sábado, abril 20, 2024

Cuando de mundiales femeninos se trata

Iván Lorenz @ivanlorenz

México, 1970. Se jugó la novena edición de la Copa del Mundo. Brasil revolucionaba el mundo del fútbol con cinco números 10 en la cancha. Gerd Müller rompía los arcos de los rivales de Alemania. El ángel de oro, llamado Copa Jules Rimet -primer presidente de la FIFA- sería alzado a los cielos por última vez por los brazucas, los brazos de Pelé entre ellos. Del otro lado del Océano Atlántico, mientras tanto y extraoficialmente, se disputó el primer torneo internacional de fútbol femenino.

La Coppa del Mondo o Martini Rosso Cup tuvo lugar en Italia. La Federación Internacional Europea de Futbol Femenil (FIEFF), invitó a ocho equipos -Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Checoslovaquia, México, Austria, Italia y Suiza- a participar y los dividió en dos zonas: Grupo Norte y Grupo Sur. El Stadio Communale de Turín acogió a casi 40 mil personas que vieron a las danesas derrotar por 2-0 a las locales. Helene Hansen y María Sescikova, son los nombres de las mujeres rojas que le negaron la victoria a las italianas azules.

A pesar de no haber sido reconocido por la FIFA, el primer torneo dejó una grata impresión y fue la buena actuación de las mexicanas en el ‘70 -tercer lugar- lo que les otorgó la organización del II Campeonato Mundial de Fútbol Femenil. Las danesas derrotaron nuevamente al conjunto local de turno en la final. Se jugó en el Coloso de Santa Úrsula que acogió a más de 100 mil personas, cifra récord del femenil. Susanne Augustesen, una muchacha de apenas 15 años, anotó tres goles ante las mexicanas y les arrebató la victoria de los pies. Seis fueron las selecciones -entre ellas Argentina– que participaron de la Copa que incluso contó con mascota oficial: Xochitl 71, que significa “flor” en náhuatl.

Sin embargo la FIFA no vio potencial o negocio en el femenino. De todas formas, existe registro de las primeras ediciones, no así en el archivo del ente presidido por Gianni Infantino. Italia, por el contrario, decidió apostar. La cuna de grandes artistas, como Leonardo Da Vinci o Andrea Pirlo, hospedó entre 1982 y 1988 el llamado “Mundialito”. Cinco fueron las ediciones, de las cuales tres fueron para las azzurri (‘82,’84 y´86) y dos para las británicas (´85 y ´88).

Casi en paralelo, la República de China organizó una competencia internacional de fútbol femenino para clubes y seleccionados: el Torneo de Invitación Mundial Femenino o Copa Chunghua. Taipei, perteneciente a Taiwán, acogió cuatro ediciones del torneo que fue organizado por Asociación de Fútbol de Taipei Chino. Tuvo cuatro ediciones. En 1978 las campeonas fueron las jugadoras del equipo francés Reims FF. Las muchachas del SV Bergisch Gladbach alemán, se coronarían en 1981 y 1984, siendo el conjunto más ganador. Por último, la República de China sería la victoriosa de la edición cierre en 1987.

El último capítulo de la Copa Chunghua fue la que terminó de convencer a la FIFA de organizar un Mundial de fútbol femenino. Sin embargo, el ente no estaba del todo seguro: del 1 al 12 de Junio de 1988 se realizó el Torneo por Invitación Femenino de la FIFA a modo de ensayo. Tres grupos de cuatro equipos. Los punteros y los dos mejores terceros avanzaban a las instancias de eliminación directa. Fue Noruega la campeona ensayística. Derrotó 1-0 a Suecia en la final disputada en el Estadio Tianhe con un gol de su número 10: Linda Medalén.

La organización dejó contenta a la FIFA que decidió 18 días después de la final, aprobar la creación del Mundial femenino. Equipo que gana no se toca, se escucha decir en el fútbol. Por ese motivo, China fue la primera sede en organizar la competición. Repitió también esquema, fueron 12 los seleccionados participantes. 99 goles en 26 partidos. De ese total, Estados Unidos hizo 25 y se consagró como el primer campeón femenino de la historia. Michelle Akers fue la verduga de Noruega en la final, anotó los dos goles del equipo norteamericano. Linda Medalén volvió a convertir en una final internacional en el estadio chino, que había probado su potencia el año anterior. Suecia entraría al podio nuevamente. Quedó tercero tras derrotar 4-0 a Alemania, que obtuvo el cuarto lugar.

Al igual que en masculino, cuatro años es el bache entre Mundial y Mundial. Suecia fue el elegido para organizar en 1995. Cinco estadios acogieron los 26 partidos y presenciaron la misma cantidad de tantos que la anterior edición. Sin embargo, no recibieron la misma cantidad de gente: la FIFA estimó un total aproximado de 110 mil personas, la concurrencia más baja de la historia del femenino a citas mundialistas. El campeón en terreno sueco fue Noruega, conducida por el Balón de Oro del torneo, Hege Risse y la Bota de Oro, Ann Kristin Aarones con seis exclamaciones. Las noruegas derrotaron 2-0 a Alemania en la final disputada en el Estadio Råsunda, ubicado en Solna.

Luego de obtener el tercer puesto en la segunda edición, la organización quedó en manos de la primera campeona, Estados Unidos. El tercer Mundial llegó con novedades: se sumaron cuatro equipos y la Comisión de Árbitros de la FIFA decidió que habría 16 árbitras. Por primera vez dirigieron únicamente mujeres. China, a pesar de poseer a la Balón y Bota de Oro Sun Wen – convirtió 7 al igual que la brasilera Sissi- y ser el seleccionado más goleador, perdió ante el local la final que se jugó en el Estadio Rose Bowl de California. 0-0 iba el marcador luego de jugar los 90 minutos y el alargue. La jueza Nicole Petignat pitó y determinó al campeón cuando el penal disparado por Brandi Chastain tocó la red. 5-4 finalizó la serie luego de que Liu Ailing fallara el tercer penal para las chinas (la única que no convirtió).

En 2003 Estados Unidos volvería a organizar. La sede elegida había sido China pero en el país de miles de millones había estallado la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Grave que podía condicionar la salud de las protagonistas y se decidió volver a terreno norteamericano. El Estadio Stubcenter albergó la final. Alemania y Suecia se enfrentaron y, tras finalizar 1-1 en los dos tiempos de 45 debieron ir al alargue. Se jugaron nada más que ocho minutos de la prórroga porque la germana Nia Künzer convirtió a los 98 del suplementario y el torneo se regía por el Gol de Oro. En esta cuarta edición hizo su debut mundialista Argentina, convirtiéndose en el segundo Seleccionado sudamericano en participar de la Copa. Brasil era el único país del sur del continente que había concurrido hasta el momento y, además, contó con el debut de Marta, la máxima goleadora en la historia de los Mundiales con 15 tantos.

En 2003 Estados Unidos volvería a organizar. La sede elegida había sido China pero en el país de miles de millones había estallado la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Grave que podía condicionar la salud de las protagonistas y se decidió volver a terreno norteamericano. El Estadio Stubcenter albergó la final. Alemania y Suecia se enfrentaron y, tras finalizar 1-1 en los dos tiempos de 45 debieron ir al alargue. Se jugaron nada más que ocho minutos de la prórroga porque la germana Nia Künzer convirtió a los 98 del suplementario y el torneo se regía por el Gol de Oro.

En esta cuarta edición hizo su debut mundialista Argentina, convirtiéndose en el segundo Seleccionado sudamericano en participar de la Copa. Brasil era el único país del sur del continente que había concurrido hasta el momento y, además, contó con el debut de Marta, la máxima goleadora en la historia de los Mundiales con 15 tantos.

Cuando la FIFA cambió de sede en 2003, le prometió a China la organización en 2007. En ambas ediciones le otorgó la clasificación directa al país asiático. Este Mundial trajo consigo la primera final en la cual se enfrentaron un conjunto sudamericano y un europeo. Brasil era candidato. La número 10, Marta, obtuvo Balón y Bota de Oro, con 7 goles. Sin embargo, no le alcanzó para gritar campeón: cayó ante Alemania por 2-0 en la final con goles de Birgit Prinz y Simone Laudehr. La germana autora del primer tanto, apodada Keks -galletita en alemán- había logrado lo conseguido por Marta pero cuatro años atrás en Estados Unidos y, además, fue la autora del primer gol de las teutonas en la final contra Suecia. El tercer puesto fue para las norteamericanas que derrotaron 4-1 a Noruega, que obtuvo el premio Fair Play de la competencia.

La de 2011 fue la primera edición que siguió los procedimientos FIFA para elegir la sede. En 2010, Alemania había acogido el Mundial Sub-20, como es costumbre. La canciller alemana, Ángela Merkel, apoyó la candidatura luego del éxito administrativo del Mundial 2006 masculino. Japón y Estados Unidos llegaron a la final de la Copa del Mundo con menos goles en la historia del femenino (86 en 32 partidos). Debieron ir al tiempo suplementario tras empatar 1-1 en los 90 ante las norteamericanas de Alex Morgan. Irían a penales con el marcador igualado en dos, luego de que Homare Sawa convirtiera a los 117 minutos. Nozomi Yamago atajó dos de los tres penales errados por las de blanco y fue Saki Kumagai la que pateó fuerte y arriba para no darle oportunidad a la arquera Hope Solo. Las niponas llevaron alegría a su país natal luego de que aproximadamente dos meses atrás ocurriese la peor catástrofe de su historia: un sismo generaría un tsunami que dejó un saldo estimativo de 16 mil muertes, 6000 heridos y 2500 desaparecidos.

Zimbabue retiró su candidatura para organizar la séptima Copa del Mundo dado que tenían lo mínimo e indispensable para albergar el evento. La organización quedó en manos de Canadá en 2015. En contraposición al anterior, es el Mundial con más goles marcados: 146 en 52 partidos. Una cifra que se vio beneficiada por el hecho de que por primera vez participaron 24 equipos. La Selección más goleadora fue Alemania -incluso contó con la Bota de Oro, Célia Šaši? con seis gritos- que obtuvo el tercer puesto tras caer ante Inglaterra. La final fue más bien una revancha. Estados Unidos aplastó 5-2 a Japón.

Carli Lloyd -Balón de Oro del torneo-, que había fallado en la definición por penales cuatro años atrás, mandó a guardar por triplicado la Conext 15 en el Estadio BC Place. Con el gol de Lauren Holiday, las norteamericanas estaban 4-0 arriba en 16 minutos de juego. Completaron la cuenta Tobien Health que marcó el quinto y Yuki Ogimi y Julie Johnston (en contra) para Japón. Canadá tuvo, como novedad, la implementación del sistema de detección automática de goles que consta de un sensor que determina si la redonda cruzó o no la línea de meta.

En Canadá, Francia obtuvo el premio Fair Play. El país galo es el encargado de organizar la octava edición del Mundial Femenino que abarcará del 7 de Junio al 7 de Julio de 2019 . Inglaterra, Sudáfrica y Nueva Zelanda retiraron su candidatura en 2014 y los francos le ganaron la pulseada a Corea del Sur, el candidato que quedaba. Nueve estadios recibirán a las 24 selecciones. La FIFA cuenta con 140 seleccionados femeninos rankeados (sin contar los inactivos por más de 18 meses), cifra que triplica a los 45 que disputaron la clasificación para China 1991 y que refleja el crecimiento del femenil en los últimos 30 años.

La editora de la foto es Sofía Isis Dama.

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