sábado, junio 28, 2025
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El quién es quién de Los Pumas, a tres meses del mundial

Por Juan Ignacio Albé y Octavo Cáceres

A tres meses del inicio de la Copa del Mundo en Francia, la selección argentina dirigida por Michael Cheika llega con un plantel competitivo integrado por estrellas que se destacan en el mejor rugby del mundo. ¿Cuáles son los puntos altos de la selección?

Entre las grandes figuras de Los Pumas, que comparten el grupo D con Inglaterra, Samoa, Japón y el debutante Chile, está Pablo Matera, que en mayo logró el ascenso a la League One de Japón con el Honda Heat, siendo elegido por sus colegas como el mejor jugador de la temporada. Además, obtuvo el “Hombro dorado”, el cual se otorga al mejor tackleador del campeonato. El tercera línea disputó 13 encuentros, 12 como titular, en los que convirtió cuatro tries.

Julián Montoya es el capitán del seleccionado y del Leicester Tigers inglés, con el que llegó a las semifinales de la Premiership, instancia en la que perdió 21-13 frente a Sales Sharks. El hooker disputó 12 partidos y apoyó nueve tries, que le sirvieron para formar parte del Dream Team de la liga inglesa.

Otro que formó parte del XV ideal de la Premiership fue Mateo Carreras. El tucumano se destacó en esta temporada con el Newcastle Falcons marcando 13 tries en 17 partidos, de los cuales uno fue premiado como el mejor del año en la gala de los Premiership Rugby Awards.

En el rugby inglés también juega Juan Martín González, que viene de ser la figura de su equipo, el London Irish, que no jugará la temporada siguiente de la Premiership tras ser sancionado por no regularizar los sueldos adeudados. Este año su equipo quedó en la quinta posición en la tabla y no logró meterse en las semifinales del torneo, sin embargo, le bastó para clasificar a la próxima edición de la European Rugby Champions Cup. El Mundial de Francia será el primero en la carrera del ala de 22 años.

Juan Imhoff va por su duodécimo año consecutivo en el Racing 92 francés y el año pasado renovó su contrato hasta 2024. Esta temporada el wing llegó hasta las semifinales del Top 14 con el conjunto de los Altos de Sena. En cuartos de final había vencido al Stade Français, su clásico rival, con try incluido, pero el Toulouse le negó el pase a la final. 

Uno de los campeones argentinos este año fue Joel Sclavi, que conquistó la Champions Cup con La Rochelle de Francia y finalizó la temporada con un total de seis tries.

Facundo Isa también festejó un título esta campaña. El octavo levantó la Challenge Cup, el segundo torneo en importancia en Europa, con el Toulon francés. El santiagueño participará por tercera vez de una Copa del Mundo, después de ser parte de los planteles de 2015 y 2019.

Este plantel, construido con una base experimentada potenciada por jóvenes talentosos, se ilusiona con alcanzar la gloria mundialista por primera vez en la historia.

¿Cómo le fue a Los Pumas en los últimos mundiales?

Por Darío Rodriguez y León Lagares

Los Pumas volverán a jugar un nuevo Mundial, que esta vez tendrá lugar en Francia. Será la décima participación del combinado argentino en una copa del mundo, siendo una de las diez selecciones que lograron estar presentes en todas las ediciones mundialistas.

El rendimiento de Los Pumas dentro de la historia del torneo es variado, en sus primeras participaciones no obtuvieron el resultado deseado, sin embargo, desde el inicio del nuevo milenio las actuaciones del equipo argentino han sido más que respetables y conforman la parte más rica de la historia del rugby argentino.

AUSTRALIA 2003: LO MEJOR ESTÁ POR VENIR

Para este año la selección llegaba con una  gran ilusión, los cuartos en Gales 1999 habían dejado la vara muy alta. Sin embargo, con Marcelo Loffreda al mando del seleccionado y Agustín Pichot como nuevo capitán, la estadía en Australia no fue fácil. Los Pumas compartían grupo con el local, Los Wallabies, que eran los campeones y claros favoritos a quedarse con el título, el partido de apertura finalizó 8-24 a favor de los oceánicos. Las goleadas contra Rumania por 50-3 y a Namibia por 67-14 parecían encaminar la clasificación del equipo a los cuartos de final, sin embargo tocaba enfrentarse contra un viejo conocido, Irlanda, a quienes Los Pumas habían eliminado el Mundial pasado en play-off, dejando una gran rivalidad entre los dos países. El Trébol se tomaría revancha de aquel encuentro venciendo a los de Loffreda por 15-16, dejando a Argentina afuera en primera ronda a las puertas de otra actuación histórica. 

FRANCIA 2007: PUMAS DE BRONCE PERO TAMBIÉN DE ORO

El Mundial de Francia fue el capítulo más memorable en la historia del rugby argentino, nuevamente de la mano de Loffreda. y con un Pichot como máximo baluarte de aquel equipo, Los Pumas lograron dejar su huella en tierras europeas. 

Argentina debía enfrentarse otra vez contra el local en el debut, a quien vencería 17-12 en el Stade de France. Georgia y Namibia no serían problema para el seleccionado que aseguraba su clasificación ya en el tercer partido. Los Pumas cerraron la fase de grupos con puntaje perfecto, ganándole por 30-15 a Irlanda y eliminándolos del torneo.

En cuartos Los Pumas se llevaron una victoria histórica frente a Escocia en Saint-Denis por 19-13 y clasificaron a las semifinales de la Copa del Mundo por primera vez en su historia, en lo que tal vez fue el partido más difícil para el equipo de todos los que ganó.

Ya entre los cuatro mejores del mundo, el rival a enfrentar fue Sudáfrica. Los Springboks se encaminaron a su segundo título ganando el partido por 13-37 con una actuación memorable de su estrella Bryan Habana. El combinado Argentino fue eliminado del Mundial, sin embargo no sería la despedida, quedaba un reto más: el tercer puesto.

El estadio Parque de los Príncipes sería el lugar donde los Pumas se vestirían de bronce. Allí se medirían nuevamente al anfitrión Francia, al que derrotaron con un abultado resultado de 34-10, dejando en claro la superioridad argentina frente al combinado “Le Bleu”, y cerrando con broche de oro una histórica actuación.

NUEVA ZELANDA 2011: UN GRAN CIERRE DE CICLO

Ya sin algunos históricos en el plantel, como Agustín Pichot, Ignacio Corletto y Federico Aramburú, Los Pumas debían afrontar el Mundial de Nueva Zelanda. El debut fue contra una potencia como Inglaterra en Dunedin. Argentina le presentó batalla a los británicos, sin embargo cayó derrotada por un ajustado 9-13. 

En su segundo partido el Seleccionado Argentino venció por una amplia diferencia a Rumania, de todos modos el verdadero desafío llegó en la tercera fecha contra Escocia. El encuentro que tuvo lugar en Wellington fue muy trabado y se definió con un try de Lucas Amorosino, que decretó el 13-12 final a favor de Argentina. Los pumas consiguieron una victoria histórica y volvieron a abrochar su pase a cuartos, algo que empezaba a hacerse costumbre. 

Luego de otra goleada frente a Georgia en el cuarto partido, el equipo debía enfrentarse nuevamente al anfitrión. Los “All Blacks”, con jugadores de la talla de Dan Carter, Ma’a Nonu y Richie McCaw buscaban conseguir su segundo título mundial. Argentina se plantó frente a los neozelandeses, que recién pudieron anotar un try en el minuto 66. El partido finalizó 33 a 10 a favor de los locales, sin embargo los argentinos se fueron con la frente en alto tras el último de varios referentes del plantel, poniéndole fin a la mejor camada de la historia de Los Pumas.

INGLATERRA 2015: UNA NUEVA CAMADA, UN NUEVO SUEÑO

Argentina llegó al Mundial de Inglaterra con un plantel  renovado. Los máximos referentes del plantel dirigido por Daniel Hourcade fueron jugadores jóvenes como Juan Imhoff, Nicolás Sánchez o el capitán, Agustín Creevy, que llegaban para escribir un nuevo capítulo en la historia del rugby argentino y también mundial.

En el debut contra Nueva Zelanda Los Pumas presentaron batalla frente al campeón del mundial pasado. El partido finalizó 16-26 a favor de los All Blacks y Argentina dejó una buena imagen, asentándose en la élite del rugby de selecciones.

En sus partidos restantes de la primera ronda Los Pumas apabullaron a rivales de menor nivel como Tonga, Georgia y Namibia, sellando nuevamente una clasificación a cuartos.

Los irlandeses se cruzarían otra vez en el camino del combinado argentino, que sacaría el partido adelante con una recordada actuación de su wing Juan Imhoff y de un joven Matiás Moroni, quienes marcaron tres de los cuatro tries de aquella tarde noche en Cardiff. El encuentro finalizó 43-20 y los argentinos consiguieron volver a estar entre los cuatro mejores del mundo.

En semis la cosa se puso más difícil. Argentina se enfrentó a Australia, que tuvo a un Bernard Foley encendidísimo que marcó un try a los tres minutos. A pesar de realizar un gran partido, Los Pumas cayeron 15-29 frente a los Wallabies y no lograron pasar la barrera de las semifinales.

Ya en su sexto partido, el equipo buscaría conseguir la medalla de bronce por segunda vez en su historia, sin embargo Sudáfrica fue mucho rival para unos Pumas que ya venían desgastados y con varias lesiones importantes. El encuentro terminó 13-37 a favor de los Springboks en lo que fue el último partido de varios históricos con la camiseta argentina, como Juan Martín Fernández Lobbe, Marcelo Bosch, Horacio Agulla o Marcos Ayerza. Los Pumas se despidieron de Inglaterra con la frente en alto.

JAPÓN 2019: UNA GRAN DECEPCIÓN

Los Pumas viajaron a Japón con 26 jugadores de los Jaguares entre los 31 convocados, ya que en ese momento los únicos profesionales a los que la UAR (Unión Argentina de Rugby) les permitía vestir la camiseta de la selección eran los que se desempeñaban en la franquicia que la misma UAR dirigía. Sin embargo hubo tres excepciones en ese equipo: Juan Figallo, del Saracens de Inglaterra, Nicolás Sánchez, apertura del Stade Français, y Benjamín Urdapilleta, que militaba en el Castres de Francia.

El debut por el grupo C era el partido clave. Los Pumas debían ganarle a Francia para facilitar la clasificación, ya que una derrota significaría esperar un milagro ante Inglaterra, que era la gran favorita no solo de la zona, también del torneo. Fue un partido ajustado en el que los europeos salieron victoriosos 23 a 21.

Tonga fue el rival en la segunda fecha y el seleccionado se impuso 28 a 12. Así llegó el enfrentamiento con Inglaterra en el que Los Pumas, con la obligación de ganar, no hicieron pie y perdieron 39 a 10. Finalmente, el combinado nacional cerró su participación en el Mundial aplastando 47 a 17 a Estados Unidos. 

Este año, desde el 8 de septiembre al 28 de octubre, Los Pumas buscarán mejorar su última participación con un plantel que ilusiona a pensar en grande.

De las pelotas pinchadas a ganarle al campeón de Europa

Por Santino Sciola

Un club abandonado

En 2009, Pacífico le alquiló el espacio a Parque, otro histórico club del barrio de Villa del Parque, ya que había comenzado obras para agrandar su cancha y estaba en busca de un espacio para mantener activa su vida social. Durante el primer año de contrato, todo salió a la perfección y fluyó con normalidad. Sin embargo, según propios dichos de dirigentes actuales, como la comisión directiva de ese momento no estaba muy interesada en el club ni en proyectos a futuro, poco a poco, fueron desligándose de Pacífico y en cierto modo quedó abandonado. Por lo tanto, no solo se perdieron la mayoría de los chicos que prefirieron empezar a jugar en Parque, sino también la tradición y la pertenencia que El Tricolor había sostenido desde 1930. “Lo que nos daba bronca a nosotros es que veníamos a nuestro club por ejemplo a comer y en realidad era como ir a Parque”, manifiesta Rodrigo Gago. Además, Alejando Sanzo, explica: “De repente lo que empezó a molestar fue que Pacífico perdió a todos los chicos que habían estado toda su vida porque siempre la que estaba presente era la gente de Parque”.

Cansados de esta situación y tras cinco años de sufrimiento, un grupo de personas que había estado ligado al club desde su infancia (la mayoría dirigentes actuales), decidieron reunirse y tomar nuevamente las riendas de Pacífico para encarrilarlo: “En esa reunión acordamos que sí o sí nos teníamos que volver a hacernos cargo. Lo primero que hicimos fue darle bola al futsal femenino y en paralelo, reconstruir el masculino. Llenamos de pasacalles el barrio y revolucionamos el club”, recuerda Emanuel Iglesias, un dirigente al que todos conocen como Manolo. Por su parte, Gago, que en ese momento era jugador de la Primera en futsal, agrega: “Recurrimos a los pasacalles porque no había tantas redes como ahora. Literalmente en ese momento teníamos tres pelotas nada más”.

El triunfo ante los campeones de Champions

La tercera división de Pacífico se ganó un lugar en La Copa Mundo Do Futsal Sub-21, el torneo más importante en esta disciplina, tras en primera instancia haber ganado el campeonato anual 2022 en la B y el torneo nacional que reúne a los campeones del año, en el que derrotó al histórico Pinocho. Este Mundial de Clubes que jugó el Tricolor se disputó en Brasil del 16 al 23 de mayo.

El partido más importante no sólo para este plantel sino para la historia completa de Pacífico fue cuando la última jornada de la fase de grupos enfrentaron al poderoso Palma, el equipo español de la élite que venía de consagrarse campeón con su plantel superior en la liga de su país y en la Champions League y que además en su plantilla Sub-21 contaba con cuatro jugadores que habían sido parte del plantel de primera división y que habían logrado coronarse en esas dos competiciones.

“Yo estaba emocionado desde la entrada en calor. Los veía a ellos con todo su cuerpo médico, su ropa de primera marca y sus jugadores profesionales. Éramos dos clubes con una realidad distinta. Cuando nos pusimos a hablar con el cuerpo técnico del Palma le mostrábamos nuestra cancha y nuestro club y pensaban que los estábamos cargando. Uno me preguntó: ¿Cómo están jugando a este nivel teniendo esa cancha?”, manifiesta el utilero de Pacífico en ese viaje. También confiesa entre risas: “Te voy a ser sincero, la noche anterior apostábamos en joda a ver si íbamos a tener por lo menos algún córner a favor contra el Palma”.

Finalmente, el encuentro finalizó 4-3 a favor del equipo de Villa del Parque. Pese a no poder acceder a la segunda ronda, los jugadores de Pacífico se fueron con una satisfacción inmensa sabiendo que lograron meterse en la historia del futsal argentino y entendiendo que el Tricolor está cada vez más lejos de ser ese club abandonado que hubo y se convierte en una institución modelo que crece a pasos agigantados.

El Tricolor que no para de crecer

Por Lucas Marcos, Gaspar Yabrón y Santiago Cergneux

El Club Social y Deportivo Pacífico se fundó el 29 de septiembre de 1930 y el fútbol siempre ha sido su actividad principal. Sus socios fundadores tenían vinculaciones con el Ferrocarril San Martín, que en ese entonces se llamaba “De Buenos Aires al Pacífico” y de ahí proviene el origen de la institución. Los colores amarillo, verde y azul de las locomotoras son los que más identifican a los de Villa del Parque.

“Desde sus comienzos, este club tiene un gran vínculo con el barrio, el papel social que ocupa es fundamental para ayudar a un montón de jóvenes que vienen todos los días a practicar distintos deportes”, expresa Domingo Pugliese, presidente del Tricolor, quien agrega: “Las actividades que tenemos en la actualidad son ajedrez, taekwondo, fútbol infantil y femenino, futsal masculino y femenino, además de que contamos con un gimnasio”.

Pacífico siempre se caracterizó por ser un lugar humilde al que los vecinos han ayudado y acompañado en su crecimiento. “En la década de 1960 necesitábamos recaudar fondos para comprar las camisetas, por lo que organizábamos bailes todo el tiempo”, explica el tesorero José Taschetta. En el año 1971 el Tricolor se mudó a su actual sede en Santo Tomé al 3851 también gracias al aporte de los socios y vecinos que compraron dos lotes en donde se construyeron las instalaciones. “Ahora estamos expandiéndonos para arriba porque los chicos de fútbol necesitan más espacio para su entrenamiento”, cuenta Taschetta.

Uno de los valores fundamentales que promueve Pacífico es el de ayudar a los jóvenes del barrio que todos los días encuentran en la institución un espacio seguro y tranquilo para practicar deportes y crear lazos sociales. “Somos una familia porque todos estamos dispuestos a ayudar al otro, siempre hay ganas de mejorar y mucho compromiso para hacer que el club sea cada día más grande y pueda seguir cumpliendo con la función social tan importante que realiza”, manifiesta, otro de los dirigentes, Rodrigo Gago.

El club ubicado en Villa del Parque continúa actualmente en pleno crecimiento dentro del futsal local. Con una rica historia y una gestión enfocada en el desarrollo de un semillero de talentos, ha logrado consolidarse como uno de los principales actores del deporte en su zona. Con instalaciones a la altura y un enfoque integral en la formación de jóvenes jugadores.

En el fútbol de salón, ​​la actividad destacada del club, Pacífico consiguió éxitos tanto a nivel amateur como en las categorías inferiores. Su primer equipo, que hoy milita en la Primera División B de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), logró consolidarse en los últimos años, posicionándose como un rival respetado por sus competidores. Con un compromiso inquebrantable, el equipo obtuvo resultados destacados en los campeonatos locales y despierta la ilusión de lograr el ascenso a la máxima categoría.

El club de barrio sigue dejando su huella en el deporte local. Con una visión clara y una gestión comprometida, la institución busca día a día seguir formando jugadores y mantenerse como protagonista principal en las competiciones locales y también internacionales, como la reciente participación del equipo sub-21 en la Copa Mundo do Futsal, disputada en Brasil. Con su enfoque integral y su compromiso social, Pacífico sigue demostrando que el deporte trasciende las canchas y puede ser una poderosa herramienta de cambio y desarrollo para los chicos de la zona.

Alejandro Sanzo, otro dirigente protagonista de la refundación del club, define a Pacífico como su hogar: “No solo es una gran familia, sino que es una casa. Es un lugar donde uno llega y está cómodo, saludas a todos y podés contar tus problemas. Ayudás, te ayudan y te sentís libre y contenido”. Agrega que es algo inexplicable el sentido de pertenencia que hay con la institución: “La gente hace cosas que son una locura”, y manifestó lo importantes que son los clubes de barrio para educar y formar personas: “Te enseñan cosas de la vida que no aprendés en las escuelas y que te no te las olvidás más, nuestro objetivo es cumplir ese rol educativo”.

“Pacífico no sólo es un lugar para jugar al fútbol, sino que los chicos también van a tener contención, a entrenar y a socializar”, así lo sostiene Rodrigo Gago, quien está en el Tricolor desde los 6 años, y actualmente, 29 años después, se encarga de la parte administrativa del club que lo acompañó toda su vida.

“No me imagino una vida sin estar cerca del club”

Alejandro Sanzo es un dirigente del Club Social y Deportivo Pacífico que siempre ha estado ligado a la institución y colaborando desde distintos lugares.

-¿Cómo empieza tu historia con el club? ¿A qué edad empezaste a ir y qué era Pacífico para vos en ese momento?

-Empecé a los 4 años. Vivía a la vuelta y arranqué ahí por una cuestión de cercanía. Jugué en la escuelita del club y después hice el Baby Fútbol desde el tercer año (1996. Categoría 86/87). Varios de esa camada seguimos ligados hoy en día. Yo voy todos los días desde las 18:00 a 21:30. Viví muchas cosas hermosas gracias al club.

-¿Cuál creés que fue tu rol en la refundación de Pacífico?

-Mi trabajo no fue tanto puertas adentro, sino que me preocupé en la imagen institucional y en representarlo bien en AFA. Generar vínculos con el resto de los clubes, amistades, armar amistosos y relaciones. En 2017 ya empecé a formar parte de la comisión del futsal de AFA y eso ayudó mucho a Pacífico a posicionarse bien rápidamente.

-¿Cómo te imaginás al club en 5 años?

-Yo quiero que siga creciendo y estabilizándose. Seguramente en plena obra construyendo su propia cancha de 40×20. De hecho, ya estamos armando el proyecto para hacerlo. Creo que vamos a seguir reafirmando lo que venimos haciendo hace siete años. Es gratificante ver cómo los chicos nacidos en el club van creciendo y se convierten en hombres. Siempre buscamos enseñar valores, guiar a los chicos, aconsejarlos, estar cerca cuando se equivoquen y creo que eso ni lo habíamos pensado cuando empezamos. La idea es que cada chico que se caiga lo ayudemos a levantarse. Nuestro objetivo es seguir afianzando ese camino. 

-¿Cuál es tu función en Pacífico actualmente dado que estás viviendo en España?

-Mi función es ser la cara de Pacífico en el exterior para con otros clubes y ligas. Además, gerenciar la primera y la tercera del club. También soy una voz y apoyo para las decisiones importantes que tiene que tomar el club, eso lo voy a seguir manteniendo por más que esté a la distancia. Hasta con otra perspectiva y desde afuera, creo que lo voy a poder seguir haciendo mejor. El día que me toqué volver voy a estar a disposición y acompañando. 

-¿Qué significa el club para vos?

-Es mi segunda casa, mi lugar de aprendizaje. Donde más aprendí en mi vida. Aprendí a laburar en equipo, a ponerme contento por los logros de los demás. Es el lugar donde puedo ser feliz de una manera antigua y viviendo la vida real, compartiendo momentos con la gente y desconectados de la tecnología. De chico fue mi contención. Cuando no la pasaba bien ser parte me hacía olvidarme de todo. Me dio amigos y un lugar que quiero mantener y me hace sentir útil. No me quiero ir nunca. Ojalá pueda estar rodeado siempre de la gente de Pacífico. No me imagino una vida sin estar cerca del club. Siempre que puedo llevar a alguien, lo hago. Me sorprende como en seguida todos son felices en Pacífico, se hacen amigos de la gente y se convierten en hinchas. Siempre me dicen que el club saca lo mejor de mí y que cuando lo nombró me brillan los ojos, es mi gran pasión.

-¿Por qué pensás que hay tanto sentido de pertenencia de las familias y de los jugadores para con Pacífico? 

-Es inexplicable. Hay cientos de clubes de barrio, pero no son muchos los que generan esto. Pacífico tiene algo muy especial y es que le abre la puerta a todos y el que llega instantáneamente se convierte en uno más de esta gran familia. El que no tiene la esencia o buena madera se termina alejando solo. Más allá de que lo deportivo es importante, buscamos que los que se sumen prioricen los valores y las formas. Siempre nos fijamos en como se labura, como son las personas y sus familias. Es mágico lo que pasa en este club. Todos dejan sus intereses personales y egoísmo en la puerta y entienden que todos somos pequeñas partes de un engranaje casi perfecto. Eso nos hace un lugar muy lindo. La gente de afuera queda maravillada con la familia de Pacífico. Me llena de orgullo. Me hace acordar a cuando era chico, eso es mágico y queremos seguir ese legado. Queremos que los más chicos vivan una infancia parecida a la nuestra y creo que lo estamos logrando con creces. Estamos felices de lo que pasa en Pacífico.

-¿Qué rol creés que cumple la institución en el barrio o a qué apuntan ustedes?

-Los clubes de barrio son tan importantes como una escuela. Son para formarte y educarte. El deporte te enseña a ganar, perder, respetar, aceptar, formar parte de un equipo, que la vida no siempre es justa, que hay que laburar para conseguir objetivos, que hay que ser leal. Además, nos gusta colaborar con el barrio con donaciones y viandas solidarias. Siempre queremos darle una mano a la gente de la zona. Ojalá nos mantengamos así y no haya que contar ninguna historia de refundación más.

Trinche Carlovich, el ángel de la bicicleta

Por Augusto Papasidero

Fines de marzo de 2020. La familia Lescano llamó a Tomás Carlovich para regalarle una bicicleta nueva. Es que al “Trinche” ya se la habían robado cuatro veces, lejos de ostentar un auto último modelo pedaleaba todos los días de su vida. Eran sus segundas piernas, las otras ya habían quedado desgastadas tras 23 años de puro fútbol. Esa playera gris con las ruedas un poco oxidadas era mucho más que una bici, desgraciadamente también fue el medio para una muerte temprana. 

Día húmedo y frío aquel del 6 de mayo en Rosario. El “Trinche” se había clavado un conjunto deportivo negro Adidas y, como siempre, a recorrer el barrio arriba de su juguete nuevo. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el Covid-19 era portada de todos los diarios. Recién comenzaban los hisopados en los barrios humildes de la Capital Federal; en la Villa 31 se hicieron 39 testeos, 9 fueron positivos. Los médicos no descansaban y a eso de las nueve de la noche de cada jornada escuchaban un “gracias” materializado en aplausos de miles de vecinos. 

El que tampoco descansaba era el barrio rosarino de Ludueña. Robos, muertes, secuestros, abusos y todo lo que permita la imaginación lo despertaba de madrugada. Ese miércoles la tienda para mascotas de la esquina alimentaba de olor a comida para perro el cruce entre Eva Perón y Paraná, el 115 celeste y blanco pasaba de vez en cuando y el “FarmaShop” ubicado en la intersección recibía algunos ancianos con recetas médicas. 

A 40 cuadras se veía el Gigante de Arroyito, a 10 manzanas la casa donde vivía Carlovich. También cerca las vías del tren, desde las que, según algunos habitantes, llegaban los delincuentes que robaban en el barrio. Con 74 años en la espalda, el ídolo de Central Córdoba cruzaba el paso a nivel con su melena canosa al viento. Del otro lado lo esperaba un hombre: visera, barbijo, torso desnudo y una remera blanca con la que se tapaba el cuello. 

El reloj de la puerta de la farmacia marcaba las seis de la tarde. Las cicatrices de la pierna izquierda y los tatuajes de la gamba derecha de Juan Ariel Maidana se acercaban cada vez más a los pedalines de Carlovich. Hasta que llegó el momento. Con insultos de por medio Maidana lo bajó de la bicicleta. Era la quinta vez, el “Trinche” no la iba a dejar ir tan fácil. Siguió un forcejeo que terminó con la melena canosa golpeando el pavimento.

Todo en negro. 

Un hombre de unos 80 años y una joven lo auxiliaron. Habían mirado todo desde la vereda de enfrente, pero no habían intervenido por miedo. Lo levantaron y le hablaron, él los observaba, pero no había una respuesta consciente. En eso una mujer pasó con el auto, giró en la esquina, llegó a su casa y le avisó a su marido que alguien “parecido” a Carlovich estaba tirado en el medio de la calle. Juan Carlos Lescano (sí, de la misma familia que le había regalado la bicicleta) no tardó ni cinco minutos en presentarse en la escena del crimen. El “Tate” seguía los pasos de su ídolo, jugaba de delantero en Central Córdoba y se encontraba socorriendo a la leyenda del club. 

Pasaron 15 minutos hasta que llegó la ambulancia que lo llevó directamente al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Fisura de cráneo fue el diagnóstico. Por un gran hematoma tuvo que ser inducido a un coma farmacológico. Pasó el jueves, el viernes no lo soportó. En las primeras horas del 8 de mayo de 2020 su estado empeoró y con eso una intervención quirúrgica que marcó su muerte a las 9:30 de la mañana. 

Mientras una familia rezaba por un ser querido, 30 minutos después del robo Maidana se afanaba la bicicleta de una vecina de la zona. La policía, en un desconcierto total, arrestaba a cuatro pibes en un asentamiento del barrio Azcuénaga. Los liberarían horas más tarde. Así “Bocacha” esquivaba la ley, tres causas previas por robo lo acompañaban. El miembro de la banda delictiva de “Los Largos” había sido demorado semanas antes por romper el aislamiento obligatorio; dos días tardó en ser capturado mientras tiraba de un carro con el que juntaba cartón, esos mismos dos días en los que Carlovich batalló por su vida. 

Casi un año antes otro crimen sacudía Rosario. El famoso peluquero y actor transformista Pedro Luis Marcelo Giúdici era encontrado muerto en su salón de estética. Estaba maniatado y con signos claros de asfixia, más tarde se supo que habían sido hechos con el cable de un caloventor. Faltaban electrodomésticos, ropa, calzado, herramientas de trabajo y el celular del estilista. El acusado llegó a la sala de audiencias vistiendo las mismas zapatillas que le había robado al propio Giúdici, ese, el asesino, era Jonatan David Melián, el hermano de Maidana. 

Georgina Pairola fue la fiscal del caso que investigaba la muerte del ex futbolista. Desde un principio se buscaban 37 años de prisión por la totalidad de los cargos en su contra, tras 1126 días del suceso salió finalmente la resolución: el Tribunal Penal de Primera Instancia de Rosario, integrado por los jueces Gonzalo Fernández Bussy, Lorena Aronne y Pablo Pinto, lo condenó a 33 años de cárcel. 

Todo, por una bicicleta. 

Agostina Hein, futuro de la natación

Por Franco Zabala

Agostina Hein, oriunda del partido de Zárate, ubicado en la zona norte de la provincia de  Buenos Aires, es una quinceañera especializada en carreras de fondo.  

¿Una fondista de zona norte con aspiraciones al título mundial? No, no es la primera que  viene a la cabeza, pero va en camino a serlo. 

Desde hace ya varios torneos, Hein no para de romper récords nacionales y su proyección la lleva a ser una de las realidades más importantes del deporte argentino.  

Con una marca “B” para los Juegos Olímpicos de París 2024 y varias marcas “A” para el  Mundial Junior de Netanya 2023, tiene un calendario más que ajustado el cual promete ser,  al menos, interesante. La muchacha ha sabido romper los récords de 200m, 400m, 800m y  1500m libre en su categoría; también se le deben sumar los de 400m combinado y 100m  mariposa.  

Son estos resultados, sumados a la similitud del programa de pruebas en el que se especializa, los que la llevan a las inevitables comparaciones con la doble  campeona mundial y medallista olímpica juvenil, Delfina Pignatiello. De cualquier manera,  son dos nadadoras lo suficientemente distintas como para aprender a identificarlas. 

La más notoria de sus diferencias es el estilo de nado que mantiene cada una. Mientras que Delfina, gracias a su físico, fue el estandarte de un nado apoyado en la técnica; Agostina, también por el biotipo que tiene, es lo que es gracias a su potencia innata. 

Delfina parecía no requerir ningún tipo de esfuerzo para propulsarse en el agua, el propio  oleaje que proporcionaba la pileta, combinado a su resistencia por supuesto, le bastaba  para imponerse. Agostina, en contraposición, empuja el agua con una fuerza abrumadora,  cosa que puede hacer gracias a que conoce como aprovechar las ventajas de su cuerpo.

Un gran ejemplo de esta disparidad, aparece en las vueltas o virajes de las dos. En la  prueba en la que Pignatiello logra el campeonato mundial de 800m libres, sale antes de los  5 metros; en la carrera de 800m libres en la que Hein logra el oro del Mare Nostrum, se  impulsa unos metros después de esa marca. 

El fondismo prácticamente no da a lugar para estrategias muy variadas. La estrategia más  usada es tanto la más difícil como la más lógica: mantener los mismos pasajes durante toda  la carrera. En esto sí es verdad que ambas coinciden, las dos son nadadoras muy prolijas  que no tienen miedo de ostentar la amplia base que forjaron a lo largo de sus trayectorias.  

Otro quiebre, relacionado al primer factor, son las carreras que corren. Sí, están  fundamentadas en las carreras largas, nadan crol y como estilo secundario mariposa, pero  hay un pequeño desequilibrante más.  

Agostina tiene un componente explosivo que Delfina nunca tuvo. Es esto lo que le da a la  zaratense la victoria en carreras cortas, y lo que le permitió hacerse con el oro en los 100m del pasado Nacional Open, donde quedó a tan sólo 19 centésimas del récord absoluto. 

Por contraposición, Delfina, gracias a su flotabilidad, dominó los 200m mariposa de una  manera inusitada a lo largo de su carrera. Para ser una prueba secundaria, lograr récords  tanto en la categoría Junior como en Juvenil, además de sumar títulos nacionales en la  prueba, es algo raro de ver. 

Ninguna de estas características son inherentemente malas o buenas, todo dependerá de  las carreras que se quieren buscar y las estrategias que se usen. De eso ya se encarga el  entrenador de cada deportista. En un ambiente más matemático, siempre es buena idea estar al tanto de lo que significan  los tiempos que ha sabido lograr recientemente Hein.  

La campeona mundial junior de los 1500m libres en 2022, la turca Merve Tuncel, se llevó el  1º puesto con un tiempo de 16:15.95. En esa misma prueba, llevada a cabo el 3 de  septiembre del año pasado, Agostina quedó 8ª con 17:07.85. 

Hace semanas, a mediados de mayo, Hein disputó los 1500m libres en la segunda etapa  del Mare Nostrum, donde se llevó la medalla de plata, justo por detrás de la brasileña  Beatriz Dizotti. ¿La marca de la zaratense? 16:14.19, más de un segundo por debajo de la  que se proclamó como la mejor nadadora juvenil del mundo, hace menos de un año. Esto sin contar que cuando Tuncel logró la marca, contaba con 17 años, mientras que  Agostina no lleva un mes de haber cumplido sus 15. 

La “Vikinga”, como la apodó su entrenador Sebastián Montero, tiene uno de los presentes  más brillantes de la natación nacional, aunque jamás se debe dejar de tener en cuenta que,  no importa cuántas medallas cuelguen de su cuello, aún es una adolescente.  

Olvidar que aún va a la secundaria, y que hace menos de cinco años estaba en primaria,  puede desembocar en una cadena de tropiezos sobre piedras que ya han lastimado a otros  atletas rioplatenses. 

 

Los argentinos y el Inter: un contrato de por vida

Por Nicolás De Santana, Thiago Oviedo, Ailén Agüero, Mateo Crescimbeni y Agustín Duré

Joaquín Correa, Valentín Carboni y Lautaro Martínez son los jugadores argentinos que integran el Inter de Milán, pero en total son 52 argentinos los que vistieron la camiseta nerazzurra desde principios del siglo XX, lo que lo convierte en el segundo equipo italiano con mayor cantidad de futbolistas de Argentina por detrás del Genoa, que sólo lo supera por cuatro (56).

“La llegada de argentinos al fútbol italiano se dio fuerte y principalmente por la migración de los nuestros al país sudamericano entre el final del siglo XIX y principios del XX, ya que más de la mitad de los argentinos tiene ascendencia italiana”, expresa a El Equipo el historiador deportivo italiano y agente de scouting Lorenzo Corbetta.

El Inter nació el 9 de marzo de 1908 como un club disidente del en ese entonces Milan Football & Cricket Club -actual Milan- por el rechazo de incorporar extranjeros. De ahí el nombre oficial de Internazionale y su afinidad de contratar jugadores de otros países. El argentino que más resuena es el eterno Capitano Javier Zanetti, ya que es el jugador con más partidos (858) y títulos en el club (16)
y por quien retiraron la camiseta número 4 en su honor.

El “Pupi” jugó desde 1995 hasta su retiro en 2014, anotó 21 goles y levantó como capitán la Champions League de la temporada 2009/2010 en la que compartió equipo con tres compatriotas: Walter Samuel, Esteban Cambiasso y Diego Milito. Esta coronación, sumada a la Serie A y a la Copa Italia que el equipo había ganado ese año, significó la obtención de un triplete, hito único en la historia de todos los clubes italianos.

Ricardo Álvarez, ex volante del Inter, le dice a El Equipo que Zanetti lo había llamado cuando jugaba en Vélez y que le había comentado las ganas que tenía el club italiano de contar con él. El mediocampista que jugó el Mundial de Brasil 2014, ya retirado, agrega: “Me incliné por el Inter porque es un grande de Italia y porque desde chico fue una referencia para los argentinos por tener siempre compatriotas en el equipo”.

Diego Milito, quien vistió la camiseta nerazzurra entre 2009 y 2014, fue clave para la obtención de la tercera Champions League del Inter, bajo la gestión del entrenador portugués José Mourinho, por haber marcado un doblete en la final contra el Bayern Munich que lo terminó de consolidar como ídolo. El ex Racing convirtió 75 goles en 171 partidos en el Inter, igualando a Julio Cruz como quinto máximo goleador argentino en la historia del club, y ganó el Mundial de Clubes 2010.

En contraste, durante toda la década del 70 y la mitad del 80 no hubo ni un solo argentino. En esos años, Inter consiguió cuatro títulos locales pero ninguno internacional, y quien rompió la sequía después de 18 años fue el bicampeón del mundo con la selección argentina, Daniel Passarella, en 1986. Más atrás en el tiempo, tras el paso de los primeros 11 argentinos, en 1960 llegó el turno de Helenio Herrera, que estuvo ocho temporadas como técnico -siendo el primero de Argentina pese a nunca haber jugado en el Inter ni en ningún equipo sudamericano- y ganó tres Scudettos, dos Copas de Europa y dos Copas Intercontinentales al mando del equipo milanés.

De aquellos once primeros argentinos, el primer futbolista que vistió la camiseta del Inter fue Attilio Demaría en 1931, luego de haber sido parte de la gira internacional de Gimnasia y Esgrima La Plata dos años antes -que incluyó un partido contra Napoli en Italia- y de la delegación argentina en el Mundial de Uruguay 1930. Demaría estuvo seis temporadas en el Inter y, gracias a su doble nacionalidad, fue parte de la selección campeona del mundo con Italia en 1934. Tras una breve vuelta al fútbol argentino, con pasos por Estudiantil Porteño e Independiente, volvió al Inter en 1939 y se quedó hasta 1943. Con 83 tantos es el segundo argentino con más goles en el Inter detrás de Mauro Icardi (124) y el tercero con más partidos (295) después de Javier Zanetti y Esteban Cambiasso con 858 y 431 respectivamente.

El historiador del calcio Lorenzo Corbetta sostiene que los hinchas del Inter adoran a los jugadores argentinos porque dan todo por la camiseta: “La reputación de la camada argentina que ganó el triplete en 2010 reafirmó aún más la llegada del Inter al mercado de ese país”.

Argentinos que pasaron por el Inter

Atilio Demaría, Giovanni Rizzo, Félix Demaría, Elmo Bovio, Alberto Paolo Cerioni, Franco Ponzinibio, Alfredo De Vincenzi, Antonio Ferrara, Victor José Pozzo, Juan Landolfi, Oscar Basso, Antonio Angelillo, Marcelo Pagani*, Oscar Massei, Daniel Passarella, Ramón Díaz, Sebastián Rambert, Javier Zanetti, Diego Simeone, Sixto Peralta, Nelson Vivas, Andrés Guglielminpietro, Matías Almeyda, Lucio Filomeno*, Gabriel Batistuta, Julio Cruz, Hernán Crespo, Cristian “Kily” González, Nicolás Burdisso, Esteban Cambiasso, Juan Sebastián Verón, Walter Samuel, Santiago Solari, Mariano González, Diego Milito, Ricardo Álvarez, Mauro Zárate, Rodrigo Palacio, Juan Pablo Carrizo, Matías Silvestre, Mauro Icardi, Rubén Botta, Hugo Campagnaro, Cristian Ansaldi, Éver Banega, Lisandro López, Facundo Colidio*, Lautaro Martínez, Joaquín Correa, Valentín Carboni, Franco Vezzoni* y Franco Carboni*.
*Marcelo Pagani y Lucio Filomeno no sumaron minutos en su paso, mientras que Facundo Colidio, Franco Carboni y Franco Vezzoni no debutaron y están cedidos a préstamo.

La dinastía croata en la Champions, más viva que nunca

Por Gustavo Rodríguez López, Tomás Allami, Federico Cáceres, Manuel Carmona y Valentín Romang

Hay muchos países que son reconocidos por la pasión por el fútbol y por el éxito de sus jugadores, como Brasil, Argentina e Italia. Pero hay un país que de manera sutil y silenciosa se fue introduciendo a este grupo con futbolistas extraordinarios. A partir del Mundial de Francia 1998, con Davor Šuker, Croacia figuró en el mapa del fútbol internacional. En la actualidad sigue demostrando su mentalidad ganadora y aporta jugadores desarrollados en el país a los grandes equipos de Europa. Esto se ve reflejado en que desde 2013 todos los equipos campeones de la Champions League tienen al menos un jugador croata en sus planteles.

El equipo que comenzó con esta dinastía de jugadores croatas campeones de la Champions fue el Bayern Múnich con Mario Mandžukić, tras vencer en la final por 2 a 1 a su clásico rival, el Borussia Dortmund, en 2013. El delantero jugó 10 partidos en aquella edición de Champions y convirtió tres goles, además de aportar una asistencia.

Luego, empezó el exitoso periodo de Luka Modrić en el Real Madrid, en el que ganó 5 Champions League, la primera de ellas en 2014. Conquistó 3 consecutivas en 2016, 2017 y 2018, siendo este último el año en el que ganó el ‘Balón de Oro’, rompiendo la hegemonía Messi-Ronaldo. Su última conquista en la competencia fue en 2022.

Otro croata que formó parte del tricampeonato continental del Madrid fue Mateo Kovačić y es el segundo croata con más Champions ganadas en la historia (con 4). Tuvo un rol más importante en 2021 cuando salió campeón con el Chelsea.

En 2015, esta vez el protagonista balcánico en Champions fue Ivan Rakitić. El mediocampista debutó en el Basilea en 2005. Y luego de pasar por varios clubes europeos, llegó al Barcelona, en el que se consolidó siendo pieza clave del equipo de Luis Enrique y conquistó la Champions League marcando un gol en la final frente a la Juventus.

Dejan Lovren es otro de los nombres que figuran entre los ganadores de este título. Se proclamó campeón de la Champions League en 2019, tras vencer al Tottenham Hotspur por 2 a 0 en la final. Pese a que el futbolista croata no era titular, formó parte del plantel campeón de esa edición de la competición continental. En la temporada 2019/20, Ivan Perišić consiguió levantar la Champions con el Bayern Múnich, en su año a préstamo del Inter. En esa temporada, el mediocampista anotó tres goles y dio tres asistencias.

La meca del fútbol croata, y unas de las más sobresalientes en toda Europa, es el Dinamo Zagreb, el club en el que la mayoría de las estrellas se formaron y desarrollaron, como Kovačić, Modrić y Dejan Lovren. Es decir, hicieron divisiones inferiores en Dinamo Zagreb y se consagraron campeones de la Champions League. También formaron parte de la selección, dando grandes actuaciones en los mundiales y copas europeas. El prestigio croata es enorme, y todavía resalta su experiencia y rendimiento al más alto nivel, que viene de dar dos mundiales históricos seguidos, donde quedó subcampeón en Rusia 2018, y obtuvo el tercer puesto de Qatar 2022. 

El Dinamo Zagreb, con 112 años de historia, es el equipo más importante del país con 52 títulos obtenidos, es campeón de la Primera Liga Croata desde 2012 y cuenta con un valor de plantel ampliamente superior al resto: 93.3 millones de euros según Transfermarkt.

Guillermo Suárez, ex jugador del Dinamo Zagreb que hoy juega en Rivadavia Lincoln del fútbol amateur del “Torneo Argentino A” , rememora sus tiempos en Croacia y la competitividad del club: “La superioridad del Dinamo sobre los demás equipos se debe a cuestiones de plantel y presupuesto. Contrata muchos jugadores de jerarquía y a la larga eso prevalece en la liga croata. Por lo general gana las ligas por una cuestión de plantel y poder económico que los demás no lo tienen”. Suárez también deja en claro que el fútbol se vive de manera muy pasional en Croacia.

Con símbolos experimentados de la selección, y jóvenes con un futuro prometedor, como Joško Gvardiol o Dominik Livaković, ambos formados en el Dinamo Zagreb, dieron las dos mejores actuaciones de Croacia en Mundiales. Y no es ninguna casualidad, ya que de los 26 convocados al último Mundial por Zlatko Dalić, 15 vistieron en algún momento la camiseta del Dinamo Zagreb.

Los croatas, reconocidos como los “Vatreni”, que en español significa “lleno de fuego” o “ardiente”, refleja su carácter y su personalidad, y quieren extender esta racha de una década de títulos continentales desde 2013 por un año más, ya que Marcelo Brozović, del Inter, es el único croata en la final de la Champions con el Manchester City.

Mariné Russo, más que una Leona

Por Juan Martín Souto

¿Qué es una Leona? Según la Real Academia Española, significa “Gran mamífero carnívoro de la familia de los Félidos, de pelaje entre amarillo y rojo”. En Argentina, el término se le atribuye, popularmente, a las mujeres luchadoras y sacrificadas, y deportivamente, a las jugadoras de hockey femenino que marcaron un antes y un después en la historia de este deporte. Una de ellas es Mariné Russo, bicampeona del mundo (Australia 2002 y Argentina 2010) y dos veces medallista olímpica (Atenas 2004 y Beijing 2008).

Siempre ligada al deporte, la también cuatro veces campeona de la Champions Trophy (el torneo más importante después de los J.J.O.O y la Copa del Mundo) se desempeña como Directora en la Liga Municipal de Hockey de Berazategui. “Es una responsabilidad y un placer. Constantemente está en crecimiento, buscamos organizarlo para que un montón de chicas, que no están en clubes, puedan tener la posibilidad de entrenar y competir. Siempre digo que los resultados se ven a largo plazo; nueve años después de que se inició la liga veo varias nenas que arrancaron con seis, siete años y hoy con catorce o quince están jugando, se han anotado en clubes porque arrancaron en una Sociedad de Fomento y les encantó, entonces con el tiempo se dieron cuenta que les gusta. La verdad, es un placer poder trabajar en esto”.

Fuera del ámbito deportivo, Mariné es destacada por su personalidad y, pese a lo logrado, mantener siempre la humildad. “La defino como una excelente persona, con valores morales que tomó de su familia. Posee una fuerza de voluntad increíble para ir, probar, seguir, ante el fracaso continuar luchando, caerse e intentarlo de nuevo. Creo que la marcó y eso permitió que consiga tantos logros. También la defino como una gran esposa y excelente madre”, destacó su marido Federico Mollevi.

Sus comienzos en el colegio Nuestra Señora de Ranelagh fueron a los seis años. Los días sábados se daban clases de deporte recreativo de manera extracurricular y fue con su hermano en una época donde el hockey no tenía tanta visibilidad ni popularidad. A los nueve comenzó a competir a nivel clubes en el Círculo Universitario de Quilmes (CUQ) entrenando durante la semana y disputando los encuentros los sábados.

Su convocatoria a la Selección Argentina llegó desde muy joven. A los 15 años, fue enviada al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) para entrenar, porque su club la consideraba una de las jugadoras más relevantes. Las prácticas eran con vistas a formar parte del Seleccionado Juvenil de Buenos Aires donde Mariné quedó en la lista definitiva de 16.

Con 17 años llegó a “Las Leoncitas”, la Selección Sub 21 de Argentina: “Ahí tomé conciencia de que podía llegar a representar al seleccionado nacional”, expresó la tres veces campeona de los juegos Panamericanos.

Durante su paso por Quilmes, donde obtuvo (por ejemplo) el ascenso a primera en 2003 y el subcampeonato de 2006 de Primera División (teniendo como compañera a Luciana Aymar), conoció a Julia Tollo, jugadora del club y quien mantiene una profunda amistad con la ex Leona. “Como deportista destaco su convicción, actitud y confianza en sí misma. Como persona sus valores, sobre todo su empatía y solidaridad. Mariné es garra, porque todo lo que hace le pone tanta garra y actitud que hace la diferencia solo con eso. Su actitud la define. Dentro de la cancha era un tractor, corría y metía sin parar, ningún partido con ella era imposible. Jamás se quedaba en un error propio o se achicaba contra alguna jugadora importante”. Además, destacó los mejores recuerdos que comparte con Mariné dentro y fuera del campo de juego: “En la cancha me quedo con el ascenso a primera A con Quilmes, la final del metro 2006 y el viaje a Japón. Fuera, muchísimos momentos compartidos, algunos buenos, malos, más tristes, más felices, pero siempre en grupo todas juntas”, expresó su ex compañera y amiga.

Como en la vida de toda guerrera, siempre hay un tropiezo y Mariné no fue la excepción. Pese a entrenar con el seleccionado juvenil, el director técnico decidió no convocarla para el Mundial Junior de 1997 disputado en Seongnam, Corea del Sur. En esa competencia Argentina quedaría tercera con Alejandra Gulla como mejor jugadora. La vida le dio revancha y cuatro años más tarde disputó su primera Copa del Mundo Sub 21 donde logró el subcampeonato junto a la designación como “Mejor Jugadora” del certamen.

No sólo estaba disputando la Copa del Mundo Júnior en Buenos Aires, sino que al mismo tiempo comenzaba a convertirse en “Leona”. En 2002, de la mano de Sergio Vigil, disputó su primer Mundial en Perth, Australia. Allí se consagraría campeona luego de vencer a Países Bajos en la final. En 2006 obtiene el tercer puesto y en 2010 volvería a lograr el título, esta vez en Argentina, disputado en la ciudad de Rosario. La oriunda de Berazategui cree que en Madrid no lograron el título porque no se veían campeonas: “En los dos que ganamos notamos algo distinto desde el comienzo que no estaba en 2006. Creo que cuando un equipo sale campeón hay un equilibrio mental, físico, técnico, táctico y grupal. Se dieron grupos que tenían en claro que querían ser campeones y desde el inicio del proceso se va notando, no así en 2006 donde no había tanta unión o no se notaba que queríamos lograr el título”.

Destacó el rol de Luciana Aymar como jugadora y compañera, pero, a pesar de las individualidades, prefiere quedarse con un grupo comprometido para lograr objetivos: “Lucha hacía todo fácil, siempre teníamos el plus de que si ella se iluminaba dos segundos cambiaba el partido. Contagiaba en los entrenamientos porque constantemente quería perfeccionar algo de su juego. De igual manera, y con el paso del tiempo, no tengo dudas de que tener un grupo homogéneo es la base para lograr algo; obviamente las individualidades siempre marcan, pero con el diario del lunes, digo que se necesita un grupo fuerte que tenga las cosas en claro”.

En cualquier actividad, el apoyo es muy importante porque permite que el/la deportista se desarrolle para llegar a algo, tema que Mariné tiene muy presente. “En mi carrera tuvo que ver muchísimo. Si de chica mis papás no me llevaban al CeNARD hubiese sido imposible viajar. Todo el entorno es clave para que el deportista pueda entrenar, descansar, alimentarse bien y poder sostenerse, que es lo más difícil”. Esa experiencia y contención que tuvo, lo traslada a su actual trabajo: “En la Liga Municipal trato de recalcarlo siempre y es lo que le pido a los padres, porque cuando uno es chico ellos son los que incentivan y apoyan a que el deporte les guste, son los que les dan la posibilidad”. Por otra parte, Mariné siente que el deporte en el país no tiene tanta prensa teniendo en cuenta los logros: “Creo que el Hockey en Argentina no tiene tanta difusión o apoyo como debería tener con los éxitos que obtuvo. Hay una gran cantera de jugadores y por eso siempre están en los primeros puestos mundiales. La realidad es que siempre hay jugadores de mucha calidad y talento”.

Su camino en la última disputa mundialista no lo realizó sola, estuvo acompañada por su familia: “Estar con ella en el Mundial fue un placer, fue de las experiencias más lindas que viví en mi vida. Ir a Rosario con todo ese marco de gente me hacía acordar al fútbol, pensaba: ‘El hockey se merece esto’. Obviamente en la tribuna lo sufría como cualquiera y después tuve la suerte de poder ir al hotel para visitarla. La experiencia fue inolvidable, de las cosas más lindas que me pasaron”, contaba Federico.

A lo largo de su carrera fue entrenada por técnicos de mucha experiencia: Sergio ‘Cacho’ Vigil, Carlos ‘Chapa’ Retegui o Gabriel Minadeo y muchos más que le dejaron algo durante su carrera. “Todos marcaron algo, no podría decir uno. Tuve algunos donde fui más preferida, con otros no tanto y creo que estos últimos forjaron mucho más mi carrera en el deporte. La verdad que rescato de cada uno algo positivo y todos colaboraron para llegar a ser Leona tanto tiempo”.

Mariné no cambiaría nada de su carrera deportiva. Las cosas buenas las disfrutó y los errores la marcaron para saber qué no hacía bien: “Todo me ayudó a crecer y no me arrepiento absolutamente de nada de lo que viví”.

Actualmente tiene 43 años, es mamá de dos hijos (Simón y Gaspar), y continúa desarrollando su pasión por el hockey desde la docencia, volcando toda su experiencia para formar a las generaciones futuras.