varones siguen jugando al básquet. Algunos están en el banco de suplentes de equipos de Liga e incluso se dan el lujo de estudiar, a la par que entrenan todos los días.

Siendo más pequeña para María el básquet tenía otra relevancia en su vida: “Hoy en día me divierto. En esa época vivía para eso. Era chica a los 15 y mi vida era entrenar, jugar y estar con mis amigos. Hoy me lo tomo más relajada y tengo otras prioridades como mi carrera. Mi futuro hoy ya no es el básquet”.

Paula Reggiardo acuña un concepto que refleja, en cierta forma, a las jugadoras de básquet. Las llama “Princesitas reas”. Es un oxímoron, los conceptos chocan. La basquetbolista de 33 años prefiere ese tipo de mujeres para jugar al básquet: “Son lindas, divinas, pero se tiran de cabeza, tienen todas las piernas moretoneadas. Princesita pero en patas”, dice la deportista panamericana que en 2015 volvía de competir con un pila de bolsos en el colectivo 161, pero esa es otra historia.

Marcelo Bielsa desembarcó en Inglaterra

Facundo Catalini @FacuCatalini

Empezó una nueva historia para Marcelo Bielsa. La vida de Bielsa en Inglaterra, como la de Brian, el mítico personaje del célebre grupo de humoristas británicos Monty Python (Life of Brian, 1979), llegó para conquistar mentes en el país que reglamentó el fútbol.

La vida de Bielsa en Inglaterra arrancó el pasado 15 de junio, reemplazando a Paul Heckingbottom en el banco de suplentes del Leeds United, y desde ese momento fue dejando su marca que lo caracteriza: la locura.

El Leeds United fue creado en 1919 y consiguió su mejor momento de la historia en las décadas del 60′ y 70′, cuando ganó dos ligas, una FA Cup y cosechó dos subcampeonatos en competiciones europeas. En tiempos más cercanos el club descendió en 2003 y en 2004 se declaró en bancarrota; en la temporada 2006/2007 bajó por primera vez a la tercera división, pero al año siguiente volvió y desde ese momento que disputa la EFL Championship, la segunda división inglesa.

Para aspirar a ascender a la poderosa Premier League llamaron a Marcelo Bielsa, que desde que pisó Elland Road no paró de sorprender y de llenar de curiosidades a los medios ingleses.

Apenas los hinchas se enteraron que el Loco Bielsa iba a ser el nuevo técnico de su club se incrementaron los abonados para la temporada. Más de 20.000 mil hinchas sacaron su pase para un estadio con capacidad para 36.000 personas. Alguna vez Sir Alex Ferguson, el mítico entrenador escocés del Manchester United dijo sobre Elland Road: “Es el campo más intimidante donde me tocó jugar”.

Arrancó con su show en la conferencia de prensa de presentación. Habló sobre su nuevo traductor y su pronto agotamiento, agregó la recomendación de su hija de no hablar sobre obras de construcción (por su pelea con un periodista en el Athletic Bilbao) y la insistencia de su madre en su adolescencia para que estudiara inglés.

En la conferencia de prensa previa al debut en la temporada también bromeó con los periodistas. “Me gustaría decir que mi inglés en malo, me sentiría avergonzado si me escuchara hablar en inglés, pero lo voy a mejorar, lo quiero mejorar”, dijo en un inglés rosarigasinado. Luego de terminar esa frase, siguió: “This is…”, pero se arrepintió en ese mismo instante y finalizó en castellano: “Quería decir eso antes de empezar”. Ya llegando al final de la conferencia, explicó su regla del minuto y medio a los presentes, que quizás no la tenían en claro. “Luego de ese tiempo de respuesta los periodistas se aburren y se cansan de escucharme”, admitió.

En su llegada a las instalaciones del club, Bielsa iba tocando con su dedo índice las superficies para verificar que no hubiera tierra, pero ni lento ni perezoso, encontró en una pared una huella de una zapatilla y no tardó en preguntar qué era eso, a lo que los dirigentes que lo acompañaban le explicaron que debió ser alguien que se apoyó en la pared a descansar y la dejó marcada. “Eso quiere decir que la persona no estaba concentrada en su trabajo y eso es inaceptable”, espetó el Loco. Perfección o solamente loco. Locura número tres y van.

Ya pasados los días en su nuevo puesto, el rosarino preguntó cuánto tiempo deben trabajar los hinchas para conseguir pagar una entrada para un partido. Según sus cálculos el tiempo invertido eran unas tres horas, nadie en Leeds sabe explicar este número, pero al Loco se le puso en la cabeza y llevó a sus jugadores alrededor del Thorp Arch (el campo de entrenamiento del equipo) y los puso a recoger la basura durante ese tiempo para que valoren lo que hacen sus fans por ellos y el club. Esta suma da: cuarta locura.

Los métodos de entrenamiento no cambiaron para Don Marcelo. Primero separó a los juveniles de los mayores, haciendo que se entrenen en campos diferentes y que tengan un lugar únicamente para ellos; segundo, sus dirigidos casi que viven en el campo de entrenamiento. Empiezan a entrenar a las 9, almuerzan, tienen una siesta y retoman el trabajo hasta las 19. La exigencia para explotar sus recursos.

No todo fue color de rosas para el conjunto de Yorkshire. En un momento de la negociación hubo una traba a la hora de contratar al director técnico argentino. La Federación le negaba el permiso de trabajo a Bielsa por haber estado en inactividad laboral en los últimos años. Pero tras un pedido especial del Leeds al Tottenham, se logró que Mauricio Pochettino (DT del club londinense y discípulo del rosarino) escribiera una carta de recomendación para destrabar el conflicto.

Obviamente hay un bonus track. La cámara de la transmisión oficial del partido entre el Leeds United y el Stoke City tomó a Marcelo Bielsa luego del primer gol en la temporada de su equipo. Mientras todos se abrazaban y gritaban eufóricos, El Loco se quedó estático sentado en su famosa heladerita, esbozó una sonrisita e hizo un globo con el chicle. Fue triunfo por 3-1 ante un equipo que acaba de bajar desde la Premier League.

Este es el Marcelo Bielsa inglés. Llegó y como era de esperarse, sus locuras llegaron con él. Por primera vez dirigiendo en una segunda división busca la hazaña y poner al Leed United en la boca de toda Inglaterra.

“En China no me sentía jugador profesional”

Clara Satto

Siempre se menciona que un jugador de fútbol se va a China al final de su trayectoria para afronar con un buen contrato los últimos años de su etapa futbolística. Pero Emmanuel Gigliotti lo hizo en el medio de su carrera, no para retirarse, sino para tener una nueva experiencia.

Gigliotti resalta mucho las diferencias que hay entre el fútbol chino y el argentino:“No me sentía jugador profesional porque la calidad de los entrenamientos es inferior a lo que hay acá en Argentina y la pasión de la gente no te lo hace sentir como acá”.

El centrodelantero de independiente destaca que una de las causas por las que no se sentía profesional era que: “extrañaba ir a entrenar con un objetivo puesto en el próximo fin de semana, es algo que no me pasaba en China. Capaz estoy mal yo, pero no me sucedía”.

A pesar de todo, rescata que fue una experiencia buena y que con ella empezó a valorar más el futbol de nuestro país. “Cuando estuve afuera extrañé esta linda locura con la que vivimos en el fútbol”.

El Puma Gigliotti tuvo que escalar desde muy abajo en su carrera. Empezó jugando en la tercera división del fútbol argentino, en General Lamadrid, en 2006 y 2007 y luego pasó por Argentinos Juniors, para quien no jugó ningún partido en 2007 y 2008. Vistió la camiseta de All Boys en dos etapas diferentes -2008 y 2010- y en el medio jugó en Atlético Tucumán. Tuvo un breve paso en el fútbol italiano y tras jugar sólo siete partidos (ninguno como titular) en el Novara entre 2010 y 2011, decidió volver al país.

Con los años Emmanuel pudo demostrar sus habilidades y pasó por San Lorenzo (2011/2012), Colón (2012/2013) y Boca Juniors (2013/2015) donde no tuvo la mejor de las suertes y por varios motivos tuvo que tomar la decisión de irse al Chongqing Dangdai Lifan de China (2015/2016).

Después de esa experiencia llegó el momento de la vuelta a Argentina. “Ya tenía ganas de dejar el fútbol chino y volver a ser un jugador profesional”, dijo Gigliotti. Una de sus tantas ofertas fue la de Independiente, que logró ser la más seductora por todo lo que es el Rojo en la Argentina y sintió que en este club iba a tener una gran oportunidad.

Y así fue: el año pasado pudo ganar la Copa Sudamérica, que en el 2014 le había causado un traspié en su carrera. Dejando todo los fantasmas atrás, Emmanuel consiguió levantar la copa con sus compañeros, “Es algo de lo que nunca me voy a olvidar en la vida y fue una de las cosas más lindas de mi carrera”. También la Sudamérica le dejó su gol más importante que fue el que le marcó al Flamengo de Brasil en la primera final de la copa en la cancha de Independiente.

St Pauli, antifascismo sin fronteras

Maximiliano Das

Un piso por encima de una pequeña tienda de música en el barrio de Almagro está la sede de Piratas del Sur, la peña argentina de St. Pauli. La más grande de las dos que hay en Sudamérica (la otra, en Montevideo). Allí, las paredes, además de ladrillos y cemento, son el lienzo de distintos grafitis y un álbum de incontables stickers de clubes de fans del conjunto alemán.

Mientras Wally se conectaba para ver el partido frente a Holstein Kiel por internet un sábado a las 8 de la mañana, los estadounidenses Chuck y Ken tocaron el timbre: fueron a ver el juego. Un suceso habitual para Pablo: “Han venido un montón de yanquis y alemanes que se enteraron de nosotros por las redes sociales. Siempre se sorprenden de que acá, a 12 mil kilómetros de distancia, haya un grupo que siga al mismo equipo que -algunos de ellos- tienen a cinco cuadras de su casa”.

Resulta que St. Pauli no es un club destacado en lo que a éxito deportivo se refiere: su última temporada en la Bundesliga fue la 2010/11. Desde entonces, sufrió incluso para mantenerse en la segunda categoría del fútbol alemán. Nunca participó de una competición europea. Ni siquiera ocupó un lugar en la mitad más alta de la tabla en sus ocho temporadas en Primera.

El Kiezkicker era un club normal hasta que, promediando la década de 1980, dejó de serlo. Factores como la creciente corriente fascista en las facciones de equipos aledaños -sobre todo en Hamburgo (HSV, por sus siglas en alemán), el conjunto más grande de la ciudad que acoge el barrio portuario de St. Pauli- inspiradas en el hooliganismo inglés, y, principalmente, el movimiento okupa que había tomado los edificios abandonados de la calle Hafenstrasse, convirtieron al braunweiss, eventualmente, en un equipo antifascista, antirracista, antihomofobia y antisexista por estatuto. “Esa –señaló Pablo, pirata desde 2013- es la principal razón de por qué St. Pauli tomó la relevancia que no adquirieron otros equipos, como Rayo Vallecano (español), Livorno (italiano) o Celtic (escocés). Una porción muy importante de sus hinchadas son abiertamente antifascistas, pero eso no está escrito en ningún papel de las instituciones”.

Hace doce años, buscando camisetas similares a la de Platense, un grupo de simpatizantes del Calamar se enteraron de la existencia de St. Pauli. Luego de investigar sobre el club y entender que compartían los valores que defendía, nació Piratas del Sur. “En aquel momento, la información escaseaba y lo poco que se encontraba era, en su mayoría, en alemán. Al principio se trataba simplemente de publicar los resultados, pero con el tiempo nacieron nuevas amistades y se consolidó un grupo que se reúne y hace eventos”, contó Wally.

La peña produjo St. Pauli: Punk Rock Football, su primer documental, en agosto de 2018. “Notamos que hay mucha información acerca del club que es errónea o muy básica. Se dice que St. Pauli sale a la cancha mientras suena Hells Bells de AC/DC en los parlantes y sí, es verdad, pero es lo más vago que se puede saber. Además, sentimos que es nuestra responsabilidad como el club de fans oficial en Argentina generar contenido para que aquella información básica no sea la única”, explicaron. Agregaron, también, que va de la mano con el concepto Do it yourself, que implica no esperar a que alguien más haga algo que uno desea, sino que se esfuerce uno por lograrlo.

Según los miembros de la peña, lo más interesante que se generó en las presentaciones del documental fue la ronda de preguntas posterior a la proyección, en la que se ha llegado a plantear si es posible reproducir el fenómeno del equipo hamburgués en Argentina. Pablo sostuvo que sí, pero que aún no es el momento: “Ahora estamos trabajando en un evento que vamos a hacer en el Centro Cultural Matienzo cuya idea es contrarrestar el concepto del folklore del fútbol. Entendemos que esos son los pasos a seguir con un cambio que ya empezó hace tiempo y que se ve en las facciones antifascistas de muchos clubes de primera, cosa que contradice esa idea ambigua de que el fútbol y la política no se mezclan, cuando en realidad se relacionan cada segundo que gira una pelota. También se aprecia con la profesionalización de la liga femenina. Todo esto no sucede de casualidad. Hay algo detrás de ello”.

Ese algo, Ignacio afirmó que está vinculado con el acceso a la información y a distintas corrientes de pensamiento que años atrás no llegaban que generan aún más cuestionamiento que rompen las costumbres y permiten que la sociedad evolucione.

Por esa misma imagen vaga que Piratas del Sur intenta pisar con el documental, St. Pauli se creó una imagen de club zurdo, pero, para Mariano, hay que poner en discusión qué es izquierda y qué es derecha: “Sí es cierto que hay una clara tendencia zurda, pero los valores que pregona el equipo van más allá de lo partidario. Es, más bien, algo humano. ¿Acaso no puede alguien que se considere de centro o de derecha pensar que el fascismo, el racismo, el sexismo y la homofobia están mal?”

La fama de zurdo se asocia con la política del club de no sobrecomercializar el fútbol, cosa que se puede pensar contradictoria si se tiene en cuenta que el club practica profesionalmente un deporte, justamente, sobrecomercializado, sin embargo, Mariano explicó que no existe tal conflicto: “Entiendo que el fútbol tiene una estructura, si se quiere, capitalista, pero sucede que si uno no acepta esas reglas, no puede jugar, y creo que practicar el deporte sin el objetivo de ganar, sino de transmitir un mensaje, es compatible con lo que pensamos. Hay que tolerar las reglas del juego porque lo que estamos haciendo es más importante que el juego en sí”.

Asimismo, Ignacio explicó que en 2002 St. Pauli había llegado a un acuerdo con una revista erótica que no respondía al antisexismo que defiende el equipo. A partir de esto, los simpatizantes se quejaron y la comisión directiva debió dar marcha atrás. “Jugamos con sus reglas, pero con nuestro mensaje”, concluyó.

Hay una porción de la hinchada que manifiesta que el club sí sobreexplota su imagen, no obstante, Piratas del Sur aseguró que no. Que sí la explotan en la medida justa y por una necesidad básica que es que a los jugadores y empleados hay que pagarles.

Del mismo modo, existen simpatizantes que sostienen que hoy St. Pauli no es más que un mito arrastrado de la década de 1980, pero Wally respondió que eso tiene más que ver con la persona, que aquellos a quienes les gusta pertenecer a movimientos más pequeños, cuando el equipo se masificó, perdieron su singularidad, o que, quizá, no pudieron tolerar los cambios que sufrió el club.

Por su parte, Pablo afirmó que quien piensa eso no entendió el proceso de transformación: “La evolución desde ese momento en que   las actividades tenían que ser extremas para lograr el cambio que se pretendía a lo que es el club ahora se corresponde perfectamente. Con la explosión de la globalización, internet y las redes sociales, el club mutó exactamente a lo que era en los ’80”. Pablo viajó recientemente a St. Pauli para ver el derbi frente a HSV en el Millerntor, estadio del Braunweiss: “La idea que uno se hace acá, cuando viaja allá, queda consolidada o, incluso, va más allá. No es ningún mito”, cerró.

Barcelona-United, 10 años después

F. C. BARCELONA - Barcelona, España - Temporada 2008-09 - Touré Yaya, Busquets, Piqué, Sylvinho, Eto'o y Víctor Valdés; Messi, Henry, Iniesta, Xavi y Puyol - F. C. BARCELONA 2 (Eto'o y Messi) MANCHESTER UNITED F. C. 0 - 27/05/2009 - UEFA Champions League, final - Roma, Italia, estadio Olímpico - El BARCELONA gana su tercer título de la Champions, en el primer año de Guardiola como entrenador

Por Manuel Antuña

Mantenerse diez años en la cumbre del fútbol profesional es un logro que tal vez no se aprecia demasiado en lo inmediato, ya que el público se acostumbra a ver a esos jugadores cada fin de semana. Por esas cosas del azar, cuando se hizo el sorteo de cuartos de final quiso el destino que el Barcelona y el Manchester United vuelvan a enfrentarse internacionalmente justo cuando se cumple una década de aquella final en Roma del 2009, en donde los “Culés” se impusieron por 2 a 0.

La mayoría de los protagonistas de aquella primavera italiana han colgado los botines, otros pasaron a jugar en ligas de menor renombre y apenas unos pocos continúan en esa élite futbolística europea.

De los 36 jugadores de aquel partido (titulares y suplentes de ambos planteles) 17 ya se retiraron y algunos han pasado a ser técnicos o asistentes, como los casos de Thierry Henry, Sylvinho o Paul Scholes, o también se convirtieron en periodistas, como el caso de Rio Ferdinand que trabaja para la cadena británica BT Sport.

Nueve de aquellos finalistas continúan jugando, pero en otras ligas que no conforman las “Cinco principales” (la Primera División de Alemania, España, Francia, Inglaterra o Italia). Carlos Tevez, que actualmente está en Boca, es el más cercano, pero el más llamativo tal vez sea el del brasileño Anderson, quien fue titular para el Manchester United y que ahora juega en el Adana Demirspor, de la segunda división de Turquía. También se pueden mencionar a Xavi e Iniesta, quienes decidieron continuar sus respectivas carreras en Qatar y Japón.

Hay siete jugadores que aún se mantienen, pero en otros equipos. Cristiano Ronaldo y Martín Cáceres, que fueron rivales esa noche, hoy en día son compañeros en la Juventus. El delantero Pedro cambió el azul de Barcelona por el del Chelsea. También hubo algunos que no pudieron ganarse su lugar en los principales planteles europeos y encontraron su lugar en clubes con menor participación en el continente, como Bojan Krik, quien se desempeña en el Alavés, o el lateral derecho brasileño Rafael, quien en la actualidad defiende la casaca del Lyon.

Sólo tres de esos 36 jugadores han permanecido luego de una década, todos en el Barcelona y formados en La Masía: Gerard Piqué, Sergio Busquets y Lionel Messi. Ninguno de los tres superaba los 22 años en aquel entonces, tampoco tenían hijos, y los españoles todavía no eran campeones del mundo. Le ganaron al United en aquella ocasión, repitieron el logro en 2011, y diez años después buscarán “el triplete”.

 

Correr contra los prejuicios

Por Federico Bajo

“¿Qué te hace una dama? ¿Significa que si usás polleras y vestidos eres una dama? No. ¿Qué clase de dama es esa?”, se pregunta, desafiante ante la cámara, CasterSemenya. La escena pertenece a un documental de la BBC que se llama “Demasiada rápida para ser mujer”. Atleta sudafricana,acusada de “ser hombre” por sus rivales,bicampeona olímpica en 2012 y 2016, y campeona mundial en 2009, 2011 y 2017, siempre en los 800 metros, su especialidad,Semenyaprovocó la apertura de un debate deportivo acerca de las diferencias entre el género y el sexo biológico en el que incluso intervino el Consejo de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU).

La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) anunció en abril de 2018 una modificación en el reglamento: las deportistas con elevada producción natural deandrógenos (hormonas masculinas) serían obligadas a reducir sus niveles con medicamentos para poder competir en pruebas de entre 400 y 1500 metros, sino tendrían que correr con los hombres. O dejar de competir. La IAAF alegó que esta condición médica, conocida como hiperandrogenismo, aumenta la masa muscular y la fuerza, y que por eso los niveles en sangre deberían estar por debajo de los 5 nanomoles por litro (hasta ese momento el máximo era de 10). Sin embargo, un estudio del Comité Olímpico Internacional (COI)indicó que el 13,7% de las atletas tienen niveles de testosterona por encima del rango habitual de las mujeres, pero solo un 4,7% entran en lo considerado masculino. A su vez, un 16,5% de los atletas de élite tienen grados de testosterona por debajo del rango masculino, y un 1,8% de ellos caen en los considerados femeninos. Pero contra los varones no se implementó ninguna regla. Por eso en Sudáfrica piensan que la nueva disposición es un ataque racista de la IAAF contra Semenya.

La nueva normativa iba a entrar en vigencia en noviembre de 2018, pero fue suspendida. Al verse afectada por el cambio,la atleta africana de 28 años, casada conVioletRaseboya, hiperandrogénica y que según el diario australiano TheDailyTelegraph es intersexual porque nació sin ovarios y con testículos internos, presentó un recurso ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) que evalúa el caso y postergó su decisión para fines de abril luego de un comunicado de la ONU que expresaba preocupación porque obligar a mujeres y niñas con diferencias de desarrollo sexual a reducir médicamente sus niveles de testosterona en sangre “contraviene las normas y los principios de derechos humanos”.”Quiero correr de manera natural, como lo hago desde que nací”, pidió Semenya.

En esta ocasión, la IAAF omitió evaluar el impacto de testosterona elevada en las competidoras de 100 y 200 metros. Esa discusión ya la ganó la india DuteeChand en 2015. Aquella vez el TAS indicó que fue “incapaz de llegar a la conclusión de que las atletas hiperandrogénicas pueden beneficiarse”. A la resolución del tribunal deportivo se le suma la explicación de la especialista Katrina Karkazis, investigadora de la Universidad de Yale, Estados Unidos, en su artículo publicado en TheGuardian: “Se intenta hacer que algo increíblemente complejo parezca simple y binario. Existen muchos indicadores biológicos del sexo, pero ninguno es decisivo”.

Eric Vilain, médico que ayudó a crear la política de hiperandrogenismo del COI, admitió que ésta no es perfecta, ni podría serlo.“Determinar si un atleta es superior a otroes imposible porque se deben tener en cuenta distintos aspectos como el entrenamiento, el físico y la nutrición”, explicó.

“Las mujeres con diferencias en su desarrollo sexual tienen variaciones genéticas que no son diferentes de otras variaciones genéticas elogiadas en el deporte. Su don debe celebrarse, no ser objeto de discriminación”, sostienen,en su defensa,los abogados de la atleta. Para el doctor MyronGenel, asesor de la Comisión Médica del COI, “el hiperandrogenismo puede ser una ventaja genética naturalde la misma manera que el paso inusualmente largo de UsainBolt o los pies del tamaño de una aleta de Michael Phelps, que le dan a ambos una ventaja ganadora”.

¿Es injusta la condición física de Semenya pese a que ocurre en forma natural en ella? ¿Tiene que competir con hombres sin importar que haya nacido y se sienta mujer? O teniendo en cuenta que, como sostiene Karkazis, “no existe un único marcador fisiológico o biológico que permita la categorización simple de las personas como hombres o mujeres”, ¿deberá el deporte, binario desde sus orígenes, y sobre todo el atletismo, seguir dividiendo a hombres de mujeres? Por ahoralo que abundan son preguntas. El único que parece tener una certezasobre algo es Silas, el tío de Caster. “Estamos orgullosos de ella, el apellido ‘Semenya’ –vaticinó- quedará en la historia del deporte”.

Huracán Corrientes, el club al que quiso comprar el Estado

Por Fernando Bajo

En la temporada 1995/1996 el Club Atlético Huracán Corrientes ascendió a la Primera División del fútbol argentino. A nivel deportivo eran tiempos dorados para la institución que fue fundada el 28 de mayo de 1918 y ostenta ser una de las más longevas de la Provincia. A pesar de que solo duró un año la incursión del conjunto correntino en primera y que el máximo galardón fue ganarle los dos partidos a Independiente, descendió luego de terminar 17° en el campeonato y cosechar 19 puntos en la misma cantidad de fechas.Además, los problemas económicos empezaban a aparecer.

Dos años consecutivos en la B Nacional desencadenaron en el descenso al Argentino A (hoy llamado Federal A). Ese último año en la segunda categoría Huracán lo jugó con mayoría de jugadores correntinos ya que incorporar refuerzos era casi imposible.

A fines de 1999 con Huracán en el Argentino A, la Provincia puso como interventor del club a Hugo González. En la primera temporada con él al mando el Globofinalizó último en la Zona B y tuvo que disputar un partido con Estudiantes de Río Cuarto para determinar cuál de los dos descendía. Huracán ganó 3 a 2 en tiempo extra y mandó a los cordobeses al Argentino B.

A la par de la situación que vivía el club, en2001 el Gobierno Nacional presidido por Fernando De la Rúa intervino la provincia de Corrientes que sufría una crisis social e institucional y debía 1.500 millones de pesos y puso a Ramón Mestre al mando.

En la temporada 2000/2001 el Globo volvió a disputar un partido para evitar el descenso. Esa vez fue ante Talleres de Perico (Jujuy). Empató 3 a 3 en el global y lo venció por penales 5 a 4 para continuar un año más en el Argentino A. La temporada siguiente la suerte no estaría de su lado y luego de salir último en su zona descendía al Argentino B.

En 2003 el designado como interventor fue Manuel Tutuy, sin embargo tampoco pudo revertir la situación y en 2005 se decreta la quiebra de la institución y la jueza de la causa ordena a Gustavo Erasmo Méndez como Síndico.

Méndez alquiló el campo de juego para los recitales de los artistas mexicanos Marco Antonio Solis y la banda Maná. Aunque, según declaraciones de Gonzalo Escalante, quien estaba a cargo de la subcomisión que quería reemplazar a Méndez, el estadio se alquiló por más dinero que los $10.000 que había denunciado el Síndico y además faltaban sumar las ganancias del alquiler de la cancha a Boca Unidos (que disputaba sus partidos de la B Nacional allí) y Deportivo Mandiyú.

“Un año después Méndez envío todo a remate y liquidó el Club”, cuenta un empleado de Huracán, cuya identidad es preservada, y continua: “Gracias a que nos encerramos en la institución y prendimos fuegos gomas para evitar el ingreso de la justicia pudimos lograr que no se lo remate”.

La Jueza optó por proteger al Globo con la Ley de Fideicomiso que separala comisión directiva del club que pase por esta situación y transfiere esas funciones a un órgano de control integrado por un especialista en administración de entidades deportivas, un contador y un abogado, para tratar de solucionarel problema de la institución. Sin embargo, el contador de aquel órgano eraGustavo Erasmo Méndez. Sí, el mismo que meses atrás había querido cerrar Huracán porque no generaba fondos.

En 2018 la tercera jueza de la causa, Marina Alejandra Antúnez aparta a Méndez y de esta manera da por terminada la Ley de Fideicomiso, y entrega la totalidad de la intervención a la agrupación “Azulgrana por todos”, a renovar en intervalos de 120 o 180 días.

Huracán debe 13 millones de pesos y desde que asumió la nueva dirigencia en reemplazo del Órgano Fiduciario ya pagó más de un millón.

En febrero de este año elSecretario de Deportes de la Provincia y ex dirigente de Textil Mandiyú, Jorge Terrile, presentó un pedido de compra del club ante el Juzgado por 50 millones de pesos. Sin embargo, el predio del Club está ubicado en una zona céntrica, cuenta con 21 mil metros cuadrados y la Cámara Inmobiliaria de la Ciudad lo tasó en 350 millones de pesos.

Terrile en 2018 había pedido que se tenga en cuenta la compra del club para evitar la privatización y también había declarado que “los hinchas no le tengan miedo al Estado, que es el mejor socio que puede tener Huracán”.

En el Club más de 500 jóvenes practican deporte y este cuenta con distintas disciplinas como futsal femenino, zumba, yoga, taekwondo, entre otras.Desde la institución denuncian que la intención del Gobierno es arrebatarles los bienes y eso provocaría también quitarles un lugar de contención a los deportistas.

A través de su cuenta de Facebook oficialel Globo denunció el 27 de marzo que luego de las declaraciones del Presidente, Bruno Zacarías, en Radio LT7 AM900 en la que dio a conocer la situación de la Institución,el personal de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (DPEC) se acercó al Club para apagar el suministro eléctrico sin previo aviso de corte. A pesar de esto, dos días antes Huracán había pagado el servicio eléctrico de dicho mes y de mayo de 2018, este último correspondía ser abonado por elÓrgano Fiduciario. Tomás Gómez, vicepresidente del club correntino, se presentó el mismo día del corte ante DPEC con el recibo del pago de marzo y la respuesta que recibió fue que la orden “venía de arriba en un ajuste de cuentas por parte del gobierno”.

El lunes a la noche, los deportistas y socios de Huracán se manifestaron en la puerta del club para pedir que se retire el pedido de compra por parte del Estado. Ayer, Jorge Terrile fue entrevistado en Radio La Red de Corrientes y anunció que retirarán la oferta y que la idea era comprar el Estadio para salvarlo y agregar valor a un lugar estratégico de la ciudad. Además, apuntó contra los socios del conjunto correntino al acusarlos de que “injuriaron y expresaron motivos expurios de las intenciones del Estado”.

St. Pauli: antifascismo sin fronteras

Por Maximiliano Das

Un piso por encima de una pequeña tienda de música en el barrio de Almagro está la sede de Piratas del Sur, la peña argentina de St. Pauli. La más grande de las dos que hay en Sudamérica (la otra, en Montevideo). Allí, las paredes, además de ladrillos y cemento, son el lienzo de distintos gafitis y un álbum de incontables stickers de clubes de fans del conjunto alemán.

Mientras Wally se conectaba para ver el partido frente a Holstein Kiel por internet un sábado a las 8 de la mañana, los estadounidenses Chuck y Ken tocaron el timbre: fueron a ver el juego. Un suceso habitual para Pablo: “Han venido un montón de yanquis y alemanes que se enteraron de nosotros por las redes sociales. Siempre se sorprenden de que acá, a 12 mil kilómetros de distancia, haya un grupo que siga al mismo equipo que -algunos de ellos- tienen a cinco cuadras de su casa”.

Resulta que St. Pauli no es un club destacado en lo que a éxito deportivo se refiere: su última temporada en la Bundesliga fue la 2010/11. Desde entonces, sufrió incluso para mantenerse en la segunda categoría del fútbol alemán. Nunca participó de una competición europea. Ni siquiera ocupó un lugar en la mitad más alta de la tabla en sus ocho temporadas en Primera.

El Kiezkicker era un club normal hasta que, promediando la década de 1980, dejó de serlo. Factores como la creciente corriente fascista en las facciones de equipos aledaños -sobre todo en Hamburgo (HSV, por sus siglas en alemán), el conjunto más grande de la ciudad que acoge el barrio portuario de St. Pauli- inspiradas en el hooliganismo inglés, y, principalmente, el movimiento okupa que había tomado los edificios abandonados de la calle Hafenstrasse, convirtieron al braunweiss, eventualmente, en un equipo antifascista, antirracista, antihomofobia y antisexista por estatuto. “Esa -señaló Pablo, pirata desde 2013- es la principal razón de por qué St. Pauli tomó la relevancia que no adquirieron otros equipos, como Rayo Vallecano (español), Livorno (italiano) o Celtic (escocés). Una porción muy importante de sus hinchadas son abiertamente antifascistas, pero eso no está escrito en ningún papel de las instituciones”.

Hace doce años, buscando camisetas similares a la de Platense, un grupo de simpatizantes del Calamar se enteraron de la existencia de St. Pauli. Luego de investigar sobre el club y entender que compartían los valores que defendía, nació Piratas del Sur. “En aquel momento, la información escaseaba y lo poco que se encontraba era, en su mayoría, en alemán. Al principio se trataba simplemente de publicar los resultados, pero con el tiempo nacieron nuevas amistades y se consolidó un grupo que se reúne y hace eventos”, contó Wally.

La peña produjo St. Pauli: Punk Rock Football, su primer documental, en agosto de 2018. “Notamos que hay mucha información acerca del club que es errónea o muy básica. Se dice que St. Pauli sale a la cancha mientras suena Hells Bells de AC/DC en los parlantes y sí, es verdad, pero es lo más vago que se puede saber. Además, sentimos que es nuestra responsabilidad como el club de fans oficial en Argentina generar contenido para que aquella información básica no sea la única”, explicaron. Agregaron, también, que va de la mano con el concepto Do it yourself, que implica no esperar a que alguien más haga algo que uno desea, sino que se esfuerce uno por lograrlo.

Según los miembros de la peña, lo más interesante que se generó en las presentaciones del documental fue la ronda de preguntas posterior a la proyección, en la que se ha llegado a plantear si es posible reproducir el fenómeno del equipo hamburgués en Argentina. Pablo sostuvo que sí, pero que aún no es el momento: “Ahora estamos trabajando en un evento que vamos a hacer en el Centro Cultural Matienzo cuya idea es contrarrestar el concepto del folklore del fútbol. Entendemos que esos son los pasos a seguir con un cambio que ya empezó hace tiempo y que se ve en las facciones antifascistas de muchos clubes de primera, cosa que contradice esa idea ambigua de que el fútbol y la política no se mezclan, cuando en realidad se relacionan cada segundo que gira una pelota. También se aprecia con la profesionalización de la liga femenina. Todo esto no sucede de casualidad. Hay algo detrás de ello”.

Ese algo, Ignacio afirmó que está vinculado con el acceso a la información y a distintas corrientes de pensamiento que años atrás no llegaban que generan aún más cuestionamiento que rompen las costumbres y permiten que la sociedad evolucione.

Por esa misma imagen vaga que Piratas del Sur intenta pisar con el documental, St. Pauli se creó una imagen de club zurdo, pero, para Mariano, hay que poner en discusión qué es izquierda y qué es derecha: “Sí es cierto que hay una clara tendencia zurda, pero los valores que pregona el equipo van más allá de lo partidario. Es, más bien, algo humano. ¿Acaso no puede alguien que se considere de centro o de derecha pensar que el fascismo, el racismo, el sexismo y la homofobia están mal?”

La fama de zurdo se asocia con la política del club de no sobrecomercializar el fútbol, cosa que se puede pensar contradictoria si se tiene en cuenta que el club practica profesionalmente un deporte, justamente, sobrecomercializado, sin embargo, Mariano explicó que no existe tal conflicto: “Entiendo que el fútbol tiene una estructura, si se quiere, capitalista, pero sucede que si uno no acepta esas reglas, no puede jugar, y creo que practicar el deporte sin el objetivo de ganar, sino de transmitir un mensaje, es compatible con lo que pensamos. Hay que tolerar las reglas del juego porque lo que estamos haciendo es más importante que el juego en sí”.

Asimismo, Ignacio explicó que en 2002 St. Pauli había llegado a un acuerdo con una revista erótica que no respondía al antisexismo que defiende el equipo. A partir de esto, los simpatizantes se quejaron y la comisión directiva debió dar marcha atrás. “Jugamos con sus reglas, pero con nuestro mensaje”, concluyó.

Hay una porción de la hinchada que manifiesta que el club sí sobreexplota su imagen, no obstante, Piratas del Sur aseguró que no. Que sí la explotan en la medida justa y por una necesidad básica que es que a los jugadores y empleados hay que pagarles.

Del mismo modo, existen simpatizantes que sostienen que hoy St. Pauli no es más que un mito arrastrado de la década de 1980, pero Wally respondió que eso tiene más que ver con la persona, que aquellos a quienes les gusta pertenecer a movimientos más pequeños, cuando el equipo se masificó, perdieron su singularidad, o que, quizá, no pudieron tolerar los cambios que sufrió el club.

Por su parte, Pablo afirmó que quien piensa eso no entendió el proceso de transformación: “La evolución desde ese momento en que las actividades tenían que ser extremas para lograr el cambio que se pretendía a lo que es el club ahora se corresponde perfectamente. Con la explosión de la globalización, internet y las redes sociales, el club mutó exactamente a lo que era en los ’80”. Pablo viajó recientemente a St. Pauli para ver el derbi frente a HSV en el Millerntor, estadio del Braunweiss: “La idea que uno se hace acá, cuando viaja allá, queda consolidada o, incluso, va más allá. No es ningún mito”, cerró.