miércoles, noviembre 5, 2025
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El triunfo de Canadá con raíces jamaiquinas

Foto: fifa.com

Por Fernando Bajo

Janine Beckie lanza el centro. Por detrás de todas entra corriendo Kadeshia Buchanan, que se eleva y conecta la pelota con su cabeza para marcar el primer gol del partido. Van 45 minutos de juego y solo falta el tiempo adicional para que Canadá se vaya al descanso ganando por 1-0 ante Camerún gracias al gol de su defensora.

Buchanan tiene apenas 23 años, pero este es el segundo Mundial que disputa, el anterior fue Canadá 2015. Es una de las mejores futbolistas de su selección, se destacada por su imponente físico y su habilidad a la hora de marcar mano a mano, lo cual demostrará durante todo el encuentro, cada vez que corte los avances a toda velocidad de la delantera africana, Gabrielle Onguene.

La marcadora central nació en Canadá, pero tanto su mamá como su papá son jamaiquinos y es por eso que se crió con la cultura de aquel país, que también disputa este Mundial, pero para suerte de sus padres integra otro grupo.

Actualmente se desempeña en el Olympique Lyon de Francia, con el que obtuvo la Champions League de este año y es una de las jugadoras mejores pagas del mundo, según contó su representante.

El cronómetro marca 10 minutos del segundo tiempo. Buchanan corre hacía su derecha a cortar el avance del rival, va al piso con mucha vehemencia y derriba a Onguene. La árbitra no la amonesta y retorna a su posición a esperar la ejecución del tiro libre.

Mi madre me inspira. Aunque no conoce el juego, de ella he heredado mi corazón y eso se refleja en el campo”, afirmó hace un tiempo en una entrevista con la web oficial de la FIFA y agregó: “La manera en que entiendo el fútbol es de mi padre. Tomo lo que necesito de cada individualidad y lo transformo en parte de mí”.

En su antebrazo tiene tatuado la palabra familia. “Los mantengo al alcance de la mano“, dijo no hace mucho. No hay dudas de lo importante que son los seres queridos para Buchanan, su mamá fue a Francia para verla jugar.

De lo que tampoco hay dudas es de que en el campo de juego la defensora da su máximo esfuerzo, deja su corazón como le enseñó su madre y entiende el fútbol como su padre, que durante su juventud practicó este deporte. Él era delantero y, probablemente, Buchanan copió de éste su habilidad para eludir rivales y la transformó en una virtud suya para descifrar los movimientos de las delanteras que enfrenta y evitar que se le escapen. Hoy lo logró.

La árbitra pita el final del encuentro. Canadá venció a Camerún por 1 a 0 como predecían los analistas, a pesar de que del desarrollo del juego fue muy parejo. Las americanas tuvieron el 65% de la posesión del balón, pero las africanas se defendieron y contragolpearon a sus adversarios cada vez que les fue posible, mediante la velocidad y habilidad de Onguene, la futbolista más destacada del encuentro.

Las cámaras de la transmisión enfocan a Buchanan mientras ésta saluda a sus compatriotas. Luego, se retira al vestuario exhausta. Lo ha dejado todo.

Argentina sacó mucho más que un empate en su debut

Foto: fifa.com

Por Santiago Carrodeguas

Un abrazo sufrido de todas las futbolistas y un 0 a 0 que se festejó como el mayor de los triunfos. El primer punto de Argentina en un mundial fue nada menos que contra Japón, la vigente subcampeona del Mundo, y por el que se tuvo que defender hasta el cansancio. Más allá de no tener ocasiones de gol, la Albiceleste demostró una férrea disciplina táctica  que no había aparecido en las giras de preparación para Francia 2019.

El técnico Carlos Borrello presentó en el Parque de los Príncipes una formación con sorpresas respecto a los amistosos y que no quiso revelar a la prensa hasta una hora antes del partido: Miriam Mayorga entró por Vanesa Santana y Virginia Gómez reemplazó a Adriana Sachs. La suplencia de Mariana Larroquette ante Ruth Bravo era más predecible. Ninguna de las dos le dio resultados positivos al equipo, ya que Gómez sufrió ante Sameshima, la lateral por izquierda Nipona, y Mayorga perdió varias pelotas clave en el mediocampo.

El primer tiempo fue bastante tranquilo respecto a ocasiones de gol. Argentina se replegó en defensa con un 4-5-1 que incluía tres volantes que solo marcaban (Bravo, Mayorga y Lorena Benítez), dos que tenían la tarea de ayudar al mediocampo y atacar cuando se pudiera (Estefanía Banini y Florencia Bonsegundo) y a Soledad Jaimes como única referencia en el área rival. Con esto, Japón fue bloqueado en la ofensiva y le costó encontrar los caminos al arco de Vanina Correa.

Estefanía Banini, una vez más, fue la líder del equipo en todas las facetas del juego. Los desbordes, pisadas y fantasías de la enganche del Levante español fueron un oasis en el desierto para un equipo que, aunque fuerte en la defensa y a la hora de marcar, no tuvo innovación ni peso a la hora de inquietar a la arquera Yamashita y que pateó al arco por primera vez a los 27 minutos del segundo tiempo.

Luego del intermedio, Borello se dio cuenta de que las Niponas habían encontrado un camino a Vanina Correa: las espaldas de Eliana Stábile y Gómez. La solución fue que Bonsegundo ayudara a la lateral por derecha y Banini a la izquierda, por lo que el ataque se resintió completamente.

Otra de las mayores incógnitas de cara al Mundial era la titularidad de Correa. La arquera de Rosario Central había tenido un rendimiento flojo en toda la Copa de las Naciones de marzo y en el amistoso ante Uruguay. Este partido no fue la excepción y las más claras que tuvo Japón llegaron por errores suyos: un rebote que dio tras un remate de afuera del área casi termina en gol de Sugasawa, una salida en falso en un tiro de esquina, y en la última jugada, dio otro rechace al medio que volvió a poner en peligro el arco argentino.

Todavía es muy pronto para asegurar que el punto logrado le servirá a Argentina para superar la primera ronda. La agresividad de Inglaterra sin dudas será una prueba de fuego. Soñar con los octavos de final parece demasiado para un equipo que sigue buscando la primera victoria.

Takefusa Kubo, el japonés criado en La Masía que quiere volar en América

Por Ignacio Maida

En un Japón sin sus grandes figuras para esta Copa América, aparece un joven mediapunta de 18 años llamado Takefusa Kubo.

Kubo nació en Kanagawa un 4 de junio de 2001 y desde chico se dedicó a lo que más le gusta: jugar al fútbol. A la temprana edad de siete años ya jugaba para FC Persimmon de su ciudad natal; allí fue donde llamó la atención del FC Barcelona, que lo invitó al Barcelona Soccer Camp, dónde fue galardonado como el jugador más valioso (MVP).

Ese gran verano hizo que el club blaugrana lo fiche para La Masia en 2011, no sin antes haber vuelto a su país para jugar en las inferiores del Kawasaki Frontale.

Tras tres temporadas, más de un centenar de goles, una liga, una Copa de Catalunya y otro premio MVP (en la Copa Mediterráneo), tuvo un duro golpe en su carrera: el club catalán fue sancionado por la FIFA por incumplir con el reglamento de fichajes de menores de 18 años, lo generó una fuga de jugadores y, entre ellos, Kubo fue uno.

“El Messi Japones”, apodo que le fue acuñado en durante su estadía en el conjunto culé, decidió volver a su país para probar suerte en el FC Tokyo. La decisión fue acertada, ya que, ni bien llegó, lo ascendieron al primer equipo y se dió el gusto de debutar en la J-League a los 15 años, cinco meses y un día –récord absoluto-.

En 2019, tras media temporada cedido en Yokohama F. Marinos, regresó al FC Tokyo y logró hacerse un hueco en los once habituales a base de grandes actuaciones –trece partidos con cuatro goles y tres asistencias-, lo que, además, le valió entrar en la lista del seleccionado japonés para la Copa América sin siquiera haber debutado en la mayor.

En junio de 2019, en un amistoso previo a la Copa con El Salvador, ingresó a los 22 minutos del segundo tiempo y se convirtió en el segundo jugador más jóven en debutar en la Samurai Blue con 18 años y cinco días -48 más que el récord de Daisuke Ichikawa-.

Sin dudas será uno de los jugadores a seguir en esta Copa América por su juego vertical acompañado de una gran gambeta.           El FC Barcelona busca resarcir su error y recuperarlo; entre tanto, el Real Madrid y el Manchester City quieren impedir que vuelva al club que lo formó.

La Selección argentina que nunca pierde

Por Mauro Vito

Constantemente estamos eligiendo, segundo tras segundo pensamos y actuamos acorde a lo que creemos y pensamos. A su vez aprendemos, de los errores y de las virtudes, a los golpes y a las caricias, pero en el peor de los casos siempre se aprende algo nuevo. Esto lo tienen bien en claro los 12 jugadores y toda la delegación que compitió en el Mundial de futsal con síndrome de down disputado en Brasil y que hacen escuchar su voz a través de un slogan que llevan como una lección de vida: “Nunca perdemos, ganamos o aprendemos”, dice entre el blanco y celeste de la bandera.

Estos chicos comenzaron el mundial desde principio de año y su primer rival fue el dinero. Al ser totalmente amateur (la competencia no está asociada a la FIFA), los jugadores no cobran y el cuerpo técnico, tampoco. La AFA les financió el viaje y la indumentaria. Con esta ayuda les faltaba cubrir la estadía, comida y demás gastos, que a través de donaciones y esfuerzos propios con empleos, lo pudieron lograr e ir al Mundial de Brasil.

Con una delegación que se formó en 2017 bajo la órbita de Federación Argentina de Deportes para personas con Discapacidad Mental (FADDIM), la cual es la única federación reconocida internacionalmente por INAS-FID (Asociación Deportiva Internacional para personas con discapacidades mentales) para poder representar a la Argentina a nivel paralímpico.

A Argentina le tocó debutar en Brasil frente al local. Perdió por 5 a 0 pero demostró buen fútbol. A pesar de los segundos de tristeza al finalizar el partido, los jugadores movilizados por el cuerpo técnico y los familiares que pudieron ir, alentaron juntos. No festejaron haber perdido, estos chicos creen realmente lo que su bandera proclama, celebraron haber aprendido y disfrutado su primer partido del Mundial.

¡Y sí que aprendieron bien!, ya que en el partido siguiente frente a Portugal se impusieron por 4 a 2. En el último enfrentamiento del grupo, le ganaron al seleccionado chileno por 11 a 0. Al finalizar el partido algunos jugadores cantaban “Dale campeón”, por pasar a la semifinal.

Ya era un gran éxito pasar la fase de grupos y así lo sentían, pero a los días se enfrentaban a Italia, ni más ni menos que la defensora del título. Con un gran juego le ganaron a los europeo por 5 a 2 y llevaron a la selección Argentina a otra final mundial en Brasil, como lo fue la selección mayor nacional de fútbol once en 2014.

Se volvían a ver las caras dentro de la cancha con Brasil, la selección favorita que llevaba consigo el plus de haberle ganado en la primera fecha a Argentina y además la ventaja de jugar de local al ritmo de la samba que tocaban los torcedores.

La albiceleste perdía por 5 a 1 al término del primer tiempo. Argentina no podía encontrar la pelota y se reflejaba en el marcador, el entrenador de la selección, Juan Manuel Velárdez, movió jugadores e hizo una charla que sirvió un montón: los albicelestes se llegaron a poner 6-5 pero Brasil pudo más y cerró el encuentro por 7 a 5.

Silbatazo final y los chicos de Argentina, tirados en el piso llorando. Rápidamente se vio un enorme gesto del cuerpo técnico que corrieron a levantarlos y a consolarlos por el enorme mundial que habían hecho. Posteriormente festejaron, como hicieron en todos los partidos, junto a los familiares e hinchas.

Estos chicos son campeones sin serlo, llevan la medalla con gran emoción y alegría en el pecho, no se la sacan por nada en el mundo. No era una presea por salir segundos. Es una medalla por auto superarse día a día y ser campeones en la vida.

Australia hace historia

Foto: sydneyfc.com

Por Lucas Torretta

Poco antes del inicio del Mundial de Fútbol Femenino en Francia, la Federación Australiana de Fútbol (FFA) y el sindicato de jugadores (PFA) informaron que las futbolistas de la W-League (Liga Australiana de Fútbol Femenino) recibirán un incremento del 33% en su remuneración mínima anual.

Este aumento alcanzará los 16.344 dólares australianos y hará que las jugadoras cobren el mismo salario mínimo que sus colegas varones.

Eso significa que los deportistas de la W-League y de la A-League percibirán la misma tasa por hora”, dijo Greg O´rourke (dirigente de la FFA y de las ligas). Aunque cabe destacar que la temporada femenina de fútbol es más corta que la masculina, ya que empieza en octubre y termina en enero, mientras que los hombres juegan desde octubre hasta mayo.

Por su parte, John Didulica, director ejecutivo de la PFA, declaró que las jugadoras deberían estar orgullosas.

Hasta hace dos años, muchas mujeres que se desempeñaban en la competición femenina de fútbol de mayor nivel en Australia estaban consideradas como amateurs y solo recibían subsidios.

Sin embargo, a pesar de haber dado un gran paso, en Australia no descansan. Las Matildas, bajo el lema “Nuestro objetivo es ahora”, hacen campaña para que la FIFA acreciente el dinero de los premios en el Mundial Femenino.

Y si bien este año el seleccionado ganador se llevará 30 millones de dólares, el doble de lo que fue en Canadá 2015, estos números están muy lejos de los 400 millones que otorgó la Copa del Mundo de Rusia 2018.

Formiga, la futbolista que le ganó al tiempo

Por Iván Lorenz

Scott Lang, el personaje creado por David Michelinie y John Byrne, o bien Ant-Man (el hombre hormiga), del universo de Marvel, no tendría película ni historieta si los escritores de cómics estadounidenses hubiesen compartido unas caipirinhas con Miraildes Maciel Mota. Si le hubiesen planteado su duda acerca de los problemas del mundo cuántico, la futbolista brasileña los hubiese mirado incrédula, porque para ella serían muy fáciles de resolver y entonces no habría motivo alguno para contar la historia de Lang. O bien, esta jugadora les podría haber escrito el guión y las viñetas y les habría ahorrado mucho tiempo de trabajo.

Porque Formiga no se explica si no es a través del mundo cuántico, en donde el tiempo transcurre lento, lentísimo. Es decir, si la vida es eso que pasa entre Mundial y Mundial y encima se es protagonista del evento más importante del fútbol, es imposible que alguien participe de siete Copas del Mundo, en especial si solo existen ocho en toda la historia, si no tiene en sus células algo del mundo cuántico. Pero el fútbol siempre va en contra de lo imposible.

Formiga podría haber sido, incluso, la protagonista de Ant-Man y Scott Lang sería aún más ficticio de lo que es. El apodo de Miraildes Maciel Mota significa hormiga en portugués. Ahí está, no hubiesen ni tenido que pensar David Michelinie y John Byrne, se contaba sola.

Para la mediocampista brasileña, el tiempo no existe. Ella es la reina del hormiguero, lo maneja todo a gusto y placer, porque disfruta tanto de la pelota que no se quiere perder nada. El fútbol femenino debutó en los Juegos Olímpicos en Atlanta 1996, y allí estaba Formiga, en una competencia inédita, sin entender qué estaba jugando, porque tranquilamente podría haber sido un torneito de barrio para ella. Y uno que le gustó: le siguieron Sidney 2000, Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016. En Grecia y China se colgó la de plata, porque no siempre se puede controlar todo. Suponiendo que ser segunda no fuese glorioso. A pesar de haber estado en cada una de las ediciones, aún añora el oro.

Y menos mal que maneja los tiempos, porque el 3 de marzo de 1978, cuando nació en Salvador y salió de la panza con la camiseta de Brasil puesta, el fútbol para las mujeres estaba prohibido. Pero esa época estaba por terminar. Y ella sabía que iba a ser difícil dedicarse a la pelota, porque aunque las leyes estén o, como en este caso, desaparezcan, lleva tiempo que la sociedad las digiera. Por eso esperó hasta los 12 años para aparecer en el mundo pelota y jugar en todas las categorías inferiores de la Canarinha.

Los cálculos no fueron del todo precisos, porque no pudo estar en China 1991, el primer Mundial de la historia de FIFA. Participar a los 13 años en una Copa del Mundo parecía muy temprano. Pero ella es paciente y de ninguna manera no jugar el primero fue una tristeza. No tuvo que esperar demasiado: Suecia 1995 fue su debut mundialista y desde entonces Formiga no paró más. El medio es de ella. Se ganó su apodo por su arduo trabajo y pensar siempre en la comunidad, es decir, en su equipo. Es por eso, quizás, que cuando Vadão la llamó para formar parte de la Selección porque la necesitaban para llegar a Francia 2019, Formiga decidió volver de su retiro luego de Río 2016 y ponerse la casaca verdeamarela.

Formiga sabía que la extrañaban y ella extrañaba al fútbol, porque su pasión es muy fuerte como para no arrepentirse de dejarlo. Superar a la japonesa Homare Sawa, que disputó seis Mundiales, era tentador. Y por qué no superar a la futbolista más veterana en hacer un gol en un Mundial. En Canadá 2015, una jugadora brasileña de 37 años y 98 días aprovechó un error de una defensora coreana, puso el partido 1-0 y bailó para celebrarlo. Bueno, se podría decir que si Formiga convirtiese en Francia 2019, superaría a Formiga y seguiría ostentando ese récord.

Y ya rompió otro, porque jugar siete Mundiales le parece poco. Cuando sonó el pitido inicial ante Jamaica, Formiga, de 42 años, se convirtió en la jugadora más longeva en participar de una Copa del Mundo. Casi una vida entera vestida de amarillo contra el plantel más joven de esta competencia FIFA. Del equipo caribeño que sufrió la letalidad de su compañera Cristiane en tres oportunidades, 12 integrantes no habían nacido cuando Formiga debutó en Suecia 1995. Y a todas ellas se le suman otras 138 en Francia 2019. El tiempo pasa y nuevas futbolistas siguen llegando. Pero no pasa para Formiga que juega, controla y gambetea con las agujas del reloj.

 

Inglaterra-Escocia: un duelo con historia

Por Juan Pablo Manera

47 años pasaron de aquella primera vez, cuando ambos seleccionados abrían su historial en la rama femenina del fútbol. Tanto las escocesas como las inglesas debutaban internacionalmente con sus países en un encuentro que iba a quedar marcado en la historia.

El partido tuvo lugar en el Ravenscraig Stadium de Greenock, en Escocia, y fue disputado gracias a la colaboración de Pat Gregory, secretaria honoraria de la Asociación de Fútbol de Mujeres Inglesas (WFA), y Elsie Cook, con el mismo cargo en la Asociación de Fútbol de Mujeres de Escocia (SWFA). La victoria en aquel choque fue para Inglaterra con un marcador a favor de 3-2, con goles anotados por Sylvia Gore, Lynda Hale y Jeannie Allott.

En esa época, el solo hecho de pensar que las mujeres podían jugar al fútbol parecía una locura. Sin embargo, de a poco, los prejuicios se fueron rompiendo para comenzar un período de mayor igualdad en el deporte. Gregory recuerda aquella anécdota del 18 de noviembre de 1972:  “No teníamos idea de que estábamos haciendo historia. Teníamos un partido internacional, que parecía lo más lógico. Solo estábamos jugando un juego. No hubo grandes pensamientos”. Cabe destacar que el primer partido entre estos dos países en el fútbol masculino se jugó 100 años antes –sí, un siglo-.

Desde ese histórico encuentro, fueron las inglesas las que más avanzaron en calidad de juego y en logros. Clasificaron a un total de 5 mundiales, incluído Francia 2019. En 3 de ellos alcanzó los cuartos de final, mientras que, en el último, Canadá 2015, logró subirse al podio y quedarse con la medalla de bronce. No así las escocesas, que jugarán por primera vez una competencia de este calibre.

47 años después de su primer cruce internacional, Inglaterra y Escocia volvieron a verse las caras dentro del campo de juego, esta vez por una Copa del Mundo. Por el primer partido del grupo D, Las Leonas se impusieron 2-1 en un duelo histórico e irán en búsqueda de su primera final mundialista.

En Jamaica es tiempo de mujeres

Foto: FIFA.com

Por Julián Padrón

El seleccionado femenino jamaiquino estuvo cerca de desaparecer en 2014. Gracias al trabajo de Cendella Marley, hija de Bob, las Reggae Girlz pudieron continuar con su sueño y lo inmortalizaron en la historia tras un logro histórico: se convirtieron en las primeras futbolistas del Caribe en clasificar a un mundial.

La relación entre la hija del cantante y la Selección de fútbol comienza en 2014. Por aquel entonces, debido a la falta de fondos, el equipo estaba prácticamente desaparecido.

Dentro de las variadas causas que justifican su intromisión, la diseñadora de moda recordó una frase de su padre: “El fútbol es libertad”.

Sin dudarlo, Marley decide contribuir a la causa y comienza a trabajar a la par de las jugadoras. De forma pública, reconoció que la realidad de su selección es injusta: “Crecí pensando que puedo hacer todo lo que quiera y enterarme que estas chicas no serían apoyadas simplemente por ser mujeres me hizo enojar”.

Funda la “Reggae Girlz Fundation” con el objetivo de juntar el dinero necesario y concientizar acerca de la actividad. Gracias a su aporte, es nombrada como embajadora mundial.

El camino no fue para nada fácil. Apartado del aspecto netamente futbolístico, el análisis debe centrarse sobre las dificultades económicas. Durante dicho período, al seleccionado no se le proveyó el apoyo monetario necesario para competir a nivel internacional.

Además de las trabas y los estorbos ya mencionados, después de fallar en la clasificación al mundial de Canadá 2015, nuevamente el dinero les fue recortado.

A pesar de los inconvenientes, la insaciable lucha por la igualdad de todas las involucradas dio sus frutos, y en demasía: En octubre de 2018, tras vencer a Panamá, las Reggae Girlz consiguieron una clasificación inédita para su continente.

Hoy, en su debut, cayeron por 3 a 0 ante Brasil. Dejando de lado la derrota, y en la propia voz de Cendella Marley, el resultado pasa a segundo plano: “Teniendo en cuenta las circunstancias en las que estas chicas llegan y bajo mi punto de vista, ellas ya ganaron”.

Barbara Bonansea le devolvió la felicidad a las italianas luego de 20 años

Por Maximiliano Das

Durante la Segunda Guerra Mundial, el 10 de mayo de 1940, la ciudad de Valenciennes sufrió un bombardeo por parte del ejército alemán que destruyó el centro. Dos semanas después, los Nazis invadieron la ciudad y no fue hasta 1944 que la desocuparon. Hoy la bomba fue otra y, por supuesto, más alegre: Italia inauguró su participación en la Copa del Mundo, su primera en los últimos veinte años, con victoria por  2 a 1 sobre la potente Australia.

El combinado oceánico era favorito para llevarse el primer juego del grupo, en principio, por su plantel, compuesto en gran mayoría por jugadoras de la liga estadounidense -una de las más prestigiosas, si no la más-.

Una vez comenzado el partido, la superioridad de las australianas fue clara. Su dinámico juego, aceitado por los años que comparten las jugadoras en el seleccionado, fue premiado a los veinte minutos con un penal que pateó y falló la goleadora Sam Kerr, pero tomó el rebote y sólo debió empujar la pelota a la red.

Hasta el entretiempo, el dominio de Las Matildas fue claro y sostenido. No obstante, luego del descanso, el conjunto italiano, sin hacerse cargo de la posesión del balón, tomó mayor protagonismo.

El cambio de actitud se reflejó en el marcador recién a los 11 minutos del complemento, cuando Barbara Bonansea aprovechó un error de Alanna Kennedy en la salida y decretó el empate parcial.

Durante el segundo tiempo, el ataque australiano buscó retomar su fluidez, pero la férrea defensa del equipo europeo, liderada por la capitana Sara Gama, la misma que cometió el penal, impidió gran parte de los avances y, en aquellas ocasiones que no podía detener, era la arquera Laura Giuliani quien se encargaba de ahogar los gritos del combinado oceánico.

No fue hasta el minuto 50 del complemento que, una vez más, Barbara Bonansea, de cabeza, marcó el tanto que motivó la pequeña montaña de jugadoras, titulares y suplentes, en una esquina del campo de juego y le dio la victoria a las italianas, su primera en Mundiales desde 1999, cuando venció a México por 2 a 0.

La zurda de Guro Reiten le abrió el camino a Noruega

Por Sasha Koyuk

Guro Reiten, autora del tanto inaugural en el encuentro de Noruega contra Nigeria, festejó por primera vez un gol propio con la selección mayor en una Copa del Mundo y fue elegida como la jugadora del partido.

La mediocampista de apenas 24 años representó a Noruega en todas las categorías juveniles e incluso formó parte del plantel sub-16 de Suecia, donde disputó dos partidos.

Es recientemente campeona de la Copa Algarve 2019 con la Selección de Noruega, disputada en Portugal desde el 27 de febrero hasta el 6 de marzo. Allí consiguieron su quinto título imponiéndose 3-0 en la final contra Polonia. Reiten tuvo buenas actuaciones a lo largo del certamen y quedó oficialmente seleccionada para la plantilla de jugadoras que está disputando el Mundial de Francia.

Fue un debut victorioso tanto para el plantel como para Guro, ya que a los 17 minutos de juego, tras una jugada preparada proveniente de un tiro de esquina para las noruegas, Reiten se encargó de abrir el marcador con un remate al arco con su pierna izquierda y gritar junto a sus compañeras el gol que, probablemente, sea uno de sus favoritos de su carrera gracias a la importancia de tal.

Con tres goles en el primer tiempo sobre las nigerianas -Reiten, Karlseng Utland y Osinachi Ohale en contra- Noruega consiguió su primera victoria en la fase de grupos del Mundial de Francia y se posicionó en el segundo puesto con tres puntos, al igual que las locales, quienes lideran la Zona A con cuatro goles a favor.

Nigeria, con esta derrota, acumula un total de 273 minutos sin poder marcar en un Mundial.