viernes, julio 4, 2025
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El caso Luciana Salvadó: cuando el entrenamiento es la clave del éxito

Por Nicolás La Rocca

Cuando los éxitos llegan a un equipo o a un/a deportista se fija solamente en la celebración de los mismos y la gente comenta sobre ellos. Hay una parte fundamental que es lo que no se ve: la preparación, el trabajo y el entrenamiento. Si esas cosas no funcionan o ni siquiera existen, es muy difícil que logres tus objetivos. Un ejemplo de aquello es la extremo izquierdo de Ferro Carril Oeste, Luciana Salvadó, ex jugadora de la selección de handball que se siente satisfecha con su carrera y que ahora apuesta a salir campeona con el club de Caballito.

Luciana empezó a jugar al handball en el Club Ferrocarril Mitre a los siete años, época en la que buscaba engancharse con algún deporte. Luchi -para la familia y los amigos- hoy juega en Ferro, donde lo hace desde los 17, y viene de ganar el Nacional de Clubes que tuvo como sede de definición el club que es su casa, el de Caballito. Además, fue la goleadora del certamen con 39 goles. “Elegí venir a Ferro porque era el club más parecido a Mitre en cuanto a valores, la gente y cómo se manejaban en el club con respecto a las familias. Siempre lo tuve muy en claro, igual si me preguntan nunca me quise ir de Mitre. De hecho, fue una decisión muy difícil. Pero como mi hermana también se fue en ese momento (es más grande) dijimos de irnos las dos al mismo lugar y yo ya tenía un par de amigas en Mitre y yo ya estaba en la selección desde Cadetas, y tenía a Vicky (Victoria Crivelli) que ya nos conocíamos y éramos amigas, entonces fue más fácil entrar”, comentaba mientras se cebaba unos mates en el living de su casa y sus perros Negro y Bocha la miraban fijo desde el sillón.

Ya con el Nacional bajo el brazo, el próximo objetivo de Ferro es consagrarse en el Clausura, y Luchi lo dejó bien en claro: “Quedan pocas fechas y nos quedan Dorrego que sería el rival más directo, Vélez, Lanús y VILO. A corto plazo, el objetivo es campeonar bien y creo que lo podemos hacer, obviamente sin relajarnos y ganar todo lo que nos queda. Ni idea qué pasa si llegamos a perder y no sé qué resultados se tienen que dar, pero eso tenemos en la cabeza: intentar ganar lo que nos falta y depende sólo de nosotras. Ya nos ha pasado de perder y estar pensando en otros resultados y no está tan bueno”. El futuro de la jugadora también es incierto y ella tampoco quiere hacerse mucho problema por lo que llegara a pasar, ya que tiene una lesión en la muñeca y quiere operarse. “Me tengo que operar de la mano que tengo una lesión hace bastante y la vengo estirando y tengo roto el ligamento de la muñeca. Pasará el verano y veremos cómo arranco el año que viene. Hoy no tengo idea”, agregaba.

La selección argentina ya es un ciclo cumplido para Salvadó. “Cuando tomé la decisión en enero de no estar más en La Garra, me quedé muy tranquila. Si bien puedo seguir jugando, mis objetivos los cumplí y por eso pude tomar esa decisión que es tan difícil, que fue dejar algo que era mi vida porque jugué en la selección desde los 15 años y entrenaba, iba al CeNARD, viajaba. Hice todo lo que tenía que hacer y quería hacer. No me quedó nada pendiente”, resaltaba la goleadora del Verdolaga, que también en aquel proceso en La Garra fue partícipe del primer plantel que disputó los Juegos Olímpicos en Río 2016 para la rama femenina. Luchi destacaba también que en aquella etapa en Río y en el Mundial de Dinamarca fueron los momentos que tuvo su mejor rendimiento, y también recordó algunos que los describió como los peores deportivamente: “Desde lo colectivo más que de lo individual, cuando en algunos torneos seguidos perdimos por mucha diferencia con Brasil que es el partido para el que más se prepara el grupo y nos chocábamos con una pared. Ahora cambió bastante en este proceso. Ahí siempre costaba mucho más volver a iniciar y pensar que tenía que ‘entrenar para perder por 20’. Creo que eso eran los momentos más duros, donde uno siente que fracasa. Brasil está a un nivel más alto que nosotras y decís ‘bueno, ¿por dónde empiezo?’”. Otro momento doloroso para ella y sus compañeras (que después terminó en festejos) fue cuando cayeron con Cuba en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, cuando hasta pensó en tirar la toalla: “Nos preparamos para el partido contra Cuba y perdimos, que era el rival clave y por ahí no jugando bien. Ahí pensé en el fin de mi carrera deportiva porque teníamos una chance bastante más clara de meternos en Río 2016. ‘Para qué voy a seguir entrenando’, me dije. El deportista entrena porque se va poniendo objetivos, y ahí nos sentimos vacías. Después fue para mejor porque al otro día Uruguay le ganó a Cuba y nos dio la posibilidad. Eso es lo lindo del deporte que te da segundas oportunidades. Ese sentimiento fue a nivel colectivo, yo realmente vi el final de mi carrera con la selección. Creo que yo me miraba con alguna y todas pensábamos lo mismo”.

La Garra le dejó recuerdos muy lindos, como por ejemplo ser atleta olímpica y ser protagonista del certamen. “Ya desde el vamos cuando clasificamos nadie entendía nada. Primero de pasar de casi quedar afuera cuando perdimos con Cuba en Toronto 2015, a que se den los resultados y poder estar ahí. Estuve un año entrenando para los JJOO y no caía de a donde iba a ir hasta que me subí al avión. Después cuando llegamos a la Villa Olímpica nos dimos cuenta, aunque hayamos estado en los JJPP que es un poco como una parte previa a eso. Además, estaba la posibilidad de que puedan ir las familias a verte por haber sido en Rio que era más accesible. Y bueno, entrar al Maracaná en la inauguración… lo pienso y se me pone la piel de gallina. Me acuerdo de haber entrado con el celular para filmar todo y después pensé ‘¿qué estoy haciendo? Ya fue’, y lo guardé ahí porque si estabas con el teléfono te perdías de un montón de cosas”, recordaba la extremo, y también destacaba la unión que abundaba entre la delegación argentina: “Para mí, lo más lindo era lo que no se veía: el pogo con toda la delegación, las canciones y entrar todos juntos desde los más reconocidos como Del Potro hasta los que no nos conoce nadie como nosotras quizás. Se había generado una unión que no importaba si gana dos millones de dólares y es una estrella mundial o si eras como nosotras que nos rompemos el lomo para poder ir a entrenar y tener todo, no se notaba la diferencia. Estábamos todos en un mismo nivel y creo que es una de las cosas más lindas de los JJOO. Todos tenemos la misma ropa, dormimos en el mismo lugar, comemos en el mismo lugar, no había diferencias y eso es lo que más me llevo”.

Alguien que estuvo presente en su etapa en la selección y que coincidió con ella en Ferro fue el entrenador Gustavo Sciglitano, a quien lo destacó como alguien fundamental en su carrera deportiva: “Gus nos marcó mucho, tanto en Ferro como en la selección. Igualmente es difícil la pregunta porque cada entrenador deja cosas buenas y cosas malas, y un aprende de ambas, y me es muy difícil elegir uno solo. Todos los que tuve me dejaron algo, desde lo formativo hasta ahora, pero creo que Gus formó de tantas cosas importantes. Él fue parte de este Ferro multicampeón (Apertura 2014, 2015 y 2016, Clausura 2015, Nacional 2014, 2015 y 2017 y Super4 2015 y 2016) porque estuvo a cargo nuestro y se llevó un gran mérito de conducir un gran equipo. Cuando uno tiene un equipo con muy buenas jugadoras parece fácil, pero hay que saber llevarlo y él lo hizo muy bien, y también fue parte de toda la locura de clasificar a Rio. No sé si digo que es el entrenador que todos deberían tener, pero sí que lo destaco en mi carrera deportiva porque fue fundamental”.

Puede que la posición de extremo sea la más linda en el handball por las ocasiones que uno tiene para definir con un lanzamiento, aunque Luchi cree que todavía falta en Argentina para explotarlo: “Es un puesto que no se aprovecha tanto en el juego y no se le da mucha bola a esto de que definan los extremos, o por poner a los chicos en el extremo por no saber dónde ponerlos, sobre todo en inferiores pasa esto porque por ahí lo ves medio flaquito, y no está del todo explotado. La definición por las puntas es lo más fácil para jugar. Una buena fijación y que definan los extremos es lo más limpio, digamos. Estaría bueno que se llegue mucho más a eso porque es una manera fácil de generar un lanzamiento. Después si es gol o no quedará para después. Igualmente, jugadoras buenas hay un montón”. Además, destacó a algunas que las considera muy buenas: “Camila Bonnazzola porque varía mucho el lanzamiento y eso es bastante importante para mover al arquero y volverlo un poco loco. Otra que es muy buena es una que está en el Beach Handball también, Fiorella Corimbetto, que fue una de las que ganó la medalla de oro en los JJOO de la Juventud el año pasado y juega en Mariano Acosta que es re pendeja, tiene 18 años. La vi y tiene condiciones: es alta, salta mucho y tiene buena variante de lanzamiento, es larga y marca de 2 que eso para un extremo es muy bueno. Sin embargo, es un puesto que en Argentina no está explotado del todo. El extremo derecho no es mi puesto, pero que es zurda es Carmen Martín de España que para mí es de lo mejor que hay. No es mi puesto, pero es más o menos lo mismo porque es la misma posición del otro lado de la cancha con el brazo cambiado. Es una referente que una se pone como un modelo a seguir que uno ve y dice ‘me encantaría jugar de esta manera’. Igual, la verdad lo que es el puesto del extremo hay un montón, pero esta mina es bárbara, ja”.

Hoy tiene 29 años y además de jugar al handball, se dedica a entrenar a la categoría de Menores Damas de Ferro y a chicos en el centro de especialización deportiva Sporte junto a Christian Canzoniero, y contaba que hoy disfruta más de entrenar a los chicos que jugar, pero que eso tiene que ver con que jugar es algo que hizo durante toda su vida y esto es algo nuevo, ya que lo hace desde fines del año pasado. También profesora de educación física recibida en el Romero Brest, disfruta de su profesión. Luciana Salvadó es un ejemplo de perseveración y del trabajo para conseguir las metas, y hoy apuesta con ser parte de la formación de los y las más chicos y chicas. Hija de Rossana Veintinque, ex jugadora de básquet y hoy preparadora física, fue un ejemplo para ella y principal inculcadora junto son su papá para que haga deporte. Vaya que lo lograron, Luchi es la segunda goleadora de Liga de Honor Damas con 57 goles y jugadora de selección durante seis años ininterrumpidos. Ella, como muchos más, apuestan a entrenar duro para triunfar.

Andorra y la anormalidad de ganar

Por Federico Pineda

Según la Real Academia Española, la palabra normal tiene diversos significados, pero una encierra al término como algo “habitual u ordinario”. Su antónimo revela que algo anormal es “infrecuente”. Para la Selección de Andorra ganar un partido es eso. Es poco habitual y, en algún caso, una racha cuasi eterna, en la que deben pasar 7706 días para ser quebrada, tras registrar 56 derrotas consecutivas.

El 11 de octubre del 2019 quedará para el recuerdo de los poco más de 2000 espectadores que asistieron al Estadio Nacional de ese país -que cuenta con una capacidad para 3306 personas- para ver la primera victoria en la historia del equipo local en las Eliminatorias de la Eurocopa ante Moldavia. Cuando Marc Pujol envió ese centro desde la derecha en ese tiro de esquina, nunca supo que estaría a minutos de quebrar una racha que se extendió por más de 21 años. Fue el único tiro de esquina en todo el partido para los andorranos.

A la altura del punto penal, apareció Marc Vales, sin ningún hombre moldavo, para cabecear un remate perfecto. El arquero Alexei Koselev se estiró, pero la pelota ingresó pegada a su palo derecho al minuto 62.44. Con el pitazo final del encuentro a cargo del árbitro Jonathan Lardot, se puso fin a la racha por demás negativa de 56 derrotas en la misma cantidad de partidos por Eliminatorias a la cita que en 2020 se realizará sin una sede fija en conmemoración de los 60 años de la competencia. Copenhague, Budapest, Dublín, Amsterdam, Bucarest, Glasgow, Bilbao, Baku, Munich, Roma, San Petersburgo y Londres serán las ciudades que albergarán a la competencia.

Un torneo que Andorra nunca llegó a disputar y difícilmente lo haga en el futuro cercano. El equipo es dirigido desde 2010 por Koldo Álvarez, séptimo jugador con más presencias con esta camiseta, con 78 partidos. El defensor Ildefons Lima lidera la tabla con 126 presencias -aún contando- y es el máximo goleador en la historia del seleccionado con 11 goles. Así como se lee. Un defensor es el máximo artillero. El mismo que llegó último a subirse al hombro de Vales y festejar el primer gol en siete partidos de Eliminatorias.

El entrenador de este equipo forma parte de la nómina de jugadores que ganaron el primer partido en la historia del seleccionado por 2-0 frente a Bielorrusia el 26 de abril del 2000. Quien supo ser arquero, también estuvo presente en la segunda victoria frente a Albania por 2-0, en otro amistoso disputado el 17 de abril del 2002. Pero lo mejor estaba por venir.

Álvarez fue titular en el primer triunfo en un encuentro oficial en la historia de este seleccionado, que fue en 2004 ante Macedonia por 1-0, a 800 metros de donde quebró otra racha 15 años después. Ese partido por las Eliminatorias para el mundial de Alemania 2006 se disputó en el Estadio Comunal que está a metros del nuevo estadio que se terminó en 2014. Allí hacía las veces de local. Era un reducto para 1300 espectadores, pero en ese encuentro sólo había cerca de 200 hinchas que fueron testigos privilegiados de una página dorada en el fútbol de este país.

Sin embargo, Álvarez también probó las mieles de la frustración absoluta siendo titular en la peor goleada que sufrió la Selección en toda su historia, cuando perdió 8-1 frente a República Checa, al año siguiente por las mismas Eliminatorias. Además de las dos selecciones mencionadas, compartió grupo con Países Bajos, Rumania, Finlandia y Armenia. Finalizó último con 5 puntos producto de dos empates y esa única victoria.

Ya desde el otro lado de la línea de cal, su equipo rompió una racha de 13 años sin triunfos en la victoria ante San Marino por 2-0 en un amistoso el 22 de marzo de 2017. Cortó una racha de 86 partidos sin ganar (80 derrotas y seis empates) frente a un rival que había llegado a 75 encuentros sin conocer la victoria y en el presente sigue acumulando frustraciones tras llegar a los 97 enfrentamientos sin ganar. Ese mismo año fue el único en toda su historia que ganó otro partido en un año calendario, fue el segundo de manera oficial y el más importante por la relevancia del rival. La víctima fue Hungría y el resultado fue por un escueto 1-0 con gol de Marc Rebés en el Estadio Nacional el 9 de junio por las Eliminatorias al Mundial de Rusia que se iba a disputar al año siguiente.

A este gran momento del equipo le siguió un arranque aún mejor cuando el 21 de marzo del 2018 ganaron un amistoso 1-0 a Liechtenstein. Pero esa seguidilla de triunfos era algo inusual para un equipo que se crió desde sus inicios con la derrota en sus narices. Ahora, es el propio Vales que lo deja en claro en una entrevista que dio en la previa al debut por la Liga de Naciones Europea, en lo que fue empate sin goles frente a Letonia. “Lo normal es perder”, dijo en diálogo con MarcadorInt, consciente de la jerarquía de los rivales a los que debía enfrentar y fijó como una prioridad empezar a lograr triunfos fuera de casa. Cuatro de las seis victorias habían sido de local. El encuentro ante San Marino se había disputado en Roma y contra Liechtenstein en España.

En ese torneo, Andorra participó por la Liga D, última en importancia, y conformó el grupo D1 con Georgia, Kazajistán y Letonia. Finalizó en la última ubicación con cuatro puntos producto de cuatro empates y dos derrotas, misma cantidad de unidades que Letonia, pero con peor diferencia de gol (-4 a -7).

Vales jugó cada uno de esos seis partidos desde el arranque en una posición distinta de la que juega en Noruega. El jugador de Sandefjord, equipo de la segunda división de ese país, se desempeña como zaguero central, pero con la camiseta nacional se adelanta unos metros y es una pieza fija del mediocampo que siempre para Álvarez en la cancha. Jugó en la Selección sub-17, sub-19 y sub 21, pero recién en su partido número 64 con la Mayor convirtió su primer gol con esta camiseta.

Tres días después del triunfo, Andorra volvió a ser protagonista de una derrota por 2-0 frente a Islandia -15 puntos-, equipo que pelea una plaza a la próxima Eurocopa con Francia y Turquía -ambos con 19 unidades-. Albania -12 puntos- completa el grupo junto a Moldavia con tres puntos, que esta última en el grupo H. La misma cantidad tiene Andorra, pero con mejor diferencia de gol (-15 a -20). Sin posibilidades de clasificar a la Eurocopa y con un solo gol a favor, jugará contra Albania de visitante y podría ser juez directo de la clasificación a la Euro cuando enfrente a Turquía. Sin nada que perder, este equipo irá en búsqueda de tirar por la borda la lógica en el fútbol e intentará seguir con su anormalidad.

Ese 0,01% que cambió la historia de un club y de todo el fútbol japonés

Por Marcos Cressi

Kashima Antlers es uno de los equipos más importantes del fútbol japonés luego de lograr ocho J. League, cinco Copa del Emperador, seis Copa de la Liga, seis Supercopa de Japón, dos Suruga Bank y una AFC Champions League, convirtiéndolo en uno de los clubes más consagrados en el país nipón. Pero antes del profesionalismo tuvo que pasar por varias complicaciones para llegar a lo que es en la actualidad.

El club fue creado en Osaka en 1945 por la empresa metalúrgica Sumimoto Metal, y en 1975 se trasladó a Kashima, una pequeña ciudad costera ubicada en la Prefectura de Ibaraki y donde todavía reside el club actualmente. Durante el amateurismo del fútbol nipón, el equipo solo participó tres temporadas en la Primera División (en 1985, 1987/88 y en 1988/89). En aquella época, los jugadores de la institución eran los propios trabajadores de la compañía.

En 1991 la Asociación de Fútbol de Japón (JFA, sus siglas en inglés) aprobó la creación de la J. League, la primera liga profesional de fútbol masculino. A partir de esto, el Sumimoto Metal S.C solicitó su aprobación para profesionalizar la institución, pero Saburo Kawabuchi, primer presidente del torneo, declaró que era 99,99% imposible que el Kashima se uniera a la J.League, ya que no cumplían con los tres requisitos para acceder a la primera temporada de la competición: tener una sede en una ciudad, un estadio con una capacidad de 15 mil personas, y contar con el apoyo del gobierno local y dejar de lado toda referencia de la empresa.

Pese a la desalentadora declaración de Kawabuchi, el club, que en aquel momento jugaba en la segunda división, llevó a cabo dos inversiones arriesgadas para lograr unirse al primer torneo profesional. Primero, en la temporada 1991/1992, contrató al histórico jugador brasilero Zico, que contribuyó para que el club ocupará el segundo puesto en esa temporada, y por último construir su propio estadio: el Kashima Soccer Stadium, que actualmente tiene una capacidad para más de 40.000 personas y donde se jugaron tres partidos del Mundial 2002, entre ellos la victoria por 1-0 de la Selección Argentina de Marcelo Bielsa ante Nigeria. Además, en 1992, luego de ser aceptado para unirse a la J. League, cambió su nombre a Kashima Antlers.

La llegada de Zico al club de la ciudad de Kashima marcó un antes y un después en su historia. Su arribó al equipo fue la principal razón por la que la institución se unió a la primera temporada de la J. League en 1993. El Pele Blanco, como era conocido el legendario mediocampista, atrajo a varias futbolistas y entrenadores brasileños al conjunto japonés y, luego de su interinato como director técnico, recomendó a Toninho Cerezo como su reemplazo, que terminó siendo un éxito al convertirse en el entrenador más ganador del equipo, con seis títulos. Por estas razones, el ex futbolista del Flamengo tiene una estatua en su honor en los alrededores del Kashima Soccer Stadium. Además, desde el año pasado, trabaja en la dirección deportiva del equipo.

En su primera temporada en la J. League logró ganar la primera fase del torneo, pero perdió la final por un global de 3-1 con el Verdy Kawasaki de Kazuyoshi Miura. Su primer título de liga lo consiguió en 1996 y al año siguiente se consagró campeón de la Copa del Emperador, la Copa de la Liga y la Supercopa de Japón. Además, en 2000 se transformó en el primer equipo en lograr el triplete domestico luego de salir campeón en la J. League, Copa del Emperador y de la J. League Cup.

En el plano internacional, el club de la prefectura de Ibaraki cuenta con dos Suruga Bank luego de vencer, en 2012, a la U de Chile de Jorge Sampaoli por 7-6 en los penales y al año siguiente al Sao Paulo por 3-2 en los 90 minutos. El año pasado logró consagrarse campeón por primera vez de la AFC Champions League luego de derrotar al Persépolis de Irán con un global de 2-0, y dos años antes, luego de golear 3-0 a Atlético Nacional de Medellín en semifinales, se convirtió en el primer equipo asiático en disputar la final del Mundial de Clubes, que perdió por 4-2 con el Real Madrid en tiempo suplementario.

Ser feliz es ser perro

Por Iván Lorenz y Joaquín Méndez

-Ey, mirá. Mirá esos perros con la pelota.

-¿Qué hacen?

-No lo sé, están re locos, mirá cómo corren.

-¿Locos? ¿Por qué?

-¿Acaso dos perros no pueden carecer de cordura?¿Quién está realmente loco? ¿Nosotros que vemos a los canes o los canes que nos bailan a nosotros?

Los estamos observando. Todos los podemos visualizar. Corren y corren, se persiguen en busca de lo mismo: la pelota. Uno es blanco, pelo enrulado. El otro es negro, lacio su cabello. Tienen la misma estatura y hasta se desplazan parecido por el pasto. Se emocionan y jadean con la lengua afuera cada vez que sienten el objeto redondo, su amada. No hay otra cosa más importante que poder conservarla, se cuidan porque juegan, se cuidan porque es justo.

En el campo, ellos son y están siendo. Mutan, se transforman, metamorfosean. Son distintos, ¿acaso no todos lo somos? Pero tienen otra particularidad. Hay más perros por ahí que corren, jadean y mueven la cola. Ellos juegan solos, manejan otros tiempos. Su tiempo y el de los demás. ¿Cómo no ser capaces de eso? ¿Hay algo más real e intenso que su entusiasmo por jugar con el balón juntos? O, más llamativo aún, ¿hay algo más real e intenso que la dilatación de sus pupilas cuando el otro tiene la pelota bajo su patita? Se encuentran en un salto con un choque de hocicos, sus patas posan en sus hombros, como si les fuésemos a sacar una foto. Se equivocan, disparamos con los párpados para congelar esa bella imagen, el juego en estado puro, en alguna parte de nuestro cerebro. Algunos ilusos los quieren separar, no entienden que dos pelajes distintos se abracen y compartan la felicidad.

¿Felicidad? ¿Qué van a entender ellos y qué vamos a entender de felicidad nosotros si nunca compartimos la rebeldía de querer al que nos impusieron odiar? ¿De qué felicidad nos hablan si no aprendimos a cuestionar nuestro andar como aquellos dos perros? ¿Qué es ser feliz? Ser feliz es ser perro. Perro de verdad eh, con pasión, con la virtud de poder disfrutar al que tenemos en frente, al de la otra vereda, al del otro barrio. Ser perro es ser feliz cuando festejamos un nuevo escape en diagonal del otro, es reconocer su habilidad y aún así, seguir compitiendo para poder mejorar. Mejorarnos. Definimos las cosas que son por lo que no son, pero esta tarde, viendo a esos dos, nos dimos cuenta al unísono que ser feliz era ser como aquellos perros. Como no tenían nombre pero por alguna razón los conocíamos, les pusimos Pablo Aimar y Juan Román Riquelme. Y seguimos observando, porque da gusto.

El de rulos se alejó un poco, el de pelo lacio y corto estaba quieto, miraba. Una, dos, tres ramitas movió el blanquito hasta armar un arquito. Atónitos nosotros dos. Hacemos zoom con los ojos, observamos bien. En el pelaje, el que se prepara para patear tiene dibujado un 8. El otro, un 10. Eso, sí. No tan nítido, pero se ve. Se para de diestro el morocho. Los dos con la lengua afuera. Aimar espera cerca del arquito. Ladra. Riquelme corre y ¡Pum! Ángulo. Ahora ambos ladran. Los perros que los rodean son amarillos. Los poquitos que se parecen a ellos dos, que suponemos que son de su equipo, no tienen mucho para hacer. Todavía están abrazados, jadean y sonríen. Trotando acomodan el arco, porque la pelota le dio un besito al travesaño.

Ahora cambian los roles. Riquelme se paró atrás de Aimar. El 10 se para como para tirar un penal. Con cuidado, puede desarmar el arco de palitos. El morocho ladra y el de rulos ¡Pum! Ángulo. Pero al otro. Y también arriba, bien, bien arriba. El sol sale con fuerza, también quiere mirar. Ilumina las chapitas de los collares de ambos, son blanquicelestes. Nos acordamos: uno era de River y el otro de Boca, pero encontraron su lugar para disfrutar juntos. ¿Por qué dos perros que se quieren tanto no pueden disfrutar juntos?¿Por qué motivo se los tildaría de enemigos y opuestos si pueden hacer cosas tan bonitas de a dos?

Ya con el sol también de espectador, los dos perros dejan la pelota parada y arman un escenario propicio para combinar habilidades. Los canes amarillos se movieron acorde a la música de los ladridos del 8 y el 10, directores de orquesta. Aimar se abrió a la derecha, Riquelme se quedó en el medio para hacer quilombo. La línea de defensores se distribuía como cualquier línea de cuatro. Los laterales un poco más adelantados. El perro con pelo enrulado tenía dos oponentes, el lateral y el central izquierdo. Al de pelo lacio, uno ya le mira la cola que se mueve de felicidad. Le toca la pelota a otro parecido a ellos, de los que no eran amarillos. Este estaba delante del defensor central derecho, pero no es un perro. Salta a la derecha, salta a la izquierda, su movimiento es desprolijo, aunque le sobra elegancia. Ahora sí, se acerca a jugar. No sólo hay canes, también hay un conejo que con alegría rebota para el 8, que acelera para hacer magia. ¡Tac! La pelota va dando saltitos, tan rápida y precisa como para hacer que la oposición de Aimar no sepa si cortar el pase o ir a marcar la diagonal bellísima que vio Riquelme. Ya se filtró y ni siquiera había arrancado su carrera.

Los perros no saben qué hacer. El conejo mira mientras da un saltito. Entonces Aimar ladra y va a buscar. Corre, corre, corre. Pero corre, a diferencia del resto de los mortales y los canes, sabiendo que va a llegar. Obvio, se la sirvieron justa. Estos dos bichos, tan particulares, tan únicos, manejan el juego porque aprendieron a jugar con el tiempo. En un mundo donde nos enseñan a correr, nos enseñaron que no hace falta llegar primero porque se puede llegar mejor. Riquelme ya sabe cómo va a terminar la cosa. Nosotros también. Ya lo vimos y lo dijimos: los conocíamos a estos dos. Aquel junio del 2000, los venezolanos no pudieron contener a estos monstruos, futbolistas, perros.

Aimar llega antes que el resto de los perros y ¡Tac! Con su patita derecha, de cachetada, rápido y sutil, la pone abajo del arquito de palitos. Ladra, se para en sus dos patas y con la mano lo manda a cagar a Riquelme, hace un rulito y lo mira con cara de que se deje de joder, porque no puede ser, porque así de fácil no existe, porque le saca todo el mérito, porque lo admira. Y porque se admiran, el perro de rulos casi que ignora al otro que le viene a chupar la cara y se va a jadear con el otro, el que entiende tanto como entiende él.

Nosotros miramos y los dos se paran. Vaya sorpresa, ¿no? Vienen hacia nosotros, caminan en dos patas. Se acercan, cada vez más. Ahora ellos nos miran. Aimar ladra primero: “Esto es nuestro”. Riquelme se suma: “Cuidémoslo”. Sonríen, jadean y nos dan la pelota. Tenemos miedo a equivocarnos, vaya responsabilidad nos echaron encima, la de jugar y buscar ser felices por un rato. El reto de cuidarnos, de recordar el juego por el juego, la inocencia de bailar. Y, con ese gesto, la provocación del pase, nos invitaron a que como estos perros, el 10 y el 8, el blanco de rulos y el morocho de pelo lacio, nos animemos a dejar de correr, hacer una pausa y vivir lento, para disfrutar de esta vida. Para que aprendamos a disfrutarnos.

Buscamos ser con el otro, pero no es sencillo. ¿Cómo desnaturalizar la rivalidad que desde pequeños nos impusieron? Queremos jugar con la pausa necesaria para ver todo un poquito más claro, para hacer de un pase, una sonrisa, un guiño al gol, como estos perros.

Caminamos en otra dirección. Nos fuimos y nos miramos. Mateamos mientras pensamos en esos perros, que no sólo obviaron sus diferencias, sino que además incorporaron a un conejo. Intentamos hacer el mejor mate, porque el verde espumoso nos ayuda a pertenecer.

Hacemos una pausa y detenemos la caminata. A nuestra derecha, hay una cancha con arcos de palito como los que armó el perro blanco. Atrás, un banquito con dos chicos que observan una foto. Uno tiene la camiseta de Boca, el otro, la de River. La contemplan fijamente. Nos dio curiosidad, intriga. ¿Qué apreciaban con tanto detenimiento? Nos acercamos y los vimos. Riquelme con una camiseta azul y oro abraza a Aimar, que lleva la banda roja. Ahí, congelados para siempre en un abrazo eterno, ladrando felices por amor a la vida. Por amor al fútbol.

Un clásico, seis goles y un solo abrazo en La Plata

Por Iván Labriola

El fútbol femenino platense tuvo ayer un partido transcendental e histórico : por la quinta fecha del Torneo de Primera División de AFA, se jugó en el Juan Carmelo Zerillo el primer clásico de la era profesional, en el que Pinchas y Triperas se volvieron a enfrentar luego de 12 años. El resultado final fue un 3 a 3.

Desde el mediodía, se comenzó a palpitar el encuentro. El Paseo del Bosque empezó a teñirse de azul y blanco, a la vez que los puestos de comida se instalaron, y se empezaron a aglomerar, sobre todo, grupos de adolescentes y familias.

La entrada fue organizada, con poca presencia policial, sin la necesidad de cacheos. Una vez dentro de la cancha, se pudo ver parte del público con el termo y el mate, algo impensado en el ámbito del fútbol masculino hoy por hoy, tan atravesado por la violencia. Y es que la gente entendió que asistió a eso, un espectáculo deportivo familiar.

Pese a jugarse un día de semana en horario laboral (15.10 horas), tanto la platea como la tribuna habilitadas sólo para la parcialidad local, empezaron a colmarse poco a poco y terminaron por llenarse cuando el partido ya atravesaba la mitad del primer tiempo. Esto fue destacado por el director técnico de Gimnasia, Mauro Córdoba, quien en la conferencia de prensa post partido declaró que “el futbol femenino no va a parar, va a seguir creciendo, el hincha hoy lo demostró”.

Cerca de las 15, cuando las protagonistas comenzaron a aparecer en el terreno de juego, llovieron los papelitos, empezaron los clásicos cánticos y se escucharon varias bombas de estruendo: la fiesta estaba en las tribunas y a punto de comenzar en la cancha.

A los 5 minutos del primer tiempo, Diana Chiclana de palomita marcó para Gimnasia el 1 a 0, que a su vez la convierte en la primera jugadora en hacer un gol en un clásico en la era profesional. Mientras que Julieta Lema a los 18′ (con un golazo al ángulo) y Agustina Maturano en contra luego de un mal despeje a los 43′, dejaron 2 a 1 a Estudiantes al finalizar el primer tiempo.

Ya durante la segunda parte, y luego de una contra, Florencia Sánchez anotó el empate transitorio a los 11 minutos. Pero 3 minutos después, de nuevo Julieta Lema con un bochazo al que le dio sin ángulo y se clavó al segundo palo, puso en ventaja 3 a 2 a las Pinchas.

Cerca del final, Marilyn Esquivel -de penal- convirtió para las Triperas lo que fue el empate que se mantuvo en el marcador.

Fue un encuentro  en el que sobraron “caños” y “sombreritos”, pero también entrega, y la gente lo agradeció con aplausos al sonar el pitido final.

Antes de retirarse rumbo a los vestuarios, hubo un saludo muy afectuoso entre todas las jugadoras. Muchas han vestido ambas camisetas, o se conocen de otros clubes. Como había declarado en la previa Ana Rolón, la arquera de Gimnasia: ” La lucha es otra, por fuera de la rivalidad, seguimos peleando todas juntas”.

Las pibas, hace rato, saben que llevan en los botines revolución.

 

 

Fotos: @estrategasff/@hernan_sadoski_/@femeninocge  y @edelpfutbolfem

Sebastián Vidal: fútbol y militancia

Por Leandro Barraza

Sebastián Vidal es un futbolista de 30 años del Club Atlético Excursionistas, con pasado en Boca Juniors, Unión de Santa Fe y Patronato, entre otros. Tiene un título terciario de comunicación y actualmente cursa la carrera de economía. Milita políticamente desde los 18 años y es el impulsor de un movimiento que involucra a varios protagonistas ligados al fútbol basado en mostrar un apoyo público a la fórmula Fernández-Fernández de cara a las próximas elecciones presidenciales de octubre.

En su domicilio -y entre mate y mate- dialogó con El Equipo sobre fútbol, política y militancia.

-¿De dónde surge esta idea? ¿Desde cuándo tenías pensado llevarla a cabo?

-La militancia política en lo personal viene de hace muchos años, pero la idea puntual de hacer algo desde el mundo del fútbol fue algo que surgió muy sobre la hora. Yo estaba el lunes (de la semana de las elecciones) mirando un programa político en donde estaban hablando de una solicitada de intelectuales que habían salido a apoyar a (el Presidente, Mauricio) Macri y que en respuesta de eso había salido una solicitada de intelectuales bancando la fórmula de Fernández-Fernández, y de ahí mismo se me ocurrió que podría ser bueno generar un apoyo desde un colectivo de futbolistas. El martes hablé con algunos jugadores y después apareció la posibilidad de sumar a las mujeres, fue algo que pasó muy rápido porque ese mismo viernes empezaba la veda, así que lo sacamos el miércoles para que el jueves tuviera repercusión mediática.

-Y no sólo de futbolistas, también se sumaron entrenadores y otras personalidades del ámbito…

-Sí, en un principio se me ocurrió un esqueleto, pero a medida que fui hablando con algunos fueron aportando ideas tales como contactar a las pibas del femenino, hablar con Maca (Sánchez) que terminó trayendo a un montón de las chicas, después uno de los chicos dijo: “El profe Signorini puede bancar, convoquemos técnicos también”. Y así fue creciendo, en un par de días tuvo muchísima repercusión y la gente que se fue adhiriendo se fue sumando exponencialmente.

-¿Fuiste vos a buscar las firmas o fueron llegando a medida que se daba a conocer el movimiento?

-Al inicio contacté a algunas personas que yo sabía que se iban a sumar, gente que había conocido a través de mi carrera, con las que había compartido planteles. De ahí empezamos con una cadena de “che hablá vos con los que hayas compartido plantel y creas que pueda bancar esta idea, y a su vez decíle a ese que piense con quién había jugado que se podría sumar”, y así se fue masificando. Después sí comenzó a pasar que nos empezaron a escribir a nuestras redes personales para sumarse. Teníamos una disyuntiva entre querer que se difundiera en el colectivo de futbolistas, pero a la vez no queríamos que se hiciese público hasta que lo publicáramos oficialmente para que tenga impacto, así que estuvimos un poco jugando con esa cuestión. Finalmente salió bastante bien en términos comunicacionales.

-¿La idea se centra más en un desacuerdo con el gobierno de Macri o en apoyar a la fórmula Fernández-Fernández?

-Hay un poco de las dos, algunos tendrán una confianza mucho más fundada estrictamente con la fórmula y otros/as verán que es una alternativa posible a algo con lo que están seguros de que están en desacuerdo y piensan que es nocivo para el país, creo que hay una combinación de ambas. Yo particularmente fui militante del kirchnerismo durante los últimos siete años y creo fehacientemente que esta fórmula puede mejorar drásticamente lo que fueron los últimos cuatro años, pero no puedo hablar de una homogeneidad ideológica dentro de todos y todas las que firmaron, por eso el documento lo escribí bastante amplio y sin muchas precisiones ideológicas para que sea más genérico. Lo que sí te puedo asegurar es que coincidimos en que pensamos que el gobierno de Macri fue muy malo y creemos que esa propuesta (la de la fórmula Fernández-Fernández) puede ser mejor.

-Antes de las PASO se registró que superaron las 150 firmas, ¿cómo están de números ahora?

-Más que lo que podamos tener en concreto, marcamos objetivos. Tuvimos la posibilidad de juntarnos para tratar de proyectar algunas cuestiones y marcamos la propuesta de duplicar las firmas en los días previos a las elecciones de octubre para hacer una nueva solicitada con algunas definiciones más específicas de nuestro espacio, del tema del fútbol, de nuestras problemáticas y de por qué creemos que con este gobierno es imposible saldarlas y con la posibilidad del gobierno de Cristina y Alberto podemos estar un poco más cerca.

-¿Esperabas juntar tantas adhesiones?

-El primero con el que hablé cuando empezó todo fue Leo Di Lorenzo (jugador de Temperley) que es amigo mío y dijimos “che si juntamos 50 estamos hechos” y terminamos llegando a las 150. Ahora nos propusimos 300 pero quizás sean más.

-Maca Sánchez contó en su momento que quisieron sumar a Diego

-Si, nos parece importante porque Diego (por Maradona) es la figura máxima en el fútbol argentino y sabemos que él viene tomando definiciones públicas con respecto a estos consensos básicos de que el gobierno de Macri fue muy malo en estos últimos cuatro años y que la propuesta de Alberto y Cristina puede ser superadora. Hicimos algunos intentos para contactarlo, pero tuvimos poco tiempo teniendo en cuenta que empezamos el martes a la mañana y el miércoles a la tarda ya lo queríamos sacar. Igualmente tengo la expectativa de que para mediados de octubre esté presente su firma en alguna de las movidas que hagamos.

-¿El movimiento va a seguir con otro enfoque luego de las elecciones?

-Sí, por ahí no va a depender solamente de mi voluntad, sino de la de todos y todas los que venimos participando. De acá a las elecciones de octubre plantamos una postura muy explícita y lo vamos a sostener porque estamos convencidos y convencidas de que es lo mejor para el fútbol en particular y para el país en general. En lo personal me parecería importante que luego de las elecciones el espacio pueda continuar por ahí sí con otra forma, con causas, con objetivos y con lineamientos políticos, pero en este sentido no tanto políticos partidario sino atendiendo algunas demandas del mundo del fútbol.

-¿Cuáles son esas demandas del mundo del fútbol que mencionás?

-En las distintas reuniones hemos charlado de tratar a futuro temas como situaciones que pasan las pibas en los planteles femeninos, los machismos que ocurren dentro de los planteles masculinos, situaciones medio precarizadas en los contratos de los futbolistas del ascenso. También cuestiones que se trabajan en la Coordinadora de hinchas sobre cómo trata las fuerzas policiales a la gente que va a la cancha o los operativos ineficientes para la entrada al estadio que hacen entrar a miles de personas de a uno por un espacio reducido. En definitiva, un conjunto de demandas que rodean al fútbol que quizás no tengan que ver con lo partidario pero que creo que es importante que como colectivo lo podamos seguir afrontando, siempre y cuando exista la voluntad de todas y todos los que formamos parte.

¿Hubo algo en particular que generó descontento con el gobierno de Macri en cuanto al ámbito futbolístico?

-Sí, uno de los puntos fundamentales por lo cual nos parece que Macri no debe continuar fue que en su momento intentaron impulsar el proyecto de las sociedades anónimas deportivas. No se llegó a implementar, pero sí instalaron el debate y nosotros estamos convencidos de que los clubes no deben ser sociedades anónimas, sino que se deben regir por otras lógicas más vinculadas con lo social y no estrictamente con lo mercantil.

La solicitada de los futbolistas en apoyo a la fórmula del Frente de Todos

Algunos firmantes: Leonardo Di Lorenzo, Juan Cruz Komar, Macarena Sánchez, Nahuel Patón Guzmán, Pedro Troglio, Fernando Signorini, Rocío Díaz, Héctor Adolfo Negro Enrique, Raúl Pacha Cardozo, Patricio González King, Rodrigo Alonso, Ignacio Bogino, Gerónimo Tomasetti, Luis Ardente y Marcos Gelabert, entre otros.

Florencia Sánchez: “Mis alumnas me decían que la idea de jugar con un palo les parecía violenta”

Por Mariana Maydana Rodriguez

Florencia Sánchez se fue a Bolivia cuando aún no se conocía al hockey en las escuelas donde trabajaba en La Paz y además utilizó la actividad como medio para ayudar a mujeres de bajos recursos que no tenían acceso a la educación.

-Cuando eras chica te fuiste a vivir sola al exterior… ¿Porqué Bolivia?

-Sí, yo quería ayudar a las personas, dedicarme a un proyecto educativo, siempre me movió la ayuda por los demás, y elegí Bolivia porque sentía era un lugar con mucha necesidad, aunque no lo conocía de antes.

-¿Cuáles eran tus expectativas?

-Mi idea era dar un taller de hockey en un colegio y a su vez jugar en un equipo, pero cuando llegué allá me encontré con que… ¡No existía el hockey! (Risas).

-¿Cómo hiciste para proponerlo?

-Al principio, fue muy difícil, primero tuve que resignar jugar y después dedicarme de lleno al proyecto. Empecé atrabajar en un taller y mis alumnas me decían que la idea de jugar con un palo les parecía violenta.

-Me imagino, algo totalmente nuevo para ellas.

-Sí, y fueron años, pero valió la pena. Con el tiempo conocí otra chica argentina que también jugaba hockey, ella me ayudó a llevar materiales desde acá y con apoyo de clubes y otras entidades fuimos creciendo.

-¿Cómo continuó el proyecto?

-Empezamos a organizar torneos en los que a veces hacía de árbitro, entrenadora, o ayudante en general. Además con el tiempo también pedí prestado un espacio en el colegio que trabajaba y una vez a la semana daba talleres de hockey, alfabetización y computación a mujeres con bajos recursos de zonas periféricas de La Paz.

-La verdad emociona tu pasión, visión y valores para con este deporte…

-Gracias… Pienso que el deporte, la lectura, escritura y todo tipo de educación son herramientas fundamentales para la inclusión en la sociedad. Las chicas que ayudaba no tenían ni siquiera la posibilidad de asistir a una escuela.

-¿Cómo tomaste la decisión devolver después de todo eso?

-(Piensa)Fue muy duro, pero tenía que hacerlo, mis próximos objetivos ya estaban acá y justamente elegí la Ciudad de Buenos Aires porque quiero hacer lo mismo que hice allá pero en otro contexto, en villas o cárceles tal vez… ¡Y jugando yo también en otro equipo!

-Una vez instalada en Buenos Aires, ¿Cómo llegaste a San Telmo?

-Buscando clubes cerca de casa… ¡Por Instagram! La verdades que hoy lo vuelvo a elegir, ya es como mi familia, vine acá a sumar; al principio me costó mucho reincorporarme física y técnicamente después de 13 años sin jugar, pero hoy ya estoy adaptada.

-¿Cómo es tu día a día actualmente, tus actividades… ¿Qué resignas para entrenar?

-Trabajo por la mañana en un colegio de La Plata dando clases de hockey, a la tarde estudio Psicomotricidad y a la noche entreno… ¿Qué resigno? ¡Horas de sueño! Incluso llego muchas veces cansada a entrenar, pero cuando tengo el palo en la mano, me motivo.

-Respecto a esto que me contás y con una rutina tan cargada… ¿Qué opinas de la profesionalización de los deportes?

-¡Qué tema! El hockey justamente tiene la particularidad de que sus materiales para practicarlo son muy caros (un buen palo está más de siete mil pesos y ni hablar de los botines), jugar este deporte es casi una inversión (¡Ja!).Pero así como tiene la desventaja de que a veces estás cansada o no llegás a fin de mes, para mí, que este juego no esté manchado con la plata te ayuda a valorarlo por lo lindo que es jugarlo, y no por cuánto ganás.

Un trabajo de compromiso, respeto y pertenencia

Por Fabrizio Ramos

En julio de 2017, Hermes Desio y Juan Sebastián Verón comenzaron un proyecto en el seleccionado argentino juvenil con el fin de recuperar las viejas esencias que supieron construir José Pekerman y Hugo Tocalli. El exfutbolista nacido en Corral de Bustos se quedó con el puesto de Coordinador General de las juveniles de la albiceleste y hoy siente orgullo por todo lo que se está logrando. Un trabajo de compromiso, respeto y pertenencia.

Cuando Desio menciona el hecho de trabajar con chicos, piensa en futuro. Pero no sólo de posibles futbolistas de Primera División, sino también de aquellos que pueden quedar en el camino. “Trabajamos con valores básicos para la vida de cada uno de nosotros: respeto y ser agradecido. Los chicos que llegan a la Selección con 14 o 15 años saben lo que intentamos transmitirles desde el primer día y los resultados están a la vista. Además, ayudan en cada tarea en el Predio de Ezeiza o en cualquier hotel que la delegación se encuentre. Saben que el mensaje primordial es ese”, cuenta el Coordinador de Juveniles.

No es casualidad que las caras visibles del proyecto formado a mitad del 2017 sean Diego Placente, entrenador de la sub-15, y Pablo Aimar, cumpliendo el mismo rol en la sub-17, ambos exintegrantes de la Selección nacional. “Cuando se presentó el proyecto tuvimos que elegir entre varias carpetas de entrenadores. No buscábamos sólo personas capacitadas, sino que también debían contar con una parte humana diferente. Los perfiles de Placente y Aimar coincidían con lo que pretendíamos. Hoy, dos años después, puedo decir que tan equivocado no estaba”, remarca Desio, y prosigue: “Hay mucha gente que hace un trabajo silencioso que es, incluso, más importante que el de los entrenadores. Contamos con un equipo de personas muy amplio y todos cumplen una función importantísima”.

El crecimiento de los futbolistas juveniles en este último tiempo marca la diferencia con respecto al trabajo realizado en años anteriores. Para el cordobés, el desarrollo de los futbolistas es gracias a los entrenamientos que se hacen semana tras semana en Ezeiza para que cada jugador crezca con un sentido de pertenencia por la Selección argentina.

El futuro de La Albiceleste parece ir encaminado a lo que fueron aquellos años de José Pekerman y Hugo Tocalli, el punto más alto en desarrollo de las categorías menores y la preparación para la mayor. “Hay muy buenos jugadores y estamos trabajando para que el día de mañana muchos puedan disputar partidos con la camiseta argentina. Sería interesante que se puedan agregar categorías de inferiores sub-14 o sub-16 para que haya una base de 70 partidos antes del debut. Tenemos que seguir trabajando en la formación e intentar inculcarles a los chicos la importancia del respeto”, finaliza Desio.

 

FICHA TÉCNICA

Hermes Desio nació en Corral de Bustos, Córdoba, en 1970. Fue integrante de las categorías inferiores de Estudiantes de La Plata y pasó por el Club Renato Cesarini, de Rosario. Con este último fue sparring de la Selección argentina en el Mundial de Italia 1990.

“Maradona jugaba en el medio y yo lo marcaba. Tenía el tobillo a la miseria, no podía calzarse. Las veces que pensé: ‘lo toco y me matan’. Un día se aparecieron él y Ruggeri con una bolsa de ropa de regalo para los pibes que habíamos ido”, contó en una entrevista con Cristian Grosso, periodista de La Nación.

Un año antes, en 1989, había debutado con Independiente en un clásico frente a Racing, reemplazando a Ricardo Bochini. Con el rojo de Avellaneda fue campeón en 1994 y disputó más de 100 partidos.

Se mudó a España y pasó por Celta de Vigo, UD Salamanca y Deportivo Alavés, equipo con el que disputó la final de la Copa de la UEFA frente al Liverpool de Inglaterra.

Con 477 partidos y 9 goles se retiró de la actividad y regresó al país. Fue ayudante de campo de Arsenal de Sarandí, retomó a Estudiantes de La Plata y pasó de entrenar a la reserva a coordinar las inferiores del Pincha hasta 2017.

Welwitschias, la independencia y representación de Namibia

Por Juan Peyret

Namibia es uno de los países más jóvenes del mundo, ya que logró su independencia recién en 1990, tras la presión local e internacional sobre el Apartheid sudafricano, nombrando su primer presidente. Su cultura es una mezcla de tribus africanas con descendientes alemanes y musulmanes, en un menor nivel. Es un país casi en pleno desierto en el cual viven dos millones de personas, pero esto no implicó que no practicaran un deporte y participar de torneos importantes a nivel global.

El equipo de rugby de esta nación lleva el nombre de Welwitschias por la planta welwitschia que aparece únicamente en las costas del Atlántico de Namibia y Angola. Lo curioso, es que este plantel existe desde antes de la independencia de Namibia y participaba en las ligas sudafricanas. Originalmente, se llamaba Namibia Kudusy y jugó la Copa Vodacom de 1998. En 2000, cambió a su actual identidad.

Weltwischias lo podemos considerar como un equipo irregular, ya que en más de una ocasión este club no ha competido en la liga sudafricana. En 1998, estuvo en la Vodacom, pero no al siguiente. Lo llamativo es que fue a jugar el Mundial de Rugby al año siguiente en Gales, representando a su país.

En 2000 y 2001, retomó la actividad y volvió a desaparecer de estos torneos por ocho años y, aún así, disputó todos los campeonatos del mundo que se jugaron hasta hoy, pero nunca lograron pasar la 1° fase. En 2015, el club dirigido por el galés Phil Davies retornó a la Copa Vodacom para prepararse para el Mundial y en 2016 se sumó a la Copa Currie de Sudáfrica.

De los 31 jugadores citados por Phil Davies, 20 son de los Welwitschias. Los 11 restantes son cuatro de la liga de Sudáfrica, otros cuatro de la francesa, el rugbier Janco Venter del conjunto inglés Jersey Reds, Helarius Kisting del Baia More Rumano y Johan Greyling del Ospreys galés.

Los rugbiers más reconocidos oriundos de Namibia son Jan Ellis y Percy Montgomery, que representaron a la selección de Sudáfrica. Ellis, conocido por ser uno de los jugadores más temperamentales de las primeras selecciones sudafricanas, nació en el país de los Springbooks, pero se trasladó muy joven con su familia a la ciudad de Gobabis, cuando Namibia estaba bajo dominio sudafricano. Montgomery, namibio de sangre, es el máximo anotador de la nación vecina por 893 puntos y salió campeón del mundo en 2007.

Otros deportistas de renombre en este joven país son el único medallista olímpico nacional Frank Frederics y el pugilista Julius Indongo. Fredericks es un ex atleta que obtuvo dos medallas de plata tanto en Barcelona 1992 como Atlanta 1996 en los 100 y 200 metros, fue campeón mundial de Atletismo en Stuttgart 1993 y subcampeón en Tokio 1991, Gutemburgo 1995 y Atenas 1997. Indongo es un boxeador que fue campeón superligero del mundo de la OMB, AMB y FIB.

“En la caminata del penal se me hizo una película”

Por Elio Avalos

Javier Villarreal fue el protagonista de uno de los momentos más emblemáticos de la segunda semifinal que Boca disputó ante River en el 2004: fue el ejecutor del quinto penal que le permitió al xeneize clasificarse a la final en un Monumental colmado por hinchas de River.

-¿Cómo viviste aquella semifinal ante River en el 2004 y cómo vivís los cruces ahora?

-Se vivió con mucha tensión, pero lo disfruté bastante, pese a la presión. Hoy los vivo de otra manera porque ya no estoy adentro sino que afuera y son otras las expectativas que uno siente. No es lo mismo jugarlo que mirarlo.

-¿Los hinchas aún te recuerdan la definición? ¿Qué es lo que más te llevás como enseñanza de aquel partido?

-La gente siempre se acuerda y más en estas fechas que se juegan superclásicos, pero eso es tiempo pasado y el presente es diferente. A nosotros, los que jugamos esa definición, nos queda el consuelo de que pudimos eliminar a River, pero como hincha de Boca lo sufrimos porque hasta ahora nos ha resultado difícil volver a repetirlo.

-¿Fue un pedido tuyo patear el último penal o Bianchi te lo designó?

-Se lo pedí yo. Quise patear el quinto penal y Carlos (Bianchi) me dejó. Fue un gran desafío. Él estaba dando la lista y cuando va por el tercer pateador yo le dije que quería definir el último. Menos mal que salió todo bien (risas).

-En el momento de la definición ¿Había nervios o tranquilidad?

-Había mucha calma porque Carlos te daba demasiada seguridad y te transmitía confianza. Él se llevaba toda la responsabilidad y te quitaba peso. Por eso creo que los cinco pudimos convertir.

-¿Qué sensaciones tuviste en esa solitaria caminata cuando lo ibas a ejecutar? 

-Se me hizo toda una película. Mientras caminaba se me vinieron recuerdos de mi infancia hasta el momento actual. También fue una lucha mental, porque estás entre lo positivo y lo negativo, de que si lo vas a hacer o errar, que si todo va a salir bien o mal. Es como un combate mental sobre la fe y la duda, eso fue lo que a mí me sucedió desde la mitad de la cancha hasta el punto del penal donde fui a patear. Fue eso, primero un recordatorio o una imagen de toda mi vida y mi carrera, hasta caer en la oportunidad que me tocaba en ese momento, y a la vez también esa pelea de aprovechar o desperdiciar esa chance.

-¿Pudiste dormir aquella noche?

-Esa noche no pude dormir por la felicidad y la adrenalina que tenía en mi corazón. Fueron días de mucho estrés, presión y motivación que nos daba jugar una serie como esa, inclusive después de que pasó todo, tampoco pude descansar bien.

-Como espectador, ¿qué impresión te dejó el equipo de Alfaro en el partido de ida? 

-Fue un poco defensivo, le faltó más profundidad en ataque y asociaciones de tres cuartos en adelante. Boca sólo tuvo la del pibe (Capaldo). La sensación que me quedó es que va a ser difícil, pero hay que agarrarse de la historia y lo que representa el club para darlo vuelta.

-River nunca pudo ganar en La Bombonera por Copa Libertadores ¿Crees que Boca puede sacar provecho de la localía y revertir la serie?

-Las estadísticas son respetables, pero cada partido es diferente. Ningún jugador se tiene que confiar por los números, aunque eso debería darte fuerzas y una cierta tranquilidad. Toda racha se termina en algún momento. Nosotros con Bianchi estuvimos un largo tiempo ganándole a River y hoy nos toca sufrir.

-¿Te hubiese gustado jugar este partido de vuelta?

-¡Sí, seguro! Me hubiese encantado jugarlo. Son los partidos que más me gustan porque hay mucha presión. Aunque ya estuve en uno y hoy los trato de disfrutar.