jueves, septiembre 11, 2025
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Marista Rugby Club, el semillero de Los Pumitas

Por Laureano Vergara

Marista es un equipo del rugby mendocino histórico y a la vanguardia en toda la región. En los últimos 4 años ha formado alrededor de 20 jugadores que compiten en países del exterior como Australia, Francia e Inglaterra. Un conjunto ganador que tiene como objetivo principal formar grandes personas y transmitir buenos valores. El club con mayor representación en Los Pumitas. O, como dicen sus socios más veteranos: “Una gran familia”.

Desde el pasado 2 al 12 de mayo se llevó a cabo en Sunshine Coast, Australia, la primera edición del Rugby Championship M20, que contó con la participación de Argentina, Sudáfrica, Nueva Zelanda y su anfitrión. Este certamen busca incorporar competencia a la categoría y sirvió como preparación para el Mundial M20 que comenzó el 29 de junio. En la lista de 31 convocados de Los Pumitas para el campeonato debutante, aparecieron los nombres de Genaro Podestá, Agustín Sarelli y Estanislao Rodríguez. Todos ellos, pertenecientes al “Cura”, lo que lo convirtió en el equipo con más jugadores en el seleccionado juvenil.

Uno pudo creer que este honor sería para algún conjunto correspondiente a las zonas que mayor competitividad presentan en el país, como lo son Buenos Aires, Rosario, Córdoba o Tucumán. Pero este no fue el caso. Marista es un club de la ciudad de Mendoza, fundado en 1961. Surgió a partir del colegio, perteneciente a la Congregación de los Hermanos Maristas.

En su haber cuentan con más de 1500 socios activos. En el área de rugby, no tiene un sistema de captación de talentos. La llegada de chicos y jugadores al equipo se da de forma natural. En la mayoría de los casos, es gracias a la historia familiar (abuelos, padres, hermanos que pasaron por el club) o a los amigos en común, por lo que los niños arriban. Como ejemplo sirven Estanislao Rodríguez ya que su papá fue jugador, o Genaro Podestá, ligado estrechamente a Marista debido a su familia. El éxito es a causa de la formación. 

Marista Rugby Club presentó su nuevo sponsor e indumentaria

Según Pedro Peñailillo, preparador físico del Plantel Superior y coordinador del área física, es fundamental que exista un trabajo interdisciplinario entre todas las partes involucradas en el staff. A lo que se apunta desde el plan de formación es que los chicos tengan su tiempo de aprendizaje en el deporte durante su etapa infantil; y que se mantenga en las categorías cadetes, donde se comienza a construir las bases físicas del jugador. Cuando lleguen a ser juveniles, incorporen la competencia, además de desarrollar al máximo las diferentes virtudes del deportista. 

Peñailillo afirma: “Para mí lo más importante de cualquier club son las categorías M13, M14 y M15. Es donde deberían estar los mejores entrenadores y preparadores físicos. Es necesario para tener una base sólida en M16, M17 y M18, donde se empiezan a incrementar las capacidades condicionales que son la fuerza, resistencia o potencia. Todo lo que hagan de cardio lo van a desarrollar antes. El problema está en que si tuviste entrenadores que lo único que les interesaba era ganar o hubo cosas que capaz no se trabajaron, como enseñar a tacklear, luego no pretendas que el chico tacklee bien. Todo se enseña. Desde Marista lo que queremos es atacar cada vez desde más temprana edad, para que cuando estén en una situación de tener que tomar una decisión, los jugadores puedan elegir la mejor”.

Entrenamiento del Plantel Superior

Para Marista, el trabajo interdisciplinario es muy importante. Por ello mismo, el Plantel Superior necesita de un amplio grupo de trabajo para sus tres equipos: Primera, Intermedia y Preintermedia. Juan Salvarredi, entrenador y responsable del área de análisis de video, dice: “Contamos con un Head Coach principal que es Daniel Roccuzzo. Después hay entrenadores por especialización: dos de scrum, dos de line out, dos de backs; uno de ellos especializado en el juego con el pie y el otro en defensa. Tenemos tres preparadores físicos, uno para cada equipo. También hay un kinesiólogo, llamado Tomás Laguna. Disponemos de tres managers y, por último, de un utilero, que a su vez es el canchero del club”.

Para el Plantel Superior, la pretemporada suele comenzar a fines de enero y dura un total de 7 a 8 semanas. Se empieza con una serie de pruebas físicas a los jugadores, que indican el punto de partida de las marcas que luego se buscan superar en cada entrenamiento. Para Peñailillo, lo ideal es que los deportistas se mantengan lo más activos posible y que entiendan qué es lo mejor para cada etapa. Buscan, como él dice, “generar hábitos saludables”.

La parte física tiene que ser lo más integral posible. Pretendemos que un jugador no solo sea fuerte sino que también sea potente y veloz”, confiesa Peñailillo. En los enfrentamientos, Marista es un conjunto completo, con variedad de armas, pero se destaca sobre todo en la intensidad. Pedro Peñailillo agrega: “Si uno quiere tener intensidad en los partidos, tiene que partir de la misma base durante los entrenamientos. Si dedicamos una hora y media, tiene que ser al 100%, no podemos regalar nada”.

La semana se divide en cuatro entrenamientos (se considera al partido del fin de semana como uno de ellos). Lunes, martes y jueves desde las 20:00 hasta las 21:30. Además del encuentro de los sábados. “Los lunes suelen ser con regenerativo, hielo y hacemos análisis de vídeo propio y del rival que vayamos a enfrentar. Los martes son los días de alta intensidad en donde tratamos de llegar a un cien por ciento. El preparador arranca con un buen físico. Realizamos scrum, line out con los forwards. Después, si tenemos que hacer ruck, que incluye muchos golpes, aprovechamos ese día. Los jueves, ya más cercano al partido, es una práctica de intensidad media: repasamos el sistema y las jugadas”, explica Salvarredi sobre el programa de entrenamiento.

Si algún jugador necesita ir al gimnasio, puede llegar un rato antes. Cada uno de ellos tiene un plan personalizado que busca potenciar ciertos perfiles físicos. El medio scrum, Genaro Podestá (foto) cuenta: “A mí ahora me está tocando tratar de ser más robusto y potente. Suelo hacer más series que el resto. Mayor cantidad de repeticiones con un poco menos de peso. En la actualidad, para ser un jugador “World Class” necesitás cumplir con ciertos requisitos físicos, que si no los tenés te pueden llegar a marginar a pesar de tus condiciones técnicas a la hora de jugar”Este tipo de división del entrenamiento no es el único que existe, pero sí es el que creen en el club que mayores resultados otorga. 

Genaro Podestá, jugador de Marista Rugby Club, integra el plantel de la UAR para los próximos Juegos Sudamericanos de la Juventud.

Pedro Peñailillo trabaja también como preparador físico en la Unión Argentina de Rugby. Una de las 5 Academias de la UAR (la del Oeste), tiene lugar, desde hace dos años, en el mismo club Marista, gracias a sus instalaciones. “He tenido muy buenos comentarios con respecto a los chicos que van a jugar al exterior. Por ejemplo, nosotros le hicimos la preparación de Pumas a Rodrigo Isgró, Gonzalo Bertranou y Juan Martín González (ex Marista), que estuvieron previo al Mundial. Los tipos manifestaron que se entrenaron casi mejor que en sus clubes”, admite Peñailillo.

Instalaciones en el predio

El “Cura” ha evolucionado a lo largo del tiempo. Uno de sus desarrollos más notorios, se da en el área de infraestructura deportiva. Cuentan con un predio de 12 hectáreas donde hay: 5 canchas de rugby con medidas profesionales, 2 canchas de hockey, una pileta, 4 canchas de rugby infantil y un gimnasio que ahora se ha ampliado; moderno, completo y que es del club. En el último año, adquirieron un terreno de casi una hectárea y media, que les permite expandirse aún más. A futuro, planifican la idea de hacer una cancha de rugby y una de hockey en ese espacio.

Marista Rugby Club: una familia, un club con 62 años de pasión que generó un sentimiento de pertenencia único

Esto no fue siempre igual; hubo trabajo, decisiones, errores y aciertos para lograr construir el presente del club. “Cuando llegué había un gimnasio chiquito, no tan bien estructurado. No era el ideal. Lo primero que le pedí al presidente fue una modificación. Hoy tenemos la kinesiología, un espacio sintético y agregamos 50 metros de largo de gimnasio”, enumera Peñailillo. Desde el equipo buscan que los deportistas tengan la posibilidad de hacer velocidad, pesas, potencia y la disponibilidad de un espacio verde al aire libre; además de un profesor a disposición.

Cuando Los Pumas enfrentan algún seleccionado del exterior en Mendoza, esos equipos eligen este club para ir a entrenarse. “El año pasado tuvimos la suerte de tener a los All Blacks acá cuando jugaron por el Championship. Nos llena de orgullo. También hemos recibido a los Springboks y a los Wallabies. Este año vino Francia en junio. No sé si completamos el álbum de figuritas pero cada uno que viene nos deja una camiseta firmada. Todos nos han transmitido comentarios muy positivos de la cancha; el gimnasio nos lo elogian mucho también”, expresa Juan Salvarredi.

Competencia regional y nacional

En el plano competitivo, la historia del “Cura” es exitosa por demás. El torneo más importante de la región, hoy Top 10 de Cuyo, es para Marista moneda corriente ganarlo. Cuenta con 26 títulos en su haber; y ha logrado llegar a las últimas 5 finales, saliendo victorioso en 3 de ellas. Tal fue el caso de la edición 2023, histórica definición por el resultado: 70 a 14 frente a Liceo Rugby Club.

Tanto el cuerpo técnico como los jugadores coinciden en que el nivel de la región no es tan alto. Hay tres clubes: Marista, Liceo y Los Tordos, que se encuentran a un nivel superior al resto. También concuerdan en que si los equipos restantes se desarrollan, aportan mejoras para uno mismo.

Por fuera de Mendoza, existe la posibilidad de competir en el Torneo del Interior A, para el cual cuentan con 2 plazas. Aquí enfrentan a clubes de todo el país y brinda la posibilidad de llegar a jugar el Torneo Nacional de Clubes (hoy en día solo enfrenta al campeón del interior y de la URBA). El año pasado, el “Cura” llegó a las semifinales del certamen del interior en condición de invicto. En esa instancia. ganaban por 28 a 3 en el segundo tiempo frente a Universitario de Tucumán. Aun así, el encuentro acabó 32 a 28 a favor de los tucumanos. “Creo que lo que tiene el resto de los torneos, que el de Mendoza no, es que hay partidos de esa intensidad todos los fines de semana. Te agranda el plantel. Es algo que a nosotros al final nos costó porque jugamos con 6 o 7 jugadores que recién estaban debutando en Primera. Además, teníamos algunos lesionados que tuvieron que entrar porque eran muy importantes”, expone Podestá sobre las posibles razones de la derrota.

La institución busca formar personas con valores tales como: compañerismo, esfuerzo, respeto, responsabilidad y compromiso comunitario. Salvarredi y Peñailillo coinciden en que este objetivo influye considerablemente en el rendimiento del conjunto: “Lo primero que va a sobresalir en un equipo exitoso, va a ser el grupo humano y la verdad es que tenemos uno muy bueno”.

El voley de Estudiantes de La Plata: un duro camino al éxito

Por Martina Espada 

El 21 de abril se jugó en el Superdomo de La Rioja la final de la Liga Femenina Argentina de Vóley entre Estudiantes de La Plata y el CEF5 de La Rioja. Aunque El Pincha no pudo coronar la gloria máxima, es la primera vez que se clasifica accediendo a la final de la Liga. En el estadio Jorge Luis Hirschi, conocido como UNO, cayeron 3-0 y en la vuelta no pudieron encumbrar el resultado. A la vez tuvieron un acompañamiento portentoso: 12 mil personas estuvieron presentes. Para el equipo fue muy duro, no está acostumbrado a esa multitud pero también fue un mérito importante llegar por el camino que transitaron. “Hicimos una Liga de menor a mayor, creo que eso nos ha llevado a jugar una final” dice Eduardo Rodríguez, entrenador del equipo platense.

         “Hubo un crecimiento del vóley femenino, fue la primera vez que se llenó tanto un estadio así. Fue muy impresionante el lugar donde se hizo y la cantidad de gente que fue” expresó Giuliana Stellato, jugadora que se desempeña como central. Valentina Paredes, que juega en el club desde 2020, recorrió el proceso del grupo para poder llegar a la final: “Fue larguísimo y duro, tuvimos buenos y malos momentos. Ver todo ese esfuerzo reflejado en lo que trabajamos, no solamente en esta competencia sino desde antes que venimos buscando estar ahí, fue un alegría enorme no solo para nosotros si no que para la institución también. Hicimos historia”

         Por su parte, el entrenador manifestó: “Hay un proceso de seis años que nos permitió llegar a esta final. No surgió de un día para el otro”. Está en el club desde enero del 2018. El equipo floreció y la estructura cambió desde su llegada. Empezó con chicas jóvenes y un plantel nutrido por las inferiores del club. Se cimentó y, además, se sumaron más jugadoras y personal especializado. “Para alcanzar estar en esa instancia necesitas cuatro pilares: 25% de alimentación, 25% de entrenamiento, 25% de descanso y 25% de manejo del estrés. El club progresó un montón y se lo pudimos devolver con llegar a las dos finales. Se demostró que era necesario cubrir todo y que a veces con un entrenador no alcanza”, mencionó  Juliana Bottero, licenciada en nutrición y antropometrista, que integra el equipo técnico hace ya dos años.

         La conformación de un equipo de profesionales que las asiste, hizo que tengan mejores desempeños. Trabajan todos en conjunto de manera mancomunada y con un mismo propósito. Hay reuniones de staff en las cuales plantean los desafíos y a partir de ahí cada uno, dentro de su estructura, trabaja para poder cumplirlo. “En el alto rendimiento hay una característica muy importante que es saber hacerlo muy bien y este staff es muy profesional, sabe lo que tiene que hacer y eso le da la posibilidad a la jugadora que desde todos los ámbitos tenga las herramientas necesarias para que pueda competir”, indica Rodríguez. Las potenció la incorporación de una psicóloga para que puedan conocerse entre ellas: que haya más confianza y comunicación.

Voley Estudiantes de La Plata (@EdelpVoley) / X

Para Valentina Paredes, la nutricionista es una presencia importante porque empezó a hacer controles más seguidos. “Hacemos mediciones cada tres o cuatro semanas y saben que tienen que llegar bien. En líneas generales mejoró un montón la alimentación, se nota por el rendimiento”, sentenció Juliana Bottero. Actualmente el cuerpo técnico lo conforma: Claudio Álvarez (preparador físico), Ana Seola (coordinadora), Lorena Eletto (psicóloga), Juliana Bottero (nutricionista) y Federico Borrajo (kinesiólogo). “Es una parte importante el trabajo del kinesiólogo” reveló Rodríguez.

El equipo ahora está concentrado en mantener la base que lo llevó a participar de dos finales. Se encuentra en una etapa de reorganización. La jugadora que ocupa la posición de central refiere que hubo cambios auspiciosos en el equipo y anhela poder alcanzar los primeros puestos: “Ahora el equipo cambió y nos estamos conociendo de nuevo, armando el grupo. Reacomodando y reorganizando todo”. El lunes 13 de mayo empezaron a entrenar después de haber disputado la final y tener un receso de tres semanas.

Mientras permanecieron en ese intervalo les acercaron las consignas de entrenamiento físico y las pautas alimentarias que deben seguir en el ínterin. “No estamos acostumbradas a llegar a las últimas instancias entonces se hizo pesado a lo último. Al principio era descansar y aflojar para que después nos manden un plan que tenemos que seguir en nuestras casas así cuando volvamos no estar fuera de estado”, comentó Valentina Paredes sobre su descanso. Los entrenamientos son de lunes a sábados y consisten en una batería de actividades pensadas a la medida de las necesidades específicas: pesas, pelota y gimnasio. Cada 15 días se realizan los controles y las mediciones con la nutricionista y al mismo tiempo les brinda asistencia la psicóloga, respecto de quien las jugadoras remarcan que es “importante en el equipo”. Aunque suele estar más en la etapa de competición. El 4 de junio comenzó el Metropolitano, las expectativas son altas y se busca más exigencia en la línea de la composición corporal para que haya más constancia y se desvíen cada vez menos.

         Juliana Bottero dice que, a veces, “no se dan cuenta que son atletas de alto rendimiento”. El vóley no te permite vivir de eso, algunas chicas estudian o trabajan. ¿Cuál es la diferencia entre un deportista aficionado con un atleta de alto rendimiento? “El atleta vive de su cuerpo y lo tiene que cuidar, debe tener menos desbalances. Hay un requerimiento y un gasto mucho más alto, las chicas entrenan todos los días de lunes a viernes y a veces los sábados. Tienen que cuidarse lo más posible para que el cuerpo pueda rendir, no pueden estar cansadas para no venir a entrenar. Cuanto mejor alimentado estas hay menos posibilidad de lesiones y ellas no se pueden permitir quedar afuera porque es su trabajo, es su competencia, explicó la nutricionista.

         Bottero se propone que integren una eficaz educación alimentaria, así no tienen que depender 100% del nutricionista y puedan entender cómo preparar sus comidas. La alimentación es la nafta del deportista, influye tanto en el rendimiento como en la energía para entrenar, en la recuperación y en no enfermarse. Si comen poco y tienen poca energía, hay más posibilidades que se enfermen y si eso pasa se quedan afuera. Cuando hay partidos importantes, si no estoy bien alimentada el cuerpo no llega y no rinde. Hoy se demostró que las chicas rinden porque entienden que la comida es el motor de todos los días”, explicó acerca de por qué es valiosa una buena alimentación y para que no se desencadenan los problemas alimenticios.

Esta noche se juega la primera final de vóley entre Estudiantes y CEF N°5

Problemas alimenticios en el vóley

Estas complicaciones en los deportistas son frecuentes. Asimismo la preocupación por la parte externa del cuerpo; lo estético también lo es. “Fue muy difícil al principio, más allá del problema alimenticio es el tema de la cultura de las mujeres flacas. Ese tema fue complicado, las primeras mediciones, y subirse a la balanza fue duro. Les enseñe que hay un montón de parámetros y que el peso no es lo único que importa, es un factor más, lo importante es que rindan. Que la composición corporal les permita estar dentro de la cancha. Teníamos que ajustar cosas porque tenía un compromiso con el club para rendir lo mejor posible, al principio fue dificultoso aunque después se fueron amigando. Hoy en día solas se suben a la balanza sin problema y buscan estar mejor”. En la práctica del vóley en Estudiantes, se logró disminuir el nivel de ansiedad por el aspecto físico, y se consiguió hacer foco en el rendimiento. “Entendernos y acoplarnos a eso al principio costó un poco pero después lo pudimos llevar a cabo”, exteriorizó Valentina Paredes.

         Una adecuada alimentación, preparación física y descanso, junto con el acompañamiento y soporte psicológico es primordial para un buen desarrollo psicofísico de las jugadoras. La vieja e infalible fórmula de mens sana in corpore sano. Por su parte, Claudio Álvarez y Juliana Bottero acuerdan en sociedad los objetivos en común, y en momentos en que no hay competencias se dedican a robustecer la composición corporal de las jugadoras. “El trabajo físico que se hizo el año pasado es increíble, se notó el cambio. Cuando arranque había seis o siete chicas lesionadas. El año pasado la lesión fue casi cero, hubo dos molestias o alguna lesión por mala suerte. Trabajamos mucho en conjunto que es lo ideal, con todos y con el entrenador que avisa como van las chicas. Es un trabajo interdisciplinario”, resalta Bottero sobre el progreso que hizo prosperar al equipo.

         Esta disciplina en Estudiantes se originó en la década del 70´ con la participación de la rama masculina, cuando se consagró campeón Metropolitano y Argentino. Se vuelve a retomar por los 90, con los hombres y las mujeres. En 2010 las chicas ascendieron a División de Honor (máxima categoría) y a su vez empezaron a jugar en la Liga Femenina. “Nosotros veníamos de llegar a la final del torneo Metropolitano y se nos había escapado por algunos detalles contra Boca” puntualizó. En 2023 fueron subcampeonas del Metropolitano por primera vez en su historia gracias al proceso llevado a cabo por expertos que se incorporaron y por las jugadoras. “Estudiantes ya es un club que se va a proponer estar entre los mejores equipos de cada competencia que juegue”, detalló Rodríguez. 

 

 

El fútbol, de la mano con la diversidad

Por Román Pedersen

Durante el mes de noviembre, y por segunda vez en la historia, la Argentina será sede del World Championship IGLFA, con su vigésimo quinta edición, y Los Dogos, uno de los representantes del país, irán por su segundo título: ya lo ganaron en 2007, cuando fueron locales y vencieron por 1 a 0 al Stonewall inglés, en la cancha de Defensores de Belgrano.

El World Championship Buenos Aires 2024, a cargo de la International Gays and Lesbian Football Association (IGLFA), será la edición número 25 del Mundial LGBTQ+ y se realizará en la Argentina, del domingo 3 de noviembre al sábado 9 del mismo mes. Además, el certamen contará con la participación de Los Dogos, uno de los equipos locales que será organizador del torneo, y tendrá el apoyo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

El presidente de la AFA, Claudio Tapia, considera al fútbol un deporte que promueve la diversidad en todos sus aspectos. Es por eso que el torneo tendrá la posibilidad, siempre en cuando las fechas FIFA lo permitan, de contar con el Predio Lionel Andrés Messi para desarrollar parte de la competencia. A su vez, las semifinales y final del campeonato se disputarán el sábado en estadios de clubes de la Primera División, mientras que el lunes, martes, jueves y viernes serán los días de juego previo a las definiciones.

Sin embargo, Argentina ya fue sede. Ocurrió en el Mundial del 2007 y allí comenzó la historia de Los Dogos, el equipo de Claudio Blanco; coordinador de fútbol 11 de la Institución y la cara visible de la organización del evento, junto a la consultora deportiva Pontibus Sports. En dicho año el conjunto local levantó el trofeo por primera vez, luego de ganarle por 1 a 0 al Stonewall, de Inglaterra, en cancha de Defensores de Belgrano y ante 2.000 espectadores. Esa fue la decimosexta edición del torneo y el nacimiento del club.

Actualmente Los Dogos cuentan con ocho disciplinas diferentes, entre ellas básquet y natación, y son el primer equipo de fútbol de diversidad sexual de América Latina, ya que desde 1997 trabajan para “visibilizar la lucha contra la discriminación machista en el deporte”. Entrenan dos días a la semana en el CEFFA, predio que Argentinos Juniors posee en el Bajo Flores, aunque sus jugadores son de carácter amateur y no profesional. Por eso, el certamen internacional rige el mismo criterio y los equipos, que deberán estar afiliados a la IGLFA, se clasificarán por categorías según el nivel de cada institución (competitivo, intermedio o recreativo) y condiciones que mejor le siente para competir; ya que el evento tendrá las modalidades de fútbol 11 o 7 y estará la División Abierta y la División Femenina.

La competencia, en fútbol 11, tiene un costo por equipo de $3,740 dólares ($170 por persona, 22 jugadores por equipo), aunque el no poder acceder a este monto no será un impedimento para poder participar, ya que Blanco, y toda la organización, desea que el Mundial sea de alto alcance y tenga un impacto global. A su vez, sostiene: “En este World Championship 2024 buscamos transmitir valores, sobre todo la no discriminación hacia el colectivo y el odio que se genera, no solamente en gays sino también a la comunidad trans”.

La última edición se realizó en 2022, en Australia, y tuvo la participación de 22 equipos de diferentes países, entre ellos, España, Canadá y Francia, pero la vez que más inscritos hubo fue en Francia 2018, cuando se alcanzó un total de 56 participantes. Para este año, Buenos Aires espera recibir, aproximadamente, 50 equipos y 1.000 personas, entre futbolistas, acompañantes e integrantes de los planteles.

Otro de los patrocinadores del evento es la Asociación Argentina de Deportistas por la Diversidad (AADD), la cual se fundó el 3 de marzo de 2015 y retomó el trabajo hecho desde 1997 por Deportistas Argentinos Gays (DAG), con el fin de darle un marco legal a la institución e incrementar la participación de los deportistas LGBT en la República Argentina. Su actual presidente es Hugo Melano, y forman parte de la Confederación Argentina de Deportes (CAD), desde este año de la Federación de Gay GAMES, la máxima organización mundial del deporte LGBTQ+, y de la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo de Buenos Aires, elegidos en el 2019 como referentes deportivos.

Además, la Argentina no sólo tendrá el privilegio de albergar el Mundial de Fútbol IGLFA, sino que también será anfitriona del Campeonato Acuático IGLA+ 2024, organizado por la International Gay and Lesbian Aquatics. Esta será la primera edición de la competencia que se realizará en Sudamérica y tendrá lugar del 4 al 9 de noviembre, en las piletas del Parque Olímpico de la Juventud y la Pileta Olímpica de Avellaneda. El evento contará con seis disciplinas, entre ellas waterpolo y en la que Los Dogos estarán presentes.

Las Leonas, subidas al podio mundial desde hace 24 años

Por Francisco Gentile y Julieta Silva Idiart

La Selección Argentina de hockey logró el bronce y sumó su sexta medalla olímpica, un camino que empezó en Sidney y sigue cosechando triunfos.

“Cachito” Vigil junto a Vanina Oneto, Luciana Aymar, Ayelén Stepnik y Soledad García.

En 1997, Sergio Vigil asumió como seleccionador, solo dos años después de jugar su primer Mundial con el equipo masculino. Su trabajo se vería recompensado con la obtención del oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999.

La victoria 3 a 1 contra Países Bajos, primer partido con el logotipo.

Nelly Giscafré, psicóloga del equipo, buscó inventar algo para que las jugadoras puedan superar la barrera de las semifinales, ya que en los campeonatos que habían disputado durante los dos años anteriores no lograron subir al podio. 

Lo que para ellas mejor representaba al equipo era el espíritu de una leona, que es la que caza y sale a buscar su alimento. Fue Inés Arrondo, delantera del seleccionado, quien dibujó lo que hoy es su emblema. Buscaban un diseño lo más femenino posible y que se identifique con las mujeres.

La obtención de la plateada en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

Ya formalmente Las Leonas, consiguieron la primera medalla olímpica para el país en su disciplina, clasificaron como segundas en la fase final, donde ganaron los tres partidos disputados y aún con la derrota por 3-1 ante las anfitrionas, su hazaña marcó un hito en el deporte nacional. Según Cecilia Rognoni, defensora de ese plantel, ese partido les dio “mucha confianza y ganas de seguir jugando finales”.

Junto al mejor jugador masculino, Florian Kunz y los mejores jugadores jóvenes, Angie Skirving y Tibor Weidenborn.

Luciana Aymar se convirtió en 2001, en la primera argentina en ganar el premio a mejor jugadora del mundo, esa misma temporada, ganó el Champions Trophy en Amstelveen, en lo que sería el primer campeonato intercontinental para el seleccionado.

 

Las Leonas en conferencia de prensa junto al título .

En 2002, volvieron a competir en suelo australiano, está vez fue en Perth y la ocasión era el Campeonato Mundial. Pudieron tomarse revancha de las locales, a quienes dejaron atrás en semifinales por 1 a 0 para luego imponerse por penales ante las neerlandesas.

El podio en Grecia, primera de bronce para el hockey.

Los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 fueron la primera oportunidad para repetir la obtención de medalla, y lo hicieron, luego de perder la semifinal frente a Holanda en los penales, pudieron quedarse con el triunfo en el partido por el tercer puesto frente a China por 1 a 0.

Maradona presente en la tribuna para alentar y arengar a las argentinas.

La tercera medalla al hilo llegó en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, luego de una derrota por 5 a 2 nuevamente ante Países Bajos, Las Leonas supieron reponerse con arenga de Diego de por medio para vencer 3 a 1 a las alemanas y alcanzar nuevamente el bronce.

El festejo en el podio.

 12 años más tarde, lograron repetir la medalla de plata obtenida en Sidney, esta vez, el escenario fue Londres, donde eliminaron en semifinales a las locales por 2 a 1 y en la final, las de naranja volvieron a ser sus verdugas y se impusieron 2 a 0.

Pese a errar el penal decisivo, el premio siguió siendo para ella.

Como si el número que llevaba en la espalda fuese un presagio, Luciana Aymar fue elegida ocho veces la Mejor Jugadora del Mundo FIH. Esta noticia formó parte del consuelo de “Lucha” luego de perder en la semifinal de la Liga Mundial de Hockey 2013 ante Países Bajos, en San Miguel de Tucumán.

Un 7 de diciembre de 2014, exactamente un año después de este partido, la rosarina se retiraría siendo campeona del Champions Trophy por sexta vez en su carrera, dos veces campeona mundial y dejando una leyenda que el deporte no olvidará jamás.

Este torneo hoy se conoce como FIH Pro League.

Entre 2008 y 2016 se jugaron siete ediciones de este campeonato, de las cuales Las Leonas ganaron 6, siendo solo interrumpidas en 2011 por “The Orange Ladies”. Debido a tantos años de buenos resultados fue la sorpresa que se llevó tanto el público como el mismo equipo cuando Argentina se quedaba sin podio en los Juegos Olímpicos de Río 2016, hecho que no sucedía desde Atlanta 1996.

Las flores que recibían los medallistas fueron cultivadas en el noroeste japonés, afectado por el terremoto y tsunami de 2011.

Lo ocurrido en la edición anterior quedó atrás cuando, por tercera vez en su historia, Las Leonas se colgaron del cuello una medalla de plata olímpica, luego de perder la final por 3 a 1 ante Países Bajos en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (21). 

Como si fueran las malvadas de la película, “Las Naranjas” truncaron nuevamente el camino de la selección argentina hacia el oro. Invictas desde fase de grupos hasta octavos de final, el combinado nacional cayó 3 a 0 en semifinal ante su más grande némesis. Las argentinas obtuvieron un final felíz tras imponerse 3 a 1 en la tanda de penales, luego de empatar 2 a 2 en los cuatro cuartos, ante Bélgica.

Agustina Alonso manifestó al finalizar el partido: “Entrenamos en condiciones que no son las mejores y el país ya ganó tres medallas, ojalá el deporte crezca… pero el compromiso no se negocia”.

Yamila Benitez: karate y psicología para vivir mejor

Santiago Gutiérrez y Joaquín Arias

 El 2001 para muchos países es solamente un año más, pero para Argentina fue un punto de crisis estructural, económica, política y social. La familia de la karateca Yamila Benítez, que tenía ocho años en aquel entonces, lo padeció. Alquilaban un gimnasio de karate en San Justo, aunque no pudieron sostenerlo más, por lo que trajeron la esencia del gimnasio a la terraza de su casa también en la localidad de San Justo. “Fue de a poco, pero ahora estamos bien”, cuenta la medallista de bronce en los últimos Juegos Panamericanos de Santiago 2023. La cuota mensual vale 16 mil pesos.

El gimnasio llamado “Itosu Gym” está techado con madera lisa. Se impone una especie de lógica japonesa donde se aprovecha cada espacio. Existen dos tarimas elevadas a un metro del suelo, en una están las caminadoras y en otra las bicicletas fijas, ambas casi rozando el techo. Hay una clara división entre la zona donde se acumulan estas máquinas, de color rojo y negro, y un tatami liberado de aparatos. Yamila reconoce que “nadie debería pisarlo con zapatillas, pero después se limpia con una aspiradora”. Dentro del gimnasio predomina el color rojo, e incluso ella está vestida con una campera de ese tono. Según las creencias niponas, significa vida, pasión y energía.

Ese tatami no solo lo pisa ella sino varios chicos y chicas que quieren aprender y disfrutar del karate. Están organizados en tres categorías: de 6 a 8 años, de 9 a 12, y mayores de 12. Yamila enseña a los más pequeños y su padre Carlos, a los restantes. Hace un mes fue el Panamericano de karate en Punta del Este, Uruguay. Benítez terminó séptima y con una lesión: tendinitis en el aductor izquierdo.

Karate: YAMILA BENÍTEZ Y SU EXPERIENCIA EN MARRUECOS - Deporte Argentino Plus

-¿Cómo pasó?

-Estaba entrenando, tiré una patada y me tiró toda la pierna. Igual pude competir bien.

Fuiste infiltrada.

-Claro.

En el gimnasio entrena para recuperarse junto a su personal trainer, pareja y también karateca Julio Ichiki. “¿Desde cuándo la conozco? Ya perdí la cuenta”, menciona. La rutina consiste en estiramientos y ejercicios con las máquinas, mientras que de fondo se escucha música de boliche.

Yamila Benítez ganó la medalla de bronce en karate de los Panamericanos | Diario Norte

La frase “no hay plata” es la base fundacional dentro del CENARD: “Durante esta época se nota el apoyo a los deportes que van a los Juegos Olímpicos y a los que no. En Tokio 2020 el karate entró por primera vez a los juegos como deporte de invitado: “Es algo que siempre esperábamos, pero lo veíamos muy lejano”. Argentina no tuvo participantes, pero la emoción y la esperanza de poder competir se instaló. En París 2024, el karate no fue incluido nuevamente por el Comité Olímpico. Se decidió optar por otros deportes que puedan traer público juvenil y actividad en las redes sociales como el skate, surf o escalada deportiva. No obstante, la ilusión de Yamila y sus compañeros y compañeras sigue. “¿Será que en los próximos vuelve a entrar?”. Esa pregunta los motiva a entrenar y recuperarse con más energías.

Para Benítez, al karate “le falta un poco de atención del periodismo porque no se conoce, y al no ser olímpico es peor”. Aunque destacó la función del canal DEPORTV que televisa el torneo Open de Buenos Aires: “Sirve para visibilizar cómo es el karate”.

Fuera del tatami y sin el cinturón, Yamila Benítez es psicóloga clínica y deportiva desde hace tres años. Sus nueve clientes son chicos y chicas entre 14 a 19 años del interior del país, que practican karate: “Cada charla es super personalizada, cada uno tiene lo suyo, no todos tenemos las mismas dificultades y virtudes”. Benítez tiene una psicóloga dispuesta por el CENARD desde hace 10 años.

También trabaja con la selección femenina de Beach Handball, “Las Kamikazes”, que terminaron subcampeonas en el reciente Mundial de China. Fue la mejor campaña en su historia. Benítez, cada mes, les presenta talleres presenciales, ya que no pueden contratarla como una psicóloga fija. Cerca del tatami, hay una bandera vertical titulada en negrita: “Sentires del Guerrero”. Debajo dice que “el guerrero respeta el mundo no por su imposición moral, sino por humildad. Sabe de su finitud, de su pequeñez y sus limitaciones”. Los valores que impregna el “gimnasio de barrio”, como lo describe Yamila, lo practica en su vida y en la psicología: “Con las chicas charlamos de qué valores tiene el equipo y con qué se sienten identificadas”. El beach handball es deporte de exhibición en París 2024.

Invaden el gimnasio 24 trofeos, medallas, diplomas, pósters del bronce en los Panamericanos, de la medalla de oro en los Juegos Suramericanos de Cochabamba, su primera victoria en el Nacional de Mar del Plata y una nota de Clarín en 2008 donde con 15 años y su cinturón negro estaba junto a Paula Pareto. “Ya naturalicé que estaban ahí”, admite. Mientras hace su rutina de recuperación piensa por qué su papá puso tantas fotos y pósters y reflexiona: “Siento que los carteles están para motivar a las chicas y chicos. Demostrar que en este gimnasio alguien pudo llegar a la Selección Nacional”. Alguien que luchó, con y sin cinturón, abandonó salidas y cumples de 15, estudió, viajó, enseñó y triunfó. Eso es lo que el gimnasio Itosu quiere explicarle a los jóvenes, que son el futuro que necesita el karate argentino.

El Maligno José Torres, el hombre de titanio que se llevó el oro de París

Por Lourdes Fernández

José Torres Gil se quedó con el primer puesto en BMX Freestyle. Logró un puntaje de 94,82, un punto y medio más que el campeón en Tokio 2020.

Cuando era joven, compartía bicicleta con su hermano porque su familia no podía permitirse comprar otra. Hoy, José Torres Gil se consagró campeón olímpico de BMX Freestyle en París 2024, y la medalla que consiguió no sólo es la primera para la delegación argentina, sino que es el primer oro desde que Santiago Lange y Cecilia Carranza ganaran el suyo en la clase Nacra 17 del yachting, en Río 2016.

El argentino consiguió 94,82 puntos en su primera pasada y obligó a sus rivales a competir al límite, lo que provocó varias caídas, entre ellas, la de Logan Martin, que había sido campeón olímpico en Tokio 2020 con un puntaje de 93,30, 1,52 puntos más bajo que el de Torres Gil. El podio lo completaron el británico Kieran Reilly, con 93,91 puntos y el francés Anthony Jeanjean, con 93,76. “Cuando el australiano (Martin) no superó mi puntaje en la segunda vuelta, sentí que me aseguré una medalla, y después, cuando el inglés (Reilly) no hizo ningún truco fuerte en el final, ya empezamos a festejar con el equipo”, confesó el campeón olímpico.

Maligno, como lo apodaron sus amigos por su personalidad jocosa y su tendencia a realizar bromas pesadas, nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en 1995. Hijo de padres argentinos, se mudó a Córdoba con su familia a los 11 años, y una tarde que fue al parque a jugar al fútbol con su hermano, descubrió su devoción por el BMX Freestyle: “A lo lejos vimos que había muchos chicos saltando en bici y en skate. Nos acercamos y cuando uno hizo una prueba girando de cabeza, que se llama flair, nos generó una gran atracción y adrenalina, no hubo vuelta atrás”.

El vínculo con Francisco, su mellizo, fue fundamental para su formación deportiva. Comenzaron a hacer trucos juntos y con la misma bicicleta. “Nos turnábamos para practicar, uno observaba mientras el otro montaba, y así, aprendíamos también del error del otro”, mencionó Torres. Comenzaron a competir a los 16 años, pero tras un torneo en Brasil, Francisco sufrió una lesión en la espalda que derivó en su retiro de la disciplina por la acumulación de golpes y escoliosis.

La carrera del Maligno no estuvo exenta de lesiones, todo lo contrario: no pudo competir en Tokio 2020 por una y tiene titanio en varias partes de su cuerpo, consecuencia de las operaciones a las que se sometió luego de diversas caídas. Además, sufre de asma, de hecho, luego de la clasificación a la final, había declarado: “Dentro de todo anduve bien, pero sé que puedo estar mejor. Estoy con un problema respiratorio y lo estoy viendo con los médicos, pero no me puedo quejar, me siento preparado”.

El 2023 fue ideal para él: en julio ganó la medalla de oro en los X Games en California y luego se consagró campeón en los Juegos Panamericanos de Santiago. Sin embargo, no tuvo una buena actuación en las Series de Clasificación Olímpica; terminó en el puesto 12° y obtuvo su pasaje a los Juegos Olímpicos por una reasignación de plazas de la Unión Ciclista Internacional.

Su próximo deseo, al menos a corto plazo, es llegar al Barrio Urca, en Córdoba, y acercarse al Parque de las Naciones, ubicado a cuatro cuadras de su casa, que hoy lleva su nombre, para así “salir a bicicletear con la gente y mostrar la medalla, porque es de todos”.

Equitación: Argentina tendrá representación individual en salto con José María Larocca

Por Laureano Vergara

Argentina contará con un total de 136 atletas que representarán al país en los Juegos Olímpicos de París 2024. Uno de ellos será José María Larocca, jinete que competirá en la prueba de salto individual. Pese a que en esta disciplina solo entren a la pista el jinete junto a su caballo, existe detrás un amplio personal: un entrenador, jefe de equipo, veterinarias, caballerizos y herreros trabajan en conjunto para brindar la máxima ayuda necesaria para ambos. “Ahora el caballo es considerado un atleta de alto rendimiento, algo que no pasaba hace 20 años. Tienen masajistas y fisioterapeutas a su disposición”, dice Kelly Collard-Bovy, amazona del equipo argentino, sobre el animal.

De las tres disciplinas ecuestres de los JJ. OO, Argentina contaba con plazas en dos de ellas: una para salto individual y otras dos para el concurso completo, pero perdió este último par debido a que ninguno de los binomios postulados cumplía con los requisitos exclusivos impuestos por la Federación Ecuestre Internacional.

Para dictaminar quién iba a ser el dueño de la plaza en salto individual, obtenida por José María Larocca en el Panamericano de Santiago 2023, el equipo argentino realizó una gira por Europa. Participó en la Copa de Naciones de Sopot, Polonia, y luego en la de Praga, República Checa, donde cosechó un quinto puesto. El conjunto nacional estuvo integrado por José María Larocca —Abril Iconthon—, Matías Larocca —Full Option Van’t Zand—, Damián Ancic —Santa Rosa Chabacón—, Mariano Ossa —Con Corrado 4— y Kelly Collard-Bovy —Lanciano SP—, quien tuvo su primera convocatoria y se sumó en la última competencia.

Raúl Ferreyra Bochatey integró la delegación como Jefe de Equipo, puesto que tiene como función facilitar todas las tareas a los distintos binomios que conforman el grupo. Estas actividades pueden ser logísticas, como organizar el traslado de los caballos y jinetes o la inscripción en las pruebas. Pero también se involucra en el área psicológica: “Hablo con ellos, tengo que saber cómo se sienten, si están pasando por un momento bueno o uno malo”, cuenta sobre su rol multifuncional en el equipo.

Damián Ancic, Matías Larocca, Raúl Ferreyra Bochatey, José María Larocca y Mariano Ossa —de izquierda a derecha—.

Quien no pudo estar presente es Vitor Alves Teixeira, entrenador nacional de origen brasilero, que según Ferreyra Bochatey es “un lujo y una eminencia mundial del deporte, que brindó toda su ayuda a la distancia”. Ferreyra Bochatey se encargó de armar un grupo donde se compartían los planos y distancias de la pista, que facilitaban la ayuda estratégica de cara a la competencia por parte de Vitor Teixeira.

“Como no pudo caminar la cancha con nosotros, pensé en grabar desde el mejor lugar posible las pasadas para que Vitor —Teixeira— nos ayude para la segunda ronda, ya que es la misma disposición de obstáculos en ambas”, contó Collard-Bovy, sobre el trabajo realizado en conjunto. “Nos podía dar tips sobre la cantidad de galopes cortos y largos, por dentro o por fuera. Después, entre nosotros también nos íbamos ayudando, aunque todo depende de cómo está personalizado el binomio y siempre la última decisión la tiene el jinete”.

Otra de las integrantes que no pudo estar presente en la reciente gira fue la veterinaria principal, Ann Rodger, que tampoco estará en París debido a la no clasificación del conjunto argentino en la prueba por equipos. En su lugar sólo se hallará un veterinario del lugar de la competencia, ya que por decisión del ENARD se resolvió solventar gastos como este. 

 

Preparación y entrenamiento de un binomio

Rodger cuenta que no se puede improvisar nada en cuanto a los cuidados del caballo y que la logística previa debe estar hecha con el tiempo adecuado: “Existen dos posibilidades: llegar sobre la hora o con mucha antelación al evento para que el caballo se adapte. Nosotros solemos elegir la segunda opción. Vas un mes antes para acondicionar al animal y que no sufra de algunos cambios. Estos pueden ser el clima o el suelo, no de la pista —que es estandarizada para todos los concursos— sino del lugar de la competencia. También se trata de que el caballo tenga la misma alimentación que recibe normalmente. Eso tiene que estar bien estudiado y planificado porque cada uno requiere una nutrición personalizada. La cantidad de fibra, proteína o grasa suministrada varía en cada individuo”. 

Además, el examen previo permite conocer si un caballo es más propenso a tener lesiones musculares o articulares. “En medicina deportiva de caballos, lo más importante es la prevención. Tratar de detectar los problemas lo antes posible. Se trabaja mucho con el fisioterapeuta. Soledad Suárez es quien me suele acompañar en el equipo; yo los reviso y actuamos si tienen alguna dolencia o inflamación. Las lesiones más comunes se dan en toda la estructura alrededor del hueso navicular, que se encuentra en el casco del animal”, dijo Rodger acerca del cuidado físico.

Aunque varía constantemente, hoy en día, en la disciplina de salto hay una inclinación a utilizar razas de origen europeo: caballos de buena contextura física pero con una tendencia a la búsqueda, en este momento, de que tengan una genética más liviana. De esta forma, son más rápidos para cuando se da el caso de que al menos dos binomios obtienen 0 faltas, donde se desempata por el tiempo empleado en completar el circuito.

En cuanto a la preparación de jinetes y amazonas, Kelly Collard-Bovy cuenta que entrena todos los días de la semana y solo descansa los domingos por la tarde cuando no tiene ninguna competencia. “Nosotros llegamos a las 7:30, damos de comer, hacemos las camas y arrancamos a montar. A veces nos bajamos del último caballo a las 20:00 o por ahí más tarde si estamos en un concurso. Es sin reloj, todo es con pasión y trabajo. No voy al gimnasio, como muchos jinetes que sí lo hacen, justamente por la vida que llevo. Por lo general solemos tener 14 caballos. Aun así, tengo un super estado físico porque hago cosas todo el tiempo: barro, pongo paja, armo pistas”. 

Kelly Collard-Bovy arriba de Champagne Du Soleil.

Aunque no cuenta con un entrenador fijo, suele tomar clínicas privadas para sumar enseñanzas. La equitación es un deporte muy detallista y como ella dice, “podés aprender de cualquier persona, ya sea alguien amateur, más joven o grande. Nunca pude entrenar junto a otra amazona, pero es algo que tengo en mente y me encantaría hacer. Este deporte cambia y crece todo el tiempo, creo que todas las personas tienen algo bueno que podés adquirir”.

El bienestar emocional también resulta fundamental en un deporte como la equitación. Damián Ancic —bicampeón nacional y único integrante del equipo que vive en Argentina— ha manifestado que trabaja junto a una psicóloga, que lo ayuda a reconocer su estado mental durante la competencia para saber controlarlo de forma óptima. En cambio, Kelly Collard-Bovy prefiere apoyarse en su esposo y mejores amigos porque cree que ellos son los mejores psicólogos.

A la amazona belga-argentina le llegó la posibilidad de montar tres caballos del jinete uruguayo, Martín Rodríguez, los cuales participaron del último Panamericano en Santiago 2023. Con tan solo 6 meses de entrenamiento y participaciones en concursos, la caballista obtuvo resultados que le permitieron formar parte del equipo argentino y comenzar a dar sus primeros pasos en la élite europea.

 

Actualidad argentina en el deporte

La mayoría de los jinetes argentinos depende de qué sponsors apoyen con sus caballos. Tal es el caso ya mencionado de Collard-Bovy, pero a él se suman dos más en el equipo: el Haras Santa Rosa de México, que aporta dos caballos a Damián Ancic, y Mariano Ossa, que salta los de José María Larocca, quien sí tiene una gran estructura armada.

Los jinetes y amazonas del país se enfrentan a varias circunstancias que no les permiten desarrollar el deporte al máximo nivel y enfrentarse de igual a igual con las potencias europeas. En el Viejo Continente, sobre todo en países como Alemania, Países Bajos, Bélgica o Francia, es donde el deporte pica en punta. El desarrollo y la cría del caballo es muy fuerte, además de que las mejores razas y jinetes se hallan allí. 

Las distancias y traslados hacen que sea casi excluyente que los jinetes y amazonas vivan en Europa para mantenerse en el alto nivel. Federaciones de otros países ayudan a sus representantes costeando todos los traslados alrededor del mundo, algo que en Argentina no ocurre.

Según Ferreyra Bochatey, el factor económico es muy influyente en esta disciplina: “En nuestro país la federación nos dice que no hay plata y si lo comparás con Emiratos Árabes, que la corona tiene 20 millones de dólares para comprar los 4 caballos del equipo, demuestra que hay una diferencia abismal”.

Para Kelly Collard-Bovy, el dominio también se justifica por la cultura con respecto al deporte en Europa, donde se educa a los niños enseñándoles a hacer todo lo necesario para el cuidado del animal y luego se aprende a montar: “La diferencia con Argentina es que allí es la cultura de la comodidad y aquí la del trabajo”.

El Panamericano de Santiago 2023 otorgó cuatro plazas para la prueba por equipos de París 2024, pero el conjunto nacional acabó en el quinto puesto. En una competición con fuertes rivales como Estados Unidos, Canadá, México y Brasil, no se considera esta no clasificación como un fracaso, a pesar de haber estado presente en las dos últimas ediciones de los JJ. OO.

José María Larocca junto a Finn Lente.

A pesar de todo ello, Raúl Ferreyra Bochatey se mantiene positivo: “Creo que el jinete que nos representa —José María Larocca— no va a participar de las Olimpiadas sino que va a competir. Este deporte es muy detallista, se puede caer un palo en cualquier lugar y eso te deja fuera de todo. Lo más justo es que es igual para cada uno, así que no hay excusas. Si bien es fino porque es muy técnico, creo que Argentina está en el nivel para decir que su jinete va a competir para estar ahí arriba. Una medalla olímpica es algo que no se dio nunca en la disciplina de salto —dos jinetes obtuvieron diploma olímpico en la prueba individual: Carlos Delía en Roma 1960 y Matías Albarracín en Río 2016—, por eso te digo que es complicado pero no imposible”. Estos serán los quintos Juegos Olímpicos para José María Larocca —esta vez arriba de Finn Lente—, quien buscará superar su mejor marca obtenida en Londres 2012, cuando terminó en el 36º puesto.

 

Lucas Guzmán, tal vez en sus últimos Juegos

Por Patricio Chevillard

El autocontrol, la perseverancia, el espíritu indomable, la cortesía y la integridad son cinco valores que tiene todo taekwondista, pero cada patada y golpe a la cabeza y el cuerpo los hacen querer dejar este exigente deporte. “A nivel mental y emocional es muy duro mantenerse al cien por ciento en cada competencia”, dijo Lucas Guzmán para el diario Clarín después de Tokio 2020. Luego de ese torneo, Guzmán pensó en retirarse y estuvo un año sin competir, pero las ganas de ir por todos los logros posibles y la medalla de oro que le falta en los Juegos Olímpicos hizo que volviera al tatami.  

Lucas ya clasificó a París 2024 en lo que puede ser su posible último Juego Olímpico y buscará la medalla olímpica que le falta. Aunque no esté confirmado que sea su último si consigue la medalla de oro, quizás cambie de opinión. En los Juegos Panamericanos en Santiago 2023 llegó a la final, había pasado algo similar. Cuenta su padre, Eduardo Guzmán, contó al El Equipo que pasó en la final: “Que se dejó ganar la final porque dice que en su mente pasó, que si salía a medalla de oro, se retiraba ese día. Entonces me dijo esto, me dio fuerza, quiero seguir”.

 Empezó en el taekwondo a los cuatro años, cuando su padre, Eduardo Guzmán, daba clases en varias sociedades de fomento. Lucas, inspirado por la serie animada Dragon Ball Z se lo tomaba como juego imitando al personaje Goku dando vueltas carnero nos contó su padre. A los trece años se dio cuenta de que podía ser un chico talentoso, pero en ese momento no creyó que podía llegar a donde está llegando. 

El taekwondo es un deporte de contacto que cada golpe ya sea puño o patada suma distintos puntos que alcancen el peto o casco del rival. Empezó a ser deporte olímpico desde Sídney 2000 y se registró de manera oficial en 1955 y su creador fue el general Choi Hong Hi en Corea. El combate dura tres rounds de dos minutos de duración cada una, pero en los Juegos Olímpicos dura los tres rounds un minuto y medio.

Sus inicios en los torneos internacionales no fueron nada sencillo. Para que Lucas tuviera un lugar cómodo para entrenar su padre, fundó la Asociación Sung-Do para que pudiera entrenar taekwondo cuando él quisiera. Además, después de ganar el clasificatorio a once chicos para los Juegos de la Juventud Singapur 2010, su familia con mucho esfuerzo y sacrificio organizando torneos y vendiendo empanadas y con ayuda de padres y otras personas donando plata pudieron pagar el viaje. En esos Juegos consiguió la medalla de bronce.  

En 2016, Lucas no pudo conseguir la clasificación a los Juegos Olímpicos a pesar de conseguir la medalla de bronce en los Juegos de la Juventud en Singapur 2010 y los Panamericanos de Toronto 2015. En ese año era primero en el ranking uno del World ranking, pero le faltaron dos puntos para el ranking olímpico y perdió en el Preolímpico.  Contó Lucas en una entrevista a MasTaekwondo TV esa frustración y el volver a empezar: “Fue como si mis sueños de un momento a otro se desvanecieron y fue difícil volver a competir, no tenía otra motivación que un Juego Olímpico”.  

En el taekwondo la perseverancia y el espíritu indomable son unos principios fundamentales, eso lo demuestra Lucas según su padre luego de no clasificar a Río 2016: “Pero bueno, nos costó levantarlo, y después bueno, de a poco se fue levantando, siempre uno tratando de apoyarlo, para que él siga adelante”. Luego de la pandemia de salir quinto en Tokio 2020 y lograr un diploma olímpico, pensó en retirarse. Pero sus ganas de seguir consiguiendo logros, a pesar de sus altas y bajas, empezó con una psicóloga deportiva.

Una de las personas que lo ayudó en el taekwondo fue Sebastián Crismanich, medallista olímpico en Londres 2012, con quien tiene buena relación con la familia y fueron entrenando y viajando a torneos juntos. Fue una gran inspiración, cuenta su padre: “Mirábamos cómo era su camino, tenemos que aprender de lo bueno también, para guiarnos”. La Argentina en taekwondo solo consiguió una medalla dorada en Londres 2012 y tres diplomas olímpicos. Lucas con esfuerzo y sacrificio carga con la mochila de representar a Argentina en París 2024.  

Jajarabilla: junto a su arco sigue la flecha y en París ve un escenario medieval

Por Valentín Albano

La individualidad que conlleva el tiro con arco, lo lleva a Damián Jajarabilla, un joven marplatense apasionado en el deporte desde que su madre Alicia le compró su primer arco y su primera flecha en Mar del Plata, a imaginarse escenarios medievales mientras apunta, comentó en una entrevista para La Nación. Con su perseverancia consiguió la clasificación a París y será el primer  arquero argentino de este siglo en ir a un Juego Olímpico y el representante nacional más joven de la historia en la disciplina.

El marplatense realiza una disciplina que desde 1972 no falta a los Juegos. Consiste en tirar las flechas con el arco hacia una diana a una distancia de 70 metros y dependiendo donde se clave, se suman más o menos puntos (1 al 10). Jajarabilla parece tener un don en la arquería, como los romanos durante la época dorada del imperio, para cazar o luchar contra los persas. Él opina que si se concentra solo en competir es perjudicial. Fuera de la actividad deportiva, él comentó que aprovecha el tiempo libre para leer anime y novelas fantasiosas o medievales. Usa un muñeco de “chimuelo” en su espalda cuando compite, un personaje de la película animada “cómo entrenar a tu dragón”. 

Jajarabilla, es el distinto de los arqueros argentinos. Jano Espinosa y Lucas Pianigiani, arqueros compatriotas que lo conocen y que han competido con él, hablaron con El Equipo y coinciden en que el marplatense se destacó por su perseverancia y sus ganas de mejorar: “Él es una persona que desde siempre fue muy comprometida. Le apasiona y se dedica al tiro con arco, cosa que no es común en este deporte y menos en Argentina”, dijo Espinosa, quien compartió viajes y concentraciones con el deportista olímpico. Por su parte, Pianigiani, compañero de Jajarabilla en la selección Argentina de tiro con arco, dijo que Damián tiene mucha constancia individual: “El tiro con arco es un deporte complicado si no transmitís una personalidad fuerte, porque el entrenar solo y mantener la motivación sin alguien que  te sostenga es difícil”. Además, Pianigiani agregó que Jajarabilla logró explotar al máximo sus recursos y capacidades y que merece la clasificación porque trabajó mucho para eso.

Ángel Bello y Claudio Pafundi son los únicos representantes argentinos de Tiro con Arco que participaron en unos juegos olímpicos, los dos en Seúl 1988. Bello terminó en el puesto 81 y Pafundi en el 75. Es complicado competir contra los países potencia del deporte, que son: Corea y Estados Unidos. Sin embargo, Pianigiani tiene esperanza en “Jaja”, como lo llama él amistosamente: “Tiene la capacidad de abstraerse de cualquier foco y concentrarse en ir a tirar flechas, que es a lo que fue. Le tengo mucha fe, en parte también por esta cualidad que maneja. Seguramente le va a ir muy bien”. Espinosa, por su parte, dijo que Jajarabilla aprovechó todas las oportunidades de aprender que se le presentaron, que participó en torneos de alta competitividad como son copas del mundo en distintos países y se preparó con entrenadores de otros países para explotar su habilidad en el deporte. Damián hace 10 años que está en el tiro con arco. Dejó en claro que Jajarabilla irá preparado. 

Jajarabilla, junto a su mundo de fantasía medieval, irá a París 2024 a competir. Si bien su perseverancia y su preparación dan fe, Jano Espinosa y Lucas Pianigiani coinciden que es un deporte que requiere de “habilidades psicológicas más que físicas” porque el tiro con arco es un deporte de repetición. Los arqueros, para tirar siempre a un mismo número (idealmente el 10), deben hacer siempre la misma técnica y para hacerlo deben pensar siempre lo mismo. El manejo de la ansiedad, los nervios y la confianza en tu técnica son aspectos psicológicos fundamentales.

 

Nació en Caseros, compitió para Italia durante 20 años y representará a Argentina en los Juegos

Por Iñaki Urretavizcaya 

Durante la pandemia mundial provocada por el Covid-19, Sofia Fiora vió los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 desde su casa, y recordó aquel sueño de niña en el que le prometió a su entrenador que estaría en unos Juegos Olímpicos. 3 años más tarde con mucho esfuerzo consiguió lo que tanto buscó, estar en París 2024.

Fiora vive en Italia desde los 6 años, pero nació en Argentina, en Caseros en 1996. Migró del país como muchos argentinos luego de la crisis del 2001, después de que su padre perdiera el trabajo. Con la ciudadanía italiana de la madre, partieron hacia Italia, primero a la casa de una tía, y luego se mudaron a Fidenza, Parma. Allí, a 50 metros de la casa había un “dojo”, un espacio destinado a la práctica de deportes, en su mayoría de orígenes japoneses. Ahí fue que descubrió su pasión, el judo, deporte en el cual lleva 21 años de práctica.

Hasta el 2020 Sofía Fiora competía en judo para Italia -país en el cual logró un título nacional y ocho medallas-, pero eso todavía no le era suficiente para conseguir la única plaza que otorgan los Juegos. Ya que para Italia compite Odette Giuffrida, que se llevó el bronce en Tokio y la plata en Río. Por lo que Fiora se contactó con Camila Marcellet, judoca argentina que conocía desde cadete, para facilitar los trámites con la Confederación Argentina de Judo, y así gestionar su ciudadanía y poder competir para Argentina, el lugar que la vió nacer. 

Además abandonó la carrera de Medicina en la cual llevaba 5 años de estudio, y empezó a trabajar y estudiar en el área de ventas y marketing, y así conseguir una estabilidad económica que le permitiera compaginar su trabajo con el judo. También cambió su rutina de entrenamiento: “Me entreno dos veces al día, primero hago pesas y después hago un circuito de judo, y en el medio meto el trabajo”, dijo la judoca a El Equipo, quién además cambió de categoría, de 57 kilos a 52. Un esfuerzo muy grande del cual no se arrepiente para nada, ya que persiguió su sueño hasta lograrlo y se verá reflejado el 28 de julio, cuando debute en París 2024.

A Sofía no le bastaba con hacer los trámites burocráticos para ser considerada por Argentina: tenía que competir sí o sí en suelo argentino, entonces viajó después de 20 años para poder representar al país, un viaje dificultoso para ella debido a los tiempos de su trabajo y las exigencias económicas. “En 2022 competí en Argentina, en Villa Carlos Paz e hice el nacional, después volví a Italia porque estaba justa con la plata, pero tenía que competir para poder representar a Argentina”, dijo Fiora. 

En 2023 volvió dos meses y entrenó en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD). Ahí conoció a Paula “Peque” Pareto, judoca dos veces medallista olímpica con una dorada en Río 2016 y una de bronce en Beijing 2008. “Me encontré a esta gran mujer pero muy chiquita, que estaba en el CeNARD y cuando la vi no lo podía creer, nos saludamos y me dijo que vio algunas de mis luchas, y que vió cosas buenas de mí, yo estaba muy emocionada”, dijo Fiora por su encuentro con Pareto, considerada como la mejor argentina de la historia en judo.

Sofía clasificó luego de ganar la plaza como la mejor argentina por puntos, lugar que aseguró y que confirmó su presencia olímpica al ganar el Open de Costa de Marfil. Y en el ranking mundial se encuentra número 38° del mundo en la categoría -52kg.

Fiora cuenta que el proceso no fue tan cuesta arriba, ya que era su sueño, y que fue paso a paso por cada objetivo: “De acá a 3 años este es el objetivo, hoy que tengo que hacer para lograrlo, de acá a 3 meses, de acá a un año y así pude cumplir todo y se me hizo más fácil”, manifestó la atleta.

El judo es un arte marcial japonés que se creó en 1882 por el maestro Jigorō Kanō, en el cual se utiliza todo el cuerpo para pelear, y el objetivo es derribar al rival y someterlo en el suelo con técnicas especiales del deporte, que vienen de los antiguos guerreros samurais, para neutralizarlo y así vencer al contrincante. Desde 1964 es deporte olímpico, debutó en los Juegos de Tokio 1964 para homenajear al deporte nacional.

La judoca argentina contó que está en transición con su estilo de juego: “Yo en mi filosofía de lucha no soy muy agresiva, pero estoy evolucionando hacia eso, porque la agresividad es necesaria, ya que es difícil competir con gente que sí lo es”, dijo. Fiora comentó que se propuso como un objetivo real llegar al bronce, aunque como todos, sueña con la medalla dorada.

La atleta también habló de su futuro y reveló que después de los JJOO no sabe qué va a hacer ya que tiene otros proyectos en mente, como mudarse fuera de Italia y seguir con su trabajo, que también le apasiona. Y analizar luego con tiempo como seguir su carrera deportiva para compaginarlo con el empleo: si prepararse para otros Juegos, competir de manera amateur o apartarse por un tiempo del deporte.