lunes, diciembre 23, 2024
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Rodrigo De Paul, capacidad y compromiso

Por Fabrizio Ramos

Cuando se vio el nombre de Rodrigo De Paul en la lista de 23 jugadores de la Selección Argentina para la Copa América, muchos medios de comunicación eligieron poner el foco en “el futbolista que hace reír a todos” y no en los innumerables atributos que tiene el oriundo de Sarandí. Estas condiciones las demostró desde sus inicios en Racing y fueron las que lo llevaron a Europa. Hoy, con 25 años, es capitán y figura del Udinese de Italia.

Aunque comenzó jugando como un clásico enganche durante su etapa en las juveniles de la Academia, su capacidad para recuperar y jugar lo fue tirando más sobre la línea lateral. Con la pelota en los pies siempre fue de los más destacados, pero De Paul también contaba con un carácter que lo hacía diferente. Y eso quedó demostrado a los 19 años, con solo un puñado de partidos en el equipo de Avellaneda. Se acercó a Sebastián Saja, capitán de aquel entonces, y le hizo un pedido especial: utilizar la camiseta 10 que había dejado libre el colombiano Giovanni Moreno.

Solo un año en el plantel profesional de Racing le bastó para demostrar aquellas cualidades que muchos entrenadores de inferiores resaltaron durante su etapa en las categorías formativas. El Valencia de España fue quien se lo llevó en 2014, pero al no conseguir la regularidad que esperaba durante su primer año y medio, decidió volver, en condición de préstamo, a la Academia. Aunque tampoco contaría con los minutos esperados.

Aquella confianza y estabilidad en el once titular que únicamente había conseguido en el Racing de Zubeldía, volvió a encontrarla en el Udinese de Italia. Sumado a la calidad del mediocampista y ya con dos temporadas de menos a más, en el último año desplegó todo su nivel, no sólo por la regularidad de su juego sino también por sus números, ya que terminó con nueve goles y ocho asistencias.

El rendimiento en el último encuentro ante Catar no debería ser una sorpresa para nadie. Mucho menos su capacidad para jugar cuando tiene la pelota, su movilidad cuando la tiene un compañero y su compromiso en defensa cuando la tiene el rival. La evolución de Rodrigo De Paul en estos últimos años se veía que podía llegar porque condiciones no le faltaban. Mientras tanto, para muchos, su única virtud será que “hace reír a todos”.

Francia y su costumbre de ganarle a Brasil

Por Daniel Melluso

Las estadísticas pueden ser un arma de doble filo, pero no para Francia, por lo menos ante Brasil. Con la victoria por 2 a 1 en tiempo suplementario, las europeas acrecentaron su racha sin derrotas ante las sudamericanas en nueve encuentros disputados: seis victorias y tres empates.

Hay que recapitular hasta el 2003 para encontrar el único partido que jugaron entre sí por Mundiales. Aquella vez en Washington, Estados Unidos, fue empate 1 a 1 en la última fecha del Grupo B, resultado que concluyó con la eliminación gala y pasaje a cuartos de final para la canarinha. Hoy, por los octavos de final, la historia fue a la inversa, por lo que las anfitrionas continúan en la competencia.

Hace 16 años, Corinne Diacre, la entrenadora de Les Bleues, y Marta, la capitana brasileña, también se enfrentaron, pero esa vez con ambas dentro del campo de juego. El fútbol da revancha y hoy Diacre se la cobró. Por su parte, la máxima goleadora de las Copas del Mundo (17 tantos), incluso teniendo en cuenta la disciplina masculina, se quedó con las manos vacías y sin la posibilidad de acrecentar tanto su récord como su leyenda.

El duelo pudo haber sido el último en Mundiales de la futbolista Formiga, un hecho histórico teniendo en cuenta que la experimentada de 41 años disputó su séptima edición del torneo (el primero fue el realizado en Suecia 1995). Otro récord en el conjunto subcampeón de 2007.

Como para no ser menos y quitarle espectacularidad al enfrentamiento, Amandine Henry, la dueña del brazalete en Francia, marcó el tanto definitivo al minuto del segundo tiempo extra. Pero eso no es lo relevante, por lo menos no lo único. La mediocampista central, a los 18 años, sufrió la rotura del cartílago de la rodilla derecha y debió ser intervenida quirúrgicamente con ninguna posibilidad de retorno al deporte de alto rendimiento. No solo eso, la futbolista tiene un déficit muscular del 40 por ciento en su cuádriceps derecho, por lo que debería ser incapaz de continuar con la actividad. Fue por eso que tuvo que cambiar su estilo para poder hacerlo. ¿Qué hubiera ocurrido si Henry no hubiera regresado a las canchas? ¿Brasil continuaría en la competencia? ¿Francia habría llegado tan lejos en esta edición? No se sabe.

Lo que sí se sabe es que las anfitrionas lograron el pasaje a cuartos de final por tercera vez en su historia y esperan por la ganadora del duelo entre España y Estados Unidos, para poder continuar en el camino que las lleve a lograr su primer título en la competencia.

El todo por encima de las partes

Por Francisco Rodriguez

El todo es más que la mera conjunción de las partes. Cuando lo que está por encima de los nombres es una idea de juego marcada, la mayoría de las veces no importa quienes sean los 11 que salgan al verde césped, porque el equipo funcionará igual. Hoy, Colombia florece en esta fase de grupos de la Copa América y ratifica su candidatura al título.

La incertidumbre que dejó la ida de José Néstor Pékerman parece haber terminado. En Colombia hay un técnico que sabe cómo transmitir su idea, y un grupo de jugadores que supieron recibirla y acoplarse a ella. Por esa razón, no importa quién juegue, el equipo de Carlos Queiroz se encuentra renovado y da muestras de  buen fútbol. Hay una relación recíproca entre el todo y las partes.

Con el primer puesto asegurado, el conjunto cafetero disputó su partido contra Paraguay en la Arena Forte Nova con un equipo alternativo. El conjunto dirigido por Eduardo Berizzo necesitaba de una victoria para proclamarse como segundo del grupo, pero ahora debe esperar a que mañana ni Japón ni Ecuador ganen en el partido que los enfrentará en la última fecha del Grupo C.

No estaba la estrella James Rodríguez, ni la firme dupla central que conforman Davinson Sánchez y Yerry Mina; tampoco Wilmar Barrios y sus relevos, ni la presencia del goleador Duván Zapata, quien parece haberle sacado el puesto al histórico Radamel Falcao. Además, hay que sumar la ausencia del arquero David Ospina, quien hace unos días tuvo que abandonar la concentración para ver a su padre enfermo. Su reemplazante fue Álvaro Montero, arquero de Deportes Tolima.

Sin embargo, esta vez estuvieron presentes Edwin Cardona, el ex “10” de Boca que tomó las riendas del equipo; Jefferson Lerma y Gustavo Cuellar, quienes se adueñaron del mediocampo cafetero, marcando y generando juego para Luis Díaz, el desequilibrante jugador de Junior que tanto pedía Marcelo Gallardo para River, y Radamel Falcao, que -aunque no convierta- siempre aporta.

Un equipo corto, que presionó la salida de los centrales paraguayos Gustavo Gómez y Junior Alonso, y los obligó a realizar pases largos e imprecisos para el histórico centro delantero Tacuara Cardozo, quien no pudo con la presencia de Cristian Zapata y John Lucumí.

Así vino el primer gol de Cuellar, luego de una recuperación de Falcao y una gran jugada por derecha de Santiago Arias, y también el segundo de Díaz, que luego fue anulado a instancias del VAR, debido a una mano del delantero colombiano al momento de controlar la pelota. El equipo de Queiroz supo aguantar los pocos ataques de Paraguay y, a partir de la ventaja y la desesperación del rival, se hizo dueño de la pelota.

El equipo del argentino Eduardo Berizzo tuvo muchas dificultades para asociarse y no contó con su característica contundencia. Miguel Almirón no pudo ser decisivo y ahora Paraguay tiene muy pocas chances de clasificar a Cuartos de Final.  Mientras tanto, Colombia espera rival, dentro de los que se encuentran como posibles otros dos aspirantes al campeonato como Uruguay y Chile, y el joven equipo de Japón.

Martínez, el delantero solidario

Por Fernando Bajo

Cuando llegó a Racing en 2014 Lautaro Martínez no la pasaba bien, extrañaba a su familia y quería volverse a Bahía Blanca, pero su compañero Brian Mansilla fue quien más lo acompañó y lo ayudo a distraerse.

Cinco años después, el delantero que marcó el primer gol de la Selección argentina en la victoria por 2 a 0 ante Catar (es el segundo triunfo ante este seleccionado en la historia, el anterior había sido en 2005 por 3 a 0) que la clasificó a los cuartos de final de la Copa América, no cambió mucho. Cuando se mudó a Milán para jugar en el Inter, su familia fue con él unos días.

A pesar de que su padre fue futbolista y siempre se preparó para desarrollarse en el ambiente de este deporte, extraña su vida cuando no era conocido. “Ahora me tengo que cuidar de todo. Antes era una persona normal, ahora soy una persona normal, pero con un nombre en el fútbol y hoy en día es de una de las cosas de las que más se habla. Extraño la tranquilidad”, confesó en septiembre de 2017 en una entrevista con El Gráfico.

El atacante, que afirma que si no hubiese sido futbolista se habría dedicado a jugar al básquet, deporte que le apasiona y mira mucho, hoy marcó su primer tanto en su segundo partido oficial con la Albiceleste.

El otro gol del conjunto nacional lo marcó Sergio Agüero. Sí, el entrenador Lionel Scaloni, después de ser criticado cuando en el partido ante Paraguay dejó al Kun como único atacante y sacó a Martínez, que se enojó y la imagen de él golpeando una botella en el banco de suplentes se viralizó, esta vez puso desde el inicio a dos delanteros. Y tanto el jugador del Inter como el del Manchester City pagaron con goles.

“Estamos muy contentos por el resultado y pasar de fase”, declaró luego del partido el ex Racing. El Torito colaboró con sus compañeros presionando a los defensores rivales durante todo el encuentro. Pero su generosidad no termina adentro de la cancha. “Yo trato de ayudar donde pueda, ya sea en hospitales o comedores. En lo que sea. En Bahía Blanca trato siempre de ayudar porque me sale de adentro y a mi familia también”, contó en septiembre del año pasado en declaraciones al diario Clarín.

A pesar de no tener un buen rendimiento, con los pases de Leandro Paredes -dio 77 correctos-, las gambetas de Rodrigo De Paul y los goles de los delanteros la Selección argentina con esta victoria clasificó segunda en el grupo B, ya que Colombia superó a Paraguay 1- 0, y el viernes enfrentará a Venezuela.

Argentina sin bajas rumbo a cuartos

Por Carolina Jurczyszyn

Ningún jugador de la Selección se perderá el próximo partido.

Seis futbolistas de la Selección argentina disputaron el encuentro con Catar con una tarjeta amarilla previa. En el caso de que Franco Armani, Nicolás Tagliafico, Leandro Paredes, Nicolás Otamendi y Renzo Saravia hubiesen cometido una acción indebida y el árbitro chileno, Julio Bascuñán, los hubiera sancionado con tarjeta, dichos futbolistas no jugarían el partido por los cuartos de final contra Venezuela.

Guido Rodríguez, quien no ingresó en todo el partido y que también acumula una tarjeta amarilla, junto con Saravia y Paredes, fueron sancionados en el partido inaugural de la albiceleste. Por el contrario, el arquero de River, Otamendi y Tagliafico recibieron la penalización en el empate frente a Paraguay 1 a 1.

En este último encuentro del grupo B, Giovani Lo Celso y Juan Foyth percibieron una amonestación, y fueron sustituidos por Marcos Acuña y Germán Pezzela respectivamente.

Además, el entrenador nacional, recibió una tarjeta amarilla por reclamos hacia el árbitro, ya que desde el primero de junio se aprobaron cambios regidos por la IFAB, International Football Association Board por sus siglas en inglés.

Todo cambia, el plan de Lionel

Por Santiago Carrodeguas

La salida de Roberto Pereyra para que Sergio Agüero volviera al equipo modificó el 4-4-2, quizás la única certeza ante Colombia y Paraguay, y le dio paso al 4-3-3 con Leandro Paredes en el rol de único volante de contención. Agüero, junto a Lautaro Martínez, fue una incógnita permanente para los tres centrales de Catar con sus desmarques al espacio. Además, la manera en que se retrasó reiteradas veces junto a Lautaro Martínez para ayudar a Lionel Messi fue vital para que el ataque no quedara resumido a los destellos del capitán.

El funcionamiento del mediocampo se mantuvo parcialmente. Rodrigo de Paul se ubicó de interior derecho, su posición habitual en el Udinese de Italia, y fue el rompe líneas perfecto. Se asoció muchas veces con Saravia, y en algunos tramos del primer tiempo, ni siquiera necesitó de un compañero para crear peligro.

Lo Celso fue todo lo contrario. El habitual enganche del Betis no se sintió cómodo en la banda izquierda y buscó tirarse al medio para evitar el aislamiento total. Scaloni se dio cuenta de su error a los pocos minutos del inicio del complemento y lo reemplazó por Marcos Acuña, quien reactivó el ataque por la izquierda.

En la defensa, Scaloni sorprendió con la inclusión de Juan Foyth, quien no había debutado en las categorías mayores del seleccionado argentino, para reemplazar a Pezzella. Más allá de que Catar no atacó demasiado por su sector, al central del Tottenham se lo vio impreciso a la hora de salir jugando por abajo. Además, cometió una falta infantil al borde del área en la que el palo salvó a Armani. Sin dudas, no era el partido para que el ex Estudiantes de La Plata, con grandes chances de ser titular en el próximo Mundial, empezara a foguearse.

Los cambios de Scaloni, aunque favorecieron el juego del equipo, no pudieron solucionar falencias a la hora de recuperar el balón y en la creación de juego. A diez meses de haber asumido, el técnico rosarino aún no logró consolidar un equipo titular y eso, aunque a algunos les parezca poco, es la mayor de sus preocupaciones.

Camerún genera el juego

Por Joaquín Méndez

Once futbolistas con camisetas y shorts blancos están posicionadas para iniciar el juego. Unas pocas posan con ambas manos en sus cinturas, otras levantan sus brazos y el resto mira con grandes signos de confusión. En el fútbol se necesita de dos equipos para poder desarrollarse, pero en el Mundial de Francia, sólo uno quiere seguir compitiendo. El otro, se encuentra reunido a un costado del círculo central. Así no es posible.

Ajara Nchout está desesperada. Se toma las trenzas de su cabello que contiene una franja blanca, sus ojos parecen querer salir de su cavidad. Grita y gira su rostro de derecha a izquierda. Sus expresiones sugieren impotencia y cansancio, las mismas van dirigidas a su entrenador, Alain Djeumfa, que sufre la misma alteración pero intenta tranquilizarla con un abrazo. Las inglesas siguen posicionadas.

Ese instante en el que Jara se encontró con Djeumfa quedó en el pasado. Ahora no es la única que busca explicación alguna, todo el equipo rodea al perro peligroso. Apodo que le asignaron sus dirigidas, por su temperamento y exigencia con el grupo. Al parecer, el técnico transmitió su peligrosidad a las futbolistas y también, les potenció su seudónimo “Leonas Indomables”. La furia ya se desató, no se podrá someter a Camerún.

El partido por los octavos de final entre Camerún e Inglaterra tuvo una situación poco frecuente en la historia del deporte. El conjunto africano estuvo a punto de no seguir disputando el encuentro en dos ocasiones. Su motivo para detener el juego fueron dos intervenciones del VAR que, tras comunicarse con la jueza principal, Qin Liang, convalidó un gol para Inglaterra de Ellen White y luego les anuló uno en el complemento. Pese a la veracidad de las decisiones, no había consuelo para las camerunesas que no querían continuar.

Un antecedente similar que explica la actitud que tomaron las jugadoras sucedió en la final de la Champions League de África, donde los jugadores del Wydad de Marruecos se retiraron luego de que el VAR no funcionó en aquel partido y benefició al Esperance de Túnez. El partido se le dio por ganado al Esperance, pero recientemente resolvieron que la final se volverá a jugar,después de que finalice la Copa de Naciones de África el 19 de julio.

Aunque en el Mundial el partido se siguió jugando y culminó con la victoria inglesa por 3 a 0, que jugará los cuartos de final frente a Noruega el jueves, Camerún demostró en su acto de rebeldía la capacidad de disputar el poder o de luchar por sus derechos dentro de una cancha. Las jugadoras también son parte del juego al que pertenece el fútbol y que mueve millonarias sumas de dinero. Sin ellas, no hay espectáculo, no hay nada, porque para jugar al fútbol se necesitan dos equipos. Las protestas ocuparon un tiempo estimado de 10 minutos.

Algunos medios de distintas partes del Mundo, titularon irónicamente sobre lo sucedido, repudiando el accionar de las deportistas. Por su parte, FIFA no emitió comunicado alguno desde sus canales de información. ¿Será un mecanismo de defensa de la organización para evitar este tipo de protestas? El ente del fútbol mundial no permite las manifestaciones políticas en los estadios, pero para su contradicción, disputa poder y hace política en cada decisión que toma en torno a la pelota. De hecho, llegó a modificar leyes en países para poder llevar a cabo sus negocios, como ocurrió en Brasil, cuando realizó una petición al gobierno para que se vendiera alcohol en las instalaciones del Mundial de Brasil 2014, basando su argumento en un contrato millonario. Hoy se está jugando la Copa América en dicho país y en los partidos, se vende alcohol.

¿Acaso FIFA no vulnera los derechos de las futbolistas con esta omisión? ¿Acaso no es una decisión política no mostrar las imágenes de la protesta de Camerún? Entonces, ¿el problema no es la política o el accionar en las disputas de poder, sino quien las ejerce para FIFA? ¿O será que FIFA pretende tener un monopolio de las decisiones dentro del fútbol sin importar si afectan los derechos de terceros?

Las Leonas Indomables y su perro peligroso con su rebeldía lograron visibilidad y reconocimiento, no importa si es negativo o positivo, si tenían razón o no, porque ante la adversidad y luego de reclamar continuaron con el partido, con más énfasis y vehemencia. A Camerún no la iban a someter así no más, Camerún luchó por sus derechos y buscó generar conciencia, alguna incomodidad, no aceptó lo que consideró injusto. Se juntaron y discutieron, se preguntaron qué es lo que había pasado, cómo iban a luchar por lo suyo para cuestionar lo que les impusieron. Como futbolistas y como mujeres, dieron una lección de vida, sin importar el VAR, ni el resultado, demostraron que ellas son las que generan juego.

La Torre Eiffel los ilumina: otra vez, Francia puede ser un revulsivo en el deporte argentino

Por Joaquín Arias

Una vez más, al deporte argentino lo avizora un punto de despegue. Una vez más, a la vera del Río Sena y con la Torre Eiffel de fondo. Repasemos: el 19 de octubre de 2007, Los Pumas vencían a Francia 34 a 10 en el Parque de los Príncipes, se subían al podio mundialista por primera vez y plantaban la bandera del crecimiento del rugby criollo. A partir de aquella medalla de bronce llegaron el 4 Naciones, el PlaDAR, los Jaguares y las conquistas pumitas.

Salvando las distancias entre un tercer puesto final y un tercer puesto de grupo, los dos resultados más preciados de la historia del fútbol femenino argentino –los empates con color hazaña ante el subcampeón Japón y frente a Escocia también se producen en el segundo estadio más emblemático de París, también impactan mundialmente y, en efecto, generan que la oportunidad de crecimiento se le plante de frente y con los brazos abiertos. Y con ella, también la incógnita. ¿Puede marcar este Mundial de Francia un puntapié inicial?

La semiprofesionalización ya fue signo de evolución. Para muchos, el primer gran paso. Sin embargo, ahora que la euforia empieza a ceder, hay que alimentar ese hito.  El progreso, inexorablemente, deberá ser paulatino. Pasos cortos pero concretos, terrenales y realizables. Pretender, por ejemplo, asistencia perfecta en las canchas de un día para el otro sería una utopía. Las condiciones económicas de los clubes tampoco permiten ilusionarse con estadios grandes propios. Los Pumas y Jaguares siguen jugando partidos televisados mundialmente en Vélez.

Tal vez haya que escuchar a Agustina Barroso para empezar a delinear un rumbo. Cuando a la zaguera le preguntaron en la conferencia de prensa previa a Escocia qué debía modificarse, resaltó que potenciar las categorías formativas era la prioridad. Asimismo, mencionó que el fútbol femenino obligatorio en las escuelas permitiría que muchas más chicas empiecen a patear una pelota número 5 a temprana edad.

El mensaje de su socia en la defensa, Aldana Cometti, se enfocó en otro punto: desarrollar y potenciar el fútbol femenino en todas las provincias, no únicamente en Buenos Aires y la Capital. La central levantó la bandera de la federalización avalada por los números: los 16 equipos que serán profesionales son de Buenos Aires. Mayor cantidad de jugadoras en Argentina derivaría en más futbolistas en las principales ligas en el futuro y, en efecto, más entrenadoras el día de mañana.

En la antesala y durante el Mundial, el DT Carlos Borrello contó que se aferraba al sueño más por la garra que por la calidad de sus jugadoras. A favor de la Argentina: la actitud compensó la falta de ideas en la ofensiva y demostró madurez al no excederse en el juego brusco: tuvo solo tres jugadoras amonestadas en igual cantidad de partidos y nunca superó a sus rivales en faltas cometidas. En contra: será muy difícil sostener un deseo serio de pelear a nivel mundial rematando, en promedio, 2,33 veces por encuentro.  En 20 minutos contra Escocia, convirtió más goles que en los ocho choques mundialistas previos. Las ráfagas deberán transformarse en consistencia.

Por otro lado, es inevitable desligar el papel que está jugando el fútbol femenino –y fundamentalmente la Selección Nacional- con el movimiento de la mujer en la última década. Mucha gente alentó a las chicas, no a las jugadoras. Es decir, por lo que son y no por lo que hacen. Con el tiempo, eso deberá cambiar. Una de las tantas misiones es que los argentinos se puedan identificar con lo que hacen adentro de las líneas de cal, con un estilo definido –con la actitud como complemento y no como base- que sea la consecuencia de una línea de trabajo sostenido. Cuando su condición de mujer pase tan desapercibida como la de los hombres, será una muestra de crecimiento.

No hay que soslayar tampoco que otras selecciones nacionales también merecen cambios. Por caso, la de Síndrome de Down, a la cual la AFA solo le da indumentaria. Les otorga la camiseta que usó la Selección masculina mayor en la Copa América 2004.  Pero claro, es lógico que este boom mundialista se robe la atención, aunque después de este impacto deberá venir la planificación. Y luego la acción y la concreción. Hay tierra fértil y un camino grande por recorrer. Grande, como esa torre que pudo haber sido testigo, otra vez, de un punto de quiebre en el deporte argentino.

Análisis táctico: Argentina-Escocia

Por Roberto Aboian

Argentina llegaba al tercer partido de su grupo dependiendo de sí misma para lograr la clasificación a la segunda fase. Una victoria, sin importar los resultados de los demás equipos, les daba el pase a octavos, por lo que Carlos Borrello decidió realizar un planteo ofensivo, algo totalmente diferente a lo que se había visto en los dos partidos anteriores.

Carlos Borello implementó por primera vez en el certamen el 4-2-3-1, y fue compuesto por: Vanina Correa en el arco; Ruth Bravo (que pasó del mediocampo al lateral derecho reemplazando a Sachs), Aldana Cometti, Agustina Barroso y Eliana Stabile en la primera línea; más adelante se encontó el doble cinco determinado por Lorena Benítez y Vanesa Santana; en el sector ofensivo, Estefania Banini de mediapunta junto a las dos extremos Florencia Bonsegundo por izquierda y Mariana Larroquette por derecha; por último, como la única referencia en ataque, Soledad Jaimes.

En comparación a partidos anteriores, se visualizó un equipo mucho más amplio, recubriendo más espacios y ubicándose entre las líneas de las jugadoras escocesas.

En cuanto al planteo táctico en defensa, las extremos volvían para ubicarse en la misma línea, conformándose un 4-4-2 (mismo a veces 4-4-1-1) con Banini y Jaimes más ligadas a la presión en la salida de las rivales.

Escocia también se paró en un 4-2-3-1 que estuvo conformado por: Lee Alexander en la portería; Kirsty Smith, Rachel Corsie, Jennifer Beattie y Nicola Docherty en la defensa; Caroline Weir y Leanne Crichton como volantes centrales; detrás de la única delantera Erin Cuthbert se ubicó la mediapunta Kim Little que fue acompañada por las extremos Lisa Evans y Claire Emslie.

Argentina fue el equipo que más buscó desde su propio juego el arco rival. Entablo dos tipos de ataques: por un lado, los reiterados pelotazos a Jaimes (primera imagen) que no hicieron mucho efecto, y por otro, en base a la sociedad que formaron Bonsegundo y Banini (con el apoyo de Stabile) para avanzar mediante triangulaciones (las tres restantes).

Así mismo, Jaimes solía aportar con estas triangulaciones mediante el arrastre de marcas para brindarle los espacios a Bonsegundo para que pudiera pasar al fondo.

Luego del primer gol de Escocia, la Argentina buscó el gol con aún mayor insistencia, lo que dejó los espacios para que Escocia  pueda entablar en sus recuperaciones contras ante una Argentina más vulnerada, por lo antes mencionado, dado que quedaban más jugadores en ataque y no llegaban a volver.

La insistencia de la Argentina en búsqueda del gol, se ve apreciada en los últimos minutos del primer tiempo, donde las jugadoras argentinas realizan una presión numerosa por sobre las volantes centrales de Escocia.

Al comienzo del segundo tiempo, Escocia intentó liquidar el partido con un juego ofensivo importante, volcando a Weir, una de sus volantes centrales, al ataque.

Los primeros treinta minutos de la segunda mitad fueron dominados por Escocia, que mediante el juego aéreo (gracias a la imponente altura de sus jugadoras) y las llegadas por las bandas realizaron mucho daño en el conjunto Albiceleste.

Los dos goles llegaron gracias a dos centros, ambos por la derecha. En el 2-0, se puede observar como Bravo perdió la espalda por estar más concentrada en la pelota que en su marca. Beattie, a su espalda, se dio cuenta de la situación, anticipó con suma facilidad a la lateral argentina y cabeceó libremente.

Ante el resultado adverso, en los momentos en que Argentina tenía el balón, Escocia solía replegarse en defensa con un 4-4-2 para que, al recuperar el balón, pudiera salir de contra con una Argentina a merced.

Borello, casi con el partido sentenciado, hizo ingresar a Milagros Menéndez por Jaimes y a Dalila Ippólito por Banini. Ambas resultaron trascendentales en la posterior recuperación de la Argentina.

Con estas dos jugadoras en cancha, Ippólito se ubicó en el puesto de Bonsegundo, quedando esta como mediapunta. Menéndez, por su parte, quedó como la única referencia en ataque.

Estas variantes generaron mayor velocidad y audacia en el ataque argentino y fue así que, en una recuperación de la segunda pelota, Ippólito encomendó la contra para luego asistir a Menéndez, que en el uno contra uno fue letal para conseguir el primer gol en el Mundial del conjunto Albiceleste.

El segundo tanto no tardó en llegar. Bonsegundo en una contra se encontró nuevamente en total inferioridad numérica y optó por la mejor decisión: el disparo. Solamente tenía a Benítez varios metros detrás y jugar hacia ella implicaría que el conjunto escoces tuviera tiempo para replegarse y tener más chances de anular el ataque argentino.

Luego de este tanto, la Argentina sintió un envión anímico que se vio reflejado en su juego. Cada vez que iba a disputar alguna pelota, siempre lo hacia en superioridad numérica y casi siempre ganaba. El contagio en el fútbol es determinante.

A Escocia no le quedó otra, ante esta Argentina avasallante, de intentar cerrar el partido replegándose en su propio campo de juego y aguantar los minutos que faltaban.

Sin embargo, no pudo lograrlo. Argentina consiguió el empate en un final dramático, en el que el VAR se tomó su tiempo para determinar que efectivamente hubo penal, concluyendo en la atajada de casi clasificación del mismo por parte de Alexander. Luego, como si hubiera sido por mérito, el VAR volvía a aparecer para marcar el claro adelantamiento de la arquera escocesa repitiéndose así el penal. Bonsegundo no perdonó de nuevo y consiguió el tercer tanto, posicionando a la Argentina tercera en su grupo.

Argentina, ya descalificada del torneo, tuvo una muy buena performance a lo largo de la fase grupos enfrentándose a rivales de grandísima envergadura. Las dirigidas por Borello supieron adaptarse a los distintos planteos tácticos necesarios para poder afrontar de la mejor manera a los distintos equipos con los que compartían grupo. Una performance que, de cara al futuro, será el puntapié inicial de grandes cosas.

Brasil juega, gusta y golea

Por Sasha Koyuk

Brasil clasificó a cuartos de final de la Copa América venciendo a Perú con 5 goles en el último partido de la fase de grupos. Se aseguró el primer puesto de su zona y esperará a que el resto  cierren su ciclo para conocer su siguiente rival, que será el mejor tercero del Grupo B o C (Paraguay, Qatar, Argentina, Japón o Ecuador)

El anfitrión no perdió ningún partido desde que comenzó la competición y es la Selección más prometedora a ganar la Copa por el camino que transitan y sus buenos resultados.

Aun con la ausencia de Neymar en el plantel-una de sus grandes y conocidas figuras-, a causa de una lesión en el tobillo derecho en un amistoso contra Qatar previo al inicio de la Copa, la Verdeamarelha brilló y se lució en el campo de juego del Estadio Arena Corinthians, ubicado en San Pablo.

Los autores de los goles fueron Casemiro (Real Madrid de España), Firmino (Liverpool de Inglaterra), Everton (Gremio de Brasil), Dani Alves (Paris Saint Germain de Francia), y Willian (Chelsea de Inglaterra). De cara al cierre del encuentro, a los 94 minutos, el árbitro argentino Fernando Rapallini cobró penal para los locales: lo ejecutó Gabriel Jesús y no pudo ampliar la diferencia por la atajada de Gallese, dueño del arco peruano.

La Selección peruana de Ricardo Gareca no tuvo oportunidades claras frente al arco rival y no pudo convertir en el encuentro. Actualmente se encuentra en la tercer posición del Grupo A con 4 unidades y su clasificación a cuartos dependerá de que los terceros de las otras zonas (B y C) no lo superen en puntos ni en diferencia de goles. En caso de pasar a la siguiente ronda, se podría enfrentar con Colombia, Chile o Uruguay.