domingo, mayo 11, 2025
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Con o sin fútbol, Midland mantiene su función social

Por Patricio Cittadini

El Club Atlético Ferrocarril Midland se convirtió en un punto solidario para el Municipio de Merlo durante la pandemia ya que con el departamento “Midland Solidario” aporta su ayuda para los que más lo necesitan. Para ello, Fabio Quiroga, su actual presidente, contó como el club viene trabajando en el sector social en estos tiempos difíciles.

La organización perteneciente a la institución ubicada en el barrio Libertad, en el oeste de la Provincia de Buenos Aires, es integrada por socios, dirigentes e hinchas y fue creada hace poco más de un año con el fin de contribuir su granito de arena a los comedores y merenderos de la zona con la recolección de juguetes, ropa y alimentos no perecederos.

“La idea de crear un departamento social surgió de la comisión directiva, que cuando me lo propusieron en una reunión semanal que solemos organizar no dude en decir que le demos para adelante. Merlo es uno de los municipios con más habitantes de la provincia y la ayuda de los clubes es fundamental para aquellas familias que tienen carencias”, aseguró.

Tras su creación, “Midland solidario” comenzó a difundirse a través de las redes sociales oficiales con la campaña “Navidad Para Todos”, en donde se invitó a los hinchas a donar pan dulce, turrones, budines, juguetes y alimentos que fueron recibidos por la secretaría los días de semana y por el buffet los partidos en los que El Funebrero disputó de local.

“Estoy agradecido plenamente a los socios e hinchas que participaron de la campaña de inauguración. Los chicos del comedor Felices Los Niños recibieron la navidad pasada 3 bolsas de consorcio llenas con todo lo que se donó. La sonrisa del que más lo necesita es nuestra felicidad, y esos son los valores que queremos transmitir como club”, destacó.

Durante la pandemia, “Midland Solidario” multiplicó la cantidad de personas que forman parte y organiza tres ollas populares por semana en los alrededores del estadio, en las cuales se entregan 300 platos de comida cada vez que es llevada a cabo, logrando así convertirse en un gran actor social para el Municipio. “Comenzamos con la primera olla y enseguida se comunicaron desde la intendencia para trabajar en conjunto y poder llegar a un mayor número de personas”, comentó Quiroga.

Además, agregó que también la organización se encargó de juntar mantas, frazadas y artículos de limpieza que se repartieron la primera semana en la que se declaró el aislamiento social obligatorio y preventivo que dispuso el gobierno nacional para hacerle frente al covid-19 y que lo asombró la cantidad de gente que realizó filas de dos cuadras para poder conseguir un abrigo.

En cuanto a las medidas preventivas tomadas para realizar las ollas, Midland se encarga de difundir masivamente en sus redes flyers con los requisitos y normas de seguridad que deben cumplir las que vayan a retirar su plato de comida, entre ellos: no asistir con menores, una sola persona por familia, llevar su propio tupper y mantener un metro y medio de distancia en la fila.

Por su parte, Quiroga describió que, un día antes de la actividad, el club es el encargado de contratar al personal de limpieza para que realice la desinfección correspondiente y que los socios e hinchas que colaboran se concentran con un mínimo cuatro horas antes para distribuir los materiales de higiene provenientes del Municipio en el lugar donde se hará la fila para evitar el contagio y así preservar la salud de los vecinos.

Por último, el presidente dejó en claro que para él es muy importante que los socios participen de estas actividades porque así se les genera un sentido de pertenencia que se refleja luego en los resultados deportivos. Opinó que vienen de la mano, argumentando que si la dirigencia se maneja por su cuenta y no les permite ser parte a los que aman la institución tanto como ellos, el crecimiento va a ser nulo y esa relación el hincha te la hace notar los fines de semana en el estadio. “A la hora de tomar decisiones hay que pensar en el socio, que es el que nos va a bancar en las malas tanto a nosotros como a los jugadores, sino siempre vas a depender de sponsors, pero este no es el caso de Midland”, recalcó.

Con la aparición del virus y la posterior instancia de cuarentena, un cambio de planes sacudió al club. Sin embargo, la comitiva continúa pensando en el futuro. Buscará que la idea que tenían se pueda concretar este año: armar un merendero en la sede, para el cual ya habían comprado platos, tazas y vasos.

Martín Coggi no cayó muy lejos del árbol

Por Alejo Zalazar

“Decidí seguir la carrera de boxeador, debido a que es lo que más amo, ya que desde muy pequeño me crié en el mundo del boxeo”, expresó con gran satisfacción el pugilista argentino Martin Coggi.

Rostro con forma rectangular, cabello ondulado de pigmentación dorado, cejas con pocas carencias de vello y ojos claros del color del cielo, es muy probable que por estas facciones fuera apodado el Principito. Coggi oriundo de Coronel Brandsen, ciudad ubicada al Sur del Gran Buenos Aires.

“Con tan solo un mes de vida ya estaba dentro de un cuadrilátero festejando junto a mi padre uno de sus títulos mundiales”, recordó con nostalgia Coggi, que desde muy corta edad poseía como referente e ídolo a su progenitor.

A medida que pasaban los años su amor por el deporte crecía cada vez más y más, sin embargo su padre no deseaba que su hijo siguiera su mismo camino, ya que no quería verlo sufrir. Para hacerlo cambiar de opinión, Látigo rememoró a El Equipo: “A los 13 años lo llevé a Martin a un gimnasio de la localidad de Berazategui, agarré a unos de mis mejores pupilos, que tenía alrededor de 10 o 15 peleas y le dije rompémelo”.  Luego de esta situación el Principito terminó con su nariz hinchada y destrozada, pero con ese espíritu de perseverancia que lo caracteriza, jamás se dio por vencido y siguió luchando para seguir los mismos pasos que su padre.

En el proceso para convertirse en boxeador profesional, Látigo constantemente aconsejó al Principito para que se esfuerce y deje lo máximo en cada entrenamiento. Además le dijo que se mantuviera lejos de los excesos del alcohol y de las drogas, que lo alejarían de su sueño.

Con constancia y disciplina todos sus esfuerzos rindieron frutos, ya que el 25 de junio del 2005 logró debutar como pugilista profesional con un triunfo por nocáut técnico en el tercer asalto frente a Rubén Rojas. De ahí en adelante, hilvanó 14 victorias consecutivas y consiguió varios títulos sudamericanos; aunque luego padeció varias derrotas, siempre continuó de pie.

En 2011, se convirtió en comentarista de boxeo para el canal Fox Sports Latinoamérica. Es decir que en ese tiempo alternaba sus dos pasiones: el mundo de los guantes y el de estar frente a las cámaras.

Con 37 años, se encuentra estudiando actuación, una vocación que le genera enorme felicidad. “Participé como extra en la serie de Carlos Monzón y en la del Tigre Verón”, afirmó con orgullo. Asimismo una vez que se retire planea poder trabajar como actor.

Al ser el hijo de una leyenda, a lo largo de su vida siempre padeció cuestionamientos y presiones, pero Coggi con tenacidad lo supo sobrellevar de tal manera que pudo cumplir el sueño de su vida, el de ser boxeador.

Diego Biondi, nacido para jugar futsal

Por Agustín Kuc 

La cultura argentina se destaca por tener una tendencia a idolatrar a personajes que se desarrollan en diversos ámbitos de la sociedad. Por consiguiente, algunos obtienen un papel más protagónico que el de otros, que varía según la popularidad de dicho ser humano en la comunidad que se desarrolla. Este es el caso de Diego Biondi o Pepe, como se lo conoce en el mundo del futsal nacional. Líder silencioso de la escuadra, aclara con una risa irónica: “Llevar una cinta en el bíceps no te convierte en el dueño de un equipo”.

“Siempre trato de inculcar que, dentro de un grupo, existen los momentos para reírse y otros que requieren seriedad. Si no hay un buen clima en el plantel es muy difícil que lleguen resultados positivos”, destaca.

Aferrado a una pelota desde los cuatros años, el nacido en Villa Pueyrredón remarca que “el futsal es el deporte más hermoso que hay, porque tiene cosas de todas las disciplinas”, que “es una actividad que te genera vértigo a la hora de jugar” y que “estás siempre con la pelota entre los pies”.

“Me crié y toda mi carrera fue en el deporte amateur. Cuando era pibe me pagaban una changa y con eso cubría los gastos de la facultad, entre otros. Estoy acostumbrado a sostener mi vida futsalística por medio de otra fuente laboral”, señala el surgido en las inferiores de River Plate. Y asevera: “En la actualidad, muchas personas referidas al deporte tienen la posibilidad de vivir de este. Más allá de lo económico, la diferencia física y psicológica que se encuentra en esta gente es impresionante. Están, constantemente, preparándose para el partido. Correcta alimentación, descanso medido, entrenamientos específicos. Todos estos factores, dentro de la cancha, establecen un orden jerárquico entre jugadores de una misma disciplina”.

Bisnieto del ex Boca Juniors Salvador Biondi; nieto de Ignacio Biondi, ídolo en Platense, e hijo del histórico Ernesto Biondi, integrante del once titular de San Lorenzo denominado Los Carasucias, confesó: “Mi viejo me dijo que priorice el colegio y la educación, porque el fútbol a él no lo salvo de nada. Aun si tenés la oportunidad de debutar y vivir del deporte, uno tiene que saber administrar el dinero y organizar su vida de cara al retiro”.

“Siempre fui una persona que me manejé, dentro y fuera de la cancha, como un señor. No me caracterizo por ser un líder de grupo agresivo, de esos que te arengan y gritan, sino que me destaco por dar consejos técnico-tácticos, apoyar a quienes tienen un bajón anímico. Primero es la persona y luego el jugador de fútbol”, aduce el experimentado de 35 años, premiado en 2003 por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por la Caballerosidad Deportiva.

El alero izquierdo con presente en Alvear, club que milita en la Primera C del futsal argentino, acaricia la jubilación de la disciplina, aunque manifiesta: “Por suerte, el físico y la mentalidad me dan. El futsal es un cable a tierra y aun me siento con condiciones. Poder entrenar, disputar un partido, disfrutarlo con aquellas personas que son conocidas del ambiente de toda una vida, eso es lo lindo”. Y añade: “Sigo jugando porque me apoyan, ya es un hábito. Desde pequeño que mis padres me han inculcado ir a un club, ya sea a entrenar como pasar el rato. Si toca el retiro, seguiré como director técnico, ayudante de campo o lo que fuere, pero siempre voy a estar ligado a la actividad”.

Por Farid Maggiori

Tiene las manos podridas”, dijo el médico de la Lazio tras negarse a inyectar al argentino, a poco más de una hora para el comienzo de la pelea porque, como se sabía, Carlos Monzón debía ser infiltrado antes de cada combate por problemas en sus manos. Cuando ya estaban por ir desde el hotel hacia el estadio, llegó Juan Carlos Lorenzo junto a dos médicos argentinos. Cada uno se encargó de una mano. Novocaína lista, pero solo duraría seis rounds. Así empezó todo. 

Ya en el Palazzetto dello Sport y ante 16 mil espectadores, comenzó la pelea. Monzón salió a ser Monzón y a no dejar que Benvenuti imponga su estilo. Tirando el jab de izquierda en todo momento para buscar abrirle paso al directo de derecha fue la clave de la pelea. Demoliendo a sus rivales, round a round, como siempre se lo caracterizó. Esa noche el santafesino subió al ring con la idea fija de traerse el título a la Argentina. “Me di cuenta de que Monzón no había subido a boxear, sino a pelear”, aseguró el italiano años más tarde. 

A medida que iban pasando los asaltos el argentino superaba cada vez más al local. Tanto fue así, que, en el comienzo del décimo segundo round, Amílcar Brusa le gritó a su pupilo: “Ese hombre está muerto”, y Monzón salió a rematar. A falta de un minuto para el final del round Benvenuti se refugió contra las sogas tras el incesante ataque del santafesino, que abrió camino con la zurda y fulminó con la derecha. A Nino se le aflojaron las piernas y cayó de manera vertical, haciendo el KO aún más espectacular. 

Carlos Monzón campeón del mundo, en Italia, ante el favorito y por knockout. Fue, sin dudas, una de las victorias más importantes de la historia del boxeo argentino. Defendió el título en 14 oportunidades, entre 1970 y 1976, hasta el día de su retiro. 

Monzón fue condenado a 11 años de cárcel por haber asesinado a su esposa, Alicia Muñiz, el 14 de febrero de 1988, tras haberla tirado del balcón de una casa en Mar del Plata. Falleció el 8 de enero de 1995 por un accidente automovilístico, en una de sus salidas transitorias, a los 52 años. 

Mariano Mignini: “Dirigir no termina de apasionarme”

Por Juan Ignacio Estevez

Nacido en la ciudad de Mar del Plata, el apellido de Mariano no pasa desapercibido en la
costa atlántica, y menos si la charla va por el lado del fútbol. Y claro, además de haber
estado en la Primera División del fútbol argentino, tanto él como su padre, su tío, estuvieron directamente vinculados a la comisión directiva de Kimberley. Además, su primo, es el actual presidente de dicha institución.
Con un paso por el fútbol europeo, Mariano Mignini ha estado en actividad desde 1994 hasta 2009. Su época más recordada fue su primer paso por Chacarita, donde importantes nombres como los de Mauricio Serna o Fernando Gamboa completaron el plantel, y en Aldosivi entre el 2006 y el 2008, donde formó parte de aquel equipo que gestó las bases para el tan ansiado ascenso a Primera del “Tiburón”, que recién se pudo dar en 2014.
Mariano Mignini es un ex futbolista argentino con pasado en Aldosivi, Chacarita y
Argentinos Juniors, entre otros. Se desarrolló como mediocampista y actualmente se
encuentra desvinculado del mundo del fútbol tras haber dirigido a las juveniles y a la Primera División del Club Kimberley de Mar del Plata. “Creo que no voy a continuar dirigiendo por el momento, a no ser que aparezca algo que me guste y me motive. No quiere decir que estar en Kimberley no me haya motivado, pero por el momento no tengo
pensado seguir ligado al fútbol” declaró Mignini.
A pesar de haber obtenido buenos resultados al frente a la dirección técnica de Kimberley:
campeones del Torneo Clausura 2016, Superfinal 2016 y finalista del Torneo Anual 2017,
ha manifestado no haber encontrado la pasión que le daba el competir desde el otro lado de la línea: Cuando dejé de jugar me imaginaba seguir ligado al fútbol, pero he
descubierto que no me termina de llenar ni de apasionarme del mismo modo que
cuando jugaba. Lógicamente son cosas diferentes. En esos cuatro años que dirigí fui
descubriendo que el seguir ligado a la pelota, entrenar al aire libre, estar con chicos
más jóvenes, seguir aprendiendo… convivir con todas esas situaciones en el dia a
dia a uno lo iba llenando y diariamente se aprende de pequeñas y variadas
circunstancias. La he pasado muy bien, el haber dirigido en el club donde yo nací…
tenía todo al alcance”
La etapa del retiro es difícil para todo jugador. Entre los tantos entrenadores que Mignini ha
tenido a lo largo de su carrera, se encuentra el nombre de Julio Cesar Toresani, con quien
coincidió en el 2007 en Aldosivi. “Se mezclan varias cosas: el tenerlo todo, haber
jugado en Boca y en River, una calidad de vida muy buena, el ser reconocido y el
retirarse a una corta edad. Te encontrarás en una situación súper complicada, la
mayoría de los jugadores no saben hacer otra cosa que jugar al fútbol. Son muy
pocos los que hacen una carrera terciaria… La mayoría de los casos, cuando
terminan de jugar, encuentran un vacío enorme… te quedas en tu casa, estás solo, el golpe es duro… a mi en lo personal me afectó el no tener un entrenamiento diario y la competencia… Después a medida que uno va creciendo y el cuerpo lo va castigando en el sentido de no poder jugar a la misma velocidad o patear con la misma fuerza y tener dolores, inconscientemente lo vas dejando como algo pasado”, contó Mignini.

Nombres de la talla como Ruben Capria, Silvio Carrario o el Fernando Navarro Montoya,
fueron algunos con los que tuvo el placer de compartir equipo durante su paso por
Chacarita entre el 2001 y el 2004. Otros nombres,por aquel entonces, no eran tan rutilantes,como el de Javier Pinola, referente y pieza fundamental para el River Plate de Marcelo Gallardo en los últimos años. “A Javier lo he tenido de compañero el primer año en
Chacarita. Como todo juvenil era callado, respetuoso. Tuvo un año bárbaro en el club,
vivía cerca de casa… me acuerdo que lo llevaba a las concentraciones… es un gusto
el de haber compartido con gente a la que fue tan bien, que son buena gente y en el
caso como el de Capria o Carrario el haber aprendido de la experiencia y las
enseñanzas de semejantes jugadores”, recordó Mignini.
Chacarita se caracterizó, por ese entonces, por una serie de contrataciones de gran nivel,
campeones de Copa América como Fernando Gamboa y campeones de la Copa
Libertadores y del Mundo (a nivel clubes) como Mauricio Serna. “La verdad que era como
para cualquier jugador, cualquier chico que haya soñado jugar al fútbol… yo tuve la
posibilidad que a todos ellos, al haber nacido en Mar del Plata y hacerse los torneos
de verano, tenía la posibilidad de ir como alcanzapelotas… les alcance la pelota a
todos, he tenido fotos con ellos y después se las mostraba… un disfrute total. El
poder mirarlos de un lado y después tenerlos de compañeros y la verdad, una gran
admiración porque todos los que nombraste tienen una calidad humana
impresionante y te hacen sentir uno más, si te podrán ayudar o dar un consejo lo
hacían”, expresó Mignini.
En su primera etapa en Aldosivi, en 1997, jugó un amistoso con el
Feyenoord a modo de preparación durante la pretemporada. Ronald Koeman
y Henrik Larsson fueron los nombres destacados de aquella memorable jornada. El resultado fue 6 a 1 en favor de los holandeses, pero Mignini logró marcar el único gol para su equipo: “Te soy sincero, recuerdo muy poco de lo que fue el partido, se me han venido un par de flashes. Recuerdo que perdimos, que nos marcaron la diferencia,pero en el trato eran muy gentiles. Solo los vimos en el partido y en el entrenamiento,después no los vimos más… no fuimos a comer, solo tengo el recuerdo de haberme sacado una foto, y es más, un colega me dijo que había marcado yo el gol, justo
habíamos salido 6 a 1 y marque el gol yo pero no me lo acordaba. Me acordaba que
había sido en la villa de Kimberley…”
Justamente el año que viene es el centenario de Kimberley ¿Que significa para vos y tu familia?
– Estar ligado al club en el que crecí, mi papá, mi tío y mi primo ahora está en la
dirigencia como presidente y tengo un grupo de amigos ligado a la comisión, la mayoría de
Kimberley y ahora están abocados a colaborar y dar una mano al club. Había escuchado
que querían organizar una fiesta grande para festejar los 100 años del club, están viendo de qué manera poder organizar y demás, lógicamente que este año tan complicado por el tema de la pandemia se les ha hecho muy difícil… el club tiene muchos empleados más los
profes de la villa y sus empleados… esto lo ha golpeado mucho y están tratando de ver la
manera para solucionar los problemas principalmente a los empleados… por eso están
viendo cómo organizan la fiesta del año que viene y sea accesible para todos.

-¿Cómo te imaginas que hubiera sido el contexto actual de pandemia en tu época como jugador?
– Totalmente desgastante desde lo mental y lo físico… si me tocaba en Buenos Aires
hubiera sido en un departamento no muy amplio, había internet pero no existían las video
llamadas. Me imagino que el profe nos daría unas fotocopias o nos llamaría para ver lo que
hacíamos, pero en el plano profesional te diría totalmente al borde del retiro porque estar
seis meses parados o entrenando en un departamento no es nada saludable para un jugador de la alta competencia.

Sergio Ibarra, entre convertir y dirigir

Por Agostina Woloszyn, Julián Salvia, Agustín Kuc y Florencia Pereira

El rol del jugador/entrenador apareció a mediados de la década del ’90, con el argentino Sergio Batista en Japón y marcó un antes y un después en el fútbol mundial. Junto con el holandés Ruud Gullit, el italiano Gianluca Vialli y, actualmente, el uruguayo Sebastián Abreu, son los cuatro personajes destacados en desarrollar la doble labor.

Nacido en Río Cuarto (provincia de Córdoba) Sergio Checho Ibarra tomó las riendas del Club Sportivo Cienciano y, a su vez, formó parte de la plantilla de los futbolistas de campo en la temporada 2010 de La Liga 1 de Perú. “Fue un momento especial porque yo estaba con una lesión, hablé con los jugadores y me dijeron que ellos me iban a apoyar. Debido a eso acepté el reto porque el equipo no tenía dinero para traer un técnico”, resaltó el ex delantero.

Para ese entonces, la institución presidida por Juvenal Silva sufría una fuerte debacle económica, que casi deriva en la caída a la Segunda División ya que, a pocas jornadas de finalizar el Campeonato Descentralizado, el club radicado en Cusco se encontraba en zona de descenso. En referencia a ese suceso por el que Los Rojos atravesaban Ibarra detalló: La situación de la escuadra era muy complicada, estaba quebrada y nadie quería tomar el mando en virtud de la crisis por la que Cienciano transitaba. Quienes estábamos tuvimos que poner el pecho por el equipo y, con la ayuda de los hinchas y los buenos resultados, pudimos salir de esa dificultad”.

La labor del entrenador/jugador en el fútbol no es un hecho frecuente; sin embargo, el Checho cargó con esta responsabilidad en 2010 y afirmó que la dificultad es pequeña, a causa del conocimiento que tienen entre sí puesto que la ventaja es que ya se conocen entre los compañeros de plantel. No obstante, el máximo goleador histórico de la Primera División peruana resaltó: “Hay que ir de frente con el jugador, decirle las cosas en la cara. Es fundamental separar al jugador del director técnico. Cuando hay relajo se divierte, pero a la hora de trabajar se trabaja”.

Lealtad, compromiso, franqueza y mucha llegada al grupo. Así fuesen mis amigos fuera de la cancha, a la hora del partido, jugaba el que estaba mejor. Eso percibió la escuadra y, por eso, dejaron todo para mantener al club en la categoría mayor”, manifestó el ex profesional de 47 años.

EL PREMIO POR ABARATAR COSTOS

La temporada 2010 fue de las más duras para el Club Sportivo Cienciano. Histórico en el fútbol peruano, el equipo comenzó a bajar su rendimiento en 2008 luego de finalizar en el cuarto lugar del Torneo Apertura y quinto en el Clausura, lo cual trajo como consecuencia su ausencia en la Copa Libertadores, certamen en el que participó cinco veces de manera consecutiva.

Para 2009 decayó aún más el rendimiento del conjunto cusqueño y terminó quedándose a mitad de tabla del Campeonato Descentralizado y sin la posibilidad de volver a participar en un campeonato internacional.

Tras los malos resultados y con una dirigencia desorganizada, Los Rojos sufrieron una grave crisis económica y se mantuvieron todo el campeonato en zona de descenso. El héroe de este acontecimiento fue Sergio Ibarra, quien unió a todos sus compañeros de equipo y tomó la posta del plantel, para cumplir la doble función de jugador/entrenador.

Por la última fecha del torneo, y tras grandes incidencias dentro del Cienciano, el club dirigido por el Checho, que había sido nombrado como la mejor institución futbolística de la liga peruana entre la década 2000-2010, logró la hazaña soñada y, tras vencer 2-1 a Alianza Atlético de Sullana, se salvó de perder la categoría. De esta manera, Ibarra quedó plasmado para siempre en el corazón de los hinchas cusqueños, convirtiéndose así en uno de sus máximos ídolos.

 LOS NUEVE PERSONAJES QUE EJERCIERON LA DOBLE FUNCIÓN

 El argentino Sergio Batista inauguró la doble función en el fútbol como jugador/entrenador del Tosu Future de Japón, en 1994 y 1997. Dos años después, repitió la tarea en All Boys.

El atacante holandés Ruud Gullit asumió, en 1996, como director técnico del Chelsea, aunque sin descartar su función como jugador de campo. Un año más tarde, obtuvo la FA Cup.

Gianluca Vialli, centrodelantero italiano que brillara en la Juventus, Sampdoria y Chelsea, entre otros, heredó las riendas de los Blues de Londres y cosechó la Copa de la Liga, la Recopa de Europa y la Supercopa de Europa.

Ocho figuras más ocuparon ambos cargos: George Weah, quien, entre 2000 y 2002, dirigió a la Selección de Liberia y, a su vez, jugó en Manchester City y Olympique de Marsella; el inglés Paul Ince en el Macclesfield Town F.C  durante 2006 y 2007; el brasileño Romário en Vasco Da Gama entre octubre de 2007 y enero de 2008; el galés Ryan Giggs al frente del Manchester United a fines de la temporada 2013/14; el japonés Keisuke Honda, que en 2018 jugó en el Melbourne City y comandó la Selección de Camboya; y Sebastián Abreu, actual técnico/futbolista del Boston River de Uruguay, su país natal.

Poner los físicos a punto en pandemia

Por Victoria Falabella

En Argentina son muy pocos los que pueden cumplir el sueño de vivir del fútbol. Es por eso que a cierta edad si no se lo logra. se debe renunciar al sueño o equilibrar la vida con otro trabajo. Luis Nucara no fue la excepción y debió buscar la manera de conseguir un sueldo para vivir: estudiando para ser preparador físico.

  Su primer club fue el Italiano, por recomendación de un docente suyo, quedó para estar a cargo de la escuelita de los más chiquitos, él aún no había terminado sus estudios. Pero cuando se abocó completamente a la docencia tuvo la experiencia que lo marcó: “Fui a hacer experiencia trabajando con chicos carenciados, eso me marcó y me enganchó”.

Pero en época de la pandemia del coronavirus es difícil trabajar con los más chicos, pero a la vez es necesario para mantenerlos activos y que no caigan en la ociosidad. Nucara es actualmente el encargado de las inferiores en Vélez y Deportivo Morón: “No podemos perder contacto con los chicos, entonces empezamos por zoom, aprovechamos desde otro lado y los conocemos más”.

Quizás los entrenamientos tradicionales también se les harían tediosos a los menores, ya que pasan horas delante de la computadora por las escuelas, entonces junto a los profesores de fútbol optaron también por hacer dinámicas, juegos y tener invitados como futbolistas que los puedan motivar para seguir entrenando.

Aunque las realidades son más difíciles, sobre todo para aquellos que no tienen recursos para acceder a conexión o ni siquiera un dispositivo, entonces junto a los clubes tuvieron que organizarse: “Teníamos chicos que no podían conectarse entonces nos mandaban vídeos por mensaje y los corregimos, nos servía también para verlos pero cuando pasó el tiempo ellos mismos se encargaron de buscar alguna forma de conectarse”.

Luis sabe que a esta altura muchos psicólogos y especialistas no recomiendan tener a los chicos conectados todo el día y lo mismo con los jugadores. Trabajó en clubes con los planteles profesionales de Sarmiento, Ferro, Argentinos Juniors, Huracán, entre otros. desde su experiencia: “El hecho de conectarnos nos da la posibilidad de saber como están en el día a día, todos los clubes lo manejaron variado porque lo que perdés no lo ganas por una computadora”.

En su experiencia entrenando jugadores de alto rendimiento, compartió varios planteles con Ricardo Caruso Lombardi, en Tigre, Sarmiento, Arsenal, Tristán Suárez, entre otros. Siempre los clubes estaban en problemas con los descensos y con los puntos. Iban para tratar de salvarlos y la mayoría de las veces les salió bien. Pero sus equipos debían estar preparados para esos partidos difíciles tanto anímicamente como físicamente y Luis era el encargado de prepararlos: “Caruso necesitaba equipos que corran en el 1er tiempo, pero el 2do tienen que correr el doble”. No sólo eso, dentro de los planteles, Luis cuenta que el secreto del director técnico es siempre hacerse cargo de los resultados y de esa forma no cargar a los jugadores con la responsabilidad. Pero de la misma manera Caruso no siempre ha hecho todo bien a la hora de trabajar: “Cortaba con un club y no tomaba hasta 6 meses después y nosotros no podemos estar sin trabajar tanto tiempo”.

Hace 6 meses que los equipos argentinos no compiten, lo que llevó a que los jugadores estén fuera de estado. Como preparador físico, él considera que haría una readaptación general para poner a todos los jugadores en una misma línea y de ahí entrenar. Pero para la Copa Libertadores, los equipos argentinos tienen una doble carga por lo que no pudieron llegar a ponerse a ritmo.Por eso es que habrá lesiones musculares que serán normales.

La pandemia estiró la brecha de géneros en el fútbol argentino

Por Diego Maturana y Matías Pennacchio

La desigualdad entre el fútbol femenino y masculino se profundizó más durante la pandemia en Argentina a pesar de la profesionalización de las mujeres en 2019. Los salarios y convenios colectivos de trabajo se contemplaron sobre la inscripción de solo ocho jugadoras de Primera División, con sueldos equivalentes a los de un jugador varón de Primera C.

La arquera de Estudiantes de La Plata, Magdalena Alberti, dijo: “Es injusto como nosotras empezamos a tener contacto con el fútbol en comparación a los hombres; ahí está el gran cambio. Se nos tiene que empezar a formar de chicas y se va a equiparar todo. Hay muchos clubes que están apostando más al femenino. De esa manera va creciendo la infraestructura y se cree en un proyecto más sólido”.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) expuso que para 2022 tendrán un equipo de división juvenil con jugadoras menores de 16 años y que para 2023 se espera inferiores para las chicas menores a 14 años.

La AFA agregó que para 2021 habrá que tener 12 profesionales en cada club de Primera División y para 2023 deberán firmar 15 jugadoras un contrato con los equipos de la máxima categoría del fútbol femenino.

Los salarios en Argentina y Sudamérica son temas de polémica. Así se manifestó Ruth Bravo en Twitter: “Dicen que Neymar cobra más que todo el equipo de Atalanta y se sorprenden. Neymar cobra más que todo el fútbol femenino de Sudamérica y eso no le sorprende a nadie”.

La jugadora libre Agustina Plazzotta opinó sobre la diferencia entre el sueldo de Neymar y todo el fútbol femenino sudamericano a la que se refirió Bravo: “Viene siendo muy complicado la igualdad entre masculino y femenino. Hace poco vi lo que dijo Ruth Bravo, que fue mi compañera en Argentino Juvenil. Cuando lo leí me quedé sorprendida. Es notable la diferencia que hay. Ojalá todas y todos ganáramos lo mismo. En otros países es diferente que acá en Argentina. Cambia hasta el fútbol”.

El entrenador de arqueras de Estudiantes de La Plata, Ramiro Blanco, también se manifestó sobre esta diferencia entre el fútbol femenino y masculino: “Viene de muchos años la desigualdad entre ambos sexos en el país. En Europa se valora más equitativamente a todos y todas”.

En Europa, es cierto, hay bastantes cambios para la equidad de género. Uno de ellos fue el de la selección de Noruega, que decidió igualar los sueldos entre ambos combinados, doblando la remuneración de las mujeres, que era de 330.000 a 620.000 euros. El aumento se produjo gracias a la protesta de Ada Hegerberg, quien dejó de jugar con su selección en 2017 ante la desigualdad en los pagos y condiciones de este deporte en su país.

En Brasil también se logró que haya un valor igual en relación con los premios y pagos entre el fútbol masculino y femenino. Esto se reveló el 2 de septiembre, cuando el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogerio Caboclo, dio la noticia en conferencia de prensa.

Los entrenamientos virtuales fueron una de las novedades en la pandemia. A muchas chicas de Primera División les costó por la falta de algunos recursos, a diferencia de sus pares masculinos, como contó Magdalena Alberti: “Estoy bastante limitada por el lugar en mi casa. Para ejercicios como los específicos de arquera, de arrastre y caídas, no los puedo hacer por el piso y por no tener pasto. Igual nuestros entrenadores se las ingenian para que trabajemos con el lugar que tenemos. Para los ejercicios con pelota también estoy limitada y con el tema de los materiales para los entrenamientos hay que rebuscarse con lo que tenemos”.

El fútbol femenino volvió a los entrenamientos el 28 de septiembre y los primeros equipos fueron Boca, River, San Lorenzo, Estudiantes de la Plata, Excursionistas, Sociedad Atlético de Televisión, Platense, Rosario Central y Racing.

La falta de tiempo para asistir a los entrenamientos por tener otro trabajo es otra de las razones por las que se presenta la desigualdad. Muchas mujeres de Primera División tienen un segundo empleo a diferencia de la máxima categoría del masculino cuyos jugadores pueden vivir de jugar. Plazzotta, ex jugadora de Villa San Carlos, se refirió sobre su falta de tiempo cuando era parte del club: “Yo me sumaba al zoom de las chicas tarde y no podía entrenar porque estaba trabajando. O sea que tenía que llegar a mi casa y entrenar sola, eso era lo peor. También, me la bajaba un poco porque no estaba acompañada, pero lo tenía que hacer porque si no me achanchaba”.

La desigualdad entre el fútbol femenino y masculino es una de las tantas diferencias que dejó expuestas esta pandemia de Covid-19, tanto que las mujeres esperan tener  la misma igualdad con el futbol masculino y los dirigentes de sus clubes no solucionan el problema con el presidente de la Asociación del Futbol Argentino.

 

La única locomotora que fue de la Patagonia a la cima del mundo

Por Florencia Pereira

Los rulos entreverados, un cuerpo lleno de cicatrices, una mirada penetrante y toda una vida acompañado del boxeo. Siempre siendo una persona sencilla y humilde definen lo que hasta el día de hoy es Jorge Locomotora Castro, quien tocó el cielo con sus manos enguantadas en 1994, cuando se consagró campeón del mundo en la categoría mediano.

Desde muy chico, el nacido en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, comenzó a pelear en las calles de su barrio y con su inmensa capacidad escaló al boxeo profesional. “Empecé a pelear a los 14 años, era un nene, fue porque necesitaba el dinero y así sucesivamente, fui peleando con uno y con otro hasta que llegue a Buenos Aires a los 17 para representar a Argentina con la selección”, afirmó.

Roña, apodo que se ganó desde chico por su personalidad de peleador, o Locomotora, por ir siempre para adelante, confesó que a él nadie le enseñó a boxear: “Yo siempre fui un superdotado, un tocado por la varita mágica porque al poco tiempo de empezar yo ya sabía todo, pegar, golpear a pera, a la bolsa, saltar la soga. Era difícil pero yo podía”.

El boxeador argentino tuvo su debut profesional en 1985 y llevará consigo un historial de 144 peleas, de las cuales ganó 130 (90 por nocaut), perdió 11 y empató tres. “Me hice profesional a los 18 años. El profesionalismo se hace a los 20 pero conmigo hicieron la excepción”, resaltó.

Sin dudas, uno de sus enfrentamientos más distinguidos fue ante Reggie Johnsonn, en el que se consagró campeón mundial en la categoría mediano. “Para pelear el título tenía que estar en el ranking del mundo, y estaba primero y si era campeón me tenían que dar obligatoriamente la chance para pelear por él y me consagré”, recordó antes de agregar: “Fue una alegría terrible para mí y para todos los argentinos porque eso fue lo máximo. Se me cruzaba que tenía que ganar porque si lo lograba, podía hacer mucho más de lo que hacía por eso cobre más plata de la que cobraba, ganaba en dólares, pude viajar y conocer muchas partes del mundo gracias al boxeo”.

Pero como todo campeón había que defender el título y una de sus defensas más recordadas fue ante John David Jackson, en México, donde el argentino sufrió hasta el octavo round el castigo del estadounidense. Al llegar el noveno asalto, el santacruceño logró noquear al rival y retener el título. “Al pelear tanto en esos ocho round, él me iba ganando ampliamente porque yo tenía las dos cejas cortadas, perdía sangre, la boca rota, estaba hecho mierda hasta que le emboque una piña. Le tiré la mano derecha para noquearlo y lo agarré con la izquierda. Por suerte me consagré fue una pelea histórica que va a quedar para siempre en el recuerdo de todos los argentinos”, remarcó.

Catalogado como un gran boxeador argentino, Castro confesó: “Mi mayor virtud era el boleo de derecha que iba al mentón y noqueaba mucho con esa trompada y mi mayor defecto fue no abandonar, como la pelea con Jackson nunca baje los brazos. Nunca tuve cábala, era subirme al ring y no importarme nada, ni como se llamaba”.

A los 28 años, después de perder el título, Roña decidió dejar ser apadrinado por su manager y resaltó: “A mi siempre me cagaban, me sacaban más de lo que me tenían que sacar. Preferí quedarme solo, ganaba mucho más dinero solo que estando con manager, eso es lo que pasó conmigo”.

La carrera de Locomotora fue sublime hasta 2005 cuando sufrió un accidente automovilístico en Buenos Aires. De ese hecho, el boxeador afirmó: “Si me preguntas que me pasó nunca supe, me dormí, me agarró un árbol y cuando me desperté a los 27 días estaba con cables por todos lados. Nunca se me pasó por la cabeza abandonar, luego volví a pelear pero no era el mismo y después, en 2007 decidí retirarme porque ya había hecho todo, no tenía más nada que demostrar”.

Hoy en día, Jorge Castro no tiene relación con el boxeo. Su único vínculo es su gimnasio ubicado en la localidad de Temperley. Actualmente, afirma que no sería ni técnico ni manager y explicó: “No me gustaría tener algún cargo de esos porque no viviría del esfuerzo humano. De mi han vivido mucho y no quiero hacerle lo mismo a los pibes que comienzan”.

Por otro lado, dio su punto de vista sobre lo que es el boxeo tanto femenino como masculino y opinó: “Yo dije que las mujeres eran para la casa y me sacó cagando la Tigresa Acuña porque fue una boxeadora espectacular y después vinieron muchas pibas mejores y las felicito porque son deportistas que se hicieron con aguante. Y los boxeadores argentinos están muy caídos, muy quedados, no hay figura como para decir si este puede ser campeón del mundo. Si vos me decís ¿Cuál puede ser? Yo te digo no, no hay”.

Por último, en estos tiempos de coronavirus, Locomotora Castro demuestra que es una persona humilde ante todo con un corazón enorme (como su carrera) y ayuda a comedores y merenderos. “Como no puedo abrir el gimnasio, estoy ayudando a la gente que más necesita dándole lo mejor: comida, ropa, alimentos no perecederos, reparto verduras y frutas. Es muy bueno porque hoy en día varias personas lo necesitan. La gente me trata cómo siempre, soy una persona común y corriente”, finalizó.

Walter Matthysse Jr debuta como profesional en el boxeo

Por Juan Estévez

El encargado de continuar el legado de los Matthysse tendrá su estreno en la categoría Welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) este sábado 24 de de octubre en la ciudad brasileña de San Pablo, frente al local Fernando Henrique Messias Machado, invicto con 2-0 (1 KO).

“Voy a representar a mi país de la mejor manera este 24 de octubre. Espero me estén apoyando todos por la pantalla de TyC Sports”, compartió el pugilista en sus redes sociales.

En el ámbito amateur, Walter Matthysse Jr obtuvo números más que positivos con un total de 63 peleas de las que se desprenden 30 victorias por nocaut, 3 derrotas y 1 empate. Además, se consagró como campeón regional, provincial y en 2018 alcanzó el título de campeón mundial amateur del CMB en la categoría hasta 75 kilos, donde venció al estadounidense Jerry Bradford.

En comunicación con el sitio Pasta de Campeón, el joven de 22 años declaró: “Estoy muy contento con los logros que he tenido hasta ahora, aunque para mí ya es mucho porque por un momento de mi vida creí que no podía llegar ni a la esquina… pero aún queda muchísimo más por lograr”.

Sampson Lewkowicz, promotor de Matthysse Jr, será el organizador de la jornada que, junto al Consejo Nacional de Boxeo de Brasil y la Comisión Uruguaya de Boxeo Amateur y Profesional, tendrá como combate principal a Juan Hernan Leal y Fernando Luis Pinto, por el título latino vacante de peso wélter de la Organización Mundial de Boxeo.