viernes, octubre 18, 2024
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No fue un domingo cualquiera

Facundo Catalini

16:30 horas en Argentina. 20:30 horas en Madrid. La pelota comienza a girar en el Santiago Bernabéu. La final de la Copa Libertadores estaba en marcha.

Sentado en el sillón, miro con poco entusiasmo el comienzo del partido, manchado por los intereses económicos, mientras espero que mi viejo se prepare. Ambos hinchas de River Plate. Ambos con pocas ganas de ver el encuentro. Nos preparábamos para ver el otro partido. Nos cambiábamos para la ocasión de ver a Defensores clasificar a la segunda fase del Federal A, porque el fútbol no se paralizó literalmente por la superfinal.

Whatsapp de un amigo, también hincha de River: “Venite y 45”. Vive a la vuelta del Salomón Boeseldín, estadio del Granate, y como es costumbre, dejo el auto en la subida de su garaje porque nunca hay lugar cerca del estadio para estacionar. Este domingo iba a ser la excepción.

La boletería. Sin hacer fila, $200 la entrada general. Ya en la puerta para ingresar a la cancha, la primera vista general es Oscar, recibiéndote, listo para cortar el papel sentadito en los fierros que forman un pasillo. La segunda vista general es la del estadio vacío. Faltaba el rollo de pasto seco de las películas del lejano oeste yankee y ambos equipos entrando en calor.

A las 17:00 horas en Argentina. 21:00 horas en Madrid. La pelota comienza a girar en el Salomón Boeseldín. La última fecha de la primera fase del Federal A estaba en marcha. Defensores necesitaba ganarle a Unión de Sunchales (ya clasificado) para pasar a la siguiente instancia.

Se contaban las personas mentalmente. Era de esperarse. Unas treinta en las tribunas de la popular, cuatro en la cantina, unos nenes jugando a la pelota en la cancha de baby y unas 15 en la platea. El Superclásico arrolló. Se llevó todas las miradas y todas las presencias, como era de esperar. Pero hinchas de otros clubes y de River o de Boca, se hicieron presente en la tarde de domingo ramallera.

37 minutos del primer tiempo en Madrid. Gol de Benedetto. Mi viejo escuchando la radio lo comentó. Toda la tribuna se enteró, pero no hubo escándalo, ni gritos de algún Xeneize. No importaba. En Villa Ramallo, la cosa seguía 0 – 0.

Un solo lado positivo tiene que en la cancha haya poca gente. Se escucha todo. Quien ordena, quien recibe las órdenes y a con quien se enojan –con algún que otro insulto- cuando no hacen caso a las indicaciones.

Antes del primer tiempo, a los 31 minutos, llegó el gol de Franco Olego, que ponía a los locales 1 – 0 arriba. Descanso. Con el segundo tiempo, recién comenzado, se interrumpe el partido por una tormenta eléctrica. Muchos tomamos la decisión de irnos a nuestras casas, ya que se veía una espera larga hasta que se reanudase el partido. Nos subimos al auto y emprendimos la vuelta, completamente empapados. Llegamos y pusimos el River – Boca. El alargue. La extensión de la final más larga de la historia. Veo el gol de Juanfer Quintero. Veo el gol del Pity Martínez poniéndome las zapatillas, la decisión estaba tomada. El partido en el Salomón se había reanudado y Unión había puesto el 1 – 1 con un gol en contra de Jorge Scolari. Volvía.

Llegué a la cancha, dejé el auto tirado, bajo y escucho: “¡GOL!” y la voz del estadio anunciado que por medio del número 11, Francisco Borean, Defensores ponía el 2 – 1 y sellaba su clasificación. No era el único que había vuelto, tres personas más ingresaban conmigo. Festejando el empate, sin haberlo visto.

Todos –todos, las 10 personas que habían vuelto- preguntándome como salió River y Boca. Pero por preguntar. El partido seguía y Defensores jugaba como podía. La cancha había quedado muy mojada. Los últimos minutos se hicieron feos y raros. Silbatazo final y victoria Granate.

River campeón y Defensores en la próxima fase. En España se prendieron las luces y en Villa Ramallo, después de la tormenta, salió el Sol.

Contento vuelvo a casa.

FIFA: el simulador de fútbol más jugado en el mundo

Santiago Outeda

El FIFA -en sus diferentes reseñas- es el juego más atractivo a nivel mundial que emula al deporte más popular de todos los tiempos, el fútbol. Sus creadores, la desarrolladora Electronic Atrs -de origen norteamericano- compite año tras año en mantener su supremacía de jugadores contra sus pares de Konami -Japón- que producen el famoso Pro Evolution Soccer.

Millones de usuarios de Play Station 4 y Xbox One -las plataformas de videojuegos donde se puede utilizar el producto- alrededor del planeta compiten en modalidades offline y online, ya sea como modo de entretenimiento o profesionalmente para determinar al mejor.

El torneo más importante de dicha modalidad es la FIFA eClub World Cup en el cual los usuarios se clasifican a través de un ranking conformado a través del modo de juego FIFA Ultimate Team Champions, en el cual se deben ganar 27 partidos en una serie de 30. El ganador, además de llevarse 250 mil dólares, se consagrará como el mejor jugador del mundo a nivel individual, manejando un equipo que conformará a través del pasar de los partidos, comprando jugadores con dinero artificial y también real.

Además, hay otros torneos menores al mundial, pero con mucha relevancia en lo internacional como el Interactive FIFA World Cup con un premio de 200 mil dólares y dos entradas para la gala de premios “The Best” –evento en el que participan Messi y Cristiano Ronaldo, por ejemplo.

En el ámbito local, Argentina tiene uno de los mejores jugadores del mundo, como lo es Nicolás Villalba, el oriundo de Banfield que recientemente firmó un contrato profesional para representar al Basilea de Suiza. Se consagró campeón del mundial de Play Station 4 -en la final le ganó a un alemán- y es apodado “Iceman” por su frialdad en momentos cruciales que le exige el juego. Además, también se consagró con la Selección Argentina de Clubes Pro -modalidad en la que cada persona maneja un solo jugador, por ende, se necesitan once-. En la final, la Albiceleste le ganó a Rusia en una serie de ida y vuelta.

En el mundial de este año, el argentino cayó ante el danés Marcuzo por un global de 3-2, en una serie en la que mereció mejor suerte. La final fue disputada por el belga Stefano “StefanoPinna” Pinna (PS 4) que se enfrentó al árabe Mosaad “Msdossary”Aldossary (XOne). La victoria fue para el asiático.

Algunos lo ven como un hobby, pero jugar al FIFA es mucho más que eso, en el que hay sponsors, marcas y productoras que hacen de este eSports cada día más profesional y lo acercan al olimpismo.

La influencia europea en los equipos africanos

Joaquín Grasso

Rusia 2018 no solo se distingue de las ediciones anteriores por las numerosas participaciones de futbolistas afrodescendientes en varias selecciones europeas clasificadas. También, en contraposición a esta particularidad, más de un tercio de los jugadores que conforman a los cinco representantes del mal llamado continente negro,nacieron en Europa pero por amor a las tierras de donde emigraron sus familias o por no tener chaces de ser convocados por sus combinados de origen, defienden la banderade sus antepasados.

Hoy en día, sin que influyan sus diferencias étnicas y raciales blancos y negros visten los colores de un mismo país en un campo de juego. Franceses que cantan Le Lion rouge-himno de Senegal-,senegaleses que entonan las estrofas de La Marsellesa -himno de Francia-.

El ya eliminado conjunto de Marruecos es el que cuenta con mayor cantidad de oriundos del viejo continente: tan solo seis de sus 23 convocados son de territorio magrebí. Ocho futbolistas proceden de Francia (Manuel Da Costa, MehdiBenatia, RomainSaiss, Amine Harit, Youssef Ait Bennasser, KhalidBoutaib, Younes Belhanda y Faycal Fajr),cinco son holandeses(Sofyan y Noureddine Amrabat, Hakim Ziyech, Karim El Ahmadi y Mbark Boussoufa), dos son españoles (Achraf Hakimi y Munir Mohand Mohamedi) y uno belga (Mehdi Carcela-González). El extranjero restante es canadiense (Yassine Bounou).

El equipo de Túnez arribó a Rusia con nueve nativos del territorio galo entre sus filas (Dylan Bronn, Syam Ben Youssef, Naim Sliti, Anice Badri, Wahbi Khazri, Saif-Eddine Khaoui, Yohan Benalouane, Mouez Hassen y Ellyes Skhiri). Asimismo, Senegal, esperanzado con realizar un buen papel tras el gran rendimiento exhibido en las eliminatorias y amistosos, tiene ocho franceses citados (Abdoulaye Diallo, Salif Sané, Moussa Sow, Lamine Gassama, Youssaouf Sabaly, M’Baye Niang, KalidoyKoulibaly y Alfred N´Diaye) y uno de España (Keita Baldé).

Ya en menor medida la supremacía europea amaina en los planteles de Nigeria y Egipto. En Las Súper Aguilasfiguran solamente cuatro: dos holandeses (William Ekong y TyronneEbuehi), un ruso (Brian Idowu) y un alemán (LeonBalogun). Y por parte de Los Faranoes, que también quedaron afuera de la Copa en primera ronda, únicamente resalta un inglés (Sam Morsy).

“Pedimos trabajar en paz”

Carolina Belardo

Periodistas Unidas es una organización de mujeres, en su mayoría periodistas deportivas y estudiantes, que decidieron unirse para erradicar el acoso y reclamar igualdad de oportunidades y condiciones laborales. La misma fue creada en agosto de este año a partir de una denuncia en redes sociales. Actualmente son treinta las mujeres que integran el movimiento, y que se encuentran a disposición de cualquier otra compañera que quiera contar su experiencia.

Para reunirse, se organizan a través de Whatsapp, ya que hay personas que son del exterior. Algunas deciden no denunciar, los motivos son muchos, mientras que otras consideran que es fundamental para que, en este caso, los clubes puedan actuar de una manera legal contra quienes realizan el acoso o abuso.

El 14 de agosto, Loana Mosquera, periodista de un medio partidario del Club Atlético Banfield, y de la radio “Open Tigre”, publicó en sus redes sociales un episodio de acoso que sufrió mientras trabajaba. Rápidamente su caso tuvo una gran repercusión, y junto a otras mujeres decidieron arrancar este proyecto que lleva dos meses vigente.

En mayo de 2017, mientras cursaba su tercer y último año en Deportea, y también trabajaba en los dos medios ya mencionados, fue acosada por parte de un fotógrafo llamado Matías Carreño Vázquez. Como de costumbre, Loana se dirigió al Estadio Florencio Sola para cubrir un día de partido, en el que Vázquez le tomó fotografías, sin su consentimiento. “Cuando me llegaron no sabía qué hacer”, cuenta. Anteriormente, Mosquera recuerda que en la cancha de Arsenal también la había fotografiado sin que ella se diera cuenta. “Eran fotos comunes, me habló a Facebook y me las envió. Yo le agradecí y todo quedó ahí, pero la segunda vez fue distinta. Eran de espalda y los mensajes que me escribía se referían a mi cuerpo”, relata. “Comenzó a pedirme fotos en traje de baño entre otras cosas y decidí bloquearlo. En ese momento solo lo hablé con mi mamá y mi pareja”, agrega.Una situación muy triste en la que la vulnerabilidad la invadió por un largo tiempo.

“Pido trabajar en paz”

“En agosto, algunas compañeras de la radio comenzaron a contar que un fotógrafo las acosaba. Lo hablamos todas fuera del aire y decidimos trasladarlo al grupo de Whatsapp que tenemos. Lo contamos y los varones nos impulsaron para que nos animemos a hacerlo público. Me animé después de un año y medio”, cuenta. “Sí, me da miedo porque me lo cruzo siempre en todas las canchas, pero ¿saben qué?, no me callo más. Lo único que quiero es que se dé cuenta que esto MOLESTA, y no sólo me pasó a mí. Pido que tanto mis colegas como yo podamos trabajar en paz, sin hombres como este, nada más”. Con estas palabras, Loana Mosquera publicaba en su cuenta de Twitter los chats de su conversación con Vázquez.

Rápidamente Lucía Barbuto, actual presidenta de Banfield y Analía Gavio, abogada del club, se comunicaron con ella y le sugirieron realizar la denuncia correspondiente para poder desacreditar a esta persona, ya que si no lo hacía, podían hacer una contra-denuncia por el derecho al trabajo. Debían tener un fundamento penal para que él no trabaje más allí. “El tema de la denuncia siempre lo tuve en mente, pero al tener sólo las conversaciones creía que no sería suficiente”, confiesa Mosquera.

Desde los 15 años, Loana Mosquera trabaja en el mundo del fútbol. Arrancó en 2012 ya que siempre iba a ver a Banfield y una persona que era dueño de una radio le comentó que necesitaba a alguien para que cubriera las inferiores del club. Ella aceptó, pero allí también fue acosada. Leonel Cerrudo, su compañero de trabajo de aquella época, le ofreció distintas propuestas para mantener otra relación fuera del trabajo. “Al rechazar esto, me empezó a amenazar y en ese momento sólo lo supo mi mamá y el dueño de la radio”, relata.

El consejo del hombre que estaba a cargo del programa fue que lo dejara pasar y por ese motivo ella dejó de trabajar allí. “En 2012 algunas personas creían que por estar metida en un ambiente de “hombres” yo debía respetar sus costumbres, sus comentarios o quedarme callada, como me lo recomendaron. Al ser chica y no tener el título de periodista, los colegas “desacreditaban” aún más mi trabajo”, finaliza.

Luego de distintas charlas con Barbuto y Gavio, Mosquera decidió denunciar y lo hizo para con los dos casos. “No volví a ver a estas personas después de que hice públicos los abusos, pero sí después de lo que me pasó, los cruzaba en todos los partidos de Banfield”, expresa. Por parte de Matías Carreño Vázquez recibió disculpas pero cuando se hizo viral. “Cuando pasó se defendió y creía que era natural lo que me hizo. Se lo siguió haciendo a otras chicas, por eso creo que si las disculpas hubieran sido sinceras tendrían que haber sido antes”, cuenta.

Por las denuncias, Leonel Cerrudo y Matías Carreño Vázquez tienen prohibido el ingreso al club. Además, tienen una perimetral y no pueden acercarse a Loana ni en persona ni en redes sociales. Mosquera, asegura que estas cosas dejarán de pasar cuando la educación mejore desde la casa de cada uno: “Si vos le enseñás a tus hijos que está mal insistir si una chica te dice no, entre otras cuestiones, ellos van a ir naturalizándolo, pero cuando no lo hacen pasa esto”.

Cree que hay que empezar a educar e inculcar otros valores para que la sociedad haga un cambio definitivo. “Siento que todavía hay gente que piensa que la mujer no tiene que estar en este ambiente “masculino”, pero hay colegas que nos respetan y nos dan nuestro espacio”, remarca. “Hoy en día me siento tranquila, pero no creo que se termine acá. Seguiré luchando en contra del maltrato”, acaba. Loana Mosquera se retiró por motivos personales de la agrupación, pero dejó sus denuncias a disposición.

“Algunos quieren aprovecharse de nosotras”

Otro de los casos que se hicieron conocidos gracias a la organización fue el de Mar Viera, que también trabaja para un medio partidario de Banfield. En 2016, a través de una cuenta de Twitter anónima, se rieron de una “propuesta” del ya mencionado Leonel Cerrudo hacia una chica a un Jacuzzi. Cuando ella lo vio, lo citó diciendo: “Todavía sigue haciendo esas propuestas”, ya que le había hecho lo mismo dos años atrás.

Como consecuencia de esto, Cerrudo trató de comunicarse por todas las redes sociales con ella y le pidió que por favor borrara lo publicado porque no era cierto. A partir de ahí comenzaron las amenazas. “Nunca le respondí ningún mensaje privado, y decidí contarlo ahora luego de haber visto el comportamiento del club con el caso de Loana Mosquera”, cuenta. La Comisión de Mujeres de Banfield hizo eco sobre lo sucedido y al día siguiente de la publicación no se le permitió más el ingreso a esta persona.

Viera dice que en 2014 no tomó conciencia de la situación, a tal punto que le causaba “risa”, pero más adelante entendió lo que era el acoso y comenzó a darse cuenta lo que sucedió. “No recibí disculpas, pero sí injurias y amenazas de que me iban a golpear o sacarme la acreditación del club porque nadie me conocía”, cuenta.

El proyecto es importante para la igualdad de género y para el mundo del periodismo deportivo. Muchas veces hay periodistas que te piden tu contacto y no es para hablar por trabajo. Algunos quieren aprovecharse de nosotras creyendo que no podemos sin su “ayuda””. Viera expresa que a pesar de que le sucedió, hoy tiene la suerte de que el club la respalda. Ella considera que algunos hombres confunden la capacidad con el género, pero afirma que “el género es lo mismo en esta profesión porque lo que realmente importa es la capacidad de uno”.

También cree Viera que a través de la visualización de estas situaciones, se puede frenar el comportamiento machista, es decir, “que los hombres comiencen a abstenerse de actuar de tal manera porque sabrán que las mujeres ya no se callarán más. A la hora de trabajar hoy me siento más segura y cómoda porque no me lo cruzo más. Fue un desahogo poder expresarlo, pero la lucha continúa. No queremos que ninguna otra chica sufra lo que sufrimos nosotras, tanto acoso como discriminación por el simple hecho de ser mujeres”, finaliza. Hoy en día ya no pertenece más al movimiento por cuestiones personales, pero dice que siempre que pueda, estará a disposición del mismo.

“Miran soprendidos a las mujeres”

Otro de los tantos casos son los de las periodistas Malena Soledad Cuello, de Buenos Aires, y Laura Grecco, de Mar del Plata. Las dos trabajan en distintas radios deportivas. Cuello comenzó ejercer a los 20 años, y una persona le ofreció acreditarla a distintos partidos de fútbol a cambio de salidas. Ella nunca aceptó, pero cada vez que se lo cruzaba en las canchas como colega, volvía a insistirle a través de mensajes privados, acosándola. “No volví a verlo, pero nunca me animé a denunciar”, expresa.

Grecco por su parte cuenta que lamentablemente ella ve la diferencia entre hombres y mujeres, pero no por capacidad, sino por ver principalmente la cantidad de personas que trabajan en la zona de prensa de cualquier club. “Es notorio y cuando ven a una mujer te miran sorprendidos como si no tuviéramos la misma capacidad que ellos para cubrir un partido o hacer una nota”, relata. “A mí me gusta hablar de fútbol y también analizarlo, y más de una vez, estando en grupos con hombres, no hacían valer mi mirada, y seguían hablando entre ellos. La palabra de la mujer al hablar de una jugada para algunas personas no es válida. Eso se llama discriminación”, finaliza.

Nahir González es otra de las periodistas que pertenece a la organización. Hoy en día no ejerce, pero su acompañamiento a las mujeres sigue siendo el mismo. González recuerda que muchas veces se sintió incapaz de tener un buen desempeño en la facultad ya que muchos compañeros hombres se lo hicieron sentir. “Uno piensa que eso es normal, que son comentarios y ya está o que debemos aguantar los mismos por meternos en un mundo de “hombres”, pero ya no es así. No es natural”, expresa.

Periodistas Unidas tuvo la oportunidad de poder reunirse con Claudio Fabián Tapia, actual presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. También tuvieron la posibilidad de hablar con Juan Manuel Lugones, secretario ejecutivo de la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte). Cuentan con el apoyo de muchos clubes de todas las categorías, y también con el de algunos periodistas. A futuro quieren que la agrupación se convierta en una ONG para poder ayudar a las mujeres que lo necesiten y trabajar para que ninguna colega en los medios o estudiante que está dando sus primeros pasos, tenga que sufrir el machismo naturalizado que todavía hay en el periodismo deportivo.

Para las integrantes es fundamental que denuncien para que los clubes no vuelvan a acreditar a estas personas, pero si no logran animarse, no les darán la espalda. Periodistas Unidas es una organización que da contención, y que siempre luchará para que las mujeres sean respetadas por el simple hecho de ser mujeres.

La incidencia de África en Rusia 2018

Joaquín Grasso

Cinco son las selecciones africanas que, según la disposición de FIFA, tienen el privilegio de representar a su nación en el Mundial de Rusia 2018. Pese a esto, el mundo, como en toda la historia de la humanidad, elige mirar para otro lado. Europa y Sudamérica resultan más atractivas para el paladar futbolero que los “simpáticos equipos de color”, cuya máxima aspiración consiste en superar la barrera de la fase de grupos, salvo gloriosas excepciones –Camerún en ’90, Senegal en ’02 y Ghana en ’10-.

Sin embargo, África también juega su papel preponderante en esta Copa: 45 jugadores nacidos en ese continente o hijos de africanos figuran en las plantillas de ocho conjuntos europeos, y la gran mayoría ocupa un puesto en la alineación titular.

En la Selección de Francia, 14 de sus 23 convocados son afrodescendientes: el arquero Steve Mandanda nació en Zaire, actual Congo. En la línea defensiva, Samuel Umtiti es camerunés, Benjamin Mendy y Djbril Sidibé son senegaleses, Adil Rami posee ascendencia marroquí y Presnel Kimpembe, congoleña por parte de su padre. En el mediocampo, Paul Pogba tiene a su familia de Guinea mientras que la de Blaise Matuidi es angoleña, N´Golo Kanté tiene antepasados de Mali, el padre de Corentin Tolisso es togolés y el de Steven N’Zonzi es del Congo. Y en el frente de ataque, Kylian Mbappé es de mamá argelina y papá camerunés, Ousmane Dembelé hace referencia a su origen maliense por el lado paterno y senegalo-mauritano por el materno, y Nabil Fekir tiene parentela de Argelia. Además, el zaguero Raphael Varane es procedente del departamento caribeño de Martinica.

El combinado de Bélgica está cerca de diagramar un equipo completo con jugadores de sangre africana: Mousa Dembélé tiene a su padre de Mali, los de Marouane Fellaini y Nacer Chadli son marroquíes, y la República Democrática del Congo fue la cuna de Christian Benteke, y el lugar de donde emigraron las familias de Vincent Kompany, Michy Batshuayi, Youri Tielemans, Dedryck Boyata y Romelu Lukaku.

El conjunto de Suiza contribuyó con siete futbolistas del continente negro en su participación mundialista: Gelson Fernandes es oriundo de Cabo Verde; Johan Djourou, de Costa de Marfil; y Breel Embolo, Yvon Mvogo y François Moubandje, de Camerún. También, Manuel Akanji posee raíces nigerianas por el lado paterno; y Denis Zakaria, sursudanesas y, por parte de su madre, congoleñas.

La Selección de Portugal no se quedó atrás y aportó cinco: Gelson Martins nació en Cabo Verde, mismo estado soberano que el de los padres de Ricardo Pereira y Manuel Fernandes; y William Carvalho es de Angola, al igual que la familia de João Mário.

Alemania citó a tres nacidos en territorio teutón pero que tienen progenitores africanos: el padre de Jérome Boateng es de Ghana y el de Sami Khedira, de Túnez. Por otro lado, la madre de Antonio Rüdiger es de Sierra Leona. La misma cantidad que el elenco de Dinamarca: Pione Sisto es ugandés, Yussuf Yurary Poulsen tiene a su padre de Tanzania y Mathias Jørgensen a su madre de Gambia.

Pese a su extensa historia imperialista, Inglaterra detenta en sus filas solamente a dos hijos de inmigrantes africanos: Dele Alli, de padre nigeriano, y Raheem Sterling, de madre ghanesa. Igual número que el seleccionado de Suecia, que lleva a la competición a Issac Kiese-Thelin, de padre congoleño, y Martin Olsson, de madre keniata.

Sin bien no está en el foco de atención popular, África tiene considerable incidencia en este Campeonato Mundial.Nigeria, Egipto, Túnez, Marruecos y Senegal esperan obtener provechosos resultados en la primera rueda y mantienen intacta la ilusión de que Rusia será la tierra donde harán historia. “Tengo la certeza de que un país africano ganará la Copa del Mundo. Es un poco más complicado para nosotros porque tenemos realidades que no existen en otros continentes, pero creo que estamos en el camino correcto”, aseguró Aliou Cisse, entrenador de Senegal.

Goles suecos con acento keniata

Joaquín Grasso

La ausencia de la estrella Zlatan Ibrahimovi en el Campeonato Mundial de Rusia 2018 representa una enorme pérdida para la selección de Suecia. Ante esta circunstancia, la afición escandinava deposita sus esperanzas en uno de los estandartes ofensivos del equipo: John Guidetti.

Criticado por la prensa y amado por los hinchas, el delantero sobresale del resto de sus compañeros no solo por sus tres temporadas de gran nivel en la liga española. Su peculiar historia de vida, su comportamiento dentro y fuera del campo de juego y sus ideales feministas lo convierten en un jugador singular.

Nació en Estocolmo pero a los tres años debió trasladarse con su familia a Kenia. Su padre, de raíces italianas y brasileñas, fue designado como director de una escuela sueca en la capital Nairobi. Allí, en los suburbios de la ciudad africana, aquel joven de tez blanca y pelo rubio comenzó a forjar su amor por el fútbol. Algunos de sus amigos del barrio, con los que solía pasar sus días corriendo detrás de una pelota, padecían HIV, eran analfabetos y dormían hacinados en viviendas hechas con chapas.

Meses más tarde, su padre decidió fundar el Impala Bromma Boys, una filial del Brommapojkarma sueco, y Guidetti fue parte del plantel. “Lo primero que sucedió cuando empecé fue que enterramos a nuestro capitán, que se ahogó junto con su hermano cuando iban a bañarse en la pileta de unos ricos después de un entrenamiento”, contó el atacante.

Luego de un año en el Impala, se sumó a las filas del Mathare United, el combinado profesional de la organización MYSA para la ayuda al desarrollo deportivo keniata, pero solo disputó un puñado de partidos. Su último equipo en Kenia fue Ligi Ndogo S.C., en el cual permaneció una temporada antes de emprender su retorno a Suecia. “Siempre ha sido muy carismático. Después de los entrenamientos se iba a buscar a otros chicos en los suburbios, en campos llenos de polvo, para jugar descalzo con ellos y endurecer su juego. Llegaba con moretones y arañazos pero no se cansaba nunca”, recordó Chris Amimo, presidente de la escuadra nairobeña.

En su regreso, impulsó la creación de la Guidetti Foundation, una entidad que auxilia económicamente a través del fútbol a niños desamparados de los barrios marginales de Kibera y Mathare. Todos los goles que anota son dedicados, con el símbolo del corazón, a África, continente que lleva tatuado en su brazo izquierdo. “Además de fomentar el deporte, hacemos hincapié a la educación. Cuando dejen la fundación, si no han logrado destacarse como jugadores por lo menos se irán con un oficio y con eso podrán tener una vida mejor”, declaró.

Asentado en su nación, se unió al IF Brommapojkarna, en el que se destacó rápidamente. Esto suscitó que diversas potencias futbolísticas como Manchester City, Inter de Milán, Sampdoria, Lazio, Roma y Ajax posaran sus ojos en el chico de 15 años. Finalmente, su destino sería Inglaterra. Se marchó a Manchester City para ser dirigido por su compatriota Sven-Göran Eriksson.

Desafortunadamente para él, no logró sumar los minutos que pretendía con los citizens y fue cedido en numerosas oportunidades hasta recalar en Feyenoord, de Holanda, donde gozó de un descollante inicio de temporada, marcando 20 goles en 23 partidos. Sin embargo, esa magnífica etapa se vio opacada por un hecho insólito que lo marcó para toda su vida.

En su vigésimo cumpleaños fue a cenar hamburguesas junto a su novia y amigos para luego seguir la fiesta en un club nocturno. Horas más tarde, Guidetti comenzó a sentirse mal. Los fuertes vómitos no lo dejaron dormir en toda la noche. Al día siguiente, Ronald Koeman, entrenador del equipo holandés por aquel entonces, se enfadó con el muchacho acusándolo de que su malestar digestivo era una fuerte resaca. “Juro que jamás he probado una gota de alcohol en mi vida”, se defendió. La posible gastroenteritis que consideraba de antemano, finalmente resultó ser una infección estomacal por la ingesta de carne en mal estado que afectó a su sistema nervioso central y le provocó el entumecimiento de su pierna derecha. Este calvario duró 18 meses e hizo pensar al sueco en el retiro.

Varios medios de comunicación y cercanos al futbolista dieron su carrera por terminada. “Fue un proceso muy largo, mentalmente terrible. Trabajaba 8 horas al día para ponerme a punto y no veía ningún progreso. Tenía grandes sueños, y por eso me resultó tan difícil. Perdí dos años de carrera”, afirmó. Sin embargo, se sobrepuso a esa situación adversa y se preparó para retornar a las canchas más fuerte que nunca. En su reaparición con el Celtic de Escocia, club al cual fue cedido por el Manchester City, marcó 15 goles en 35 partidos y obtuvo el Europeo sub 21 con el seleccionado menor de su nación.

España fue su casa en las últimas tres temporadas y el lugar donde, además de anotar en numerosas ocasiones, expuso su singular forma de ser, poco común en los futbolistas de renombre. En sus dos años y medio en Celta de Vigo y actualmente en Alavés, criticó y denunció el machismo y la xenofobia que existe en el fútbol. “Yo soy 100% feminista. Creo en la igualdad y que todos tenemos los mismos derechos, seamos hombres o mujeres, negros o blancos”, sostuvo. También logró entablar un fuerte idilio con los aficionados, tanto que compuso un rap para ellos e incluso interrumpió su descanso para jugar con un chico en la playa (ambos videos están en Youtube). “Si un niño quiere jugar conmigo, ¿por qué no? A mí no me supone nada y para él significa un mundo. Cuesta tan poco y da tanto. Yo me pongo en su lugar y sé que lo recordará toda la vida, así que debo hacerlo”.

“Si me preguntas cómo era cuando tenía tres años, creo que ahora soy exactamente igual. Normal, simplemente John Guidetti. Si puedo ser un modelo para alguien es genial, pero intento ser el mejor padre, marido, futbolista y persona que puedo”. Así se define Super Guidetti, como le gusta que lo llamen. El jugador atípico. El que resalta del resto no solo por sus dotes cada vez que entra a la cancha. Y el que intentará llevar a su selección a lo más alto del Mundial.

Los jugadores de la Selección que fueron sparrings y estuvieron en Rusia

Joaquín Grasso

Es habitual que periodistas y adeptos al fútbol aludan al término sparring cada vez que la Selección Argentina realiza su etapa de preparación previa a una Copa del Mundo. Apropiado del diccionario boxístico, se refiere a un grupo selecto de juveniles, mayormente de las categorías Sub-19 y Sub-20, que está a disposición del cuerpo técnico de turno para entrenarse y realizar trabajos específicos junto a la Mayor.

Si bien los convocados son chicos de un enorme potencial futbolístico con sueños de representar al país en un futuro cercano, pocos tuvieron la oportunidad de cambiarse al bando de los mundialistas. La lista se reduce a Roberto Sensini, Javier Mascherano, Pablo Zabaleta, Ángel Di María, Federico Fazio, Gabriel Mercado y Nicolás Tagliafico.

La implementación de esta modalidad se efectuó en mayo de 1986. Un joven Roberto Sensini, sin lugar en Newell’s, se sumó al grupo del Club Renato Cesarini que secundó a la Selección Argentina en México. Su tarea era cumplir las exigencias del entrenador Carlos Bilardo en cada ensayo. “Nos hacían parar tácticamente como Corea del Sur; y también practicábamos jugadas de pelota parada”, expresó el exzaguero central a La Nación a principios de este año. Su productiva actuación ante Maradona y compañía dio el puntapié inicial a su carrera: una segunda chance en Newell’s, gozando de un gran nivel durante tres temporadas, y el llamado para Italia 1990.

De esta manera, Sensini se convirtió en el primer sparring nacional en jugar una Copa del Mundo. Posteriormente estuvo presente en Estados Unidos 1994 y Francia 1998. “Yo pasé de verlo entrenar a Diego en junio del ’86 a ser su compañero”, manifestó al diario La Capital, de Rosario, en 2014.
Después de 16 años recién pudo registrarse una situación similar. Para Corea-Japón 2002, el director técnico Marcelo Bielsa designó un Grupo de Apoyo compuesto por futbolistas de la Sub-20. Pablo Zabaleta y Javier Mascherano aún no habían debutado en la Primera de sus clubes pero, con 17 y 18 años respectivamente, se fogueaban marcando de igual a igual en cada práctica a figuras como Pablo Aimar, Gabriel Batistuta y Hernán Crespo. Años más tarde, tuvieron su chance mundialista.

Después de la eliminación en 2002, Matías Almeyda se acercó y me dijo que el próximo Campeonato del Mundo iba a ser mío”, confió un joven Mascherano a Clarín, en 2004. Y ese presagio se hizo realidad: el volante central, que actualmente es el jugador con más presencias en la Selección Argentina (143), debutó como titular en la victoria 2-1 ante Costa de Marfil en Alemania 2006 y desde aquella oportunidad no faltó a ninguna edición. Fue subcampeón en Brasil 2014 y ganador de dos medallas de oro olímpicas –en Atenas 2004 y Beijing 2008–. “Mi momento en la Selección ha sido un sueño, pero no es tiempo de hacer análisis. Rusia es mi última chance de lograr algo importante con el equipo”, afirmó en conferencia de prensa, el pasado 23 de mayo.

En los ejercicios, Bielsa siempre me hacía cumplir la función de Zanetti, quien me terminó regalando su camiseta”, recordó Zabaleta en La Nación, en 2014. El lateral derecho, por varias lesiones y decisiones técnicas, debió postergar su estreno, que finalmente sucedió en el triunfo 2-1 frente a Bosnia en Brasil 2014. Logró el segundo puesto en el Mundial pasado y un oro olímpico en Beijing 2008. En total suma 44 participaciones con la Mayor.
Tras la salida de Bielsa del mando nacional, José Pékerman fue designado para ocupar el cargo vacante. Aquel formador, que tantos logros obtuvo con las selecciones menores, tenía el desafío de llevar a la Argentina a lo más alto. De esta manera, para Alemania 2006 se repitió la forma de trabajo con juveniles en los ensayos. En aquel grupo resaltaron Ángel Di María, Federico Fazio y Gabriel Mercado.

Di María ya eludía rivales con facilidad en la Primera de Rosario Central cuando fue elegido como sparring. Con 17 años exhibía en cada práctica todo su talento sin que condicionen su juego las presencias de los futbolistas históricos. “Como recuerdo me llevo que, después del primer entrenamiento cuando ganamos 1 a 0 e hice el gol yo, Pékerman y todos los muchachos me vinieron a felicitar”, le contó a La Nación en 2014. Su debut fue en Sudáfrica 2010, en la victoria 1-0 contra Nigeria; luego compitió en Brasil 2014 y ahora está entre los citados a Rusia 2018. En su palmarés con el seleccionado, cuenta con un segundo puesto en Brasil 2014 y un oro olímpico en Beijing 2008. Suma, en 94 apariciones, 19 goles y 25 asistencias.

Los casos de Fazio y Mercado son similares. Pasados 12 años, esos jóvenes defensores de Ferro y Racing, respectivamente, que derrochaban sus energías procurando sacarle la pelota a un tal Lionel Messi tendrán su momento en Rusia 2018, esta vez en el mismo equipo que el 10. “Por la edad tenía que ser sparring como nosotros, pero estaba del otro lado y no había manera de descifrarlo. No lo podíamos parar”, afirmó el jugador de Roma sobre el capitán argentino, en La Nación, en 2015. El marcador central suma 9 cotejos con la celeste y blanca y una medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008; mientras que el lateral derecho cuenta con 11 presencias y un subcampeonato en la Copa América 2016.

El último caso se dio en Rusia: Nicolás Tagliafico se convirtió en el séptimo sparring en disputar un Campeonato Mundial. El lateral zurdo, quien apenas sumaba cuatro partidos con la camiseta albiceleste, fue parte del combinado de apoyo en Sudáfrica 2010. “Tuve la suerte de jugar en todos los conjuntos juveniles, pero esto es algo diferente. Estar en la Copa del Mundo es un orgullo”, aseguró el ex Independiente, en una entrevista con Fox Sports, el 27 de mayo de este año.

En el conjunto auxiliar para Brasil 2014 se destacaron tres jóvenes que depositan todas sus esperanzas en Qatar 2022: Emanuel Mammana, zaguero central, Fabricio Bustos, lateral derecho, y Giovanni Simeone, delantero centro. Por el lado de los defensores, ambos fueron convocados por Jorge Sampaoli en las diversas giras, pero Mammana, por una lesión ligamentaria, y Bustos, por decisión técnica, no figuraron en la lista definitiva. Diferente fue la situación de Simeone, de gran temporada en Fiorentina, quien estuvo en la mira del entrenador, pero nunca fue citado. “Llegar al Mundial y ganarlo sería lo máximo de lo máximo”, señaló el atacante a Infobae, en 2015.

El director técnico de la Sub-20, Sebastián Beccacece, citó a 22 sparrings que acompañaron a la Selección en Rusia 2018. Varios de ellos (Elías Pereyra, Francisco Álvarez, Tomás Chancalay, Brian Galván, Cristian Ojeda, Maximiliano Lovera, Francisco Ortega y Gastón Verón) ya sumaron minutos en la Primera de sus equipos y, tal como el resto de sus compañeros, aspiran emular aquella particularidad que inició Sensini hace 32 años.

Las trabas para ser una disciplina olímpica

Nataniel Peirano

La decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de incluir a los eSports trajo mucha polémica ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que los juegos fomentan el sedentarismo y este año reconoció la adicción a los videojuegos como un trastorno mental. Una dinámica contraria a los valores de salud que porta el deporte.

El trastorno se basa en tres características. La priorización sobre otras actividades, una constante actividad pese a haber consecuencias graves sobre la persona y deterioro en las relaciones sociales sea con la propia familia o el resto del entorno. La adicción a los juegos puede causar patrones de sueño alterados, problemas de dieta y deficiencia en la actividad física. Conforma otra categoría aparte de condiciones clínicas no vinculadas a sustancias psicoactivas, pero presenta características similares.

A pesar de esto, los videojuegos hicieron su presentación como disciplina en los Juegos Asiáticos, o Asiada, de 2018. Después de los Juegos Olímpicos, el equivalente asiático de los Juegos Panamericanos es el evento multideportivo más grande del mundo. En el continente de los avances tecnológicos y pioneros en los videojuegos, el League of Legends, el PES 2018, ClashRoyale, Arena of Valor, Hearthstone y Starcraft II fueron los encargados de representar a la industria gamer.

El League of Legends, de las empresas Riot Games y Tencent, es el juego más masivo del mundo. El PES fue la representación del fútbol en el apartado digital y fue desarrollado por la empresa japonesa Konami.

La edición 18° de los Juegos Asiáticos, aunque sin ser una disciplina oficial, fueron la prueba previa antes de la posibilidad de que los eSports puedan aparecer en los Juegos de París 2024 como deporte. El COI busca incluir a una nueva generación que parece no estar alineada con el espíritu olímpico y sumar a la mayor cantidad de espectadores posibles, representando los intereses de los jóvenes y adultos por los videojuegos. Apuestan por los millones de espectadores y los patrocinadores que han invertido en los distintos videojuegos se trasladen al ámbito de los Juegos Olímpicos.

Para 2022, año en el que será la próxima edición de los Asiada, los juegos deben ser menos violentos para que exista una posibilidad de ser presentados según declaraciones de Thomas Bach, presidente del COI, sobre la intención de su organización por incluir a los eSports en su agenda. No promover la violencia y la discriminación es el valor que rige a todas las competiciones y los Juegos Asiáticos servirán para bien o para mal como el resultado definitivo. Muchos videojuegos se basan en la acción y las batallas. Los eSports que sigan la línea de no violencia podrán aspirar a las Juegos Olímpicos.

British Ladies FC, no apto para hombres

Iván Lorenz @ivanlorenz

El Siglo XIX cerraba sus puertas. Una época donde la mujer no era protagonista. Más bien, personaje secundario dependiente del hombre. Meras progenitoras. Cosas, la palabra correcta. El género femenino era cosificado. La posesión de útero las convertía en objeto. Una sociedad patriarcal donde también debían luchar contra mujeres que no creían estar en condiciones inferiores y aceptaban el rol social que les había tocado.

¿Qué se podía esperar entonces de la participación de mujeres en el fútbol? Únicamente por lazos matrimoniales. Encuentros esporádicos entre casadas. Casadas contra solteras. Solteras contra casadas. Hay aún más. Año 1894. Profesionales de la medicina pidieron que ni las mujeres, ni las niñas practicasen el balompié. Ese mismo año, Honeyball publicó un anuncio en el medio británico ilustrado llamado Daily Graphic, en el que invitaba a mujeres jóvenes a formar parte del British Ladies Football Club.

La creación del club tuvo como principal objetivo mostrar que las mujeres no eran meramente ornamentación, ni seres inútiles. Ellas también podían jugar al fútbol, ese deporte creado por los ingleses que parecía ser únicamente para hombres. Era un juego brusco y de ninguna manera una dama podía tener fortaleza física. Era un juego mental y una mujer no podía darse el lujo de pensar. Una mujer, no podía ensuciar sus prendas en un juego. Nettie soñaba en aquel entonces con ver a mujeres sentadas en las mesas de debates, ocupando cargos políticos en el Parlamento. Buscó en el fútbol una forma de romper con las desigualdades.

Cerca del aquel entonces hipódromo Alexandra Park -cerrado en 1970- comenzaron a entrenar las 30 mujeres que acudieron al llamado. Eran citadas dos veces por semana para practicar fútbol. Nettie convenció al futbolista John William Julian para que acudiese al distrito de Hornsey a dirigir técnicamente a las muchachas. El jugador militaba en el Tottenham Hotspur, actual equipo del capitán inglés, Harry Kane.

El club necesitaba un presidente y sponsors. Nettie encontró en Lady Florence Dixie la respuesta a las carencias del British Ladies Football Club. Dixie era la hija de Archibald William Douglas, el séptimo marqués de Queensbury. La aristócrata, viajera, periodista, corresponsal de guerra y escritora accedió a presidir el club con la condición de que las mujeres se entregasen al fútbol con su alma y espíritu.

Para 1895 las condiciones estructurales -no así las sociales- estaban dadas para organizar un encuentro femenino. El 23 de Marzo de ese entonces, a las 4.30 de la tarde, hora de Londres, en el campo del Crouch End Athletic, se jugó el primer partido de fútbol femenino de la historia reconocido oficialmente por la FIFA. Otra fecha se adjudica el título: 1892 en Glasgow. Sin embargo, no es aceptada por el ente rector del fútbol internacional.

Las mujeres representaron al Norte y el Sur de Londres. Rojas y azules respectivamente, mostraron lo que el femenino tenía para dar ante una audiencia de 10 mil personas aproximadamente. La capitana de las norteñas era Honeyball, la cual se sospecha que tenía un ojo de vidrio. Tan mal no veía al parecer. Su equipo derrotó 7-1 a las muchachas del sur. Fue reconocida la actuación de la arquera de las coloradas, miss Graham, que al parecer tuvo apariciones brillantes e influyó en el resultado final.

Tenían botas en vez de botines. Faldas, polleras y pantalones largos holgados en lugar de shorts. Una especie de blusa de manga larga holgada y arremangada utilizaron para cubrir sus troncos ya que no existía el Dri-Fit y era impensado que usasen las pilchas de los hombres. Jugaron también con sombreros que, en caso de caerse, provocaban un parate en el juego, que no se reanudaba hasta que la mujer tuviese bien colocado nuevamente, el ornamento en su cabeza.

La novedad. Medios como The Sketch o Jarrow Express lo calificaron así. Una novedad que no llegaría a más, se quedaría encerrada en esa terminología y, al igual que una moda, acabaría muriendo. No sólo eso, sino también, dijeron que las mujeres realizaron actividades impropias de su sexo, dando un espectáculo decadente.

El British Ladies Football Club no prestó atención a las críticas de la prensa. Lady Dixie decidió continuar como presidenta y patrocinadora luego del partido. Financió una gira del club por el Reino Unido. Gambetearon por ciudades como Newcastle, Jesmond, South Shelds, Walsall, Brighton, Bristol. Sin embargo, en 1896 apareció un jugador que decidió ir al tobillo de las jugadoras para cortar su avance: la ciudad de Exeter. Las lluvias les impidieron jugar, así como la falta de dinero para pagar el alquiler del hotel donde paraban. Cayó el club y conocidos de las muchachas debieron ir a rescatarlas de su compromiso económico.

Victoria de la historia patriarcal de entonces sobre las mujeres. Sin embargo, como suele decirse, el fútbol siempre da revancha. En mayo de 1903 las mujeres del British Ladies Football Club volverían a ponerse las botas para dar una última función. Fue en Biggleswade. Los rivales no eran mujeres, eran los jugadores del Biggleswade Wesleys. Se intentó evitar la realización del partido, quizás porque sabían que no iba a terminar bien para ellos. 3-1 ganó el equipo de la pionera inglesa Nettie Honeyball. La última función de las féminas británicas, las muchachas de Lady Dixie. Las valientes jugadoras que jugaron con el mundo en contra, pero con la convicción de generar un cambio.

Del boom en los 70’s a ser una industria multimillonaria

Las redes sociales, Internet y plataformas como Youtube hoy permiten conectar a personas alrededor del mundo para jugar de forma conjunta como nunca había pasado. Lo que antes eran competencias poco reconocidas y con un escaso público que se podía costear el viaje, se convirtió en una disciplina profesional con una estructura de torneos que encuentra su reflejo en el fútbol. Hay copas nacionales, continentales y una reunión de proporciones exorbitantes como es el Mundial de cada juego.

Las competencias surgieron como una respuesta al crecimiento masivo que logró la comunidad de aficionados. A partir de 2008, comenzaron a organizarse torneos permitidos por la novedosa modalidad online que abriría la puerta para lo que se conoce hoy como deportes electrónicos.

Las desarrolladoras de videojuegos vieron la posibilidad de expandir sus horizontes. Fueron los mismos creadores los que decidieron darle entidad a la mínima organización existente a cargo de los propios jugadores con competiciones por todo el mundo. Primero fue el prestigio de ganarle a los mejores el que impulsó a muchas personas a dedicarse a jugar determinadas horas por día. Y como todo evento que empieza a crecer en espectadores, tanto patrocinadores como las empresas creadoras de los juegos, empezaron a implementar los premios y a ser sponsors de los mismos jugadores. Empresas en torno a la tecnología como Samsung, Telecom y Movistar fueron las primeras en invertir en esta nueva disciplina. Con estos premios, los jugadores empezaron a tener un beneficio del tiempo invertido y el principio de la profesionalidad que hoy se observa. El principio de diversión en torno a cualquier juego mutó a un trabajo pago. Youtube, en 2005 y Twitch, en 2011, crearon un apartado para grabar en directo y que no sea necesario ir a un evento para seguir un juego. Además, los llamados streamers reciben una parte de la ganancia por el promedio de espectadores vinculados con un contrato a partir de cierto número de visitas. Hoy un jugador con un público que oscila entre los 250 y 400 espectadores recibe unos $2.500 dólares mensuales. Tyler Blevins, conocido en el ambiente como Ninja, encuentra en los videojuegos su trabajo. Transmite todos los días con una ganancia mínima de medio millón de dólares mensuales y con la posibilidad de un mayor ingreso gracias a sponsors y eventos.

Los premios, la formación de equipos, la oportunidad de seguir las competencias desde la distancia y con un público uniforme alrededor del globo componen la novedad de los deportes electrónicos. Una actividad física o mental reglamentada por instituciones – Federaciones o Asociaciones – que tenga el objetivo final de competir. Los jugadores por competir y ser vistos reciben dinero, es decir, un sueldo por trabajar. Los profesionales se someten a un contrato, invierten ocho horas promedio por día practicando y los que conforman un equipo se organizan en casas con computadoras para convivir juntos y optimizar el tiempo. Son las llamadas gaminghouse.

El Comité Olímpico Internacional reconoce a esta nueva disciplina como una actividad deportiva y tiene como fin llevarla a los Juegos Olímpicos. Una estrategia para captar a los jóvenes y ganar más audiencia, idea que hizo su debut en los Juegos Asiáticos en 2018. Corea, China y Japón son los países potencia de los eSports, los que más espectadores aportan y los reyes de los avances tecnológicos. PlayStation, Atari y Nintendo fueron consolas surgidas de desarrolladores asiáticos que forman parte de la historia y el presente de los videojuegos.

Los fundamentos del COI para una inclusión, inicialmente como exhibición, se basan en una proyección de la empresa analista de datos, Newzoo, que indica que en 2019 los eSports alcanzarán los 427 millones de espectadores y una generación mayor a los 2.000 millones de dólares anuales para 2021.

En Argentina, los videojuegos están tan avanzados que la Asociación Argentina de Deportes Electrónicos (AADE) presentó un proyecto de ley para que el Estado reconozca a estas disciplinas digitales como deporte. La Liga de Videojuegos Profesional abrió sus oficinas en el país para traer apoyo a la infraestructura competitiva y que los principales videojuegos tengan una Superliga para 2019, nucleando a los equipos ya existentes. Un proyecto que tuvo su prueba exitosa en Brasil y en España. Los eSports se esparcen por el mundo y a un paso apresurado, superando en años el proceso de evolución de un deporte modelo como el fútbol.

Una industria antigua que todavía no ha alcanzado su techo y está en camino a superar a los deportes tradicionales. Los eSports aportan frescura, incorporando los conceptos de la tecnología y representando a millones de jugadores que juegan casualmente o profesionalmente. Los videojuegos han dejado de ser ocio hace mucho tiempo y buscan ser reconocidos por el resto del mundo como lo que son: un nuevo deporte.

Producción y texto: Teo Matarazzo, Santiago Outeda, Gonzalo Montanari y Nataniel Peirano