sábado, noviembre 23, 2024

Suecia se cobra una calurosa venganza

Por Hugo Moray

En 2003, Nia Künzer destrozaba el corazón de las jugadoras suecas y lograba la primera corona mundial para Alemania con un gol de oro en el tiempo extra. Hace tres años, en los Juegos Olímpicos de Río y ante la mirada del Maracanã, las alemanas se colgaban por primera vez la medalla de oro ante las escandinavas.  Hoy, las suecas concluyen su venganza bajo la ola de calor en Francia y lucharán por llegar a una nueva final.

 

La previa venía marcada por la posible vuelta de Dzsenifer Marozsan después de que se rompiera el tercer dedo del pie derecho en el partido de la primera fecha contra China. Se especulaba con la incorporación en el once titular de la estrella alemana, pero su seleccionadora  Martina Voss-Tecklenburg consideró que la jugadora del Lyon no estaba en condiciones de jugar los 90 minutos

 

El primer tiempo fue trepidante. Las alemanas hicieron valer su condición de favoritas e impusieron su dominio, con Alexandra Popp actuando en una posición más retrasada dejando a Lea Schuller como referencia en ataque. Las suecas, en cambio, esperaban ordenadas atrás para salir al contraataque por medio de su delantera y goleadora en octavos Stina Blackstenius.

 

El primer gol no se hizo esperar. A los 15 minutos, un mal pase de la lateral izquierda Magdalena Erikkson es interceptado por  Sara Däbritz que con una gran conducción hacia el centro entrega un pase a Lina Magull que, mano a mano ante Hedvig Lindahl y con una semi-acrobacia, lograba poner a Alemania en ventaja.

 

Poco iba a durar la alegría del lado alemán, que llevaba unos minutos encadenando pases imprecisos con pérdidas en su propio campo. En el minuto 22, un pelotazo en largo desde la defensa que inicialmente iba para Blackstenius, bota a unos metros de Marina Hegering y habilita a Sofía Jakobsson que no perdona en el mano a mano con la arquera alemana y empataba a 1 (este gol suponía el primero que encaja Alemania en todo el torneo).

 

Tras el gol, Suecia tomó consciencia de las dificultades por las que estaba pasando Alemania y se envalentonó forzando fallos del rival y colgando balones hacia la espalda de la defensa con las referencias de Jakobsson y Blackstenius.

 

Al inicio del segundo tiempo, Voss-Tecklenburg dio entrada a Marozsan y dos minutos después, tras una posible falta sobre Lina Magull, Stina Blackstenius aprovechó una gran parada de Almuth Schult y convirtió el 2 a 1 en el marcador.

 

El partido se le puso cuesta arriba a Alemania que en todo lo que restó del segundo tiempo apenas logró inquietar la portería alemana. Si bien las más claras estuvieron en las botas de las delanteras suecas (Jakobsson y Blackstenius que hicieron un partidazo) que buscaban poner el punto final al encuentro con un tercer gol.

 

Al final, 2 a 1 para las escandinavas que no solo deja a las bicampeonas del Mundo fuera del torneo, sino que además evita que se clasifiquen para los Juegos Olímpicos de Tokio el año que viene. Ya sabemos el dicho: “La venganza se sirve bien fría” (a pesar del incesante calor del partido en Rennes)

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