martes, septiembre 16, 2025
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Tomás Díaz: el paso del handball hacia la inclusión de género

Por Santiago Oviedo

“Tenía miedo. No sabía si iba a poder volver a hacer lo que me gusta”, dijo Tomás Díaz, refiriéndose al momento en el que decidió cambiarse de sexo. Tiene 30 años, juega al  handball de lateral derecho en Comunicaciones B y se trata del primer y único varón transexual federado en la Federación Metropolitana de Balonmano (FEMEBAL).

Empezó a jugar hace 15 años como mujer y pasó por las categorías inferiores e incluso debutó en primera. “Tenía mucha más altura que el resto y jugaba muy bien comparado a lo que juego ahora”, reconoció. Si bien para ese entonces ya recibía inyecciones de testosterona, hace tres años se sometió a una mastectomía que lo obligó a estar inactivo por miedo a lastimarse, no sin antes haber tenido una charla con sus compañeras para abandonar el equipo. Para él fue una decisión muy difícil, ya que no sabía si iba a poder volver al club o no, e incluso no sabía si podría volver a practicar el deporte de manera federada. “Para nosotros el handball es lo más importante, entonces cuando terminó con eso fue como si se le hubiera cortado el cable a tierra”, aseguró Daniela Castillo, pareja de Tomás y jugadora de handball en Comunicaciones.

Luego de la operación estuvo inactivo hasta principios de 2018. Necesitó un año más para que su cuerpo se terminara de acostumbrar a las inyecciones de testosterona, que aún recibe cada tres meses. Volver a las canchas le generaba cierto miedo porque no sabía con lo que se podía encontrar, por lo que lo postergó un tiempo. Fue luego de hablar en 2017 con el entrenador del club, Facundo Álvarez, que empezó a ir con frecuencia al gimnasio con el objetivo de ponerse a tono para el regreso. “Para él fue un proceso muy personal y requirió de mucha contención”, dijo Daniela.

Recibir testosterona por vía intravenosa supone también un riesgo de que aparezca una trombosis, es decir, que se formen coágulos en las venas de las piernas, además de la probabilidad de superar el 50% de volumen de glóbulos rojos en relación a la sangre (el valor normal varía desde el 40% al 50%).

La reinscripción fue sencilla y no hubo ningún problema. “En FEMEBAL se decidió que sólo la presentación del DNI donde estaba inscripto como Tomás alcanzaba. En lo personal, soy médico psiquiatra, y mi trabajo con el colectivo trans es constante, por lo que no supuso problemas ni en lo personal ni en la federación”, afirmó Adolfo Panelo, integrante de la comisión directiva de Comunicaciones y vocal de la FEMEBAL, con quién Tomás está muy agradecido.

Si bien dijo siempre haber recibido apoyo y contención de parte de sus compañeros y del club, el que más lo ayudó en ese aspecto fue su entrenador, que en una primera instancia lo contuvo y que más adelante dejó que se integrara por sí mismo con los otros jugadores. A Álvarez ya lo conocía de antes, porque lo había dirigido cuando jugaba para las mujeres, como también sabían de él muchos de sus compañeros actuales. “Están, además, los que no me conocían y me preguntan quién soy o en qué club jugaba antes, y cuando les cuento todo en confianza no lo pueden creer. Igualmente, los que me conocen ahí adentro son una compañía en todo momento”, aseguró. A su equipo lo describe como un grupo en el que todos van para adelante con un objetivo firme, sin que se interpongan competencias internas que resten.

De la misma manera que se dice que las chicas trans tienen ventaja en los deportes de mujeres, Tomás está en desventaja, porque le falta el nivel físico que tanto ellas como los hombres pueden tener. Aparte de ir todos los días al gimnasio, necesitó cambiar completamente su juego. “Antes lanzaba y metía muchos goles, la altura me ayudaba. Ahora tengo que ser más escurridizo, más rápido y trabajar con las piernas, que no me pasaba”, expresó. El consumo hormonal conllevó un cambio físico. Si bien ahora los músculos le crecen con mayor facilidad, hay más probabilidades de que sufra desgarros por una sobre estimulación, como ya le ocurrió en alguna ocasión, y en ese aspecto es cauto.

Pese a la dificultad y la desventaja que supone para él jugar junto a hombres, prefiere más el handball masculino que el femenino por el dinamismo y lo coreografiado que está. A diferencia de muchos casos de chicas trans, Tomás afirma nunca haber sido discriminado ni dentro ni fuera de una cancha. Cree que es muy necesaria la aparición de una política más inclusiva, y hace hincapié en que no hay información al respecto. “Muchos no se animan además por un tema de inferioridad física. Yo siempre creo que hay que estar orgulloso de quien es uno. Todos los procesos y etapas que me tocaron pasar fueron difíciles como para seguir ocultándome o auto-discriminándome y sintiendo que soy inferior a alguien. Creo que hay que animarse, que hay que hacer las cosas, es satisfactorio. Te cuesta. A mí me ha costado muchas veces decir ‘No quiero seguir, no quiero seguir, no quiero seguir’, pero sin embargo sigo adelante, me esfuerzo, me voy a entrenar aunque no tenga ganas, aunque me toque quedarme en el banco y aunque me equivoque. Siempre hay que ir para adelante, hay que animarse”, opinó.

Un punto básico y fundamental que reclama es la privacidad en los baños. “Tuve la mala suerte de que en ninguno de los clubes que fui hubiera cortina y en algunos ni siquiera había puerta”, afirmó, mientras sí las hay en el vestuario de mujeres. Por esa razón no puede ducharse luego de jugar partidos. “Yo entiendo lo que está naturalizado y trato de adaptarme, pero quizás la otra persona no se adapta a mí, y eso es algo que me gustaría. Mi caso es especial y puntual, pero también puede incluir a cualquier tipo de complejo. No está contemplada la privacidad”, dijo.

Desde el partido contra SAG Polvorines C, por la segunda fecha, se siente muy gratificado consigo mismo, y puede hacer un balance de su situación actual: “Hace 2 fines de semana me pasó de meter 3 goles en un solo partido, que no me pasaba desde que empecé a jugar. Por primera vez sentí que todo tenía sentido, o sea, que todo estaba bien. Y de hecho, el otro día que me lesioné (tiene una fisura en el dedo mayor de la mano derecha), recibí un mensaje del entrenador diciendo que se estaba notando que yo estaba avanzando, tanto con mis compañeros grupalmente como personalmente. Entonces, creo que todo tiene un fin”, concluyó.

El capitán prohibido

Por Santiago Ballatore

Ricardo Primitivo González tiene 94 años, camina ayudado con un bastón y en su vida lo acompaña Margarita, quien lo asiste con las tareas del hogar. Vive en un departamento de un edificio antiguo del barrio de Palermo. En el comedor diario, una decena de recortes de diarios y revistas de distintas épocas. “Mirá pibe, hace poco me hizo una nota Cherquis Bialo, pero fue para un medio que tiene todo en internet”, dice, mientras muestra orgulloso la entrevista que el periodista le hizo para Infobae unas semanas atrás. Todo esto es hoy,  pero en 1950 tocó el cielo con las manos, ya que fue el capitán del equipo nacional que ganó el Mundial de básquet, luego de vencer a Estados Unidos en el Luna Park.

Los miércoles cena, casi religiosamente, en el Club Palermo. En esas comidas, si hay algo que abunda, es básquet. Las personas que comparten esa mesa son exjugadores del club, y algunos incluso siguen juntándose a jugar con más de 60 años. Hablan de la vida, de política, pero sobre todo, de básquet. Recuerdan el equipo de Racing campeón en la década del ’50 y a algún árbitro de aquel entonces que no les caía muy bien. Se toman un vino -tinto o blanco- y al final de la velada, abren el champagne. Brindan. Brindan por el básquet, que no es más que una excusa para que ellos se reúnan. Salvador Trombetta, que incluso compartió equipo con él, cuenta sobre Ricardo: “Es nuestro capitán general por lo que jugó al básquet, por ser el mayor de todos nosotros y por la continuidad que tuvo en el club. Desde el año 1948 que está jugando en el Club Palermo y sigue siendo el capitán”.

Pero ser campeón del mundo no significa que la vida de un deportista sea color de rosas, y mucho menos para alguien que había conseguido sus mayores logros deportivos en tiempos de gobierno de Perón. Cuando en 1955 la autodenominada “Revolución Libertadora” tiró las bombas en Plaza de Mayo y tomó el poder, no sólo proscribió al Partido Justicialista, sino que se encargó de eliminar todo símbolo de Peronismo que hubiera en la sociedad. Y el básquet no fue ajeno a esto, debido a que decenas de jugadores, entre ellos los campeones de 1950, fueron inhabilitados para jugar. González tenía 31 años, y a pesar de que después siguió ligado al deporte, no pudo volver a jugar en el primer nivel. “Da rabia. Porque si hubiese cometido algún delito, bueno. Pero el único delito era haber jugado al básquet”, dice, mientras toma y recuerda.

El plantel que representó a la Argentina en el Mundial de 1950. Abajo, con la 11, Ricardo Primitivo González.

No fue el Mundial el único éxito de la carrera del Negro. En los Juegos Olímpicos de Londres 1948 Argentina había perdido sólo por dos puntos frente a Estados Unidos en lo que fue un antes y un después del básquet nacional y marcó la antesala de 1950. Pero fue gracias a Palermo, club al que había llegado luego de los Juegos, que pudo conocer a Eva Perón y Juan Domingo Perón. Era 1949 y el equipo iba a realizar una gira por Europa. Ya tenían los pasajes y la ropa lista, pero no habían conseguido el permiso para viajar. Gracias a un contacto, pudieron llegar a Eva, quien les dijo que al día siguiente fueran a hablar con el Presidente. Cuando llegaron al encuentro, no sólo les fue otorgado el permiso, sino que el General les dijo que si les iba bien en la gira, los invitaría a París. “Al equipo le fue de maravilla. El primer partido lo perdimos; habíamos llegado el mismo día que teníamos que jugar. Después, ganamos los 14 siguientes. Y nos invitó nomás”, rememora con una sonrisa.

Según lo que cuentan compañeros y rivales, en la cancha tenía las mismas características que tiene ahora: alegre y colaborativo. Ezequiel Silveyra, presidente de Palermo, describe su carácter con una anécdota: “Cuando yo era cadete -jugaba en otro club y me ponían en primera-, justo nos cruzamos con Palermo. En la cancha él ayudaba a los contrarios; te decía ‘hacé esto, hacé lo otro’. Era un fuera de serie”.

En el quincho del club, que justamente se llama “El Negro” por él, hay casi un centenar de fotos y artículos pegados en la pared. Pero no sólo eso, sino que hay placas, y dos son muy particulares: una es un homenaje de Palermo a González, en la que está relatada su presidencia honoraria, y la otra es el recuerdo que le dio la Federación Internacional de Básquet (FIBA) cuando lo ingresó en el Salón de la Fama del baloncesto, en el 2009.

Luego de la sanción que le prohibió seguir jugando, el Negro fue entrenador de la primera del club. Hace hincapié en que ese hecho fue un enorme retroceso para el deporte argentino, ya que ese equipo podría haber dejado un legado incluso más grande que el que consiguió. “En los Juegos Panamericanos de México, en 1955, Argentina le ganó otra vez a Estados Unidos. Y después perdió con Brasil. Por diferencia de gol salió primero Estados Unidos, segundo Argentina y tercero Brasil. Hay poca gente que conoce esta historia. Cuando les ganamos a los americanos, quisieron jugar la revancha. Y la jugamos, en la ciudad de Norteamérica El Paso. Fuimos a jugar y les volvimos a ganar”, cuenta.

Ricardo Primitivo González en la tapa de la popular revista El Gráfico

Cuando habla del hecho concreto de la sanción, del cómo fue, le cambia la cara. Los militares citaron a los jugadores para interrogarlos, aunque ya sabían la decisión que tomarían. Las preguntas que les hicieron carecían de sentido. Les preguntaron, por ejemplo, por qué se habían puesto una corbata negra el día siguiente al fallecimiento de Eva Perón, mientras ellos estaban compitiendo en los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952. La excusa que usaron los militares fue una licencia que les había dado el Presidente para importar autos, una especie de “premio” para el equipo campeón, cuando el deporte aún era amateur. Pero eso era sólo una fachada. No podrían haberlo hecho sin la complicidad dirigencial, por supuesto. “A nosotros los directivos nos dejaron abandonados, no nos dieron ni pelota”, afirma.

Le gusta sentarse a ver básquet. La última Copa del Mundo la observó entera, hasta los partidos que se jugaron a la madrugada. Pero algo que, dice, le gusta más que ver baloncesto, es mirar fútbol. Es hincha de Independiente, pero vio varios partidos en la cancha de River: “Antes del Mundial, nosotros estuvimos concentrados en River, donde estaba la concentración de los jugadores de primera. Los que eran casados se iban el miércoles a la tarde, después del último entrenamiento, y tenían que volver el jueves a las 8 de la mañana para el primer entrenamiento. Y los solteros quedábamos libres el domingo a la mañana, y la mayoría de las veces ni nos íbamos a casa, porque los jugadores de River nos invitaban a ver el partido y comer con ellos”.

Hoy, en 2019, mira al pasado con alegría, con las cosas buenas y las cosas malas que tuvo su carrera. Recuerda a su amigo Oscar Furlong, el otro baluarte del plantel campeón, que falleció en 2018: “Hace un par de años hablaba con Pillín (Furlong). Le decía: ‘Fuimos a dos olimpiadas, cuatro o cinco Campeonatos Sudamericanos, dos Panamericanos, tuvimos la suerte de representar a Argentina muchos años y viajar por todo el mundo haciendo lo que nos gustaba.’ Ese grupo campeón era muy unido. Fue una buena vida”.

Salir jugando, un mandamiento central

Santiago Canepa, Manuel Del Valle, Ignacio Vitale

En el libro de Vicente Muglia, periodista argentino que trabaja desde 1997 en el diario Olé, llamado “Che Pep”, Gabriel Milito expresó: “Los entrenadores que había tenido en mi carrera se preocupaban por remarcarme que, por el puesto que yo ocupaba dentro del campo de juego, no tenía que arriesgar. Algunos me explicaban incluso que perder una pelota en la zona donde yo me movía era muy peligroso para el equipo. Cuando llegó Guardiola al Barcelona, me abrió la cabeza. En los entrenamientos yo hacía control y pase, y el un día me agarro y me dijo: No, Gaby, tú tienes que avanzar con la pelota hasta la mitad de la cancha”.

El “Mariscal” ha sido parte de la evolución del puesto en el fútbol. El central comenzó a tomar mayor protagonismo en el juego y en consecuencia, a adquirir una capacidad de conducción del balón desde el fondo del campo, como también, la cualidad de realizar pases filtrados para romper líneas con el objetivo de desarticular la presión del rival. De alguna manera, ya no tiene que ser fuerte en el mano a mano o ir bien de arriba sino también debe ser capaz de asumir un rol ofensivo si las circunstancias lo requieren.

Es una apuesta que debe contar con el atrevimiento, ya que si el jugador que ocupa el puesto encara a los adversarios y pierde el duelo individual hay muchas posibilidades de que se produzca un contraataque y la jugada termine en gol. Aunque si avanza y deja en el camino a su marca se abrirán espacios claves para crear situaciones.

La idea táctica es fundamental para que el central asuma esa forma de jugar, y el técnico es la pieza para que ocurra. La idea de iniciar el juego desde el fondo es la principal herramienta que necesitan para llevar a cabo su cometido. Por eso, es fundamental recordar las excepcionales jugadas que armaron Lucas Martinez Quarta y Nicolás Figal contra Atlético Tucumán en la fecha 7 de la Superliga que reflejaron lo que es hoy en día el prototipo del defensor moderno.

 

Santiago Izaguirre, ex jugador de Tigre entre 2014 y 2016, recordó aquella etapa con Mauro Camoranesi como entrenador y los trabajos que realizaban aparte con los centrales: “Nos armaba ejercicios con diferentes opciones de pase. Por ejemplo, cuando me desempeñaba de central izquierdo practicaba pases hacia los jugadores que ocupaban esa banda, ya sea el lateral, el volante y el delantero; y otros para romper líneas para el mediocampista interno como también para el 5. Además, ensayábamos la recepción desde distintos lugares del campo. En primer lugar, recibíamos un pase del arquero, otro de un central, del lateral izquierdo y del número 5. Esto nos permitía tener diferentes tipos de visión al momento de jugar”.

“En mi opinión-sigue contando Izaguirre-el central debe tener buen pie, una gran visión de juego y que eso este complementado con la movilidad constante de los jugadores dentro de la cancha porque si el equipo está parado, no queda otra que volver a jugar la pelota con el arquero o tirar un pelotazo largo” Además, Lautaro Valenti coincidió con los dichos del defensor de Racing de Olavarría: “Actualmente, si hay un jugador en el puesto que no sabe jugar con los pies no tiene lugar en el equipo” manifestó el joven futbolista de Lanús.

Hoy en día, teniendo en cuenta a Camoranesi en su momento, algunos entrenadores del fútbol argentino comenzaron a optar por jugadores con características para asumir ese rol, ya sea el caso de Gabriel Heinze en Velez con Gianetti, Eduardo Coudet en Racing con Leonardo Sigali, Alexander Medina con Juan Cruz Komar, y Marcelo Gallardo con el mencionado Martinez Quarta y  Javier Pinola, que se reconvirtió desde su llegaba al club de Nuñez, ya que se lo podría considerar como un “central de la vieja escuela”.

“El caso de Pinola es todo mérito del cuerpo técnico, principalmente por la parte de la confianza. También es importante resaltar la capacidad que tiene Gallardo para potenciar a los jugadores y ese es el punto que lo diferencia del resto de los entrenadores”, expresó Julio Olarticoechea, ex defensor campeón del mundo en México 86.

La evolución que hubo en el puesto benefició mucho a los centrales porque los convirtió en jugadores más completos. Ricardo La Volpe hace unos meses brindó una entrevista en la que argumentó que los clubes más destacados del mundo optan por aquellos defensores que tengan la capacidad de salir jugando y generar superioridades. El tiempo le dio la razón al técnico argentino que dirige al Toluca de México.

La mirada de dos grandes

El holandés Johan Cruyff, que fue Balón de Oro en tres oportunidades (1971, 1973 y 1974), contaba que las piezas más importantes para que un equipo juegue bien son sus defensores. “Si sales bien, puedes llegar a jugar bien; si no lo haces, no hay opción”. Y Pep Guardiola, protagonista de la época dorada en la dirección técnica del Barcelona, no hizo oídos sordos a los dichos del crack del Ajax y el Barcelona y expresó esa idea en cada equipo que le tocó entrenar, ya sea en el conjunto catalán, Bayer Múnich y actualmente en Manchester City, club que invirtió 313 millones de euros en futbolistas defensivos en la temporada 2017/2018; y precisamente 121 millones en centrales con las compras de Aymeric Laporte y John Stones.

Guardiola le dio siempre un valor destacado a los centrales en su idea de juego. “Los defensores son los primeros atacantes y los atacantes son los primeros defensores”, manifestó años atrás haciendo alusión a lo que sería, con el paso del tiempo, la evolución de los futbolistas que ocupan ese puesto en la cancha. Al español se lo podría considerar como uno de los impulsores de que los mismos sepan jugar con el pie.

Caño de Riquelme, gol de Maradona

Por Iván Labriola

En clubes que viven realidades muy diferentes (uno, puntero, el otro último en la tabla de los promedios), desde distintos lugares (uno como integrante de una lista, el otro en el banco de suplentes) y con posturas contrapuestas (uno desde de la oposición, el otro desde el oficialismo), siguen moviendo hilos y dejando gente desparramada, como cuando llevaban la pelota pegada al pie.

Román, que hace dos semanas había pedido públicamente por la unidad en las elecciones del próximo 8 de diciembre, escuchó todas las propuestas (algunas incluso un tanto polémicas o con tintes extorsivos). Luego decidió. La bomba cayó el mismo día del cierre de las listas, dejando sin tiempo para reaccionar al resto de los jugadores del escenario político boquense.

En un primer momento, el oficialismo recibió el mensaje  y automáticamente empezó a reunirse con los otros candidatos: Jorge Ameal y José Beraldi, además de Cristian Gribaudo, para intentar armar una lista única que convocara al ídolo. Sin embargo, el miércoles pasado, un cimbronazo sacudió al Mundo Boca: Román finalmente integra la lista del mismo Ameal y Mario Pergolini (Identidad Xeneize), como candidato a vicepresidente segundo, un puesto que le brinda injerencia directa en el manejo del fútbol (desde divisiones juveniles hasta el plantel de Primera División).

Luego de la sorpresa, los ataques llegaron sin demora desde la sala de conferencias de  Brandsen 805, en el barrio de La Boca, y también de ciertos sectores del periodismo: se le achacó pedir plata para participar de la lista oficialista, de haberse manejado mal; y se lo acusó de no tener códigos ni capacidad para cumplir un rol dirigencial. El 10 más representativo de la historia del club, se limitó a responder: “En la vida todo no se puede comprar”.

La relación entre el actual presidente y Riquelme se dinamitó en 2014: Angelici resolvió no renovarle el contrato y Riquelme terminó retirándose en Argentinos Juniors. En aquella oportunidad, “El Tano” declaró que con él, Riquelme no volvía mas. 5 años después, no solo tiene muchas chances de volver, sino que con su vuelta, terminaría con 24 años de macrismo en la institución, un macrismo con el cual siempre estuvo enemistado.

Caño de Román.

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Maradona, en La Plata, mientras tanto también jugaba su carta. Luego de la victoria 3-0 contra Aldosivi en Mar del Plata hace 15 días, hacía un llamado a la unidad, con vista a las elecciones que  iban a realizarse el sábado 23 de noviembre. “Vine con Gabriel Pellegrino (actual presidente de Gimnasia) y me voy con él”. Sabiendo que el dirigente no contaba con el apoyo de los socios ni de los diferentes espacios políticos, el técnico le tiraba un salvavidas.

Rápidamente, ante el temor de que se marchara del club, los diferentes sectores se apuraron en intentar armar una sola lista, con muchas idas y vueltas. Los candidatos Mariano Cowen y Salvador Robustelli se reunieron con Pellegrino, sin lograr llegar a un punto común. El consenso no era viable.

Parecía que de ésta manera se repetiría lo que había hecho en Racing en 1995. En aquella ocasión, Juan De Stéfano, quien lo había contratado como entrenador, fue derrotado en los comicios y Diego cumplió su palabra de irse del club junto con el dirigente.

Finalmente, el martes pasado, y mediante Instagram, el 10 anunciaba que al no haber unidad, él y su cuerpo técnico daban un paso al costado. El efecto fue instantáneo: reuniones apresuradas, amenazas por parte del oficialismo hacia integrantes de las listas opositoras, llamadas de los jugadores,  manifestación por parte de los hinchas en la sede del club pidiendo la vuelta del DT e incluso la organización de una movilización hasta la casa de “Pelusa” en  Bella Vista para convencerlo de su regreso.

La presión de los socios, los hinchas y el plantel se hizo sentir, y se logró una unidad emparchada: lista única, con la presencia de Pellegrino, Cowen y Robustelli. Esto hizo que Maradona asumiera su cargo 48 horas después de renunciar, y de nuevo usando Instagram. La confirmación llegó de la mano de su abogado, Matías Morla y su representante, Christian Bragarnik.

Sin embargo, a poco de que finalmente cumpliera su objetivo, la lista única se disolvió, dejando al club con un pedido por parte de socios vitalicios del Lobo a la Dirección Provincial de Personerías Jurídicas de intervenir el club para garantizar la realización de los elecciones en tiempo y forma el 14 de diciembre.

De todos modos, el oficialismo ganó tiempo, y la furia de los triperos se calmó con el retorno de Diego. El objetivo, a medias, se consiguió.

Gol de Maradona.

Como llegar a ser árbitro y no morir en el intento

Por Matías Fernández, Francisco Berlingieri y Juan Arienti

En algunas ocasiones, las decisiones de los referís cambian el rumbo de un encuentro de cualquier deporte. La realidad en los campeonatos locales es que el nivel de los árbitros es malo, cada fecha está llena de errores graves de arbitraje. Sin embargo, existe una discrepancia por parte de los jueces a la hora de opinar sobre el nivel. Para evitar este tipo de problemas a la hora de dirigir, es clave la formación desde joven, más aún en un fútbol argentino en el que la mayoría de los jugadores protestan y tienen tendencia a simular faltas y demás.

Agustín Fiore, estudiante de arbitraje en las AAA (Asociación Argentina de Árbitros), manifestó su experiencia en esta carrera:”Anualmente tenemos cuatro materias: sociología (haciendo foco en el ámbito del deporte y el accionar de cada uno), ética, práctica arbitral y entrenamiento. Nos preparamos físicamente todas las semanas y hacemos simulacros de partidos para perfeccionar el nivel, nos repartimos entre tres personas para dirigir el cotejo”.

La escuela, además de enseñar el reglamento y profundizar en las prácticas, a medida que avanza el año y los estudiantes van perfeccionándose, los designan para arbitrar partidos de sindicatos, es decir, de clubes amateurs. Al principio comienzan dirigiendo como jueces de línea, luego pasan al rol de árbitro principal.

Fiore explicó que las designaciones de los jueces son los viernes, y el sábado y domingo es cuando se juegan los encuentros:”Me mandan a dirigir todos los fines de semana, puede tocarte en cancha de once y en futsal, a mí por suerte desde que empezaron a probar mi nivel, me vieron bien y me siguen designando”, agregó Agustín.

En cuanto a la alimentación, lo que exige la AAA, es comer cosas saludables y dejar de lado las comidas que no aportan nutrientes como una hamburguesa o comidas “chatarra”. Lo más importante que enseñan es que deben comer las 4 comidas y no saltearse ninguna, (desayuno, almuerzo, merienda y cena) por el hecho de que son deportistas de alto rendimiento y corren la misma cantidad o más que un jugador profesional.

Por último, el estudiante Fiore destacó que es fundamental en esta época con tantos avances tecnológicos, cuidar su imagen en las redes sociales y ser responsables a la hora de subir una foto, ya que, en el caso de filtrarse una imagen de un profesional con la camiseta de determinado equipo de fútbol, podrían sancionarlos los dirigentes, además del peso que conlleva el hecho de que la gente piense que un referee es hincha de cierto club.

El ex árbitro de primera división Alejandro Toia que estudió en el mismo lugar del joven Fiore recordó que, en su época, a comparación de la actual, no cambió mucho el sistema de estudio de AAA, pero sí eran más permisivos en lo que respecta a la preparación física y la alimentación:”Tengo amigos que dan clases en esa escuela y me cuentan el procedimiento y el cuidado de los estudiantes, antes no había casi nadie que le de mucha atención al tema de su físico, más allá de que tampoco estaban excedidos de peso”.

Toia también explicó como es el proceso una vez que se finaliza la carrera y se espera por entrar a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA): “Las autoridades de la propia escuela eligen aproximadamente a veinte árbitros que estén por encima de la media, y les preparan un examen físico y teórico. Los que obtienen la mayor calificación consiguen acceso”

Un juez de AFA empieza lógicamente en las categorías menores y a medida que acumula una cierta cantidad de partidos dirigidos, los veedores y directores son quienes evalúan el desempeño de cada uno. Ellos son los mismos que les comunican a los dirigentes, quién tiene nivel para ascender de categoría y quién debe bajar debido a fallos graves en algunos encuentros. No tienen en cuenta la cantidad de partidos, solo evalúan el nivel.

Mariana De Almeida, actual árbitra, contó quien es el director del arbitraje nacional:”En el fútbol local existe la Dirección Nacional de Arbitraje, el director de la misma es Federico Beligoy, la máxima autoridad. Cuenta con un grupo de trabajo que lo ayudan, obviamente, más que nada para las categorías como juveniles, femenino, etc.”

Por último, De Almeida habló sobre cómo tratan a las mujeres que son referís en las canchas: “No recibimos ningún tipo de acoso por ser mujer ni alguna acción violenta como lamentablemente le pasó una vez a Rosana Paz (recordando la vez en la que desde la tribuna, le arrojaron agua hirviendo en la espalda), más allá de los insultos de cada fin de semana, pero yo creo que todavía faltan un par de años para que una mujer pueda dirigir en la primera división (por ahora solo participaron como jueces de línea), somos menos mujeres que hombres y la mayoría estamos en categorías muy inferiores”.

Para finalizar, las tres personas entrevistadas coincidieron en que el sueldo como árbitro no basta como para vivir solo de esa profesión, a menos que se cuente con varios años en primera división. 

“Ascender es una decisión de Beligoy”

Por Matías Fernández, Francisco Berlingieri y Juan Arienti

El árbitro de la Primera B Metropolitana Sebastián Bresba reveló que su carrera no le exige en materia de alimentación, pero sí en cuanto a lo físico porque los jueces tienen que entrenar tres veces por semana y se suma el partido del finde, más la prueba física que cada dos meses les toman para poder dirigir partidos.

Bresba manifestó que a un árbitro se lo sanciona si tuvo un mal partido o tuvo una decisión incorrecta que modificó el resultado de un encuentro. Además, afirmó que esa sanción suele ser de una fecha libre o dos si el error fue muy grave.

El profesor de la materia “Fútbol II” del segundo año de Deportea aclaró que para ascender de categoría a un referí, no hace falta una cantidad de partidos porque es pura decisión del director de la Dirección Nacional de Arbitraje (hoy Fernando Beligoy). Asímismo, dijo que se encuentran casos para todos los gustos porque hay algunos jueces que dirigen un par de encuentros y ya ascienden, mientras que otros quedan años en una categoría.

Bresba, quien dirigió un partido de la Copa Argentina este año. lamentó que hoy no se puede vivir del arbitraje porque la carrera termina a los 49 años. En tanto, agregó que si un juez no tiene otro trabajo, cuando se va de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) está en serios problemas.

Por último, Bresba explicó que al arbitraje hoy le daría una puntuación de 7,50 porque hay altibajos y que se habla de los árbitros sólo cuando cometen errores importantes, pero cuando pasan un par de fechas sin fallas, ninguna persona sale a decir que los jueces dirigieron bien. Sobre esto, manifestó: “Son las reglas del juego, hay que aceptarlas y punto”.

Mitos y realidades de la inclusión deportiva

Por Martín Demarchi, Federico Mazzolini y Ezequiel Trajterman

El ambiente en el que los deportistas se manejan diariamente suele estar visto de reojo por la mayoría, aquellos que dudan de la competitividad noble, del esfuerzo constante o los intereses entrecruzados con los sueños. Pero en general, uno se imagina al deportista exitoso que logró vivir del deporte, nunca al excluido por tener amputado un miembro de su cuerpo o por una discapacidad intelectual.

En Argentina la inclusión, sea para una persona con una discapacidad física o intelectual, lleva años de retraso en comparación con otros países del mundo. Inclusión e integración no son sinónimos aunque en muchas ocasiones se las utiliza como el mismo concepto de manera errónea. La inclusión plantea el reconocimiento y la valoración de la diversidad como un derecho humano y la participación plena en todos los ámbitos. La integración se centra en agrupar a un determinado colectivo dentro del grupo total sin relacionarse entre ambas partes.

“El logro de una verdadera inclusión pasa por el respeto, por el hacerlo parte, por un montón de cosas”, sentencia Javier Zurzolo (50), profesor de educación física y uno de los responsables de Olimpíadas Especiales Argentinas, una Organización no Gubernamental reconocida por el Comité Olímpico Argentino (COA), en la que deportistas con discapacidades intelectuales practican deportes adaptados.

Tanto Special Olympics como los Juegos Paralímpicos fueron creados en la década del ’60 en el siglo pasado, pero en estos últimos en sus comienzos solo participaban aquellos con discapacidades físicas. “Hoy en día la principal diferencia de OEA es que participan todos los atletas y cada uno en una categoría donde exista una verdadera competencia, a diferencia de los juegos donde uno tiene que presentar una marca oficial al igual que en las olimpíadas tradicionales”, explicó Zurzolo.

A pesar de estas diferencias, los sistemas de trabajo que los entrenadores utilizan suelen ser muy similares y el sustento familiar por detrás de todas estas personas suele ser un factor determinante. “Los padres se entusiasman cuando el chico tiene futuro y ahí se enganchan, cree que tienen que ser muy consecuente y es difícil porque por ahí la realidad de estas familias no es acorde”, opinó la entrenadora de jóvenes con discapacidades físicas Virginia Reina (52).

Juan Aguilar (64), compañero de Virginia en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015, donde un atleta suyo obtuvo una medalla de bronce, opinó sobre el desempeño de los que fueron sus deportistas: “Al igual que en el deporte convencional están los que ese día rinden igual, mejor o peor que en el entrenamiento”.

En el caso de estos atletas los aportes económicos que consiguen suelen ser muy diferentes a los de Olimpíadas Especiales; al tener el mismo sistema de clasificación que los deportistas olímpicos, las becas para estos participantes son muy exigentes. “Cuando gana y saca medalla, gana una beca por un año, bajo un compromiso de mantenerse”,explica Reina. “Está tan mal todo, que si no conservan sus marcas, se les quita la beca, no dándoles la posibilidad de volver a superarse”, agrega Aguilar.

Pero en OEA el panorama suena más equitativo. “No apoyamos a un solo atleta, buscamos apoyar al programa”, dijo Zurzolo. Cuando tienen que financiar un proyecto o un viaje para participar en una competencia las donaciones o el dinero que aporte el Estado va a la organización para que la situación económica familiar no sea el indicador que decida quién pueda participar y quién no.

Si hay algo en lo que ambos programas coinciden es que los organizadores de los torneos son los responsables de las necesidades que los deportistas pueden llegar a tener desde que comienzan hasta que abandonan la competencia. La entrenadora Reina estuvo presente en una edición de los juegos Evita donde a los chicos del interior del país los hospedaron en hoteles de alto nivel y eso les terminó dificultando volver a sus casas, principalmente a los más carenciados.

Otra gran diferencia que tienen las competencias de estas dos ramas del deporte adaptado es el rol de los voluntarios. Camila Seoane (20) estudia Ciencias de la Educación en la Universidad de Buenos Aires y es parte de OEA desde que estaba en el secundario. “Se siente mucho amor, siempre buscando que los chicos crezcan y disfruten. La presencia del voluntario y la contención que le pueden dar a los atletas es fundamental porque hoy no tienen muchos espacios donde puedan ser ellos mismos”, expresó.

Pero las citas locales como los Juegos Evita o los Bonaerenses no parecen estar en sintonia con este formato; al ser organizados por el Estado, las autoridades, jueces o árbitros son designados por el mismo. Es así como la única referencia y posible contención de los participantes son sus entrenadores.

Un ejemplo del deporte y de la vida

Erik Medina es un chico de 17 años que  está en último año del secundario y que al mismo tiempo entrena atletismo adaptado. Su discapacidad consiste en que tiene medio brazo amputado y la virtud en este deporte es correr. Sin ser mayor de edad, el velocista trabaja de repartidor de pizza: “Fue una decisión mía trabajar porque quiero tener mis cosas y también ayudar en parte a mi familia”, explicó el atleta. Además agregó: “El único que trabaja es mi papá y ahora me sumé yo”.

Hasta el momento la gente no mira mucho el atletismo para chicos convencionales ni tampoco lo incorpora en la sociedad. “No se ve mucho pero se ve”, expresó el adolescente. “Hay apoyo pero a veces no. Como hoy en día ves a una persona que le falta una pierna  y dicen este no hace nada, pero después lo ves en una pista y vuela”, añadió el joven. 

Para encajar en el colegio con sus compañeros al principio fue complicado. “Sufrí bullying cuando era chiquito, en primaria y en el primer año de secundaria”, exclamó el delivery de pizza. Sin embargo con el tiempo, sus amigos dejaron de molestarlo y empezaron a incluirlo: “Me fueron entendiendo de a poco  y así supieron lo que tenía y me apoyaron en todo”, dijo Medina.

En 2016, Erik Medina tuvo un gran año en el deporte, viajó a Mar Del Plata, donde compitió en los Torneos Bonaerenses y obtuvo la medalla dorada. Gracias a eso fue convocado por la selección argentina de atletismo adaptado: “Por ahora no me convocaron, cambió la gente de ahí. La profesora que tengo ahora, Mabel, quiere que yo vaya pero estoy esperando a tener los 18”, declaró.

Dos años más tarde el atleta estuvo en su peor momento, tanto en su vida personal como en el deporte. Sufrió una enfermedad llamada estreptococo, que lo alejó de las pistas: “El agua corriente estaba contaminada en ese entonces y me afectó a los pulmones”. Este año el chico de la zona oeste continúa preparándose con su nueva preparadora física, Mabel, esperando con ansias de obtener un lugar en el seleccionado argentino y así cumplir su sueño de competir en un Paralímpico. 

Cambios en el programa de los Juegos Paralímpicos

La Junta de Gobierno del Comité Paralímpico Internacional anunció el programa para los Juegos  de Tokio 2022. En octubre de 2014 se habían aprobado 16 deportes de cara a los Juegos de Río 2016 y a estos ahora se sumarán otros seis: ciclismo, esgrima en silla de ruedas, fútbol 5, judo, piragüismo y taekwondo. Han quedado fuera la vela y fútbol 7 por no cumplir los requisitos de participación a nivel mundial. El Comité Paralímpico Internacional también apercibió al ciclismo en pista que debe hacer un esfuerzo por aumentar su número de deportistas y de competiciones internacionales durante el año.

El boom del futsal

Por Diego Patiño, Francisco García Brecht y Alejo Brizuel

Los deportes amateurs fueron prosperando de a poco en nuestro país y el futsal es el claro ejemplo de esto, ya que desde la Copa del Mundo obtenida por la Selección Argentina en 2016 se encuentra en constante levantada.

El futsal apareció en Argentina a mediados de los 90, pero con poca relevancia. El tiempo fue pasando y solo algunos clubes de barrio abrían las puertas de sus establecimientos para que los chicos practicaran el deporte.

Pablo Marcone, de 34 años y actual jugador de Kimberley (club de la A de AFA), hace más de diez años que lo practica y explicó cómo eran los viejos torneos: “Antes solo se competía entre dos clubes y como yo jugaba en uno de esos (Pinocho), era ir a ver por cuántos goles ganábamos”. De esta manera, queda en evidencia el poco desarrollo que tenía el futsal comparado con el fútbol y también con otros deportes amateurs.

Hoy en día esto cambió. Si bien es notoria la diferencia económica entre clubes como San Lorenzo, Boca y Ferro con los clubes de barrio, el torneo lo puede ganar cualquiera y esto se percibe en los cruces que hay en los play off.

Cuatro de los ocho clasificados son clubes de barrio -17 de Agosto, Pinocho (14 veces campeón), Hebraica y El Talar-, mientras que los otros cuatro son equipos con trascendencia en el fútbol profesional -Boca (12 títulos), San Lorenzo (7 campeonatos ganados), Racing y Barracas-. 

Sin embargo, también hay casos de clubes grandes que tienen sus equipos de futsal, pero no invierten lo mismo que en los otros deportes, como es el caso de River (descendió a la B) e Independiente, que definirá el descenso frente a Villa la Ñata, club en el que juega Daniel Scioli.

Juan Cruz Claverie, arquero de Ferro (último campeón de la Copa Argentina) destacó a los medios de comunicación como grandes protagonistas del crecimiento del futsal: “El deporte antes tenía poca difusión, pero luego de que la TV pública transmitió el Mundial, se comenzó a hacer más famoso el futsal”.

Tanto Marcone como Claverie confirman que a nivel estructural y económico, Argentina está muy lejos de países como España, Brasil e Italia, pero que a nivel deportivo no hay nada que envidiarle a ningún país. Por eso es que tanto en niveles formativos como en la mayor, la Selección Argentina es protagonista en cualquier amistoso o torneo que juegue.

Si bien el futsal se insertó en un principio en la AFA por imposición de la FIFA -al igual que el fútbol playa-, a partir del logro del título mundial se terminó de integrar con mayor importancia. 

Igualmente, a pesar de la difusión masiva que tuvo, aún el camino a seguir es cuesta arriba, ya que muchas decisiones no son claras en cuanto a la relación de AFA, sponsor y dirigentes de los clubes, entre otros temas. 

Gustavo García Villegas, coordinador general de Kimberley, dijo que es muy importante que los clubes de cancha de once se sumen al futsal porque gracias a eso se crearon las distintas divisiones que hay hoy en día, y se abre el espacio para que los chicos se integren al deporte. Pero a la hora de referirse a los presupuestos, Villegas aseguró: “AFA no apoya económicamente al futsal. Los gastos cuando uno hace de local son bastante grandes, aunque, por suerte, al ser un deporte familiar, viene mucha gente a los partidos.”

Sin embargo, a pesar de que ambos se juegan con los pies, la principal diferencia entre el fútbol y el futsal es lo que logró el crecimiento tan grande de este deporte, y es el fin con el que se practica. Cuando se juega en cancha de once de chico, el objetivo es llegar al profesionalismo, en cambio, en el futsal se busca más la integración de los que no pueden llegar. 

Todos lo pueden jugar y es por eso que muchos clubes también incluyen en la práctica a los niños y adolescentes, tanto hombres como mujeres (La Liga Femenina cuenta con 30 equipos repartidos en dos divisiones).

Los logros obtenidos por la Selección Argentina de futsal fueron la pauta clave para demostrar que lo que sobra es la calidad deportiva en el país. Ahora ya contando con una estructura de AFA armada y muchas ligas paralelas en las que se compite este nuevo deporte, el trabajo de los dirigentes será la clave para ver si se está a la altura realmente de los países de Europa.

Actualmente, la liga cuenta con 85 equipos, los cuales se dividen en cuatro categorías desde la “A” hasta la “D”. Dentro de ellos, el 44% está afiliado a fútbol 11 en AFA y sólo Newell’s, que juega en la “C”, es del interior del país.

Como a lo largo de toda la historia deportiva argentina, el material de trabajo está y se encuentra en su auge. Sólo queda esperar a ver si se aprovecha y se explota para lograr dar el gran salto, o todo el progreso logrado hasta ahora queda estancado.

 

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ASÍ SE JUEGA 

El futsal, deporte en el que Argentina obtuvo el último campeonato del mundo, va creciendo en popularidad, y para seguir en ese camino, hay que conocer las reglas básicas que lo diferencian del fútbol en cancha de once que se ve tradicionalmente.

La principal característica del futsal es que se juega con un arquero y cuatro jugadores de base titular por equipo, en una cancha con medidas obligatorias de 38 a 42 metros de largo por entre 20 y 25 metros de ancho. 

 En cuanto al juego, la duración es de dos tiempos 20 minutos con 15 de descanso, cada entrenador tiene un tiempo muerto de un minuto en cada periodo y el cronómetro se detiene cada vez que sale la pelota de la cancha, hay algún gol o una falta.

Las infracciones toman un papel muy importante en cada partido: se pueden cobrar indirectas, directas o penales en caso de ser dentro del área. Las directas se acumulan y al llegar a la sexta se sanciona un doble penal, que es un tiro sin barrera a diez metros del arco. Al finalizar el primer tiempo se borran las faltas y comienzan el segundo tiempo con cero cada equipo.

En caso de expulsiones, el equipo pierde al hombre y jugará con uno menos por un lapso de dos minutos o hasta que le conviertan un gol, momento en el que puede ingresar un compañero. Además, los cambios son ilimitados y no hace falta parar el tiempo para realizarlos, ni pedirle autorización al árbitro.

La liga argentina de AFA, por su parte, cuenta con 4 categorías, de la A a la D. La primera división tiene 16 equipos que forman un torneo de ida y vuelta a 30 fechas. Este tiene la particularidad que el mejor posicionado en la tabla no se corona campeón, sino que clasifica a los play off junto a los siete equipos que están debajo y se enfrentan del mejor al peor ubicado, a tres partidos cada definición.

Hay dos descensos que se deciden de la siguiente forma: el último baja directo a la segunda división, mientras que el 14º y el 15º juegan un partido único en cancha neutral para ver quién mantiene la categoría.

Por último, del 9º al 13º juegan una copa de plata todos contra todos a una sola rueda y el  ganador de este minicampeonato clasifica a la Supercopa del año siguiente.

 

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MOMENTO DE GLORIA

De la mano del entrenador, Diego Giustozzi, la Selección Argentina llegó a los más alto y se coronó campeón del mundo de Futsal, rompiendo con la racha que venían teniendo Brasil (5) y España (2), que se habían repartido los 7 campeonatos anteriores que se habían disputado.

En el año 2016, en la ciudad de Bucaramanga, Colombia, Argentina comenzaba su sueño de lograr por primera vez un campeonato del mundo y lo haría de buena forma, ya que pasaría la primera ronda sin inconvenientes, quedándose con el grupo E, en el cual vencería a Kazajistán e Islas Salomón y empataría el restante frente a Costa Rica.

En octavos llegó el turno de Ucrania, a quién venció por 1 a 0 en tiempo suplementario con un gol de sexta falta de Leandro Cuzzolino y así pasó a cuartos de final, instancia en la que le ganó por 5 a 0 al complicado Egipto.

La hazaña estaba cada vez más cerca y tocaban las semifinales contra el Portugal de Ricardinho (mejor jugador del mundo), que con las eliminaciones de Brasil y España, era el máximo candidato a ganar el título, pero a la Argentina poco le importó esto y lo venció por 5 a 2 en un excelente partido de todo el equipo.

Cali era la sede de la final, que se jugó un sábado primero de octubre, ante Rusia, que era un equipo plagado de brasileños nacionalizados rusos, por lo que de entrada era un partido durísimo. 

Argentina se hizo fuerte y logró ganar 5 a 4 en un encuentro que parecía tener dominado con su goleador, Alan Brandi, encendido y con su capitán, Fernando Wilhem, muy seguro abajo. Sin embargo, sobre el final, Rusia se despertó y se puso a un gol, metiendo a Argentina en su arco, que Nicolás Sarmiento supo aguantar sin que le marcaran, para así lograr el objetivo.

El fútbol amateur se va para arriba

Por Joaquín D’Achary y Marco Petrone

Los torneos amateurs van tomando una mayor trascendencia hoy en día y son llevados a cabo por gente que toma la decisión de organizarlos o por centros de estudiantes que los arman para que las personas que provienen de otras provincias se sientan de alguna forma más cómodas y puedan compartir con gente de su lugar de origen. 

Entre los distintos torneos que son llevados adelante en Capital Federal podemos encontrar el Centro de Estudiantes Misioneros en Buenos Aires (CEMIBA), la Liga Núñez, KDT y el Costa Salguero. La organización de cada uno de ellos es llevada a cabo de diferente manera y se necesitan distintos tipos de requisitos para participar.

El CEMIBA se encarga de organizar un torneo llamado Pancho Luco, que es nombrado así en honor a un misionero que falleció en un accidente y era muy cercano al entorno. El mismo fue creado hace 30 años, pero hoy en día la trascendencia que tomó es mucho mayor y la concurrencia de jugadores y espectadores es grande. Este año se inscribieron más de 30 equipos entre la rama masculina y femenina, aunque este segundo se lleva alrededor del 20%. Si se comparan ambos, la diferencia es mucha, pero teniendo en cuenta los años anteriores, el campeonato de mujeres creció de forma exponencial. Son llevados adelante por la misma organización, es decir, las reglas de juego son las mismas en tema de exigencia pero al reducirse la cantidad de equipos el formato es distinto.

Bruno Bladilo (Presidente del CEMIBA) y su compañera Marianella Zapelli.

Liga Núñez es uno de los torneos más completos de CABA, ya que tiene cuatro sedes: Grun, La esquina futbol, Banco Nación Futbol y Obras Sanitarias. Está conformado por dos categorías, una de egresados (mayores de 18 años) y otra de juveniles (menores de 18, pero si hay dos jugadores con 18 años, el equipo participa en la otra). Sin embargo, no lleva adelante campeonatos de fútbol femenino. 

Tanto el de Costa Salguero como KDT están compuestos por cuatro categorías y en cada una hay 20 equipos, con formato de ascenso y descenso. Los premios son para el primero y segundo de cada división y brindan un premio individual al mejor jugador de cada partido. Los partidos son los viernes, sábados y domingos y antes de iniciar deben elegir dos días y durante la semana se les informa cuándo juegan.

CEMIBA y Liga Núñez no cuentan con sedes propias, es decir, que alquilan las canchas para llevar adelante los torneos. Por su parte, KDT y Salguero tienen sedes propias y ahí marcan una diferencia con el resto de los torneos, ya que los ingresos por partidos son para ellos y no deben pagar a los propietarios, como sí deben hacerlo los que no son.

Algo que tienen en común la mayoría de los torneos amateurs es el periodo en el que se realizan, que es semestral, ya que al no tener la obligación de participar, suele suceder que equipos se den de baja cuando no cumplen con las expectativas. 

El CEMIBA tiene árbitros que son de AFA para dirigir los partidos. Nicolás Halley es un veedor de la Asociación Argentina de Futbol y es el encargado de designar jueces para los partidos. “Son estudiantes de la escuela y llevan las practicas en este tipo de competencia, ya que deben sumar horas para poder recibir el título” comentó Halley con respecto a sus alumnos, que son calificados por él.

Nicolas Halley (izquierda) y su colega.

Hoy en día estos campeonatos crecieron mucho y las redes sociales tienen muchísima influencia, ya que mediante instagram, facebook y twitter se puede llegar a un público más amplio y esa es una de las razones por las cuales va más gente a ver los partidos. “Varias de las personas que concurren a las canchas nos confirmaron que se enteraron de la competencia por estas aplicaciones y el buen nivel, junto a la identificación con alguno de estos equipos hace que se mantengan como espectadores fijos” dijo Bruno Bladilo, Presidente del CEMIBA.

La posibilidad de hacer llegar a los medios los torneos es algo que esta fuera de su alcance y no se imaginan que vaya a pasar, aunque sea por el momento. Sin embargo, hay torneos que graban todos los partidos completos y los suben a distintas plataformas, como por ejemplo a Youtube, para que aquellas personas puedan revivirlo.

 

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Ellas también juegan

El fenómeno es tan fuerte que hoy en día es muy común ver torneos de fútbol femenino amateur a la par de los torneos masculinos. Tanto durante la semana como los fines de semana, muchos grupos de mujeres optan por competir, ya sea en cancha de 5, 8 u 11.

El CEMIBA, por su parte, buscó que no haya diferencias entre los dos géneros, y por esa misma razón el reglamento es igual, y tanto hombres como mujeres dirigen los partidos.

Años atrás no eran muchos los torneos en los que se podía ver fútbol femenino, pero hoy son pocos los campeonatos que no lo tienen. La profesionalización del mismo acompañó a que estos se realicen, pero no es una “moda”, sino que desde hace varios años que vienen ganando terreno. Además, muestran otros valores, la competencia es más sana y es otro ambiente. La diferencia se puede ver en que en los partidos de hombres hay mucha pierna fuerte y varios terminan con discusiones y con personas interviniendo para separar, mientras que en el femenino prácticamente no se ven estos actos.

La barrera más difícil ya fue superada y era la del estereotipo machista que aseguraba que la práctica de este deporte tenía que ser exclusivo para los hombres. Hoy es totalmente normal ver a las mujeres realizando esta disciplina. La difusión en los medios de comunicación y los aportes económicos por parte del Estado son factores muy necesarios para impulsar esto de manera más rápida y efectiva. Por esto, la cantidad de gente -tanto mujeres como hombres- que asiste a ver los partidos femeninos es cada vez mayor.

 

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Los torneos y sus redes

Muchos critican el uso de las redes porque consumen mucho tiempo, pero existen distintos tipos de beneficios si se les da un buen uso. Hoy en día es la forma más simple de tener un gran alcance de forma muy económica.

Para la organización de un torneo es fundamental la creación de una de estas aplicaciones, ya que mediante ellas, las personas se enteran de estos campeonatos. Desde ahí se pueden contactar quienes estén interesadas en participar o simplemente quieran sacarse dudas que tengan al respecto. Se utilizan mucho plataformas como Instagram o Youtube para poder subir fotos y compilados de los partidos. Además de las redes tradicionales también hay campeonatos que crean sus propias páginas y aplicaciones para plasmar toda su información, como estadísticas, fixtures, máximos goleadores, tablas de puntos, fotos, etc. 

Un uso novedoso que se le da a las redes es la realización de sorteos brindados por los sponsors. También son utilizadas las encuestas para interactuar con los seguidores y así poder ver qué sugieren que se pueda mejorar y que se cree un ambiente apto para todo público.