viernes, julio 26, 2024

Una camada para la historia

Por Mauro Vito

Chile es un país donde el fútbol femenino recién tiene cuatro jugadoras profesionales -Daniela Pardo, María Francisca Mardones, Nicole Fajre y Marcela Pérez, todas del campeón vigente de la primera división, Santiago Morning- y donde la desigualdad con la competición masculina es muy notoria como en toda Latinoamérica, tanto salarial como profesional.

En ese contexto y de la mano del entrenador José Letelier, exfutbolista y exentrenador de Colo Colo femenino, la selección hizo historia y se clasificó por primera vez a un mundial, al obtener el subcampeonato en la Copa de América 2018, algo que no conseguía desde 1991.

En total 23 chicas viajarán a Francia para enfrentarse en el grupo H a Suecia, Estados Unidos (vigente campeón) y Tailandia. De esas 23, 14 mujeres juegan en el extranjero, es decir que ocho futbolistas que van al mundial juegan en el fútbol local y no tienen un contrato profesional en los clubes donde compiten cada fin de semana, ya que la única excepción es Daniela Pardo.

Sin embargo, si retrocedemos once años en la historia y nos situamos en la sub 20, la selección chilena participó de un mundial anteriormente por ser el anfitrión en 2008. Aquella selección integró el grupo denominado “de la muerte” junto con Nigeria, Inglaterra y Nueva Zelanda. En ese Mundial las locales perdieron los tres partidos. A pesar de eso, se lo considera como el quiebre, cuando nace una nueva camada de jugadoras, cuando se comienza a escribir este camino hacia Francia 2019. Ahí se destacó la gran arquera chilena que hoy juega en el París Saint-Germain, Christiane Endler, que a pesar de que le convirtieron ocho goles en aquella copa, terminó como segunda mejor arquera.

Por el momento, ese mundial sub 20 de local era el único jugado en la rama femenina. De esas 21 jóvenes que defendieron a La Roja, cuatro van a estar presentes 11 años más tarde en la primera Copa del Mundo de la selección mayor en Francia 2019, cuatro nombres liderados por la arquera Christiane Endler (París Saint-Germain), las dos volantes Karen Araya (Sevilla) y Daniela Pardo (Santiago Morning) y la delantera Daniela Zamora (Universidad de Chile).

Además de la medalla de bronce en fútbol masculino sub-23 conseguida en los Juegos Olímpicos Sidney 2000, las chicas sub-15 consiguieron el oro en los primeros Juegos de la Juventud en 2010 en Singapur, aunque hoy en la selección no aparece ninguno de esos apellidos que consiguieron la primera presea dorada en el mundo del fútbol.

La lucha por mejores condiciones en el fútbol avanza a gran escala, ya con cuatro profesionales. Además, el 7 de mayo la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino en Chile (ANJUFF) anunció que se oficializó el proyecto de “seguro médico universal” para todas las jugadoras de la categoría mayor de Primera y Segunda División del Campeonato Nacional, un plan que beneficiará a todas las futbolistas que participan del campeonato, ya que muy pocos clubes se comprometían a dar garantía de esto a las jugadoras.

Mala gestión, falta de seguimiento y entrenamiento, y la no profesionalización, debieron superar las jugadores para que recién en 2018 Chile puedan clasificarse a un Mundial. Muchas de las chicas trabajan y estudian, tienen un título o están en proceso, pero en algún momento tienen que parar un poco la pelota y pensar que van a hacer en el futuro, si seguir con su sueño detrás de la pelota y esperar a que algún día se dignen a pagar salarios o resignarse y dejar la redonda a un costado.

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