lunes, diciembre 23, 2024
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Dirigentas y entrenadoras, los lugares vacíos del fútbol

Por Mateo Falco

Es el viernes 5 de julio a las 17.30. La temperatura no sube de los cinco grados. La puesta del sol anuncia que pronto será de noche en Isidro Casanova, en el predio de Almirante Brown. La entrada devela, mediante un cartel con dibujos, que además de fútbol en el club se practica tenis, hockey sobre césped y handball. El predio es tan grande que hay que andar a pie durante al menos 15 minutos por un camino de tierra para llegar a la zona de tenis.

Durante el trayecto, las únicas personas que se divisan son los 22 jugadores de la sexta de Almirante y sus familiares, no más de 10 personas, además del primer equipo femenino, que tiene a un hombre como entrenador, Gerardo Gimenez, lo habitual en la mayoría de equipos de fútbol femeninos argentinos. La descuidada zona de camping, con asientos y mesas despintadas y rotas, los espacios verdes, y las canchas, con más tierra que pasto, están vacías. Al llegar al fin a la zona de tenis no hay nadie en las canchas, pero en la parte de Administración hay siete mujeres, cinco de ellas socias, con equipo e indumentaria para jugar al tenis, sentadas junto a una estufa, y las otras dos, las encargadas de la parte de Administración, una veinteañera y su madre, Fátima Iannuzzo, una de las dos mujeres que aparece entre las 28 personas que integran la Comisión Directiva de la Fragata. En Almirante Brown, como en la mayoría de los clubes, es atípico que una mujer sea entrenadora o dirigente.

El propósito para llegar hasta Iannuzzo es el de comprender la o las razones por las que hay tan pocas mujeres dirigentas y entrenadoras. Entre la Primera y Segunda División del fútbol femenino hay un total de 40 equipos, en los cuales solo hay tres mujeres entrenadoras (Indiana Fernández, en Banfield; Florencia Quiñones, en Boca; y Silvana Villalobos, en Gimnasia La Plata). De los 28 equipos que conforman la Liga Profesional, sólo ocho tienen mujeres en sus comisiones directivas, sin contar el puesto de vocal, y en agosto de 2023 sólo 84 de los 1.243 dirigentes de los clubes asociados a la AFA eran mujeres.

Luego de que Ianuzzo se pone al tanto de la escasez de dirigentas y entrenadoras, hay un breve silencio, y reconoce que no sabía nada: “No tenía idea de nada, yo estoy alejada del fútbol, pero soy consciente que hay pocas mujeres en los clubes”. Entre algunas interrupciones de las socias del club, que se disculpan por cortar breve y ocasionalmente la charla, Ianuzzo considera que tal vez el machismo entre las propias mujeres las desaliente a involucrarse en los clubes, como le pasó a ella en sus inicios como dirigenta de Almirante Brown.

-Me pregunté: “¿Podré hacerlo?”. El fútbol y los clubes son ambientes históricamente machistas, pero a veces somos nosotras las que no creemos poder encajar en un lugar que concebimos exclusivo para hombres. Me gustaría que más mujeres se quiten de la cabeza ese prejuicio y que se animen a involucrarse, porque pienso que encontrarán su lugar siempre que estén capacitadas y mentalizadas para hacerlo. Ser mujer nunca fue un impedimento para mí a la hora de trabajar en el club, aunque es probable que no sea lo más común.

Siempre con una sonrisa y con una forma de explicar sus ideas como cuando se le habla a un niño, muy pausada y explicativa, hábito que desarrolló porque también trabaja como docente primaria, Fátima concluye que la única forma de que esta brecha se achique es que haya igualdad tanto para hombres como para mujeres y que “no esté uno por encima del otro”.

Mediante una videollamada, Alejandra Amadore, ex entrenadora del equipo femenino del Social Atlético Televisión (SAT), analiza la ausencia de dirigentas y entrenadoras en el fútbol y, al igual que Ianuzzo, aprecia ciertos modos machistas entre las propias mujeres, pues gracias a que ha podido dirigir tanto a jugadores como jugadoras notó que estas últimas la desafiaban de manera constante en los entrenamientos para que demostrarara sus capacidades técnicas al pedirle que pateara una pelota solo para ver si realmente sabía. Pero cuando era un hombre quien las entrenaba, nunca se ponían en duda sus capacidades. El machismo no es exclusivo de los hombres, pero puede ser excluyente para las mujeres en el ambiente del fútbol.

Durante la videollamada, la conversación se desvió a hablar sobre qué cambios personales sufrió a lo largo de los años y algunos conceptos tácticos sobre fútbol. Pero cerca del final de la charla, Amadore sugiere que también el feminismo es clave para comprender la escasez de mujeres en el fútbol.

-Hay un romanticismo feminista negativo ligado a la profesionalización del fútbol femenino (el fútbol femenino es profesional en Argentina desde 2019), el que termina por desviar la atención a tópicos como quién fue la primera en ser entrenadora o la primera en meter un gol, y pienso que esos datos, que no son tan relevantes, impiden que las mujeres se centren en trazar un camino para que haya más presencia femenina en los clubes.

Como acostumbra a mostrarse en su cuenta de Instagram, Vanina Andretta, la secretaria de nuevos proyectos en Quilmes, viste su elegante saco, pantalon de vestir y botas, todo negro, mientras toma asiento en el bar-cafe que está en la entrada de la sede del club Quilmes para opinar sobre cuán toxico es este romanticismo feminista que también preocupa a Amadore. Con la confianza y certeza de quien ya tiene una opinión formada sobre el tema, Andretta expresa que este romanticismo impide que el fútbol femenino sea visto como una “industria rentable en la que invertir”, lo que provoca que falten fondos y lleva a que las mujeres “elijan otros deportes para trabajar”. Lo sabe porque también está ligada al fútbol femenino de la institución. Aunque, según Andreetta, el principal motivo por el que no suele haber mujeres en los clubes es que no se inculca el mismo amor por el fútbol a los hombres que a las mujeres.

No es común que una mujer entrene o juegue al fútbol durante toda su vida, como sí pasa por lo general con los varones. Es algo que veo en las jugadoras del club. A ellas les gusta entrenar y jugar, pero hasta ahí llega su conexión con el fútbol, mientras que el varón está siempre conectado. Si no mira fútbol, juega a videojuegos de fútbol, o habla de fútbol o está con una pelota de fútbol. La mujer aún no tiene esa pasión desenfrenada. Pienso que la falta de adoración viene desde la niñez, porque no nos inculcan el mismo amor por el fútbol, y los años de mayor absorción intelectual de muchas niñas son sin ver fútbol.

Andretta cree que en un futuro no tan lejano esta dinámica de que haya mayoría de hombres dirigentes y entrenadores a comparación de las mujeres, cambiará, porque cada vez son más las niñas que juegan al fútbol desde divisiones inferiores. Mientras Andretta intercala su opinión con chistes ocasionales sobre la actualidad del fútbol argentino y el machismo, de los que ella misma se ríe, mantiene el tono desenfadado con el que habló durante toda la entrevista y procede a señalar al propio machismo como una de las razones por la que más mujeres no pueden dedicarse a ser dirigentas.

-También juega un rol importante que suele ocurrir que la mujer es la que se hace cargo de los hijos y la casa, y si sos madre soltera o tu pareja no te ayuda, es imposible compatibilizar la maternidad y las responsabilidades dirigenciales. Tengo un hijo de 17 años, así que puedo despreocuparme un poco porque se puede manejar solo, pero cuando tenés un nene chiquito es muy difícil ponerle la dedicación que se necesita al club.

Pese a que Ianuzzo administra el área de tenis en Almirante Brown, Amadore es entrenadora y Andretta es la secretaria de nuevos proyectos en Quilmes además de involucrarse en el fútbol femenino del Cervecero y no se conocen entre sí, las tres llegan a conclusiones similares para entender por qué tan pocas mujeres entrenan o son dirigentas en los clubes, pero a su vez también coinciden en que esta tendencia, a largo plazo, seguro cambie.

Es cada vez más común ver a un grupo de mujeres alquilar canchas de fútbol, que los clubes tengan divisiones inferiores e infantiles para formar a las más pequeñas y que más mujeres quieran formar parte del ambiente del fútbol. Hasta mediados de 2019, de 16 mil egresados de la Asociación de Técnicos de Fútbol Argentino (ATFA), solo 150 eran mujeres, y para 2024, el Departamento Académico de ATFA revela a El Equipo que son 420 las mujeres que estudian diferentes licenciaturas de fútbol y futsal.

 

Ansiedad, presión y depresión en las inferiores del fútbol argentino

Por Nicolás Méndez Pereyra

Nahuel López es un chico de Villa del Parque, vive con su hermana y su padre, Mariano.  Es familiero y amiguero. Juega en la Reserva de Platense, dirigida por Leandro “Cuca” Belfi, quien conoce y entrenó a López desde sus inicios en las infantiles del club a los 8 años. A mediados de 2023 y producto de su buen rendimiento, López firmó su primer contrato como profesional y empezó a entrenar de vez en cuando con la Primera. Todo color de rosas para un chico de 20 años cuya ilusión depende de algún día poder vestir los colores del calamar.

Sin embargo, y a raíz de la llegada de Walter Corigliano al puesto de técnico de la reserva de Platense (ya no trabaja en el club), López quedó relegado y casi sin tener siquiera minutos. “De repente dejé de existir, llegaba a casa y hablaba con mi viejo si valía la pena o no seguir. Cuando firmé contrato me explotaba el teléfono. Ahora, cuando me empezaron a colgar, cero mensajes”. Hoy López volvió a la titularidad y a tener rodaje en la Reserva de Platense, pero relata que esos seis meses fueron de los peores de su vida y destaca la importancia que tuvo el apoyo de su padre y, sobre todo, de la psicóloga deportiva del club, Sabrina Montero, quien a través de trabajos como la focalización, el autocontrol y la fijación de objetivos, lo ayudó a que volviera a recuperar la confianza y las ganas de continuar con su carrera.

El 38% de los futbolistas, es decir, casi cuatro de cada diez, sufre depresión o algún problema psicológico, según FIFPRO, organización mundial que se encarga de representar a los y las futbolistas profesionales. Durante los últimos cinco años el número de suicidios, casos de depresión, ansiedad y presión aumentó considerablemente en las categorías juveniles del fútbol argentino de los clubes que hoy militan la Primera División.

Al momento de acompañar a los juveniles en sus carreras formativas comienzan a aparecer figuras más allá de la familia o el mismo club: los representantes, quienes también juegan un papel importante a la hora de contener y bajar a tierra a los jóvenes en los momentos más complicados. MVP Group, agencia de representantes que cuenta con futbolistas como Ignacio Pussetto (figura en Huracán y recién traspasado a Pumas de México), Claudio Aquino (figura en Vélez) y también entrenadores como Jorge Almiron (técnico de Colo Colo de Chile) dispone de un sector que se encarga del scouting y proceso de captación de juveniles. Juan Ferlaino, quien se encarga de seguir e investigar futuros talentos, comenta que lo que enfatizan en MVP Group es que los chicos no deben mirar los casos de esos jugadores que debutan a los 17 y ya son figuras, ya que son los menos, sino que en el “electrocardiograma” que es la carrera de un futbolista siempre va a haber altibajos.

10 reflexiones sobre la depresión en el fútbol - Futbol SapiensFerlaino pone el foco en tratar de encontrar una estabilidad tanto emocional como deportiva para mantener a los jugadores al máximo nivel posible. “Además la sociedad hoy no ayuda tampoco con que ahora es todo ya; se hace muy difícil que los chicos entiendan los procesos”, ratifica Ferlaino. El reciente debut de Mateo Apolonio, que con tan solo 14 años tuvo su estreno en el primer equipo de Deportivo Riestra, y el caso de Lamine Yamal en Barcelona, que con apenas 16 años es titular y figura en el equipo culé y campeón con España de la Euro 2024, son algunos de los casos que alteran la realidad de muchos jóvenes. Según un estudio realizado por el Observatorio del Fútbol CIES en las cinco grandes ligas (España, Francia, Italia, Alemania e Inglaterra), en 2020 la edad promedio del debut de los jugadores era a los 21 años.

Elián Suljic, categoría 2010, juega en la Novena de River. Se desempeña como volante . Desde las categorías infantiles que entrena en el Millonario. Suljic vive con sus padres y, a diario, sufre por la necesidad de llegar a Primera y demostrarle a su familia y amigos que puede jugar en el primer equipo de River. “Muchos días me levanto y pienso qué carajo voy a hacer si no se me da. Trabajo mucho en el club sobre este tema porque es algo que muchas veces no me deja jugar”, relata Suljic. La necesidad de querer demostrar y rendirle cuentas a quien sea termina siendo contraproducente en la mayoría de los casos, como el de Suljic.

Un problema que también es recurrente se produce cuando jugadores jóvenes migran hacia el exterior en busca de oportunidades para formar su carrera. Emiliano “Coco” Gómez tiene 21 años y en agosto de 2024 firmó un contrato con el equipo Dánes Akademisk Boldklub, actualmente en la segunda división de Dinamarca. Gómez juega en lo que en Argentina se conoce como Reserva y alterna convocatorias en el primer equipo. Vive solo en un departamento de dos ambientes que le da el club. Sus días parecen ser un disco rayado. Se levanta, pone el agua para el mate, arma el mate, se sube al auto, escucha unas cumbias y se va a entrenar. Después del entrenamiento vuelve a su casa y eso es todo.

“Estar solo puede ser peligroso en estos casos”, resalta Gómez, y agrega que el estar tan lejos de su casa y tan solo muchas veces es el causante de problemas con el sueño y recaídas con el alcohol, inconvenientes que merman su rendimiento deportivo. “Hice todo el esfuerzo para moverme hasta acá, no puedo abandonar”. Muchos de sus tiempos muertos se ocupan pensando y debatiendo consigo mismo sobre si fue o no la mejor decisión. “Sin dudas que si tengo que decirte una palabra que suele pasarme por la cabeza es la depresión”. Otro de los motivos por los que sufre a diario es la presión por “cumplir” con su familia para poder mejorar su calidad de vida. Sus padres viven en González Catán y, si bien su calidad de vida es digna, según las palabras de Coco Gómez, el mismo se autopresiona para algún día mejorar esos estándares de su familia.

Psicólogo deportivo: desarrollo y rendimiento en el deporte | Colegio de Psicólogos SJ

En cuanto a los profesionales de la salud mental, los psicólogos deportivos ya son casi una obligación en las instituciones del fútbol argentino. Al analizar los cuerpos técnicos y colaboradores de los 28 equipos de la Primera División se observa que el 100% de los clubes cuenta con un psicólogo deportivo para el plantel profesional, y en más del 50% disponen de psicólogos aparte para las categorías y divisiones formativas. Sebastian Mendelsohn, psicólogo de la primera de Banfield, declara acerca de la problemática con respecto a la ansiedad, la presión y la depresión: “En un lapso de tres y cuatro años, la cantidad de chicos que se acercaron con problemas de algunos de estos tipos incrementó muchísimo”.

Mendelsohn afirma que el rendimiento deportivo de los juveniles muchas veces se ve afectado y disminuido a raíz de los problemas que puedan surgir en las cabezas de los futbolistas. “Desde el club tratamos de brindar nuestro máximo apoyo y contención a los chicos que nosotros consideramos que lo necesitan”. Además, recalca que desde que la salud mental se puso en la agenda de los medios de comunicación, más chicos se animan a hablar y a sincerarse con los especialistas.

Otro contexto donde puede ser analizada la salud mental es en las pensiones, esos hogares que disponen los clubes para aquellos jóvenes que vienen del interior del país o que simplemente no cuentan con una vivienda estable para vivir mientras realizan su carrera. Iñaki Marcos nació en Neuquén, es categoría 2003 y vivió desde los 16 años hasta el 2023 en la pensión de Racing, la “Casa Tita Mattiussi”, ubicada en Avellaneda en la Provincia de Buenos Aires. Durante su estancia en la pensión Marcos resaltó que su salud mental nunca fue trabajada.

“Yo cuando tenía algún problema o pensamiento en la cabeza, lo tenía que laburar solo. Muchas noches la ansiedad te come el bocho y estás re solo”. También es cruel el manejo de las pensiones ya que pone a los chicos en una situación de entre la espada y la pared. “Si no te ven con condiciones, no van a gastar una cama o un espacio en vos porque es pérdida de plata”. Hoy Marcos tiene contrato profesional en Cipolletti y dejó de vivir en la pensión de Racing hace un año. Pero es cierto que esos casi tres años que vivió en el Predio Tita Mattiussi los cataloga como muy difíciles de llevar con respecto a lo mental y psicológico.

“Si bien la salud mental, la ansiedad, la presión y la depresión son temas que para los clubes son importantes, son tópicos que se alejan de la noción del rendimiento y, al fin y al cabo, en los clubes se piensa a los chicos como potenciales ventas”, narra Federico Czesli quien trabaja en Salvemos al Fútbol, ONG que trabaja contra la violencia y corrupción en el fútbol argentino e investiga la formación de los deportistas juveniles. Czesli destaca que lamentablemente los objetivos comerciales de los clubes muchas veces superan los de los chicos y su salud mental.

El programa que presenta la Asociación Técnicos de Fútbol Argentino (ATFA), la escuela de formación de entrenadores, donde un entrenador debe haber estado al menos dos años para poder ejercer en algún club de la AFA, trabaja la parte psicológica de todo lo relacionado al liderazgo y al rendimiento. “Por lo tanto, los entrenadores no tienen formación ni conocimiento sobre salud mental y en general se vinculan con los jugadores a través de sus propios conocimientos o en la mayoría de los casos por sentido común”, declara Czesli.

Además, resalta que es necesario poner foco en la formación de los entrenadores si los problemas en relación a la salud mental quieren ser reducidos, ya que al fin y al cabo, son los técnicos quienes más contacto tienen con los juveniles y deberían contar con herramientas para tratar casos donde la salud mental de los futbolistas se vea en peligro.

Torneo Promocional Amateur: con el espíritu de aquella Primera D

Por Delfina Labrone

“Pasaron cuatro meses desde que llegué aquí y me sorprendió la cantidad de canchas y la gran cantidad de futbolistas. Si te tomas en serio el fútbol, Argentina es lo mejor”, dice Riku Iwamoto, el jugador japonés de Atlético Pilar que llegó en 2024 para disputar el Torneo Promocional Amateur 2024. El futbolista de la primera categoría mientras toma mates en el buffet de su club, cuenta que por recomendación de su padre, vino a Argentina con el objetivo de ser un futbolista profesional.

Iwamoto agrega que Argentina es un buen país para poder desarrollarse y ser profesional, además que en Japón no contaban con la cantidad de canchas y jugadores de nivel suficientes para poder desenvolverse.

El torneo reunió a fines de noviembre en 2023 a 14 equipos en carácter de invitados y con distintas particularidades: con más de 100 años de historia (Belgrano de Zárate), representantes de sindicatos (Social Atlético Televisión, SAT), Camioneros y Deportivo Metalúrgico), con pocos meses de vida (Barrancas Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, UMET), de un influencer (FC Ezeiza). Es un mix de equipos que hicieron méritos y dieron el salto hacia una liga profesional a buscar oportunidades para el crecimiento individual. Los equipos que restan son: Atlético Pilar, Defensores de Glew, Estrella de Berisso, Estrella del Sur, Everton de La Plata, Juventud de Bernal, Náutico Hacoaj y Provincial de Lobos.

Los equipos que fueron invitados pero rechazaron la invitación o no pudieron acceder por cuestiones reglamentarias como falta de infraestructura o por cuestiones económicas fueron: Club Social, Cultural y Deportivo Malvinas, Asociación Cristiana de Fútbol Argentino, Asociación Deportiva Country Canning, Club Deportivo Bangladesh, Club Social y Deportivo La Unión y Centro de Formación Deportiva Carmelo Villalba.

El Torneo Promocional Amateur consta decon dos torneos; el Apertura 2024 se inició el 23 de febrero, con un sistema de todos contra todos, una sola rueda de partidos y el que obtenía el primer lugar en la tabla, ascendía a la cuarta división. El campeón fue Camioneros. Ganó el torneo de manera invicta con diez triunfos y tres empates. El torneo Clausura 2024 se jugó igual que el Apertura, pero los equipos cambiaron su condición de local y visitante. El campeón del mismo fue Estrella del Sur a falta de dos fechas para el cierre del Torneo Promocional Amateur.

Camioneros es el campeón y ascendido del Torneo Apertura Promocional Amateur 2024 y el club más importante para impulsar jugadores hacia el fútbol profesional. Este título representa un gran camino invicto del sindicato gremial. Es la puerta de entrada a nuevas oportunidades en el fútbol.

Promocional Amateur, el campeonato que ya es del parte del mundo ascenso

Estrella del Sur se consagró campeón del Torneo Clausura Promocional Amateur 2024 tras ganarle 1 a 0 a Náutico Hacoaj. Los de Alejandro Korn hicieron historia. En doce fechas el “Naranja” consiguió 32 puntos para el ascenso. Será el primer equipo de la historia del distrito de San Vicente en llegar a la Primera C, la cuarta categoría de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Mateo Muñoz fue la gran figura de Estrella del Sur en su ascenso. El delantero de 21 años con 12 goles en el Torneo Promocional Amateur dijo: “Fue un año muy lindo que me tocó, ahora tengo una etapa nueva así que lo que queda es disfrutar”.

Estrella del Sur se consagró campeón del Torneo Clausura y obtiene el derecho de participar en el Torneo de Primera C 2025 | Sitio Oficial de la Asociación del Fútbol Argentino

Los jugadores que participan del Torneo Promocional deben ser amateurs. Todos los futbolistas tienen que tener 26 años o menos con el objetivo de generar una “base” de futbolistas jóvenes.

Atlético Pilar participó en la AFA desde 1955 a 1980, año de su desafiliación. Luego se dedicó 100% a la Liga Escobarense. Su entrenador es Osvaldo “Pichi” Escudero, campeón del mundo Sub 20 en Japón 1979 y con Boca en 1981. El exjugador resalta su llegada al club y su propósito: “Llegué a este maravilloso club para transmitir mi experiencia y profesionalismo. Es una gran oportunidad para que los jugadores le den mucha importancia al sacrificio y al trabajo tanto individual como en equipo”. En un banco de madera con mucha seriedad, el técnico cuenta que le da mucha importancia a su trabajo para cumplir los objetivos y lograr la pieza fundamental que es el éxito.

Barrancas UMET, el club más nuevo del torneo, se fundó en octubre de 2023. Se creó con una base de jugadores de la Universidad de Belgrano pero se fusionó con la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo. Lucas Vila, el ex delantero de Barrancas UMET y actual Lynn Soccer, dice: “En lo personal este torneo me impulsa a seguir creciendo, haber estado en la tabla de goleadores me da más hambre para ir por todo”. Fue goleador del Apertura con siete tantos y trás su paso por el club se fue a Estados Unidos a seguir creciendo. También agrega que haber terminado arriba en la tabla de goleadores lo ayudó a poder lograr este objetivo a corto plazo y poder crecer también en lo económico.

Desde el club Belgrano de Zárate, el director técnico, Guillermo Pintos menciona: “Buscamos que los jugadores tomen experiencia y después apunten a algo superior”. Esta institución busca la vivencia de los jugadores en el Torneo Promocional Amateur para que al finalizarlo aspiren a algo mejor. Esta institución es conocida por ser semillero del máximo ídolo de Independiente, Ricardo Bochini.

Estrella de Berisso es uno de los protagonistas del torneo por haber peleado un lugar en el podio hasta el final. No obstante, en medio del receso de cara al Clausura, el club cambió de técnico. La dupla de Juan Bellini y Diego Herner se hizo cargo del equipo para reemplazar a Damián Zein. Herner, ex defensor surgido de Gimnasia y Esgrima La Plata, afirma que apuntaron a ser competitivos desde el primer partido: “El objetivo de todos los equipos es ascender, pero el nuestro es ir partido a partido. Lo más importante es que los jugadores jóvenes desarrollen sus características y habilidades. Hay que destacar”.

Everton de La Plata (foto) se posiciona como el tercer equipo más grande de la ciudad de las diagonales (detrás de Gimnasia y Estudiantes). Cuenta con 119 años de vida y llegó a jugar la Copa Argentina y el Federal B. “A nivel institucional es el paso deportivo más importante en la historia del club. Me tocó estar como jugador de este club, puedo personalmente confirmar que este club me cambió la vida y es la alegría más grande de toda mi carrera”, expresa Gustavo Bianco, director técnico de Everton desde hace 18 temporadas. También dice que su objetivo es impulsar a la mayor cantidad de jugadores para que sean más vistos y puedan potenciar sus destrezas.

Everton La Plata hizo historia en el fútbol argentino - En Agenda

El Fútbol Club Ezeiza impulsó a tres jugadores para que dieran el salto: Francisco Molina, el delantero de Midland, Marcos Funes, en Deportivo Paraguayo y Cristian Torres que se fue a jugar a Bolivia. El fundador, presidente y director técnico del club asegura que eran tres jugadores que no tenían nada y en un año ya están cobrando un sueldo para poder vivir de lo que les gusta. “Apuntamos a que los chicos logren sus sueños y crezcan día a día”.

El Promocional Amateur es un gran impulsor para que los jóvenes que no tuvieron la chance de llegar a primera división progresen y potencien el juego en sus puestos. Los sueldos no se asemejan a los de otras categorías, algunos ni tienen contratos. Los jugadores tienen que entrenar todos los días, cumplir una responsabilidad con su equipo y no pueden vivir de esto. Entrenar todos los días con las obligaciones que tiene cada uno por fuera, tiene un valor muy alto. Pero todos tienen la misma motivación. Un mismo sueño. Jugar en la cuarta división del fútbol argentino, la Primera C.

Mediante un traductor, Riku Iwamoto cuenta acerca de su vida actual en Argentina. “Tomé la mejor decisión”. El japonés dice que a pesar de que el plan de entrenamiento en Japón eraa bueno,  no tienen gran cantidad de espacios libres para poder practicarlo y eso lo limita a poder ser jugador profesional. “En Argentina hay muchos chicos con el mismo sueño y encontras competencia” dice y cuenta que en su país de orígen no hay diversos equipos entonces no se tienen las mismas chances para poder competir y probar el equipo.

El Torneo Promocional Amateur revitalizó el interés en el fútbol amateur y ofreció a los equipos una oportunidad de progreso y exposición. Pero también servirá como plataforma para el desarrollo de jóvenes talentosos. Un nuevo semillero para el fútbol argentino. Aún no hay confirmación de que en 2025 se pueda volver a realizar como en 2024.

Clubes sin estadio propio: no importa en qué cancha juguemos

Por Marco Tripodi

“Es el único equipo campeón del fútbol argentino que no tiene estadio propio”, dice Osvaldo Rodríguez, hincha y socio de Sportivo Barracas desde los diez años, actualmente de 81, mientras su club  vence a Defensores de Cambaceres 1 a 0 por la fecha 21 del Torneo Apertura de Primera C 2024.  

El Arrabalero, que disputa la cuarta categoría del fútbol argentino, fue fundado en 1913 en el barrio porteño de Barracas. Tuvo su estadio que fue utilizado para encuentros internacionales de clubes, el campeonato sudamericano de selecciones en 1921, hoy llamada Copa América, en donde la Argentina se quedó con el título al ganarle a Brasil. También recibió la presencia de equipos europeos como el Real Madrid, Barcelona, Genoa.  

Un club de élite en su momento, que hoy se encuentra en los últimos puestos de la tabla general del ascenso argentino. Fue campeón en 1921, durante el amateurismo, de la Copa Competencia Jockey Club ante un rival con historia, Nueva Chicago.

Entre la década del 20 y el 30 el club atravesó los mejores momentos de su historia, al conseguir sus dos únicos títulos: en 1921 de la mencionada Copa Competencia Jockey Club y en 1932 del campeonato amateur. 


Así como pasó por su mejor época, Sportivo Barracas atravesó por situaciones que cambiaron a futuro, entre ellas la pérdida de su estadio y la desafiliación de categoría.

Tuvo su estadio hasta 1937, debido a su desafiliación y al no participar en los torneos de AFA, lo perdió y no pudo recuperar su identidad. Pasaron 87 años y aún no hay proyectos para volver al barrio que lo vió crecer.

Osvaldo Rodríguez, atento al partido y haciendo los famosos cuernitos al rival, con un tono de tristeza, analiza la falta de hinchas. Uno de los motivos fue el gerenciamiento del club, a través del periodista Enrique Sacco, al llevarlo a Bolívar, provincia de Buenos Aires, en 2003, para dar a conocer al fútbol de AFA en el pueblo y denominarlo Barracas Bolívar. Tras la rescisión del contrato en 2010, el nuevo hincha asociado al club, dejó de seguirlo.

Rodríguez sabe que es posible que no vuelva a ver a su equipo con un campo de juego propio, y que esto afecta a la psicología del jugador y a las lesiones ligamentarias en la categoría debido al mal estado en las canchas.

“Ya estoy acostumbrado, es difícil jugar en otra cancha que no sea la nuestra, pero es lo que tenemos”, construye la frase uno de los históricos jugadores del Arrabalero, Mauro Romay, quien tuvo su etapa entre 2013 y 2015, y en la temporada 2024 volvió al club de sus amores para defender al equipo con sede en Capital Federal. Además de Sportivo Barracas, existen otros clubes con la complejidad de no tener estadio propio.

Fénix nació en el barrio porteño de Colegiales, a no más de 30 minutos de distancia de Barracas. Los resultados acompañan pero el hincha, debido a los sucesivos cambios de localía, le es muy difícil acompañar al equipo.

Fénix fue castigado por perder dos estadios, y  tercero con el 90% terminado en la localidad de Moreno. En marzo de este año las autoridades municipales decidieron “que no haya barras en la localidad” y la resolución fue no autorizar la apertura del que parecía ser el definitivo. Ante la negativa, un destino posible sería Marcos Paz. 

En la actualidad el equipo blanquinegro cambia de localía semana tras semana: Berazategui, Argentino de Merlo, Almagro, Juventud Unida y Yupanqui son los campos donde jugó como local en 2024. Tuvo su sentido de pertenencia e identificación en Colegiales. Su estadio lo utilizó desde 1960 hasta 1978, cuando finalizaron los encuentros en su propio terreno. 

En 1978 el país atravesaba su última dictadura militar y el Intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Osvaldo Cacciatore dió la orden de desalojo y expropiación del terreno de su estadio para el desarrollo de una autopista en la zona.

Fue recién en 2004 que Fénix pudo volver a ejercer su localía nada más ni nada menos que en Pilar, a 46 kilómetros de su barrio y de la sede. Parecía que sería ya el lugar definitivo para recibir a sus rivales.

Diez años después tuvieron que dejar su cancha, si bien era propiedad de la Municipalidad de Pilar, los colores blanquinegros ya eran parte del estadio. Por diferencias  dirigenciales no se logró continuar en el lugar elegido.

Enrique Fernández, vocero segundo de Fénix, mientras analiza, observa y mete un insulto al árbitro por un fallo en contra de su equipo frente a Laferrere por la primera fecha del Clausura de Primera B, entiende que deben volver a comenzar para tener un campo propio, sin descartar posibilidades de que se autorice su estadio en Moreno. 

“Tuvimos que vender la sede social para comprar los terrenos en Moreno, y ya con un 90% terminado que no nos habiliten es un descaro de la Municipalidad, porque las municipalidades a los clubes siempre les brindan una ayuda, y a nosotros parece que no nos quieren”, sintetiza Fernández, con su bronca por la cancha y por el equipo que no juega bien ante Laferrere. Es una situación delicada para Fénix y para el hincha, que hace lo posible por acompañar ante la difícil situación económica que atraviesa el país y que afecta al club.

“Cada vez van quedando menos socios. Nos faltarán tres estadios de Buenos Aires para terminar de ejercer la localía, y al hincha se le hace imposible estar en cada partido. Hay veces que por el operativo policial debemos jugar a puertas cerradas porque es demasiado dinero para el club”, remarca Fernández.


La Primera B va en aumento en cuanto a la cantidad de equipos que la disputan, 22 en total, seis fueron los ascendidos desde la C en 2023.

El blanquinegro, a pesar de las dificultades desde lo institucional, se encuentra sin chances de ingresar al reducido por el segundo ascenso a la segunda categoría. “Tenemos un grupo de jugadores que es increíble; el no tener estadio nos cuesta. Yupanqui es un estadio al que nos acostumbramos y sería positivo seguir jugando en esta cancha”, Gonzalo Dell´ Aquila, con total naturalidad y un tanto acostumbrado a jugar en diferentes estadios desde su llegada en febrero de 2023.

Sportivo Barracas y Fénix no son los únicos clubes  en no tener cancha propia. En la zona oeste del Gran Buenos Aires, en el barrio de Villa Sarmiento, perteneciente al partido de Morón, se encuentra Centro Español. El conjunto de franjas azules y blancas fue el campeón del Torneo de la Primera D en 2023, ante Sportivo Barracas.

El Gallego, que milita en Primera C, hizo este año de local en Atlas, Deportivo Merlo y Midland, con una asistencia promedio de 500 hinchas por encuentro. Desde su origen en 1934 nunca tuvo  terrenos, siempre fue local en estadios ajenos: Berazategui, Ituzaingó, Argentino y Deportivo Merlo y Estudiantes de Caseros, donde en 2015, debido a los malos resultados, fue desafiliado por seis meses.

Hay un proyecto para la construcción de un estadio en El Palomar, cerca de la sede social. Hubo un importante avance a nivel institucional. Desde el mes de abril el equipo se entrena en el predio de El Palomar. Anteriormente alquilaban en el centro de entrenamiento de Huracán de San Justo, institución que no se desempeña en el fútbol de AFA, sino que lo hace en el baby fútbol.

El hincha, no muy cómodo con la situación debido a los distintos traslados, siempre está presente en los encuentros de local, a pesar de los 16 kilómetros que separa Villa Sarmiento y el Estadio Ciudad de Libertad, casa del Club Midland, donde ejercen su localía.

“Tenemos fe de que se pueda empezar con las obras del estadio. El único objetivo que debe tener el club es ese; después se puede hablar de conseguir un posible ascenso”, comenta expectante Leandro Sanchez, hincha que sigue al equipo hace más de 20 años. 

Pablo Apesteguia, vicepresidente de Centro Español, reconoce que si bien la institución necesita un estadio propio, el terreno actual donde se presentan como locales, es una opción positiva ya que al ser de césped sintético se puede jugar en todo momento.

Mientras que Centro Español juega en la Primera C y  tiene como objetivo lograr su estadio, Muñiz, que participa en la misma categoría, no demuestra  por parte de la dirigencia conseguir su sitio.

El club, como lo dice el nombre, tiene su sede en Muñiz, partido de San Miguel. Hoy sobrevive a través de sus socios, quienes concurren a practicar las actividades que el club pone a disposición, entre ellas futsal, basquet, voley, gimnasia.

Su vieja cancha estaba ubicada en José C. Paz, escenario de grandes partidos ante clubes fuertes de la categoría del momento como Defensa y Justicia, hoy en primera división, Midland y Excursionistas.

Hasta 1991 Muñiz tuvo su estadio. Uno de los primeros en tener cabinas de prensa, tribunas de cemento y vestuarios. Debido a la venta de sus terrenos hacia una compañía de colectivos, la cuál quebró, el club no pudo utilizar su espacio que hoy están ocupados  por vecinos de la zona. 

“Tristeza es no volver a tener algo nuestro, un lugar donde podamos entrenar, y dudo que se pueda comenzar con un proyecto para tener la cancha”, analiza Hector Lescano, hincha del Rayo Rojo, ante el lente de su cámara que fotografía jugador por jugador, un hobby que lo realiza cuando hacen de local en Atlas de General Rodríguez.

Fénix, Muñiz, Sportivo Barracas y Centro Español comparten una misma realidad pero con diferentes particularidades: Barracas con la ilusión de volver a su barrio de origen, Fénix lucha por una habilitación que quizá no llegue, Centro Español con un proyecto en carpeta, y Muñiz con cero intención de recuperar el espacio de juego perdido.

 

La reducción deportiva y presupuestaria de los Juegos Nacionales Evita 2024

Por Maitén D’Alessio Rodolico

Las Finales Nacionales de los Juegos Evita, que se desarrollan de manera ininterrumpida desde 2006 y cuyo surgimiento se remonta a 1948 cuando nacieron por iniciativa de Eva Duarte y el ministro de salud Ramón Carrillo, se disputarán este año del 4 al 9 de noviembre en Mar del Plata pero con varias limitaciones. Una reducción del 70% de los participantes en comparación con la edición anterior y la eliminación de 40 disciplinas, de los Juegos de la tercera edad, los de playa y los urbanos caracterizan este 2024 y vuelven mínima a la histórica competencia organizada por la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación.

En 2023, 25.000 deportistas -aproximadamente- participaron de las Finales Nacionales, que estuvieron divididas en cinco grandes eventos: Los Juegos Juveniles y los Adaptados, en Mar del Plata; los Urbanos, en el predio de Tecnópolis; los de la Tercera Edad, en Río Hondo; y los Juegos de Playa en Chapadmalal. Estos Juegos, donde se celebró el 75° aniversario de su inauguración, tuvieron 76 disciplinas en su programa, de las cuales 8 fueron incluidas por primera vez.

Los datos actuales dan cuenta de la reducción implementada en 2024. De 25.000 deportistas a 8640 participantes. De 76 deportes a 36 competencias. De la disponibilidad de cuatro sedes a lo largo del país, a un único escenario competitivo en la ciudad de Mar del Plata. Los Juegos Evita de Playa, los Urbanos y los de la Tercera Edad fueron eliminados y los deportes adaptados también sufrieron la poda puesto que habrá sólo siete disciplinas en su programa.

Desfinanciar los Juegos Evita es una pérdida de igualdad”, afirmó Maia Daer, legisladora porteña de Unión por la Patria y presidenta de la comisión de Turismo y Deporte. En su origen en 1948 bajo el nombre de Juegos Infantiles, la competencia, además de ser una herramienta de inclusión y promoción social, tenía un fin sanitario: garantizar el acceso a la salud pública de todos las niñas y los niños a partir de los chequeos médicos deportivos que eran obligatorios para poder competir. En 1949, participaron más de 100.000 niños de toda la Argentina y el evento se consolidó como la primera experiencia del deporte social masivo de Sudamérica.

Los Juegos Nacionales Evita están compuestos por las instancias municipales y provinciales (clasificatorias) y las Finales Nacionales. Históricamente, cada jurisdicción fue la responsable de financiar las etapas clasificatorias, pero el Poder Ejecutivo Nacional mediante la Secretaría de Deportes organizó siempre la fase final. Además de los gastos organizativos, a través del programa 54 de deporte comunitario y competencias, la Nación transfería el dinero a las provincias para financiar los traslados, hoteles y las cuatro comidas diarias de los participantes.

En el tiempo que yo estuve, se tomaba el precio del kilómetro y un valor estándar de alojamiento deportivo, y enviábamos ese dinero. En cuanto al alojamiento y la alimentación financiábamos la totalidad”, explicó Claudio Morresi, Secretario de Deportes durante los gobiernos de Nestor Kirchner y Cristina Fernández.

Este año, el poder ejecutivo, dirigido por el Presidente Javier Milei, dispondrá de un presupuesto de $2.546.629.512 para financiar la competencia. Una parte de ese monto será destinado como apoyo económico a las 23 jurisdicciones y a la Ciudad de Buenos Aires; y otra será utilizada como fondos para la logística del evento, según datos obtenidos de la Dirección Nacional de Deporte Comunitario.

A diferencia de las ediciones anteriores cuando el Estado Nacional era el principal promotor y financiador del evento, en estos Juegos las diferentes provincias que integran la República Argentina deberán financiar, en mayor medida, sus propias delegaciones. El aporte del Gobierno Nacional es mínimo en comparación a los gastos que requiere la competencia. Por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires, que asistirá con una delegación de 262 deportistas, invertirá un total de $325.000.000 y recibirá $17.326.044,20 del Poder Ejecutivo Nacional, lo cual es el 5,3% de los gastos que tendrá la delegación.

El secretario de Deportes y Recreación de la provincia de Catamarca, Guillermo Perna, afirmó: “Barajamos la opción de no participar”. “Nosotros tenemos aproximadamente una inversión de $180.000.000 y la Nación sólo nos cubre $64.000.000. Gran parte del traslado a Mar del Plata, el transporte interno para asistir a las competencias, la hotelería y las cuatro comidas, corre por cuenta de la provincia”, explicó Perna, quien asumió el cargo en abril de este año. Sobre la inversión de la jurisdicción, sentenció: “Hay una decisión política de Catamarca para garantizar su participación, pero no hay una buena distribución de los recursos ni del acompañamiento económico de Nación”.

Durante el transcurso del 2024, el desarrollo de los Juegos Nacionales fue totalmente incierto. “La Nación no tenía en claro cómo se iban a realizar los Juegos desde lo deportivo y mucho menos desde lo económico. No tenían definidos los reglamentos, las categorías ni las disciplinas definidas. Recién en junio nos avisaron y la decisión tardía de hacer los Evita nos ha perjudicado a todas las provincias en la organización. Estamos llevándolos a cabo como pudimos, y esperemos que el año que viene sea totalmente distinto”, detalló el secretario de Deportes y Recreación de Catamarca.

Hoy discutimos todo si da o no da plata, y hay cosas que no dan plata pero dan salud, educación, valores, disciplina, que también son importantes para una sociedad”, expresó Daer. Sobre la igualdad como valor primordial de los Juegos Evita, explicó: “Ahí conviven jóvenes de todas las provincias que viven distintas realidades socioeconómicas, pero todos son iguales durante la competencia, tienen la misma comida e indumentaria, conviven en los mismos hoteles y compiten en los mismos estadios”. “El deporte es el sistema igualador más importante que tenemos como sociedad”, sentenció la legisladora.

La reducción no solo se dio en el plano presupuestario, sino también en el aspecto deportivo. Deportes tradicionales como básquet 5×5, cestoball, fútbol 11, handball, patín artístico, entre otros, fueron eliminados del programa. La justificación que brindó Daniel Scioli, Secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, es que los Juegos Evita tendrán una relación directa con los Juegos Olímpicos de la Juventud y, por lo tanto, dispondrán de las mismas disciplinas que este evento internacional. La próxima edición será Dakar 2026 y su programa fue la referencia utilizada. Sobre la decisión de podar las disciplinas, Scioli fue consultado y respondió de manera escueta: “Lo trabajamos con un conjunto de profesionales y especialistas para ir optimizando lo que es el apoyo a los deportistas y las instalaciones que acompañan”.

Creo que puede potenciar los Juegos Olímpicos juveniles pero la esencia de los Evita no es que se ganen medallas en competencias internacionales, sino que cualquier pibe de nuestro país pueda ponerse la medalla de participar, esa es la medalla más grande. La otra es consecuencia”, argumentó Morresi contra la decisión de orientar la competencia nacional hacia Dakar 2026, la cuarta edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Además, el Gobierno Nacional retiró en su totalidad los deportes para personas mayores, que incluían: ajedrez, newcom, orientación, pádel, tejo, tenis de mesa, sapo y truco. Como así también, la mayoría de los deportes náuticos que integraban el programa de los Juegos de Playa. En total, son 40 las disciplinas que quedaron discriminadas de esta edición.

Diferentes figuras del deporte argentino fueron parte de estos Juegos durante su juventud. Ese el caso de Diego Maradona quien con 13 años, en 1973, participó en el torneo de fútbol junto a “Los Cebollitas”. También, participaron César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo; y diferentes deportistas olímpicos como es el caso de Nadia Baéz (natación adaptada), Nazareno Sasia (atletismo), Fernanda Russo (tiro deportivo), y Brian Toledo (atletismo)

Claudio Morresi, quien finalizó su cargo como secretario en 2014, opinó sobre la reducción del programa deportivo: “Se va achicando la posibilidad de la participación masiva y cuando no se participa masivamente, se quitan posibilidades de crecer deportivamente. Cuando vos das igualdad de posibilidades para todos, si hay un Brian Toledo en algún lado del país, por más que no tenga plata y su familia sea muy pobre, ese pibe que tiene todas las posibilidades de competir a gran nivel, puede competir. Si no existe esa posibilidad le quitas a la Argentina la posibilidad de tener un gran deportista en el futuro”.

Los Juegos Nacionales Evita posibilitaron un “paradigma igualador”, según la legisladora porteña Daer, y “que un sector de la sociedad tenga acceso al deporte que antes no tenía”. El recorte presupuestario es sólo la punta del iceberg que debajo tiene el proyecto de presupuesto 2025 anunciado por el Poder Ejecutivo. “No hay una actualización respecto de la inflación”, argumentó Claudio Morresi. El crédito presupuestario destinado para la Subsecretaría de Deportes este 2024 es de $65.800.000.000, mientras que el proyecto para el próximo año, determina $42.178.000.000, es decir, un desfinanciamiento del 36%.

Los Juegos Evita con la envergadura y la llegada que permitía tradicionalmente van a ser inviables; si achican disciplinas y los hacen de forma mínima tal vez puedan realizar algún tipo de competencia distinta pero cada vez habrá menos oportunidades y será más injusto porque sólo van a tener la posibilidad de desarrollarse en el deporte los sectores pudientes”, afirmó Morresi.

Del 4 al 9 de noviembre, en la Ciudad de Mar del Plata, más de 8 mil deportistas competirán en las Finales Nacionales de los Juegos Evita 2024 y serán parte del evento que se consolidó, a lo largo de la historia, como la primera experiencia del deporte social masivo de Sudamérica. Sin embargo, en comparación con el 2023, 17 mil deportistas quedaron excluidos por decisiones políticas, deportivas y presupuestarias.

La vida por El Gráfico

Por Luca Luvino

Primero de enero de 2018. En la esquina de Balcarce y Venezuela del barrio de San Telmo está por salir a las calles de la Argentina el número 4489 de El Gráfico. Elías Perugino, secretario general de redacción, ultima detalles. El elegido de la tapa es el entonces entrenador de Independiente Ariel Holan. Recibe el “ok” de la editora Marisol Rey y la revista empieza a circular como siempre desde hace 99 años. Dos semanas después, Ignacio Galarza, CEO de Torneos, decide su cierre definitivo. 

A los tumbos, pero aún de pie, El Gráfico estaba a un año y medio de cumplir un siglo de salir a la venta. Un verdadero hito. Nada de eso pasó. Los lectores, que esperaban con ansias saber qué harían por el aniversario número 100, perdieron toda esperanza al respecto.

Como si fuese cosa del destino, 400 metros separan a la última casa de El Gráfico de la primera. En 1925, la revista ya cosecha seis años de éxitos desde su creación. La mudanza, del sexto piso de la galería Güemes ubicado en la calle Florida, es inminente. 

Constancio Vigil, fundador de la Editorial Atlántida y de El Gráfico, toma la decisión. La esquina elegida es la de Azopardo y México. Allí permaneció hasta 2016. Pero la esencia de El Gráfico, de a poco, desapareció de su primer hogar. En 1998, la revista es comprada por Carlos Ávila, fundador de Torneos. Aquí comienza un proceso de cambios en todos los aspectos. La redacción se muda entonces a cuatro cuadras, donde se cruzan las calles Azopardo y México.

Los cambios siguen. En 2002, se muda también a Torneos el archivo de El Gráfico. Millones de objetos, entre revistas, fotos y cartas, son trasladados. Ni auto, ni camioneta, ni un flete. Se usan carretillas para trasladar el material. A plena luz del día, con todos los peligros que eso presenta. Tres cuadras eternas. 

Pero se logra, el archivo tiene nueva ubicación. Pasillos interminables de sobres papel madera lo conforman. Dentro de ellos, imágenes de todo tipo del deportista que se pueda imaginar. Desde el nadador Antonio Abertondo que cruzó océanos por días hasta Diego Maradona. Desde la Momia de “Titanes en el ring” en un colectivo hasta Messi lavando una van.

También placas de vidrio que datan de la década de 1920 y negativos de la década del 80. Cartas, telegramas y, por supuesto, las revistas, aquellas con las que se inició todo. Aunque esto no fue por arte de magia que se construyó.

Juan Arcidiácono fue archivista de El Gráfico desde 1977 hasta 2020, periodo en el que dedicó su vida a la revista. Fue quien ordenó y catalogó, como él dice, el inigualable museo de la historia del deporte mundial. Donde el archivo estaba, Juan estaba. Y ahí estuvo cuando la revista cerró. Todo cambió. En el lugar en que había decenas de redactores, ahora se encontraba solo. Arcidiácono decide entonces, en plena cuarentena, jubilarse por su propia voluntad y dejar su puesto en Torneos, dejar un trabajo y un legado único.

***

Julián Marcel sube al cuarto piso de Torneos. Son las diez de la mañana del 3 de julio de 2024. Como todos los días y desde hace dos años, antes de entrar al archivo mira de reojo las dos placas en la entrada. Placas de reconocimientos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entregadas en 1999 y 2009 por los aniversarios número 80 y 90 de la revista. No ocurrió lo mismo para 2019.

A pesar de que Marcel es el archivista desde mediados de 2022, sigue revisando la sección de fútbol. Es apenas un aproximado del 30% de lo que ahí se encuentra. Todavía le falta ver boxeo, automovilismo, tenis y  un largo etcétera. Pero prefiere no pensar en eso. Prefiere disfrutar el proceso. Ese lugar es una especie de cementerio de historias, muchas de las que aún esperan ser contadas. 

Así lo cree Marcel, que a través de fotos encuentra historias  nuevas que escribir y publicar cada día en el sitio web de El Gráfico, todo gracias a el archivo.

Algo especial es encontrar no solo imágenes que puedan repercutir en el país, sino también en una  persona en singular. Quizás alguien que recuerda a un familiar o un amigo que, en alguna edición, salió en una página, en una tapa, y desea poder volver a ver ese material. El famoso dicho menciona que solo muere quien se olvida, y así ocurre con esta revista. Pero, a su vez, otro dicho dice que todo en exceso es malo, y esto aplica también en estos casos.

La colección completa de El Gráfico, desde 1919 hasta 2018, es algo con lo que todos sueñan, pero, a su vez, con lo que otros se obsesionan. Durante muchos años la Biblioteca del Congreso de la Nación contó con esta colección desde los números correspondientes a la década del 50. Pero la misma se arruinó. Hubo gente que arrancó páginas sin pensarlo y, ante el descuido del personal, provocó que los números desaparecieran y el estado de las revistas se deteriorara.

Es la propia Editorial Atlántida quien elige donar su colección completa a la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, ubicada en el barrio de Recoleta y fundada en 1810. Ante lo ocurrido en la Biblioteca del Congreso, la Biblioteca Nacional decide limitar el acceso a las revistas. A diferencia de la del Congreso, aquí se encuentran en tomos que las preservan. La medida más drástica es la de no permitir que personas que no las requieran con un fin periodístico accedan a los números correspondientes entre 1919 y 1939.

El Gráfico, para muchos, es la vida misma. Es el caso de Ricardo Lehber, cuya muerte en 2016 tuvo también que ver por un obsesionado por la revista. Presidente Roca es una localidad de Santa Fe con poco más de mil habitantes. Ricardo es uno de ellos. 1938, Ricardo tiene siete años. El Gráfico ya lleva 20 años siendo publicado. Se levanta y se dirige hasta el kiosco más cercano. No tiene plata, pero sí ganas de ayudar al kiosquero a cortar el pasto y hacer los mandados. Así, obtiene a cambio sus primeras revistas.

Un día el kiosco se muda a Rafaela. La buena obsesión de Ricardo continúa. Agarra su bici y pedalea 20 kilómetros de pueblo a pueblo. Allí, ya más grande, lo espera siempre su revista semanal, aquella que sus padres tampoco podían comprarle y la que ahora se puede comprar por sus propios medios.

Tras años de coleccionar y con una salud deteriorada, decide vender la colección. Fabio Capeletti se presenta. Un obsesionado en el mal sentido de la palabra. Promete pagar, pero lo hace a medias. Así, lleva en su auto las revistas más antiguas. Ricardo nunca más lo volvió a ver. Tres años después, en 2016, Lehber muere.

Capeletti vuelve a Buenos Aires. Su hemeroteca se encuentra en Avenida San Juan al 800, San Telmo. Esos primeros números los hace plata. Consigue vender uno de ellos a 1000 dólares. Algo impensado por una revista. A pocas cuadras de ahí está Torneos. A Marcel se le pasan volando las ocho horas que debe cumplir como archivista. Se le pasan leyendo historias como esta. Historias que llegan a su mail, y que siempre traen alguna sorpresa.

Son ocho horas en las que está solo. La gente va y viene. Igual le gustaría que más personas visiten el lugar. Al fin y al cabo El Gráfico es un pedacito de todos. Pasaron 105 años desde su creación pero aún así sigue presente en muchos lados de nuestro país. Desde las provincias del interior como Córdoba, Santa Fe o Río Negro hasta la Capital y Buenos Aires.

El Parque Rivadavia, en Caballito, es uno de los lugares más elegidos por los coleccionistas para vender sus revistas. Aunque es en el mundo digital donde se encuentran los mayores nidos de apasionados por El Gráfico. Por ejemplo, en  Facebook, hay varios grupos que rozan los 20 mil miembros, provenientes no solo de Argentina sino también de toda Latinoamérica.

Todo puede encontrarse allí. Desde los números más antiguos a los más nuevos. Algunos compran por el simple hecho de revender, mientras que otros lamentan poner en venta sus colecciones o sus más preciados objetos. El denominador común entre quienes se desprenden de sus revistas es el no tener quién quiera heredarlas, ya sea un hijo o un conocido, a quienes poco les interesa acumular lo que para ellos es algo inservible.

“¿Qué va a pasar con todo esto?”, se pregunta Julián Marcel junto a su jefe, Arturo Puig, en el archivo de El Gráfico, en esos momentos en los que uno se pone a pensar de más viendo las pilas y pilas de historia que hay en ese lugar.

Pasaron 100 años. No se sabe si todo ese material estará otros 100 más. Si Torneos seguirá ahí, o si tendrá el mismo destino que el primer hogar, Azopardo y México, que en 2025 terminará de convertirse en un gran espacio compuesto por viviendas y oficinas. O mismo si El Gráfico será tema de charla para los jóvenes de hoy.

Por el momento, lo que Marcel puede hacer de forma “oficial” es construir más paredes, aquellas que Ignacio Galarza, hoy el innombrable para muchos, intentó dejar de hacer. Él tiene la tarea de desenterrar aquellas historias de vida de aquellos que ya no están en vida.

Eso es lo que hace. Aggiorna a El Gráfico en la era moderna. Digitalizando los contenidos que se encuentra en las redes. Realizando videos sobre historias o momentos que quedaron en la historia del deporte y de los argentinos.

Y la gente, de forma extraoficial, tendrá la labor de continuar lo que hizo durante todo este tiempo. Correr la palabra sobre lo que fue y es El Gráfico, porque como muchos dicen, sólo muere quien se olvida.

Desde el cielo yo voy a alentarte

Emmanuel junto a su padre Hugo (Foto: Gentileza Hugo Álvarez)
Emmanuel junto a su padre Hugo (Foto: Gentileza Hugo Álvarez)

Por Joaquín Aguilar

“¡El día que me muera, Fortinero vos vas a escucharme, porque vos sos mi vida, desde el cielo yo voy a alentarte!”, cantan los hinchas de Vélez cuando La Pandilla de Liniers decide que el Estadio José Amalfitani entone “100 años de locura”. Pocos lo viven con el sentimiento de los seres queridos de Emmanuel Álvarez. El Gordo vivió por y para Vélez y lo mataron por eso. Ahora alienta desde arriba como siempre lo hizo en la tribuna.

Los 15 de marzo pasaron de ser un día más de los 365 días del año a ser una fecha especial para los Álvarez a partir de 2008. Esa tarde de sábado, el pecho de Emmanuel recibió una bala calibre 22 cuando se dirigía en colectivo a la cancha de San Lorenzo para ver a su querido Vélez. Fue asesinado por ser un simple hincha.

No solo lo mató el disparo, sino que también el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), que demoró en ir a buscarlo al Bajo Flores, la doctora Rosalva Kroug que lo revisó en el momento y realizó mala praxis, y el Hospital Piñeiro, donde sufrió un abandono de persona por parte de los médicos.

Emmanuel Álvarez fue un chico tranquilo. Compañeros de escuela, amigos de cancha, familiares, todos coinciden en esa descripción. El Gordo, como lo llamaban sus pares, solía fumar cigarrillos V8, reírse de todo y ayudar a los demás. “Fue un pendejo fantástico, un muy buen hijo, familiero y buena persona”, lo define con orgullo su padre, Hugo Álvarez. Criado en una familia creyente, el joven vivió bajo los valores de la Iglesia Nueva Apostólica, la cual cree en una segunda venida de Cristo. Los domingos dedicados a la iglesia y a la cancha. Una persona de tradiciones.

Llegó el 15 de marzo de 2008. El puntero e invicto del Torneo Clausura se enfrentaba a las 17.10 a San Lorenzo. Emmanuel terminó antes en su trabajo de repositor en un supermercado Carrefour para poder llegar a tiempo. Se pagó un taxi hasta Liniers, donde se encontró con Leo, Mariano, Pelda, Carlitos y Galgo. Emma se compró una cerveza Schneider y un fernet, que compartiría con los amigos, y se subió a uno de los 40 colectivos que partieron hacia Bajo Flores.

Bebidas van, bebidas vienen, el grupo organizaba dónde iban a ir a comer pizza a la noche mientras Álvarez alentaba con medio cuerpo atravesado por la ventana del micro. La caravana se detuvo al llegar al Nuevo Gasómetro y los primeros colectivos intercambiaron insultos con hinchas del local en Avenida Perito Moreno y Mariano Acosta. Una vez que arrancaron de nuevo, cuando el colectivo del grupo pasó por la intersección, a las 15.45 Emmanuel cayó a su asiento de manera brusca y comenzó a pedir ayuda a balbuceos. Le habían pegado un tiro. “No escuchamos el disparo, apenas vimos una manchita negra bajo la tetilla derecha y, como no respondía, lo bajamos del micro”, detalla Leonardo Medina, parte del grupo que lo acompañaba. “En el momento pensamos que era un balín, nunca se me cruzó por la cabeza que le habían disparado con un arma de fuego”, agrega Mariano Vaccaro, uno de los cuatro amigos que se bajaron con la víctima. Ya en la vereda, se les acercó un policía de civil que llamó al SAME. Mientras tanto, los micros siguieron a pesar de las cinco bajas.

Por si fuera poca la crueldad, Emmanuel viajaba en el asiento del pasillo, pero en el recorrido se lo cambió a su amigo Gastón Aguilar, quien no aprovechaba su lugar como él quería. Si no hubieran intercambiado asientos, nadie sabe lo que hubiera pasado, tal vez el Gordo seguiría con vida. Como recitó Carlos Gardel en su tango llamado Destino: “Destino que ciego, rudo, implacable, al inocente o culpable aplica el golpe fatal”. En este caso el ciego, rudo e implacable le aplicó el golpe fatal a un inocente. Demasiado rudo. De igual manera, el golpe fatal no fue la bala calibre 22 que perforó el cuerpo de Emma. De eso se encargó el SAME, que tardó alrededor de 40 minutos en llevarlo al Hospital Piñeiro, a 16 cuadras de la esquina donde Álvarez recibió el balazo. Sus siglas perdieron sentido este día.

Llegó el Sistema de Atención Médica de Emergencias y la doctora Kroug que lo atendió no solo no lo ayudó, sino que empeoró la situación. La médica diagnosticó que Emmanuel tenía un impacto de un balín de aire comprimido, por lo que se le había bajado la presión del susto. Solo uno podía acompañarlo en la ambulancia. Subió Leo. Este último escuchó que la enfermera le dijo “no exageres, no tenés nada”, al receptor de una bala en el pecho mientras iban en camino al hospital. Como la médica diagnosticó que el joven solo tenía la presión baja, no ingresaron con código rojo al hospital y tardaron en atenderlo. Mientras los doctores charlaban y tomaban mate en otra sala, Emmanuel se descomponía cada vez más.

Después de 40 minutos en los que los doctores sobraron la situación, los amigos del Gordo comenzaron a desesperarse porque vomitaba saliva mezclada con sangre. Llamaron a un doctor que lo revisó y se lo llevó a urgencias, donde intentaron salvarle la vida junto a otros tres médicos. Demasiado tarde. Ya había pasado hora y media desde el disparo. Los enfermeros convocaron a un familiar de Emma y, como solo estaban los amigos, fue Mariano.

“Te comento que tu amigo ingresó en un estado grave, tratamos de reanimarlo pero lamentablemente falleció por un paro cardiovascular. Decile a los padres”, fueron las palabras de uno de los enfermeros a Mariano, quien, entre lágrimas, se lo contó a los presentes. Emmanuel murió. El padre de la víctima llegó justo después y confiesa que se sentía el protagonista de una película de terror. Se arrodilló y se tiró al suelo a llorar de dolor. No lo podía creer.

Gastón, uno de los amigos, llamó a Gabriel Castaño, otro amigo que estaba en la cancha. “El Gordo falleció”, le dijo a Castaño, quien se encargó de divulgar la noticia en la tribuna. Mientras los jugadores entraban al campo de juego para disputar el partido, la hinchada de Vélez comenzó a hacer disturbios para que no se jugara.

Héctor Baldassi, árbitro a cargo del partido, recuerda que se le acercó Fabián Cubero, quien venía de hablar con los hinchas en el alambrado, y le dijo que no tenían ánimos para jugar. Las condiciones no estaban dadas y decidió suspender el encuentro. Castaño, después de difundir la noticia del balazo a Emmanuel, comenta que entre los barras de los equipos se comunicaron y encontraron al culpable esa misma tarde: Marcelo Javier Aliandre, uruguayo de 29 años, hincha de San Lorenzo pero que no formaba parte de la barra del Ciclón. Tan solo una hora después del asesinato habían encontrado al asesino, algo que la ley nunca pudo hacer.

“Aliandre disparó desde su terraza, arriba de una parrilla, a los micros de Vélez y una de las balas impactó en Emmanuel. Luego baja y se lo cuenta a un testigo”, asegura Hugo Carriaga, abogado de la familia Álvarez. El 5 de abril de 2010, Aliandre fue condenado a 15 años de prisión por homicidio y portación ilegítima de arma de uso civil. 20 días antes, en el segundo aniversario del asesinato, José María Aliandre, padre del asesino, se suicidó por la situación. Su hijo no solo era un asesino, sino que también estaba “perdido en la droga”, según cuenta Hugo Álvarez. Además, se hizo un juicio civil contra los enfermeros, la médica del SAME del “no exageres”, el Hospital Piñeiro y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, todos ganados en primera instancia por el abogado de los Álvarez.

La familia de Emmanuel se tranquilizó; si bien la pérdida de Emma era irreversible, al menos se había hecho justicia. Eso duró tres años y un mes. En mayo de 2012, la Cámara Federal de Casación Penal anuló la condena y dispuso la inmediata libertad de Aliandre. Además, la Cámara dio de baja los juicios anteriores. Todo por falta de pruebas contundentes. Según el padre de la víctima, hasta el propio abogado de Aliandre sabía que era culpable, pero lo liberaron igual. La familia de Emmanuel pidió no apelar a la Corte Suprema porque necesitaban hacer el duelo. Hoy se encuentra cerrada la causa. Jamás se hizo justicia. “En el juicio yo tenía al asesino a diez metros mirándome y cagándose de risa, ya tenía el disco rígido de su cerebro dañado, era consumidor de paco. No tiene ni idea del daño que hizo. Cuando matan a alguien, no solo muere él, sino que matan a un amigo, a un padre, a un abuelo”, recuerda el padre de Emmanuel.

Bandera que cuelgan sus amigos bajo el sector Emmanuel Álvarez. (Foto: gentileza Hugo Álvarez)
Bandera que cuelgan sus amigos bajo el sector Emmanuel Álvarez. (Foto: gentileza Hugo Álvarez)

A pesar de la pérdida de su hijo, Hugo Álvarez pudo seguir con su vida en una iglesia apostólica en Salta. Gracias a su fe pudo perdonar al asesino de su hijo: “Lo hice por mí, si no perdonás no podés seguir viviendo, tenés que soltar. De la justicia de Dios nadie se escapa”.

Pasaron más de 16 años y la justicia nunca llegó; sí la trascendencia. El consuelo de la familia fue que el nombre de Emmanuel pasó a la historia de Vélez. El codo de la Popular Este, donde era infaltable la presencia del Gordo, pasó a llamarse Sector Emmanuel Álvarez. “La decisión fue por unanimidad, no teníamos dudas de que era un buen gesto para él”, confirma Álvaro Balestrini, presidente del club de Liniers entre 2005 y 2008. El estadio de Vélez solo tiene tres nombres presentes: Carlos Bianchi, nombre de la platea sur; José Amalfitani, nominación del estadio; y Emmanuel Álvarez. Esa es la trascendencia de Emmanuel, al nivel de los dos máximos ídolos del club. Además, detrás de la Popular Este, se pintó un mural de su cara acompañada de la palabra “memoria”. También, en cada partido de Vélez cercano al aniversario de su fallecimiento, lo recuerdan en la remera, en la cinta de capitán, en un parche y en banderas.

Pudo haber sido cualquiera de los 2.000 velezanos que iban en los micros. Pudo haber sido Leo, Gastón, Mariano o Carlitos. Fue un golpe a la familia velezana. Por eso trascendió y chocó tanto en el hincha. No mataron a Emmanuel Álvarez, mataron a un fortinero. Por eso el hincha de Vélez siempre recordará su nombre.

Zona Norte: ¿cómo es la actualidad del fútbol en Zárate y Campana?

Por Manuel Escudero

25 de febrero de 1989. Villa Dálmine 0-Nueva Chicago 0. Una vuelta olímpica histórica: El Viola se consagra campeón de la B Metropolitana y se convierte en el primer equipo zárate-campanense en jugar en la B Nacional. Dálmine debutó en la categoría en la temporada 89/90, logró un hito para el fútbol de Zárate y Campana y el Club Atlético Defensores Unidos (CADU, como se le llama), es el único equipo en jugarla siendo la 2024 la segunda temporada en su historia. A lo largo de la historia, Dálmine, ahora en la B Metropolitana; Puerto Nuevo, en la C desde 2021 y Defensores Unidos; los tres clubes afiliados a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) de la zona, nunca fueron los más fuertes ni competitivos de sus categorías.

De todas formas, los últimos diez años fueron fundamentales en el desarrollo del fútbol en Zárate-Campana, ya que la vuelta a la B Nacional de Dálmine en 2015 marcó un antes y un después. Crecieron las tres instituciones, Puerto Nuevo ascendió a la Primera C en 2021 y CADU a la B Nacional. 2023 fue el primer y único año en que dos clubes de la zona compartieron la segunda categoría. Durante los últimos cinco años, el paradigma cambió de manera radical y comenzó a darse una redistribución de prestigios enorme iniciada por quien supo ser el principal exponente del fútbol en la zona: Villa Dálmine.

En 2021, Dálmine y Barracas Central disputaron la última fecha de la zona B del campeonato de la B Nacional que significó un partido clave en la lucha por el ascenso a la primera división del fútbol argentino. Barracas debía ganar en Campana para jugar la final por dicho ascenso y Dálmine ya no tenía chances de ingresar al reducido. La actuación de los futbolistas de Villa Dálmine, que ya no jugaba por nada, levantó sospechas y los futbolistas del Viola acabaron acusados de arreglar el encuentro. La dirigencia, con el objetivo de limpiar su imagen, rescindió el contrato de 16 de ellos. La decisión condenó al club a una crisis económica que desencadenó en el descenso a la B Metropolitana en 2023.

Dálmine se encontraba en un buen momento económico en 2021, antes del supuesto arreglo del partido contra Barracas que marcaría un antes y un después en su historia moderna. Fernando Lera, tesorero de la actual Comisión Directiva, y abogado de la anterior, explica que la economía del club quedó destruida de cara a 2022 y que todas las rescisiones afectaron de manera directa los recursos de la institución. Aquel año Dálmine tomó deudas hasta por 30 millones de pesos (equivalentes a casi 140 millones al valor actual) y, a pesar de que AFA y la Municipalidad de Campana le hayan destinado dinero al club, el monto fue bajo y solo sirvió para solventar el mantenimiento mínimo de las instalaciones. El club salió adelante con los ingresos por las cuotas de sus 2100 socios y los sponsors, fundamentales para la reconstrucción económica. Sin embargo, la realidad de Dálmine ya es otra: “Hoy el club no debe un peso. Se llamó a una Comisión Directiva Organizadora en 2023 que logró saldar todas las deudas y hacer que Villa Dálmine logre ordenar su economía”, concluye Lera.

Las inferiores de Dálmine también sufrieron los efectos colaterales de aquel Dálmine – Barracas. Al haber sido imposible para el club incorporar tantos futbolistas, muchos jóvenes subieron a Primera y quemaron etapas de crecimiento vitales. “No está en ningún historial pero tuvimos muchos coordinadores y muchos técnicos en poco tiempo. Hubo muchos chicos que no estaban capacitados para subir a Primera y perdieron un proceso de aprendizaje por culpa de la mala gestión”, recuerda el actual arquero de la Primera Francisco Salerno, surgido de las inferiores.

Por este desorden, Dálmine se vio obligado a cambiar de rumbo y comenzar una reconstrucción. Luego del descenso a la B Metropolitana en 2023, el club organizó un seleccionado con los 14 mejores jugadores de las inferiores y nueve de ellos juegan en el plantel actual. Se adoptó una metodología de trabajo innovadora que consiste en fomentar la convivencia de los jóvenes con el plantel de Primera e integrarlos tanto desde lo humano como también desde lo alimenticio y lo psicológico, con el fin de que los juveniles se sientan profesionales desde temprana edad y tomen así todas las responsabilidades que conlleva. Del plantel actual, 16 jugadores surgieron en el club.

Paralelo al descenso de Dálmine, CADU comenzó a crecer y tomó la posta como el equipo más fuerte de la Zárate-Campana tras afianzarse en la B Nacional en 2023. El hecho de ser una institución que frecuentaba la Primera C, categoría en donde jugó la mayor cantidad de temporadas en AFA (36 de 61), lo obligó a invertir en sus instalaciones. Desde su ascenso el 4 de noviembre de 2022, el club construyó una nueva tribuna de hormigón con capacidad para 3500 personas, sumado a dos ampliaciones: la tribuna que da a la calle Justa Lima de Atucha ahora alberga 2500 personas y la ubicada sobre Bernardo de Irigoyen igualará a la platea tradicional en 2200 parcialidades. De cara a 2025, proyecta construir una nueva tribuna para 8000 personas con la idea de cerrar el estadio. Además, Defensores Unidos posee un predio para sus inferiores, ubicado a 20 cuadras del Gigante de Villa Fox y cerca de la Ruta 12, que cuenta con cinco canchas de fútbol 11.

Desde su ascenso a la Primera Nacional, Defensores Unidos trabaja en formar un departamento de psicología con la idea de que abarque a todos los deportistas que se desempeñen en el club, ya sea en divisiones formativas o profesionales. Martín Viñas, psicólogo del CADU, trabaja a diario con el plantel profesional de fútbol.

Puerto Nuevo logró ascender en 2021 a la Primera C y, aún con la renovación de la categoría en 2023, la cual unificó a la C y la antigua Primera D, logró mantenerse. Fundado en 1939, tiene su predio en el barrio Don Francisco, a tres kilómetros del centro de Campana, y es el club más antiguo y tradicional de la ciudad. Es un club autogestionado, independiente de cualquier organismo en cuanto su economía y su toma de decisiones; que recuerda a quienes lo ayudaron a lo largo de su historia. El estadio Rubén Carlos Vallejos, donde es local Puerto Nuevo, recuerda en su nombre a un hincha y ex dirigente que hipotecó su casa en dos oportunidades para salvar al club de deudas y que pagó de su bolsillo desde viáticos hasta pelotas para que los jugadores puedan entrenarse y participar de los torneos.

Las instalaciones de Puerto Nuevo, en las que predominan el azul y amarillo, colores del club, cuentan con una pequeña tienda donde venden su indumentaria oficial (producida por Avatar Sport, una marca campanense) y un gimnasio usado por casi todo el barrio (siempre con descuento a los socios), sumado a una pileta y ambas canchas, la profesional y auxiliar, que además de ser utilizadas para los partidos de Primera e inferiores las usan para entrenar. Los jóvenes entrenan primero y tienen el hábito de quedarse a ver el entrenamiento de la Primera, que lo hace después.

Las inferiores de Puerto Nuevo se encuentran en un gran momento en cuanto a lo deportivo e institucional. Luego de un complicado 2023 en el que el club perdió a muchos jóvenes por malos manejos desde su coordinación, por falta de comunicación y constantes cambios en cuanto a traslados y entrenamientos; la realidad durante el 2024 es diferente. Se formó una estructura de entrenadores sólida, que acompañados por sus equipos técnicos y físicos reúnen 36 personas que trabajan de manera directa con los chicos del club. Además, se formó la primera subcomisión de padres en la historia, que se ocupa de mantener contacto directo entre las inquietudes de los jóvenes y la dirigencia.

Sin embargo, no se puede hablar de inferiores en Puerto Nuevo sin mencionar a Federico Mossier, uno de los fundadores de las divisiones juveniles del club. Llegó en 2013 con Puerto Nuevo desafiliado. Junto con Ignacio Gómez, miembro del cuerpo técnico de Gastón Dearmas (histórico entrenador que logró el ascenso a la C), fundaron la primera escuelita que consiguieron afiliar a las infantiles de AFA en 2014, junto con su vuelta a la Primera D del fútbol argentino. En 2017 Mossier comenzó a ocupar el puesto de coordinador de inferiores. “De ahí en adelante, año a año, fuimos creciendo hasta poder concluir en 2021 con el tal ansiado ascenso: 14 chicos de las inferiores que fundamos formaban parte del plantel, sumado al cuerpo técnico con Gastón a la cabeza”, recuerda Mossier. Hoy el club tiene 23 categorías entre AFA, Liga y Escuelita.

Una de las cosas que distingue a Puerto Nuevo de Dálmine y el CADU del resto de clubes de la zona es su presencia en el fútbol femenino. Fue el primer club de la zona en afiliar el femenino a la AFA y el único en jugar en la Primera División.

Diseño gráfico, distribuidora de bebidas y centros de entrenamiento: maneras de subsistir en la B Metropolitana y Primera C

Por Francisco Fiore

Enzo Fernández, Lucas Beltrán y Julián Álvarez, grandes jugadores argentinos de fútbol reconocidos a nivel mundial. Con todos ellos compartía día a día. A sus 10 años atajaba en Lima Fútbol Club, equipo de Zárate, su ciudad natal en la provincia de Buenos Aires. En 2014 inició su formación en Villa Dálmine y en 2017 escaló a una institución de la Primera División, algo que suponía una mayor responsabilidad. Jugar en River es uno de los mayores sueños de cualquier futbolista y Francisco Salerno estaba a nada de lograrlo. Pasar de ser un “arquerito” de 16 años que descolgaba pelotas en Villa Dálmine a entrenar con algunas de las máximas figuras de la selección campeona del mundo en Qatar 2022 requiere no solo de una mejora física o técnica sino también de un crecimiento psicológico y mental. “Fue una experiencia hermosa y aprendí un montón, pero siento que podría haberme llevado mucho más. La inexperiencia y el salto abrupto a otra realidad te hacen perder un poco el objetivo principal, que es llegar a Primera. Terminé el colegio ahí mismo en River y llegué a entrenar con Reserva”, recordó con algo de nostalgia Salerno.

Fue Ubaldo Fillol, uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol argentino y que trabajaba en el desarrollo de los jóvenes del equipo Millonario, quien le notificó que su sueño de ser profesional no se haría realidad en River, por lo que tuvo que volver a Dálmine a préstamo, pero esta vez para integrar el plantel de primera. Arrancó como cuarto arquero, llegó a ser suplente y cuando estaba en un buen momento, sufrió una lesión de meniscos. La frustración e impotencia fue tremenda. Supo recomponerse y la temporada 2021, con 20 años y ya asentado en El Viola, fue el “1” suplente toda la Primera Nacional. Esta situación perduró hasta el 2023 donde en los últimos partidos de dicha categoría y con un equipo ya descendido, le tocó su tan ansiado debut en Primera.

Su lesión le hizo pensar en el futuro. Salerno tenía un contrato mínimo en Dálmine que no le alcanzaba por lo cual empezó a estudiar el profesorado de Educación Física en la escuela Dante Alighieri de Campana. Se recibió en 2022 y como tenía tiempo libre fundó el Centro de Entrenamiento de Arqueros Lima (CEAL). “Nuestro puesto es completamente distinto al de un futbolista de campo y creo que la importancia de mejorar desde que uno es un nene es clave para después en un futuro ya llegar formado a un club”, dice Salerno.

El campo deportivo Las Moras es la casa del CEAL. Son 22 chicos que trabajan en grupos divididos por edades. A las 17 inician aquellos mayores de 17 años y a las 18 practican de 6 años en adelante. “Lo que más tengo son arqueros chiquitos por el fenómeno Dibu Martínez. Hoy, después de Messi, todos quieren ser el Dibu y eso hizo que la escuela tenga un crecimiento exponencial, teniendo en cuenta también que arrancamos después de haber ganado el mundial Qatar 2022”, explica Francisco Salerno. En los entrenamientos, abunda la remera verde del ídolo y siempre que hay una buena atajada se escucha: “¡Tapó el Dibu!”.

Ser arquero de Villa Dálmine y tener un centro de entretenimiento no es suficiente para Salerno, quien también da clases personalizadas a arqueros y es el entrenador de arqueros de todos los equipos del barrio privado Haras Santa María de Escobar. Fuera del ámbito laboral, a principios de 2024, inició la Licenciatura en Gestión Deportiva en la Universidad Abierta De la Empresa (UADE). “Decidí meterme en este camino ya que planeo en base al fútbol. Mi gran sueño una vez que cuelgue los guantes es poder fundar un club en Lima”, cierra Salerno.


“Si hubiese jugado en los tiempos de hoy, capaz que habría hecho más plata, bah, ¿quién sabe? Pero amo el fútbol y por eso es que día a día lo sigo eligiendo”.

 

Rodrigo Bilbao jugó 16 años profesionalmente como defensor en clubes como Vélez, Tigre, Huracán, Instituto, Tigres de México y Mineros de Guayana de Venezuela. La pelota le ayudó a recorrer y conocer diferentes lugares y, según él, fue clave para formarse como persona.

A los 28 años, cuando estaba en Sarmiento de Junín, Bilbao empezó a hacer el curso de director técnico y, a los 30, se recibió. El primer proyecto presentado fue en Talleres de Remedios de Escalada en 2011. Ese intento inicial quedó en la nada, pero no desalentó a Bilbao: “Era esperable. Mi presentación quedó dentro de un cajón. Nunca la miraron. Pero dos años después me llamó un dirigente fuerte del club, me aclaró que Talleres no venía bien y me ofrecieron agarrar”. El equipo jugaba la Primera C y llevaba seis partidos perdidos además de 700 minutos sin convertir. Ese fue el panorama para el debut de Bilbao como entrenador profesional. Dirigió un año y medio, desde 2013 hasta mediados de 2015 con un exitoso rendimiento. Lo dejó primero en la tabla de la C y llegó en ambas temporadas a la Ronda Intermedia de la Copa Argentina.

Esa fue su carta de presentación al frente de un club detrás de la línea de cal, pero no resultó ser lo primero que hizo apenas se retiró en el año 2010. En ese pasaje complejo para el futbolista en el que pasa de una rutina a de repente colgar los botines, Bilbao cumplió el sueño del joven Salerno y fundó el club Sportivo Escobar junto a Leonel Martens, ex compañero suyo en Sarmiento de Junín. Dicha institución ubicada en el municipio de Escobar funciona como escuelita para chicos y tiene fútbol femenino. A la noche, con un ayudante y un preparador físico, Bilbao se encargaba de entrenar a los más grandes. Permaneció ligado a Sportivo Escobar tres años hasta el 2015, período en el que inició su segunda experiencia como entrenador en Mitre de Santiago del Estero en el Federal A. “Me tuve que mudar a Santiago y no me quedó otra que dejar el club”, comentó Bilbao.

A partir de Mitre, Bilbao se asentó durante un tiempo prolongado en el ascenso argentino y se dedicó de manera exclusiva a la dirección técnica. Pasó por Midland, Deportivo Merlo y Deportivo Español. Tras esta seguidilla en el fútbol profesional, Bilbao tuvo un bache de casi dos años sin dirigir entre el 2020 y 2022, tiempo que coincidió con algunos meses de pandemia por Covid-19. Se le abrieron puertas a nuevos destinos, alejados de la redonda. Un amigo lo ayudó e hicieron un negocio, “Distribuidora ROBI”, una distribuidora de bebidas situada en Berazategui donde trabaja todos los días a partir de las 13.30 hasta las 20. Además de vender Coca-Cola y bebidas alcohólicas, con el correr del tiempo sumó yerba, papel higiénico e incluso comestibles.

En 2023 le surgió la propuesta de entrenar a Lamadrid, equipo que sigue dirigiendo hasta el momento y donde en el año 2024 se proclamó campeón de la Primera C. “Esto es lo que me gusta a mí, yo respiro fútbol y que encima se den los resultados, creo que no hay nada mejor. No me importa la plata, esto es por pasión”, sentenció Bilbao.

“Arranqué de grande a jugar. Mi viejo nunca me llevó a probar a ningún lado”. Había terminado el colegio en 2005 y un amigo lo había llamado para que haga pruebas en Ferrocarril Urquiza, con posibilidad concreta de fichar por el club. Esto era Primera D. Como siempre le gustó el fútbol y le hacía ilusión poder dedicarse a eso, no dudó y se presentó en dicha institución. Al mismo tiempo, con 18 años, estudiaba Medicina, justamente en la Facultad de Medicina y trabajaba en una librería. Así inició el camino de Ezequiel “Eche” Vidal. Una carrera futbolística de más de 15 años en la que se convirtió en el máximo goleador y el jugador con más presencias en la historia del hoy Club Deportivo UAI Urquiza.

Ya con 19 años Eche iba a la mañana a entrenar, salía e iba derecho a la librería, ubicada en Ecuador y Corrientes, y a la noche cursaba en la facultad. Fue un ciclo que repitió durante seis meses hasta que decidió cambiarse de carrera y pasar a estudiar Diseño Industrial. Después de un buen segundo año en Urquiza, en 2008, pasó a préstamo al Club Atlético Lugano, también de la Primera D. Allí percibió el primer sueldo de toda su trayectoria. “En Ferrocarril Urquiza no cobraba nada. Me daban unos viáticos que me resultaban insignificantes”, dice Vidal. En Lugano si bien no había contrato porque no era profesional, ya tenía un sueldo que sumado al de su otro empleo, le permitían sustentarse.

La identificación con la UAI es clave en el desarrollo de Vidal. Arribó al club en 2009, momento que coincide con la fusión entre el Club Deportivo UAI y Ferrocarril Urquiza. El propio jugador define esta etapa de su trayectoria como su profesionalización como futbolista: “Yo cuento mi carrera desde que llegué a la UAI”. En el año 2013 con la UAI recién ascendida y jugando en la B Metropolitana, Eche decidió “pasarse”, justamente, a la Universidad Abierta Interamericana a estudiar Diseño Gráfico. Después de dos temporadas consecutivas en B Metro junto al club de sus amores, pasó a jugar en Talleres de Remedio de Escalada, en 2016. Fue en su estadía en El Tallarín donde realizó sus primeros trabajos de diseño debido a una mala experiencia en la que le debían tres meses de salario y se las rebuscó para poder vivir. Tras un paso por Acassuso, volvió a la UAI y allí lo becaron en el curso de entrenador de fútbol. A la par de ello, realizó también el curso de dirección deportiva.

Eche se retiró en 2023 ascendiendo a la B Metropolitana con Laferrere en lo que significó el verdadero cambio de su vida. Aunque su economía se vio afectada por dejar de jugar, siempre dijo que se consideraba un afortunado de poder perseguir sus pasiones. Hoy su mayor fuente de ingreso es gracias al diseño gráfico, pero aún continúa ligado de lleno al deporte. Con el nacimiento de su hija Olivia, su panorama cambió de forma rotunda y por eso Vidal también trabaja como director técnico de la categoría principal del equipo de intercountry de Haras Santa María, barrio privado donde comparte empleo con Salerno. “En Haras estoy feliz, es un lugar de desconexión total para mí”, confesó el ídolo de la UAI. Las edades de sus dirigidos son muy similares a las de un plantel profesional: los más jóvenes de 17 o 18 años, así como también compañeros de hasta casi 40. Los entrenamientos son los martes y jueves por la noche de 20 a 21:30.

El 17 de julio de 2024 después de haber afrontado su primera experiencia al mando de un equipo (Haras Santa María) donde además logró el ascenso de categoría, le surgió la posibilidad de volver a su casa y firmó contrato en su UAI querida como director técnico de la Primera del Femenino. Por el momento el conjunto de Las Guerreras lleva disputados 13 encuentros y con 24 puntos se ubica en la 4ta posición del torneo Clausura por detrás de San Lorenzo, Racing y Gimnasia LP.

Franco y Colapinto, la dualidad del personaje en la mirada de sus docentes

Por Francisco Gentile

Franco es un alumno del Colegio Del Pilar, sus mañanas y tardes los pasa en la escuela, en los recreos aprovecha el verde césped, escucha los gritos de los chicos que juegan como él y huele la naturaleza que desprende el predio donde se encuentra, cuando está en clase, a veces se distrae dibujando autos en su carpeta, pues ese es su sueño, diseñar autos, lo hace desde el banco con chicles pegados debajo y escrituras con tinta azul arriba. Espera ansioso que toque el timbre para ir a Luján a practicar en su karting, viaja allí todas las semanas, como si se tratase de una peregrinación constante.

Colapinto es un piloto de Fórmula 1, nunca pasa sus mañanas y tardes en el mismo lugar, cuando se baja de su monoplaza Williams escucha los gritos de los chicos y grandes que van a verlo y huele el caucho quemado que todos los vehículos dejaron en aquella curva donde se encuentra, ya es piloto profesional y piensa en si usar o no gomas duras para la próxima carrera. Cuando termine el fin de semana, viajará a disputar su siguiente competencia, nunca repite destino, pasa por Singapur, Las Vegas y Monza, como si se tratase de un trotamundos.

El es el deportista del momento, no solo por su talento, su carisma lo hace conectar fácilmente con la gente. Delante de la cámara es extrovertido, gracioso e incluso un poco donjuán, mantiene la sencillez de un pibe normal y constantemente demuestra su patriotismo y su sentido de pertenencia, reavivando el fuego de una pasión que parecía apagada en Argentina. 

Pero quienes conocieron a Franco, la semilla de Colapinto, hablan de que era una personalidad distinta y casi opuesta la que entraba a la escuela por debajo de la arcada de ladrillos recubierta por una enredadera, caminaba los pasillos y jugaba en el pasto.

La Profe Florencia, su docente de literatura en cuarto año, cuenta que se le dificultaba establecer relaciones con sus compañeros y que incluso se lo veía aislado, debido a que pasaba gran parte del año entrenando en Italia, allí, se angustió por la pérdida de sponsors y no sabía si volvería a correr.

-El hizo mucho sacrificio, se perdió la secundaria y esa edad es muy del estar, de verse y compartir en el aula.

Sin embargo, la preevolución de la superestrella ya deambulaba por la institución antes de su emigración al extranjero. La Seño Majo fue quien le enseñó inglés durante sus últimos años en primaria, hoy con su pelo blanco en canas, cuenta cómo era su desempeño en la materia:

-No era el más brillante ni era el que más le copaba, sí era buen alumno y era sumamente responsable. Tenía las carpetas prolijas y se preocupaba por hacer y por estar al día.

Dos años atrás, fue su alter ego quien visitó el colegio, ubicado a un costado de la Ruta Provincial N°34, esta vez, reconociendo la importancia del idioma para la apertura de puertas en el futuro. A pesar de que en público se muestre más distante con la lengua anglosajona, rechazando la firma de banderas británicas y haciendo sus conferencias y videos promocionales en castellano.

-Franco, contales que ahora te sirve el inglés. Y ahí les dijo: ´estudien inglés, si no fuera por eso no se me hubieran abierto un montón de puertas´.

En el presente, con la Colapintomanía más que instalada, el Colegio del Pilar no es ajeno a esta fiebre, cuenta Majo que son muchos los estudiantes que se arrepienten de no haberse llevado una foto de recuerdo, o un autógrafo en sus chombas blancas, y reconoce que junto a otras ex profesoras comparten un grupo de Whatsapp y están sumadas a la tendencia desde que Colapinto corría en Fórmula 3: 

 

-Siempre supimos que algún día llegaría y comentábamos acerca de lo bien que le iba, lo seguimos a full, pero desde el lado del cariño y  del apoyo, más allá del rendimiento. 

Con ese mismo afecto y viendo la mirada de Franco reflejada en los ojos  se preocupa por los efectos adversos que esto puede traer:

-Me da miedo tanta exposición de golpe, porque nosotros los argentinos somos muy extremistas en todo, hoy lo amamos y mañana perdió una carrera y lo odiamos. Se le está exigiendo demasiado y recién está dando los primeros pasos. Veo que hay una movida política, de sponsors, que se aprovechan de la Francomanía no quiero que se junte con gente que no se tiene que juntar, pero sé que los padres lo van a resguardar junto a los psicólogos y coaches que lo acompañan desde siempre.