miércoles, septiembre 18, 2024
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Huracán recibe a Cruzeiro desde las 19 por la Copa Libertadores

Huracán recibe a Cruzeiro desde las 19 por la Copa Libertadores

Cruzeiro desde las 19 por la Copa Libertadores recibe a Tigre

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El monaguillo bosnio que quiere ser campeón con Croacia

Joaquín Grasso

Deambula de un lado a otro sobre la línea de cal que demarca el área técnica. Grita. Da indicaciones. Por unos minutos se refugia en el banco de suplentes y dialoga con sus ayudantes. Vuelve a ponerse de pie. Se lleva la mano diestra al bolsillo de su pantalón. Las cámaras lo enfocan, una y otra vez. Su nombre y su rostro se proyectan sobre la pantalla gigante en lo alto del Estadio Olímpico Luzhnikí. Debió pasar cerca de un mes desde el inicio del torneo para que el mundo entero posara sus ojos en Zlatko Dalic. Este entrenador desconocido mundialmente se encuentra a tan solo diez minutos de hacer historia: conducir a Croacia a la final del Campeonato Mundial.

Mientras tanto sigue moviéndose. Gritando. Su mano derecha permanece escondida en su bolsillo. Se desplaza de un lado a otro dentro dentro de éste. En el primer plano que exhibe la televisión se distingue un rosario blanco entre sus dedos. La zurda se mantiene inmóvil, sobre la cadera. Los minutos pasan. Dalic arenga, ordena y reza. Dalic lo logra: sus dirigidos buscarán el próximo domingo, en Moscú, levantar la Copa y bordar una estrella dorada en el escudo de su nación.

Su origen quebranta el típico modelo del entrenador croata al mando de la plantilla cuadrillé. Dalic nació en Livno, ciudad que por aquel entonces pertenecía a Yugoslavia pero que hoy en día es parte de Bosnia y Herzegovina. Observó desde la vereda de enfrente la Guerra Croata-Bosnia entre 1992 y 1994 y, a pesar de sus raíces, se ganó el cariño y respeto de toda la afición Vatreni. “Somos demasiado pequeños para dividirnos y pelear tanto, pero estamos lidiando con la historia. Es necesario trabajar en la coexistencia, no para repetir el pasado de la guerra, sino para ayudarse y apoyarse mutuamente”, manifestó.

Además de caracterizarse por su bajo perfil, su nacionalidad y su destacado análisis táctico a la hora de afrontar cada partido, la religión es uno de los cimientos al que se aferra este director técnico de pasado ignoto. “Puedo estar muy contento con todo lo que estoy viviendo, pero sin una fe de alta calidad y una buena motivación sería muy difícil de lograrlo”, aseguró. Y añadió: “Siempre llevo conmigo un rosario y cuando siento que estoy pasando por un momento difícil pongo mi mano en mi bolsillo, me aferro a él y luego todo es más fácil”.

Dalic se aferra a su rosario durante el Mundial de Rusia.

Su historia vinculada a Dios inició en su infancia. “Antes, en un tiempo diferente, era monaguillo. Era feliz yendo a misa. Mi madre me enseñó y me dirigió a la fe. Soy un creyente todo el tiempo y así crío a mis hijos. Normalmente, debajo de la camisa me pongo una camiseta con una imagen de Jesús. Todos los domingos intento ir a Eucaristía”, afirmó.

Sin embargo, este domingo deberá dejar de lado la transustanciación ya que tendrá una cita histórica con Croacia, en Moscú y ante Francia. Pese al glorioso presente que atraviesan el DT y la escuadra balcánica, esta relación entre ambas partes se gestó hace apenas un puñado de meses. Dalic asumió al cargo el 7 de octubre de 2017 con el seleccionado a un paso de no lograr la clasificación a Rusia 2018. Su designación fue muy resistida. Su experiencia en el banco de suplentes databa solamente de un fugaz ciclo en el Dinamo de Tirana albanés, un exitoso paso por Arabia Saudita con Al-Faisaly y Al-Hilal, y en los Emiratos Árabes, dirigiendo a Al-Ain. No obstante, dos días después de su asunción debió enfrentar a Ucrania, a la cual venció y ubicó a su equipo en el Repechaje. Finalmente, un 4-1 global frente a Grecia en la repesca situó a sus jugadores en un nuevo Mundial.

Croacia se ubicó en el Grupo D y avanzó de manera invicta a la siguiente fase tras vencer a Nigeria, Argentina e Islandia. Dalic, inclusive, expuso su autoridad al despedir del plantel a Nikola Kalinic, quien se negó a ingresar a la cancha unos minutos ante los africanos. En octavos de final superó por penales a Dinamarca. Por la misma vía lo hizo frente al anfitrión Rusia en cuartos. Y en semifinales venció en tiempo extra a Inglaterra y sacó boletos para disputar la final contra Francia.

Este domingo, a las 12, las cámaras en el Estadio Olímpico Luzhnikí destinarán gran parte de su tiempo enfocando al galo Didier Deschamps, el protagonista principal de este duelo. Por su parte, alejado de los flashes, Dalic, quien cobra una sexta parte de lo que percibe su colega, seguirá con su ritual: mano derecha en el bolsillo, el rosario blanco entre sus dedos, la zurda sobre su cadera y reiteradas miradas al cielo.

Quizás, unas horas más tarde, la televisión, los diarios digitales, la radio, las redes sociales y todo internet anuncien al mundo entero la hazaña de aquel monaguillo bosnio que colmó de alegría a un país de poco más de cuatro millones de habitantes y logró llevar a la Selección de Croacia a la cima en el Mundial de las sorpresas.

¿Qué juegos forman parte de los deportes electrónicos?

Nataniel Peirano

Los deportes electrónicos son videojuegos jugados a través de distintas plataformas como Playstation, Xbox, computadora e incluso en dispositivos móviles. ¿Todos los videojuegos son eSports? No, los juegos que son tenidos en cuenta para ser calificados de esta manera son de modalidad online y buscan enfrentar a jugadores individualmente o en equipo con el objetivo de prevalecer sobre el rival. A pesar de que hay muchas empresas que se proponen que sus productos lleguen a ser considerados parte del nuevo deporte, muy pocas alcanzan el propósito. Para que esto ocurra, tiene que haber una masividad detrás del propio juego y un firme interés de organizar un torneo.

Overwatch, Dota 2, League of Legends (LOL), Injustice, FIFA, PES, Hearthstone, Playerunknown’s Battleground, Fortnite, Counter Strike Global Offensive (CS GO), Smite, Paladins, Clash Royal, Tom Clancy Rainbow Six Siege, Call of Duty, entre otros. Estos son los videojuegos que son considerados dentro del mundo de los eSports con un público fiel y una clara estructura de competencia.

Dentro de los juegos mencionados anteriormente destacan por su popularidad el League of Legends, el CS GO y el FIFA 19. Este último lanza actualizaciones todos los años según el mercado de pases del fútbol por lo que sus jugadores se renuevan todos los años.

La Mid Season Invitational (MSI) del League of Legends alcanzó picos de 127 millones de espectadores durante el segundo fin de semana de mayo del corriente año. Un evento de los miles que hay, no solo en el LOL, sino en el resto de los juegos. La final de FaceIt, competencia perteneciente al Counter Strike Global Offensive, reunió a 800.000 personas en simultáneo siguiendo la acotada serie entre Astralis a Natus Vincere el 23 de septiembre. La fase final del FIFA eWorld Cup fue seguida por 29 millones en distintos momentos del primer fin de semana de agosto de 2018. Los tres juegos son los más concurridos a través de plataformas digitales y de forma presencial reúnen a millones de personas. Pueden seguirse de manera accesible con una conexión a Internet y una computadora estándar. Además, gozan de una cobertura de los medios de comunicación como ESPN que ayuda a que sus torneos se difundan por todo el mundo y que muchas personas se sumen a la nueva corriente de los deportes electrónicos.

¿Quién viste mejor a los campeones de América?

Joaquín Grasso

Desde sus inicios y hasta la actualidad, las empresas de indumentaria deportiva han ido en creciente evolución y penetrado en numerosos deportes en el mundo. Uno de los focos principales para estas multinacionales es el fútbol, pasión de multitudes.

Reconocidas marcas deportivas estadounidenses y europeas arribaron a América Latina a finales de los ’70 y comenzaron a confeccionar los conjuntos de importantes equipos de la región. Por aquel entonces, aquellas populares instituciones participaban en la Copa Libertadores, el torneo anual de clubes más importante de Sudamérica. Atrás quedaron las sobrias y modestas camisetas, relegadas por cambios de diseño, predominio de colores estridentes y una innumerable cantidad de publicidades sobre el largo y ancho de la tela.

La década del ’80 será recordada por la supremacía Adidas. La empresa alemana de las tres tiras obtuvo cinco de las diez ediciones de la Copa: con Flamengo de Brasil en 1981, patrocinando a Peñarol en 1982, con Gremio en 1983, acompañando a Argentinos Juniors en 1985 y a River Plate al año siguiente. Las competiciones restantes fueron conseguidas por Topper, Le Coq Sportif y Textil Paraná. La primera triunfó con Independiente en 1984 y con los elencos charrúas de Peñarol en 1987 y Nacional en 1988. Por su parte, la compañía francesa vistió a Atlético Nacional de Colombia en su glorioso 1989 y TP, a Olimpia en 1990.

En el siguiente decenio, Adidas, que solo festejó títulos continentales con Colo Colo de Chile en 1991 y River Plate en 1996, le cedió el protagonismo a Penalty. La paulista alzó la Libertadores en tres ocasiones, abasteciendo a clubes brasileños: bicampeonato con San Pablo en 1992 y 1993, y la coronación con Gremio en 1995. Los demás premios se adjudican a la ya inexistente marca carioca Rhummel, que ostenta los campeonatos con Cruzeiro en 1997 y Palmeiras en 1999; a la inglesa Umbro, que equipó a Vélez Sarsfield en 1994; a la italiana Kappa, que se coronó con el Vasco Da Gama de Brasil en 1998 y a la estadounidense Nike, con Boca en 2000.

El preludio del siglo XXI marcó un relevante dominio de esa marca. Ésta obtuvo junto a Boca Juniors las Libertadores de 2001, 2003 y 2007. En 2004, la desconocida empresa colombiana FSS ganó su primer trofeo continental con el equipo cafetero de Once Caldas. Asimismo, Topper nuevamente volvió a gritar campeón; vistiendo a Olimpia de Paraguay en 2002, al San Pablo en 2005 y siendo el proveedor de indumentaria de Estudiantes de La Plata en 2009. En 2008, reapareció en escena Umbro con el título de Liga de Quito de Ecuador; y a la lista de vencedores se le sumó otra marca norteamericana: Reebok conquistó América junto a Inter de Porto Alegre en la edición 2006 y 2010.

La estrella obtenida por Santos de Brasil en 2011 constituyó otro galardón para Umbro. También, entraron en la historia la marca brasileña Lupo, con la consagración de Atlético Mineiro en 2013, y la italiana Lotto, que vistió al San Lorenzo campeón en 2014.

En el último lustro, el duelo Nike-Adidas fue ínfimamente favorable a la empresa de la mal llamada pipa –es una V que representa las alas de la diosa griega Niké y la victoria-. Los logros de Corinthians de Brasil en 2012 y de Atlético Nacional en 2016 disminuyeron la brecha dominante impuesta desde hace más de 30 años por los alemanes, que solo tuvieron como carta principal el éxito de River Plate en 2015.

Aun así, la teutona sigue siendo la más ganadora de este torneo con nueve ediciones. Además, en la pasada edición 2017, Umbro volvió a laurearse junto a Gremio y expandió aún más su vitrina, que ya ostenta cuatro premios continentales.

Las compañías están dispuestas a pagar y fabricar la vestimenta de los clubes con tal de ser las ilustres protagonistas de turno. El nombre de la marca ubicado en un lugar visible de la indumentaria genera innumerables impactos publicitarios. Igualmente, poco importa si los espectadores no logran visualizar el logo en pleno partido. Horas después, éste se verá en las portadas de los diarios, en la televisión, y en cualquier espacio en el que se opine de fútbol.

Sin embargo, una de las más poderosas fuentes de difusión la producen los propios hinchas, quienes, temporada tras temporada, pagan una abultada suma de dinero para adquirir la camiseta del club de sus amores y exhibirla vayan donde vayan, en cualquier parte del mundo.

Francia y Uruguay, más allá de la pelota

Joaquín Grasso

“Francia es un país con el que hay un vínculo de respeto y de valores evidentes”, aseguró en conferencia de prensa Óscar Washington Tabárez, previo al cruce ante Francia por los cuartos de final de Rusia 2018. Pese a la indiferencia del hincha más allá de las cuestiones deportivas, para galos y charrúas no será un partido más. Ambos países forjaron fuertes lazos políticos, culturales y futbolísticos y mañana volverán a escribir otra página más en su extensa historia.

La primera relación que se presenta entre ambas naciones separadas por el Atlántico y 10.504 kilómetros de distancia surge en el inicio del siglo XIX. Francia es la primera región en reconocer la independencia de la antigua Banda Oriental del Río de la Plata, proclamada en 1825 y consagrada tres años después.

Dos décadas más tarde, intervino activamente en la defensa de la capital (Montevideo)ante el avance de las tropas argentinas de Juan Manuel de Rosas en la Guerra Grande. “Quienes estaban al mando del ejército daban las ordenes en francés”, recordó el expresidente Julio María Sanguinetti a la AFP. Este acontecimiento rioplatense produjo el interés del novelista y dramaturgo galo Alejandro Dumas, autor del popular Los Tres Mosqueteros, quien se identificó con la causa patriótica de los montevideanos y publicó en 1850 un libro llamado Montevideo o la Nueva Troya.

Aquellos años se caracterizaron por un cuantioso movimiento migratorio proveniente de Francia hacia el territorio uruguayo. Tal fue así que para finales del siglo XIX la comunidad francesa, mayoritariamente vasca, representaba cerca de un tercio de la población del país. “De 1820 a 1850, hubo el doble de expatriados franceses que españoles e italianos juntos. En 1880, ya un tercio de la población era francesa”, destacó el embajador Laurent Rapin en 2004. Incluso, aún quedan barrios de Montevideo como Villa Biarritz o el Nuevo París que conservan la estela de aquella época.

“La influencia política y militar francesa bajó, pero la cultural aumentó”, afirmó Sanguinetti, utilizando como referencias a Jules Supervielle, Jules Laforgue y al Conde de Lautréamont -Isidore Ducasse-, tres célebres poetas galos nacidos en aquella tierra sudamericana. En homenaje a Supervielle, el liceo francés de la capital charrúa lleva su nombre y es allí donde se formaron numerosas generaciones de dirigentes políticos, como el exvicepresidente Gonzalo Aguirre.

En el siglo XX, la influencia de los europeos sobre Uruguay siguió vigente. En 1917, el presidente José Batlle y Ordóñez se inspiró en el modelo laico francés y separó a la Iglesia del Estado, un inusual accionar dentro de una América Latina mayormente católica.También modificó el código civil basándose en el Código Napoleónico. Además, el francés fue el primer idioma extranjero obligatorio en las escuelas secundarias y en los liceos militares hasta principios de la década del ’90. Actualmente, y desde hace ya varios años, Uruguay es uno los miembros latinoamericanos, junto con Costa Rica y Argentina, de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF).

La magia del fútbol también vinculó la historia entre celestes y francos. Uruguay cuenta con el privilegio de ostentar en su escudo cuatro estrellas pese a haber logrado tan solo dos Copas del Mundo. Las dos restantes son oros olímpicos y uno de esos fue obtenido en Paris 1924. Otro acontecimiento peculiar ocurrió el 13 de junio de 1930, cuando el delantero francés Lucien Laurent marcó frente a México el primer gol en la historia de los Mundiales, justamente sobre el verde césped charrúa del actualmente demolido Estadio de Pocitos.

No hay antecedentes sobre jugadores franceses que hayan disputado el campeonato uruguayo. Como contrapartida a esto, numerosas figuras del paisito cruzaron el océano Atlántico para dejar su impronta en la Ligue 1. El paso de Ildo Maneiro por Lyon trae gratos recuerdos en la memoria del hincha. En Nancy aún extrañan la garra de Carlos Curbelo, de Rubén Umpiérrez y de Pablo Correa, quien luego fue entrenador del equipo. Otro de los que brilló en la cancha luciendo las camisetas de Racing Club de Paris y de Olympique de Marsella fue Enzo Francescoli. Las descollantes actuaciones del delantero lo convirtieron en ídolo e incluso el talentoso Zinedine Zidane, como gesto de admiración, le puso a su hijo el nombre del Príncipe: Enzo Zidane.

En las últimas décadas, Diego Lugano y Cristian Rodríguez formaron parte de las filas del París Saint Germain, allí donde Edinson Cavani sigue rompiendo récords partido tras partido. El Matador se convirtió la temporada pasada en el máximo goleador de la historia de la escuadra parisina y grabó, a fuerza de anotaciones, su nombre en las páginas doradas del club.

Del bando de enfrente y pese no haber jugado en su niñez a la vera del Rio de la Plata, Antoine Griezmann desarrolló las destrezas del típico uruguayo gracias a su exentrenador Martín Lasarte y compañero Carlos Bueno. Toma mate, escucha cumbia charrúa e imita las frases representativas del pueblo celeste. Con el correr de los años estas cualidades fueron intensificándose de la mano de sus colegas Diego Godín y José María Giménez, sus rivales de mañana.

No obstante, esta ligazón deportiva no solo sucede de la línea de cal hacia adentro. Óscar Washington Tabárez, actual seleccionador de La Celeste, aprendió e implementó diversas metodologías de Francia luego de haber asistido al Mundial de 1998 como colaborador de la FIFA. “Estaba en Burdeos y hablé con el entrenador de los juveniles Sub-17 y de las selecciones femeninas. Me explicaron cómo desarrollan la formación de jugadores en Francia, cómo siguen un mismo recorrido desde la infancia hasta la madurez. Aprendí muchas cosas. Tenían una tecnología que les permitía analizar al rival, algo que no conocíamos”, recordó el Maestro. Y agregó: En 2009, aprovechamos una escala tras un partido con Argelia para visitar Clairefontaine. Hay muchas cosas de las que aprendí ahí que las pongo en práctica en mi trabajo”.

Será el cuarto enfrentamiento mundialista entre ambos elencos. Uruguay salió victorioso en un cotejo, en 1966, y empató dos, en 2002 y 2010. Les Bleus jamás venció a Uruguay en una cita máxima. Este viernes, desde las 11, Francia y Uruguay forjarán aún más este lazo histórico que los une hace casi 200 años.

No fue un domingo cualquiera

Facundo Catalini

16:30 horas en Argentina. 20:30 horas en Madrid. La pelota comienza a girar en el Santiago Bernabéu. La final de la Copa Libertadores estaba en marcha.

Sentado en el sillón, miro con poco entusiasmo el comienzo del partido, manchado por los intereses económicos, mientras espero que mi viejo se prepare. Ambos hinchas de River Plate. Ambos con pocas ganas de ver el encuentro. Nos preparábamos para ver el otro partido. Nos cambiábamos para la ocasión de ver a Defensores clasificar a la segunda fase del Federal A, porque el fútbol no se paralizó literalmente por la superfinal.

Whatsapp de un amigo, también hincha de River: “Venite y 45”. Vive a la vuelta del Salomón Boeseldín, estadio del Granate, y como es costumbre, dejo el auto en la subida de su garaje porque nunca hay lugar cerca del estadio para estacionar. Este domingo iba a ser la excepción.

La boletería. Sin hacer fila, $200 la entrada general. Ya en la puerta para ingresar a la cancha, la primera vista general es Oscar, recibiéndote, listo para cortar el papel sentadito en los fierros que forman un pasillo. La segunda vista general es la del estadio vacío. Faltaba el rollo de pasto seco de las películas del lejano oeste yankee y ambos equipos entrando en calor.

A las 17:00 horas en Argentina. 21:00 horas en Madrid. La pelota comienza a girar en el Salomón Boeseldín. La última fecha de la primera fase del Federal A estaba en marcha. Defensores necesitaba ganarle a Unión de Sunchales (ya clasificado) para pasar a la siguiente instancia.

Se contaban las personas mentalmente. Era de esperarse. Unas treinta en las tribunas de la popular, cuatro en la cantina, unos nenes jugando a la pelota en la cancha de baby y unas 15 en la platea. El Superclásico arrolló. Se llevó todas las miradas y todas las presencias, como era de esperar. Pero hinchas de otros clubes y de River o de Boca, se hicieron presente en la tarde de domingo ramallera.

37 minutos del primer tiempo en Madrid. Gol de Benedetto. Mi viejo escuchando la radio lo comentó. Toda la tribuna se enteró, pero no hubo escándalo, ni gritos de algún Xeneize. No importaba. En Villa Ramallo, la cosa seguía 0 – 0.

Un solo lado positivo tiene que en la cancha haya poca gente. Se escucha todo. Quien ordena, quien recibe las órdenes y a con quien se enojan –con algún que otro insulto- cuando no hacen caso a las indicaciones.

Antes del primer tiempo, a los 31 minutos, llegó el gol de Franco Olego, que ponía a los locales 1 – 0 arriba. Descanso. Con el segundo tiempo, recién comenzado, se interrumpe el partido por una tormenta eléctrica. Muchos tomamos la decisión de irnos a nuestras casas, ya que se veía una espera larga hasta que se reanudase el partido. Nos subimos al auto y emprendimos la vuelta, completamente empapados. Llegamos y pusimos el River – Boca. El alargue. La extensión de la final más larga de la historia. Veo el gol de Juanfer Quintero. Veo el gol del Pity Martínez poniéndome las zapatillas, la decisión estaba tomada. El partido en el Salomón se había reanudado y Unión había puesto el 1 – 1 con un gol en contra de Jorge Scolari. Volvía.

Llegué a la cancha, dejé el auto tirado, bajo y escucho: “¡GOL!” y la voz del estadio anunciado que por medio del número 11, Francisco Borean, Defensores ponía el 2 – 1 y sellaba su clasificación. No era el único que había vuelto, tres personas más ingresaban conmigo. Festejando el empate, sin haberlo visto.

Todos –todos, las 10 personas que habían vuelto- preguntándome como salió River y Boca. Pero por preguntar. El partido seguía y Defensores jugaba como podía. La cancha había quedado muy mojada. Los últimos minutos se hicieron feos y raros. Silbatazo final y victoria Granate.

River campeón y Defensores en la próxima fase. En España se prendieron las luces y en Villa Ramallo, después de la tormenta, salió el Sol.

Contento vuelvo a casa.

FIFA: el simulador de fútbol más jugado en el mundo

Santiago Outeda

El FIFA -en sus diferentes reseñas- es el juego más atractivo a nivel mundial que emula al deporte más popular de todos los tiempos, el fútbol. Sus creadores, la desarrolladora Electronic Atrs -de origen norteamericano- compite año tras año en mantener su supremacía de jugadores contra sus pares de Konami -Japón- que producen el famoso Pro Evolution Soccer.

Millones de usuarios de Play Station 4 y Xbox One -las plataformas de videojuegos donde se puede utilizar el producto- alrededor del planeta compiten en modalidades offline y online, ya sea como modo de entretenimiento o profesionalmente para determinar al mejor.

El torneo más importante de dicha modalidad es la FIFA eClub World Cup en el cual los usuarios se clasifican a través de un ranking conformado a través del modo de juego FIFA Ultimate Team Champions, en el cual se deben ganar 27 partidos en una serie de 30. El ganador, además de llevarse 250 mil dólares, se consagrará como el mejor jugador del mundo a nivel individual, manejando un equipo que conformará a través del pasar de los partidos, comprando jugadores con dinero artificial y también real.

Además, hay otros torneos menores al mundial, pero con mucha relevancia en lo internacional como el Interactive FIFA World Cup con un premio de 200 mil dólares y dos entradas para la gala de premios “The Best” –evento en el que participan Messi y Cristiano Ronaldo, por ejemplo.

En el ámbito local, Argentina tiene uno de los mejores jugadores del mundo, como lo es Nicolás Villalba, el oriundo de Banfield que recientemente firmó un contrato profesional para representar al Basilea de Suiza. Se consagró campeón del mundial de Play Station 4 -en la final le ganó a un alemán- y es apodado “Iceman” por su frialdad en momentos cruciales que le exige el juego. Además, también se consagró con la Selección Argentina de Clubes Pro -modalidad en la que cada persona maneja un solo jugador, por ende, se necesitan once-. En la final, la Albiceleste le ganó a Rusia en una serie de ida y vuelta.

En el mundial de este año, el argentino cayó ante el danés Marcuzo por un global de 3-2, en una serie en la que mereció mejor suerte. La final fue disputada por el belga Stefano “StefanoPinna” Pinna (PS 4) que se enfrentó al árabe Mosaad “Msdossary”Aldossary (XOne). La victoria fue para el asiático.

Algunos lo ven como un hobby, pero jugar al FIFA es mucho más que eso, en el que hay sponsors, marcas y productoras que hacen de este eSports cada día más profesional y lo acercan al olimpismo.

La influencia europea en los equipos africanos

Joaquín Grasso

Rusia 2018 no solo se distingue de las ediciones anteriores por las numerosas participaciones de futbolistas afrodescendientes en varias selecciones europeas clasificadas. También, en contraposición a esta particularidad, más de un tercio de los jugadores que conforman a los cinco representantes del mal llamado continente negro,nacieron en Europa pero por amor a las tierras de donde emigraron sus familias o por no tener chaces de ser convocados por sus combinados de origen, defienden la banderade sus antepasados.

Hoy en día, sin que influyan sus diferencias étnicas y raciales blancos y negros visten los colores de un mismo país en un campo de juego. Franceses que cantan Le Lion rouge-himno de Senegal-,senegaleses que entonan las estrofas de La Marsellesa -himno de Francia-.

El ya eliminado conjunto de Marruecos es el que cuenta con mayor cantidad de oriundos del viejo continente: tan solo seis de sus 23 convocados son de territorio magrebí. Ocho futbolistas proceden de Francia (Manuel Da Costa, MehdiBenatia, RomainSaiss, Amine Harit, Youssef Ait Bennasser, KhalidBoutaib, Younes Belhanda y Faycal Fajr),cinco son holandeses(Sofyan y Noureddine Amrabat, Hakim Ziyech, Karim El Ahmadi y Mbark Boussoufa), dos son españoles (Achraf Hakimi y Munir Mohand Mohamedi) y uno belga (Mehdi Carcela-González). El extranjero restante es canadiense (Yassine Bounou).

El equipo de Túnez arribó a Rusia con nueve nativos del territorio galo entre sus filas (Dylan Bronn, Syam Ben Youssef, Naim Sliti, Anice Badri, Wahbi Khazri, Saif-Eddine Khaoui, Yohan Benalouane, Mouez Hassen y Ellyes Skhiri). Asimismo, Senegal, esperanzado con realizar un buen papel tras el gran rendimiento exhibido en las eliminatorias y amistosos, tiene ocho franceses citados (Abdoulaye Diallo, Salif Sané, Moussa Sow, Lamine Gassama, Youssaouf Sabaly, M’Baye Niang, KalidoyKoulibaly y Alfred N´Diaye) y uno de España (Keita Baldé).

Ya en menor medida la supremacía europea amaina en los planteles de Nigeria y Egipto. En Las Súper Aguilasfiguran solamente cuatro: dos holandeses (William Ekong y TyronneEbuehi), un ruso (Brian Idowu) y un alemán (LeonBalogun). Y por parte de Los Faranoes, que también quedaron afuera de la Copa en primera ronda, únicamente resalta un inglés (Sam Morsy).

“Pedimos trabajar en paz”

Carolina Belardo

Periodistas Unidas es una organización de mujeres, en su mayoría periodistas deportivas y estudiantes, que decidieron unirse para erradicar el acoso y reclamar igualdad de oportunidades y condiciones laborales. La misma fue creada en agosto de este año a partir de una denuncia en redes sociales. Actualmente son treinta las mujeres que integran el movimiento, y que se encuentran a disposición de cualquier otra compañera que quiera contar su experiencia.

Para reunirse, se organizan a través de Whatsapp, ya que hay personas que son del exterior. Algunas deciden no denunciar, los motivos son muchos, mientras que otras consideran que es fundamental para que, en este caso, los clubes puedan actuar de una manera legal contra quienes realizan el acoso o abuso.

El 14 de agosto, Loana Mosquera, periodista de un medio partidario del Club Atlético Banfield, y de la radio “Open Tigre”, publicó en sus redes sociales un episodio de acoso que sufrió mientras trabajaba. Rápidamente su caso tuvo una gran repercusión, y junto a otras mujeres decidieron arrancar este proyecto que lleva dos meses vigente.

En mayo de 2017, mientras cursaba su tercer y último año en Deportea, y también trabajaba en los dos medios ya mencionados, fue acosada por parte de un fotógrafo llamado Matías Carreño Vázquez. Como de costumbre, Loana se dirigió al Estadio Florencio Sola para cubrir un día de partido, en el que Vázquez le tomó fotografías, sin su consentimiento. “Cuando me llegaron no sabía qué hacer”, cuenta. Anteriormente, Mosquera recuerda que en la cancha de Arsenal también la había fotografiado sin que ella se diera cuenta. “Eran fotos comunes, me habló a Facebook y me las envió. Yo le agradecí y todo quedó ahí, pero la segunda vez fue distinta. Eran de espalda y los mensajes que me escribía se referían a mi cuerpo”, relata. “Comenzó a pedirme fotos en traje de baño entre otras cosas y decidí bloquearlo. En ese momento solo lo hablé con mi mamá y mi pareja”, agrega.Una situación muy triste en la que la vulnerabilidad la invadió por un largo tiempo.

“Pido trabajar en paz”

“En agosto, algunas compañeras de la radio comenzaron a contar que un fotógrafo las acosaba. Lo hablamos todas fuera del aire y decidimos trasladarlo al grupo de Whatsapp que tenemos. Lo contamos y los varones nos impulsaron para que nos animemos a hacerlo público. Me animé después de un año y medio”, cuenta. “Sí, me da miedo porque me lo cruzo siempre en todas las canchas, pero ¿saben qué?, no me callo más. Lo único que quiero es que se dé cuenta que esto MOLESTA, y no sólo me pasó a mí. Pido que tanto mis colegas como yo podamos trabajar en paz, sin hombres como este, nada más”. Con estas palabras, Loana Mosquera publicaba en su cuenta de Twitter los chats de su conversación con Vázquez.

Rápidamente Lucía Barbuto, actual presidenta de Banfield y Analía Gavio, abogada del club, se comunicaron con ella y le sugirieron realizar la denuncia correspondiente para poder desacreditar a esta persona, ya que si no lo hacía, podían hacer una contra-denuncia por el derecho al trabajo. Debían tener un fundamento penal para que él no trabaje más allí. “El tema de la denuncia siempre lo tuve en mente, pero al tener sólo las conversaciones creía que no sería suficiente”, confiesa Mosquera.

Desde los 15 años, Loana Mosquera trabaja en el mundo del fútbol. Arrancó en 2012 ya que siempre iba a ver a Banfield y una persona que era dueño de una radio le comentó que necesitaba a alguien para que cubriera las inferiores del club. Ella aceptó, pero allí también fue acosada. Leonel Cerrudo, su compañero de trabajo de aquella época, le ofreció distintas propuestas para mantener otra relación fuera del trabajo. “Al rechazar esto, me empezó a amenazar y en ese momento sólo lo supo mi mamá y el dueño de la radio”, relata.

El consejo del hombre que estaba a cargo del programa fue que lo dejara pasar y por ese motivo ella dejó de trabajar allí. “En 2012 algunas personas creían que por estar metida en un ambiente de “hombres” yo debía respetar sus costumbres, sus comentarios o quedarme callada, como me lo recomendaron. Al ser chica y no tener el título de periodista, los colegas “desacreditaban” aún más mi trabajo”, finaliza.

Luego de distintas charlas con Barbuto y Gavio, Mosquera decidió denunciar y lo hizo para con los dos casos. “No volví a ver a estas personas después de que hice públicos los abusos, pero sí después de lo que me pasó, los cruzaba en todos los partidos de Banfield”, expresa. Por parte de Matías Carreño Vázquez recibió disculpas pero cuando se hizo viral. “Cuando pasó se defendió y creía que era natural lo que me hizo. Se lo siguió haciendo a otras chicas, por eso creo que si las disculpas hubieran sido sinceras tendrían que haber sido antes”, cuenta.

Por las denuncias, Leonel Cerrudo y Matías Carreño Vázquez tienen prohibido el ingreso al club. Además, tienen una perimetral y no pueden acercarse a Loana ni en persona ni en redes sociales. Mosquera, asegura que estas cosas dejarán de pasar cuando la educación mejore desde la casa de cada uno: “Si vos le enseñás a tus hijos que está mal insistir si una chica te dice no, entre otras cuestiones, ellos van a ir naturalizándolo, pero cuando no lo hacen pasa esto”.

Cree que hay que empezar a educar e inculcar otros valores para que la sociedad haga un cambio definitivo. “Siento que todavía hay gente que piensa que la mujer no tiene que estar en este ambiente “masculino”, pero hay colegas que nos respetan y nos dan nuestro espacio”, remarca. “Hoy en día me siento tranquila, pero no creo que se termine acá. Seguiré luchando en contra del maltrato”, acaba. Loana Mosquera se retiró por motivos personales de la agrupación, pero dejó sus denuncias a disposición.

“Algunos quieren aprovecharse de nosotras”

Otro de los casos que se hicieron conocidos gracias a la organización fue el de Mar Viera, que también trabaja para un medio partidario de Banfield. En 2016, a través de una cuenta de Twitter anónima, se rieron de una “propuesta” del ya mencionado Leonel Cerrudo hacia una chica a un Jacuzzi. Cuando ella lo vio, lo citó diciendo: “Todavía sigue haciendo esas propuestas”, ya que le había hecho lo mismo dos años atrás.

Como consecuencia de esto, Cerrudo trató de comunicarse por todas las redes sociales con ella y le pidió que por favor borrara lo publicado porque no era cierto. A partir de ahí comenzaron las amenazas. “Nunca le respondí ningún mensaje privado, y decidí contarlo ahora luego de haber visto el comportamiento del club con el caso de Loana Mosquera”, cuenta. La Comisión de Mujeres de Banfield hizo eco sobre lo sucedido y al día siguiente de la publicación no se le permitió más el ingreso a esta persona.

Viera dice que en 2014 no tomó conciencia de la situación, a tal punto que le causaba “risa”, pero más adelante entendió lo que era el acoso y comenzó a darse cuenta lo que sucedió. “No recibí disculpas, pero sí injurias y amenazas de que me iban a golpear o sacarme la acreditación del club porque nadie me conocía”, cuenta.

El proyecto es importante para la igualdad de género y para el mundo del periodismo deportivo. Muchas veces hay periodistas que te piden tu contacto y no es para hablar por trabajo. Algunos quieren aprovecharse de nosotras creyendo que no podemos sin su “ayuda””. Viera expresa que a pesar de que le sucedió, hoy tiene la suerte de que el club la respalda. Ella considera que algunos hombres confunden la capacidad con el género, pero afirma que “el género es lo mismo en esta profesión porque lo que realmente importa es la capacidad de uno”.

También cree Viera que a través de la visualización de estas situaciones, se puede frenar el comportamiento machista, es decir, “que los hombres comiencen a abstenerse de actuar de tal manera porque sabrán que las mujeres ya no se callarán más. A la hora de trabajar hoy me siento más segura y cómoda porque no me lo cruzo más. Fue un desahogo poder expresarlo, pero la lucha continúa. No queremos que ninguna otra chica sufra lo que sufrimos nosotras, tanto acoso como discriminación por el simple hecho de ser mujeres”, finaliza. Hoy en día ya no pertenece más al movimiento por cuestiones personales, pero dice que siempre que pueda, estará a disposición del mismo.

“Miran soprendidos a las mujeres”

Otro de los tantos casos son los de las periodistas Malena Soledad Cuello, de Buenos Aires, y Laura Grecco, de Mar del Plata. Las dos trabajan en distintas radios deportivas. Cuello comenzó ejercer a los 20 años, y una persona le ofreció acreditarla a distintos partidos de fútbol a cambio de salidas. Ella nunca aceptó, pero cada vez que se lo cruzaba en las canchas como colega, volvía a insistirle a través de mensajes privados, acosándola. “No volví a verlo, pero nunca me animé a denunciar”, expresa.

Grecco por su parte cuenta que lamentablemente ella ve la diferencia entre hombres y mujeres, pero no por capacidad, sino por ver principalmente la cantidad de personas que trabajan en la zona de prensa de cualquier club. “Es notorio y cuando ven a una mujer te miran sorprendidos como si no tuviéramos la misma capacidad que ellos para cubrir un partido o hacer una nota”, relata. “A mí me gusta hablar de fútbol y también analizarlo, y más de una vez, estando en grupos con hombres, no hacían valer mi mirada, y seguían hablando entre ellos. La palabra de la mujer al hablar de una jugada para algunas personas no es válida. Eso se llama discriminación”, finaliza.

Nahir González es otra de las periodistas que pertenece a la organización. Hoy en día no ejerce, pero su acompañamiento a las mujeres sigue siendo el mismo. González recuerda que muchas veces se sintió incapaz de tener un buen desempeño en la facultad ya que muchos compañeros hombres se lo hicieron sentir. “Uno piensa que eso es normal, que son comentarios y ya está o que debemos aguantar los mismos por meternos en un mundo de “hombres”, pero ya no es así. No es natural”, expresa.

Periodistas Unidas tuvo la oportunidad de poder reunirse con Claudio Fabián Tapia, actual presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. También tuvieron la posibilidad de hablar con Juan Manuel Lugones, secretario ejecutivo de la Aprevide (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte). Cuentan con el apoyo de muchos clubes de todas las categorías, y también con el de algunos periodistas. A futuro quieren que la agrupación se convierta en una ONG para poder ayudar a las mujeres que lo necesiten y trabajar para que ninguna colega en los medios o estudiante que está dando sus primeros pasos, tenga que sufrir el machismo naturalizado que todavía hay en el periodismo deportivo.

Para las integrantes es fundamental que denuncien para que los clubes no vuelvan a acreditar a estas personas, pero si no logran animarse, no les darán la espalda. Periodistas Unidas es una organización que da contención, y que siempre luchará para que las mujeres sean respetadas por el simple hecho de ser mujeres.

La incidencia de África en Rusia 2018

Joaquín Grasso

Cinco son las selecciones africanas que, según la disposición de FIFA, tienen el privilegio de representar a su nación en el Mundial de Rusia 2018. Pese a esto, el mundo, como en toda la historia de la humanidad, elige mirar para otro lado. Europa y Sudamérica resultan más atractivas para el paladar futbolero que los “simpáticos equipos de color”, cuya máxima aspiración consiste en superar la barrera de la fase de grupos, salvo gloriosas excepciones –Camerún en ’90, Senegal en ’02 y Ghana en ’10-.

Sin embargo, África también juega su papel preponderante en esta Copa: 45 jugadores nacidos en ese continente o hijos de africanos figuran en las plantillas de ocho conjuntos europeos, y la gran mayoría ocupa un puesto en la alineación titular.

En la Selección de Francia, 14 de sus 23 convocados son afrodescendientes: el arquero Steve Mandanda nació en Zaire, actual Congo. En la línea defensiva, Samuel Umtiti es camerunés, Benjamin Mendy y Djbril Sidibé son senegaleses, Adil Rami posee ascendencia marroquí y Presnel Kimpembe, congoleña por parte de su padre. En el mediocampo, Paul Pogba tiene a su familia de Guinea mientras que la de Blaise Matuidi es angoleña, N´Golo Kanté tiene antepasados de Mali, el padre de Corentin Tolisso es togolés y el de Steven N’Zonzi es del Congo. Y en el frente de ataque, Kylian Mbappé es de mamá argelina y papá camerunés, Ousmane Dembelé hace referencia a su origen maliense por el lado paterno y senegalo-mauritano por el materno, y Nabil Fekir tiene parentela de Argelia. Además, el zaguero Raphael Varane es procedente del departamento caribeño de Martinica.

El combinado de Bélgica está cerca de diagramar un equipo completo con jugadores de sangre africana: Mousa Dembélé tiene a su padre de Mali, los de Marouane Fellaini y Nacer Chadli son marroquíes, y la República Democrática del Congo fue la cuna de Christian Benteke, y el lugar de donde emigraron las familias de Vincent Kompany, Michy Batshuayi, Youri Tielemans, Dedryck Boyata y Romelu Lukaku.

El conjunto de Suiza contribuyó con siete futbolistas del continente negro en su participación mundialista: Gelson Fernandes es oriundo de Cabo Verde; Johan Djourou, de Costa de Marfil; y Breel Embolo, Yvon Mvogo y François Moubandje, de Camerún. También, Manuel Akanji posee raíces nigerianas por el lado paterno; y Denis Zakaria, sursudanesas y, por parte de su madre, congoleñas.

La Selección de Portugal no se quedó atrás y aportó cinco: Gelson Martins nació en Cabo Verde, mismo estado soberano que el de los padres de Ricardo Pereira y Manuel Fernandes; y William Carvalho es de Angola, al igual que la familia de João Mário.

Alemania citó a tres nacidos en territorio teutón pero que tienen progenitores africanos: el padre de Jérome Boateng es de Ghana y el de Sami Khedira, de Túnez. Por otro lado, la madre de Antonio Rüdiger es de Sierra Leona. La misma cantidad que el elenco de Dinamarca: Pione Sisto es ugandés, Yussuf Yurary Poulsen tiene a su padre de Tanzania y Mathias Jørgensen a su madre de Gambia.

Pese a su extensa historia imperialista, Inglaterra detenta en sus filas solamente a dos hijos de inmigrantes africanos: Dele Alli, de padre nigeriano, y Raheem Sterling, de madre ghanesa. Igual número que el seleccionado de Suecia, que lleva a la competición a Issac Kiese-Thelin, de padre congoleño, y Martin Olsson, de madre keniata.

Sin bien no está en el foco de atención popular, África tiene considerable incidencia en este Campeonato Mundial.Nigeria, Egipto, Túnez, Marruecos y Senegal esperan obtener provechosos resultados en la primera rueda y mantienen intacta la ilusión de que Rusia será la tierra donde harán historia. “Tengo la certeza de que un país africano ganará la Copa del Mundo. Es un poco más complicado para nosotros porque tenemos realidades que no existen en otros continentes, pero creo que estamos en el camino correcto”, aseguró Aliou Cisse, entrenador de Senegal.