Facundo Conte fue campeón en Brasil, Polonia y China. Pero para él, ninguno de esos logros tiene el valor que tuvo el reciente título de la Liga Argentina de Vóley obtenido el pasado viernes 21 de abril con Ciudad, el club en el que dio sus primeros pasos en este deporte.
El tercer puesto en Tokyo 2020 junto a la selección fue también un punto de reflexión para que el punta receptor decidiera volver, después 15 años, a la liga que lo vio debutar como profesional.
“Volví a la Argentina porque tras ganar la medalla olímpica e ir a jugar a Polonia, me vi con una remera verde y me sentí muy impersonal. Me sentía raro, no era mi camiseta”, declaró Conte en una entrevista que dio para estudiantes de Deportea.
Facundo Conte, Gastón Fernández y Hugo Conte, en un encuentro con estudiantes de Deportea.
En esa línea, dijo que haber jugado en todo el país y ser aplaudido en cada estadio fue emocionante. “Gente que venía de Misiones a vernos a Paraná; eso me reavivó mucho la llama de sentirme bien y querer seguir vistiendo un poco más la camiseta”, añadió el oriundo de Vicente López.
El regreso oficial del Heredero fue el 22 de octubre por la Supercopa 2022, torneo en el que Ciudad obtuvo el segundo lugar tras perder la final frente a UPCN.
Pero la revancha no se hizo esperar, y dos meses después del debut del 7, Muni venció a los del norte en la final de la Copa ACLAV. El Capitán que había vuelto para ser campeón, logró su cometido.
Pero los dirigidos por Hernán Ferraro querían más. En abril de este año, los bonaerenses, en busca del primer título de liga en su historia y los sanjuaninos, por el décimo campeonato en sus vitrinas, se volvían a ver las caras por tercera año consecutivo en la serie final de la Liga Argentina.
Finalmente, la eliminatoria fue 3 a 0 para Muni, y el sueño de Facundo Conte, elegido como el mejor punta y MVP de las finales, de ser campeón con el club que lo vio crecer se hizo realidad.
En el último tiempo y con la importancia de la educación como valor principal, Conte visita varias escuelas transmitiendo ese mensaje. “Haber terminado de estudiar me ha ayudado en el proceso de aprendizaje que no refiere sólo a lo deportivo; la educación es muy importante en la construcción personal”, reflexionó el jugador.
Hoy, disfruta más que nunca de su país y de su gente. Entiende el rol importante que cumple en esta etapa de su vida y el ejemplo que es para muchos jóvenes en pleno crecimiento que se apasionan por el deporte.
No todos llegan a Primera y los jugadores de fútbol tienen una preparación física y mental para estar al más alto nivel. Desde chicos ocupan gran parte de su tiempo en el intento de ser futbolistas profesionales y, en algunos casos, la escuela entra en el grupo de actividades que dejan de lado por jugar a la pelota.
En febrero de este año, la AFA y el Ministerio de Educación firmaron un acuerdo para que las y los jugadores juveniles completen sus estudios obligatorios, entre ellos la secundaria, sin que los entrenamientos y partidos interfieran en su carrera educativa. “Este convenio nos compromete a seguir construyendo un futuro con educación para todos los chicos y chicas que juegan en nuestros clubes”, expresó el presidente de la AFA, Claudio Tapia, en su cuenta de Twitter.
Sebastián Safier, profesor de geografía, integra el proyecto del Departamento de Educación de All Boys que tiene el objetivo de ayudar a los deportistas del club a terminar el secundario: “Estamos tratando de que aquellos jugadores que no lo han terminado puedan hacerlo. Me ofrecí para colaborar desde mi ciencia, la geografía, que también se relaciona con otras materias como historia o antropología”.
Este proyecto educativo es bajado del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y se trata de trabajos prácticos que les mandan a los estudiantes. La tarea de los docentes que integran el departamento es asesorar a los chicos cuando necesiten ayuda. “Sacamos algún tiempito de los entrenamientos”, cuenta a El Equipo Safier, aunque por temas de tiempo la temática es, en su mayoría, de manera virtual: “Tratamos de que los entrenadores, sobre todo de divisiones inferiores, le den ese espacio a los jugadores para que terminen sus estudios”.
“Apenas debuté en Primera largué el colegio. En ese momento pensé en solo dedicarme al fútbol. Ahora que tengo 24 años quiero retomarlo y terminarlo. Es importante ser un ejemplo para mí hijo”, declaró Cuti Romero.
Sin embargo, All Boys, según Safier, está priorizando la educación: “Los recursos son limitados, estamos tratando de enfocarnos en eso y recibimos donaciones del club como computadoras”. El departamento, que se creó hace dos años, le dio prioridad al fútbol desde un principio, pero buscan expandir este programa educativo a los demás deportes que se practican en el club como el básquet, futsal y handball. Además, se está haciendo un colegio maternal en All Boys y, aunque se trata del nivel más bajo, es una base para pensar en una futura escuela como la de Vélez o River.
Para Safier, una base educativa ayuda a “tomar decisiones tanto en el campo de juego como en la vida”, y terminar el secundario es muy importante. Lautaro Taboada, juvenil de 19 años de All Boys, que debutó en Copa Argentina y en la Primera Nacional -con gol incluido frente a Defensores de Belgrano- e integra la Selección Sub-20 del ascenso, está realizando el curso para obtener el título secundario. Otro caso es el de Maximiliano Salas, jugador de Palestino que actualmente compite en la Copa Sudamericana, que culminó sus estudios secundarios con la ayuda de Safier antes de que se arme el departamento, ya que vivía en la pensión del club. La intención de que los jugadores tengan los estudios completos venía desde antes.
La psicología juega un papel importante en el deporte y la educación es una base crucial para favorecer este aspecto. “Yo creo que la educación y el fútbol están muy relacionados a la construcción de una contención psicológica porque muchas veces los pibes pueden sentirse frustrados– dice Safier-. Hay una confusión, desde la ignorancia, de que el mundo del fútbol es nada más jugar, correr y entrenar un rato, pero hay una presión muy grande”.
Casos conocidos como el de Maradona, que salió de Villa Fiorito y cumplió sus sueños de jugar un Mundial y modificar las condiciones de vida de su familia, pueden convertirse en una presión para los jugadores que se están iniciando y que, en muchos casos, tienen que “salvar” a su familia. “All Boys tiene mucha relación con el vínculo social y con tratar de hacer acciones por el barrio”, expresa Safier en relación a la parte extrafutbolística del club que también cuenta con un departamento psicológico para el fútbol masculino: “Sería bueno que también haya uno en el fútbol femenino que, de verdad, está creciendo mucho” (el año pasado peleó el ascenso a la Primera).
“Hay una idea de que tal vez hoy terminar el secundario está mal visto, pero yo considero que es bastante importante”, cierra Safier. Varios jugadores profesionales no llegaron a terminar el secundario por un gran auge en su situación deportiva, como Gianluca Prestianni y Cristian “Cuti” Romero. Sin embargo, ambos jugadores admitieron el deseo de terminar el secundario. “Apenas debuté en Primera largué el colegio. En ese momento pensé en solo dedicarme al fútbol. Ahora que tengo 24 años quiero retomarlo y terminarlo. Es importante ser un ejemplo para mí hijo”, declaró Cuti Romero en ESPN aunque el campeón del mundo no solo será un ejemplo para su hijo, sino también para ese montón de chicos o chicas que están haciendo sus primeras armas en el deporte y a aquellos jugadores y jugadoras profesionales que no pudieron terminar el secundario por cuestiones similares a la del cordobés.
La FIFA había resuelto cambiar el nombre del Estadio Malvinas Argentinas por Estadio Mendoza debido a que contiene un “mensaje político”, no obstante, en la jornada del domingo, se pudo observar los símbolos de la bandera argentina y de las Islas Malvinas tapados con carteles del propio torneo, lo que causó un fuerte rechazo en el público argentino y en los ex combatientes de Malvinas.
A finales de abril, Argentina fue oficializada como sede de este Mundial juvenil luego de que la FIFA le quitará la organización a Indonesia por conflictos políticos con Israel. El país asiático no permitió que la federación israelí ingresara a su territorio, decisión fundamental para que el torneo modifique su sede.
En el primer momento en el que se presentó al Malvinas Argentinas de Mendoza como uno de los estadios, comenzó el rumor de un posible cambio de nombre. Matías Lammens, ministro de Turismo y Deporte de la Nación, desmintió a través de sus redes sociales la modificación.
“Participé de las reuniones con los delegados de FIFA, con el presidente de la AFA @tapiachiqui, y en ningún momento se mencionó la posibilidad de cambiarle el nombre al Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. Y si eso hubiera pasado no lo hubiéramos aceptado bajo ningún concepto”, aclaró Lammens en su Twitter personal. Al mismo tiempo, Rodolfo Suárez, gobernador de la provincia, declaró: “No hay nada, no sabemos de dónde salió esa versión, es un bolazo”.
Sin embargo, en la primera jornada en los partidos entre Nigeria-República Dominicana e Italia-Brasil, la fisonomía del estadio se vio adulterada. La Bandera Argentina y las Islas Malvinas fueron tapadas con el logo de la competición y el hashtag para redes sociales “#U20”.
“Al final no era un ‘bolazo’, como dijo el gobernador Rodolfo Suárez, lo del Estadio Malvinas Argentinas durante el Mundial Juvenil Sub 20. Y no solo taparon a nuestras islas, también lo hicieron con la bandera argentina”, había manifestado Guillermo Carmona, Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería Argentina.
La Federación de Veteranos de Guerra de la Provincia de Buenos Aires emitió un comunicado en el que repudió esta decisión. Denuncian que este cambio representa “una falta de respeto a los héroes que lucharon por la soberanía en la Guerra de Malvinas”. Asimismo, consideran que el nombre del estadio “tiene un significado y homenajea a aquellos que dieron su vida por la patria”.
Marcelo Rosasco, ex combatiente de Malvinas y docente de Tea&Deportea, mostró su descontento y rechazo sobre las modificaciones ante un hecho que describió como sensible para todos e incuestionable: “Cuando digo sensible nos toca a todos y todas e incuestionable me parece que no admite discusión. Ceder ante eso me parece que es una falta gravísima de defensa de la autoridad, la autonomía, la soberanía y obviamente la memoria histórica”.
La guerra de Malvinas es un recuerdo permanente en el fútbol nacional. Tanto es así que las canciones más características de los últimos tiempos mencionan el hecho. “Como en Malvinas: preparado pa’ la guerra”, cantan, la T y La M en “Pa’ la Selección”, mientras que La Mosca entona “De los pibes de Malvinas que jamás olvidaré” en la canción “Muchachos”, creada por Fernando Romero.
🇦🇷 Así sacaron el cartel que tapaba a las Islas Malvinas en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, donde se esta jugando el Mundial Sub-20.
— Fútbol y Política (@FutboliPolitica) May 24, 2023
“Las cosas en su lugar. El gobierno de Mendoza bajó las imágenes que tapaban a la silueta de las Malvinas de acuerdo a lo que solicitamos desde Cancillería Argentina. Este error “involuntario” (?) nunca debería haber ocurrido. #LasMalvinasSonArgentinas”, publicó Carmona, en su cuenta de Twitter, mientras que el gobernador de Mendoza declaró: “Ya retiraron la cartelería que hacía mención al campeonato y tapaba el mapa de las Islas Malvinas. El error involuntario de FIFA fue subsanado”.
En el fútbol argentino la guerra es recordada en todo momento, en las banderas realizadas por lo hinchas, en los actos conmemorativos hacia ex combatientes cada 2 de abril, las remeras de los clubes con la imagen de las Malvinas y hasta equipos de fútbol amateur la incorporan en sus camisetas o shorts. El dolor por lo sucedido trascendió a todas las generaciones. Es por ello que lo ocurrido en Mendoza no es solo un cambio de nombre o tapar un símbolo nacional, sino que toca la fibra emocional de toda una sociedad conmovida por lo ocurrido en la guerra.
Por Leandro Manganelli, Santiago Gutiérrez, Iñaki Porto, Bautista Brañas y Bautista Manterola
El fútbol no tiene fronteras y las peñas son un ejemplo de cómo la pasión por un club puede ser compartida por fanáticos que viven a miles de kilómetros. Ese es el caso de la Peña Madridista Argentina, la única del Real Madrid en el país.
Se formó en 2010 como una simple juntada de ocho hinchas, que se difundió de boca en boca y después por Facebook. Hoy superan, en la mayoría de las veces reuniones, las 40 personas y, a pesar de estar a más diez mil kilómetros del Santiago Bernabéu, su pasión se asemeja a la de los hinchas madridistas.
El bar La Puerta Roja, en el barrio de San Telmo, es el lugar fijo que tiene la Peña Madridista Argentina para disfrutar de su mayor pasión, el Real Madrid. Los hinchas se desenvuelven en el lugar como si estuvieran en la tribuna: gritos, golpes, cánticos y aplausos. “Ha sido el bar que más cálidamente nos ha recibido. No muchos bares se bancarían que estuviesen golpeando las mesas o que se grite tanto”, dice Renato López, actual presidente de la Peña Madridista Argentina, de sangre salvadoreña y española. “En sus comienzos la peña fue nómade e íbamos de bar en bar solo para ver al Real”, agrega.
A finales de 2021 la peña llegó al bar La Puerta Roja y lo adoptó como su sede, en parte por la buena respuesta de los responsables del lugar y también “por cábala”. Desde que empezaron a ver la Champions League en el bar no habían perdido ninguna serie hasta las semifinales con el Manchester City en la edición 2023. El bar no sólo recibe a la Peña Madridista Argentina, sino también a las peñas del Tottenham, Bayern Munich y Juventus. “Nos gusta y nos conviene que vengan”, dicen los responsables del bar.
El hecho de tener un lugar fijo ayuda a la peña para que turistas madridistas o de otra parte del mundo puedan integrarse al grupo, favorecer su fama a nivel internacional y, a la vez, cumplir con uno de los requisitos para convertirse en una peña oficial del Real Madrid, como tener una sede social, el actual objetivo de la Peña Madridista Argentina. Lo que le falta para ser oficial es que 25 de sus integrantes contengan el “carné madridista”, como indica la página del Real Madrid, que en términos argentinos serían 25 socios.“Queremos que se oficialice porque le daría a la peña muchos beneficios en cuanto a juntadas, patrocinios, eventos, carnets y productos”, dice a El Equipo Renato López.
Si bien la peña es argentina, entre la gente que asiste a ver los partidos hay suizos, italianos, venezolanos, daneses, colombianos y españoles, entre otros. El 28 de mayo de 2022, más de 350 personas se reunieron en el bar Pier (que es más grande que La Puerta Roja), también en San Telmo, para vivir la final de la Champions League contra Liverpool. El bar no tenía capacidad para tantas personas, pero hinchas de Bahía Blanca, Rosario y otras ciudades del interior del país se sumaron a la fiesta madridista.
A pesar de la rivalidad, el actual presidente elogia a la peña del Barcelona en Argentina (Penya Barcelonista Nicolau Casaus) por tener el carácter de oficial y transmitir un programa de radio propio. Pero la peña blaugrana tuvo una gran ventaja, que fue la presencia estelar de Lionel Messi en su equipo. Respecto a eso, Renato López dice: “Desde la peña hemos querido que vengan más argentinos para atraer más gente, para volver a conectar con el público. Si bien el Madrid tiene muchos de los mejores jugadores, hoy no tiene argentinos, que son los campeones del mundo”. En concreto, el Real Madrid solo tiene a Nico Paz, el juvenil que aún no debutó en Primera, nacido en Tenerife, pero que ya jugó en la Sub 20 de Argentina.
Cristiano Ronaldo y Messi marcaron 311 y 474 goles en la Liga española. El apoyo a Messi por parte de los argentinos se trasladó al Barcelona y aparecieron peñas blaugranas, pero el peso de Ronaldo y el lugar que se ganó como futbolista también irrumpió en Argentina. Ya no solo eran camisetas azules y rojas con el 10 de Messi en la espalda las que frecuentaban en las escuelitas de fútbol, sino también las casacas blancas con el 7 del portugués también se hacían notar.
“La competitividad que existía entre Cristiano y Messi era una cosa que atraía más gente; antes en las juntadas no podías ni caminar -recuerda Renato López-. Y el primer partido que recuerdo es el de Zidane metiendo la volea, fue mi primer recuerdo feliz”. La volea de Zidane en la final de la Champions League 2002 dio fe de que su fanatismo había nacido “desde la cuna”, con su familia materna hincha del Real Madrid.
¿Por qué un montón de personas que viven tan lejos de Madrid están fanatizadas? A veces son momentos de la vida que dejan marcas y generan amoríos, como el de Juan “Pipa” Gutiérrez, ex jugador de básquet argentino que jugó seis años en el CB Granada de España. “Soy hincha del Madrid, lo que me cambia el humor es el Real Madrid”, dice el Pipa Gutiérrez, bronce olímpico en Beijing 2008, y agrega que en básquet no es del Real Madrid: “Me tocó enfrentarlo muchas veces. Sigo el fútbol y soy hincha del club”.
Por Juan Bautista Laxagueborde, Matías Morales y Nicolás Tula
El argentino Hernán Crespo, el paraguayo Gustavo Gómez y el colombiano Mario Yepes son algunos de los latinoamericanos que pasaron por el Milan en el siglo XXI, pero hoy, luego de haber llegado a una semifinal de Champions tras 15 años, hay un solo latino: Devis Vásquez, joven arquero colombiano.
Vásquez, que nació en Barranquilla hace 25 años, es prácticamente un desconocido en su país. Más allá de sus pasos en las inferiores de Cortuluá, Patriotas, La Equidad y Llaneros, su debut en Primera se dio en 2021, cuando jugaba en Guaraní, uno de los equipos más importantes de la liga paraguaya.
Antes de que Devis Vásquez arribara a Paraguay en 2020, Óscar Córdoba, arquero colombiano multicampeón con Boca, lo recomendó ante Juan Román Riquelme, vicepresidente del club, para que sea el futuro guardián del arco xeneize. La recomendación no fue tomada, y tiempo después, Córdoba dijo: “Román fue claro conmigo, me dijo que el cupo de extranjeros estaba completo y que apostarle el arco de Boca a un chico es muy difícil”.
El colombiano llegó a Guaraní como una joven promesa, cuando solo tenía 21 años. Al principio de su estadía en Paraguay, la suerte para Vásquez parecía ser la misma que en su país natal, ya que jugaba en los equipos juveniles pero no lograba hacerse un lugar en el primer equipo.
Daniel “Keko” Villalva, delantero argentino y ex compañero de Vásquez en Guaraní, cuenta a El Equipo: “A él le costaba no jugar y estar lejos de su familia. Más allá de que era muy joven, sentía que estaba preparado. Además, no tuvo suerte en sus primeros partidos, ya que cometió errores y la gente se le vino encima”.
Vásquez no tuvo un inicio muy feliz en Primera, ya que tras una lesión de Gaspar Servio, quien era el arquero titular en Guaraní, tuvo la oportunidad de jugar tres partidos en una semana: Olimpia y Sol de América por la liga paraguaya y Royal Pari por la Copa Libertadores 2021. Entre los tres partidos, el colombiano recibió cinco goles y lo consideraron responsable en tres de ellos.
Para la consolidación de Vásquez, fue clave la llegada del entrenador español Fernando Jubero, que tenía muchísima confianza en él. “La salida de Servio, y más que nada, la llegada de Jubero, que le quería dar minutos, le sirvieron mucho a Devis, ya que si no jugaba en 2022, seguramente iba a salir cedido”, cuenta Keko Villalva, que jugó en Guaraní hasta 2022, hoy en Ferro.
La temporada 2022 fue muy importante para Vásquez. Más allá de rendimientos irregulares, fue su consolidación. Acumuló 27 partidos, con 38 goles en contra y cuatro vallas invictas. Una de esas vallas en cero fue en uno de los partidos más importantes de la carrera del arquero: la victoria por 1 a 0 ante América Mineiro por Copa Libertadores en Brasil, donde registró seis atajadas y fue nombrado el jugador del partido por la CONMEBOL.
Luego de afianzarse en el arco de Guaraní, un desafío gigante lo esperaba a Vásquez, ya que en enero de 2023 fue fichado por el Milan por 400 mil euros. Era una gran muestra de confianza para el arquero, ya que luego de ser titular tan solo un año en el fútbol paraguayo, fue fichado por uno de los clubes más importantes del mundo con contrato por tres años y medio.
Joan Drets, el entrenador de arqueros de Jubero, lo describió a Vásquez como un arquero muy serio y trabajador, y destacó su agilidad, el juego aéreo, la ubicación y el juego con los pies como las mayores virtudes del colombiano. En su presentación en el Milan, Vásquez dijo: “Esto es un sueño hecho realidad, hace unos años no me imaginaba estar en uno de los clubes más grandes del mundo, estoy muy agradecido de que el Milan confíe en mí”. Antes de eso, el arquero había desechado ofertas para atajar en Udinese y en Salernitana, equipos donde iba a tener más lugar, pero en varias ocasiones dejó en claro que su objetivo es ser el titular del rossonero.
Vásquez es el sexto colombiano en jugar en el Milan, luego de Yepes, Pablo Armero, Carlos Bacca, Cristian Zapata y Jherson Vergara. Además, el ex Guaraní buscará seguir los pasos de otro arquero sudamericano, el brasileño Dida, que logró, entre otros títulos, la Champions League en 2003 y 2007 y el Mundial de Clubes en 2007.
Además de su llegada a Italia, algo que muestra el crecimiento de Vásquez es su convocatoria a la Selección de Colombia en marzo de 2023, cuando fue suplente en los amistosos ante Corea del Sur y Japón. Vásquez es el cuarto arquero del primer equipo y juega en el equipo de Reserva del Milan, donde debutó el 12 de mayo, día de su cumpleaños, en el clásico ante el Inter, que terminó 2-2. En Italia se habla de que la temporada que viene el colombiano saldría cedido para sumar minutos y confianza, para luego volver e intentar quedarse con el arco del Milan.
Agustina Currat tiene 19 años, juega en la U21 y en primera del club Banco Provincia. Además es entrenadora en el mismo club de la U13 B y U15 B masculino y asistente de la U13 A y U15 A con su padre Ernesto Goffy Currat, exjugador de la Liga Nacional y de la Liga Argentina, como técnico.
– ¿Tu papá influyó en que jugaras al básquet o fue por decisión propia?
-Fue más por decisión propia. Yo nunca había prestado atención cuando mi papá jugaba, era muy chica y no lo tuve en cuenta. Hace cinco años, una amiga me había dicho que vaya a probar a su club porque era muy alta y necesitaban chicas de mi altura. Desde el minuto uno que toqué la pelota, me enamoré del deporte. En ese sentido, mi papá nunca me insistió, me dejó ser libre.
– ¿Alguna vez sentiste tener “una mochila en la espalda” ya que tu papá también jugó al básquet?
-No sé si una mochila en la espalda, pero si sentí que tenía que jugar bien. No quería que la gente me viera y dijera que yo jugaba mal y que mi papá la rompía. No sentía mucha presión pero un poco sí.
– ¿Qué hubiera pasado si tu papá no era jugador de básquet y vos si? ¿Te hubiera gustado jugar sin esa “presión”?
-Yo creo que uno la presión en el deporte la siente igual porque constantemente están mirando lo que haces y lo que no. Tal vez jugaría con un poco menos pero nada más por no ser la “hija de”. También está bueno tener ese poquito de presión porque eso hace que te esfuerces más, quizá ya sos un buen jugador pero eso te obliga a mejorar. De igual manera soy muy feliz de que mi papá sea basquetbolista porque me pudo enseñar todo lo que sé hoy.
– ¿Te culparon de tener prioridad? ¿Qué les dirías a las personas que creen eso a pesar de todo lo que venís logrando?
-No me decían que yo jugaba en primera porque mi papá era el entrenador, pero sí se notaba que lo pensaban en los tratos. No me trataban bien, nunca me pasaban la pelota. Era sin palabras, pero me lo hacían entender. Primero, las personas que creen eso me tienen que ver jugar y tienen que conocerme mejor porque yo llegué a donde estoy por entrenar duro. Dejo todo de mí todos los días, voy al gimnasio, entreno tres horas por día y más. Entonces les diría que no digan boludeces, que no digan cosas que no son verdaderas porque uno llega a dónde llega por el esfuerzo, no por otra cosa.
– ¿Cómo llevas la relación cuando trabajas con él o te entrena?
Cuando estoy con mi papá dentro de la cancha es increíble. Nos entendemos muchísimo. Somos dos personas que piensan muy igual así que nos llevamos muy bien.
– ¿El deporte los unió más de lo que ya estaban?
-El deporte nos unió muchísimo, hizo que nuestra relación mejore un montón. Tener algo en común con él, poder hablar de eso y entendernos, es buenísimo.
– ¿Es normal que las conversaciones sobre básquet no queden en la cancha y terminen siendo algo del día a día?
-Hablamos sobre básquet todo el día. Al estar día a día con una pelota en la mano, es imposible no hablar del tema. Cuando nos juntamos con otras personas también hablamos constantemente sobre el básquet, sobre nuestros jugadores, sobre cómo jugamos nosotros. Yo creo que ocurre porque es algo que nos apasiona y queremos compartirlo con los demás también.
– ¿Sacrificaste algo para poder hacer lo que amas? ¿Te arrepentís?
-En el deporte, cuando uno quiere comprometerse al 100 por ciento siempre tiene que sacrificar cosas. Pero para mí es parte del proceso dejar algunas cosas atrás para ir a buscar lo que uno quiere de verdad. El básquet me salvó la vida, cada vez que agarro una pelota mis problemas se van. Por eso nunca me arrepentí de nada y estoy segura de que está bien lo que hice.
– En ese caso, ¿Tu familia siempre te apoyó o alguna vez no quisieron que lo hicieras para protegerte ya que sabían de lo que se trata dedicarse plenamente al deporte?
-Sinceramente, mi familia me apoyó siempre. Los dos están para mí en todo momento, me ayudan a ir de acá para allá, están día a día alentándome para que no me detenga. Ellos son mi razón para salir adelante, me estoy esforzando mucho para poder llegar lejos y poder mostrarles que todo ese apoyo que recibí de su parte, dio frutos. Estoy muy agradecida y feliz de que estén cerca de mí.
– ¿Cuál es tu mayor meta como jugadora y entrenadora?
-Mi mayor meta como jugadora es llegar lo más lejos posible. Mi idea es jugar en la Liga Nacional y en la Federal. Mis sueños serían jugar en la selección argentina y en otro país, sería lo mejor que me podría pasar. Como entrenadora mi meta es que los chicos aprendan mucho y poder formarlos para la vida también. Nosotros no solo les enseñamos a jugar al básquet, además tratamos de enseñarles a vivir. Por esa razón, me gustaría formar buenos jugadores y buenas personas.
Futbolistas como Fernando Muslera o hace algunos años Mauro Camoranesi, hicieron que los argentinos se acostumbren a ver jugadores nacidos en sus tierras competir en otras selecciones. La nacionalización de los protagonistas es algo muy recurrente, pero quizás algo molesto para los fanáticos del país afectado. Con el correr del tiempo, cada vez más rápido los ojeadores posan sus ojos en jóvenes talentos y las promesas son tentadas por otros países, en donde es posible que puedan jugar en vez de en su lugar de nacimiento.
Algunos argentinos que han sido parte de otros seleccionados fueron partícipes de varios mundiales y hasta se los vio en Qatar 2022 con otra camiseta. En México, Rogelio Funes Mori fue parte de los convocados por Gerardo Tata Martino para la Copa del Mundo. No tuvo muchos minutos en el certamen, pero es un ejemplo que se adapta al tema. Otro jugador en viajar al país asiático, pero no con el combinado albiceleste es Hernán Galíndez, llamado por otro director técnico oriundo de Argentina como lo es Gustavo Alfaro. El exarquero de Rosario Central jugó los tres encuentros que tuvo la selección ecuatoriana y recibió tres goles. Finalmente, una figurita repetida en otras citas mundialistas fue Muslera, que aunque en este último no estuvo ni un minuto en el campo de juego, fue parte de los citados por Diego Alonso que quedaron afuera en primera ronda. El guardameta del Galatasaray de Turquía ya había estado presente en Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018.
Sin embargo, hubo muchos otros casos que se podrían sumar a este grupo pero en mundiales anteriores. Algunos, hasta lograron consagrarse campeones con la selección a la que decidieron representar. En la segunda edición de la Copa del Mundo hubo cuatro argentinos presentes en el plantel de Italia que se consagró como local ante Checoslovaquia. Raimundo Orsi, Luis Monti, Enrique Guaita y Atilio Demaria obtuvieron la medalla con el país europeo. Monti, además, se convirtió en el primer jugador en disputar dos finales mundialistas con distintas selecciones (la otra había sido con Argentina cuatro años antes). Tras este gran antecedente, muchos otros han jugado este certamen con diferentes países. En total son 37, pero solo uno más pudo campeonar: Camoranesi. El surgido en Aldosivi jugó cinco partidos en Alemania 2006 y se quedó con la copa.
En este 2023, la selección italiana ha vuelto a las bases. Mateo Retegui, actual delantero de Tigre, fue citado por Roberto Mancini para disputar las clasificatorias a la Eurocopa 2024. El “9” de 24 años ya jugó dos partidos con la camiseta azzurra y logró convertir dos goles. Por otro lado, Bruno Zapelli, mediocampista de Belgrano de Córdoba, también fue convocado por el país europeo pero para la categoría Sub 21. Mancini se “vengó” de Lionel Scaloni, luego de que este llamara a Marcos Senesi y lo hiciese debutar en un amistoso para asegurarlo en Argentina.
Por otra parte, hay varios futbolistas en el fútbol argentino que podrían jugar para Italia, ya que tienen nacionalidad de este país. Gianluca Prestianni es uno de ellos. El chico de 17 años es el jugador joven más destacado de Vélez y podría elegir el combinado de Europa. Otros casos son los de Matías Soulé (Juventus), Valentín Carboni (Inter), Giovanni Infantino (Rosario Central) y Facundo Buonanotte (Brighton). Citados por Javier Mascherano para el Mundial Sub 20, todos cuentan doble nacionalidad y aunque el último no fue cedido por su club, los demás disputan el torneo con Argentina y Scaloni los tendrá en cuenta para futuras convocatorias, por lo que parecería ser que su destino es albiceleste. Por último, otros jugadores surgidos en el ámbito local que podrían emigrar tras un llamado de Mancini son: Nicolás Capaldo (Salzsburgo de Austria), Juan Sforza (Newell´s), Giuliano Galoppo (San Pablo), Lucas Beltrán (River), Facundo Colidio (Tigre) y Pedro De La Vega (Lanús).
Unos kilómetros hacia el suroeste está España. Algunos jóvenes cómo Tiago Geralnik o Giuliano Simeone han emigrado a Villarreal y a Atlético de Madrid respectivamente sin debutar en la primera de su club de formación, River. Sin embargo, hay chicos nacidos en tierras españolas que su futuro parece ser la Selección Argentina. Se trata de Alejandro Garnacho y Nicolás Paz. De Madrid y Santa Cruz de Tenerife de forma respectiva, ambos parecen haber decidido jugar para el seleccionado sudamericano. El perteneciente al Real Madrid es hijo del exfutbolista nacido en Bahía Blanca Pablo Paz y de ahí surge la posibilidad de pertenecer al combinado nacional. De hecho, ya disputó el Sudamericano Sub 17 con la camiseta celeste y blanca. En cambio, el jugador del Manchester United posee a familia materna argentina y su representante, Quique de Lucas, afirmó la preferencia de Garnacho: “Él decide ir con Argentina porque realmente lo siente”.
Finalmente, hay otros antecedentes de argentinos que podrían representar otra selección o que ya lo han hecho. Luka Romero es un jugador de 18 años que pertenece a Lazio de Italia. Nació en México, pero fue citado por Mascherano para el mundial y declaró: “Me siento argentino; ellos me llamaron primero”, por lo que su camino seguirá en el lado sur de América. En Paraguay, David Martínez, Alejandro Kaku Romero Gamarra o Andrés Cubas son ejemplos de jugadores que debutaron en clubes importantes del fútbol argentino y decidieron nacionalizarse por falta de oportunidades en la Selección Argentina. El arquero de Racing, Gabriel Arias, optó por representar a Chile, mientras que en Armenia hay dos futbolistas nacidos en Argentina: Norberto Briasco y Lucas Zelarrayán. Muchas historias, distintos finales.
Como hace más de tres décadas, el pádel y su furor volvieron a plagar las calles de Argentina. Junto a sus nuevos avances, tanto estructurales como de accesorios deportivos, una multitud de fanáticos volvieron a subirse al barco, y lograron encontrar la solución a eso que fallaba hace 30 años. Gracias a su profesionalización en el último tiempo, el deporte del 20×10 busca hacerse inmenso e imponerse frente a frente con su hermano mayor, el tenis. Pero para ponernos en contexto, ¿Cómo es que vuelve a renacer el Pádel en nuestro país? Durante los años 2013 y 2019, el pádel experimentó un crecimiento exponencial en países que ahora lideran el ranking de jugadores, tanto amateurs como profesionales. España fue el epicentro del crecimiento mundial de este deporte y el creador del prestigioso circuito conocido como World Padel Tour. Sin embargo, en 2020, cuando todo parecía enfilarse y tomar envión, la pandemia causó un gran declive. Ya pasados los más de 200 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, el pádel junto a otros deportes, fueron los primeros en reabrir sus puertas para reactivar la actividad física y la economía nacional. Desde ese momento, no para de subir como la espuma y pareciera no tener techo. De un día para otro, la demanda de paletas, calzado y accesorios específicos se dispararon. Junto a esto, los fabricantes, marcas y sponsors comunicaban que las ventas se habían multiplicado por 10. El pádel se popularizó a mediados de los noventa, junto al parripollo, las remiserías y videoclubes. Luego, a principios de los 2000, tuvo su primera caída, principalmente por el desgaste mental de los jugadores amateurs y por la alta probabilidad lesiva en ese tiempo. En aquel entonces, las canchas eran totalmente de cemento y producían muchas lesiones de rodilla y tobillo. Actualmente, las pistas están creadas y pensadas para evitar esto y se comenzaron a armar con una alfombra sintética y paredes de blindex, lo que logró atraer de vuelta al público.
“A partir de 1987 comenzaron los primeros torneos profesionales, y a principios de los 90 se produjo el primer gran auge en Argentina. Dos años después, había más de 5 millones de jugadores, entre amateurs y profesionales, una locura”, declaraba así Alejandro Lasaigues, ex número uno del mundo en los años noventa. Actualmente, en 2023, el pádel está muchísimo más asentado que hace años y su profesionalización logró afirmarse. Hay más de 1 millón de personas practicándolo y un total de 6000 canchas que viven en constante actividad.
En la cúspide del profesionalismo, hay tres circuitos que encabezan la carrera, el más antiguo y con mayor prestigio, World Padel Tour, que está hace ya 10 años rodando y movilizándose por todo el mundo.
A fines de 2020, se creó el segundo de los tres circuitos actuales y que llegó a competirle al WPT, llamado A1 Padel. Este mismo está un nivel por debajo en calidad de jugadores, pero estructuralmente y organizativamente no tiene nada que envidiarle al español.
Por último, y no menos importante, Premier Padel, creado en 2022 junto a la empresa QSI que encabeza el jeque arabe Nasser Al-Khelaifi, dueño del PSG. Llegó realmente a competir de manera directa con World Padel Tour, imponiendo pruebas en locaciones increíbles, como Dubai o Egipto, y con unos premios millonarios. La organización de este tour se compara directamente con un Grand Slam de tenis. Estadios inmensos, hoteles de lujo, un trato de otro nivel para los jugadores y ambientes deportivos diferentes a los que se habían planteado anteriormente para este deporte. Viendo todo este panorama, donde abundan los circuitos profesionales, las marcas deportivas que apuestan por este deporte y empresas que están dispuestas a invertir y generar un crecimiento mayor para este, no se ve cercana una caída como hubo en las décadas anteriores, sino todo lo contrario. El pádel va llegando a buen puerto y dejando de lado los prejuicios de actividad elitista y para “no deportistas”.
“¿Cestoball? Yo lo jugaba en la secundaria”, me decía mi vieja, mientras le contaba que este domingo arrancaba el primer mundial de cestoball.
En India desde el domingo 21 de mayo hasta el jueves 25, más de cien años desde el origen del deporte, comenzó el primer Mundial de cestoball bajo la tutela de su máxima entidad, la Asociación Internacional de Cestoball, presidida actualmente por la argentina Laura Antas. La idea de esta competencia surgió por el gran interés del país asiático sobre este deporte. La organización de un Mundial sería el mejor recurso para aumentar la visibilidad del cestoball, no solo en India, sino en el mundo.
Argentina participará en el Mundial tanto en la rama femenina como masculina junto a la local India, Francia, Zimbabue, Kenia, Bután y Bangladesh quien debutará con los argentinos. Los partidos se transmitirán en vivo por el canal de Youtube de la Federación de Cestoball de India.
Su fundación fue en Argentina a principios del siglo XX, en la Ciudad de Buenos Aires, por el profesor Enrique Romero Brest. En aquellos años impulsó un cambio de 180 grados en la materia escolar “Educación Física”, que prácticamente consistía en ejercicios de gimnasia militar. Y Brest, a través del Sistema Argentino de Educación Física, las reemplazó, entre otras cosas, por el deporte.
En aquella época al cestoball se lo llamaba “pelota al cesto”, hasta que en 1986 se cambió su nombre “con el objetivo de iniciar su expansión internacional”, según la Confederación Argentina de Cestoball.
El logo que representa un nuevo escalón en la historia del cestoball fue creado, de manera simbólica y meticulosa, por la cordobesa Renata Tosco. “El logotipo tiene toda una fundamentación. Los colores son por la bandera de India, el aro y la pelota representan al deporte, que a su vez forman una copa y esa forma modulada hace referencia a la calidez, amistad y amabilidad que el cesto tiene, porque es así”, relata la actual jugadora de cestoball en CARIB en la localidad de Tancacha.
Ella es diseñadora gráfica y previamente había rediseñado el escudo de la Federación Cordobesa de Cestoball. Ese trabajo le valió para que Giuliana Tasco -una de las integrantes de la Asociación Internacional de Cestoball, que también vive en Córdoba- la recomiende como diseñadora del actual logotipo del Mundial con el apoyo de la Confederación Argentina de Cestoball.
El cestoball es un deporte que se destaca por el dinamismo y la precisión, ya que quienes lo juegan no pueden tener la pelota más de tres segundos y deben encestar en un aro que se encuentra en un cuarto de la cancha, sin ningún apoyo como el tablero en el básquet. “El cesto es muy importante para mí, es muy lindo, muy dinámico y me encanta que sea en grupo”, cuenta Tosco.
Sin embargo, particularmente en la provincia de Córdoba, el cestoball tiene poca relevancia con apenas tres clubes (CARIB, Observatorio y Río Cuarto). Esta situación, según Giuliana Tosca, que también es secretaria de la Federación Cordobesa de Cestoball, surge porque en 2004 se dejó de dar cestoball en el IPEF (Instituto Provincial de Educación Física), que es la facultad más importante de Educación Física en Córdoba. “Si vos tenés profesores que sepan jugar al cesto y que lo conozcan lo van a enseñar”, afirma Tasco.
Por eso la Federación de Córdoba de Cestoball en acuerdo con la Subdirección de Educación Física de Córdoba presentará durante este año talleres para enseñar el deporte en IPEF y en las localidades de Villa María y Bell Ville. La idea es que el cestoball vuelva a su casa, donde todo comenzó.
Este Mundial tiene un gran valor, más allá de ser el primero. Es una oportunidad enorme para atraer a ese público que desconoce el cestoball, para aquellos profesores que podrían enseñarlo en las escuelas y para que surjan clubes que solidifiquen el interés y desarrollo de este deporte en más países.
Previo al comienzo del Mundial las selecciones argentinas estuvieron haciendo un taller de enseñanza de cesto a los jugadores y jugadoras de las otras selecciones, quienes serán sus futuros rivales. Esto detalla la humildad y compromiso que tienen estos deportistas y que, a la vez, fomenta este deporte.
“Las y los jugadores de la selección argentina no vinieron a pasear, no vinieron a jugar y nada más, vinieron a enseñar su deporte”, comentó el presidente de la Confederación Argentina Juan Payllalef en el Instagram de la entidad.
“Es un lindo espacio para ir a aprender, pasarla bien y no me gustaría que eso en algún momento se deje de dar”, cierra Renata Tosco con cierto miedo a perder algo tan valioso como es ir a un club y compartir esos momentos que te da el deporte, aquellos que te dan una sensación de plenitud en el medio del pecho, esa calidez, amistad y amabilidad que definió al cesto.
Frank Chevallier Boutell anuncia que concretó un acuerdo que será histórico para el deporte rioplatense. Regresa desde París con la noticia. Tesorero de la Unión Argentina de Rugby, sabe que la llegada de la Selección de Francia para disputar una serie de amistosos en territorio nacional generará un rédito deportivo y económico inconmensurable: será la primera vez que un equipo de élite mundial pisará el país.
Juan Domingo Perón transita el tercer año de su primer mandato presidencial. La oleada inmigratoria de finales del treinta también disminuyó, aún así, el país está repleto de extranjeros en 1949.
La colectividad foránea que ayudó a Chevallier Boutell con el recaudo del dinero fue la francesa. Organizaron fiestas con el fin de juntar fondos y pagaron los primeros abonos de los futuros partidos. El club Hindú aportó su predio de entrenamiento ubicado en Don Torcuato. Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires concedió su cancha para que los encuentros sean realizados allí.
La UAR cumpliría 50 años el 10 de abril. El efectivo debía ser reunido antes. Las exigencias del plantel francés, segundos en el torneo Cinco Naciones de la temporada anterior, estaban costeadas. El resultado deportivo es anecdótico –Francia ganó los nueve test match disputados- porque la gestión de Chevallier Boutell cerró en una ganancia de 72 mil pesos para la institución; una fortuna para la época.
En los comienzos del siglo 19, Frank Chevallier Boutell era conocido por ser el sobrino de Francis Hepburn, presidente de la Argentine Association Football League -antecesora de la Asociación del Fútbol Argentino- entre 1900 y 1906. Eligió un deporte distinto al de su tío: además de ser tesorero, fue jugador y presidente del Club Universitario de Buenos Aires (CUBA).
En la actualidad, Chevallier Boutell pasará a ser nombrado como el bisabuelo de Santiago Maratea, el influencer que lleva adelante la colecta para pagar la deuda de Independiente de Avellaneda. El vínculo sanguineo es indudable: trazado por el apellido, el deporte y la economía durante la vida de ambos.
La colecta comunitaria para un fin grupal, quizá justificado por la intuición familiar, fue la ruta que tomaron bisabuelo y bisnieto en siglos distintos. Maratea, quien dedica su vida a causas públicas, fue más allá que Chevallier Boutell: obtuvo reconocimiento por haber comprado el medicamento más caro del mundo para dos niños enfermos, por financiar la compra de insumos para que los bomberos voluntarios de Corrientes frenaran una serie de incendios, por recaudar dinero para que la Selección Argentina de fútbol de talla baja pudiera viajar a la Copa América.
El 27 de abril de 2023, 74 años más tarde del suceso de su bisabuelo, Maratea llegó al Estadio Libertadores de América. Contempló las instalaciones de Independiente de manera tranquila y holgada. Vistió ropa oversize hasta que le otorgaron la camiseta número 10 que supo usar Bochini. Pisó el campo de juego. Tenía que subir historias en Instagram: estaba a punto de hacer el anuncio de uno de los proyectos más agotadores de su vida laboral.
Maratea reía con los periodistas; asumía un personaje televisivo showman. El ex arquero Miguel Ángel Santoro estaba a su lado en la sala de prensa. Maratea agarró el teléfono celular y se lo enseñó a los medios: la colecta recaudó 74 millones de pesos en una hora. Independiente debe alrededor de 6 mil millones en moneda nacional. El comienzo de la recaudación, según cálculos matemáticos, es beneficioso: de continuar así, la deuda podrá ser saldada en dos semanas.
El periodismo viralizó que el fideicomiso creado había sido inscripto en el Colegio de Escribanos de la Provincia de Neuquén, a miles de kilómetros de Buenos Aires. Maratea declaró que había tomado esa decisión porque el proceso era más rápido allí. Asimismo, confesó que debía quedarse con el 5% del dinero recaudado por el hecho de ser fideicomisario.
“Patriarca que nos cuida los pesos”. Vestido con ropa de rugby, gomina en el pelo y bolsa de dinero en mano, Chevallier Boutell había sido esbozado por el dibujante Lino Palacio. El tesorero quedó en la historia de la UAR.
“Que hablen. Que hagan memes. Siempre quisieron bajarnos el precio.” Vestido con ropa deportiva, pelo revuelto y abrazado con Pepé Santoro, Maratea fue fotografiado en el estadio para ser subido a la página institucional. ¿El influencer quedará en la historia de Independiente?