domingo, noviembre 9, 2025
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El estadio de la ciudad espacial

Gonzalo Montanari

El Samara Arena es uno de los recintos deportivos en donde se disputará la Copa del Mundo y tendrá el privilegio de albergar seis encuentros: cuatro en fase de grupos, uno en octavos y el restante en cuartos de final. Su fascinante estilo arquitectónico está basado en la identificación con su residencia, Samara, ubicada en el suroeste de Rusia. Además, esta localidad tuvo un rol fundamental para su país durante la Segunda Guerra Mundial.

El estadio, inaugurado el 28 de abril del presente año, abrirá sus puertas por primera vez durante este torneo en el encuentro entre Costa Rica y Serbia, el 17 de junio, por el grupo E. Cuatro días más tarde, recibirá el partido entre Dinamarca y Australia por el grupo C. El 25 del mismo mes será un día histórico, ya que albergará el enfrentamiento entre su país y Uruguay, por el grupo A.Cerrará su fase de grupos tres días más tarde con Senegal frente a Colombia, por el grupo H. Luego, el 2 de julio será sede de un partido de octavos y el 7, de cuartos de final.

Su infraestructura lo hace único. El diseño se basó en los viajes espaciales, en forma de homenaje a la zona en donde se lo construyó, famosa por su floreciente industria aeroespacial. La instalación cuenta con una cúpula de material metálico que cubre por completo la instalación y el arco finaliza hacia abajo con unos rayos, simulando una estrella o cohete. El recinto deportivo cuenta con una capacidad de 45 mil espectadores que estarán cubiertos por este techo tan particular y gozarán de calefacción durante toda su estadía.

La ciudad de Samara, que hoy cuenta con más de un millón de habitantes, fue protagonista de una estrategia rusa durante la Segunda Guerra Mundial contra el imperio nazi, comandado por Adolf Hitler. Por la inminencia de que el ejército alemán invadiera Moscú, fueron trasladadas todas las embajadas y gran parte de la burocracia rusa hacia esta ciudad. Fue elegida por su ubicación geográfica, la cual permitía establecer una gran variedad de comunicaciones con los países aliados. Además, fue el centro de todas las operaciones espaciales llevadas a cabo por la Unión Soviética y también fue núcleo de las factorías armamentísticas. Hasta la disolución de la URSS, la ciudad permaneció cerrada para los extranjeros.

A pesar de las polémicas de este estadio por el tiempo de construcción y porque al principio se quería edificar en otra zona de menor acceso, Samara recibirá al mundo del fútbol en un estadio que describe su historia y dejará de ser secreta para ser conocida por todos.

Moses, el predicador nigeriano

Rodrigo Cervantes

“El futbolista merece que se lo forme para mejorarlo en su condición de ser humano”, dijo Marcelo Bielsa hace un año en un congreso sobre fútbol en Brasil.

Poco tiene que ver el entrenador rosarino con Victor Moses, la figura de Nigeria para el Mundial de Rusia 2018, pero esta frase puede resumir la vida del delantero. Una historia marcada por las ausencias y el aprendizaje del respeto.

Moses tenía nada más que 11 años cuando perdió a sus dos padres. Un día, el chico fue a jugar al fútbol con sus amigos, tal como hacía casi todas las tardes, pero jamás pensó que jugar al fútbol le salvaría la vida. Aquella tarde, el pastor Austine Moses y su mujer Josephine fueron asesinados por una disputa religiosa entre cristianos y musulmanes.

Todavía espantado por la situación, el pequeño Moses fue apuntado como el próximo objetivo por el grupo radical de musulmanes, quienes querían acabar con toda la familia del predicador. Sus amigos lo refugiaron hasta que pudo exiliarse a Inglaterra.

Semejante cambio no podía resultar para nada simple, pero el fútbol fue el elemento que lo ayudó a recomponer su vida. Sus habilidades hicieron que se destacara en la escuela secundaria, en la cual fue observado por el club Cosmos 90 FC, un modesto equipo de la Liga de Tandridge.

En su etapa de adolescente explotaba toda su rebeldía dentro de las canchas de fútbol. Maravillaba a sus compañeros y rivales con increíbles goles, pero a veces se pasaba de la raya.En un partido amagó al arquero contrario con un caño, le tiró un sombrerito y lo volvió a eludir para poder marcar, de manera innecesaria, su gol. El chico quedó arrodillado y rompió en llanto por semejante humillación. La madre del arquero no lo toleró y atacó a Moses con su cartera.

Estaba claro que Victor se había comportado de forma errónea y había confundido los valores que el fútbol juvenil intentaba inculcarle. Pero cuánto podía saber de esto el joven nigeriano si lo único que le mostró la vida fue la espalda.Y lo que siempre le faltó fue un poco de respeto.Su entrenador, Tony Loizi, se puso en el rol de predicador para dejarle al chico Moses una gran enseñanza: “no importa cuán bueno seas, siempre debes ser humilde”. Esa fue la primera vez en la que al jugador le hablaron sobre el respeto.

La segunda fue cuando Loizi le abrió las puertas para que llegara al Crystal Palace.Tres años después de aquel día fatal, Moses llegaba al club londinense para continuar con su sueño de brillar en el fútbol. Posteriormente fue traspasado al Wigan Athletic y luego al Chelsea FC, uno de los equipos más importantes del mundo.

Sus grandes cualidades lo llevaron a las categorías menores de la Selección inglesa de fútbol. A pesar de haber sido el goleador en la Eurocopa Sub-17 de Bélgica 2007, había algo que a Moses no le terminaba de cerrar. Fue entonces que demostró lo que había aprendido por parte de Loizi. Victor eligió el respeto por encima de los logros cuando decidió representar a Nigeria futbolísticamente. El pueblo nigeriano tomó esto con mucho aprecio y hoy lo admira como la gran figura que es.

En esta época se aceptan más las convocatorias de jugadores nacidos o criados en otro país. Nigeria se empieza a formar en el respeto por las enseñanzas de sus futbolistas, quienes desean hacer un gran Mundial en Rusia, siempre en base a la nobleza que los caracteriza.

La batalla de Berna en Suiza 1954

Matías Tolosa

Ferenc Puskás fue el mejor jugador del seleccionado húngaro revelación en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1951, donde ganó la medalla dorada, y en el Mundial de Suiza en 1954, en el que logró el subcampeonato, pero también tuvo su momento oscuro en el fútbol, justamente en esa Copa del Mundo en Suiza, cuando en cuartos de final Hungría derrotó a Brasil en Berna.

Aquel partido del 27 de junio de 1954 llamaba la atención de todos, eran dos equipos que jugaban de maravilla, Brasil venía de ser segundo en 1950 y Hungría era el campeón olímpico y desplegaba un juego muy vistoso. A pesar de esto, ese encuentro culminó en victoria 4 a 2 para el equipo húngaro, pero el resultado quedó en segundo plano, ya que los países protagonizaron el hecho más sucio del fútbol mundial. El desarrollo del juego fue muy friccionado, se cobraron 42 faltas, Hungría tuvo dos penales a favor y el árbitro inglés Arthur Ellis expulsó a tres jugadores, dos brasileños y uno del conjunto europeo. El conflicto se salió de control al momento del pitazo final, cuando todos los que estaban pisando el verde césped, tanto jugadores como técnicos, se pegaron sin piedad alguna en el camino hacia los vestuarios, hasta que pudo intervenir la policía.

Puskás, nombre con el que actualmente se conoce al premio que reconoce al mejor gol de la temporada, fue recordado por lo que hizo fuera de la cancha ese día, porque no ingresó al campo de juego por una lesión en su tobillo. Sin embargo, eso no le permitió estar exento de las agresiones entre ambos países, sino que todo lo contrario. El goleador húngaro le pegó un botellazo al mediocampista brasileño, Pinheiro, que salió del estadio con tres puntos de sutura en su cabeza.

Sin dudas, Brasil y Suiza marcaron ese hecho como la “Batalla de Berna” y quedará en la historia como el día en que ambos equipos insultaron a la deportividad. Arthur Ellis reconoció luego del partido que “se comportaron como bestias” y mantuvo que la FIFA, ente organizador de esa competición, no sancionó a ninguno de los dos equipos porque “algunos dirigentes tuvieron miedo de perder viajes a atractivos destinos turísticos”.

Croacia, o acostumbrarse a sobrevivir en el conflicto

Federico Ferster

Croacia participará del Mundial por quinta oportunidad luego de su independencia en 1991. Se podría decir que jugadores croatas ya se enfrentaron a Argentina en el Mundial de Italia 1990, por ejemplo. Pero, como no todo es felicidad, e independencia es sinónimo de guerra, los croatas estuvieron cinco años para separarse de Yugoslavia en una intensa guerra que dejó al menos 400.000 muertos.

El conflicto comenzó en 1921 tras la sanción de la Constitución de Vidovdan en 1921, que establecía al Estado de los serbios, croatas y eslovenos como un país unitario, lo que significó el fin del poderío croata por sobre el resto de los dos países miembros. Con el asesinato del principal opositor de esta nueva Ley Constitucional, Stjepan Radic, durante una discusión en el Parlamento entre Punisa Racic y Radic en 1928, el primero sacó su pistola y asesinó de un disparo a su enemigo político.

Como consecuencia inmediata del asesinato de Radic se estableció una dictadura militar a cargo de Alejandro I que abolió la ley en enero de 1929 e inhabilitó el uso del Parlamento, otorgándose así todo el poder político, económico y militar. El 3 de Octubre de 1930 convirtió al Reino de los serbios, croatas y eslovenos en el Reino de Yugoslavia en donde tomó decisiones tales como eliminar el sufragio secreto y universal y prohibir los partidos políticos regionales, religiosos o raciales, como así también restringir los derechos de asociación, reunión y libertad de prensa. También se otorgó el poder de elegir a los Gobernadores, Ministros y Oficiales del Ejército yugoslavo.

Su gobierno militar culminó en 1939 con el Acuerdo de Cvetkovic-Macek, que consistió en un arreglo entre el Primer Ministro del Reino de Yugoslavia, Dragisa Cvetkovic, y el líder político croata Vladko Macek, que estableció la creación de una nueva provincia denominada Banovina con capital en Zagreb, la cual se comprometía a participar en la defensa, asuntos exteriores y finanzas del Reino.

En el marco de la Segunda Guerra Mundial, Yugoslavia fue invadida por el Ejército Nazi e Italia, donde partes de Croacia pasaron a ser propiedad alemana. Este fue el momento en el que se creó el Estado Independiente de Croacia, dirigido por Ustasha, un grupo terrorista basado en el racismo religioso a cargo del dictador militar Ante Paveli?.

Paveli? estableció la Ley de Antisemitismo, que significaba la hostilidad frente a los judíos, serbios y gitanos asesinados posteriormente en los campos de concentración de Jasenovac y Stara Gradiska. Se estima que murieron al menos 30000 judíos, 320.000 serbios y por parte de Croacia hubo 200.000 casos de asesinatos.

Para contrarrestar la ocupación nazi, la unión del Estado Independiente de Croacia creó un movimiento llamado Los Partisanos de Yugoslavia o más conocido como Ejército Popular de Liberación y Destacamentos Partisanos de Yugoslavia. En 1944, Los Partisanos participaron de la Operación Belgrado con ayuda del Ejército de la Unión Soviética en el cual salieron victoriosos para lograr la retirada Nazi de Serbia, lo que significó la retirada progresiva de la zona de los Balcanes.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, Croacia se convirtió en una Unidad Federal Socialista Unipartidista como parte de la República Socialista de Yugoslavia y desde ese entonces reclamaron una autonomía dentro de la Federación. Después de la desintegración de Yugoslavia en 1991, los croatas lograron su independencia el 8 de octubre de ese mismo año pero recién para el 2013 se pudo unir a la Unión Europea luego de cambiar algunos aspectos políticos, económicos y ambientales.

El aporte del fútbol local en la historia de los Mundiales

Alejo Afonso

A lo largo de la historia de los Mundiales, la convocatoria de jugadores del fútbol local a la Mayor ha ido variando según la época y los técnicos. Una realidad es que los futbolistas que tienen un buen torneo en la Liga Argentina son exportados inmediatamente a Europa. Es por eso que, en los últimos 20 años, el seleccionado fue conformado casi en su totalidad por jugadores que actúan en el exterior.

En los primeros Campeonatos del Mundo, la situación fue distinta. En el de Uruguay de 1930, todos los citados -en ese momento eran 22- jugaban en el país, algo que resulta obvio porque todavía no existía el profesionalismo -que nació en 1931-. El equipo que más aportó aquella vez fue Boca con cuatro, le siguió Racing y Estudiantil Porteño con tres, Estudiantes de La Plata y Lanús con dos, y Argentino de Quilmes, Central Norte, Talleres de Remedios de Escalada, Sportivo Buenos Aires y Sportivo Barracas, aportaron un solo futbolista.

En la Copa siguiente, realizada en Italia en 1934, 18 de los 22 integrantes jugaban en el fútbol local. Los equipos que proporcionaron a sus futbolistas fueron: Sportivo Buenos Aires, Barracas Central, Defensores de Belgrano, Estudiantil Porteño y Unión con dos cada uno. Por otro lado, Colón de Santa Fe, Sarmiento de Resistencia, Sportivo Alsina, Gimnasia y Esgrima de Mendoza, Sportivo Desamparados, Almagro, Dock Sud y Godoy Cruz con uno.

En Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966 nuevamente todo el plantel formaba parte del fútbol argentino. Pero los equipos que daban a los jugadores eran mayormente los cinco grandes y se le sumaban Lanús, Vélez, Estudiantes, Argentinos Juniors y Banfield con un citado dependiendo el Mundial.

En 1974, el entrenador Vladislao Cap, eligió 16 futbolistas del ámbito local para representar a la selección en Alemania. Entre ellos se encontraban Carlos Babington, Miguel Brindisi y René Houseman –una de las figuras de Huracán–, Ubaldo Fillol de River y Mario Kempes y Aldo Poy de Rosario Central, entre otros.

Para la Copa disputada en 1978 en tierra local, César Luis Menotti decidió que 20 de los 22 convocados fueran del fútbol de nuestro país. Con eso logró que los clubes presten a sus jugadores sin inconvenientes y construyó un equipo competitivo, organizado y trabajado que le dio el primer título del Mundo a los argentinos. Aquella vez River aportó cinco futbolistas, Talleres e Independiente cuatro, Racing, San Lorenzo y Huracán dos, y Newell´s proporcionó uno. Los dos integrantes que no jugaban en nuestro país eran Mario Kempes (Valencia) y Alberto Tarantini (Birmingham).

En 1982, en España, fueron 14 los que residían en equipos nacionales. River fue el que más aportó con Ubaldo Fillol, Alberto Tarantini, Américo Gallego, Mario Kempes y Julio Olarticoechea. En el Mundial siguiente, en México, la cifra aumentó en una unidad y nuevamente el millonario fue el que más jugadores dio para representar al seleccionado. Esta vez fueron Nery Pumpido, Héctor Enrique y Oscar Ruggeri. Por parte de Independiente fueron Ricardo Bochini, Néstor Clausen y Ricardo Giusti, y de Argentinos Juniors fueron elegidos Sergio Batista y Claudio Borghi.

Para Italia 1990 y Estados Unidos 1994 la cifra de futbolistas locales ya se ubicaba por debajo de la mitad del plantel con 10 convocados. River, Racing, Independiente, Boca, San Lorenzo, Newell´s, Vélez y Ferro aportaron para aquellas Copas.

A partir de 1998 la citación de jugadores del fútbol local bajó notablemente. En Francia solamente eran 6 de los 22 elegidos: Germán Burgos, Leonardo Astrada, Sergio Berti y Marcelo Gallardo de River, Pablo Cavallero de Vélez y Marcelo Delgado de Racing.

En Corea-Japón 2002 hubo una modificación en el número de integrantes del plantel, en lugar de ser 22 por país, pasaron a ser 23. En aquella Copa se dio la mínima participación de jugadores locales argentinos en la historia. Solamente Ariel Ortega y Claudio Husaín, ambos de River, fueron elegidos. En el Mundial del 2006, en Alemania, Roberto Abbondanzieri y Rodrigo Palacio (Boca), y Oscar Ustari (Independiente), eran los únicos que jugaban en el país en ese momento.

Con la conducción de Diego Maradona en el 2010, Diego Pozo y Ariel Garcé (Colón), Martín Palermo y Clemente Rodríguez (Boca), Juan Sebastián Verón (Estudiantes) y Nicolás Otamendi (Vélez) viajaron a Sudáfrica siendo los únicos del plantel que disputaban la Liga Argentina.

En Brasil 2014 representaron al país Agustín Orión y Fernando Gago por Boca y Maximiliano Rodríguez de Newell´s. Para Rusia 2018, los elegidos serán Franco Armani y Enzo Pérez de River, Cristian Pavón de Boca y Maximiliano Meza de Independiente.

Los últimos tres ganadores de los Mundiales se formaron con la mayoría de sus convocados en el fútbol local: Alemania, en 2014, tenía 16 de los 23 en la Bundesliga; España, en 2010, tenía 20 de los 23 jugando en la liga española e Italia, en 2006, llevó a sus 23 futbolistas provenientes del Calcio.

El primer Mundial

Agustín Zorrilla

La FIFA, desde su nacimiento, tuvo como objetivo la organización de un Campeonato del Mundo. Fue en Barcelona, el 18 de marzo de 1928 y con la firma de Alfonso XIII, rey español, donde se decidió que el primero se celebraría en julio de 1930 en Uruguay, país que ostentaba los títulos olímpicos de 1924 y 1928. España era candidata, pero el peso de los sudamericanos decidió la elección después de que se ofrecieron a pagar todos los gastos de viaje y hotelería para los países participantes.

Para aquel año, pocos meses faltaban para que José Félix Uriburu ejerciera su gobierno de facto al frente de la presidencia argentina, desalojando de su puesto a Hipólito Yrigoyen, causando el primer golpe de Estado en la Nación. En paralelo, el mundo vive bajo las secuelas de la enorme crisis bursátil de 1929 en Nueva York. En India, Mahatma Gandhi conduce una marcha de 350 km hasta el mar desafiando a los británicos, a modo de protesta, contra el monopolio de la sal. Por otra parte, el fútbol –ya establecido en Europa– en Sudamérica ya es algo más que un deporte.

La mayoría de los países europeos decidieron no asistir al evento propuesto por la FIFA.José María Mateos, por entonces seleccionador español, aseguró que aquello era un viaje “impracticable”, tanto por la distancia hasta Montevideo, como por el perjuicio que suponía a los clubes tener que ceder a sus jugadores en pleno campeonato, en una liga recién nacida. La selección española había sido medalla plateada en los Juegos de 1920, mientras que Italia había sido bronce en Ámsterdam dos años antes del primer Mundial. Ni el compromiso por parte de los uruguayos sirvió para que las mejores escuadras de aquella Europa pusieran rumbo al nuevo continente.

Debido a las bajas, la competición redujo el número de participantes de 16 a 13. La idea original fue un torneo por eliminación directa, pero con 13 participantes los organizadores decidieron que los equipos se dividirían en cuatro grupos, a través de un sistema de liga, donde el vencedor de cada grupo se clasificaría para la siguiente fase. Por cada victoria, el equipo ganador se adjudicaría dos puntos, el perdedor ninguno, y en caso de empate ambos recibirían un punto. Los cuatro primeros del grupo pasarían a una fase final, con eliminación directa a partido único, en la que estaba previsto un tiempo extra en caso de empate.

Curiosamente, el sorteo para definir los grupos se hizo cuando todos los participantes desembarcaron a tierra uruguaya. El motivo fue tener la total seguridad de que todos los conjuntos sorteados participarían del Mundial.

Contrariamente a lo que sucede en la actualidad -cuando los Medios destinan gran cantidad de espacio a los mundiales-, la revista El Gráfico solo presentó una nota de una página, titulada “Mañana en Montevideo se iniciará el Primer Campeonato del Mundo”. La tapa, blanco y negro y con el título en cursiva, mostraba a Ángel Bossio, el arquero elegido para defender la camiseta celeste y blanca.

El balón con el que se jugó tenía una costura exterior, similar a las pelotas que utilizan en el fútbol americano actualmente, con lo que hacía peligroso un remate de cabeza. La solución era jugar con boina. Algunos jugadores las rellenaban con papel de periódico o cartón, para darle más fuerza a los impactos.

El Mundial de Uruguay bien se podría llamar el de Montevideo. Es el único que se ha celebrado sólo en una ciudad y faltó muy poco para que únicamente se celebrara en el estadio Centenario. El retraso en la inauguración del gran estadio hizo que se tuviera que jugar también en Pocitos y Parque Central.

La anécdota curiosa fue protagonizada por Ulises Saucedo, quien era el director técnico de Bolivia, pero también fue árbitro durante el certamen. Dirigió el choque entre Argentina y México y en su historial queda que ha sido el único árbitro capaz de pitar cinco penales en un mismo partido mundialista. Luego supo ser juez de línea en cinco, incluyendo el encuentro final entre el anfitrión y el seleccionado argentino.

Aquel partido, el 30 de julio de ese mismo año, fue disputado con dos pelotas diferentes. Esto sucedió a causa de que el certamen carecía de una oficial y cada seleccionado estaba acostumbrado a un tipo de balón; por ende, la FIFA aprobó que cada tiempo se jugara con una pelota distinta. Casualmente, el primero, que fue disputado con el balón propuesto por Argentina, finalizó 2 a 1 a favor del equipo albiceleste, mientras que, en el segundo, Uruguay logró dar vuelta el marcador 4 a 2 con la pelota que la Celeste había presentado.

Raro fue lo que le pasó al mediocampista argentino Luis Monti. Se lo había visto llorar en el vestuario y no era de emoción precisamente. La razón de ello era que los días previos a la final el jugador había sido amenazado con que, si ganaba su país, su familia y él mismo lo sufrirían. Francisco Varallo, compañero del seleccionado, declaró: “Si un uruguayo se caía, él lo levantaba. Monti no debió jugar aquella final, estaba muerto de miedo”. Años después se supo que aquellas amenazas provenían del dictador italiano, Benito Mussolini.

Michy Batshuayi: una historia de superación

Matías Elicegui

Batshuayi es un futbolista de ascendencia africana nacido en Bélgica. Sus padres emigraron del Congo una década antes de su nacimiento para asentarse en la ciudad de Bruselas. Comenzó a jugar al fútbol desde muy pequeño en la plaza del Parque Pirsoul de su ciudad y luego pasó por las inferiores del Evere, del RUSA Schaarbeek y del Brussels. Después de destacarse durante tres años en algunos clubes pequeños de su país, fue llamado por captadores del Anderletch para sumarse a las divisiones juveniles del club, donde compartió plantel con su compatriota Romelu Lukaku. En el único año que jugó allí, acumuló varias peleas debido a su carácter conflictivo y, una vez finalizada la temporada 2007/08, fue expulsado del equipo.

Ese mismo año llegó al Standard Lieja, club en el que estuvo dos años y medio en sus categorías formativas, y en febrero de 2011 hizo su debut profesional ante el KAA Gent por el campeonato belga. Antes de partir al Olympique de Marsella, jugó más de un centenar de partidos y fue convocado para disputar una serie de amistosos con la Selección Sub 21 de Bélgica. Sin embargo, luego de un encuentro frente a Chipre, fue expulsado de la concentración junto con su compañero Ibrahima Cissé por haber realizado una fiesta en la habitación del hotel a la que asistieron varias prostitutas.

En 2016 dejó Francia para fichar por el Chelsea de la liga inglesa por una suma de 40 millones de euros. Durante su estadía en Londres, Batshuayi no contó con la cantidad de minutos deseados y alternó titularidad con Diego Costa y Álvaro Morata. A pesar de su irregularidad, cosechó dos títulos: La Premier League 2016/17, en la que convirtió el gol del triunfo el día de la consagración, y la FA Cup 2018. Tras la partida de Pierre Aubameyang del Borussia Dortmund, fue cedido al club alemán paraganar continuidad de cara a la Copa del Mundo: marcó 9 goles en 14 partidos y se ganó un lugar en la convocatoria final de 23 futbolistas que entregó Roberto Martínez para el Mundial de Rusia.

El goleador que quiere ser la gran sorpresa

Matías Elicegui

Al ser hijo de padres congoleños, Romelu Lukaku podría haber optado por la Selección de la República Democrática del Congo. Sin embargo, el delantero se decantó por el país donde nació: Bélgica. Cuando era pequeño sufrió una gran cantidad de burlas por sus compañeros. Junto a su hermano Jordan, eran los únicos niños de piel oscura tanto en la escuela como en su club de fútbol, el Lierse S.K.

En 2006 el club de Lier tuvo un problema judicial relacionado con las apuestas deportivas ilegales y perdió a la mayoría de sus futbolistas juveniles, entre los que se encontraba el actual jugador del Manchester United. De esta manera, para seguir ligado al fútbol, se mudó a Bruselas para ingresar en la cantera del Anderletch. Un año después de su debut con “Los Violetas”, se convirtió en el futbolista más joven en hacer su debut con la Selección de su país, al ingresar 25 minutos en un amistoso ante Croacia en marzo de 2010, con solo 17 años.

Durante su carrera en el fútbol inglés tuvo pasos por el Chelsea, West Bromwich y Everton, hasta que en 2017 llegó al Manchester United, equipo que desembolsó 85 millones de euros y transformó a Lukaku en el futbolista belga más caro de la historia.

Con Bélgica disputó el Mundial 2014 en Brasil, donde anotó sólo un gol en cuatro partidos, y dos años más tarde la Eurocopa, en la que convirtió dos goles en cinco actuaciones. Por su parte, el actual entrenador de la Selección, Roberto Martínez, lo incluyó en la lista final de 23 futbolistas que estarán en Rusia para representar a su país en la Copa del Mundo.

Su pasión por el deporte fue adquirida gracias a que su padre también fue futbolista y llegó a jugar en varios clubes de la segunda división belga. Su hermano menor, Jordan, se desempeña en la Lazio de Italia y compartió plantel con Romelu en la Eurocopa de 2016. De esta manera, Lukaku buscará transformar esa pasión en goles para que Bélgica pueda ser la gran sorpresa del Mundial.

Se buscan socios para Messi

Joaquín Arias

Aunque su omnipotencia con la pelota sea capaz de gambetear hasta el paso de los años, todo estaría brindado para que Rusia 2018 sea el último encuentro entre los tres: él, la plenitud y una Copa del Mundo.Lionel Messi todo lo puede, pero no todo lo puede solo.Por eso y con el fin de usufructuar al máximo su cuarta cita mundialista, sus compañeros deben abandonar tal rótulo y catapultarse hacia la categoría de socios.

Son 12 los jugadores convocados por Jorge Sampaoli que juegan de la mitad de cancha hacia adelante.Excluyendo al 10, 11. Algunos volantes pueden ser delanteros y viceversa. Eduardo Salvio, por ejemplo, puede retroceder y ocupar la posición de lateral derecho.¿Qué le puede aportar cada uno al capitán? ¿Cómo pueden potenciarlo y cómo pueden ser potenciados?¿Qué clase de vínculos pueden crear? Analicemos:

Lucas Biglia: Pese a que en la final ante Alemania fue él quien dejó a Messi pie a mano ante Manuel Neuer, su conexión con el rosarino no suele ser directa: el mercedino acostumbra buscar el pase con menor posibilidad de error y Leo generalmente no lo es. Por lo tanto, Biglia puede funcionar como uno de los primeros eslabones en la cadena que tiene como destino final al capitán.

Giovani Lo Celso: Gio y Lio. Conexión zurda y rosarina. El ex Central intentará, a través de su irrenunciable dinámica, encontrar desde cerca al de Newell´s, aunque su precisión en los pases largos y cambios de frente pueden ser una alternativa si el rival lo impide.

Enzo Pérez: Lo que el reemplazante de Manuel Lanzini puede concederle a Messi halló su estado más puro aquella noche de la clasificación en Quito, ante Ecuador: recuperar y buscarlo de inmediato o, en caso de no ser posible, transportar algunos metros más para asegurar el pase.

Éver Banega: Su aptitud para encontrar el pase adecuado en el momento y lugar más propicios -últimamente más cerca de la defensa adversaria que antes- lo vuelve un mediocampista que se caracteriza por hacer jugar al compañero. Ese colega supo ser Lionel Messi en múltiples ocasiones, con quien tuvo más rodaje que su principal competidor en el puesto, Giovani Lo Celso.

Eduardo Salvio: Es extremo y mediocampista, aunque contra Haití se destacó como lateral derecho. Toto puede ser una carta clave para arrastrar marcas por ese costado y generarle espacios a Messi. Asimismo, su verticalidad lo puede transformar en receptor suyo próximo al área rival.

Maximiliano Meza: La reacción, la explosión y la versatilidad -puede ocupar posiciones centrales y externas- resplandecen como las virtudes más salientes del correntino, quien puede funcionar tanto como asistidor de Messi como opción de descarga de él en zona de gol.

Cristian Pavón: “Pavón puede ser un jugador muy importante para la Selección”.El elogio que tuvo como emisor al capitán tras la victoria 1 a 0 ante Rusia el 11 de noviembre de 2017 -el delantero de Boca asistió a Agüero-, tuvo razón de ser: en el juego ofensivo y protagonista que propone Jorge Sampaoli, la velocidad, el pique al espacio y el centro atrás a lo Jordi Alba del 7 pueden vincularlo seguido con el 10.

Ángel Di María: Hace un puñado de años era poco frecuente el diálogo futbolístico entre la pulga y el fideo: uno jugaba muy abierto por la banda derecha y el otro igual pero del otro lado. Versión actual, Messi conduce y distribuye detrás del 9. El atacante del PSG asoma como el potencial destinatario por la izquierda más recurrente de las pinceladas de Leo. Al igual que Pavón, Di María le aporta rapidez, pique al vacío y pase atrás. Una ventaja: él lo conoce más.

Paulo Dybala: “Él juega en mi posición y puedo aprender muchas cosas de él: cómo interpreta el juego, cómo piensa, cómo ve los movimientos de los compañeros”.El 10 de Juventus refiriéndose al 10 de Barcelona. No sería inusitado imaginar al cordobés como media punta en caso que las circunstancias lo requieran. En tal caso Leo jugaría unos metros detrás de la delantera con el fin de abastecerla. Ambos conocen en profundidad a Gonzalo Higuaín, lo que despierta ilusión de un eventual triunvirato.

Gonzalo Higuaín: Pocos jugadores ejecutan tan buenas diagonales y pivotean de la manera en la que lo hace Pipa. Asimismo, el botín zurdo de Messi puede conectar su cabeza cuando abajo haya exceso de piernas y, además, si por “hacer el trabajo sucio con los centrales” se entiende utilizar el porte físico y pelear cuerpo a cuerpo con ellos para desgastarlos y para liberar espacios, Higuaín puede realizar esa función.

Sergio Agüero: La conexión Agüero-Messi no gozó de su apogeo aún. El 9 puede cumplir un doble rol: principalmente ser nutrido por el 10, aunque en menor medida puede retroceder y asistirlo él. Su facultad de fabricar huecos en defensas cerradas es un plus del cual su compañero de habitación puede sacar provecho.

Román Torres: de ídolo nacional a prócer mundialista

Matías Elicegui

Tras dos grandes temporadas en el Chepo y en San Francisco de la liga panameña, donde se convirtió en uno de los líderes de la defensa con tan sólo 18 años, Román Torres fue transferido al fútbol colombiano. Su llegada al Cotuluá fue un gran paso en su carrera, ya que se podrá dedicar al cien por ciento a su única pasión: el fútbol.

Los problemas aparecieron cuando el club cafetero comenzó a acumular hasta cuatro meses sin pagarle el sueldo a sus futbolistas. En ese momento, la mayoría de los extranjeros regresaron a sus países por no poder afrontar la vida en Colombia. Sin embargo, Torres tomó la decisión de quedarse allí pese a estar fracturado en su clavícula. Sus buenas actuaciones hicieron que varios clubes se fijaran en él. Finalmente, se trasladó a Bogotá para jugar en La Equidad, último subcampeón del fútbol local.Durante su estadía allí comenzó a ser tenido en cuenta por quien era el entrenador de su seleccionado, Alexandre Guimaraes.

Torres disputó las Eliminatorias del Mundial 2010 y luego, a comienzos del 2012, cuando su pase aún le pertenecía al club bogotano, fue llamado por el Nottingham Forest inglés para realizar unas pruebas. Sin embargo, su fichaje fue descartado luego de dos semanas de entrenamientos. Su gran historia en la Selección de Panamá llegó en simultáneo a su llegada al Seattle Sounders de la Major League Soccer (MLS) en 2015. A partir de esa temporada en los Estados Unidos, se convirtió en el capitán de su país, con el que logró el subcampeonato en la Copa de Oro de la CONCACAF y se consagró campeón de la Copa de la MLS.

Su logro más importante como futbolista internacional se produjo en la última fecha de las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. Ese partido ante Costa Rica lo consagró como ídolo, ya que a dos minutos del final le dio el gol de la victoria a su Selección y la clasificó por primera vez a una Copa del Mundo. Con motivo de celebración ante este hecho histórico, el Presidente panameño Juan Carlos Varela decretó ese día como “feriado nacional” en todo el país.