jueves, noviembre 6, 2025
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“Maradona me trató como el mejor”

Por Joaquín Cirigliano

En una oportunidad estuvo la chance de cambiar su realidad y vivir de lo que siempre quiso. No se le dio, pero las vueltas de la vida le dieron una historia que podrá contar para siempre: convivió con Diego Maradona en Nápoles.

Él, es Hugo Campana, categoría 1959, se formó futbolísticamente en las inferiores de Chacarita, club en el que su tío Francisco Campana es máximo goleador histórico, debutó en primera con Argentino de Quilmes en la D y formó parte vital del Excursionistas de la época del 1982-83, reconocido como uno de los mejores equipos de la historia del club.  También tuvo pasos por ligas como la de Baradero con grandes actuaciones.

En 1984 tuvo la oportunidad de irse a jugar a Italia, a la liga regional de Sicilia, junto a Fabián Debrassi, en aquel momento con presente en Argentinos Juniors. La oportunidad se le presentó cuando Jorge Cyterszpiler, quien también supo ser representante de Maradona, estaba buscando talentos para llevar al viejo continente. “Mi sueño era tener mi casa y vi en irme a Europa una posibilidad más clara que jugando acá”, contó El Colorado.

El equipo en el que yo estaba quedaba en Barcellona, una localidad dentro de Sicilia, no me gustaron cosas de ahí, me lo pintaron como algo que no era. Además extrañaba a mi señora, eso me puso en duda”. Su compañero de viaje, Debrassi, conocía a Claudia, la esposa de Maradona y principalmente por eso tomaron el tren que los llevo a Nápoles para encontrarse con Diego, que recién había llegado a jugar en el equipo donde luego haría historia. Vale aclarar que Campana no era un total desconocido para el supercrack argentino, ya que su otro tío, Ricardo (gran jugador de la década del 60), era el técnico de Argentinos cuando El Diez se estaba acercando a primera.

Hablamos en la recepción del hotel Royal, donde él se quedaba, cuando le conté mi situación me llevó a su suit  y pasé la noche ahí, después dormí con Don Diego por 20 días hasta que me volví. Me sorprendió lo que hizo, no tenía por qué. Él recién llegaba a Italia, el Napoli le pagaba todo pero no tenía un lugar de residencia, me podría haber dicho tranquilamente que me vaya”, recordó Campanita.

A veces jugábamos picaditos, también almorzaba y cenaba con él, era parte del grupo de Maradona. Recuerdo verlo irse a entrenar todos los días con los suecos, cuando recién empezaban a usarse”, rememoró el colorado. También contó que a veces solía correr con Fernando Signorini, porque si Diego se iba a entrenar él se quedaba solo en el hotel.

Hugo, cuenta a modo de anécdota:Maradona me hablaba mal de Daniel Passarella y nadie sabía que estaban enfrentados en esa época, decía que era un guapo de cartón. Él me tomó cariño y me hacía jodas de que avisaban por el altavoz del hotel que mi señora llamaba para hablar conmigo cuando estaba medio bajón, entonces yo iba al teléfono y no había nadie, nosotros también lo cargábamos porque en ese momento Alejandro Sabella era el diez de la selección y porque Passarella era el capitán, era la época que recién arrancaba Carlos Bilardo como técnico, Maradona se calentaba y decía que en realidad él era el 10, esas cosas demostraban su humildad”.

Campana recordó uno de los tantos picaditos que jugó en Italia: “Una vez estábamos jugando con Enrique Castro Quini, que fue allá de visita y con Cyterszpiler. Era dos contra dos, yo jugaba con Maradona, Diego atajaba, estábamos perdiendo y me dijo ‘vení al arco Campanita’, empezó a jugar él y ganamos”.

También habló de una vez que lo fue a ver contra el Pescara, que fue cuando Diego hizo su primer gol. Los italianos, cuenta El Colorado, cuando Maradona no la tocaba decían “ma queste Maradona lo hanno portato por 15 milioni di euro y non fa niente”, yo lo escuchaba y me volvía loco”, dijo Hugo, pero cuando hizo el gol, que fue de cabeza al ras del piso, “un golazo que un normal no hace”, se volvieron locos y dijeron “ehhh que gol a fatto Maradona”, “me daban ganas de decirles que se callen la boca”, finalizó Campana entre risas.

El ex jugador salido de Chacarita además tuvo su encuentro con Passarella en una ocasión: “Después de ver un partido de la Fiorentina contra el Napoli, me volví en un auto con Passarella, que jugaba en el otro equipo, en vez de con Maradona, no sé porque, decidimos ir caminando porque había tránsito, él me presento a Antonio Caliendo, su representante, para que me quede en Italia, se portó de maravilla conmigo y tampoco tenía motivo”.

Por otro lado, y analizando lo vivido a la distancia, Campana reflexionó sobre el astro del fútbol: “Yo era un 4 de copa y me trato como si fuera el mejor, eso no me lo olvido, lo único que le reprocho es que antes de irme le pedí una camiseta y no me la dio. Hubo muchos que lo trataron mal y tienen cosas de él, creo que debería estar mejor rodeado y se equivocó en eso, aunque no sé si lo pudo elegir,  él está muy expuesto y creo que eso lo sobrepasó”.

Además agregó que, en su opinión, lo trasgresor fue lo que lo hizo trascender en el deporte más allá del fútbol y a medida que fue creciendo fue desafiando diferentes situaciones, de hecho Pelé fue mejor futbolísticamente, pero Diego fue mejor deportista. “Mientras estuvo pleno se fue midiendo y creciendo siempre, pifió en cosas pero nunca confundió el camino”, cerró.

Para terminar habló sobre que significaba Maradona en el momento de su llegada a Napoli, y dijo: “Diego llegó muy criticado de Barcelona, de hecho al principio Bertoni era mejor que él, pero con el tiempo Maradona hizo mejor al equipo. Fue bueno que vaya al Napoli porque era algo superior en un equipo inferior, y él quería ser el mejor”.

Campana también jugó en un equipo Bancario, lo que le abrió las puertas a trabajar en el Banco Mercantil y en la compañía de seguros en la que está actualmente, que fue comprada por los antiguos dueños de aquel banco. Además es director técnico de Macabi. “Llegué a mi meta, que era tener mi propia casa y familia gracias al futbol, pero acá, no en el exterior como había estado buscando, por eso amo este país” aseguró en un momento muy emotivo.

Ignacio Bogino: “Siempre estamos haciendo política”

Por Ian Rodríguez y Thomas Somoza

Un artista crítico de todo lo que lo rodea, también se desempeña como defensor en el ascenso argentino. Ignacio Bogino viste a sus 34 años los colores de Brown de Adrogué pero siempre se interpela para perder esos privilegios que -según él- los futbolistas poseen.

Todos los días hay que mandarles videos a los profes, lo cual sirve para verificar nuestro trabajo”, explica el defensor oriundo de Santa Fe acerca de su vida deportiva en el aislamiento social y obligatorio debido a la pandemia mundial por el Covid-19. Reconoce que hay momentos en los que no encuentra motivación para el entrenamiento casero, pero a partir de su exigencia y esfuerzo logra sobreponerse a estos obstáculos. Si bien Bogino l vive en Buenos Aires y alejado de sus seres más queridos, está transitando la cuarentena en su Rosario natal junto a su hija Vera. “Me mantengo bastante en mi soledad, la respeto mucho y este momento es una extensión de eso -con una sonrisa emergente-. Estoy mejor acá”, expone en relación al tiempo que puede pasar con su pequeña.

El primer plano de Bogino en la videollamada lo muestra con los párpados caídos y apretados con fuerza mientras piensa, articula y arma su concepto. Cuando lo tiene, lo larga: “Toda manera de pisar el mundo es un gesto político. Cómo tratamos al otro, cómo nos vestimos. Siempre estamos haciendo política”. En ese momento hace una pequeña pausa y prosigue: “Cuando uno lo entiende, puede actuar en consecuencia y no está engañado”.

El rosarino, que en 2008 debutó en Rosario Central y que estaba jugando en Brown de Adrogué al momento de interrumpirse el campeonato de la Primera Nacional, cree que es importante que los jugadores participen de los temas que nuclea la política. Pero no como una cuestión partidaria, sino como una manera de cuestionarse lo que a priori es normal, lo que está establecido. Y él pasó por ese proceso de deconstrucción en el que —cuando comenzó a los 20 años a leer con la novela La canción de nosotros del escritor uruguayo Eduardo Galeano — se preguntó sobre su figura como futbolista cargada de simbolismos y maneras de ver el mundo para romper con lo que estaba —y sigue estando— estructurado.

Recuerda que el punto clave fue cuando estaba en la quinta división del Canalla y empezó a estudiar Publicidad en Rosario. Entre todas las materias hubo una que le llamó notoriamente la atención: Sociología. “Se le daba un marco teórico al entender cómo funcionaba la sociedad de una manera, que yo consideraba injusta, y eso me perturbaba“, afirma. Haber leído al filósofo alemán comunista, Karl Marx, fue una experiencia que lo marcó a Bogino y le cambió un poco el bocho.

Esa cuestión se vio volcada cuando se hizo cargo de lo que sentía sin miedo a perder. Aunque ya sabía que de todos modos algo se gana y se pierde siempre. Pero ahora elige qué obtener y qué soltar.

Nacho pasó de los juveniles a los planteles de primera con gusto por sentarse en la mesa de los grandes. Pero su palabra no tenía mucho espacio. No estaba autorizado a hablar en demasía. “Cuando empecé a ganarme ese lugar, me peleaba, y tampoco era un camino inteligente. Yo no me creo el dueño de la verdad. Cuando entendí eso, pude enriquecerme y no forzar el combate ideológico”, sostiene.

El artista —con la pelota y el pincel—, vio una ruptura interesante en los vestuarios con una lucha específica: el feminismo. Con esa mirada se cambiaron las formas de opinar y de pensar de los varones. Hay cuestiones con las que ahora se tiene cuidado. “Me parece que esa es la última revolución de las mujeres, ese sector oprimido. Cambió muchas conductas y maneras de ver el mundo”, opina.

Bogino se aventura al plantear un escenario en el que los futbolistas de élite se envuelvan políticamente: “Tendríamos un fútbol mejor. Generaría jugadores más comprometidos”. Pero aclara que su manera de hacerlo no es la mejor porque, aunque no las comparta, hay muchas otras, como la religión. En ese instante, dispara un mensaje cargado de conciencia: “La sensibilidad es de entender nuestro lugar de privilegio”.

La homosexualidad en el fútbol

La violencia empieza desde un lugar más profundo del cual se expresa. La homofobia -según cuenta Nacho– ocupa un rol predominante en los vestuarios a los cuales los define como opresores. Él desea que éstos cambien en pos de tornarse más abiertos y amables para que no haya más chicos que sean discriminados por su condición sexual. “La cultura del aguante que convive entre los futbolistas, por ejemplo, en las duchas de equipo, es muy machista”. En búsqueda de la libertad de estos espacios para que ningún joven deba ocultar, o más bien, censurar su orientación sexual.

Nuestros deseos son bastante homosexuales, por así decirlo ¿no? Porque lo que termina sucediendo, por lo menos en los vestuarios, es que lo importante no es la mina con la que estás, sino que tu compañero entienda lo buena que ella está. Con ese tipo de cosas, lo que terminas haciendo, es tratar de que tu compañero te desee”, describe el futbolista.

El arte, otra de sus pasiones

“Cualquier acto de creación es transformador” expresa el defensor, que cuando de arte se trata, no duda en manifestar lo que le sucede cuando pinta. Y enseña en su perfil personal de Instagram, a distintos escritores, músicos, artistas o quizás algunos amigos. Encuentra en esta disciplina un modo de mantenerse con la cabeza viva pero descansada. Siempre que lo hizo fue porque lo necesitó. Atravesó como primera instancia los dibujos caricaturescos para luego tocar melodías en su guitarra hasta llegar a la actualidad, la escritura. “Con millones de errores, haciéndolo mal pero disfrutando de mi aprendizaje”, fue parte de Pelota de papel 2, un libro constituido a partir de cuentos escritos por protagonistas del fútbol.

“Salvo Divididos y el Indio (Solari), el resto del rock nacional no me gusta mucho ya”, explica Bogino sobre sus preferencias musicales. Su disgusto corre más porque en su adolescencia solía escuchar más frecuentemente a esta rama musical pero con el tiempo fue mutando su gusto hasta considerar, a lo más novedoso, una porquería. Rescata a los exponentes de éste género, como a Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez, entre otros.

Lecturas y escrituras

Mientras acaricia su abundante barba al hablar, el rosarino define: “Cuando hay un libro, hay una pregunta. Y es más fácil manejar sin preguntas”. Cuando jugaba en Temperley junto a Leonardo Di Lorenzo, le pidieron leer menos libros. Hoy entiende que forma parte de uno de los estereotipos del futbolista, que no debe pensar en nada más que en la pelota. “Entiendo que a los dirigentes les conviene que los jugadores lean, pero es difícil si son ellos mismos los que no lo hacen”.

Ahora también recomienda: actualmente está leyendo La divina comedia, que lo acompaña para darle un tono a la novela que está intentando hacer.  “Después a John Fante, las novelas que editó Anagrama y tengo a (Raúl) Zurita, que es un poeta chileno que también me acompaña mucho. Me traje una especie de biografía con recortes de entrevista que le hicieron”, cuenta. Y describe aún más a Zurita: “Es un poeta muy político. La dictadura está muy impresa en su escritura”. Agrega incluso a más autores: “Hernán Ronsino, un escritor de Buenos Aires. Leí dos novelas de él y están buenísimas. Disfruto mucho”. 

Para finalizar, menciona que va a hacer un pedido y encargará escritos del británico John Berger, quien falleció en enero de 2017 a los 90 años: “Siempre me gusta tenerlo. Un crítico de arte, un pensador de izquierda y un gran escritor. Me parece uno de los tipos más copados que hay”.

Ya cerca del retiro piensa en lo que será su futuro fuera del fútbol. Finalizará su novela y la publicará. Quizá la escritura sea el camino que el bicho raro del fútbol elija seguir.

Medrano: “Es muy difícil entrenarse cuando las jugadoras no tienen recursos”

Por Rocco Merani

Después de la suspensión del torneo femenino de fútbol, Karina Medrano, entrenadora de Lanús, charló con El Equipo sobre la inesperada situación que deben atravesar y las dificultades que se pueden presentar para mantener el buen estado de ánimo del equipo.

-¿Cómo se adaptaron al entrenamiento online?

-La realidad es que es muy difícil entrenarse de esa forma cuando las jugadoras no tienen recursos, como tener internet en su casa. La jugadora queda casi descartada, porque no tienen forma de estar conectada con nosotros, y se les consumen los datos de una manera rápida. Entonces si se conecta en la llamada, se desconecta del resto del mundo prácticamente porque se queda sin datos. Así que priorizan usar el WhatsApp, que es la aplicación más utilizada por todos nosotros.

-¿Cómo ves el ánimo de las jugadoras?

-Están bien, pero bueno esto abarca mucho más que ellas. Tiene que ver con los reporteros, los dirigentes, el cuerpo técnico, esto es una situación global y excepcional, además de supervisar el entrenamiento y guiarlo, también estamos en contacto para que tres veces por semana el equipo se encuentre junto. Algunas están bien, manejan el mismo sentido del humor de siempre mientras que otras son calladas. Tiene que ver más que nada con la personalidad de cada persona ya que si no hablaron nunca, menos ahora en una cámara, pero en general están bien. También por mi parte hago llamadas individuales a cada jugadora y ver cómo están de humor.

-¿Con qué jugadora estás más cerca?

-Trato de estar con todas por igual, algunas por mensaje, pero generalmente siempre con la capitana y con las jugadoras que tienen más reflexión conmigo, las que provocan el contacto conmigo. Al menos una vez por día nos contactamos, pero no mucho más porque tampoco queremos abrumarlas.

-¿Les informó algo Nicolás Russo, presidente de Lanús, acerca de cuándo cree que va a volver el futbol y los entrenamientos presenciales?

-A nosotros específicamente no, pero si hablan con la prensa y en la reunión de la comisión directiva. Yo he hablado con el presidente de Lanús, y lo único que me manifestó es la importancia de nuestro cuidado y que ante todo está nuestra salud para no infectarnos, después en segundo plano vendrá la parte deportiva. Hoy por hoy ha cambiado muchísimo cuál es la prioridad y tenemos que adaptarnos con los recursos que tenemos a la hora de entrenar.

-¿En qué aspectos trabajan en los entrenamientos?

-La parte física fundamentalmente, porque es la base del equipo. Tratamos que no se pierda la preparación física de las jugadoras, pero de ninguna forma podemos lograr una similitud con el entrenamiento real, el que tenemos en la cancha. Después en la parte emocional también trabajamos, sobre todo en la concientización de los valores que tienen que tener. Eso es fundamental en esta situación que nos agrupa a todos, más allá de todas las acotaciones que tenemos, físicas, técnicas o tácticas. Nosotros nos estamos basando en el perfil de la jugadora con la parte del estudio, y con la parte psicológica, que es de gran importancia. Volviendo a los valores, en el futbol femenino son bastante dejados de lado y por eso hacemos hincapié en ellos, porque si la jugadora no tiene un buen perfil, no puede avanzar en esta disciplina. Se va quedando y por mas buena que sea jugando con los pies, es un factor influyente y es una política que no solamente lo pienso yo, sino que es una política del mismo club en general, ya que se maneja así la parte de infantiles, la juvenil, la reserva y de todo el futbol profesional.

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La ex jugadora de All Boys y El Porvenir llegó a la institución en 2017 cuando estaba en la segunda división. Al año siguiente ascendieron y ese mismo año se clasificaron a la zona campeonato para disputar el título. Actualmente es una de las cinco mujeres entrenadoras del Torneo Rexona.

Daireaux y Montero, las caras de la truncada experiencia de la Superliga Americana de Rugby

Por Pedro Duffau, Leandro Gambino y Marcelo López Aspuru

La Superliga Americana de Rugby iba a tener su primera temporada este año, pero debido a la pandemia por coronavirus y las medidas que se tomaron al respecto, no solo no se pudieron completar las dos primeras fechas del torneo, sino que se suspendió hasta 2021. A su vez, Juan Bautista Daireaux, jugador de Ceibos, y Manuel Montero, jugador de Olimpia de Paraguay, cuentan a El Equipo sus distintas sensaciones y realidades en este contexto.

-¿Cómo fue su primera experiencia en la SLAR (Superliga Americana de Rugby)? ¿Qué significa en sus carrera?

Juan Bautista Daireaux: La verdad que mi experiencia fue muy buena y muy enriquecedora, poder ser profesional por primera vez en mi vida me hizo crecer un montón. Me fui muy contento también con los resultados, tanto los individuales como los grupales y me hice muchos amigos, pero fue una lástima que haya durado tan poco por la situación actual que vive el mundo. Ceibos significa un gran avance en mi carrera, ya que es mi primer equipo profesional.

Manuel Montero: Me gustó mucho sinceramente, hicimos un grupo tremendo y sentíamos que teníamos un lindo equipo. No me costó adaptarme para nada, los jugadores sudafricanos y otros extranjeros que se fueron agregando sumaron mucho al grupo. La relación bárbara, tanto los chicos paraguayos como los que nos sumamos teníamos la mejor, los sudafricanos estaban siempre arriba levantando al grupo. Con Raúl Pérez (el entrenador de Olimpia) ya nos conocíamos de Jaguares, así que todo bien.

-¿Qué les pareció la suspensión del torneo?

JBD: Me pareció que fue lo más correcto y lo más prudente. La verdad que fue muy triste, sentimos mucha bronca ya que estábamos entrenándonos mucho para tener un gran torneo y estábamos muy motivados y con muchísimas ganas. Pero bueno, ya lo fuimos digiriendo y ahora, estamos entrenando cada uno para lo que sigue.

MM: Me dio mucha lástima porque veníamos trabajando muy duro desde enero, jugamos amistosos, debutamos en la primera fecha y que después se suspenda fue un garrón. De acuerdo no estoy, pero también entiendo el contexto que estamos viviendo todos. Mucha gente tuvo que cambiar los planes de su año.

-¿Qué actividades físicas realizan ahora dado el Coronavirus? ¿Tienen una rutina de entrenamiento?

JBD: Trato de mantenerme físicamente como antes de que todo esto empezará. Entreno dos veces por día, en el primer turno es a la mañana después de un buen desayuno y en el segundo, trato de hacerlo siempre alrededor de las 19 horas. Intento hacer cada día un poco de entrenamiento físico y un poco de gimnasio. También tengo dos hermanos en casa, y como hay un aro de básquet jugamos mucho con eso o con las diferentes pelotas de rugby o de fútbol.

MM: Tengo muy pocas cosas en casa como para entrenar bien, pero trato de ingeniármelas.

-Dado lo que dijo Gonzalo Quesada sobre la idea de empezar armar una competencia interna, ¿qué te parece esta alternativa? ¿Creés que beneficiaría a los jugadores?

JBD: Mi opinión es que sí beneficiaría mucho a los jugadores y que sería una muy buena alternativa, porque la verdad sería muy complicado que los Jaguares o Los Pumas puedan llegar a jugar algún torneo este año o algún partido amistoso, y sino no juegan ningún partido van a perder mucho el ritmo. Es más, creo que los sudafricanos y los neozelandeses van a armar un torneo regional en su país, y entonces si se puede armar alguna competencia interna acá en nuestro país, va a beneficiar mucho a los jugadores para seguir mejorando día a día.

-¿Creen que por la suspensión del torneo pierden la posibilidad de mostrarte para futuras convocatorias a distintos equipos argentinos?

JBD: Creo que sí, creo que se pierden posibilidades para mostrarse. La verdad que Ceibos era una muy buena plataforma para que los entrenadores de arriba te puedan ver y con la suspensión del torneo, eso se pierde. Me tengo fe en cuanto a nuevas posibilidades y convocatorias, me quedo un poco tranquilo con eso, así que a seguir entrenando para que me vuelvan a llamar.

MM: Hoy estoy en Buenos Aires a la espera de que pasará con la URBA, pero me gustaría seguir jugando profesionalmente. Con respecto a Los Pumas, hoy mi cabeza ya no piensa en eso, todos tenemos una etapa y yo siento que ya pasó.

El ascenso y la amenaza económica, en boca de los jugadores

Por Matías Cavallero y Tomás Lucero

El pago de los salarios de los futbolistas de las categorías más humildes no está garantizado por algunos clubes en medio de la pandemia, y la presencia de Futbolistas Argentinos Agremiados es casi nula. Teléfono para los dirigentes: si los jugadores no cobran, no comen.

El lunes 16 de marzo la pelota dejó de rodar en la Argentina. La Copa de la Superliga quedó postergada hasta nuevo aviso y hoy, más de un mes después de aquel último cotejo, la incertidumbre es total. A la par, creció la deuda de los clubes, apremiados por la abrupta baja de ingresos: gran parte de los socios no pagan su cuota mensual y la falta de partidos hace que los que poseen los derechos televisivos no puedan afrontar la repartición a las instituciones. Los principales damnificados son los protagonistas.

La frase de Carlos Tévez –“los jugadores podemos vivir un tiempo sin cobrar”- resonó en el mundo del fútbol. A partir de ese disparador, seis futbolistas, representantes de las cinco categorías más trascendentes del deporte rey en nuestro país, se hacen eco de los principales reclamos y dejan claros los contrastes entre la realidad del ascenso y de la Primera División.

Enzo Caroccia, capitán de Cambaceres, de la Primera D, también es profesor en una escuela. En épocas de cuarentena, la rutina dispuesta por el preparador físico del club se sigue a rajatabla: “Me armé unas pesas con cemento y latas. Para la parte de fuerza hago lo posible”. Los contactos con los compañeros, que eran diarios, son más complejos, pero continúan: “Usamos la aplicación Zoom para hacer una videollamada general, más que nada cuando quiere hablar el director técnico para todos”.

Hasta ahora, el club que desfila en la división más humilde pudo hacerle frente a los sueldos de marzo. Sin embargo, la preocupación se acrecienta a partir de la posibilidad de una eventual rebaja de salarios: “Vivo con mis padres, cobré mis dos sueldos y no gasto tanto, pero la situación está dura. Es muy poco lo que cobramos en la división. Cuando habló Tévez, yo interpreté que se refería a los jugadores de Primera, porque al ascenso lo matás. Sería una locura”. A su vez, comentó que Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), el gremio que los nuclea, hizo oídos sordos a la situación: “No recibimos ni una llamada. Un par de futbolistas de Deportivo Paraguayo iban a armar un comunicado para (Sergio) Marchi, porque nunca supimos nada de ellos”.

Damián Leyes es un trotamundos; pasó por gran parte de las categorías. De larga trayectoria en Tigre y Quilmes, hoy es la voz de mando de Excursionistas, de la Primera C. El mediocampista coincide con la observación de Caroccia: “La gran mayoría de los futbolistas no puede vivir sin cobrar, incluidos algunos de Primera y del Nacional. La reducción sería un golpe durísimo a la economía de jugadores que viven al día. Nosotros firmábamos un contrato en junio y ya perdíamos plata por la monstruosa devaluación que teníamos, peor ahora”.

Sin embargo, los caudillos de la cuarta división del fútbol argentino sí han tenido comunicación con FAA: “Estamos en permanente contacto con el gremio. Tuvimos una reunión  por videoconferencia el viernes para que todos expresen sus opiniones. El tema central es que aún no se sabe cómo va a seguir todo esto, no es una cuestión de predisposición de los dirigentes”. Excursio, por lo pronto, garantizó los pagos: “Desde que llegué al club hace dos años nos tienen siempre al día, está muy bien administrado y se cumple con lo que se promete”.

Christian Soria, goleador de Deportivo Armenio, de la Primera B Metropolitana, aprovecha la época de cuarentena para pasar más tiempo con sus seres queridos: “Tengo un hijo y ahora paso mucho tiempo jugando con él”. El Tricolor es uno de los clubes que no le ha abonado a sus jugadores la totalidad de los sueldos, y el parate puede traerle aún más complicaciones: “Los dirigentes están haciendo un gran esfuerzo para abonar lo que falta. Estoy tratando de no gastar tanto y esperar a que se solucione”.

La entidad que comanda Sergio Marchi, hasta el momento, no ha tenido contacto con el club con sede en Ingeniero Maschwitz: “No han hablado con nosotros, había escuchado ciertos rumores de una rebaja del 20% del salario, pero mucha importancia no le dimos al tema. Sabemos de la situación de otros equipos que llevan dos o tres meses sin cobrar y es muy fea. En sí, nosotros, por suerte, no estamos complicados”.

Por otro lado, para Milton Giménez, máximo artillero de Comunicaciones y de la B Metropolitana, la preparación física en su casa es complicada debido al tamaño de la misma: “Entrenamos cuatro veces por semana. Yo vivo en un departamento de dos ambientes y los preparadores arman las rutinas de acuerdo a nuestros espacios”. El Cartero se encuentra en una situación semejante a la de Armenio, ya que está un mes atrasado en cuanto a los pagos a sus jugadores.

El delantero sostiene la misma postura que sus colegas en cuanto a una posible baja salarial: “En la B Metropolitana no lo podríamos aguantar, es imposible. Si nos cortan el sueldo a nosotros, nos dejan muy poco, sería muy difícil vivir. Si cobrara al día, ya sabría con la plata que cuento, pero no es así, y si encima nos quieren recortar sería muy complicado”.

Federico Crivelli, arquero y capitán de Temperley, está aprovechando la cuarentena para ayudar a su suegro con su trabajo de distribución de productos de limpieza, y así generar un ingreso extra frente a la complicada situación del Gasolero: “El club, mal o bien, nos depositó 30.000 pesos, que a algunos les sirve más y a otros menos; no es lo ideal, pero es algo. Yo empecé con el otro empleo para no quedarme quieto, hacer cosas y generar la plata del día a día que alcance para llegar a casa, estar bien con la familia y que no falte nada”.

La deuda en la institución que radica en la Primera Nacional es grande, debido a que el último ingreso que recibieron los futbolistas fue “un porcentaje de febrero”, según afirma Crivelli. Además, el guardameta planteó una posible solución a la falta de pagos: “Acá hay jugadores que cobran salarios equivalentes al de cualquier empleado que trabaja en un banco o una fábrica, entonces es muy difícil recortar el presupuesto cuando ya es bajo de por sí, y muchos llegan con lo justo a fin de mes. Yo opiné que había que unirnos, y que cada uno que pueda ayudar, aporte a un fondo solidario para los que más lo necesitan”.

Gabriel Diaz, jugador de Ferro a préstamo en Patronato, no para de contar las horas para volver al ruedo, pero reconoce la importancia de la cuarentena: “Tengo muchas ganas de jugar al fútbol y que esto se resuelva rápido, pero me parece prioridad cuidarnos. Yo confío plenamente en los que saben para que ellos dispongan el momento adecuado, cuando crean que sea necesaria la vuelta”.

En cuanto a la máxima categoría del fútbol argentino, el contacto con FAA es permanente y el gremio, hasta el momento, brindó la calma necesaria tras comunicarle a los jugadores que van a cobrar el sueldo correctamente: “Los capitanes de todos los clubes tienen reuniones por conferencia con el gremio, así que, de ahora en adelante, tendremos más novedades. Nos hablan dado la tranquilidad de que vamos a cobrar marzo porque había entrado la plata de la televisión. Nosotros estamos al día, y no se habló en Patronato de reducción de salarios por el momento. El estar de acuerdo o no ya es algo personal, que va a diferir en las distintas realidades que tenga cada uno”.

Los dirigentes más optimistas esperan la vuelta de las competiciones en la segunda mitad del año, pero ya saben que los partidos se disputarán, en principio, sin público en las tribunas. Las puertas para que juveniles empiecen a jugar en el primer equipo se abrirán de par en par y por un tiempo, los grandes refuerzos en los clubes más populosos tendrán que esperar. Mientras tanto, los futbolistas, trabajadores, tienen que darle de comer a sus familias. El desconcierto ya toca las puertas de los altos mandos de las instituciones.

Ricchetti: “Los jugadores necesitan el dinero para mantener a su familia”

Por Rodrigo Cabrera

“El futbolista puede estar seis meses o un año sin cobrar”. La frase de Carlos Tevez, jugador de Boca Juniors, respecto a la situación económica de los jugadores de fútbol no puede estar más lejos de la realidad. Solo unos pocos pueden tener una vida llena de lujos, que son los más conocidos, y esto provoca confusiones. Pablo Ricchetti, entrenador de Santamarina de Tandil, en una videoconferencia con alumnos de Deportea, graficó la realidad de sus futbolistas: “Necesitan el dinero para mantener a su familia”.

En los tiempos que corren no solo preocupa el COVID 19. Muchas problemáticas que ya tenían historia comenzaron a incrementarse. La más alarmante -luego de la salud- es la económica. La cuarentena obligatoria hizo que todos paren la pelota. Y literalmente esto fue lo que tuvieron que hacer los deportistas. Entrenamientos controlados virtualmente, rutinas físicas en departamentos y la incertidumbre del retorno a las canchas. Pero la pausa en la actividad tiene sus consecuencias: clubes en estados críticos por la falta de ingresos por las entradas a los partidos, la falta de pago de sus socios y el dinero por la televisación que no ingresa.

Son escasas las instituciones que pueden afrontar esto con cierta comodidad. La brecha económica entre la Primera División y las categorías del ascenso se nota más que nunca. Ricchetti explicó que Santamarina puede pagarles los sueldos a algunos y a otros, no. “Seis meses o un año sin cobrar” no es viable. “No tenemos la posibilidad que tiene otros clubes de más envergadura de facilitarles herramientas para los entrenamientos. Nuestros jugadores levantan bidones de agua”, agregó.

Crítico del control de los entrenamientos, el ex ayudante de Jorge Almirón (de último paso por Al Shabab de Arabia Saudita), confía en la profesionalidad de sus dirigidos y no los vigila. Con su cuerpo técnico planificaron rutinas personales centradas en lo físico en base a lo que dispongan en sus hogares. Pero lo que priorizan es lo emocional en tiempos de distanciamiento social. “Intentamos que nadie se sienta abandonado. Les brindamos información y libros para el tiempo libre, además de videos de análisis táctico de su posición y del equipo”. Agregó que comenzarán a hacer challanges (desafíos como los jueguitos con papel higiénico) en redes sociales entre el plantel para pasar el rato.

Antes de la pandemia sus entrenamientos estaban pensados en base al juego. La parte física la dedicaban a la pelota para ensayar acciones de partido. Le gusta que su equipo recupere, no que defienda, y que genere más ocasiones en ataque. “Los profes toman importancia porque los técnicos trabajan cada vez menos horas”, explicó. La cuestión táctica también es fundamental: hacen análisis propios y del rival, en base a eso diseñan su semana de entrenamiento. Todo varía según a quien se enfrenten y tratan de brindarles toda la información posible: “Nunca se puede hacer que un plantel se adapte a tu idea, sino que nosotros debemos adaptarnos”.

No solo el presente es difícil, sino que el futuro también lo será. Piensa que cuando todo esto termine y la vuelta a la actividad sea un hecho, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) les dará un mes para poner a punto la parte física para la exigencia deportiva. Piensa. También van a haber negociaciones de contratos, ya que a algunos se les vence al final de la temporada y no saben qué va a suceder. Otros son grandes y tampoco saben si van a continuar jugando u optarán por el retiro. Expresó que el plantel está preocupado y cansado, esperando una confirmación oficial.

Nadie sabe qué pasará y cuando se volverá a las actividades normales. La incertidumbre es lo que ronda en la cabeza de todos y hace que la desesperación se apodere de los pensamientos. Pero lo que sí se sabe y dejaron claro es que no todos los futbolistas pueden estar un año sin cobrar.

La supervivencia del fútbol alemán

Por Guillermo Rojas y Daniela von Simons

En Alemania el lunes 20 de abril volvieron a reactivar su economía, pero la pelota va a tener que seguir esperando. El fútbol alemán confiaba en regresar para principios de mayo, con 126 personas por estadio y con testeos semanales a los jugadores. Todo esto quedó en la nada, ya que la canciller Ángela Merkel prohibió las reuniones masivas hasta el 31 de agosto, lo que significa que los estadios seguirán cerrados 4 meses más y obviamente los clubes tendrán menos recursos económicos.

Del fútbol amateur y profesional dependen 65.000 puestos de trabajo y el Estado se está haciendo cargo del 60% del neto, más lo que cada club puede aportar. Pero el mayor problema es que, de no terminar la temporada, se perderán 700 millones de euros, según le contó a El Equipo Eduardo Coppol, ex periodista deportivo y actualmente radicado en Alemania. También dijo que la Federación de Fútbol Alemana no pedirá la solvencia económica de los clubes, en una situación normal no podrían participar de ningún campeonato afiliado a la Federación”.

La crisis también sacó un lado solidario de los clubes poderosos del país: Bayern Munich, Borussia Dortmund, RasenBallsport Leipzig (Red Bull Leipzig) y el Bayer Leverkusen aportaron 20 millones de euros para repartir entre los equipos con menos ingresos, aunque esto la Federación no lo hace público, según manifestó Coppol. Además, los equipos de la Bundesliga ya han retornado a los entrenamientos, pero en grupos de 2 ó 3 jugadores entrenando en distintos turnos.

Los clubes del ascenso serán los más perjudicados por esta crisis, ya que sus ingresos dependen de la recaudación de las entradas y no habrá público en Europa hasta que haya una vacuna eficaz. A su vez, estos están tratando de que los hinchas donen algo de dinero, solo para poder subsistir.

“El Coronavirus es un tema delicado y los jugadores lo sufren”

Por Iván Ezequiel García

Fernando Signorini tiene 69 años, fue preparador físico, trabajó en cuatro mundiales y en reiteradas oportunidades comentó que tuvo la “inmensa fortuna de entrenar a los máximos ídolos de la Selección”: a Diego Armando Maradona (1983 al 1994) y a Lionel Andrés Messi (2008 al 2010). También compartió etapas con idealistas del futbol argentino como Carlos Bilardo y César Luis Menotti.

Palabra autorizada para opinar, se refirió sobre el momento que atraviesan los futbolistas en el contexto de pandemia: “Cada uno tendrá las sugerencia que les darán desde el cuerpo técnico. El problema es que no hay fecha definida, seguramente esto se extenderá y nadie sabe cuándo volveremos a la normalidad”, y agregó: “Lo importante es mantenerse y estar en contacto con el club para que no se sientan solos”.

El nacido en la Ciudad de Lincoln, provincia de Buenos Aires, se refirió a los tipos de rutinas que debe llevar un profesional ante estas situaciones. “Son primordiales los trabajos que ayuden a mantener el tono muscular, como ejercicios de fuerza y resistencia, pero también es importante respetar los horarios de descanso y una buena alimentación”.

El profesor de educación física afirmó que los deportistas no solo se deben preocupar por hacer los ejercicios que los preparadores físicos les ofrecen, sino que también es importante que sepan los cuidados que hay que tener durante esta cuarentena. “Deben preocuparse por informarse sobre este tipo de problemas porque no solo son futbolistas, sino también seres humanos que son parte de esta problemática”, afirmó y opinó que leer es muy bueno: “Se debe inculcar desde chicos para que tengan un pensamiento crítico, para que no se dejen manejar”.

Asimismo, Signorini dijo que los clubes deben estar encima de los jugadores por cualquier urgencia: “No es lo mismo estos problemas para un jugador veterano que para uno que recién empieza, hay que tener en cuenta y ser muy cuidadosos con los contextos familiares, las formaciones y la educación de cada uno. Esto no es para nada sencillo”.

Por último, afirmó que nunca vio una situación parecida a la actual: “Va a ser difícil sobrellevarlo y más en un sistema capitalista en el que vivimos, que exige siempre producir y vender”.

¿Por qué Johan Cruyff no asistió al Mundial de Argentina 1978?

Foto: Tomikoshi Photography

Por Thomas Somoza

“Mirar siempre hacia delante significa que me puedo concentrar mejor en lo que estoy haciendo y que solo miro atrás para ver qué puedo aprender de los errores”, define como filosofía de vida y fútbol Johan Cruyff, uno de los mejores jugadores de la historia y revolucionario del deporte, tras su paso por el Ajax y el Barcelona como jugador y entrenador, en su autobiografía Johan Cruyff 14. En esta ocasión, el objetivo de ir al pasado es esclarecer los motivos por los que el neerlandés no participó del Mundial disputado en Argentina en 1978.

El Flaco falleció el 24 de marzo de 2016, a los 68 años, por un cáncer de pulmón provocado por su relación con el cigarrillo. Se aseguró que su inasistencia en 1978 fue en señal de protesta a la dictadura cívico militar implantada por la Junta Militar que integraron Jorge Videla, Emilio Massera y Orlando Agosti y que instauró un plan sistemático, económico, político y social de genocidio y desaparición de personas utilizando todo el aparato estatal.

Otra cuestión que se esgrimía era que su esposa, Danny Coster, fue la que lo obligó a no participar del certamen, algo que Cruyff negó rotundamente: “Es realmente increíble. Si ha existido una sola mujer de futbolista que nunca ha buscado publicidad, esa ha sido ella, sin duda. Y, sin embargo, la convirtieron en la culpable de casi todo”.

Lo cierto es que el 17 de septiembre de 1977, el ganador del balón de oro en tres ocasiones —1971, 1973 y 1974— estaba en su casa, en un edificio de Barcelona, mirando un partido de básquet cuando lo que pensó que era una mensajero tocó la puerta. Cuando la abrió, un hombre le puso una pistola en su cabeza y lo obligó a ponerse boca abajo en el suelo. Su esposa y sus hijos —Chantal, Jordi y Susila— estaban en el departamento. El hombre también le dijo a Danny que se pusiera boca abajo. Acto seguido, ató a Cruyff a un mueble y, mientras lo hacía, dejó por un momento el arma de fuego. Esto le permitió a su mujer salir corriendo por el pasillo, por lo que el intruso la persiguió y fue ahí cuando lo atraparon.

Luego encontraron una camioneta con un colchón adentro frente al edificio. Por ende, todo parecía un plan para secuestrar a Cruyff, pero él nunca quiso averiguar sobre el caso. Solo quería que ese hombre estuviera fuera de sus vidas“Los seis meses siguientes fueron espantosos. Teníamos vigilancia policial permanente. Cuando me iba de viaje, cuando llevaba a los niños al colegio, cuando iba a entrenar o a jugar con el Barcelona”, recordaba el hombre que de chico jugaba en la calle y que descubrió que el cordón de la vereda era un compañero de equipo para el uno-dos con el que podía trabajar la técnica.

Aquella atmósfera insoportable se sumó a sus dudas de retiro prematuro que tenía planeado para 1978 (con 31 años), luego de que Holanda perdiera la final del Mundial de Alemania 1974 con la Selección local (pero finalmente abandonó su etapa de jugador en 1984). “En esa situación no dejás sola a tu familia durante ocho semanas, así que no había manera de que yo fuera a Argentina con el equipo holandés”, afirmó en su libro el ganador de 21 títulos obtenidoscomo jugador con Ajax, Barcelona y Feyenoord.

Ernst Happel, entrenador austríaco del seleccionado en ese entonces, trató de persuadirlo para asistir al Mundial y hasta se puso en marcha la campaña nacional ‘Hay que convencer a Cruyff’, por la que le llegaban bolsas llenas de peticiones rogándole que jugara con la Selección. “Tras el intento de secuestro, no dudé ni por un momento sobre no ir a Argentina. Aquella opción estaba excluida”, aseguró el Flaco.

Para la final entre Argentina y Holanda, la Corporación de Radiodifusión Británica (BBC por sus siglas en inglés) le pidió a Cruyff que hiciera de comentarista. Él aceptó y la pasó muy mal por el encuentro que el equipo de su país natal perdió 3 a 1 en el alargue. Y, como consecuencia, se preguntó: “¿Podríamos haber ganado si yo hubiera estado allí? Sinceramente, creo que tal vez sí”.

Foto: Tomikoshi Photography

A 34 años de Chernobyl: la historia que pateó al fútbol

Por Pablo Barresi

1:23 de la madrugada del 26 de abril. A 3 kilómetros retumba un fuerte estallido que vislumbra un brillante resplandor en la noche de Pripyat. Una falla, pero también una negligencia en la prueba de seguridad, provocan una sobrecarga de energía generando una explosión en el reactor 4 de la central nuclear Vladimir Ilich LeninMurieron 31 trabajadores y una innumerable cantidad de personas sufrieron las secuelas de esta catástrofe. La radioactividad fue incluso quinientas veces más potente que la bomba atómica de Hiroshima lanzada por Estados Unidos a Japón en 1945. Construida en 1970 con el propósito de albergar y dar hogar a los trabajadores de la planta, el accidente afectó a más de los 40 mil habitantes que debieron evacuar la ciudad. Miles de actividades y recintos como la Noria del parque de diversiones también tuvieron que ser abandonadas. Y entre ellas, también está el fútbol.

Como todas las comunidades que empiezan a formarse, también nació el FC Stroitel Prípiat, conocido como El Constructor, equipo de fútbol de la ciudad que estuvo a un paso de estrenar el Avanhard Stadium, que contaba con una tribuna para cinco mil personas y una pista de atletismo. Los jugadores formaban parte de la central nuclear -estaban inscriptos, aunque no trabajaban- pero sólo eran del equipo, ya que entrenaban de manera casi profesional. “Tenemos gente en cuatro turnos de trabajo. Nadie se va a relajar en ninguna parte más que yendo a ver fútbol y bebiendo una botella de cerveza”, fueron las palabras de Vasili Kizima Trofimovich, jefe de construcción de la planta y primer y único presidente de la institución. Para la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) era un lujo presentar a Prípiat y sus actividades pues era una ciudad modelo. Querían que el fútbol de esta ciudad participara en el profesionalismo, pero todo ese anhelo se vio interrumpido.

Después de la evacuación de toda la población, los mismos habitantes fundaron una ciudad bajo el nombre de Slavutych, a 45 kilómetros de la ciudad de Prípiat, dónde también formaron el FC Stroiel Slavutych. Pero no funcionó. Los integrantes del equipo no pudieron sanar las heridas de aquel irreparable episodio que dejó como víctimas a cinco de sus compañeros. Dos años fueron suficientes para que las actividades cesaran y se dieran por terminadas.

Años atrás, Andriy Shevchenko, histórico jugador y actual entrenador de Ucrania, exfutbolista en el Milán de Italia y Balón de Oro en 2004, fue uno de los afectados en 1986 y se refirió al accidente: “Recuerdo que mi padre llego un día a mi casa con un aparato que medía la radiación. Yo jugaba al fútbol en mi barrio y el balón terminó en una casa muy alta. Como era largo logré trepar y me encontré con varios balones. Me los traje a casa y cuando hicimos la medición de radiación en ellos nos dimos cuenta de que estaba muy alta. Hoy, en tiempos donde el temor se hace presente por la pandemia del Covid19 y las cuarentenas decretadas en muchos países del mundo se hacen largas, también hizo referencia: “Viví algo muy similar con la explosión en Chernóbil. Vivo en Londres y hace 10 días que estoy encerrado”.

Ya decía Mijaíl Gorbachov -exjefe de Estado de la Unión Soviética- en 2006 que posiblemente una de las causas de la disolución de la URSS se debió en gran medida al accidente nuclear más peligroso en la historia de la humanidad. Mientras, en la actualidad, la zona de exclusión es una fuente de ingresos utilizada para el turismo y visitada por miles de viajeros, pero con algunas restricciones propias de las secuelas que ha dejado la radiación, como sentarse y tocar objetos. Se calcula que aproximadamente deben pasar 24 mil años para la eliminación natural del ambiente tóxico, sin embargo, no fue un impedimento para las trescientas personas, en su mayoría de la tercera edad, que decidieron volver.

Lo cierto es que quedará una incógnita en la historia si en vez de forestación en el estadio hubiera veintidós jugadores detrás de un balón o si los habitantes de Pripyat hubieran podido festejar aunque sea un gol. Porque ese sentimiento de relajación que manifestó Trofimovich de ir por unas cervezas y ver fútbol después de turnos incansables de trabajo no podrán ni pudieron ser.