martes, enero 14, 2025
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Becas Universitarias UAI Urquiza: Caso Miriam Mayorga

Un club en crecimiento, Uai Urquiza lidsera el fútbol femenino

Por Fabrizio Ferrari

En Villa Lynch, Provincia de Buenos Aires, está ubicada una de las cuantas casas deportivas del fútbol argentino. Hoy Club Deportivo UAI Urquiza. Hasta 2009 se llamaba Club Deportivo Social y Cultural Ferrocarril Urquiza, momento en el cual no atravesaba un buen andar institucional y deportivo. En un camino paralelo y de otro rubro, se encontraba, con bocina en mano, buscando la manera de poder seguir adelante, en este caso desde la educación, el Club Deportivo UAI de la Universidad Abierta Interamericana. En agosto de ese mismo año, por asamblea de socios, simbólicamente y legítimamente “el deporte y la educación” se unieron con la representación de tres colores: al celeste y blanco original se le sumó el bordó.

El club al tener sus instalaciones fuera de la ciudad, sin aptitud de competir ante grandes clubes como Boca Juniors, River Plate y Racing Club, puso la visión en el interior. Iban a las provincias del país a proponerles a las jugadoras dos sueños: jugar en el club y una beca para que pudieran estudiar una carrera universitaria en la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Uno de los casos más emblemáticos y de actualidad en el fútbol argentino es Miriam Mayorga, jugadora de Boca Juniors y de la Selección Argentina, que llegó al conjunto de Villa Lynch. “La beca fue el incentivo y el 50% de mi decisión para venir a UAI, siempre me gustó medicina, en Bariloche no había y además mi familia no tenía los recursos para que estudiara en el exterior”.

Las propuestas de los clubes en el mundo para seducir a los jugadores son varias: dinero, desafíos deportivos, bienestar en sus familias, entre otras tantas. En Argentina pasa igual pero con un salario más bajo. El caso UAI con el sistema de becas de promedio es un caso distinto al resto. Miriam Mayorga, ex jugadora del Furgón cuenta que en 2012 jugaba un torneo en un pueblo cercano a Bariloche, de jueves a domingos. “Salí campeona con mi equipo Luna Park y Diego Guacci, Vicepresidente de la Liga Federal en el fútbol femenino, me ofreció ir a Buenos Aires al club UAI Urquiza, que yo desconocía, y también la posibilidad de estudiar una carrera universitaria”.

La historia de Mayorga con el club y donde, de alguna manera, el incentivo de las Becas Universitarias infieren en las voluntades de decisión de las jugadoras que pasaron por la institución, no es la única que resuena en la actualidad. Chiara Magni llegó a vestir los colores de la UAI en 2021, y actualmente estudia el Profesorado de Educación Física en la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Otro de los casos en el momento del fútbol femenino profesional argentino, es el de Diana Falfán, que es un pieza clave del equipo de Villa Lynch en el mediocampo y en la Selección Argentina que, a su vez, estudia Contaduría Pública en la Institución.

“Cuando llegué al club me encontré con un grupo muy familiar, la mayoría éramos del interior. En UAI daban departamentos, había chicas a las que les ayudaban a conseguir trabajo de 4 a 6 horas por la mañana”, relata Miriam Mayorga, ex jugadora del club y testigo presente – junto a otras jugadoras que pasaron por UAI Urquiza y también que están en la actualidad-, de cómo la Institución de Villa Lynch, tras la unión del Club Deportivo Social y Cultural Ferrocarril Urquiza y la Universidad Abierta Interamericana (deporte y la educación) en 2009, apostaron por ir en busca de la calidad futbolística del interior de la Argentina.

El fútbol femenino en UAI Urquiza: pocos años llenos de historia

Micaela Sandoval: líder dentro y fuera de la cancha

 

Lucas Benaducci: capitán dentro y fuera de la cancha

Por: Karen Castelli 

Lucas Benaducci llegó hace un año a San Martín de Burzaco, equipo que se desempeña en la Primera C, cuarta categoría del fútbol argentino. Líderes de la tabla de posiciones y
con un solo objetivo para esta temporada: ascender. Capitán del Azul y apasionado
por este deporte. Lucas Benaducci es un claro ejemplo de la realidad que viven los
clubes del ascenso en Argentina, que debido a los bajos salarios que reciben, necesitan
de un empleo paralelo para complementar y poder llegar a fin de mes.

En la calle Cerrito 1158, de la localidad de Temperley, se encuentra el
gimnasio ENPERF donde Lucas da clases personalizadas todos los días. Hace diez
años que trabaja como entrenador y jugador. Su rutina arranca a las 6 de la mañana
con los ejercicios en el club, luego del mediodía y hasta altas horas de la noche recibe
gente en el lugar. Y aunque toda la semana sus horarios son complicados, cuando tiene
que concentrarse antes de los partidos, un poco más; se las ingenia con su hermano
que lo ayuda y lo reemplaza, para no fallarle a los clientes y cumplir en ambos lados a
la vez.

“En Sanma hay varios chicos del plantel que tienen trabajos extras, hay dos
peluqueros, otros que son deliverys. Por supuesto que el rendimiento y el
desgaste no es el mismo para el que puede vivir únicamente del fútbol, que para el que
necesita de otro sustento salarial y tiene que trabajar el doble”, agregó el capitán del
Azul. Aunque confirma que han mejorado las condiciones: “Ojalá hubiese ganado más plata con esta carrera. Hoy la categoría C está en 75 mil pesos, sigue siendo
amateur y los arreglos de sueldo son distintos para cada deportista, dependen del nivel
y de si tiene o no representante, entre otras cuestiones”.

A sus 31 años, el lateral izquierdo, disfruta de enseñarles a los más jóvenes y
transmitirles sus experiencias, ya que ha jugado con varias camisetas: Cañuelas, San
Telmo, Excursionistas y Deportivo Español. Hoy con la cinta en el brazo es quién
arenga a su equipo antes de cada encuentro y en algunos momentos también visita las
habitaciones de sus compañeros, durante las concentraciones, con el fin de sumar en el
estado de ánimo. “Soy bastante molesto con los más chicos. Con esta institución
empezamos a concentrarnos este año, variamos entre tres lugares: S.E.C.L.A, un spa
que está en Berazategui o en el club Temperley”.

Benaducci define al fútbol como una pasión con espíritu amateur, que aún conserva las
raíces de la vieja escuela, que prioriza jugar a la pelota por encima del espectáculo y
pretende dejar un mensaje en las categorías juveniles a modo de misión: “El deporte
va más allá de ganar plata o de ser conocido”.

Obreros del Ascenso

Agustín Sosa, el albañil de un sueño

Micaela Sandoval: líder dentro y fuera de la cancha

Por Julieta Courtinade

“La verdad que mi experiencia en el club es hermosa. Conocí gente maravillosa que comparte mi pasión por el fútbol, nuevas maneras de trabajar y exigirme, y eso me hace crecer día a día, como persona y como futbolista”, así describió Micaela Ayelén Sandoval, actual capitana del equipo de fútbol femenino de UAI Urquiza, sobre cómo es representar a uno de los mejores clubes de Argentina.

– ¿Cuál fue el quiebre en tu vida para transformarte en capitana de un plantel profesional?
– No creo que haya habido un quiebre, realmente creo que algunas personas ya nacen siendo líderes, y considero que yo soy una de ellas. Sea o no la capitana, tenga o no la cinta, siempre voy a tratar de ser un buen ejemplo para mis compañeras. Entrenando duro, respetando a todos, entregándome al máximo, sumando desde donde me toque y manteniendo la humildad que me enseñaron en casa.

Sandoval nació el 27 de enero de 1991 en La Plata. Desde muy chica que su única pasión es el fútbol y hoy tiene la oportunidad de demostrarlo ante miles de personas. Además de UAI, también formó parte de grandes instituciones como lo son River Plate y Estudiantes de La Plata, donde comenzó a dar sus primeros pasos dentro de este mundo y llegó a portar la cinta de capitana. Tuvo la oportunidad de representar a la Selección Argentina y hasta llegó a participar del Mundial disputado en Japón 2012.

– ¿Qué notás de distinto al club en el que estás ahora con los equipos para los que jugaste anteriormente?
– Este club siempre te hace ir por el título. La manera de trabajar, la exigencia, la competencia interna, lo mucho que saben los integrantes del cuerpo técnico, el grupo humano que te hace sentir que estuviste toda la vida en el club.

Años atrás el fútbol femenino prácticamente no existía en la Argentina. En comparación al masculino, las condiciones en las que las mujeres ejercían esta actividad eran muy malas. En 2019, tras muchos años de lucha, por fin se profesionalizó. Esta nueva medida impulsó a muchos clubes a tomar la decisión de apostar por la rama femenina. Por su parte, el Furgón fue en 2009, cuando tras la unión con Deportivo UAI -entidad deportiva de la Universidad Abierta Interamericana– impulsó el crecimiento de dicha disciplina. “La verdad que desde que se hizo “semiprofesional”, el crecimiento fue enorme, quizá en los primeros años se notó más porque faltaban muchas cosas. Ahora pareciera que bajó el ritmo de desarrollo, pero creo que lo importante es que aunque sea despacito sigue mejorando”, expresó Mica sobre la actualidad del fútbol en el país.

Boca Juniors y UAI Urquiza son los clubes que llevan la ventaja en la rama femenina. El 25 de septiembre de 2022 es una fecha que quedará marcada para siempre en la historia del fútbol femenino. La jornada 21 del campeonato enfrentó a estas dos instituciones en La Bombonera. Un estadio con más de 23 mil hinchas, que marcó un récord de asistencia para esta categoría. El encuentro terminó 2 a 1 a favor de las Xeneizes y como consecuencia se coronaron campeonas del torneo. “La verdad que traté de disfrutarlo al máximo, era algo único lo que íbamos a vivir y así lo aproveché. Lamentablemente no pudimos coronarlo, y obviamente eso dolió, pero en el momento lo disfruté mucho”, expresó Sandoval. “Por momentos escuchaba más a todos nuestros familiares que eran unas 300 personas, que a esas 23 mil. Fue increíble y hermoso”, sentenció con orgullo al haber vivido ese momento histórico del fútbol femenino.

El fútbol femenino en UAI Urquiza: pocos años llenos de historia

Becas Universitarias UAI Urquiza: Caso Miriam Mayorga

La modernización más grande del TC en los últimos 60 años

Por: Nicolas Gallitrico y Matias Miqueri

El Turismo Carretera está en una etapa de grandes cambios en sus carrocerías. En 2022 se agregó el Toyota Camry, lo que significó una gran reforma para el automovilismo argentino y ahora, de cara a la próxima temporada, se sumarán el Chevrolet Camaro, el Ford Mustang y el Dodge Challenger, dejando atrás a modelos emblemáticos como el Ford Falcon, la cupé Chevy de Chevrolet, la cupé GTX de Dodge y el Torino, los cuales dejarán de existir en 2026. Esto se debe a que la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) decidió reemplazar a los actuales autos por los deportivos estadounidenses conocidos como “Muscle Cars”, con el objetivo de renovar el parque automotor y atraer la atención de un público más joven. Esto permitirá una actualización de carrocería ya que son coches que aún se fabrican.
El primer cambio generacional de modelos se dio a mediados de los sesenta, cuando las “cupecitas” fueron sustituidas por los autos compactos que prevalecieron sobre los prototipos sport. El cambio que se dará la próxima temporada será el más fuerte del TC en los últimos 60 años, ya hay un modelo de cada marca en etapa de construcción. Se espera que para la temporada 2024, los tres modelos mencionados ya esten en pista.

Diego Luliano, gerente técnico de la ACTC, detalló cómo surgió el proyecto: “En una reunión con la comisión directiva, el comité ejecutivo decidió poner en práctica esta idea de modernizar el Turismo Carretera con el fin de aggiornarse a esta nueva era”. Además, agregó que se buscará atraer al público más joven, que no tuvo la posibilidad de ver en vivo una Chevy o un Torino pero si presenciaron estos autos nuevos. Si bien estos cambios generaron mucha controversia por parte de los fanáticos en el mundo automotor, Luliano explica que la reestructuración es necesaria para mejorar la categoría y que si bien todo cambio siempre es resistido, al principio o a la larga se termina imponiendo. No obstante, declaró: “Cuando uno vea el auto terminado, con la calidad y la estética que va a tener, tendrá una aceptación masiva, será perfecto”.
La ACTC está bastante ilusionada con este nuevo proyecto que planean poner en marcha a principios del año que viene. Hay reuniones cada 15 o 20 días en las que se evalúan los cambios y los avances que van teniendo los distintos prototipos. Se estima que en el lapso de un mes, esté lista y completa la parte externa del auto para empezar a hacer el armado final. Si todo sale bien, en noviembre se arrancarán a hacer las primeras muestras de forma oficial. “La idea es hacer pruebas tanto aerodinámicas como de performance en pista para que el rendimiento del auto nuevo sea similar al del TC. Buscamos que los nuevos modelos sean parejos con el auto actual”. Además, ante la duda de muchos fanáticos, adelantó que todavía no está definido que haya solamente un auto por equipo.

Ford Mustang
Ulises Amellini, ingeniero y propietario de la escudería DTA Racing, se está encargando del armado del nuevo Ford Mustang. “El impacto de la nueva carrocería ha sido muy positivo para todo el equipo, estamos ante un hecho histórico y estoy seguro de que cuando miremos a futuro nos vamos a dar cuenta lo importante que fue para la categoría; ni hablar para el automovilismo argentino”, declaró. El equipo DTA, aún no piensa en quién será el encargado de subirse al nuevo auto, sino en dar lo mejor de ellos para brindarle a la competencia un vehículo de calidad.
Armanelli detalló que tan avanzado se encontraba su equipo con el montaje del nuevo Ford y dijo que ya estaban en la recta final, con el 85% del trabajo hecho y que solo faltaría la pintura y el armado.

Torino
Esteban Trotta, dueño del equipo Trotta Racing, será el encargado de ocuparse de la remodelación del mítico Torino, que a diferencia de las demás marcas, la actualización de este auto será a través de una votación general. Se presentarán propuestas y diseños, y los fanáticos elegirán de forma democrática el nuevo vehículo para la próxima temporada. “En cuanto al avanzado del Torino, estamos esperando que termine el concurso y que se vote para saber definitivamente cuál es el modelo que vamos a tener como representante de la marca. En ese sentido, venimos un poco más atrasados que los demás”.
Pese a creer que el cambio en la categoría es necesario, Trotta sostuvo que él es de la vieja escuela y prefiere los autos antiguos, con los que se crió de muy pequeño. Es sabido que la próxima temporada pese a la inclusión de los nuevos modelos será de transición debido a la falta de autos en toda la competencia.
Trotta coincidió con los otros ingenieros en que la parte técnica de la ACTC se tendrá que centrar bastante en la parte aerodinámica con la potencia de cada motor para que el equilibrio sea justo. Además, agregó: “El 2024 será un año de transición. Es inevitable que se junten los modelos nuevos con los modelos viejos, tenemos un parque de 60 autos y es imposible que se arranque con esa cantidad”.

Dodge Challenger
Rodolfo Di Meglio, encargado del desarrollo de Dodge Challenger, es uno de los preparadores más prestigiosos del automovilismo argentino. Reconoció que las diferencias de los nuevos modelos a comparación de los viejos van a ser “abismales”, teniendo en cuenta que los mismos pasarán a tener una modernización de aproximadamente 60 años. “El público lo va a ver en cuanto a sus líneas, son mucho más trabajadas, más moderadas, más aerodinámicas, en fin, tiene un montón de cuestiones mucho más importantes”, reconoció. Por otro lado, en una nota con Infobae, Di Meglio afirmó que el Challenger iba a ser el peor en relación a las otras marcas, ante esto se refirió: “Mencioné eso porque tenemos las cotas de los tres autos, el Challenger es el más largo, el más ancho de carrocería y de frente a nivel parabrisas, con lo cual suponemos que eso arrastra un disco compacto mucho más conflictivo que las marcas anteriores, tanto sea Camaro como Mustang. Por lo tanto seguramente el reglamento tendrá algunos aditamentos favoreciendo el Challenger para que sea tan competitivo como las otras marcas”, expresó. Sin embargo, aclaró que hasta no hacer los primeros ensayos esto solamente iba a ser una especulación más bien teórica, que es algo que terminarán de analizar una vez el auto esté en la pista.

Chevrolet Camaro
El equipo Predacon Racing es el delegado en la elaboración del nuevo modelo del Chevrolet Camaro. Federico Raffo, ingeniero del equipo, asegura que los trabajos de elaboración del nuevo vehículo se están haciendo a fondo y a contrarreloj. Esto último se debe a que la idea es presentar a los nuevos modelos -no para participar- en la última fecha del TC que se correrá en San Juan, en el mes de diciembre.
Con respecto a que ambos modelos compitan en una misma carrera a partir de la temporada que viene, Raffo declaró: “La convivencia de ambos tipos de modelos va a implicar algo que los técnicos estamos tratando de simular, de predecir, pero que hasta que no pongamos los modelos en pista no vamos a estar seguros cual es la equivalencia de performance entre los modelos viejos y los nuevos”. Además, sostuvo que el hecho de que no todos los equipos se modernicen, va de la mano con no obligarlos a realizar grandes inversiones en un corto tiempo, y más teniendo en cuenta que se tratan de modelos que hasta el momento no se han puesto en pista.
El futuro del automovilismo argentino ya llegó. La ACTC pisó fuerte el acelerador y piensa ir a por todo con este imponente cambio que tiene a todos los fanáticos expectantes y a la espera de los nuevos vehículos.

 

Canapino y su visión del nuevo TC: “Me gustaría subirme a un Camaro”

Juan Tomás Catalán Magni: “El año que viene me gustaría subirme a un Mustang, es la marca de la cual soy hincha”

 

Copa Davis: cambiar de formato no siempre es buena idea

Por Mateo Blanco

 “Es una pena que el formato de la Davis haya cambiado porque la verdad el anterior era espectacular”, dijo Guillermo Caporaletti, ex jugador y actual periodista deportivo sobre el formato actual de la Copa Davis.

Uno de los torneos más añejos en la historia del tenis que se mantuvo 40 años con su misma organización tuvo un cambio completamente rotundo, un giro de 180 grados en el año 2018 de la mano del ex futbolista Gerard Piqué y su empresa Kosmos, un plan que fue votado en la ITF y recibió más del 71% de los votos de 120 delegados en la Asamblea Anual del mismo año realizada en Orlando, el cual prometía un cambio de 25 años, la duración del contrato, solventado por 3.000 millones de dólares, con la ayuda del grupo Rakuten.

No obstante, el proyecto colapsó mucho tiempo antes de lo esperado, el desarrollo de un torneo completamente distinto al original y la escasa asistencia de público en varias jornadas acompañaron al problema más grande: la Copa Davis generó menos dinero del que Kosmos Tennis esperaba y resultó imposible para Piqué y su empresa costear los 40 millones anuales que exigía la ITF, ente el cual decidió romper el contrato tan solo 5 años después de firmarlo.

Un formato completamente exitoso que se mantuvo vigente por casi 45 años y otro que duró 5 años y dejó más problemas que soluciones, ¿cuales son las diferencias? En la nueva organización dispuesta por el exjugador del Barcelona la competencia se disputa en una semana, a diferencia del formato original que se jugaba a lo largo del año en febrero, julio, septiembre y noviembre, en una sede única sorteada previo al comienzo de la competición y al mejor de tres juegos, el anterior formato alternaba localías y visitas y era al mejor de 5, esta última medida fue lo que le quitó el característico aliento del público de local y visitante, de lo que se quejó el campeón de este certamen en 2014 con Suiza, Stanislas Wawrinka, en twitter, ya que su nación se enfrentó a Francia en Manchester y las gradas estaban completamente vacías, como si se tratase de la pandemia.

Una ronda final en noviembre con 18 equipos: 12 ganadores de eliminatorias de 24 con partidos de local y visitante en febrero, los cuatro semifinalistas del año anterior, y dos países con invitación de la ITF. Seis ganadores de grupos de tres. Dos subcampeones de las llaves pasarían entonces a disputar eliminatorias de playoffs. Y las finales contarán con dos partidos de singles y un partido de dobles, al mejor de tres sets.

El formato anterior y el verdaderamente atractivo para la gente, aunque un tanto perjudicial para los tenistas de alto nivel ya que se mezclaban con las fechas de los torneos ATP, contaba con un “Grupo Mundial”, término acuñado en la edición de 1981, de 16 equipos- los mejores de la edición anterior- buscando quedarse con la famosa “ensaladera de plata”, los demás competirán en grupos inferiores divididos por regiones buscando ingresar al grupo de los mejores, con una suerte de ascenso y descenso.

El equipo argentino jugó a lo largo de su historia 5 finales en 1981, 2006, 2008, 20011 y la más recordada por haber levantado el trofeo en 2016 con Del Potro como una de las figuras, todas estas finales se dieron con el formato antiguo y el original de la Copa Davis, pues es que desde que se cambió el formato en el año 2018 la selección no pudo pasar más allá de los cuartos de final, puesto al que llegó en 2019 perdiendo frente a España por 2 a 1.
En la actualidad la Davis volvió a las manos de la ITF, que decidió respetar el formato que estaba estipulado antes de la desvinculación con Kosmos para esta edición del 2023, la verdadera incertidumbre es que pasará a partir de la próxima competencia en 2024, pero se prevé que la organización de la competencia vuelva a cambiar su formato, quizas algo nuevo, o quizás buscando retomar aquella gloria que supo atraer a todo el mundo, aquella que duró 40 años, aquella que para todo el mundo era espectacular.

Copa Davis: corazón y garra, marca registrada de los argentinos

 

 

“Yo no tengo duda de que Bilardo y Menotti son muy parecidos”

Por Iván Heidenreich

Héctor Enrique debutó en Lanús, luego fue traspasado a River, club en el cual ganó dos torneos locales, una Copa Libertadores y una Intercontinental. En su paso por la Selección Argentina logró salir campeón del mundo en 1986 y le dió el pase a Maradona en el segundo gol a Inglaterra. Ya retirado, fue ayudante de campo de Diego en su etapa como entrenador de la Albiceleste.

-¿Cómo fue tu proceso y tu llegada y adaptación a River?

-Yo llegué de Lanús a River como delantero, no como mediocampista. Después pasé a jugar de 8 y mi idea era siempre jugar como el negro JJ Lopez. No se si lo alcancé, pero logré varios títulos, la gente me recuerda y me quiere mucho, pasé momentos muy lindos. La adaptación al club fue difícil por lo que dije antes. Yo arranqué de delantero y el equipo del 83 jugaba muy mal, aunque estaba Enzo Francescoli. Después vino Roque Alfaro y luego don Adolfo Pedernera armó un equipo que jugaba un muy buen fútbol, y ahí es donde yo pasé a ser mediocampista, pero adaptarme a River fue sumamente complicado. 

-¿Qué tenía aquel River del 86 que lo hizo ganar todo a nivel local e internacional?

-El equipo del 85/86 brillaba, y ese brillo se lo daba Francescoli. Después en el equipo que jugó la Copa Libertadores ya no estaba Enzo, entonces por ahí perdió un poco de ese brillo que teníamos, pero era un equipo muy bien armado. Jugábamos de atrás para adelante. Teníamos un arquero como Nery Pumpido que nos daba mucha seguridad, una línea de cuatro muy sólida, un mediocampo que jugaba bien, y los delanteros que tenían mucho gol. En el banco estaba Pipo Gorosito, iba apareciendo Claudio Caniggia, tenia jugadores impresionantes. Un equipo muy sólido en todas sus líneas y por eso tuvimos la suerte de ganar la primera Libertadores con la camiseta de River y la Copa al Steaua de Bucarest en Japón. Era un plantel muy bueno pero prácticamente el mismo que años antes andaba muy mal. A nosotros nos vino muy bien el hecho de que haya aparecido de modo interino Adolfo Pedernera, Martin Pando y Federico Vairo, que formaron aquel equipo que ganó todo, sin tanto secreto. El fútbol no tiene misterio, está lleno de misteriosos y ese misterio no lo tuvo Adolfo, puso los jugadores que tenía que poner. Después vino el Bambino Veira, que mantuvo el mismo equipo y obviamente le puso su magia y su impronta. Le ganamos a todos, jugábamos muy buen fútbol y la verdad que ilusionamos a la gente.

-En tu tiempo en el Millonario sufriste una lesión en la rodilla ¿Pensás que acortó tu carrera?

-Sin dudas. Yo era muy profesional, me cuidaba mucho y siempre quería estar bien. Si no me lesionaba podía jugar hasta los 40 años, pero dejé el fútbol a los 32 años, muy joven. Yo tengo un hijo que juega en Talleres de Remedios de Escalada que tiene 38 y no tengo dudas de que va a jugar hasta los 40. 

-¿Qué te genera que tus hijos sean futbolistas y sigan tus mismos pasos?

-Me genera mucha alegría. Eligieron la profesión más linda, no hay nada más lindo que jugar a la pelota. Es difícil, yo siempre les digo que nadie les va a regalar nada en el fútbol, y es cuestión de adaptarse, cuidarse y confiar en uno mismo. Cuando yo pasé a River en el 83, decían que no era jugador para el club, pero nunca bajé los brazos, siempre seguí entrenando, más allá de que no jugara. Es un consejo también para los chicos, no importa lo que digan, importa lo que uno siente por dentro. Por eso yo le agradezco a Dios el apoyo de mi viejo, que me decía que no baje los brazos porque era buen jugador, el apoyo de Pedernera y de muchas personas que me quieren. Mis hijos tienen que seguir ese camino, no tienen que bajar los brazos nunca, tienen que pelearla y por eso van a triunfar.

 

-Tuviste grandes entrenadores en tu carrera, ¿Qué enseñanzas crees que te dejaron?

-Me dirigieron Bilardo, el Bambino Veira, Pedernera, el Flaco Menotti, Miguel Russo en sus inicios. Todos me dieron la enseñanza de que hay que saber elegir buenos jugadores. Ellos le daban libertad al jugador. De Bilardo decían que era un tipo que volvía locos a los jugadores, cuando en realidad las charlas de Carlos durante el mundial no llegaban a 10 minutos. Te daba apoyo, tranquilidad y soltura, igual que Menotti, otro maestro del fútbol. Yo no tengo duda de que Bilardo y Menotti son muy parecidos. 

 


“El fútbol no tiene misterio, está lleno de misteriosos”.

 

-Fuiste ayudante técnico de Diego en Emiratos Árabes y en la Selección, ¿Cómo era el Maradona entrenador?

-Como es Maradona. El Diego es lo más grande que hay. Dentro y fuera de la cancha. Como jugador lo máximo, como persona un gran amigo que queremos y respetamos todos. Él nos enseñó a nosotros a respetar el vestuario y a defender la camiseta de la selección con el corazón, sobre todo la bandera Argentina, que eso es lo más importante. Y como entrenador era un tipo que le daba tranquilidad y serenidad a sus jugadores. Tuvimos mala suerte en el Mundial 2010, que teníamos muy buen equipo, pero tuvimos una muy mala tarde contra los alemanes y errores que hemos cometido, no sólo el cuerpo técnico sino también los jugadores. Cuando ganan, ganan todos y cuando pierden, pierden todos. La única vez que perdió nada más que el entrenador y el cuerpo técnico fue en el 2010, o sea Maradona, el Negro Enrique y Mancuso. No es así, cuando ganábamos, ganábamos todos y cuando perdíamos, perdíamos todos. Me dio pena cuando se fue Maradona de la selección, porque tendría que haber seguido. Yo dije que si Diego se iba, nos atrasábamos 10 años, y así fue, más allá del gran trabajo que hizo Sabella, llegaron a la final pero no pudieron lograr el objetivo, pero ese equipo jugaba bien también.

 -¿Qué le faltó a Argentina para ganar el Mundial de 2010?

-La única crítica que hago siempre fue el no reforzar la mitad de la cancha, como hizo Bilardo en el 86. Tendríamos que haber sumado mediocampistas con despliegue físico, manejo de pelota, llegada a posición de gol, todo lo que después hizo Scaloni en el Mundial de Qatar. Yo siempre defendí a Scaloni y a su cuerpo técnico. Decían que no tenía experiencia pero para mi le sobraba, porque sabían lo que era el vestuario de la selección, saben lo que representa la camiseta de la selección ya que jugaron mundiales ellos. Por suerte nunca le tembló el pulso de poner y sacar a nadie, y por eso lograron el objetivo.

-¿Tenés pensado ser entrenador principal en el futuro?

-Ya no. Tengo 61 años y no quiero trabajar en el fútbol. Lo último que hice fue con Maradona en el Al Fujairah de Emiratos Árabes en el 2017 y quiero que eso sea lo último, el lindo recuerdo de haber trabajado con Diego Maradona, eso para mi es lo máximo. 

-¿Cómo viviste la obtención del Mundial en Qatar 2022?

-Nos dio mucha alegría, sobre todo a nosotros que sabemos lo que significa jugar un mundial, lo que significa ser campeón del mundo, y el hecho de que estos pibes lo sean también, jerarquiza a los campeones del 78 y del 86.  

-Se los compara mucho a vos y a Enzo Fernández, ya sea por su posición, el pasado en River, que se hayan metido a último momento en la lista mundialista y que ambos hayan sido importantes en los títulos, ¿Qué opinas de esta comparación?

-Cuando me comparan con Enzo Fernández me pone feliz. Era un jugador que para mi no podía quedar afuera de la convocatoria al mundial. Tiene despliegue físico, manejo de pelota, llegada y gol. Es un jugador que no podía estar afuera del Mundial. Gracias a Dios el entrenador y su cuerpo técnico se dieron cuenta, lo llevaron y la rompió. Sin lugar a dudas es un jugador de selección. 

Vicó: “En dos ocasiones estuve muy cerca de dirigir a Huracán, pero como no uso saco y corbata quedé afuera”

24-08-18 Buenos Aires Deportes - Pablo Vico - Director técnico de Brown de Adrogué. Foto: Luciano Thieberger.

Por Vicente Moreyra 

Dirige al Tricolor desde 2009, vive en las instalaciones del club y es el técnico más longevo de la historia del fútbol argentino. Desde que asumió el cargo, logró ascender a la B Nacional en dos ocasiones, las únicas que el club lo consiguió. Lo que lo llevó a ser un hombre reconocido en la B Nacional y tener ofertas de equipos en Primera División.   

-¿Cómo llegaste a dirigir a Brown?

-Fue una casualidad, yo trabajaba en el Hospital Lucio Meléndez cuando Juan Vairo, quien era coordinador del Lucio y Presidente de Brown, sabía que yo había jugado en Brown y mi historia futbolística me propuso ser entrenador de arqueros para la primera división, para trabajar con Vicente Cristofano. Luego me ofreció el Baby Fútbol del Club y nuevamente acepté. Después de eso, me dijo que vaya a estudiar, al principio lo dudé, pensé que ya estaba grande, pero terminé yendo al curso de técnico. Los primeros meses me los pagó él, luego de 2 años estudiando y laburando en el club me llegó la oportunidad de agarrar las divisiones inferiores y ahí fue donde comencé a prepararme.

 


Antes de vivir en el club, Don Ramón ya había tenido una etapa en Brown, pero como futbolista. Cuando un exdirigente lo vio jugando un partido en el barrio de Mármol por plata y le ofreció empezar a entrenar con el equipo que en ese momento militaba en el Nacional D y dar sus primeros pasos como futbolista a los 21 años.  

 

-¿Cuándo llegó la oportunidad de agarrar Primera División? 

-Yo había hecho varios interinatos en el equipo, pero en el 2009 cuando se va Juan Carlos Kopriva, me propusieron agarrar el equipo con 12 fechas por jugar antes de que termine el torneo. Ahí fue cuando le dije que me diera la chance para terminar el campeonato y si veía que tenía las condiciones para seguir, que me oficialice como técnico y sino que me peguen un voleo. Gané cuatro, empate cuatro y perdí cuatro. Luego de eso conformé un nuevo equipo con un nuevo cuerpo técnico.

“Huracán es el sueño a cumplir que tengo antes de morirme”.

 

-¿Cómo fue ese primer torneo completo?

-Nos largamos con la propuesta que de base yo tenía que hacer 26 puntos por semestre, hice 24. Pero fueron a una votación y me dejaron continuar. Ya para el segundo hice 42 puntos. Ahí empezó el entusiasmo mío para ser campeón y ascender, pero acá me decían que era imposible, que no se podía. Pero yo estoy convencido de que con trabajo y honestidad todo se puede.

-Al año siguiente tuvieron una campaña muy buena. ¿Fue la mejor?

-Sin dudas, comparaban nuestros números con los del Barcelona: Los puntos, los goles y el estilo de juego de ambos equipos. De ahí salió la famosa frase del Barca de la B, después de que dijieron eso nos empezó a ir mal. Pero esa temporada es un verdadero orgullo, logramos ser el equipo más goleador del fútbol argentino con un total de 78 goles en un año. Le hacíamos entre cinco y seis goles a todos los rivales. Hay una anécdota frente a Temperley que termina el primer tiempo 3 a 0 y se me arrima el técnico de ellos y me dice: “No sé qué carajos decirles”.  

-Esta temporada parecía que Brown entraba al reducido, pero de los últimos 5 el equipo perdió 4 ¿qué pensas que faltó en ese último tramo del torneo? 

-Fue un dolor terrible, pero yo la mierda me la limpio en la pileta de mi casa, no la saco a relucir. Creo que con eso te digo todo. 

-¿Qué es lo más lindo que te pasó en tantos años en el club?

-El cariño de la gente, el año pasado me tocó perder 11 partidos seguidos y entraba a la cancha con la gente de pie aplaudiendo. Yo los miraba y decía: “que pelotudos que son, me tendrían que estar puteando”.

 


El amor de la gente hacia el Bigotón no se refleja en las tribunas, ya que el Buffet del club, una plaza en Rafael Calzada y hasta una calle del barrio cerrado “Altos del Mar Golf” en San Clemente del Tuyú llevan su nombre en modo de homenaje.

 

-Después de tantos años en la institución: ¿Sos más hincha de Brown o de Huracán?

-De los dos. A ambos los llevo tatuados en la piel, Brown me da de comer y estoy totalmente agradecido de esta familia y Huracán es el sueño a cumplir que tengo antes de que me muera, cuando voy a la cancha la gente es locura conmigo

-¿Sentiste cerca la posibilidad de dirigir al Globo?

-Si, dos veces. Pero entró un representante que más vale perderlo que encontrarlo y puso su gente. Yo quedé afuera porque no uso saco y corbata.

-¿Tenés pensado irte de Brown en algún momento? 

-Si es para dirigir una primera división me encantaría. El presidente mismo me pegaría un voleo en el orto y me diría que vaya. Tuve un montón de propuestas para irme, pero cuando nos sentamos en una mesa chica y le preguntó al dirigente por su idea y el porqué me quiere contratar. Me mira como si estuviera loco y me dice “Partido tras partido”. Deja que me quedo en Brown que tengo la espalda para perder 15 seguidos.

Maradona, autor de lo imposible

Por Tobías Rodríguez

Picasso, Dalí, Van Gogh. Newton, Einstein, Bohr. Copperfield, Houdini. Ningún pintor podría haber hecho esta obra. Ningún físico entendería lo que hizo. Ningún mago podría hacer tanta magia. Sólo él podía hacerlo, con la diez en su espalda. Diego Armando Maradona frente a Juventus un 3 de noviembre de 1985.

Era la novena fecha del campeonato italiano. La rivalidad entre el sur y el norte de Italia se enfrentaban en el estadio San Paolo. Juventus puntero con 16 unidades y Napoli cuarto con 10. Los dos mejores jugadores del mundo de ese momento. Michel Platini, ganador de los últimos dos balones de oro y próximo a ganar su tercero ese año; y Maradona, aún sin ser campeón del mundo, y a minutos de mostrar su magia a todos, como de costumbre.

A los 72 minutos llegó la oportunidad de romper el cero. Napoli tenía un tiro libre indirecto dentro del área de Juventus. Diego es dueño de la pelota. Parado al lado de él para mover la pelota está Heraldo Pecci. Ambos se quejan con el árbitro Giancarlo Redini. La barrera está a menos de cinco metros. No hay espacio para jugar y patear. O eso es lo que piensan el resto de los mortales. 

En el arco de la Vecchia Signora, Stefano Tacconi, con los pies apoyados en la arena que hay en el área chica. Intenta mirar a Diego través de la barrera para adivinar lo que hará. Adelante de Tacconi, parados uno al lado del otro están obstaculizando Massimo Mauro, Platini, Aldo Serena y Michael Laudrup. Tienen un lugar privilegiado para la próxima sinfonía de Maradona.

Él está con los brazos en jarra, esperando que ruede esa pelota. La diez se luce en su espalda, manchada con barro, al igual que el corto short blanco. Consecuencia de esta guerra futbolística entre el sur y el norte. 

Pecci duda en que pueda patear y pasar la barrera. Es prácticamente imposible. Ninguno de ellos es matemático o físico para calcular geométricamente si hay posibilidad de que sea gol. Pero al diez no le hace falta saber.

Una leve pisada para que Diego después le dé con su zurda. Gaetano Scirea y Antonio Cabrini salen a presionar a Maradona al instante en que la pelota rueda unos leves centímetros, con la esperanza de llegar a tapar esa pelota. Ilusos. Giran rápido la cabeza para ver dónde terminó esa pelota.

Con los botines Puma Borussia en los pies, le dio una caricia. No le dio fuerte. No le rompió el arco. Puso el pie de costado y desafió lo imposible. Lo que solo los dioses podían crear. La pelota subió y bajó en un segundo. Flotó por arriba de la barrera y sin pedir permiso cayó un misil en el arco. 

Tacconi reconoció la pelota una vez que cruzó la línea. Quedó knockout en el piso sin que lo hayan golpeado. Acostado al lado de su palo izquierdo ve a sus compañeros. Nadie entiende cómo esa pelota fue gol. 

El único que saltó en la barrera fue Laudrup, como un simple reflejo. Se dieron todos vuelta para poder llegar a ver semejante obra de arte. Eran testigos de lo imposible. De lo absurdo. De lo increíble. Del mejor jugador del mundo. De Diego Armando Maradona.

El San Paolo explotó en un grito alabando a su Dios. Con los brazos en alto y la alegría incontrolable. Él solo lo creyó y lo creó. Van todos a abrazar bajo una lluvia al artista. Al mago. Al único capaz de hacer posible lo imposible. Al autor de Napoli 1 – Juventus 0.

Copa Davis: corazón y garra, marca registrada de los argentinos

(L-R) Leonardo Mayer, Guido Pella, Federico Delbonis, Juan martin del Potro and coach coach Daniel Orsanic celebrate with the trophy after winning the Davis Cup World Group final between Croatia and Argentina on November 27, 2016 at the Arena hall in Zagreb. / AFP / - (Photo credit should read -/AFP/Getty Images)

Por Thiago Mansilla

Si bien se conoce al tenis como un deporte individualista, la competición más importante en equipo es la Copa Davis. Ya de por sí, Argentina es un país donde cada evento deportivo se vive con mucha pasión y euforia, y cuando se juega esta competición tiene mucha trascendencia en el público, pero ¿cómo se sienten los jugadores cuando representan al país?

Para empezar a entender la relación entre Argentina y la Davis hay que remontarse a 1923, en aquel año la república disputó la primera serie en su historia. Sin muchos años de gloria, llegaría una persona que cambiaría todo. El que cambió la forma de vivir la Davis fue Guillermo Vilas, quien logró dos hitos importantes: fue el más joven en la historia en debutar en la competencia con 17 años. En 1973, con tan solo 20 años ponía a Argentina por encima de todo y declaraba: “Intento llegar a los partidos lo mejor posible porque lo principal es defender al país de la mejor manera”. Luego llevó a Argentina a la primera final en 1981 junto a Jose Luis Clerc. La particularidad de esta final fue que tanto Vilas como Clerc tenían mala relación y eso lo trasladaban a la cancha. Ese sentimiento por representar al país estuvo, pero sus egos llevaron a perder esa final contra Estados Unidos.

“Realmente jugar cualquier competencia en especial la Copa Davis con la camiseta Argentina es increíble, yo creo que Guillermo nos inculcó esa responsabilidad, esa garra, ese hay que dar todo por el país, que pesa, para bien y para mal, es una responsabilidad muy grande, un antes y un después”, así lo vivió Horacio de La Peña, que fue tenista profesional en la década de los 90, justo en los últimos tiempos de Vilas en el tenis. Representó varias veces a la seleccion argentina en la Davis, y llegó a ser número 31 del ranking mundial. “El argentino deja todo, aunque esté tensionado, con la cabeza se gana en un 130%, cuando arranque a jugar al tenis, lo único que quería era jugar la Davis, en mi debut fue una de las mejores experiencias que tuve en mi vida”.

Para Argentina, Vilas es como el Maradona del tenis, y como pasó en el fútbol, el legado de Willy tardó varios años en llegar, fue Juan Martín Del Potro quien se encargó de ocupar ese lugar. El jugador fue campeón de grand slam pero la Copa Davis de 2016 sobrepasó todo. Pese a sus lesiones, su amor por la camiseta argentina nunca estuvo en dudas. Formó parte de varios equipos, pero el más recordado, después del campeón, fue el de 2008. En aquella oportunidad Argentina perdió la final frente a España en Mar del Plata.

Pese a que existían jugadores como De La Peña que la camiseta la sentían a flor de piel, en 2008 sucedió un hecho que quedó en la historia no grata del deporte argentino. Días previos a la final, hubo un gran conflicto de intereses entre los dos jugadores más relevantes del equipo, Del Potro y David Nalbandian. Nalbandian se mostró en contra de que el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, mudara la final de Córdoba a Mar del Plata. Por ende, el cordobés se mostró de fiesta en los días previos a lo que podría haber sido la primera conquista argentina. Por su parte, Delpo no se entrenó debido a que estaba jugando el ATP Masters, hecho que no gustó puertas adentro. Fue la única vez en donde priorizaron sus bienes y no la gloria a la que tanto anhelan los deportistas argentinos, Argentina llegó al quinto partido con Agustín Calleri en inferioridad a su rival y a pesar de eso la hinchada no dejó de alentar un segundo y transmitir esa pasión al jugador.

Son muchos los casos donde Argentina se impuso por garra y corazón, como por ejemplo en la recordada serie ante Rusia en 2002. Allí se logró el récord de duración de un partido de dobles en la competición con 6 horas 20 minutos, los encargados de darle la victoria a Argentina fueron Lucas Arnold y Nalbandian.

En el 2016, Argentina entró en la historia grande del tenis mundial. Del Potro, Federico Delbonis, Leonardo Mayer, Guido Pella y Daniel Orsanic como capitán vencieron 3-2 a Croacia como visitante y lograron la gloria máxima. ¿Por qué se tardó 93 años en ganar el trofeo con los grandes equipos que ha tenido Argentina? El periodista Danny Miche, especialista en tenis, declaró: “El título tardó tanto en llegar porque el tenis es un deporte egoísta ya que todos pelean por su plato de comida, pero donde se unen es en la Davis, y si en ese momento no están bien las relaciones, lo más probable es que el equipo fracase. Han habido equipos mejores que el de 2016, pero por egoísmos o diferentes intereses no se pudieron coronar”. Además fue junto a Francia en 2001, el único equipo que se consagró jugando todas las series de visitante, hecho que le da más valor al título porque se sabe la motivación extra que es jugar de local.

Francesca Baruzzi y la ambición de ir siempre por más

Por Nicolás Díaz

El 10 de agosto aterrizó el avión en tierras europeas y Francesca Baruzzi estaba desbordada de felicidad. Era un día hermoso, caluroso y el cielo estaba despejado. Vibras veraniegas y de vacaciones. Era un ambiente distinto, o al menos eso sintió ella en ese momento. Baruzzi estuvo en Europa durante dos semanas, el principal motivo del viaje era adquirir una rodillera especial hecha en Alemania, recomendada por su entrenador, que le fijara la rodilla izquierda de cara a su vuelta a las pistas. A su vez, aprovechó para descansar y recorrer el viejo continente sola, algo que nunca había experimentado. Además de Alemania, estuvo en España y en Portugal. Cada tanto al atleta de primer nivel le viene bien despejar un poco la mente en situaciones complicadas.

Francesca es una esquiadora alpina de 25 años. Es barilochense y practica este deporte desde que tiene uso de razón gracias a sus padres, quienes le inculcaron esta pasión. Empezó a los 2 años y desde ahí nunca más bajó de la montaña. “Fue muy importante que mi familia sea esquiadora. A mí me gustaba levantarme temprano para ir a esquiar y pasar las vacaciones de invierno en el cerro, y eso es gracias a mi papá y a mi mamá. Si no hubiesen sido apasionados, no me hubieran exigido nunca y yo no lo hubiera hecho por voluntad propia”, analiza. Las primeras competencias y los primeros viajes los tuvo con 10 años, pero a partir de los 14, cuando el esquí dejó de ser un hobby, inició a mentalizarse en competir y ganar. 

Desde los 18 años integra la Federación Argentina de Ski y Andinismo (FASA) y actualmente es la única mujer en ese privilegiado lugar. “Ser la única en el equipo me pone mal, no por mí, sino por lo que significa para el esquí argentino que no haya ni mujeres, ni proyección. Con Magdalena Kast, la presidenta de la FASA, estamos buscando alguna manera para generar que las mujeres sigan esquiando, porque llegan a los 16 y no quieren continuar”, cuenta preocupada la rionegrina, que además agrega que le serviría muchísimo tener a alguien más para la competencia interna y también en el ámbito social, ya que se hace difícil estar tanto tiempo afuera.

“Mi carrera deportiva es súper demandante. Si estoy casi todos los días del año dedicada a eso, tengo, como máximo, dos semanas libres. Así que las vacaciones en Europa me vinieron bien para desconectar un poco, no estar con la cabeza en el esquí, para bajar la ansiedad y el estrés. Siento que la mente es básica para todo lo que te plantees. Si uno no está bien mentalmente, aunque esté bien físicamente, no va a rendir. No quería estar abajo de la pista sin poder subir al cerro. Me ponía presión para apurar con la rehabilitación”, narra, aunque la impaciencia quiera adueñarse de ella.

En enero se operó por tercera vez los ligamentos cruzados (la segunda en su rodilla izquierda) y ya superó la etapa de recuperación. Francesca tomó esta decisión no por una caída que sufrió, si no porque desde julio del 2022 empezó a sentir la rodilla inestable mientras esquiaba, pidió una resonancia y se enteró que el ligamento estaba roto de vuelta. Pero pese a ser la tercera, fue la mejor cirugía de las tres y fue la de mejor rehabilitación. Físicamente ya está fuerte, apoya, carga peso y hace poco volvió a esquiar.

Los objetivos de esta temporada para ella y para todo su equipo son distintos a los habituales. Hay Copa del Mundo en los próximos meses, pero no habrá ni Juegos Olímpicos, ni Mundial, por ende, no van a apurar los tiempos. El principal deseo a corto plazo es terminar de recuperar bien la rodilla y apuntar a llegar bien a las temporadas 2025 y 2026.

Pese a estar de vacaciones por lugares paradisíacos, la campeona argentina y sudamericana estuvo ejercitándose, pero lo hizo a su tiempo, ya que se lo tomó con calma. “Entrenaba una vez por día, con el material que tenía, y tal vez con un poquito menos de intensidad. Yo me decía ‘sacate los horarios y las responsabilidades’. Lo hice porque me hace bien y porque me siento mejor, pero no pasaba nada si no lo hacía”, describe. 

Puede llegar a parecer contradictorio, pero le fascina la playa, el sol y el mar. Y qué mejor que estar de vacaciones ahí. “Me encanta el mar. Es como mi faltante, porque no estoy nunca y es algo que me apasiona. Viviría en el mar, pero bueno, hago un deporte de invierno. Me gusta lo que no tengo. Si viviera en el mar diría lo mismo de la montaña. Es difícil tener todo”, reflexiona desde su casa en Bariloche. No se conforma con nada, ese es su estilo de vida. Puede llegar a parecer que está satisfecha con lo que tiene, pero no. Desea muchas cosas que no tiene. Eso no significa que esté mal, si no que ella siempre quiere ir por más, pero sabe que es complicado.

Pero, ¿qué hizo allá, además de descansar y entrenar? Baruzzi, mientras iba de hostel en hostel, recorrió playas distintas y conoció nuevos lugares, algo que le apasiona. También se sacó fotos para tener de recuerdo y leyó tres libros a la orilla del mar, mientras tomaba vitamina D. “Caminé 20 kilómetros por día todos los días. Me gusta perderme. Empezar a caminar y ver dónde termino”, sentencia. Inicia sin rumbo y no la para nadie. Quiere que el destino sea su guía y la lleve dónde sea, al menos por unos minutos, por unas horas. Quiere olvidarse de todo lo negativo, recargar energía y volver a ser ella.

Pese a que el esquí es un deporte individual, no está sola, porque hay un grupo de personas que la acompañan en todo momento. Jessie Cederstrom es su kinesiologa desde hace cinco años y es una de las personas más importantes para Fran. Sacando la familia, pocas personas deben quererla y admirarla tanto como Jessie, quien conocía a los padres, pero no a ella, hasta que finalmente se cruzaron. 

“La conocí cuando era chiquita, ahora es adulta. Igual nunca pareció adolescente porque este estilo de vida la llevó a ser muy madura. Somos muy amigas. Está tres horas por día en kinesiología, entonces no se puede evitar hablar de temas personales. Empezamos a tener una relación fuera del consultorio”, declara Jessie, con los ojos vidriosos. Francesca, por su parte, la define: “Es mi psicóloga, mi amiga, mi kinesióloga, todo. Aunque no pueda hacer la gira con nosotros, estoy siempre en contacto. Hablo con ella siempre que tengo un problema, antes de una carrera o después de entrenar”. No hay nada mejor para una deportista que tener a alguien que te acompañe en todo momento, en las buenas y en las malas, tal vez, cuando más se necesite.

Otro de los grandes sostenes de Francesca es Joan Orriols, el responsable del equipo nacional femenino de esquí y su entrenador. “Empezamos a trabajar juntos en 2018, cuando la Federación Argentina me llamó para hacerme cargo del programa de mujeres”, cuenta el español, que trabaja hace muchísimos años junto a grandes esquiadores y también formó un lazo importante con ella. “Tenemos una relación bastante especial y desde el primer día conectamos. Ya son seis años, por lo tanto ya no hablamos solo del aspecto deportivo, sino también de aspectos personales. Esta es mi sexta temporada trabajando junto a ella, pero yo la había visto antes cuando estaba en el equipo español, pero de todas maneras no la conocía personalmente”, asegura el barcelonés, que además añade que la vio esquiar un día y al instante se dio cuenta que podía llegar a grandes cosas.

Francesca pasa muchísimo tiempo con Joan, no solo porque es quien la acompaña a cada carrera, a cada país, si no también porque es la única mujer, entonces la relación termina siendo más fuerte de lo común. Pasa lo mismo, o algo muy parecido, con Jessie. Al trabajar tantos años juntos, el vínculo se va haciendo más fuerte. 

Baruzzi asegura: “Yo comparto mucho tiempo con Joan porque solemos estar seis meses en Europa. Estamos nosotros dos y el skiman, pero no hay otras chicas, entonces es una pequeña familia. Joan es como mi segundo padre porque estoy más con él que con mis papás, con mis amigas o con mi novio. La pasamos bien, nos reímos. Siento que es un pilar muy importante en mi carrera”. A su vez, Orriols la llenó de elogios y dijo que es la mejor atleta que tuvo en 25 años de carrera deportiva.

Pero el camino no fue fácil. Como en todo deporte, se necesita mucha dedicación para lograr grandes resultados. Francesca estaba en plena secundaria y dejó varias cosas de lado por el esquí. La adolescencia es, tal vez, de las etapas más importantes porque el humano sale de la niñez y empieza a hacer otras actividades, como por ejemplo hacer planes con amigos, conocer nuevos grupos o salir a bailar, pero ella no pudo vivir eso porque tenía que seguir preparándose. 

En el momento fue difícil porque todos salían de joda los fines de semana, tomaban alcohol, o iban a tomar el té y yo no iba porque tenía que entrenar. No fui ni a la fiesta ni al viaje de egresados. Sacrifiqué mucha vida social, tiempo con familia y amigos. En tercer, cuarto y quinto año mi rutina era ir al colegio hasta las 16:30, ir al gimnasio dos horas, llegar a casa y dormirme. El último año de la secundaria fui solo tres meses al colegio”, memoriza como si fuese ayer. Y bien que tuvo su recompensa. Sin duda que si Francesca no hubiese hecho el esfuerzo que hizo, no hubiese llegado a donde está hoy. No fue para nada fácil, pero lo pudo llevar adelante, y sin duda, es una de sus virtudes. 

Cuando recibió el llamado del equipo nacional, no solo era muy joven, sino que además los integrantes eran más grandes, salvo Tomás Birkner, otro barilochense que en su momento también tenía 18 años. Y fue extraño para ella, porque había diferencia de edad y estaba compartiendo junto a sus ídolos. “Fue mucho orgullo. Antes de que me llamen, se organizó un día de adaptación para ver cómo esquiaba y me fue muy bien, estaba cerca de los primeros puestos. Ahí me subió la autoestima y me di cuenta que podía y tenía que estar en el equipo”, recuerda emocionada, abrigada con su buzo de FASA.

No solo se sumó al equipo y compartió momentos con profesionales que admiraba, sino que también fue compitiendo contra los mejores, y eso fue otro golpe a la realidad. Baruzzi rememora: “Hace dos años, cuando estaba haciendo el reconocimiento de una carrera de Copa del Mundo, me di cuenta que al lado mío estaba la mejor del mundo, la que yo seguía por televisión. No lo podía creer”.

Los atletas de élite suelen pasar más por situaciones adversas, que por positivas. El deporte es muy injusto porque siempre ganan pocos y pierden varios, pero hay un esfuerzo detrás de cada uno que solo ellos saben. “Esto es difícil. Ella ha aprendido a ser positiva, a entender que las frustraciones no son tan importantes porque ganar es difícil y conseguir los objetivos cuesta mucho. Ella entiende y aprecia este proceso y es lo que la diferencia”, dice Joan acerca del tema.

Si bien la última lesión no fue la más cruel, la que sí lo fue, fue la segunda que sufrió. “La tercera rodilla fue un bajón mental, porque uno puede estar preparado para lastimarse, pero no para que sean tres veces en menos de tres años, pero no fue tanto como mi segunda rodilla. Ahí la pasé para el ort*”, se sincera Baruzzi. Y fue cruel en todo sentido. Físicamente porque además de los ligamentos, se lesionó la tibia, los dos meniscos y tuvo desgarros musculares, pero además mentalmente, porque se estaba preparando para los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 y parecía imposible que llegara. “Estuve en Europa con dolor durante dos semanas y después viajé a Argentina con la pierna hinchada en el avión. Fue muy caótico, estar en los JJOO era un deseo. Me replanteé toda mi carrera. Pensé: ‘Ya está, me doy de baja. ¿Para qué voy a seguir, para qué me voy a recuperar si no voy a llegar a lo que siempre soñé?’”, revela. 

En ese momento la apoyó mucho Juan Bautista Barbeito, su novio. “Le pedía que hagamos cosas para distraerme. Íbamos mucho a una chacra que tenemos en El Bolsón, que es como mi punto zen”, cuenta. Pasaron días y días tranquilos, sin internet, sin que nadie los moleste. Además, fue a Buenos Aires para estar con sus amigas. Francesca necesitaba salir de la rutina y encontraba en esas personas esa paz para poder salir adelante.

Y lo logró. Tuvo dos meses complicados, que iba malhumorada y cabizbaja a kinesiología, pero se pudo levantar. “Hice un click. No quería que la lesión me obligue a dejar en un momento que yo no quería, así que hice lo posible para llegar a Beijing, que era a los seis meses”, memoriza. Y así fue. Llegó a los Juegos y tuvo buenos resultados en la prueba de Slalom Gigante: en la primera manga terminó 34° y en la segunda finalizó 30°. Sumando ambos tiempos, culminó en la 29º ubicación de la tabla con un total de 2:04.00, y se convirtió en la mejor latinoamericana de la competencia.

Aquella niña que subía todos los inviernos a las aerosillas Sextuple o La Hoya en el Cerro Catedral, cumplió el sueño, pero además, fue una de las abanderadas. “Fue un orgullo. Me emocioné mucho entrando al estadio. Fue una sensación de plenitud absoluta, que quiero volver a sentir, porque realmente fue un momento top de mi vida. Siempre fui consciente de lo que significaba”, recuerda nostálgica Baruzzi. 

Ella misma lo dijo: quiere volver a vivirlo. Pero primero quiere recuperarse y agarrar ritmo para los grandes desafíos. “Quiero llegar bien al Mundial, que será en 2024-25, y también a los JJOO, que serán en 2026. Además, sueño con estar dentro del Top 15 en la Copa del Mundo constantemente y con conseguir una medalla olímpica”, proclama. Soñaba con estar en una olimpiada, y lo hizo. Ahora quiere seguir avanzando, pese a saber que no es fácil, pero tampoco imposible. “Son super ambiciosos mis sueños, pero soñar es gratis”, dice la ganadora del premio Olimpia de Plata 2022 en deportes de invierno.

“Mis cualidades son tener en claro los objetivos, la perseverancia y buscarle el lado positivo a todo”, sentencia Francesca. Jessie, por su parte, la describe: “Ella siempre mantuvo esa esencia de ser perseverante y de estar focalizada. Creo que con cada lesión se planteó un montón de interrogantes, pero los supo responder”. Joan, entre risas, la define: “Es una máquina, es muy profesional, divertida y enérgica. Es muy inteligente para el deporte, entiende lo que hace y sabe transformarlo, adaptarlo y aplicarlo muy rápidamente”.

Además de esquiadora, Baruzzi es estudiante de Marketing y le queda el tramo final para recibir el título. “Me quedan seis materias, pero no las voy a poder hacer este año porque tengo que rendir presencial y no voy a estar para las fechas. Es un montón de esfuerzo y de tiempo. Las haré el primer semestre del 2024”, cuenta. Ella dice que pese a que la carrera es importante para ella, su prioridad es el esquí y no sacrifica ni un día de montaña por uno de estudio.

A su vez, una vez que deje de esquiar, piensa en enfocarse en el marketing deportivo y trabajar en esto. “Es un nicho súper explotable y nadie lo está explotando. Nosotros como equipo nacional tenemos sponsors, pero no hay grandes movimientos de marketing para explotar el esquí en Argentina. Es algo que hay que ponerle mucho tiempo, pero me parece algo súper interesante para trabajarlo”, reflexiona.

Además de Orriols y de Cederstrom, hay más personas que están detrás de Francesca: Nuria Farriol y el Tano Baruzzi, sus padres. “Para mí son un apoyo incondicional. Son un pilar importante. Si no fuera por ellos, yo no estaría teniendo este presente. Ahora los estoy disfrutando, pero aunque esté lejos siempre los tengo en mi cabeza y les agradezco todo lo que me dieron”, dice Fran sobre ellos, y además no se olvida de Barbeito, quien siempre la apoya y acompaña pese a no estar mucho tiempo juntos por la distancia, y además él le da a ella ‘otra perspectiva de las cosas’. 

Las lesiones la han hecho conocer sus límites, a luchar, a superarse. También la han ayudado a ser más consistente, más centrada, más madura. Mentalmente es más fuerte. Francesca pasó de ser una atleta amateur a profesional porque empezó a tener pasión por el alto rendimiento. No tiene miedo de nada, tiene dudas como todos, pero no miedo, y eso es muy importante. Tiene el sentido del riesgo y muchísimo para crecer”, profundiza Joan, con su acento español, que además reconoce que es meritorio que Argentina compita contra potencias mundiales porque ellos tienen selección natural, cultura deportiva, más medios, muchos atletas y una capacidad económica infinita. Los niños austriacos, por ejemplo, son estrellas, ganan dinero y salen en la televisión. “La mejor del mundo factura 10 millones al año”, cierra.

“Mi motus de vida es no arrepentirme nunca de nada. Todo lo que hice me hizo llegar acá. Estoy viviendo mi sueño, algo que nunca me había imaginado: dedicarme y vivir de esto”, dice orgullosa Baruzzi. Dejó mucho de lado y se sobrepuso a momentos oscuros y situaciones realmente complejas. Según Cederstrom, Fran está convencida de que va a lograr mejores resultados pese a las tres operaciones. Está en su ADN seguir buscando metas para cumplir. No se conforma con lo mucho que ya logró, que ya se pone nuevos objetivos. Ese es su espíritu. Francesca Baruzzi tiene, siempre, la ambición de ir por más.