martes, diciembre 24, 2024
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La UBA se involucra con la Selección Femenina

Por Carolina Jurczyszyn

De la tranquilidad previa al partido, a la incertidumbre y emoción mientras sonaba el himno argentino en el estadio Parque de los Príncipes.

De la desesperación por la búsqueda del gol, a la frustración porque Escocia había convertido el primer tanto del partido.

De la injusticia por recibir el tercer gol, a la confianza que generó Florencia Bonsegundo cuando se disponía a ejecutar el primer penal.

Del “pensé que en el rebote lograba el gol” a sumergirse en un abrazo colectivo que ocasionó emoción entre los presentes.

El aula Sergio Caletti, quien fue profesor de la carrera de Ciencias Sociales de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y decano de la misma, y al cual le reconocen su compromiso por el pensamiento crítico, se habilitó para la transmisión de los encuentros del seleccionado femenino en el Mundial de Francia. Muchos sentimientos se produjeron dentro del aula 300 de la calle Santiago del Estero 1029.

Victoria Imperatore, socióloga, y Ana Laura Asparren, docente de la UBA, integran la Sub Secretaría de Políticas de Género e hicieron esto para contribuir a la visibilización del fútbol femenino en Argentina, que está transitando un camino, y así apoyar la lucha de las futbolistas.

Describieron el partido con mucha emoción, liberando tensión a base de extensos suspiros. “Esto refleja la disparidad que hay frente a los demás seleccionados. Lo vivimos con alegría porque sabemos que las futbolistas se están jugando más que un resultado”, asumió Asparren.

Algunos subían al tercer piso de la Universidad y se asomaban por la puerta para ver el resultado que se mostraba en la pantalla. Se retiraban decepcionados, sin ánimos de seguir viendo un partido que estaba perdido tras el último gol de las escocesas, que finalmente quedaron eliminadas. Solo seis personas, todas mujeres, se quedaron hasta que el encuentro finalizó, aplaudiendo, llevándose las manos a la cabeza, otras incluso, retirándose del aula previo al empate de Argentina.

Porque eso significa el fútbol femenino para la gente que lucha por la igualdad de género. Sentimientos que se unen y se manifiestan a través de 90 minutos: gritos, reclamos, suspiros y aplausos, sintiéndose en Francia.

Mientras el mate era trasladado de derecha a izquierda y viceversa y el paquete de galletitas circulaba entre los presentes, las pibas, como se hace referencia a las futbolistas argentinas, empataron un encuentro apasionante.

Aunque no se lo visibilice como a un Mundial masculino, el femenino se proyecta en los lugares menos pensados, y aunque en el aula 300 del tercer piso del edificio de Ciencias Sociales haya estado ocupado por seis personas, fueron suficientes para que a las 17.50 las clases que se estaban dictando enfrente se vieran interrumpidas por los gritos de gol y los saltos cargados de emoción por hacer historia.

El aula Sergio Caletti abrió sus puertas para recibir a más de 300 personas para ver el partido entre: Argentina y Escocia, por la fase de grupos, del Mundial Femenino en Francia.  

La Selección ya está en el campo de juego, se entonan las estrofas del Himno Nacional Argentino, y se ocupa la totalidad de los asientos en el aula.

Argentina, con el corazón

PARIS, FRANCE - JUNE 19: Florencia Bonsegundo of Argentina celebrates after scoring her team's second goal during the 2019 FIFA Women's World Cup France group D match between Scotland and Argentina at Parc des Princes on June 19, 2019 in Paris, France. (Photo by Catherine Ivill - FIFA/FIFA via Getty Images)

Por Martín Fernández

Las jugadoras ingresan a la cancha y la presión en el ambiente empieza a sentirse. Los himnos empiezan a sonar en el Parc des Princes. Las jugadoras argentinas, abrazadas, tanto las que están dentro como las que están por fuera del campo de juego. Los ojos llorosos de Estefanía Banini, Agustina Barroso y Eliana Stábile son captados por las cámaras, así como el grito de guerra de Florencia Bonsegundo cuando terminan las estrofas del himno argentino. Las escocesas se posicionan en la cancha luego del sorteo, mientras que las argentinas se reúnen en ronda para la arenga antes de acomodarse. La árbitra da por iniciado el enfrentamiento que dejará a, por lo menos, una selección con los sueños rotos.

Argentina con presión en toda la cancha, a diferencia de lo ocurrido en los partidos anteriores, y la entrega de todas las jugadoras del equipo refleja su esperanza y ambición por alcanzar el objetivo. Sin embargo, Erin Cuthbert está decidida en arruinar las ilusiones del conjunto Albiceleste. Es a través de ella, asistiendo a Kim Little, que Escocia se adelanta en el marcador luego de la oportunidad desaprovechada por Soledad Jaimes y Mariana Larroquette.

El espíritu sudamericano se mantiene intacto durante el primer tiempo, pero el juego colectivo, la clave para ganar este partido, desarrollado por las europeas es el que prevalece.

En el segundo tiempo parece que la balanza se inclina hacia la costa oriental del Océano Atlántico. El conjunto Albiceleste parecía perder el rumbo cuando llegaron las anotaciones de Jennifer Beattie y Cuthbert, sucedidas por las sustituciones de Banini, la 10 argentina cuyos ojos nuevamente están al borde de las lágrimas, llenos de tristeza y desilusión.

También se retira Jaimes, la delantera icónica del seleccionado, y entra la joven Dalila Ippolito de 17 años. Parecería ser una especie de simbolización de un cambio generacional en los últimos 20 minutos de juego, En ese tiempo sólo hay lugar para la épica. Sólo para la épica.

Las ingresadas Ippolito y Menéndez se asocian en ataque para convertir el descuento. La energía y frescura de las nuevas caras dentro del campo de juego empiezan a hacer la diferencia; los cambios, que parecían significar la rendición para algunos, comienzan a demostrar la construcción de nuevas ideas ofensivas.

Bonsegundo, con su gran despliegue a lo largo y lo ancho durante todo el partido, pelea nuevamente por la pelota y termina disparando al arco forzada, en plena caída, depositando la pelota por encima de la arquera Alexander que no puede evitar que la pelota ingrese. 3 a 2.

El tiempo pasa y llega la jugada. Aldana Cometti aparece sorpresivamente ingresando al área y recibe una entrada que no es percibida por la colegiada, pero la tecnología está para intervenir cuando es necesario. El VAR, justiciero para algunos y detonador del deporte para otros, sentencia la pena máxima.

Parece un final de película. Bonsegundo, con la salida de Jaimes y Banini, es la encargada de acercar al conjunto Albiceleste a cumplir su objetivo. Cuando empezaba su carrera tenía los mismos ojos cristalinos que Banini, esos mismos ojos que observaron desde afuera cómo  terminó contenido el disparo por la arquera europea. Pero el justiciero actúa nuevamente desde más allá del campo de juego, inconforme con el cumplimiento del nuevo reglamento FIFA, o quizá inconforme con el resultado del penal, ordena la repetición de la acción.

Bonsegundo, nuevamente, la encargada de ejecutar. Empieza a avanzar. A lo mejor se le pasó por la mente una vieja frase armada, “fuerte y al medio” dicen algunos. Esa fue la ejecución de la jugadora argentina que nuevamente terminó en el piso festejando cómo conectaba la pelota con el fondo de la red. Esa fue la sentencia del 3 a 3, la máxima remontada de un resultado adverso en la historia mundialista del fútbol femenino.

Las lágrimas llegaron finalmente, pero provenientes de ambos lados. Unas por la desilusión de quedarse afuera en su primera participación, otras por haber realizado una hazaña importantísima que, tristemente, puede llegar a ser inútil. Sin embargo, lo que no fue en vano, fue la demostración del carácter y ambición de la selección femenina para cumplir sus objetivos.

Inglaterra: una historia que comenzó hace 5 años

Por Federico Bajo

En la final de la FA Cup femenina de 2014, una nena, que en ese entonces jugaba en las inferiores del Blackburn Rovers y soñaba con ser futbolista profesional, hizo cola durante media hora para poder sacarse una foto con Stephanie Houghton, una leyenda del fútbol inglés y capitana del Seleccionado Nacional.

Cinco años después, aquella joven y la marcadora central volvieron a encontrarse a través del fútbol. La nena que una vez esperó por fotografiarse con su ídola era Georgia Stanway, la integrante más joven del plantel que dirige Phil Neville en Francia 2019. Hoy, tanto Houghton como Stanway fueron parte del once inicial con el que Inglaterra derrotó por 2 a 0 a Japón en el cierre del Grupo D.

Stanway, que se desempeña como delantera o volante ofensiva, empezó a entrenar a los tres años con el equipo masculino en el que jugaba su hermano. “No sabía lo que estaba haciendo, solo pateaba la pelota, pero me encantó”, recordó la futbolista de 20 años sobre aquella época. Así fueron sus comienzos hasta que a los 13 se incorporó a las inferiores del Blackburn.

Pese a ser la más chica del seleccionado inglés, Stanway tiene experiencia vistiendo esta camiseta. Fue parte del plantel que alcanzó los cuartos de final del Mundial Sub17 en 2016 y obtuvo la medalla de bronce en la Copa del Mundo Sub20 del año pasado en la que anotó seis goles. Todas esas destacadas actuaciones llevaron a que sea contratada por el Manchester City en 2015. Actualmente integra la primera división del conjunto inglés y comparte vestuario justamente con Houghton. “Todo sucedió en un corto espacio de tiempo y me ha costado ser capaz de manejar mis emociones porque todo ha sido un torbellino“, confesó la joven que en cinco años pasó de sacarse una foto con la referente de la selección inglesa a jugar un Mundial junto a ella.

Las cosas ocurren muy rápido en la vida de la jugadora que fue elegida Mejor Futbolista Joven del Año de la Premier League. A ese mismo ritmo juega Inglaterra, que clasificó a octavos con puntaje perfecto, lo que le permitió plantear ante Japón un equipo conformado por varias jugadoras suplentes, e igual imponerse sin problemas con los dos goles de Ellen White.

Aún es imposible saber hasta qué instancia avanzará el conjunto dirigido por Neville, sin embargo, como avisó Stanway, el resultado será anecdótico para Inglaterra: “Esperemos que nos vaya bien, que ganemos partidos, que mostremos quiénes somos y respetemos nuestros valores. Si podemos inspirar a una chica, eso es suficiente, pero si podemos inspirar a 10 mil es aún mejor“.

Michelle Kerr, la dama del fútbol escocés

Foto: fifa.com

Por Julián Peyret

Entrenadora de la Selección Femenina de Fútbol de Escocia. Por sus servicios al futbol”. Así hace referencia, en la página 61, la lista de honores del evento de cumpleaños de la Reina del Reino Unido, para nombrar a Michelle Kerr como Miembro del Orden Británico. Una escocesa más, reconocida por sus aportes en el deporte.

Si no era esperado que Escocia clasificara al Mundial, imagínense de que una mujer de ese país, dedicada toda su vida al fútbol, recibiera un honorario en el cumpleaños de la Reina. Parecía un poco imposible.

Kerr nació el 15 de octubre de 1969 y creció en Broxburn, un pequeño pueblo en las colinas de West Lothian, ubicado a 19 kilómetros de la capital Edimburgo. Ella era la menor de 4 hermanos. Sus dos hermanos mayores jugaban al fútbol y ella instintivamente siguió su ejemplo y, según ella, siente más pasión por jugar que ellos.

El camino futbolero de Shelley comenzó desde que era muy pequeña. En la primaria, participó del equipo de fútbol, pero ella quería ir a los clubes locales y, lamentablemente, esas instituciones se negaban a tener una niña jugando con chicos. Cuando llegó a la escuela secundaria, ni si quiera la dejaron formar parte del equipo por las reglas que había en aquel entonces. Su madre tuvo que consultar a los directores para que, al menos, pudiera practicar con ellos y lo consiguió, pero no era suficiente para una deportista en la que la competición corre por sus venas. Por lo tanto, recurrió a ligas femeninas independientes que existían en la época.

Una vez finalizados sus estudios secundarios, a pesar de sus calificaciones bajas, comenzó a trabajar en una ensambladora de VHS de Mitsubishi y arrancó con el curso de entrenadora en el National Sports Training Centre Inverclyde, en 1989.

Además, en ese año fue convocada para jugar con la Selección de su país por primera vez a sus 20 años. Debutó en el derby contra Inglaterra, en el cual las escocesas perdieron por 3-0. Kerr dejó de jugar fútbol por un buen tiempo porque se dedicó a cuidar a su hija. Volvió al juego a los treinta años y se entrenó duro para recuperar su lugar en el equipo. Lo consiguió en 2001, donde disputó un amistoso contra Holanda. En un partido por las eliminatorias europeas de la Euro 2009 contra Ucrania, Kerr, Megan Sneddon y Suzanne Grant fueron reconocidas por alcanzar los 50 partidos disputados. La chica de Broxburn se retiró del fútbol internacional a los 39 años.

La carrera en clubes de Kerr arrancó unos años después de haber sido convocada para la selección, a fines de los ‘90 en el Dynamo de Edinburgo. Pasó por Giuliano’s Ladies en 2001/02, Kilmarnock Ladies entre 2002-2005 con el cual consiguió jugar la UEFA Women’s Cup y en 2005 hasta 2007 fue parte del Doncaster Rovers. En mitad de 2007, ya en el Hibiernian Girl’s and Ladies Club trabajó como entrenadora-jugadora del equipo hasta 2008, lo mismo que hizo con su siguiente destino; el Spartans Football Club Women’s and Girl’s.

En 2009, comenzó su carrera como entrenadora con la Selección Sub19 de Escocia y al mismo tiempo dirigía al Spartans, pero por la demanda de tiempo, tuvo que renunciar al club en 2010. Con aquel combinado, participó del Mundial Femenino Sub19 de Macedonia, pero tuvo un mal rendimiento y quedó eliminada en fase de grupos.

Su próximo reto fue en 2013, luego de haber recibido la licencia pro de la UEFA, con el equipo femenino del Arsenal de Inglaterra, uno de los equipos más importantes del continente. Fue bicampeona en 2013, obteniendo Women’s League Cup y FA Cup, torneo que repitió en 2014. Aun así, en este último año renunció en agosto a su cargo luego de haber tenido un mal arranque en el torneo, la eliminación de Champions League y la Copa de la Liga.

Pero en ese mismo año que se fue del Arsenal hizo algo único en el Reino Unido: fue la primera mujer en la historia de ese conjunto de países en dirigir un equipo de hombres. En este caso, fue el Stirling University F.C. que participa en la Lowland Football League, la quinta división del futbol escoces.

Tras 3 años dirigiendo en aquella categoría, Kerr dio un salto enorme en su carrera: el 13 de abril de 2017, se convirtió en la seleccionadora nacional de Escocia y en 2018, durante las eliminatorias europeas para el Mundial de Francia 2019, finalizó en la primera posición con 21 puntos en el grupo 2, clasificando de manera directa al certamen por primera vez en su historia.

Mencionar Michelle “Shelley” Kerr es sinónimo de fútbol femenino escocés y antónimo de rendición. Es uno de los mejores ejemplos deportivos y el máximo en el ámbito futbolístico de las mujeres en su país.

Brasil y el VAR, la goleada que no fue

Por Santiago Ballatore

A veces justo, pero a veces no tanto. Cuando lo es, el equipo damnificado se enoja igualmente. Tal vez sea porque los jugadores no están de acuerdo, o simplemente por la impotencia que produce gritar un gol, para que después se escurra entre las manos, tras la anulación del árbitro, que vio la repetición cinco veces en cámara lenta. La realidad es que el VAR está siendo un gran protagonista en esta Copa América, y una manera de utilizarlo que no se había visto hasta ahora, ya que los jueces están recurriendo muchas veces a él, casi olvidándose de dirigir en el presente. Y también, fue el VAR el personaje principal de esta historia de odio de este martes a la noche: Brasil y el 3 a 0 que no fue.

El anfitrión de la Copa empató en 0 ante Venezuela, que todavía no recibió goles legalmente, aunque sí esquivó varias balas, porque teniendo en cuenta el partido contra Perú y éste, a sus rivales ya les fueron anulados cinco goles: dos el sábado y tres hoy.

Corrían 37 minutos cuando el público de Salvador ya estaba empezando a ponerse impaciente. No había silbidos, pero sí murmullos, de esos que anticipan la explosión, si todo siguiera en ese rumbo. Por suerte, o por desgracia, para los espectadores, Dani Alves apareció por la derecha y se encargó de tirar un centro correcto. Roberto Firmino hizo casi todo bien para ponerse de frente al arco, y mandó la pelota contra la red. Pero los hinchas no pudieron festejar mucho: Bascuñán, el árbitro del partido, cobró falta del delantero al venezolano Villanueva, que estaba en el piso acusando un golpe. Gol bien anulado.

Casi 25 minutos después Firmino volvió a estar en los ojos de todos cuando capturó un rebote luego de un disparó de Gabriel Jesús, y centró la pelota para que el delantero del Manchester City definiera. Pero Bascuñán recibió una llamada del VAR por su auricular, que le recomendaba que fuera a ver la jugada por un supuesto offside del jugador del Liverpool al momento de agarrar el rechazo. Y efectivamente, estaba en posición adelantada. Y al ser una jugada de pura interpretación, ya que es el juez quien debía definir si el balón había sido rechazado por Villanueva o si había rebotado en él, eligió anular el gol. Seguía 0 a 0 en la cancha, mientras en las tribunas los murmullos pasaban a ser gritos.

Y en el minuto 86 llegó la gota que rebalsó el vaso. Después de un pequeño acto de rebeldía de Everton, que había entrado minutos antes por David Neres, el equipo consiguió que la pelota llegara prácticamente limpia al área chica, donde remataría Philippe Coutinho para marcar el 1 a 0. Tanto los hinchas como los jugadores se desahogaron. Pero con el VAR desahogarse es entregarse, quedar indefenso. Y fue en ese momento de defensas bajas, en el que le avisaron al árbitro del partido, que la pelota había rebotado en Firmino, que estaba en offside. Firmino, el mismo de los otros dos goles. Lo que podría haber sido su partido consagratorio con la selección, terminó con él como máximo apuntado como responsable por los fanáticos brasileños.

Análisis táctico: Argentina – Colombia

Por Roberto Aboian

En el debut internacional de Lionel Scaloni, la Argentina perdió en su primera prueba ante Colombia en un partido parejo, donde ambos equipos en distintas circunstancias del encuentro, se dominaron entre sí. Argentina mostró falencias tácticas en el primer tiempo, pero con el ingreso de Rodrigo De Paul cambió la cara, sin embargo, no le alcanzó para llevarse los tres puntos.

La Argentina formó con un 4-4-2 compuesto por: Franco Armani en el arco; Nicolás Tagliafico, Nicolás Otamendi, Germán Pezzella y Renzo Saravia en la línea defensiva; en el medio, una línea de cuatro jugadores compuesta por Giovani Lo Celso, Guido Rodríguez, Leandro Paredes y Ángel Di María; en la delantera se posicionaron Sergio Agüero y Lionel Messi.

Colombia se paró un 4-3-3 conformado por: David Ospina en la portería; Stefan Medina, Yerry Mina, Davinson Sánchez y William Tesillo en la primera línea, en el mediocampo se colocaron Juan Guillermo Cuadrado, Wilmar Barrios como volante central y Mateus Uribe; en la delantera James Rodríguez, Radamel Falcao y Luis Muriel.

En los primeros ataques de la Argentina, cuando todavía predominaba, la selección colombiana se paró en la defensa en un compacto 4-1-4-1.

Argentina, en un principio, manejó el balón y pudo plasmar su juego, pero en cuanto Colombia comenzó a poblar la zona central, el equipo albiceleste automáticamente comenzó a replegarse quedando completamente partido.

Así mismo, los dos volantes centrales, quedaron de un lado y los delanteros del otro, quedando el equipo incomunicado en concepto de juego. Messi, sufrió la constante marca de Barrios, quien pudo anularlo reiteradas veces, y también, lo acechó una marca grupal.

En esta imagen se ve lo mencionado anteriormente. Messi rodeado y al mismo tiempo, sin jugadores a los cuales descargar el balón. Paredes, por su parte, se encontraba bastantes metros atrás de donde debería haber estado, para poder brindarle soporte.

La falta de pases nació, en principio, por el repliegue excesivo de ambos volantes centrales, como se puede apreciar en la siguiente imagen.

¿Cómo pretendía la Argentina generar juego teniendo semejante espacio ocupado por los jugadores colombianos? Los que debían distribuir el balón, se encontraban a un lado del cuadrado de la imagen y quienes lo esperaban, en el perímetro.

Colombia sin plasmar una gran presión, generaba que Paredes se ubicara en el medio de los centrales y esto hacía que solamente se pueda lateralizar la pelota en vez de jugar hacia adelante. En los casos que sí había algún jugador, como en este caso Rodríguez (imagen 2), pero que no se mostraba para recibir el pase de su compañero, provocaba recurrir al pelotazo para ganar metros.

A su vez, el mal funcionamiento de Paredes con Rodríguez era aún más notorio en este tipo de situaciones. Ambos jugadores se desempeñan en el mismo puesto, por lo que en la cancha se ubicaban de la misma manera doblándose.

Esta situación es clara con respecto a que ninguno de los volantes centrales tomaba el centro del campo para desempeñarse como enlace entre los volantes ofensivos y la defensa. Esto generó la lateralización constante del balón, hasta el momento en que alguno decidiera jugar el pelotazo hacia adelante.

El juego por abajo parecía no ser una opción para el conjunto albiceleste y Colombia lo empezó a aprovechar presionando más alto, generando que la Argentina tuviera que desprenderse más rápido de la pelota.

Ante esta presión, los volantes argentinos buscaron ganar metros saltando líneas mediante el pase largo a las espaldas de los laterales colombianos.

En concepto de juego, Argentina fue muy inferior a Colombia. Barrios recuperó siempre en el mediocampo y Cuadrado, infalible en el uno contra uno, era quién gestaba las jugadas en ataque. El conjunto nacional tuvo un pasar decepcionante y estático, sin generación de juego quedando a merced del equipo colombiano.

El comienzo del segundo tiempo fue totalmente diferente para la Argentina, con el ingreso de Rodrigo de Paul por Di María. El equipo ganó mas velocidad por las bandas y fue metiendo a su rival en su campo. Argentina pasó a formar con un 4-2-3-1 con un doble cinco Paredes-Rodríguez, Lo Celso de media punta, Messi por derecha y De Paul por izquierda.

La Argentina se mostró mas amplia en la cancha y generó el repliegue de los colombianos que pasaron a formar una línea de cinco volantes para equiparar numéricamente a los argentinos.

Argentina se notaba mucho más ordenada. Paredes llegaba a la puerta del área y se animaba con disparos a la portería de Ospina. También, se mostraba como la primera opción de pase para Messi, quedando Rodríguez más retrasado.

En el marco de una Argentina dominadora, era inminente que Queiroz debía hacer una modificación para equiparar su defensa. Hizo ingresar a Jefferson Lerma por Cuadrado, lo que le dio una mayor contención, dado que compartió el centro del campo con Barrios. Colombia, luego de este cambio, formó un 4-2-3-1.

Argentina parecía estar más cerca del gol que Colombia, pero un cambio de frente de Rodríguez a Martínez y una gran jugada de este último, abrió el marcador para el conjunto colombiano.

Instantes previos a esta imagen, Martínez recibía a espaldas de Saravia. Lo que se observa acá es el mal timing del lateral, quedando muy expuesto, al salir a presionar al delantero colombiano y a su vez, el erróneo posicionamiento de Pezzella dejando un espacio libre muy grande. Martínez, luego de haber eludido a Saravia, se encontró en un espacio donde no había jugadores argentinos, lo que le permitió medir y disparar un tiro inatajable para Armani.

Scaloni decidió ingresar a Matías Suárez por Agüero y lo colocó como el único centro delantero. Aportó en la presión alta, pero en mi opinión, el cambio de Suarez debió ser por alguno de los volantes para que este pueda armar una sociedad en ataque junto a Messi y el antes mencionado Agüero.

El resultado lo selló Duvan Zapata, quien había ingresado por Falcao. En una contra, Martinez recibió nuevamente enfrentado a Saravia y esperó que Lerma llegue para hacerle el dos a uno (imagen 1), mientras que Zapata se colaba entre los centrales argentinos. En la segunda imagen, Lerma juega el balón al espacio libre y Zapata se anticipa a los defensores para marcar el 2-0 definitivo.

La Argentina mostró dos caras en este encuentro. Por un lado, un conjunto dubitativo en el primer tiempo y por otro, un equipo más atrevido en el segundo con mucha llegada al arco rival. Habrá que revisar cuestiones tácticas en el medio campo en vistas del encuentro con Paraguay, para enderezar el mal pasar de la Argentina en el certamen.

Colombia, por su parte, realizó un partido correcto y supo aprovechar las falencias que mostró  Argentina, para poder llevarse tres puntos claves de cara a la clasificación.

Análisis táctico: Argentina – Inglaterra

Foto: fifa.com

Por Roberto Aboian

Carlos Borello volvió a apostar a un planteo defensivo para generar superioridad numérica en la defensa y anular a la poderosa Inglaterra, pero no contó con el potencial individual del conjunto europeo que, después chocar numerosas veces ante Vanina Correa y la defensa argentina, pudo llevarse el triunfo por la mínima.

Argentina formó nuevamente con un 4-5-1 compuesto por: Vanina Correa en el arco; en la línea defensiva se ubicaron Adriana Sachs, Agustina Barroso, Aldana Cometti y Eliana Stábile; Florencia Bonsegundo, Linda Bravo, Lorena Benítez, Miriam Mayorga y Estefanía Banini conformaron el mediocampo quedando como única referencia en ataque Soledad Jaimes.

Inglaterra se paró con un 4-1-4-1 conformado por: Carly Tefford como la arquera; Lucy Bronze, Stephanie Houghton, Abbie McManus y Alex Greenwood en la primera línea; como volante central defensiva se posicionó Jade Moore; por delante de ella, las interiores Jill Scott y Francesca Kirby acompañadas por las extremos Nikita Parris y Bethany Mead; por último, como referencia de área la centrodelantera Jodie Taylor.

Inglaterra fue predominante en todo el primer tiempo. La Argentina se mantuvo replegada constantemente en defensa haciendo lo posible para anular los ataques de las inglesas, que se desplegaban por las bandas desbordando con sus extremos junto a las laterales para luego buscar la cabeza de Taylor o Scott, o filtrando por dentro gracias a los arrastres de marca por parte de la centrodelantera para lanzar en ataque a las mediocampistas.

En esta imagen, en la primera jugada del encuentro, se puede observar la sociedad Kirby – Parris en la que la mediocampista recibe, espera y descarga hacia la extremo que seguirá hasta el fondo para luego centrar buscando la cabeza de alguna de sus compañeras.

Inglaterra arrancaba casi todas sus jugadas con sus zagueras que, considerando el repliegue de las argentinas, podían adelantarse sin riesgos. Estas se sumaban en las triangulaciones entre las interiores y las extremos para llegar a la línea del fondo.

Se puede apreciar en la primera imagen a McNanus jugando hacia Mead, quien luego descarga para Kirby (imagen 2) que luego descarga al vacío (remarcado en amarillo) para que Maed reciba a la carrera y profundice hacia el fondo.

Hubo reiteradas situaciones en las que, estando la Argentina muy replegada, las laterales inglesas (Bronze en este caso) podían llegar hasta el fondo sin problemas y tener varios metros de libertad para poder pensar la jugada.

Taylor, a su vez, solía retrasarse para arrastrar la marca de las zagueras argentinas así Scott o Kirby tenían vía libre para filtrarse.

La jugada del penal, instantes más tarde, llegó gracias al aporte de Greenwood, la lateral por izquierda. Mead había recibido un cambio de frente segundos antes que la posicionó sobre la línea del arco defendido por Correa. Sin espacios, la extremo esperó la llegada de Greenwood y jugó al espacio para que pudiera encarar hacia el arco. Ya con el balón en su poder, fue interceptada por Bravo cometiéndole la falta que desembocaría en el penal que luego Correa atajaría.

Inglaterra siguió generando situaciones por las bandas como por adentro, pero fueron anuladas por la solvencia defensiva de las argentinas o por las paradas claves de Correa que, con el paso de los minutos, se iba consolidando como la jugadora del partido.

La presión por parte de las inglesas también era sofocante para la defensa argentina, dado que solían cerrar las distintas opciones de pase que podían llegar a tener.

Esta presión generó un error en la salida argentina y culminó en una situación mano a mano entre Mead y Correa en la cual, la arquera volvió a responder magistralmente.

En el comienzo de la segunda mitad, Inglaterra siguió generando sus ataques por las bandas, buscando la cabeza de sus jugadoras, y por el medio, pero la Argentina seguía siendo efectiva en la anulación de estos gracias al trabajo de la defensa y Correa. Todas las jugadas comenzaban, como en la primera parte, de la mano de Houghton.

Las volantes por afuera, Bonsegundo y Banini, junto a Jaimes y Benítez comenzaron a pararse mucho más adelante que en el primer tiempo para poder ejercer una presión más alta ya pensando en atacar el arco rival, considerando que en la primera mitad no hubo llegadas claras de conjunto Albiceleste.

Sin embargo, este nuevo posicionamiento de la Argentina fue participe en la gestación del único gol del encuentro. Gracias a esta presión, Jaimes había conseguido recuperar el balón y varias volantes se sumaron al ataque junto a las extremos. Algo impensado en el planteo táctico del inicio, pero a la hora de considerar la poca llegada del conjunto nacional, era una opción sumamente factible.

La realidad es que las inglesas aprovecharon la recuperación y con la igualdad numérica, las chances se tornaron sumamente favorables para las europeas que lograron, finalmente, marcar el tanto que les daría la victoria.

Kirby comandó la contra y llegó hasta la última línea de las defensoras argentinas. Mead se liberó dado que Gómez se sumó a la marca de Kirby por lo que esta descargó hacia la extremo que instantes después jugó para Taylor que solo tuvo que empujar la pelota al arco ante una Correa ya rendida luego de haber querido cortar aquel pase.

Luego del gol, Borello decidió sacar a Banini para que ingrese Mariana Larroquete. La idea de este cambio en primer lugar, fue de preservar a la capitana para el duelo por la clasificación ante Escocia y, en segundo lugar, generar una mayor ida y vuelta de la volante perdiendo en contraposición la generación de juego que puede aportar la capitana.

Argentina siguió siendo inofensiva en ataque, pero pudo preservarse bien en defensa manteniendo en mínima la diferencia de gol, cuestión clave en la pelea por la clasificación como mejor tercera.

A veinte minutos del final, Argentina producto de la distracción pudo haber sufrido un segundo gol. En un tiro libre en la puerta del área, Kirby merodeaba la zona del balón desentendiéndose de la jugada, pero instantes antes de que la árbitra pite, se ubicó a la derecha de la barrera, mientras que las argentinas, concentradas en el balón, no supieron verla. Luego Kirby, al recibir la pelota, desaprovechó la situación clara que la Argentina le había regalado.

Pasados unos instantes, Borello sacó a Benítez e hizo ingresar a Vanesa Santana. Un cambio de puesto por puesto de renovación de piernas en el mediocampo para seguir defendiéndose como lo venían haciendo.

Inglaterra buscó el segundo gol con constantes centros a la cabeza Taylor o Scott, por la gran altura que ambas tienen en relación a las defensoras argentinas. Aunque existió un peligro inminente, las dos jugadoras malograron en su totalidad las posibilidades de marcar mediante el juego aéreo.

Argentina, más allá de la derrota, mostró nuevamente un gran funcionamiento defensivo y la actuación de Correa le valió para recibir el premio de la MVP del encuentro. Considerando el favoritismo del equipo inglés, el conjunto nacional vendió cara la derrota y al mismo tiempo, el hecho de perder por la mínima, saben que, logrando una victoria ante Escocia, las depositaría automáticamente en la segunda fase.

Inglaterra, por su parte, se mostró nuevamente como el equipo top que es. Un planteo táctico bien amplio, recubriendo toda la cancha sin quedar partidas, para luego atacar por las bandas y centrar buscando el gol gracias a la gran altura de sus delanteras. A su vez, la polivalencia de sus jugadoras para interpretar los distintos dibujos tácticos como la capacidad individual de las mismas, ubican a las inglesas como una de las candidatas por el título.

Australia se clasificó a los octavos de final

Foto: fifa.com

Por Lucas Torretta

El primer tiempo fue todo de las australianas. Iniciado el partido, Nicole McClure (arquera de Jamaica) contuvo un remate de Kerr, que ya demostraba lo metida que estaba en el partido. Y a los 10 minutos, Kerr anticipó un centro desde la izquierda y con un cabezazo venció el arco jamaiquino.  Luego de ese gol, Australia encontró espacios por la derecha del campo de juego gracias a los desbordes de Ellie Carpenter y Emily Gielnik, y sobre el final de la primera mitad, otra vez la capitana marcó de cabeza.

En el complemento, Hue Menzies, entrenador de Jamaica, movió el banco y sacó a Tiffany Cameron y en su lugar puso a Havana Solaun. Este cambio le dio resultado, ya que, cuatro minutos después de haber ingresado, Solaun anotó el descuento para las Reggae Girlz y, de esta forma, convirtió el primer gol en la historia de Jamaica en un Mundial Femenino.  El partido se emparejó y las jamaiquinas tuvieron la posibilidad de empatar el duelo de la mano de Khadija Shaw, que tuvo tres tiros que se fueron desviados.

Ya en los 20 minutos finales, las dirigidas por Ante Milicic, tomaron otra vez el control del juego, y tras un error defensivo, Kerr definió de zurda y logró el hat-trick. Minutos después, presionó a McClure y le robó la pelota para conseguir el cuarto gol personal y del partido. Con estos tantos, la capitana australiana igualó a Alex Morgan como goleadora de esta Copa del Mundo y, además, la delantera consiguió el récord de ser la primera australiana en marcar cuatro goles en un Mundial.

Marta hizo historia

Foto: fifa.com

Por Santiago Ballatore

19 de febrero de 1986, Dos Riachos, Brasil. Muchas cosas habrán pasado esa fecha alrededor del mundo. Incluso en ese pueblo de poco más de diez mil habitantes. Pero con el diario del lunes, 33 años después, se puede afirmar que hay uno que destaca: el nacimiento de Marta Vieira da Silva, o como es conocida popularmente, Marta, a secas.

Por una lesión en el muslo izquierdo, la futbolista brasilera no había podido disputar el partido del debut de su seleccionado en el Mundial de Francia ante Jamaica pero, a pesar de no estar aún recuperada al 100%, decidió jugar los otros dos encuentros del grupo. Ante Australia convirtió un gol de penal, aunque al equipo no le alcanzó ni siquiera para rescatar un empate, y frente a Italia volvió a marcar desde los doce pasos, y sin dudas fue vital para el futuro cercano de Brasil, ya que fue el único gol del partido y clasificó al plantel a los octavos de final.

El gol que marcó contra Italia no fue solamente uno más para la futbolista. Gracias a la combinación que tuvo con su compañera Debinha, que sirvió para conseguir la falta dentro del área, y la posterior ejecución del tiro, se convirtió en la máxima goleadora de la historia de los Mundiales con 17 goles, superando a Miroslav Klose. Así que con este tanto, Marta no hizo historia nada más en el fútbol femenino, sino que dejó una fecha marcada para la historia de este deporte.

Es verdad que en cierto punto es decepcionante para las jugadoras brasileñas haber clasificado como terceras en el grupo C, pero teniendo en cuenta las grandes actuaciones de Australia e Italia, es entendible. Y es más positivo si se tiene en cuenta que Bárbara, la arquera de la Verdeamarela, le sacó un disparo en el área chica a la otra Bárbara, Bonansea, que entraba sola por el segundo palo para cambiar el rumbo del partido.

A cuatro partidos está Marta de conseguir lo que tantas veces se le frustró, la Copa del Mundo. Quedó afuera en cuartos de final en Estados Unidos 2003, perdió la final en China 2007, otra vez no pasó los cuartos en Alemania 2011 y se quedó en los octavos de final de Canadá 2015. Teniendo en cuenta que esta puede ser la última copa para varias jugadoras de una generación histórica, como ella y la mediocampista Formiga, sabe que deberá utilizar todos los cartuchos que le queden en los partidos que vengan.

Las tenistas reclaman sus derechos

Por Micaela Delzart

El movimiento feminista dio un giro a la mirada de las personas y cambió casi todo el sistema machista. Casi, porque en muchos ámbitos la superioridad del hombre sobre la mujer sigue existiendo. En Argentina, algunos deportes todavía son a beneficio del hombre, como el tenis. Por eso, un grupo de jugadoras, mediante las redes sociales, busca sponsors y organizadores de torneos internacionales por la falta de apoyo económico e institucional.

Muchas mujeres están dejando de jugar por la falta de apoyo y de torneos que sí tienen los tenistas hombres, ya que tienen torneos de primera categoría internacional y las mujeres solamente torneos nacionales. “Somos muchas las mujeres que juegan bien al tenis y tienen talento. La falta de tenistas argentinas en el top 100 no es por falta de talento sino por falta de oportunidades”, expresó la jugadora de 18 años Emma Kiernan, una de las líderes en las redes sociales de @tenis_femenino.

Hay una cultura errónea del deporte femenino que le saca reconocimiento a las tenistas. Creen que la solución es que aparezca una crack pero es solamente una excepción”, comentó la tenista Kiernan. Gabriela Sabatini, ex tenista profesional en Argentina, es la tenista más ganadora en el país pese a que se retiró en 1996.

Queremos potenciar la disciplina para que las chicas no dejen de jugar por no tener dinero y también conseguir todo el apoyo necesario para la organización de torneos”, dijo Kiernan. Una jugadora que se quiera meter en el mundo del tenis y no cuente con sponsors tendrá que tener dinero para pagar sus viajes, llevar a su entrenador o ir sola, su uniforme y complementos. Además, el circuito femenino de la Federación Internacional de Tenis redujo los cuadros de las clasificaciones, por lo que una tenista que está en el puesto 500 tiene que hacer tres o cuatro giras para sumar puntos, a diferencia de los hombres, que pueden entrar en el top 200 sin salir de la región.

En una nota de El Gráfico en 2003, Natalia Gussoni, integrante del equipo de la Copa Federación y tenista que llegó a estar en el puesto 174 del ranking, dijo que por la falta de sponsor se le complicaba poder venir al país entre torneo y torneo para ver a su familia.

Por otro lado, Luciana Moyano, ganadora del Sudamericano Sub 14 en Cali y única argentina en el Top 10 de la Confederación Sudamericana de Tenis, contó ahora que aún así se le complica mucho obtener los recursos para viajar afuera.

La Asociación Argentina de Tenis, que preside desde 2008 Agustín Calleri, tiene un plan de seis años con el Programa Integral de Desarrollo del Tenis Femenino. El proyecto (2019-2025) consiste en abarcar todas las etapas de desarrollo de las jugadoras argentinas, que comienza con el Programa “GEN1OS” destinado a niños y niñas menores de diez años. El conflicto aparece cuando muchas jugadoras no pueden esperar a llegar a esa edad y tienen que dejar el deporte por la falta de dinero.

Las mujeres todavía sienten el peso del género en los deportes, y aunque se profesionalizó el fútbol femenino, solo tienen contrato ocho jugadoras por club y no les alcanza para dedicarse plenamente. Natalia Espinosa, ex jugadora de vóley, comentó que una jugadora no puede vivir del vóley como su único trabajo. Sofía Puchot, una de las seleccionadas para el Mundial de hockey subacuático en Inglaterra, publicó un tweet en busca de sponsors para poder pagar los elementos que necesita para jugar y las situaciones se repiten en más deportes.

Tenemos que seguir soñando en grande y así empoderar a la siguiente generación de mujeres a perseguir sus metas”, dijo Serena Williams, jugadora de tenis profesional que estuvo en la primera posición del ranking Asociación Femenina de Tenis por 300 semanas, en una carta abierta para la edición “Mujeres increíbles”, de la revista Porter. En Argentina, las mujeres empezaron a ser escuchadas y la situación empieza a revertirse, aunque falta más apoyo desde hace años. “Porque hay una historia que no está en la historia y que sólo se puede rescatar aguzando el oído y escuchando los susurros de las mujeres”, escribió la periodista Rosa Montero en Historias de mujeres. Vale también para el tenis y para todo el deporte argentino.