lunes, julio 7, 2025
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“Dibu” Martínez suspendido: ¿Cómo vienen los arqueros argentinos?

Por Agustín Caballero

La Selección Argentina no tendrá asistencia completa. Tras ser sancionado por la FIFA, el “Dibu” Martínez se perderá la doble fecha ante Venezuela y Bolivia, por lo que Lionel Scaloni deberá decidir su reemplazo. Consumado el retiro de Franco Armani, pican en punta Juan Musso, Gerónimo Rulli y Walter Benítez: ¿Cómo llega cada uno?

Convocado en la última cita, Gerónimo Rulli goza de un buen presente en el Olympique de Marsella tras un paso en falso por el Ajax. Además, el exEstudiantes completó buenas actuaciones en los Juegos Olímpicos y, en el pasado, fue elegido por Scaloni para ocupar el puesto. A priori, parecería ser el elegido.

Poco a poco, Walter Benítez se hizo su hueco. Tras debutar en el seleccionado el pasado 26 de marzo ante Costa Rica, estuvo en el banco en la última doble fecha y acumula tres vallas invictas en siete partidos con el PSV holandés. Producto de su buen presente y la continuidad, cuenta con chances de reemplazar al Dibu. 

A pesar de haber sido titular con Scaloni al mando, Juan Musso perdió su lugar en la convocatoria. Su última aparición fue el 21 de noviembre ante Brasil, cuando integró el banco de suplentes. Hoy, está a préstamo desde el Atalanta en el Atlético Madrid, donde fue titular tan solo una vez y peligra su presencia en la próxima cita.

Otros que se encuentran expectantes al llamado del entrenador nacional son Paulo Gazzanigga, quien es indiscutible en el Girona español, y Agustín Rossi, de buen presente en el Flamengo. Aún así, cuesta creer que puedan ser el relevo del Dibu. Ahora, a esperar.   

 

Campeón del mundo con Argentina y un peculiar entrenador

Por Tiago Caputo y Juan Menella

Lionard Pajov recibió el pase largo de Jack Durán desde mitad de cancha, controló de zurda y definió con el exterior del pie derecho ante la salida del arquero. Era la última jugada del primer tiempo y el 3 a 0 para Alianza Universitaria sobre Llacuabamba, dirigida por Néstor Clausen. Y minutos después marcó el fin de ciclo del técnico argentino. 

Clausen, exfutbolista y entrenador argentino, dejó una huella imborrable en el fútbol sudamericano por su destacada carrera como defensor en la Selección Argentina, con la que conquistó la Copa del Mundo de 1986. Sin embargo, su trayectoria como director técnico también está marcada por un aspecto particular, sus renuncias en los entretiempos. Es una rareza en el ámbito del fútbol, pero esto se volvió un tema recurrente en su carrera.

Nacido el 29 de septiembre de 1962 en Santa Fe, Argentina, comenzó su carrera como lateral derecho en Independiente de Avellaneda, equipo con el que ganó títulos importantes como la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1984, consolidándose como uno de los mejores defensores de su generación. Su llamado a la selección nacional fue un reconocimiento por el nivel que venía mostrando. Bajo la dirección de Carlos Bilardo, fue integrante del plantel que obtuvo el Mundial de México 1986. 

Tras colgar los botines en 1994, el santafesino comenzó a dirigir. Su conocimiento del juego y su experiencia internacional lo ayudaron para dirigir equipos. Sin embargo, a pesar de contar con buenos resultados en algunas de sus etapas, como su paso por equipos como Independiente y Bolívar, su carrera como técnico también se ha visto marcada por momentos de tensión que lo llevaron a tomar decisiones abruptas. 

Clausen no es conocido solo por sus logros deportivos, sino también por sus peculiares decisiones de renunciar durante los entretiempos de los partidos. En más de una ocasión abandonó a sus equipos en esa instancia, lo que generó tanto críticas como análisis sobre su carácter. Esta decisión, que para algunos simboliza una falta de templanza ante la adversidad, para otros es un reflejo de que no teme actuar conforme a sus convicciones, incluso cuando el momento parece inapropiado.

Uno de los episodios más emblemáticos ocurrió en el club boliviano Oriente Petrolero, en un partido en el que su equipo iba perdiendo 4-0. En el descanso del encuentro, Clausen, visiblemente frustrado por el rendimiento de sus jugadores y la falta de respuestas en la cancha, decidió abandonar su cargo. La dimisión fue inmediata y tomó a todos por sorpresa, desde los directivos hasta los propios jugadores. Luego explicó que no podía seguir al frente de un equipo que no respondía a sus indicaciones y que prefería irse antes que prolongar una situación que a su juicio era insostenible.

Este no fue un hecho aislado. A lo largo de su carrera, el director técnico de Blooming de Bolivia ha protagonizado al menos tres episodios similares. A los ya mencionados en Oriente Petrolero y Llacuabamba, se le suma en 2006 en el FC Sion de Suiza, lo que ha llevado a algunos medios de comunicación a tildarlo como el “técnico del entretiempo”. En sus propias palabras, ha señalado que dimitir en el descanso de un partido no es un acto impulsivo, sino una decisión meditada. Según él, el intervalo es el momento en el que puede evaluar con claridad si tiene la capacidad de cambiar el rumbo del partido o si es mejor dar un paso al costado.

Los abandonos de sus equipos en la mitad de los encuentros han añadido una dificultad al legado de Clausen. Mientras algunos lo ven incapaz de gestionar la presión o las dificultades, otros lo interpretan como un profesional que no tiene miedo de tomar decisiones drásticas cuando siente que la situación ha llegado a un punto de no retorno. En cualquier caso, estos episodios han contribuido a consolidar una imagen de él como un entrenador de decisiones firmes, sin importar el después. 

Sus retiradas inoportunas desafían las normas no escritas del fútbol, un deporte donde la resistencia y la capacidad de sobreponerse a la adversidad suelen ser valoradas por encima de todo. Sus decisiones durante el descanso no solo son un reflejo de su personalidad intensa, sino también de las tensiones que existen en una profesión donde los márgenes de errores son mínimos y las expectativas difíciles de sostener.

En estos tiempos sigue siendo una figura relevante en el fútbol sudamericano, aunque su legado como entrenador está marcado por estas decisiones pocas veces vistas que han alimentado el debate sobre su estilo y temperamento. Sin duda, será recordado tanto por sus éxitos en el campo como por esas decisiones drásticas que lo llevaron a abandonar el barco en momentos críticos, haciendo de su carrera una de las más atípicas del fútbol moderno.

 

El ¿Caballero? Rojo

Por Agustín Caballero

Marcos Rojo no para de cobrarse víctimas. Incluso, parece haber completado su conversión a luchador profesional. En caso de hacer un análisis en profundidad, podría decirse que tiene un golpeado en cada equipo. Aún así, lector, no desespere: para eso estamos nosotros. He aquí un recuento de sus peores yerros como jugador xeneize. Es intrépido y leal, es valiente y es genial… O quizá no tanto.

La violencia tardó en comenzar; acumuló buenas actuaciones domésticas e internacionales. Mientras tanto, el hincha de Boca respiraba: después del régimen López-Izquierdoz, por fin había arribado un zaguero que se hacía respetar. Sin embargo, la ilusión culminó tras su expulsión por doble amarilla en su cuarto superclásico, a los 15 minutos de partido. Después perdieron, claro.

A diferencia de su homónimo pugilista, quien acumuló pocas derrotas a lo largo de su carrera, Marcos parece no perder nunca. Así lo certificó en su primer clásico oficial ante San Lorenzo, con un pisotón salvaje en área propia contra Malcom Braida. Minutos después, Bareiro marró el penal y dejó al luchador con una bala más en el cargador, recibida por Iván Leguizamón en forma de hombro en la cara. Fernando Espinoza, árbitro, revisó la situación y decidió que no era roja. En fin…

Todo fue in crescendo y la noticia corría de boca en boca: ya teníamos un luchador en la Liga Profesional. El “Caballero” Rojo dejó de ocultar sus dotes y comenzó a disfrutar de la práctica profesional. ¿El damnificado? Nicolás de la Cruz, otro gallina, a quien le tatuó los 6 tapones en la testa. Roja y a las duchas. Intrépido, seguro. Leal… No tanto.

La emersión de Nicolás Valentini significó un contratiempo para el Caballero. Tras un tira y afloje por la titularidad, logró establecerse como zaguero zurdo en las semifinales de la pasada Copa Libertadores ante el Palmeiras. Motivado, suponemos, por el contexto, no dudó: levantó en pala a Endrick a falta de 30 minutos para el final, con un resultado por sostener. Una vez más, dejaba a Boca con diez jugadores. ¡Caballero, Caballero Rojo!

Tiempo después, una doble amarilla en el primer tiempo (figurita repetida) ante Platense y golpes de puño y antebrazo ante Facundo Colidio le serían suficiente para dejarlo claro: es momento de oficializar su traspaso a la lucha libre. En caso de hacerlo, Humberto Reynoso, el Caballero Rojo original, sonríe desde el cielo: ya tiene quien continúe con su legado. 

 

Se definen las semifinales del Federal A en busca del ascenso a la Primera Nacional

Por Nicolás Renedo

Ciudad Bolívar recibirá a Sarmiento de La Banda para revertir el 1-0 de la ida desde las 16 horas, y Central Norte de Salta se enfrentará a Santamarina de Tandil luego del 0-0 en la ida, a partir de las 18 horas.

Luego de la fase previa del multitudinario Federal A con 38 equipos, 18 de ellos se clasificaron a la “Zona Campeonato”, divididos en dos grupos. Los mejores dos de cada uno entraron a semifinales con el objetivo de conseguir el ascenso a la Primera Nacional. Además, el perdedor de la final podrá tener otra chance de ascender enfrentándose ante el ganador del reducido de la Primera B Metropolitana.

Las semifinales del Reducido del Federal A. (@FrecuenciaGolAR)

Ciudad Bolívar, equipo fundado por el dirigente deportivo y conductor Marcelo Tinelli en 2002, disputa su cuarta temporada en la categoría y es la segunda vez consecutiva que se encuentra en estas instancias: en 2023 fue derrotado por Douglas Haig de Pergamino por 2-1. Mientras que Sarmiento de La Banda, uno de los clubes más antiguos de Santiago del Estero con 115 años, está disputando su primera temporada en el Federal. En 2023 militaba en la Liga Santiagueña —5º división— y hoy está a dos partidos de disputar la Primera Nacional.

En el partido de ida, Sarmiento derrotó 1-0 a Ciudad con gol de Iván Garzón. Con aquel resultado, los norteños cerraron un año sin derrotas de local: doce victorias y un empate. Los bonaerenses también cosechan resultados excepcionales en su casa: doce triunfos y una derrota en lo que va de la temporada. Ciudad Bolívar deberá ganar por cualquier resultado para avanzar, ya que tiene ventaja deportiva por estar mejor posicionado en la “Zona Campeonato”.

Árbitro: Matías Ezequiel Billione Carpio (Córdoba)

Estadio: Municipal Eva Perón, capacidad para 4.000 personas.

Hora: 16 horas.

Central Norte, nombre adoptado por la línea férrea que atraviesa Salta, está disputando su sexta temporada consecutiva en el Federal. En 2021 fue eliminado por su clásico Gimnasia y Tiro de Salta en semifinales del reducido, la instancia más lejana que alcanzaron, tal como sucede ahora. Busca volver a la Segunda División luego de 38 años, aquella vez en la temporada 1986/87. Santamarina de Tandil, por su parte, también tiene el “objetivo retorno” tras haber estado siete años en la Primera Nacional y haber descendido en 2022. 

Tanto los “Cuervos” de Central Norte como los “Aurinegros” de Santamarina no perdieron como local en el año. De sus 14 partidos, los tandilenses ganaron la mitad, mientras que los salteños lograron 10 victorias en 12 encuentros. Central Norte tiene la ventaja deportiva a su favor luego del 0-0 en Tandil y se espera un estadio colmado, según informaron los medios locales.

Árbitro: Fernando Rekers (Córdoba)

Estadio: Estadio Padre Ernesto Martearena, capacidad para 23.000 personas.

Hora: 18 horas.

 

Cuarta victoria al hilo de Ailín Pérez en UFC

Por Lucas Huerga

La luchadora argentina venció a la rusa Darya Zheleznyakova en el primer round de la pelea correspondiente a la categoría gallo femenina del UFC Fight Night de París, realizado el pasado sábado. De esta manera, obtuvo su cuarta victoria consecutiva dentro del octágono de las artes marciales mixtas y escalará posiciones en el ranking mundial, estando ubicada momentáneamente en el puesto 15, pero que tras este éxito ascenderá algunos escalones.

Finalizado el combate, y a modo de celebración, la argentina a la que apodan Fiona, realizó un baile conocido como twerk en la cara de su contrincante. Además, expresó su objetivo a futuro: “Soy la mejor, voy a seguir demostrando que puedo hacer esto. Soy la responsable de llevar UFC a Argentina”.  Por último, declaró: “Voy a hacer que Amanda Nunes vuelva para pelear conmigo”, refiriéndose a la brasileña considerada como una de las mejores de la historia. 

En la antesala de la pelea, Pérez tuvo una serie de inconvenientes en el pesaje oficial, ya que, al momento de subirse a la báscula tuvo que ser ayudada por su entrenador para mantener su estabilidad, y se la vio temblando en todo el cuerpo. Asimismo, se pasó por media libra del límite de 136, perdiendo así un 20% de la bolsa económica que le correspondía por el combate. Sin embargo, en su cuenta de X sostuvo: “Prefiero perder el 20% de mi bolsa que la mitad de mi cabello junto con la pelea”.

Con un historial de 11-2, la oriunda de Zárate se coloca como una de las aspirantes al título que posee la estadounidense Raquel Pennington. En caso de concretarlo y vencer a la actual reinante, se convertiría en el primer cinturón que obtendría Argentina en la empresa más importante de MMA, tanto en femenino como en masculino. 

 

El presupuesto universitario y el deporte en medio del ajuste

Por Tobías Fava y Pedro Lujambio

La crisis universitaria en Argentina se intensificó debido a la falta de actualización del presupuesto para las universidades públicas. En el país hay 115 unidades de educación superior, de las cuales 63 son públicas y concentran el 80% de los 2,5 millones de estudiantes universitarios. El recorte presupuestario obligó a las instituciones a implementar medidas de austeridad severas, como la reducción en el uso de servicios básicos (calefacción y electricidad), y la limitación de proyectos de investigación y extensión, afectando directamente la calidad educativa. “Por supuesto que esto afecta al deporte, ya que es un complemento a la actividad académica y se sostiene con lo que surge del presupuesto universitario”, explicó Mariano Caprarelli, coordinador general de actividades deportivas de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

La UBA, siendo la universidad más grande del país, está entre las más afectadas y a principios de año no tenía la certeza de poder abrir más allá del primer semestre. Esta situación desembocó en protestas y movilizaciones por parte de estudiantes y rectores de universidades públicas, quienes exigen al gobierno de Javier Milei que tome medidas para garantizar el financiamiento adecuado.

La crisis también ha generado un fuerte debate político, con funcionarios académicos que critican las políticas del gobierno, señalando que la falta de inversión en educación superior pone en riesgo la formación de profesionales. Asimismo, se aprobó la “Ley de financiamiento universitario”, que propone garantizar los fondos necesarios para su funcionamiento, pero será vetada por el Presidente de la Nación, de acuerdo a lo que anunció en reiteradas oportunidades. Como respuesta, el 2 de octubre habrá una Marcha Federal Universitaria en la Plaza del Congreso —la segunda del año— que, según Caprarelli, “tiene que servir para visibilizar nuevamente la emergencia en la que está la educación pública”.

La masiva marcha por el financiamiento de las universidades nacionales del 23 de abril marcó un punto de inflexión en la relación entre la educación superior y el Gobierno.

La falta de presupuesto no sólo amenaza al sistema educativo en lo académico, sino también a los deportistas que dependen de las universidades públicas para su formación y entrenamiento y a los miembros de la comunidad universitaria cuyo único acceso al deporte es a través de estas instituciones.

Juan Loiseau, director de deportes de la Universidad de Lanús, explicó que, en el caso de la casa de estudios del sur del Conurbano, el deporte es percibido como algo indispensable: “Concebimos al deporte y a la actividad física como un derecho, son elementos esenciales para la formación integral de las personas”. Sin embargo, señaló que “no han podido proyectar ningún tipo de ampliación” con el presupuesto actual: “Nos hemos bajado de participaciones de eventos en los que en otro momento hubiésemos participado debido a los costos, y tampoco pudimos renovar indumentaria y material deportivo. Por otro lado, tenemos un playón polideportivo de 3000 metros cuadrados que tenemos que refaccionar porque se ha deteriorado, pero es imposible hacerlo ahora. El presupuesto es muy acotado”.

Caprarelli también destacó la importancia del deporte para la universidad, pero expresó que el bajo presupuesto lleva a que más personas se vean imposibilitadas de practicarlo: “La práctica deportiva es parte fundamental en la formación de los futuros profesionales universitarios. Hoy el presupuesto está atrasadísimo, tenemos salarios por debajo de la línea de pobreza que han perdido hasta un 40% de su poder adquisitivo. Esto afecta, entonces, al deporte; ya que se traduce en estudiantes y trabajadores sin recursos tanto para estudiar y viajar como para hacer deporte”. Por último, agregó: “Estamos en una situación difícil como hace tiempo no veíamos”. 

 

Javier Conte, la mente detrás de la dupla Majdalani-Bosco

Por Juan Graib, Laureano Vergara, Lautaro G. Dietze, Gianfranco Gomes y Valentín Köstler

Días después de someterse a una cirugía, Javier Conte interrumpió su reposo para atender una llamada. Atrás había quedado la hazaña de París, en la que entrenó a Eugenia Bosco y a Mateo Majdalani para llevarse la medalla de plata en los Juegos Olímpicos. Darle un nuevo galardón a la vela argentina después de ocho años no fue una tarea fácil ni rápida. Dos meses después del proceso, los viajes, gestiones y preparaciones lo llevaron de nuevo a su Argentina natal.

“Ellos estaban en Europa, viven allá y yo acá”, explicó Conte, sobre cómo llegó a ponerse el buzo de entrenador de la Selección, en 2022. “Mi primer viaje fue en marzo para el trofeo “Princesa Sofía”, que es uno de los primeros campeonatos del año en España, donde generalmente se arranca la temporada”.

– ¿Vos los conocías de antes?

– Los conocía de vista y de haber compartido el Panamericano de Lima, donde yo estaba compitiendo en Lightning y ellos en Nacra 17. Los conocí esa semana pero la verdad que no había mucha interacción porque cada uno estaba en su campeonato.

A la Selección Argentina llegó con la experiencia de haber sido bronce en Sidney 2000 y de haber ido a Atenas 2004 y Beijing 2008. Después de haber sido Subsecretario de Deportes de la Nación en la Secretaría de Deportes de Argentina y haber trabajado en el ENARD, entrenó equipos de afuera como Estados Unidos y Alemania. Con 11, la vela es el segundo deporte que más medallas olímpicas le dio a Argentina, después del boxeo, y Conte armó un equipo para reafirmar ese título.

– ¿Cómo conformaron el cuerpo técnico para París 2024?

– Estuvo Horacio Anselmi como preparador físico, que es uno de los mejores o el mejor de Argentina. Ha entrenado a jugadores como Maradona, Sabatini, Del Potro. Después en la parte cognitiva y mental está Daniela Barghini, que trabaja reflejos y más con los pilotos de autos, en un centro de alto rendimiento dentro del Autódromo. Por algunos periodos iba a Europa a hacer un trabajo presencial con los chicos. También Estanislao Bardach en la parte mental, que lo sumamos a último momento, faltando 5 o 6 meses para los Juegos. Teníamos al meteorólogo español Miguel Sánchez, que trabajó en la Copa América y demás. Es un amigo y era entrenador de la Clase 470 de España cuando yo competía. Después tenemos personas con las que trabajamos los foils, los timones, los perfiles y demás, que viven en Bélgica. Terminamos siendo un equipo bastante grande. Los kinesiólogos que eran parte del staff de la Federación Argentina de Yachting, que en determinados campeonatos contábamos con ellos y en los Juegos también. También estuvo Gonzalo Pollitzer, con quien trabajamos para escanear las velas para ver cuáles usar para los Juegos Olímpicos. No me quiero olvidar de nadie. Ese era el grupo más grande, que en determinados momentos iban ingresando o saliendo de nuestra planificación. Obviamente, algunos son más permanentes como los preparadores físicos y los nutricionistas.

– ¿Los demás países también tenían un complejo grupo de trabajo?

– Yo creo que tienen equipos formados, tal vez no individualmente por categoría, sino algo más general, como psicólogos que dependen de la federación, preparadores físicos para todas las categorías olímpicas. Creo que la parte cognitiva fue un diferencial que nosotros trabajamos, que la mayoría de los otros no. Calculo que el escaneo de velas y de foils todos lo hacen, pero no sé si tan minucioso como nosotros, porque teníamos un equipo grande. A grandes rasgos, todos los equipos tienen un sistema bastante parecido, después está la calidad de cada uno de los profesionales de hacer mejor o peor su trabajo. La gran diferencia acá fue que era particularmente para este equipo porque la FAY no contaba con una estructura así de trabajo.

– ¿Cómo encaran las preparaciones en el tiempo?

– Tal vez uno no los cuenta por semana calendario, porque a veces no sabemos ni en que día estamos de la semana. Nosotros navegamos alrededor de 22 y 25 días por mes. El gimnasio se hacía seis veces por semana, la parte cognitiva se hacía una o dos veces por semana, la parte psicológica una vez. Salvo en determinados periodos como en campeonatos, donde se intensifican algunas actividades y se relajan otras. Básicamente, en una campaña olímpica de cuatro años tenés que navegar, en promedio, entre 200 y 240 días al año en el agua.

– ¿Se pisa la preparación de los campeonatos Mundiales y Panamericanos con la de los Juegos Olímpicos?

– Nosotros tenemos Campeonatos del Mundo todos los años, a diferencia del fútbol que es cada cuatro o de otros deportes, que es cada dos. Depende los calendarios internacionales, muchas veces el Panamericano cae en una fecha bastante complicada porque se suele superponer con el Test Event, que es el evento de prueba de los Juegos Olímpicos que es en el mismo lugar. Misma marina, mismo comité de regatas. Es una prueba general que se suele pisar o están muy cerquita de fechas, por lo cual obviamente el objetivo final es el Juego Olímpico”.

“Muchas veces, al Panamericano no se va con todas las herramientas o con el pico de rendimiento ahí sino que es un evento más. Es importantísimo, un entrenamiento más. Entendemos que a Argentina le interesa muchísimo más que los Juegos Olímpicos porque se traen muchas más medallas; es un evento más fácil y muchas veces es clasificatorio por país para la plaza de los Olímpicos. En nuestro caso era así también, pero nosotros ya habíamos clasificado por el Circuito Mundial. Entonces, para nosotros el Panamericano no tenía una doble función”, afirmó Conte, sobre la importancia de la competencia continental a largo plazo. 

En Chile 2023, la dupla Majdalani-Bosco se llevó el oro, como vaticinio de lo que iba a pasar en la cita olímpica. Sobre esa ocasión, Conte explicó que no fueron con el barco con el que iban a correr a París, porque “había que sacarlo de Europa; mandar containers, enviar un mes antes el barco, quedarnos sin él en Europa para la preparación, los campeonatos y la gira. Entonces fuimos con un barco muleto por así decirlo, aunque tratamos de hacerlo lo más parecido al que íbamos a usar. Siempre se intenta ir e ir con lo mejor, pero muchas veces pasa que se decide ir con la ‘Tripulación 2’ de Argentina, no la que va a ir a los Juegos Olímpicos, porque ahí sí se superponen en fechas y es más importante ir al Test Event que al Panamericano”.

– ¿Creés que el ir a vivir a Europa fue un paso clave en el éxito olímpico para Majdalani y Bosco?

– Si. Nuestro circuito es muy parecido al circuito tenístico, donde una o dos veces por mes tenés un Grand Slam y después hay torneos satélites en el medio. Toda la gente que está en el circuito olímpico hace todos los campeonatos y va moviéndose por ahí. Casi todo es en Europa, salvo algún campeonato del mundo que haya ganado la sede algún otro país por fuera de ahí. Entonces el estar ahí es mucho más sencillo que hacerlo desde Argentina por un tema logístico. 

Conte, que vivió en Europa antes de ser el entrenador de la selección, habló de las ventajas que brinda el circuito europeo: “las distancias son cortas: uno agarra el barco con el trailer y se va manejando a los diferentes campeonatos. Por lo general están ordenados de una manera que arrancás desde España, en Barcelona. Hacés Palmas de Mallorca, después vas bajando la costa del Mediterráneo hasta Italia y ya en la segunda mitad del año, donde las temperaturas son más amigables, se sube para el norte y tenés Holanda, Alemania, Inglaterra, toda la zona norte. Están ordenados de una determinada manera que se puede ir de campeonato en campeonato en distancias relativamente cortas, manejando y llevando el barco. El beneficio que se obtiene es logístico y el poder estar más tiempo navegando con el grueso de la gente buena, de todos los que hacen campaña olímpica”

“Si estás acá, perdés los días de vuelo, llegás cansado, igualmente tenés que agarrar el auto y manejar desde la base del barco hasta la ciudad del campeonato determinado momento”, dijo Conte, comparando la competencia del viejo continente con la de Argentina. “Los tiempos muertos se hacen mucho más complicados. No tenés oportunidades de acordar entrenamientos en conjunto con equipos de allá y te perdés un sparring de primer nivel”. 

– ¿Qué tanto influyen en la disciplina las distintas crisis económicas que sufrió el país?

– Influyen un montón. Cuando el país está mal, hay menos apoyo y cuando está mejor, hay más en general. También depende de la política de cada gobierno, hay algunos que apoyan más y otros que menos. Hay momentos más complicados y otros menos complicados en tema de presupuesto. Parte del éxito de una campaña parte de contar con los recursos para poder hacer porque uno puede planificar y saber lo que puede hacer pero si no están los recursos económicos y la inversión, en este caso del estado porque son deportes amateurs, es muy difícil poder lograr un objetivo, casi te diría imposible si no se cuenta con los recursos para hacer una preparación adecuada. Esa preparación implica desde viajes al exterior para que los atletas se preparen, hasta tener los recursos para poder pagarles a los profesionales adecuados para tener un buen equipo. 

– ¿Hay ciertos clubes con mayor ventaja económica?

– No, no. Hay clubes más fuertes que otros porque tienen mayor cantidad de socios y mejor infraestructura, pero cada club se mantiene con la cuota social y algunos tienen la posibilidad de contar con sponsors. Hay clubes que cuentan con más recursos por la cantidad de socios que tienen. Hay clubes muy fuertes en Argentina: el YCA, el Náutico San Isidro, CUBA, San Fernando, el Barlovento, que es chico, exclusivamente de Vela, pero los otros que te nombré son multideportivos. Los clubes se mantienen con cuota social y con las amarras que cobran por tener los barcos dentro de él y por eso hay algunos que tienen más recursos. No es una cuestión de presupuesto la Vela, no pasa tanto por ahí en el nivel inicial, es más de tener los entrenadores correctos y poder planificar de una manera adecuada. 

– ¿Qué otras cuestiones suman, además del poder entrenar durante la semana, para que los clubes del Interior tengan más predisposición a sacar medallistas olímpicos en Vela?

– En el interior es muchísimo más fácil porque todos se conocen. Es más fácil acceder para el atleta y pedirle apoyo a su club, algo que no se da mucho en los clubes multideportivos de Buenos Aires porque son estructuras más grandes. Creo que pasa también por los tiempos que se manejan en el Interior y que son mayores que en Capital para que los chicos puedan dedicarse a cualquiera de los deportes. 

– A partir del éxito de los últimos treinta años en el deporte, ¿hubo mucho desarrollo en materia tecnológica para la disciplina? ¿Nuestro país se adapta a estos cambios o corre con desventaja?

– La tecnología sí entra en el deporte como en los demás aspectos. En la década de los ‘70, la gran ventaja era el dopaje, la medicina deportiva de los atletas y hoy en día es la tecnología. Más en nuestro deporte que está entrando en un ritmo muy acelerado. Cuando empecé era todo más prueba y error y del ‘feeling’. Eso sigue estando, pero ahora la métrica, la tecnología, los programas que se usan de análisis para todo, ya sea la vela, la performance del barco, la telemetría. Son todos aspectos que van entrando y cada equipo se la tiene que rebuscar como puede. Obviamente no es barato y hay que tener los contactos para poder hacerlo. A nivel formativo se está muy lejos en Argentina de poder hacerlo y no tiene tanto sentido meter tanta tecnología. A nivel olímpico es inevitable tener análisis de datos para poder sacar conclusiones más exactas y no depender únicamente de la apreciación subjetiva que puede tener un entrenador y demás. La mayoría de las veces, te diría que el 99,9%, lo que hacen los datos es corroborar lo que ve un entrenador desde afuera. Es muchísimo más fácil poder empezar a probar diferentes perfiles, diferentes formas o diferentes estilos para empezar a navegar para determinada condición y buscar un plus mejor de velocidad. Argentina no está lejos, tiene posibilidades grandes de profesionales, el tema es tener el dinero para poder contratarlo porque son gente de afuera, no necesariamente de la náutica. Por ejemplo, los Foils con las orzas que nosotros utilizamos que hace que el barco vuele y vaya por arriba del agua es aerodinámica pura, cambia el fluido. En vez de aire, hay agua. Son todos diseños hechos por las fábricas e ingenieros de Aviación. Red Bull tiene equipos de Vela, están en F1. Toda esa tecnología está metida en la Vela en un nivel Olímpico y no en uno formativo. 

– ¿Hay algún lugar que consideres que es ‘la cuna de la Vela’?

– Creo que el Río de la Plata es un excelente campo de regata, porque al final la gente del Interior va mucho a navegar allí. Cuando decidimos encarar un proyecto pensando en unos Juegos Olímpicos, tuvimos que venir acá en un principio y después ir a Europa por un tema competitivo. El campo del Río de la Plata es de los mejores del mundo, tiene todas las condiciones, están todos los tipos de olas, sopla el viento desde todas las direcciones. Es un excelente lugar para navegar. Después se da por generaciones, me parece. Rosario siempre saca muchos navegantes. En barco grande, hay muchísimos navegantes muy buenos de La Plata. Mar del Plata es otro que ha sacado, tal vez no en la actualidad, pero ha sacado hace varios años muchos navegantes. Buenos Aires saca también, está bastante repartido: San Pedro, San Nicolás. Todo confluye en que, en una determinada edad, tenés que venir a navegar a Buenos Aires. A nivel formativo, está muy bien el Interior, después Buenos Aires como campo de regata es el lugar para poder ir a entrenar. 

– ¿Por qué crees que la Vela es el deporte que más éxito olímpico consiguió en el último tiempo?

– Creo que se formaron buenas generaciones de regatistas y el sistema que logramos imponer desde el 2000, lo adoptaron porque muchos hemos estado involucrados. Yo creo que lo que funciona es el sistema. Obviamente, los navegantes tienen que ser buenos y hay que formarlos, pero si se tiene un sistema adecuado de trabajo, con el tiempo los resultados van a llegar,  independientemente del nombre particular de cada atleta en cada uno de los Juegos. Si a lo largo del tiempo el sistema se asienta, es la gran diferencia del ‘Know How’ de las grandes potencias como Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia, Italia, Francia, España, que tienen casi siempre el mismo cuerpo técnico. Y, a lo largo de los años, se va formando un estilo de trabajo. Si el sistema acompaña todos los engranajes funcionan y los resultados llegan. 

 

 

Thiago Fernández: del baby a la fábrica de Vélez

Por Felipe Iturbe

Cada chico que empieza en el baby o en un club de barrio no sabe lo que puede ocurrir en el transcurso del tiempo. No es consciente. No hay presión alguna. Solo pide la pelota y se divierte. Nos situamos en 2008 y la carrera de Thiago Fernández estaba por comenzar, aunque él no lo supiera. En ese momento jugaba contra categorías más grandes y ahora es una de las principales figuras de la Liga Profesional.

Thiago empezó a interesarse en el fútbol cuando su madre lo llevaba a Kimberley para ir a buscar a su hermana, Delfina, quien hacía futsal allí. A partir de ese momento, no se alejó de la pelota y a los cuatro años comenzó a jugar en el baby del club de Villa Devoto. Luego de un tiempo, a los diez años, su técnico de ese momento lo llevó a probarse a Vélez para cancha de once y desde ahí que la joyita y “El Fortín” tienen una unión que no los separa.

Delfina, jugadora de Pinocho, fue fundamental para él en su etapa en Kimberley porque fue una de las entrenadoras que tuvo, además de que es la responsable de que le guste el fútbol y es la que le enseñó la rabona que hace con tanta frecuencia. “Nos poníamos hacer competencia de pegarle de rabona al travesaño. Me dio un par de consejos y la verdad es que me sirvió mucho”, dijo Fernández para ESPN.

Aunque al principio no fue tan fácil estar en Vélez por la competencia que había e incluso tuvo que bajar a Liga porque no lo citaban para jugar. Su madre, Verónica Montano, habló sobre cómo fue todo ese proceso y cómo acompañó para que pudiese seguir adelante: “Era difícil verlo desmotivado, porque en Kimberley era distinto, jugaba siempre y en Vélez te mandaban la citación y no estaba. Yo siempre le dije que lo acompañaba a todos lados, pero el día que no tenga ganas de seguir, digo, ya está. Después se empezaron a dar las cosas”.

Pero como lo caracteriza al joven talentoso, supo gambetear esos duros momentos y logró salir adelante y todo evolucionó muy rápido. Comenzó a jugar en sexta división y enseguida lo subieron a la Reserva, pudo firmar su primer contrato con la ayuda de su madre por ser menor de edad y en un abrir y cerrar de ojos, todo el esfuerzo realizado valió la pena, Thiago ya entrenaba en la Primera de Vélez Sarsfield. “Las expectativas las tenía, más que nada por lo que habló con Delfina, que me decía ‘mamá es distinto, sabe hacer esto, sabe hacer lo otro’, pero no pensé que iba a ser tan rápido”, contó Verónica.

Pero no todo es fútbol y su madre se lo hizo saber, siempre fue insistente para qué estudiase algo, porque la carrera del futbolista es corta y nunca se sabe qué puede pasar. Thiago le hizo caso y tras la influencia del Kinesiólogo de Vélez, Facundo Caloggero, en 2023 empezó a estudiar Kinesiología en la UBA, pero tuvo que dejar porque los horarios no le coincidían, y este año se pasó a la Universidad Abierta Interamericana, lugar donde trabaja Caloggero. Con la cursada más organizada y la ayuda de la facultad, logró tener una mayor regularidad y hasta tuvo que agregarle a su rutina llevar los apuntes a cada viaje y cada concentración para no quedarse atrasado con las materias.

Su debut como profesional fue el 21 de abril de 2023, cuando Vélez cayó frente a Colón por 2 a 1 en Santa Fe, partido en el que sumó setenta minutos. Su madre, muy emocionada, recordó ese día y contó qué es lo que siente cuando lo ve jugar: “Uff, se te vienen todos los años, que estuvimos yendo para todos lados. No me perdí ningún partido, ni de baby, ni de Futsal, ni de once. Voy siempre, y verlo ese día fue algo muy lindo. Verlo llegar a lo que él quería. Era como listo, llegaste. Estás donde querías, donde tanto soñaste”.

Ese nene que jugaba con una camiseta que le quedaba inmensa de lo chico que era. Ese nene que cuando tenía doce años lo compararon con Lionel Messi por la gambeta y el atrevimiento que tenía. Ese nene que desparramaba jugadores en las canchas de baby. Ese nene hoy es una de las más grandes promesas y principales figuras del fútbol argentino.

Norberto Fontana sobre Franco Colapinto: “Está para hacer historia”

Por Iñaki Urretavizcaya

La Fórmula 1 está en boca de toda la Argentina gracias a las últimas actuaciones de Franco Colapinto. Y hace 27 años, en 1997, cuando él no había nacido, también era el tema del momento, porque otro representante era el que mantenía en vilo al país: Norberto Fontana fue el responsable de ocupar una de las codiciadas butacas, y que, al igual que Colapinto, entró a mitad de temporada por la baja de otro corredor.

Fontana, actualmente corredor de Turismo Carretera, debutó en la máxima categoría del automovilismo en la escudería Sauber a medio semestre en reemplazo del lesionado Gianni Morbidelli, y llegó a disputar cuatro grandes premios. Similar a lo que ocurrió con Colapinto, quien fue confirmado para lo que resta de temporada por el equipo británico Williams, luego de que Logan Sargeant fuera despedido por malos resultados.

La confirmación de Colapinto como piloto oficial fue una alegría para todos, también para Fontana, que no sólo festejó por la llegada del argentino, sino que remarcó el apoyo de Bizarrap y de las empresas que ayudaron a cumplir el sueño del automovilismo argentino, y que espera que sea la puerta para el arribo de otros corredores.

La performance del corredor de Williams sorprendió por su sobresaliente trabajo a pesar de su inexperiencia. “Hace parecer fácil lo difícil. Superó todas las expectativas y logró algo increíble. Es muy agresivo, cuando tiene que arriesgar lo hace y si no, espera. Pensé que iba a tener un periodo de adaptación, pero no, parece un experimentado”, agrega Fontana sorprendido por el nivel de su colega.

Fontana dice que Colapinto llegó hasta donde llegó por sus habilidades al volante y por su personalidad tan marcada, : “Arrancó muy suelto y distendido, incluso más que pilotos que están hace años. Tiene un temperamento fuerte. Cuando no le salen las cosas está con bronca, tiene muchas ganas de triunfar y eso es muy positivo para la mentalidad de un piloto de ese nivel, por eso creo que tiene un gran futuro”.

Desde la época en la que Fontana competía en Fórmula 1, cambió mucho la categoría, en gran parte gracias al avance tecnológico: la mayor distinción está en los autos y la parte aerodinámica, que evolucionó. También que antes corrían con dirección directa y hoy con dirección hidráulica. “Teníamos que mover el auto con toda la carga que daba, era mucho más cansador físicamente que ahora”, recuerda.

Otra diferencia que remarcó son los simuladores, ya que son una ventaja grande que ayudan a mejorar el rendimiento de los pilotos actuales. “En Silverstone para conocer la pista di una sola vuelta en un ciclomotor”, menciona el ex Sauber del circuito en el que consiguió un noveno lugar, su mejor resultado junto al obtenido en Alemania. Silverstone fue el trazado en el que Colapinto dio sus primeras vueltas con el monoplaza de Williams en los entrenamientos.

A pesar del buen desempeño, Colapinto todavía no tiene asegurada su continuidad para la temporada siguiente, ya que no hay butacas disponibles en ningún equipo. Pero de todas maneras, Fontana cree que tiene serias chances de retomar en 2025: “Creo que se le va a abrir una puerta para seguir, porque su debut no fue normal, fue muy bueno, se mostró muy bien y ganó mucha experiencia”

Y si bien el interés disminuyó con el correr de los días, todavía sigue latente la posibilidad de que Colapinto arribe a Sauber, escudería en la que Fontana supo estar durante 1995 y 1997 como piloto reserva y luego oficial: “Si va coincidiría conmigo y sería el segundo compatriota, es un lindo equipo aunque hoy por hoy no está al nivel de Williams, pero sería bueno que se mantenga en F1”.

Los dos pilotos ingresaron a la Fórmula 1 por una situación similar. Colapinto está a solo una carrera de igualar los cuatro grandes premios que disputó Fontana, y lo único que resta saber es cual es el techo del joven piloto argentino.

Brisa Puig, la dupla ganadora del pibe Colapinto

Por Nicolás Martini

“Vos trata de no irte de la pista, yo me encargo de todo”, fueron las palabras de un adolescente Franco Colapinto a Brisa Puig antes de la victoria en la exhibición de Karting de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. La dupla integrada por la corredora oriunda de Granadero Baigorria y el actual piloto de Fórmula 1 finalizó con el mejor tiempo de la exhibición y subieron a lo más alto del podio con sus trajes ignífugos azules, opacados por los coloridos cascos que llevaban y sus trofeos a modo de distinción en una jornada histórica para el automovilismo. 

Seis años después aquel momento continúa plasmado en la memoria de Brisa como una experiencia única, quien había sido invitada a formar parte de los juegos de forma sorpresiva tres días antes de la cita olímpica en la que participaron doce pilotos: seis varones y seis mujeres. Las duplas fueron seleccionadas por sorteo y a Brisa le tocó con Colapinto, quien era muy diferente en aquellos tiempos según contó ella a través de una entrevista por videollamada: “Era un chico serio y muy tímido. Ahora se está dando mucho más con la gente”. 

Durante la exhibición Colapinto quedó en el primer lugar del masculino, mientras que Puig ocupó el tercero del femenino, en la sumatoria de tiempos finalizaron en el primer lugar y ganaron la competencia. Luego se encontraron en una reunión a la que el piloto asistió con las valijas preparadas para irse a Europa a continuar compitiendo. Después de los juegos mantuvieron contacto a través de las redes, pero con el paso del tiempo se fue diluyendo hasta la actualidad, que los encuentra en diferentes situaciones. Brisa intentó comunicarse con él a través de las redes sociales cuando trabajaba como productora de un estudio de televisión, pero no tuvo respuesta y soltó entre risas: “Ey che, ¿no te acordás de mí?”.

Brisa está orgullosa de los logros de Colapinto, aunque se encuentra alejada momentáneamente del automovilismo, la gran pasión que le transmitió su padrastro y que inició deportivamente a los nueve años. Por cuestiones económicas decidió detener su carrera en el deporte motor: “El gasto era muy elevado, yo no tenía sponsors y nos costaba remontar durante el mes. Teníamos una peña donde colaboraban para que yo corriera”. 

Brisa sigue compitiendo sobre ruedas, pero en el patinaje, disciplina que había comenzado a practicar en Córdoba a los dos años por influencia de su madre y continuó cuando volvió a Santa Fe hasta que se introdujo en el automovilismo. Luego de 9 años enfocada en su carrera como piloto y en su trabajo, retornó a la disciplina: “Yo lo veía como un hobbie. Mi profesora me anotó para competir a las dos semanas y gané, después fui al provincial, al regional y el 15 de octubre voy al nacional en Misiones”.  

A pesar de los buenos resultados en el patinaje, Brisa desea volver a ponerse frente al volante: “Mi corazoncito va más para el automovilismo que el patinaje”. La joven de 22 años ya compitió en TA 1600, Fórmula 4 y Karting, categoría que más le gusta y a la que planea volver en el próximo año: “La adrenalina del Karting es única, no la igualas con el auto, ni con nada. Mi objetivo para el año que viene es disputar un torneo regional o las IAME Series a la par con la práctica del patín”.