sábado, abril 20, 2024

El joven verdugo de Argentina

Joaquín Grasso

Gambeta envidiable para eludir las marcas argentinas. Velocidad con –y sin- la pelota en sus pies para pasar por encima cuanto marcador tenga en su camino. Implacable cada vez que situó su mirada frente al arco rival. Pensante, y muy preciso, a la hora de distribuir el juego. El delantero Kylian Mbappé hizo añicos las esperanzas de la Selección Argentina y la eliminó los octavos de final del Campeonato Mundial de Rusia 2018.

Con tan solo 19 años y 6 meses, la joven estrella del Paris Saint Germain tuvo su tarde soñada sobre el verde césped del Kazán Arena. Desde el inicio del encuentro exhibió todo su repertorio futbolístico. Francia lo usufructuó. Argentina lo padeció.

12 minutos del primer tiempo. Un desacierto en el ataque albiceleste suscitó la réplica gala. Mbappé arrancó desde su campo con la Telstar 18 pegada a su empeine derecho. A tranco largo les sacó varios metros a sus perseguidores. La defensa nacional se replegó. El joven siguió, imparable, y se adentró en el área. Marcos Rojo lo sujetó. Y el iraní Alireza Faghanidecretó penal que, segundos después, Antoine Griezmann transformó en gol. Las cámaras siguieron al 7 pero es toda del 10.

Luego de esa notable galopada, la incidencia del extremo en el frente de ataque fue amainando. Tan solo un puñado de apiladas sobre el andarivel derecho. Algunos minutos de pasividad de Les Bleus generaron que los dirigidos por Jorge Sampaoli se repusieran y lograran dar vuelta el marcador con los goles de Ángel Di María y Gabriel Mercado. Pero la euforia no duró mucho tiempo ya que Benjamin Pavard, con un excelso remate, igualó los trámites. El choque decisivo estaba 2-2 y Francia necesitaba más participación de su estrella. Ante esto, Mbappé respondió el llamado de auxilio y volvió a ser determinante.

En una ráfaga de cuatro minutos, expuso su notable eficacia frente a los tres palos al convertir dos goles y alivió la tensión de los europeos. El primero, a los 64, tras una pelota que quedó boyando en el área. La controló. Sorteó la marea de piernas argentinas y, de zurda, puso el 3-2. El segundo, a los 68, un contraataque comandado por Griezmann encontró refugio en el exquisito botín derecho del 10 que, fuerte y esquinado, selló el 4-2.

A los 89, bajo una lluvia de aplausos, salió reemplazado por Nabil Fekir. El gol de Sergio Agüero en el ocaso del duelo pudo opacar la notable actuación de Kylian Mbappé. Fin del show. Su madre argelina y su padre camerunés estarán orgullosos del desempeño de su hijo con la camiseta francesa.

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