jueves, abril 25, 2024

Ese 0,01% que cambió la historia de un club y de todo el fútbol japonés

Por Marcos Cressi

Kashima Antlers es uno de los equipos más importantes del fútbol japonés luego de lograr ocho J. League, cinco Copa del Emperador, seis Copa de la Liga, seis Supercopa de Japón, dos Suruga Bank y una AFC Champions League, convirtiéndolo en uno de los clubes más consagrados en el país nipón. Pero antes del profesionalismo tuvo que pasar por varias complicaciones para llegar a lo que es en la actualidad.

El club fue creado en Osaka en 1945 por la empresa metalúrgica Sumimoto Metal, y en 1975 se trasladó a Kashima, una pequeña ciudad costera ubicada en la Prefectura de Ibaraki y donde todavía reside el club actualmente. Durante el amateurismo del fútbol nipón, el equipo solo participó tres temporadas en la Primera División (en 1985, 1987/88 y en 1988/89). En aquella época, los jugadores de la institución eran los propios trabajadores de la compañía.

En 1991 la Asociación de Fútbol de Japón (JFA, sus siglas en inglés) aprobó la creación de la J. League, la primera liga profesional de fútbol masculino. A partir de esto, el Sumimoto Metal S.C solicitó su aprobación para profesionalizar la institución, pero Saburo Kawabuchi, primer presidente del torneo, declaró que era 99,99% imposible que el Kashima se uniera a la J.League, ya que no cumplían con los tres requisitos para acceder a la primera temporada de la competición: tener una sede en una ciudad, un estadio con una capacidad de 15 mil personas, y contar con el apoyo del gobierno local y dejar de lado toda referencia de la empresa.

Pese a la desalentadora declaración de Kawabuchi, el club, que en aquel momento jugaba en la segunda división, llevó a cabo dos inversiones arriesgadas para lograr unirse al primer torneo profesional. Primero, en la temporada 1991/1992, contrató al histórico jugador brasilero Zico, que contribuyó para que el club ocupará el segundo puesto en esa temporada, y por último construir su propio estadio: el Kashima Soccer Stadium, que actualmente tiene una capacidad para más de 40.000 personas y donde se jugaron tres partidos del Mundial 2002, entre ellos la victoria por 1-0 de la Selección Argentina de Marcelo Bielsa ante Nigeria. Además, en 1992, luego de ser aceptado para unirse a la J. League, cambió su nombre a Kashima Antlers.

La llegada de Zico al club de la ciudad de Kashima marcó un antes y un después en su historia. Su arribó al equipo fue la principal razón por la que la institución se unió a la primera temporada de la J. League en 1993. El Pele Blanco, como era conocido el legendario mediocampista, atrajo a varias futbolistas y entrenadores brasileños al conjunto japonés y, luego de su interinato como director técnico, recomendó a Toninho Cerezo como su reemplazo, que terminó siendo un éxito al convertirse en el entrenador más ganador del equipo, con seis títulos. Por estas razones, el ex futbolista del Flamengo tiene una estatua en su honor en los alrededores del Kashima Soccer Stadium. Además, desde el año pasado, trabaja en la dirección deportiva del equipo.

En su primera temporada en la J. League logró ganar la primera fase del torneo, pero perdió la final por un global de 3-1 con el Verdy Kawasaki de Kazuyoshi Miura. Su primer título de liga lo consiguió en 1996 y al año siguiente se consagró campeón de la Copa del Emperador, la Copa de la Liga y la Supercopa de Japón. Además, en 2000 se transformó en el primer equipo en lograr el triplete domestico luego de salir campeón en la J. League, Copa del Emperador y de la J. League Cup.

En el plano internacional, el club de la prefectura de Ibaraki cuenta con dos Suruga Bank luego de vencer, en 2012, a la U de Chile de Jorge Sampaoli por 7-6 en los penales y al año siguiente al Sao Paulo por 3-2 en los 90 minutos. El año pasado logró consagrarse campeón por primera vez de la AFC Champions League luego de derrotar al Persépolis de Irán con un global de 2-0, y dos años antes, luego de golear 3-0 a Atlético Nacional de Medellín en semifinales, se convirtió en el primer equipo asiático en disputar la final del Mundial de Clubes, que perdió por 4-2 con el Real Madrid en tiempo suplementario.

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