viernes, julio 18, 2025
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Los subcampeones también hacen historia

Por Sebastián Martín 

Es sabido que, dentro de un deporte como el fútbol, y aunque todos se preparen para ganar, siempre habrá un vencedor y un perdedor. Un primer puesto y un segundo. Es inevitable, se gana o se pierde. Ahora bien, ¿está mal salir segundo? ¿Qué pesa más, el “qué” o el “cómo” y “por qué”?

A raíz de esto y a través del tiempo, en el deporte crecieron dos corrientes de pensamientos opuestas. Una es más resultadista, que cree que si no se sale primero no sirve de nada, si no se logra el objetivo, todo el camino que se realizó para llegar a la instancia definitiva, de poco vale. Hay que ganar sin importar el costo y las formas. Se da más importancia al “qué”. ¿Qué sos? ¿ganaste o no? ¿campeón o no? De esta corriente, solemos escuchar cosas como “sos un perdedor por salir segundo”, “los segundos no ganan nada” o “nunca se acuerdan del que salió segundo”. Pero, ¿realmente se es un perdedor por salir segundo? ¿los segundos no ganan nada? ¿nunca se acuerdan del que salió segundo?

Precisamente de este cuestionamiento viene la otra corriente de pensamiento. En esta, se prioriza el camino, las maneras y los métodos que se utilizan para lograr el objetivo. Toma al primer puesto como un accidente secundario de un proceso efectivo. Hay que ganar, claro, pero no “como sea”. Se valora más el “cómo” y el “por qué”. Los seguidores de esta ideología son los que, cuando no se gana o no se sale campeón, deciden darle importancia y mérito al camino y al segundo puesto logrado.

Por eso, nos atrevemos a recordar algunos equipos y selecciones que, pese a que no pudieron consagrarse con título, dejaron su huella y una marca que será imposible borrar, porque seguirá siendo recordada y contada generación tras generación.

Holanda 1974: La naranja mecánica

Dirigida por Rinus Michels y manejada por Johan Cruyff, la selección de Holanda de 1974 fue, es y será recordada como uno de los mejores equipos de la historia del fútbol. A través de un juego innovador, colectivo, versátil e intenso, la denominada “Naranja Mecánica” cambió el formato del fútbol. Cada uno de sus jugadores cumplía a la perfección con su deber, generando una efectividad tanto en defensa como en ataque, acompañados de una presión terminante. Cada máquina, se necesita un motor. Ese, era Johan Cruyff. Él manejaba la orquesta, a la vez que tocaba. El cerebro del equipo dentro del campo de juego.
En el Mundial de Alemania de 1974, Holanda llegaba, luego de 36 años sin participar en un campeonato del mundo (el último había sido en Francia 1938), con una mirada poco optimista. Pero, aun así, la historia fue distinta. En el primer partido, Holanda le ganó 2-0 a Uruguay, con goles de Rep. Luego de empatar 0-0 contra Suecia por el segundo encuentro, le ganó 4-1 a Bulgaria, con goles de Neeskens (dos), Rep y De Jong. Ya por la segunda fase, llegó una obra de arte ante Argentina. Con dos de Cruyff, uno Krol y otro de Rep, goleó 4-0 a la albiceleste. Siguió con el 2-0 a la República Democrática Alemana, gracias a Neeskens y Rensenbrik, y otro 2-0 (Neeskens, Cruyff) contra el vigente campeón, Brasil. Llegó así a la gran final, contra Alemania Federal. Pese a empezar ganando con un gol de de Neeskens de penal a los dos minutos, el local lo dio vuelta con goles de Breitner y Gerd Müller, y se quedó con la Copa del Mundo.

La Holanda del 74 no ganó ningún título. No celebro ningún campeonato. Nunca dio una vuelta olímpica. Es cierto, hizo mucho más que eso. Porque innovar y cambiar la forma de ver y jugar al fútbol, también es una manera de quedar en la historia. Holanda no necesitó ser campeón del mundo, ni de nada, para hacerlo. Decidió no ser parte de una lista donde simplemente se nombren a todas las selecciones campeonas del mundo (sin desmerecer, obviamente). Prefirió que se escriba y se le dedique un capítulo aparte. Un antes y un después.

Huracán 2009: Los ángeles de Cappa

El Huracán del 2009, dirigido por Ángel Cappa, es otro de los equipos recordados con el paso del tiempo, a pesar de nunca haber salido campeón. Con un juego colectivo, de asociaciones y vistoso, llamó la atención de todos en el fútbol argentino.
Con una campaña muy buena en cuanto a resultados (doce ganados, dos empatados y cinco perdidos, en diecinueve fechas) y actuaciones en encuentros muy recordados como, por ejemplo, el 4-1 contra Racing en Avellaneda, la goleada 4-0 contra River en Parque Patricios e, inclusive, el clásico ante San Lorenzo ganado por 1-0, permitieron que el “Globo” llegará puntero con 38 puntos, a tan solo uno de su escolta Vélez Sarsfield (37 puntos), a la última fecha del Clausura 2009. Es al equipo de Liniers, justamente, a quienes se tendría que enfrentar para definir el campeón. Un empate era suficiente. Pero no sucedió. En una muy polémica final, de un arbitraje (Gabriel Brazenas) muy malo para ambos lados, Vélez ganó con un gol de Morales, faltando ocho minutos para el final, 1-0.

Más allá de los errores, que claramente tuvo la terna arbitral, “los ángeles de Cappa” demostraron un nivel futbolístico muy alto y superior al resto durante gran parte de ese torneo. Tanto es así que, fue elegido, por el diario “Olé”, como el segundo mejor equipo del año, solo detrás del subcampeón mundial, Estudiantes de la Plata.

No salió campeón. Pero quedará en la memoria de todos los hinchas de Huracán y de los amantes del fútbol. Porque ese Huracán, fue uno de los equipos que mejor jugó este deporte en nuestro país.

 Estudiantes de LP vs Barcelona 2009: Dos polos opuestos

Dos equipos. Dos polos opuestos. Una final. Eso representaba Estudiantes de la Plata y el Barcelona en la definición del Mundial de Clubes 2009.

Por un lado, el campeón de América, de Copa Libertadores. Un equipo con una idea clara y definida, que contaba con jugadores perfectos para poder ejecutarla de la mejor manera. Un director técnico, un maestro, criado y salido del propio club, como Alejandro Sabella. Todos a la altura de lo que el “Pincha” demanda. Equipo ganador nato. Defendiéndose fuerte y muy bien atrás, replegándose para salir de contra y, la que quede, mandarla a guardar. Efectivo, aguerrido, peligroso y agotador. Eso presentó arriba de la mesa el equipo argentino, además de toda su grande y rica historia.

Por el otro, el campeón de la Champions League, de Europa (entre tantas otras cosas). También con una filosofía totalmente definida y practicada hace años. Jugadores de primerísimo nivel, de los mejores del mundo, llevaban a cabo un juego digno de llamarlo “espectáculo”. Con un filósofo, justamente, de D.T, surgido de la Masía blaugrana, llamado Josep Guardiola. El mejor Barça de la historia y uno de los mejores equipos de la historia. Fútbol asociado, colectivo, y de posesión, generador de continuas oportunidades de gol. ¿Su mejor defensa? La pelota. Abrumador, peligroso y agotador. Carta de presentación del equipo español.

En teoría, y en la previa, los equipos con polos opuestos y muy distintos, muestran más similitudes de las que uno cree. Cualidades y datos parecidos en ambos equipos. Todo en una final. En cuanto al partido en sí, nos encontramos a un Estudiantes decido y eufórico en tratar de detener el medio del Barcelona, su motor (¿Quién mejor que el propio Sabella para contar cuál era el plan?). Incomodando lo máximo posible al Barcelona, generaron, incluso, más ocasiones claras de gol en la primera mitad. En una de ellas, tras un gran centro de Enzo Pérez entre los centrales (Puyol y Piqué), el goleador “pincharrata”, Mauro Boselli cabeceó y anotó el primer gol del encuentro.

A partir de ahí, y durante toda la segunda etapa, el equipo argentino se dedicó solo y únicamente a defenderse, a que no le empaten el partido. Y es que, el plan era ese. El extremo más positivo e utópico estaba sucediendo. Molestar al Barça, ponerse en ventaja en los primeros 45 minutos y aguantarlo en lo que queda. Y hasta el minuto 88, lo había logrado. Pedro, tras tanto insistir, encontró el empate y obligó el tiempo extra. Ya exhausto, y golpeado por habérsele escapado por unos minutos la final, Estudiantes perdió la final del Mundial de Clubes cuando, al minuto 110, Messi conectó un centro de Dani Alves con el pecho, y puso el 2-1 definitivo.

Estudiantes de la Plata, a diferencia de la Holanda del 1974 y del Huracán de Cappa, si salió campeón. Sí dio una vuelta olímpica. Sí festejó un (varios) campeonatos. Pero, entonces, ¿por qué aparece en este comentario de equipos subcampeones que también quedaron en la historia? Porque le hizo partido, le jugó de igual a igual e incluso le ganó, durante 88 minutos, a, para muchos, el mejor equipo de toda la historia. En una actualidad en la que la diferencia entre el fútbol sudamericano y el europeo es monumental (desde todo sentido), encontrar a un equipo jugándole a la par de los mejores jugadores del mundo, hasta casi arrebatarle el título mundial (terminó siendo al revés, Barcelona se lo arrebató a Estudiantes), es justificativo más que suficiente para que queden en la historia.

En conclusión, para que un equipo o selección pueda dejar su huella, su nombre, marcado en la historia del fútbol, no es totalmente necesario ser campeón. Estos, como muchos casos más, son la prueba de eso. De cómo un equipo puede generar lo suficiente como para que se hable de él generación tras generación. En fin, no está mal salir segundo. Los subcampeones también quedan en la historia.

 

 

Tricolore: el primer balón multicolor de los Mundiales

Por Juan Ignacio Estévez

El Tricolore fue el primer balón de competición multicolor. La bandera tricolor y el gallo, símbolos tradicionales de la República Francesa y de su Selección nacional de fútbol, inspiraron el nombre y el diseño del balón.

Adidas, que fue su fabricante, eligió los símbolos que mostraran la “Francia moderna” y estos fueron: el gallo, un tren de gran velocidad y una turbina, elementos que reflejan historia, energía y velocidad.

  • El gallo, símbolo tradicional de Francia, está asociado al deporte del país. Aparece en los uniformes de las Selecciones nacionales francesas y fue el modelo para la mascota de la Copa Mundial y para la Selección francesa mundialista.
  • El tren de gran velocidad y la turbina simbolizan fuerza, propulsión e ímpetu, atributos típicos de la energía y el entusiasmo en Francia.
  • Los colores azul, blanco y rojo tienen su origen en la Revolución Francesa, cuando los soldados empleaban las llamadas “escarapelas”, insignias en azul y rojo en sus gorras de uniforme, los colores de París. El blanco era el símbolo de la monarquía. En 1974, el “Tricolore” se convirtió en la bandera oficial de Francia.

El balón oficial de la Copa Mundial Francia `98 incluyó como novedad una capa de espuma sintética, un avanzado material compacto compuesto de microburbujas rellenas de gas. La espuma aumentó más la durabilidad, su recuperación energética y su capacidad de respuesta.

Las ventajas frente al poliuretano de alta compresión utilizado durante los últimos Mundiales fueron claras. Este nuevo material, denominado “espuma sintáctica”, tiene una compresión y una capacidad de rebote mucho mayor, lo cual hace que la pelota sea más blanda y veloz que el modelo utilizado en Estados Unidos ‘94, el Questra, con la que se buscó goles más “espectaculares” desde corta y media distancia.

El delantero que más provecho supo sacarle fue el croata Davor Šuker, quien convirtió un total de de 6 goles, y detrás de él estuvieron Gabriel Batistuta (5) y el italiano Christian Vieri (5).

Por otra parte, la valla menos vencida estuvo a cargo de Fabián Barthez. Francia, su equipo, solo recibió 5 goles, de los cuales 3 fueron en la tanda de penales frente a Italia por los Cuartos de Final. En la final, Barthez levantó la Copa del Mundo y dio paso a una de las cábalas más recordadas de los Mundiales: un beso en su cabeza.

Este balón no desató ninguna polémica en particular por parte de los jugadores, quienes suelen ser la palabra final para determinar si una pelota “sirve o no”. Sin embargo, el Questra del ´94 ya había instalado la polémica. Los arqueros empezaron a culpar, hasta hoy en día, a los giros y curvas fortuitas que el esférico desplegaba en el aire con el fin de justificar los goles que muchas veces parecen insólitos. 

El Tricolore fue el último balón mundialista del siglo XX y consigo trajo cambios significativos. Hubo un antes y un después en la elaboración de pelotas de fútbol y las grandes fábricas ya no se encontraban en el continente europeo, sino que se establecieron en países donde les era mucho más económico producir.

Los Beatles: el fútbol en obra y vida

Por Juan Ignacio Estévez

“La mejor de las suertes, muchachos. Los estaremos viendo por la tele. John, Paul, George y Ringo”, telegrama de los Fab Four a Bill Shankly, entrenador del Liverpool en el ‘65, de cara a la final de la FA Cup que el Liverpool le ganó al Leeds United. 

Telegrama que Los Beatles le envían a Bill Sankly en 1965.

Si bien ninguno de los Beatles era fanático del fútbol, fue la tradición familiar la que hizo que cada uno de los integrantes de la banda adoptara un club como propio.

Alfred Lennon, el padre de John, era fanático del Liverpool y, por lo tanto, su hijo también lo fue. Su fanatismo era tal que llegó a pedirle a John la inclusión del mítico jugador de los Reds, Albert Stubbins, en la tapa del LP Sargent Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Paul Mccartney sugirió a un jugador del Everton para equilibrar el fútbol en la portada, pero su idea no se concretó. 

No obstante, y casi como un mimo para los argentinos, son varias las fuentes que aseguran la existencia de un video en el que Lennon se reconoció como hincha del Racing de Avellaneda que le ganó la final de la Copa Intercontinental al Celtic. “¿Te gusta el fútbol?”, le preguntó un periodista: “La verdad que no”, respondió, aunque luego dijo “espera…¿cómo se llama el equipo que juega contra el Celtic? ¿Racing? ¡Ey! ¡Me gusta Racing! ¡Viva Racing! ¡Soy de Racing!”. Treinta años después, el ‘Chango’ Cárdenas dijo: “mi gol lo festejó hasta John Lennon. Por el odio entre los ingleses y los escoceses, Lennon no quería ni a palos que ganara el Celtic”.

Por otro lado, la familia de McCartney era del Everton, por lo que el bajista no tuvo muchas opciones. Sin embargo, el músico dijo que apoyaba tanto a ese equipo como al Liverpool, aunque en una eventual final sabía quién primaría. “Me hice amigo de Kenny Dalglish (ídolo del Liverpool), que había venido a verme y me dije ‘¿sabes qué? Voy a apoyar a los dos porque no tengo esa cosa católica (Everton)- protestante (Liverpool)´, así que tuve que obtener un permiso especial del Papa para hacer esto. Los apoyo a los dos, aunque si hay una definición entre ambos, soy del Everton”, le dijo en 2008 a la revista Observer Sports previo a un concierto suyo en Anfield, el estadio de Liverpool.

A raíz del fanatismo de su padrastro por el Arsenal, Richard “Ringo” Starkey simpatizó por el equipo londinense al que fue a ver en cada oportunidad que tuvo durante su infancia. Lamentablemente para él, sus hijos son fieles seguidores del Liverpool.

El más joven de los Beatles, George Harrison, fue también el más desinteresado. La única vinculación del guitarrista y el fútbol es en Anthology (libro que escribieron), en el que se destacó su entusiasmo, a los catorce años, sobre la final de la Copa inglesa de 1957 en la que Aston Villa venció al Manchester United 2-1.

A lo largo de los años los Beatles han manifestado su relación con el fútbol a través de sus canciones y películas. Se presume que fue Brian Epstein, su manager, quien les pidió que públicamente no se manifestaran ni a favor ni en contra de ningún equipo. Pero con la muerte de Epstein en 1967, ellos se las rebuscaron y alguna cuestión futbolera se hacía presente en las letras de sus canciones o en sus películas.

En el LP “Let it be” (1970), sir Matt Busby aparece nombrado en el tema Dig it. Busby jugó para el Liverpool entre 1935 y 1939, fue el director técnico del Manchester United entre 1945-1969 y 1970-1971 y sobrevivió al accidente aéreo de Múnich de 1958, cuando el avión que llevaba al plantel se estrelló, con el saldo de ocho jugadores fallecidos, y más tarde se encargó del rearmado del plantel con jugadores muy jóvenes.

Los demos de Glass Onion, pertenecientes al álbum The Beatles, finalizaban con un loop de la voz del comentarista Kenneth Wolstenholme gritando “¡It’s a goal!” tomado de sus transmisiones del Mundial ’66, idea posteriormente descartada por el productor George Martin.

Por último, las referencias en sus películas: En Yellow Submarine, en la escena de la canción Eleanor Rigby, aparecen dos equipos de fútbol y posiblemente tenga como destinatario al derby de Merseyside (Everton-Liverpool), debido a los colores de sus camisetas y en ¡Help! se ve un estadio lleno y, supuestamente, a Ringo con una pelota en sus pies.

En Magical Mistery Tour, Los Beatles juegan al fútbol durante el videoclip de Blue Jay Way en 1967. Un año antes Inglaterra había conseguido su primer y único Mundial, por lo que decidieron aprovechar el momento y utilizar el fútbol. Además, se puede ver a los Fab Four mientras juegan a la pelota en las imágenes del detrás de escena.

Los cuatro de Liverpool, sin ser grandes fanáticos del fútbol, han dejado simbolismos a lo largo de su obra que son “perlas” para los fanáticos de ambos y, tal vez, un motivo para que a quienes solo les gusta su música se acerquen a este deporte y viceversa.

Keita Baldé le hace frente al racismo con solidaridad

Por Juan Pablo Manera

Como cada año en la ciudad de Lleida, ubicada en la comunidad autónoma de Cataluña, cientos de trabajadores temporeros arriban a la localidad para la recogida anual de frutas. No solo provienen de distintos sectores de España, sino también de diferentes partes del mundo. En el contexto pandémico que azota a la humanidad, dichos obreros, en su mayoría jóvenes que buscan obtener sus primeros ingresos, continúan con la masiva colecta con jornadas laborales de hasta doce horas. Alrededor de 200 de ellos hoy no tienen un techo para dormir, por lo que la calle es su única opción rentable. Si bien el bajo salario es un obstáculo, la tez morena también lo es, porque la gran mayoría proviene de Senegal, África, y se les niega el alquiler de una vivienda a causa de su color de piel. En cada país, en cada provincia, en cada estado, el racismo marca territorio y el ruido de la discriminación ensordece. 

¿Qué tiene que ver el fútbol con ésta lamentable historia? Poco. Y mucho al mismo tiempo. Aquí es donde entra en acción un nombre quizá no tan reconocido en el ámbito sudamericano, pero que lleva una importante trayectoria en Europa con apenas 25 años. Nació en Gerona, municipio catalán, y sus padres son senegaleses, por lo que defiende los colores de la Selección del país africano, porque así es él, protege a sus raíces. Surgió de las divisiones inferiores del Barcelona, La Masía. Antes de debutar con el primer equipo, emigró para sumar minutos en nuevos horizontes. Lazio, Mónaco e Inter de Milán fueron sus destinos hasta el momento; hoy su pase pertenece al club francés. El personaje en cuestión se llama Keita Baldé Diao y aprovecha el lado visible que le da el fútbol para sensibilizar a la sociedad sobre el tema. Aunque él prefería llevar a cabo el acto bajo el anonimato, la noticia trascendió y se vio obligado a aclarar la situación a través de un video que compartió en sus redes sociales.

Senegaleses temporeros en situación de calle. Foto: Diario El Público

Ni bien se percató de la situación, el futbolista hispano-senegalés se comunicó con Nogay Ndiaye, profesora de secundaria, activista antirracista e integrante de la corporación Fruita amb Justícia Social (Fruta con Justicia Social), que exige el cumplimiento de los derechos laborales de las personas temporeras e inmigrantes. Baldé le ofreció cubrir los gastos de los trabajadores, lo que incluye casa, ropa y comida para todos durante los meses que restan de la colecta – que finaliza en septiembre-. Sin embargo, el deseo demoró en cumplirse a pesar de la buena voluntad. Ndiaye explicó: “Le dije que iba a ser difícil. Aquí cuesta muchísimo conseguir un piso para una persona no blanca, incluso cumpliendo requisitos. A mí, cumpliendo con todo, me los han negado. Yo iba con mis hermanas o amigas blancas para llevar conmigo algo de ‘blanquitud’ y demostrar confianza. Cuando veían que era para mí, excusas y excusas. Si cuesta así, intentá alojar a 200”. 

El detonante para que Keita actuara fue la emotiva y triste declaración de su compatriota Serigne Mamadou en un medio de comunicación español. En el video cuenta la crueldad con la que se trata a los obreros, los bajos salarios y la indiferencia de las autoridades. “Trabajás mientras ellos fumigan el campo. Lo respirás. Si no querés, te largan. Si no querés hacer 12 horas, te largan. Si no querés 30 euros diarios, te largan”, afirma.

Pensar en que una persona carezca de agua caliente, comida y una cama para dormir es impactante. Pero que se le niegue a causa de sus orígenes, es inadmisible. No reclaman beneficios, no exigen regalos, no demandan alojamiento gratuito. Ellos quieren pagarlo. No los dejan.

Afortunadamente, el futbolista declaró en una transmisión en vivo de Instagram, como es usual en estos tiempos, que logró un arreglo para hospedar a 90 de los 200 temporeros en un edificio de 3 plantas y está en camino a pactar otro espacio: “No busco una guerra moral, social, de raza ni colores. Busco soluciones para ayudarlos. Estoy a su disposición para que tengan comida, hogar y algo de ropa. Vivimos en una sociedad complicada, pero nadie merece esa indiferencia en su propia vida. Es algo muy feo. Quería ayudar anónimamente, pero vista la situación que se está produciendo, he tenido que salir a la luz para conseguir encontrar un sitio donde meterlos”. A su vez, confirmó las complicaciones que hubo y pidió que se faciliten las cosas. “No les va a faltar nada”, manifestó.

Una persona admirable. Sobre todo, humilde. En cada segundo del video se transparenta su noble alma. “No quiero conseguir nada con esto. Lo hago con voluntad propia, con el corazón”, expresa Keita, quien respeta a todos los países y razas, lo cual es lo más importante para él. No se siente español o senegalés, por eso se autodefine así: “Un chaval del mundo”.

La lucha de Nacional por la equidad en el fútbol uruguayo

Por Daniel Melluso

Veintiocho de febrero de 2020. En Los Céspedes, el complejo deportivo que tiene Nacional de Uruguay en Montevideo, el fútbol femenino charrúa da un paso histórico hacia la profesionalización. Con la firma de tres contratos intenta transformarse en el equipo que marque tendencia para que esto no sea aislado, sino el principio de un proceso que valorice la disciplina en el país.

La arquera Josefina Villanueva, la defensora Antonella Ferradans y la delantera Esperanza Pizarro fueron las primeras, pero no serán las únicas. Son el puntapié de algo más grande: entre junio y julio de 2021 todo el plantel estará profesionalizado.

El salario ronda entre los 4 mil y 8 mil pesos uruguayos (entre 6 mil y 13 mil de la moneda argentina) y, además, hay compensación económica en virtud de premios por campeonatos ganados. Vale aclarar que ese dinero no varía mucho de lo que ya reciben las futbolistas amateurs de Nacional por viáticos.

Este hecho trascendental encubre uno más importante: la intención de generar que más niñas quieran hacer deporte. “La firma de contratos fue utilizada como estímulo para que más chicas jueguen al fútbol, viendo como Nacional es una puerta importante para desarrollarse. Hace bastante tiempo que en el club la disciplina ocupa un lugar de privilegio, como parte de un discurso social de equidad y de igualdad de condiciones”, cuenta Javier Noble, coordinador del área de fútbol femenino, además de ser el preparador físico de la primera, la sub-19 y el futsal.

Mientras que en un sector de Los Céspedes se rubricaban firmas, en otro se inauguraban las categorías femeninas infantiles, hecho inédito en Nacional, que quiere marcar el principio de una era. “Esta profesionalización viene a frenar cierta desigualdad que tenía la disciplina con respecto a otras áreas deportivas del club. La idea es igualarlo, pero es un cambio progresivo para que sea sostenible a largo plazo y así no se lo lleve el viento. Queremos ser el club referente para la mujer en Uruguay”, explica Noble sobre la medida encabezada desde la Gerencia del club, a cargo de Iván Alonso, exfutbolista del River de Gallardo entre 2016 y 2017.

La joven Josefina Villanueva, arquera de la institución, es una de las grandes promesas del fútbol charrúa, quien por sus buenas actuaciones en Nacional y la Selección uruguaya sub-19 logró ser considerada para firmar uno de los tres contratos. “Cuando me enteré sentí muchísima felicidad, estaba muy contenta. Siento tremenda satisfacción por saber que todo el esfuerzo de años está dando sus frutos. Hacer historia con el club del que soy hincha y socia me llena aún más. Es un sueño que tuve desde que me propuse crecer en el fútbol, por lo que estoy agradecida por ser una de las futbolistas a las que le tocó”, comenta.

Más allá del orgullo que le genera ser profesional, no se olvida de las dificultades que sufren las futbolistas en su país. “Todas hacemos un sacrificio tremendo, desde las que estudian hasta las que trabajan. No es fácil tener que ir a entrenar en la mañana, estudiar o trabajar toda la tarde, llegar de noche a tu casa y al otro día tempranito de nuevo en pie. Algunas tienen la suerte de tener locomoción propia, en parte se les hace más práctico, pero muchas otras dependemos de los ómnibus. Es muy complicado”, expresa la jugadora de 20 años.

Villanueva es oriunda de Durazno (localidad del interior uruguayo) y sabe los obstáculos que afronta una niña para llegar al alto nivel del fútbol en su país y mucho más arribar a la capital y lograr vivir de lo que anhela. “Espero que la firma de contratos en Nacional sea el ejemplo y llegue a cada uno de los equipos de todos los rincones de Uruguay, porque nosotras hacemos el doble de esfuerzo que los varones y no se nos reconoce ni recompensa como tal. Quiero que el fútbol femenino en Uruguay sea profesional en todos sus aspectos”, se esperanza.

Este accionar del club montevideano, utópico si se observa el comportamiento de sus pares, pero que busca interpelar al fútbol uruguayo en su totalidad, trae de excusa esta frase: “La utopía está en el horizonte: si yo camino diez pasos, ella se alejará diez pasos. Cuanto más la busque, menos la encontraré. Entonces, ¿para qué sirve la utopía? Pues para eso, sirve para caminar”, dicha por Eduardo Galeano, escritor charrúa e hincha de Nacional, parafraseando al cineasta argentino Fernando Birri.

Nacional está en eso.

Martín Palermo: un goleador de película

Por Ezequiel Aranguiz

Un día como hoy, pero hace nueve años, Martín Palermo disputaba su último partido como futbolista profesional. Aquel 18 de junio de 2011, el ‘Titán’ colgó los botines después de casi dos décadas y más de 600 encuentros. A continuación, recordamos los más memorables.

Su debut y primer gol

El 5 de julio de 1992, Estudiantes de La Plata enfrentaba a San Lorenzo por la última fecha del Torneo Clausura. Con 18 años y el pelo largo, Palermo debutó en primera con la camiseta del ‘Pincha’, equipo que lo vio nacer y del que es hincha.

Tuvo que pasar casi un año para que convierta su primer gol. Fue el 23 de mayo de 1993, en la victoria 3 a 0 del conjunto platense frente a San Martín de Tucumán. A los 20 minutos y tras un centro desde la derecha del uruguayo Adrián Paz, el ‘Loco’ marcó de cabeza el primero de sus 303 tantos en la máxima categoría.

La llegada al ‘xeneize

Tras una gran actuación en el Clausura 96 en el que le convirtió por duplicado tanto a Boca como a River, Palermo llegó al club de la ribera por pedido de Diego Maradona. El 3 de septiembre de 1997, por la Supercopa frente a Cruzeiro de Brasil, jugó su primer partido con la camiseta azul y oro –aunque esa noche haya sido la casaca blanca- con el ‘25’ en la espalda en lugar del ‘9’. Esa noche en la Bombonera también debutó el colombiano Jorge ‘Patrón’ Bermúdez, autor del único tanto del encuentro.

El comienzo del amor

Cinco partidos pasaron hasta que Palermo marcó su primer gol en Boca, el 30 de septiembre. Tras un rebote que lo dejó mano a mano con Faryd Mondragón, definió de derecha para abrir el marcador frente a Independiente.

Pero fue el 25 de octubre el día que comenzó a meterse en el corazón boquense. El ‘xeneize’ visitaba a River por la décima fecha del Torneo Apertura. Con el partido empatado en uno, con los locales jugando mejor y bajo una lluvia torrencial, el ‘Loco’ le ganó el salto a dos defensores millonarios y a los 22 minutos del segundo tiempo puso de cabeza el 2 a 1 definitivo. El primero de los 18 que marcaría en Superclásicos.

La noche negra con la albiceleste

En julio de 1999, Palermo fue convocado a la Selección Argentina por Marcelo Bielsa para disputar la Copa América. En el segundo partido de la fase de grupos, el nueve quedó en la historia del fútbol. El conjunto nacional cayó por 3 a 0 ante Colombia y el ‘Loco’ erró tres penales: el primero lo estrelló contra el travesaño, el siguiente lo tiró un metro arriba, y el último quedó en las manos del arquero Miguel Calero. Un récord Guinness que lo marginó de la selección por muchos años.

El gol 100

El 13 de noviembre de 1999, Boca visitaba a Colón por la fecha 14. El xeneize peleaba el campeonato y Palermo se encaminaba a ser el goleador del torneo: llevaba 13 goles en 12 partidos. A los quince minutos de juego, el defensor ‘sabalero’ Luis Medero impactó contra la rodilla derecha del delantero y le provocó la rotura del ligamento cruzado anterior. Pero el ‘Titán’ se mantuvo en cancha y, tras una gran asistencia de Juan Román Riquelme, remató de zurda, mordido –tal vez a causa de la lesión- y marcó su gol número 100. El festejo fue medido y con gestos de dolor, lo que anticipaba la gravedad de la situación.

El ‘muletazo

Desde el partido en Santa Fe habían pasado más de seis meses, el tiempo de rehabilitación recomendado tras la operación. Palermo ya había empezado a entrenar con la pelota cuando llegó la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores 2000, nada menos que frente a River. El máximo rival se había quedado con el partido de ida y todo se definiría en la Bombonera. La semana previa a la revancha, el técnico xeneize Carlos Bianchi deslizó la posibilidad de que el delantero esté entre los suplentes. “Si ellos lo ponen, yo pongo al Enzo”, declaró Américo ‘Tolo’ Gallego, en alusión al retirado Francescoli.

El 24 de mayo se jugó el encuentro de vuelta en la Bombonera. El local ganaba 1 a 0 cuando el ‘Virrey’ giró hacia el banco y le hizo una seña al 9. El estadio se vino abajo cuando Palermo ingresó y volvió a explotar cuando, minutos más tarde, Riquelme marcó el segundo. Pero aún quedaba tiempo para más y en la última jugada, Sebastián Battaglia desbordó por izquierda, levantó la cabeza y encontró a Palermo que, con todo el tiempo del mundo, se acomodó para su zurda, definió abajo, lejos de la estirada de Roberto Bonano y selló el resultado. El ‘Titán’ –apodo que se ganó esa noche- festejó entre lágrimas uno de sus goles más emotivos, que quedó inmortalizado en la historia como el ‘muletazo’.

Japón a sus pies

Tras consagrarse campeón de América, Boca disputó en Tokio la Copa Intercontinental. El rival era Real Madrid, ganador de la Champions League. El conjunto merengue llegaba como amplio favorito ya que contaba con figuras como Raúl y Figo.

Pero el xeneize sorprendió a todos. Apenas comenzado el partido, tras un centro de Marcelo Delgado, Palermo marcó el primero. Tres minutos más tarde, después de un pase largo de Riquelme, le ganó la posición a Geremi Njitap, definió cruzado y puso el 2 a 0. Los europeos descontaron por intermedio del brasileño Roberto Carlos pero no les alcanzó, Boca se consagró campeón del mundo y el ‘Loco’ fue elegido figura de la final.

Ese maldito muro

A principios de 2001, varios clubes del viejo continente se interesaron en el nueve xeneize, pero fue el Villareal de España el que se quedó con el goleador. El 29 de noviembre, en un partido de la Copa del Rey ante el Levante, Palermo convirtió un gol y, mientras festejaba de cara a los aficionados, el muro de contención se derrumbó causándole la fractura de tibia y peroné de su pierna derecha. Después de una larga recuperación, le costó volver a su mejor nivel y pasó por varios clubes sin afianzarse en ninguno, para finalmente regresar a Boca.

El día que el Monumental coreó su nombre

En 2009, le llegó la revancha con la Selección de la mano de Diego Maradona, que lo convocó a varios partidos de las eliminatorias para Sudáfrica. En la anteúltima fecha, aquel 10 de octubre, Argentina tenía que derrotar a Perú para mantener las chances mundialistas. Iban 47 del segundo tiempo y el marcador estaba empatado. En la última jugada y bajo un diluvio, el optimista del gol –como lo apodó Bianchi- rompió la igualdad y desató la locura de 70 mil espectadores. Esa noche, el estadio de River vibró al ritmo de “Palermo, Palermo”.

El hombre récord

El 12 de abril de 2010, marcó por duplicado en la victoria xeneize frente a Arsenal de Sarandí. Tras semanas en las que los hinchas hacían la cuenta regresiva tachando números en la tribuna, el ‘Loco’ se convirtió en el máximo goleador de la historia del club superando los 218 de Roberto Cherro.

Un mundial a los 36 años

Ese mismo año, Palermo fue convocado para la Copa Mundial de Sudáfrica por Maradona. El 27 de junio, debutó ante Grecia en el último partido de la fase de grupos. Tan sólo diez minutos en cancha le bastaron para tomar un rebote del arquero, marcar el segundo gol argentino, su primer gol en la máxima competencia del fútbol y convertirse en el jugador argentino de mayor edad anotar en un Mundial.

Sus últimos partidos

El 12 de junio de 2011, Palermo se despidió de la Bombonera. El partido frente a Banfield quedó en segundo plano. Al finalizar el encuentro, el ‘Titán’ fue homenajeado y le regalaron uno de los arcos. “Vos nos diste los goles, vos nos diste alegría, lo que hiciste por Boca no se olvida en la vida”, cantó el estadio al unísono.

Una semana más tarde, llegó la última escena de una carrera de película. Fue en La Plata -su ciudad natal-, frente a Gimnasia -su clásico rival- y contra Guillermo Barros Schelotto –su enemigo en los inicios y uno de sus mejores amigos al final-. Palermo no pudo convertir, pero, en la última jugada del encuentro, asistió a Cristian Cellay para poner el empate definitivo, que sentenció al ‘Lobo’ a jugar un partido desempate para mantener la categoría. Aquel 18 de junio del 2011, el ‘Titán’ peleó su última batalla.

 

 

 

 

 

 

 

 

Lio Messi y Wos, un solo corazón

Por: Ian Rodríguez

Wos, el pibe de la plaza, quien emerge como un rapero volcado al rock que nunca le escapa a su visión del mundo, ya sea política o social, es escuchado por  Lionel Messi, quien además de ser uno de los mejores futbolistas de la historia (por qué no el mejor), ha denunciado y desafiado al poder desde su lugar cada vez que lo sintió necesario en los últimos años. Un cuento de plazas y potreros, de improvisaciones y regates, de movimientos y denuncias. Sus historias se cruzaron en una de Instagram.

“Lio Messi pa’ Román, estamos bien jodidos no nos sale versión light”, rapea en Animal el joven que a sus 22 años ya llenó, a fines del 2019, dos veces el Luna Park, el cual lo había visto campeón nacional de la Red Bull dos años antes. El último 26 de mayo, a través de su cuenta de Instagram, el 10 del Barcelona subió tres historias seguidas en las cuales se exponía tomando mate con la frase “A full con @wos.ds3”.

No es un detalle la canción que musicalizaba el posteo, la que estaba de fondo mientras Messi se cebaba mates como si estuviera en una publicidad de yerba. Canguro es la canción de Wos con más carga crítica sobre la política y la sociedad. Rechaza la idea de que exista la meritocracia: “Que sin oportunidades / esa mierda no funciona”. Ésta fue publicada 3 días antes de las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del 2019.

¿Entonces Messi está manifestando su ideología política desarrollando una faceta nunca antes vista? ¿Será esto una muestra del rosarino que cree que aquel que no para de toser trabajando doce horas debería ganar más de lo que percibe? No, o por lo menos no lo sabemos. La verdad la sabe él y la sabremos nosotros en caso de que se le deje de preguntar si mea sentado qué resignaría por un mundial con Argentina.

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Desde que era un niño que merodeaba las calles de Chacarita, a Valentín Oliva se le ha inculcado una sensibilidad social por parte de sus padres Alejandro Oliva y Maia Mónaco, sobre todo en la crisis económica del 2001, cuando fue partícipe de marchas, cacerolazos y ollas populares. Aquella formación, más varias tomas del Mariano Acosta, colegio público al cual asistió, formó a Wos, un freestyler y músico que jamás le escapó a su mirada sobre cómo actuar ante la sociedad y los políticos; denunciando abusos de poder por parte de la policía y burlando al ex presidente de la Nación, Mauricio Macri: “Me preguntan por los pantalones amarillos / de qué son, por qué los tengo en el estribillo / amarillo por el sol que alumbra a la gente / nunca el amarillo por el gil del presidente”, rapeó como telonero de Residente (músico puertorriqueño con quien tiene una buena relación el capitán de Barcelona) a fines de 2018 en el Hipódromo de Palermo.

Sin rimas, bases ni punchlines, Lionel Messi ha empezado a criticar aquello que no creía justo ya sea con un micrófono o sus redes sociales. Un ejemplo claro fue en Estados Unidos previo a la final de la Copa América Centenario 2016 contra Chile que, tras una larga espera y retrasos de aviones, el capitán del seleccionado posteó, el 23 de junio, una foto con su compañero Sergio Agüero con un mensaje: “ Una vez más esperando en un avión para intentar salir al destino. Qué desastre son los de AFA, por dios!!!!”. Horas después, la Asociación de Fútbol Argentino, que seguía siendo presidida por Luis Segura (días más tarde se instalaría la Comisión Normalizadora), sacó un comunicado que establecía, entre otras cosas, que las demoras fueron a partir de “cuestiones climáticas” y que todo viaje es designado por la “organización de la Copa”. Cuando se le cuestionó en conferencia de prensa a Messi dichas declaraciones virtuales reconoció que no quería seguir con el tema pero, a pesar de que podía responder al comunicado, prefería pensar en la final frente a La Roja y después opinaba. Argentina perdió por penales, el Diez no quiso jugar más en la Selección y no se volvió a hablar del tema.

Pero el rosarino siempre estuvo cerca. Él nunca abandonó al seleccionado nacional y tres años más tarde, en la siguiente copa continental disputada en Brasil, se topó con el conjunto local por semifinales. 2 a 0 abajo con dos posibles penales (o por lo menos revisables en el VAR) en contra de los dirigidos por Lionel Scaloni. Mientras los brasileños festejaban, en zona mixta el capitán enfrentó a los periodistas y denunció a la Confederación Sudamericana de Fútbol de corrupta y siniestra: “En esta copa se cansaron de cobrar boludeces. Es para analizar y ojalá la CONMEBOL haga algo, igual no creo porque maneja todo Brasil así que es muy complicado. No tenemos que ser parte de esta corrupción”. La verdeamarela consiguió el campeonato frente a Perú por 3 a 1 y en los festejos se lo vio al presidente Jair Bolsonaro besando y levantando el trofeo.

Un mes después, precisamente el 9 de agosto de 2019, se estrenó el single Canguro de Wos Un tema muy enriquecedor a nivel musical ya que  se destacaron dos canciones distintas en la misma. Al principio y al final, la melodía es un tanto soft con un piano en Fa sostenido mayor y una armonía muy simple en cuanto a la voz mientras que el mensaje podría ser extirpado del discurso de un político el cual goza del privilegio de la comodidad y le exige al pueblo reprimirse. Todo esto se parte con un bajo profundo bien funk y una batería que le da ritmo a su rap puro.

Las patadas de canguro empezaron y generaron repercusión, el video oficial tiene más de 120 millones de reproducciones en Youtube y 101 millones en Spotify. Alcanzó el puesto 13 de las mejores 100 canciones de la revista Billboard en la semana del 8 de septiembre. “No me hables de meritocracia / me da gracia no me jodas / que sin oportunidades / esa mierda no funciona” y “Entiendo que te molesta / la empatía te cuesta. / Y si ahora gritamos y cantamos en modo de protesta / es porque preguntamos bien y nadie nos dio una respuesta”, son frases que destacaron de la canción, la cual precedió el lanzamiento del primer álbum de Wos, Caravana. También citó a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota sugiriéndole al oyente fijarse de qué lado de la mecha se encuentra.

En sus shows, el cantante tiende a improvisar como lo hizo siempre en competencias pero con su banda haciéndole la base. En el Festival Futurock 2019 hilvanó: “Ahora festejamos tomando birra helada porque ahora es octubre y no sé si te acordabas que hay un gatito vendepatria que se va de la Rosada. No lo bardeamos a Mauri porque para ser preciso está mal pegarle a alguien que ya está en el piso”. Las elecciones llegaron y Alberto Fernández, candidato opositor, fue electo como presidente de la Nación.

 

Los Reggae Boyz, el sueño cumplido de Jamaica

Por Lucas Pacheco

Ocho ediciones le tomó al seleccionado jamaiquino de fútbol clasificarse a un Mundial tras haberse afiliado a FIFA en 1962, año en que el país caribeño se independizó para dejar de ser parte de las Indias Occidentales. Y es que, debido a la extensión de 24 a 32 participantes para el certamen de 1998, CONCACAF tuvo tres plazas para la máxima competición internacional por primera vez, lo que significó que países menos poderosos futbolísticamente pudieran aspirar a meterse en el certamen más prestigioso a nivel naciones.

No obstante, el camino de los auriverdes hasta Francia no fue fácil. Tras superar sin sorpresas a Surinam, Barbados, San Vicente y Las Granadinas y Honduras en las primeras rondas, Jamaica debió de afrontar un difícil hexagonal final que incluyó a México, Estados Unidos, Costa Rica, Canadá y El Salvador; para definir los tres seleccionados que viajarían al Mundial. Para el final de la primera vuelta de partidos, los únicos representantes del Caribe se encontraban en último lugar y con derrotas duras como el 6-0 que les propició México; pero con tres victorias en fila y dos empates, los jamaiquinos consiguieron reponerse, clasificar con los puntos justos y hacer historia.

Su actuación en el máximo certamen internacional tal vez no fue la mejor, al haber sido goleada por las potentes Croacia y Argentina por 3-1 y 5-0, respectivamente, y quedar eliminada a falta de un partido. En el último juego de la fase de grupos Jamaica pudo darse el gusto al vencer por 2-1 a la también debutante selección japonesa con dos goles de Theodore Whitmore, hoy entrenador del seleccionado y considerado uno de los jugadores más importantes de la vida futbolística del país.

Así como afectó el incremento de cupos para la confederación, mucho tuvo que ver también el director técnico René Simoes y el proyecto que confeccionó con grandes esfuerzos desde 1994, al haber salido a convencer a descendientes jamaiquinos de ligas del exterior (la gran mayoría en Inglaterra) de que se integren a su plantel, que hasta entonces tenía casi todos jugadores semiprofesionales. De esa camada de futbolistas surgieron cuatro de los cinco máximos goleadores del país, y ocho de los diez jugadores con más partidos jugados para el seleccionado. 

Figuras como Ian Goodison, Onandi Lowe, Frank Sinclair y Theodore Whitmore son algunos de los ejemplos de aquel equipo que causó tal admiración con su juego dinámico y veloz -gracias a sus herencias del fútbol inglés-, que la popularidad del plantel dentro del país incrementó en grandes cantidades e incluso recibió un apodo muy particular: Los Reggae Boyz.

Además de brindarle a su país la primera (y por ahora única) clasificación a un campeonato mundial; aquella camada obtuvo la segunda Copa del Caribe de la historia jamaiquina en 1998, y dejó un saldo de extrema tradición futbolera en el país que luego se trasladó a los éxitos de las generaciones futuras que en la última década obtuvieron dos subcampeonatos de la Copa de Oro CONCACAF, entre otros logros tal vez impensados antes de la llegada de René Simoes.

Esta nueva generación desde 2007 es dirigida por Theodore Whitmore (en cuatro diferentes etapas). El ex mediocampista ofensivo, quien como jugador marcó sus dos goles en el Mundial de Francia y está en tercera posición tanto en la tabla de máximos goleadores como en la tabla de quienes más partidos jugaron con la camiseta amarilla, negra y verde; como entrenador ya consiguió tres Copas del Caribe. Los Reggae Boyz no estarán, pero la historia del fútbol jamaiquino tiene aún mucho por ser escrito.

Chile tenía el enemigo adentro

Por Tomás Scigliano 

La selección de Chile volvió a disputar un campeonato del mundo luego de 16 años allá por 1998, en Francia. Contaba con figuras importantes como Iván Zamorano y Marcelo Salas, y con la dirección técnica de Nelson Acosta. La primera cita fue frente a Italia, en Burdeos. Pero dos días antes casi pierden 3 jugadores para el partido.

Con Javier Margas fuimos a dar una vuelta por Burdeos en una de esas tardes libres antes del debut, y nos encontramos con una pista de karting. Nos quedamos corriendo un rato, volvimos al hotel y se lo comentamos a algunos compañeros”, contaba Francisco Rojas, defensor en ese entonces de Colo Colo. Hasta allí, nada que pudiera ser una complicación de cara al partido. El problema fue al otro día, cuando decidieron volver a correr, pero con Fabián Estay y el arquero Carlos Tejas. Este último, que en sus épocas como jugador se lo conocía por su juego brusco y su fuerte temperamento, se descontroló. “En medio de la carrera, a ‘Tejitas’ se le fue el auto contra Estay y le pegó feo en la pierna. Después, cuando ya estábamos dejando los autos, no lo pudo controlar y nos atropelló” continuaba Rojas. Tanto Estay, Margas, y “el Murci” probablemente serían titulares frente a Italia. 

El problema fue que el chisme le llegó al técnico, Nelson Acosta, quién ese día los siguió hasta la pista de karting. Y estaba ahí, escondido, observando toda la secuencia. “Acosta se volvió loco. Nos retó con toda su rabia, nos dijo que éramos unos irresponsables de mie… y que estábamos a dos días del debut hueveando con esto”  finalizaba el defensor Rojas (vía: Emol). Cuenta también, que luego de eso tuvieron que conseguir autos a control remoto para hacer carreras. Lo que hoy es una gran anécdota, en ese momento habría sido algo perjudicial para el equipo si Tejas provocaba una lesión en sus compañeros, especialmente en Fabián Estay.

Finalmente, en el debut frente a Italia, los corredores jugaron todos, sin dificultad, menos el “victimario” Carlos Tejas, quién estuvo sentado en el banco. Su lugar lo ocupó Nelson Tapia, ex jugador de Vélez Sarsfield, en aquel momento portero de la Universidad Católica. Fue 2 a 2 con un doblete del “matador” Salas. Un encuentro que casi se lleva “la roja”, si no hubiese sido por el gol de penal de Roberto Baggio, a seis minutos del final. 

Chile clasificó segundo en su zona, detrás del seleccionado italiano, sin ganar ningún partido. Tres empates (1 a 1 con Austria y el mismo resultado frente a Camerún, y el ya mencionado partido con Italia). A Chile lo ayudaron las victorias de Italia en sus otros dos partidos, y el empate entre cameruneses y austríacos.  En octavos se topó con Brasil, que luego sería uno de los finalistas del certamen.  Una contundente derrota por 4 a 1 dejó sin Mundial a los dirigidos por Nelson Acosta.

La revista de música que unió al plantel inglés en Francia 98

Por Joaquín O’Donell

En la Copa Mundial de 1998 disputada en Francia, la asociación de fútbol inglesa adoptó como estrategia para que Inglaterra intentara volver a ser campeón, luego de 32 años, hacer sentir a sus jugadores como en casa.

Uno de los entretenimientos que la federación les ofreció a sus jugadores fue la llegada semanal de una revista británica llamada NME (New Musical Express), que nació en 1952 y que a los futbolistas les interesaba por demás. Por esa razón cada miércoles les aparecía en la cama a todos ellos. Además, contaban con otros divertimentos como la Playstation, los reproductores de MP3 y hasta algunos jugaban al golf.

Pero había una cosa que los futbolistas detestaban: dar las entrevistas. Estaban cansados de hacer notas, así como también de hablar con canales de diferentes países, como, por ejemplo, cuando lo hicieron con Colombia, país al que se enfrentaron en la tercer fecha del Grupo G y al que se dirigieron en español mandando saludos a través de la emisora Caracol TV, que recién se inauguraba.

Por esta razón, la revista NME pasó a tener un papel fundamental en la selección. Se decidió realizar una apuesta que consistía en que cada integrante pondría 100 libras en una alcancía común y el que lograra nombrar más títulos de canciones en las entrevistas televisivas sería el ganador.

Además, se agregó una regla que se trataba de que sólo se podría nombrar temas de una banda o solista durante cada nota y por este motivo la revista se convertiría en un libro de táctica y estrategia.

El primero en pasar al frente fue Gareth Southgate, actual entrenador de la selección de Inglaterra, a quien le salió por sorteo George Michael. Tras una pregunta realizada por el periodista Bob Wilson sobre el clima en el entrenamiento, el por entonces jugador del Aston Villa respondió: “No es el ‘club tropicana’, Bob, llueve todo el dia” (Club Tropicana ,Wham! 1983). Luego se le preguntó si le podría dar alguna pista del once inicial en el debut frente a Túnez y su respuesta fue: “No recibirás ningún ‘Susurro imprudente’ de mi parte” (Careless Whisper, George Michael 1984).

Pero con el pasar de las semanas la competencia fuera de la cancha se volvía más y más feroz. Entonces Tony Adams, por ese entonces defensor del Arsenal, nombró cuatro títulos superando a todos sus compañeros y ganando la apuesta, cuando brindó una entrevista al periodista Des Lynam de la BBC. La lista de temas pronunciados fue la siguiente: Get Back (1969), Something (1969), Let it Be (1970) y With a little help from my friends (1968), todas de The Beatles.

Durante un gran tiempo, los medios no se dieron cuenta lo que hacían hasta que un día  Alan Shearer, en ese momento jugador de Newcastle United, respondió a una pregunta: “Es solo tu imaginación” de The Temptations, de 1971 ,seguido de una carcajada. Lo mejor de dicha apuesta fue que tiempo después le preguntaron si seguía la apuesta y entonces miró a la cámara y dijo: “No, ya todo se termino”, que en inglés quiere decir It’s all over now de Rolling Stones, 1964.

La playlist de los ingleses