martes, mayo 13, 2025
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El amor en tiempos de rivalidad

Por Joaquín Viloria y Santiago Ballatore

A pesar de la historia que tiene en sus espaldas el clásico Argentina – Brasil, son varios los jugadores argentinos que se ganaron el amor de los brasileños, así como también sucede al revés.

El partido en el que Argentina enfrentará a Brasil por las semifinales de la Copa América remite al mito de una rivalidad irreconciliable. Hay historias que demuestran todo lo contrario. Casos como los de Narciso Doval, Paulo Silas, Andrés D’Alessandro, Walter Kannemann y Tim prueban que este antagonismo no es tan determinante, ya que argentinos pueden ser ídolos en Brasil, y viceversa.

Quizás la historia de Doval sea la más emblemática, porque fue uno de los integrantes de Los Carasucias, un grupo de cinco jugadores, todos salidos de la cantera de San Lorenzo, que en 1964 se destacaron por su juventud y atrevimiento a la hora de jugar. Es curioso que, siendo un ícono del Ciclón, haya tenido un breve paso por Huracán, su clásico, en el año 1971.

Lo más importante de su carrera es que no solamente pasó por estos equipos de Argentina, sino que también brilló en los dos clubes más importantes de Río de Janeiro, Flamengo y Fluminense, los cuales son locales en el Maracaná. Ganó dos Campeonatos Cariocas y dos Copas Guanabara con el Fla y un Campeonato Carioca con el Flu. El Loco Serenata, o de Ipanema para los brasileños, fue capaz de quebrantar tres históricas rivalidades: Brasil y Argentina, San Lorenzo y Huracán, y la que tienen los dos equipos de Río.

El de Silas es el caso más recordado de un brasileño jugando en Argentina, ya que habiendo jugado en clubes importantes como el San Pablo y Sporting de Lisboa, la mayor admiración hacia él es por parte de los hinchas cuervos, que lo recuerdan como uno de los mejores jugadores de la década de 1990. Su amor fue a primera vista, ya que en el día de su debut en el torneo Clausura de 1994 ante Boca Juniors, marcó el único gol que hubo en el Nuevo Gasómetro.

Tiene un amplio palmarés, debido a que ganó títulos en Brasil, Argentina y en la selección. En su tierra natal consiguió dos Campeonatos Paulistas y un Brasileirao con el San Pablo, un Campeonato Gaúcho y una Copa de Brasil con el Inter y un Campeonato Paranaense con Atlético Paranaense. Con su país logró la Copa América de 1989, además de haber participado de los mundiales de 1986 y 1990. En su querido San Lorenzo, se coronó en el Torneo Clausura de 1995, cortando una racha 21 años sin títulos para el club.

Elba de Pádua Lima, o Tim, fue un jugador brasileño, ídolo de Fluminense, que como entrenador dirigió a los famosos Matadores, plantel de San Lorenzo que fue el primer invicto del fútbol argentino, en el Torneo Metropolitano de 1968. Fue conocido por sus grandes charlas en los entretiempos y la cualidad que tenían sus equipos de convertir goles en los segundos tiempos.

En total posee siete Campeonatos Cariocas, cinco como jugador y dos como entrenador. Todo esto lo ganó con el Flu, salvo el de 1970, que lo obtuvo con Vasco da Gama. Una historia recordada es cuando, dirigiendo a Flamengo, pidió como refuerzo a Doval, que durante 1968 no había podido jugar con San Lorenzo, debido a una suspensión. “El mejor es el que no jugó”, había declarado Tim en su momento, ante la pregunta sobre quién era la figura de Los Matadores.


Mirando más a la actualidad, están los casos de D’Alessandro y Kannemann. El primero, muy querido en River, donde ganó cuatro títulos locales y una Recopa Sudamericana, realizó la mayor parte de su carrera en Inter de Porto Alegre. Allí se convirtió en uno de los máximos ídolos de la historia, gracias a la gran cantidad de títulos que logró: 17 estatales y tres internacionales, entre los que se destaca la Copa Libertadores en 2010. El caso del Vikingo en Gremio es el del símbolo moderno, ya que junto a Geromel conforman una zaga central que está marcando una era en el fútbol brasileño. Desde su llegada al Tricolor en 2016, obtuvo seis títulos: tres estatales, una Copa de Brasil, y dos internacionales, remarcando la Copa Libertadores de 2017.

La Copa, con historial a favor

Por Agustín Ibdjian y Santiago Korol

Si bien el historial general marca una superioridad de Brasil por sobre Argentina, la Albiceleste está arriba cuando de Copas América se trata.

Argentina y Brasil jugarán la semifinal de la Copa América en el Estadio Mineirão el martes 2 de julio a las 21.30. La Albiceleste superó a Venezuela, mientras que el local eliminó a Paraguay. El último enfrentamiento entre ambas selecciones en esta competencia fue en la final jugada en Venezuela en 2007 cuando la Verdeamarela goleó 3 a 0 al equipo argentino dirigido por Alfio Basile.

Será el partido número 32 en la Copa América. Argentina ganó 15 partidos, mientras que Brasil ganó 9 y empataron en 8 ocasiones. A pesar de esta superioridad de la albiceleste, la selección brasileña se encuentra arriba en el historial general -contando partidos amistosos y Mundiales –habiendo obtenido 41 victorias sobre las 38 de Argentina en 105 partidos disputados en total.

El 10 de julio de 1916 se jugó el primer partido entre ambas selecciones en una Copa América -en ese momento llamada Campeonato Sudamericano-. El encuentro se disputó en el club bonaerense GEBA y terminó empatado 1 a 1 con goles de José Laguna por el lado de Argentina y José Alencar, en Brasil. Fue el cuarto partido de la Liguilla.

La primera victoria de la Albiceleste fue el año siguiente en Montevideo, cuando superó a Brasil 4 a 2, mientras que la primera victoria brasileña fue en la Copa de 1919 disputada en tierras cariocas con un resultado 3-1.

Luego de varios encuentros en primera fase, comenzaron a enfrentarse en partidos definitorios y que fueron muy importantes. Uno de estos partidos fue el de la Copa América de Chile en 1991, cuando Argentina le ganó a Brasil 3 a 2 en la fase final, coronando al equipo de Basile.

Otra partido icónico fue en la Copa de 1993, disputada en Ecuador, cuando se enfrentaron en cuartos de Final. Luego de empatar en tiempo regular, Argentina superó por penales a Brasil para, más adelante, ser campeón. En 1999 se volvieron a enfrentar en la misma fase y fue victoria de la Verdeamarela por 2-1, para finalmente consagrarse campeón.

Más allá de estos partidos, los dos más significativos fueron en el año 2004, en Perú, y en Venezuela 2007, ya que se cruzaron en las finales y en ambas ediciones se consagró Brasil.

Sociedades en equipo

Por Francisco Tomadín y Lautaro Velázquez

A lo largo de la historia, ha habido muchas sociedades dentro de la cancha entre jugadores argentinos y brasileros. Algunas, marcaron un antes y un después en el fútbol.

Palpitando un nuevo clásico sudamericano, repasamos algunos de los grandes dúos integrados por jugadores argentinos y brasileños que hayan compartido equipo en algún momento de sus carreras. Argentina y Brasil se enfrentarán en el estadio Mineirão en Belo Horizonte por las semifinales de la Copa América el martes 2 de julio, en una nueva edición de la rivalidad entre ellos.

El más recordado y laureado de todos es el conformado por Dani Alves y Lionel Messi, quienes fueron compañeros en Barcelona entre las temporadas 2008/2009 y 2015/2016, con Josep Guardiola como el entrenador que más les permitió lucirse. Juntos obtuvieron 23 títulos, de los cuales tres fueron UEFA Champions League, dos Mundiales de Clubes, seis Ligas Españolas, cuatro Copas del Rey, cuatro Supercopas de España y cuatro Supercopas de Europa.

El brasileño era el jugador con más asistencias a la Pulga en el conjunto “Culé” con 42 pases gol-antes de que Luis Suarez lo superara por uno en el empate 1-1 ante Valencia por la fecha 8 de La Liga en la última temporada-. La “Pulga” superó al lateral como el futbolista con más encuentros de la historia de La Liga con 423, disputando todos en el Barcelona.

El astro argentino también jugó con Ronaldinho, componiendo otra dupla que marcó un hito en la historia del club catalán, con una particularidad: Este dúo se formó cuando Messi daba sus primeros pasos como profesional. Entre los dos conquistaron cinco títulos, de los cuales fueron dos Ligas Españolas en la temporada 2004-2005 y 2005-2006, dos Supercopas de su país en los años 2005 y 2006 y la Champions League de la temporada 2005-2006, venciendo en la final al Arsenal con el holandés Frank Rijkaard como técnico.

El primero de Mayo de 2005, por la fecha 34 de la Liga Española, el rosarino anotó su primer gol oficial como futbolista ante Albacete, gracias a una brillante asistencia del “10” brasileño.Desde sus inicios en Barcelona,Messi creó un vínculo de amistad junto a “Dinho”, que sigue perdurando hasta la actualidad. “Como siempre dije, aprendí mucho a tu lado. Siempre te estaré agradecido por lo fácil que me hiciste todo cuando llegué al vestuario”, publicó Messi en su Instagram el 17 de enero de 2018, día en que su gran amigo decidió retirarse definitivamente del fútbol.

Otra dupla muy recordada que involucra jugadores argentinos y brasileños es la de Diego Armando Maradona y Careca, piezas fundamentales del Nápoli que pasó de ser un simple equipo de ciudad a una de las grandes potencias del fútbol de Italia.

Un año después que Maradona y sus compatriotas levantaron por segunda vez la Copa del Mundo en México, donde “Pelusa” marcó los dos goles más recordados de la historia como la “Mano de Dios” y el “Gol del Siglo” ante Inglaterra en cuartos de final, el volante brasileño llegó al club de Nápoles y jugó junto al astro para coronar una “Era de oro”.

Fueron cuatro temporadas exitosas en las que ganarían la Copa UEFA (actualmente llamada Europa League) ante el Stuttgart de Alemania en 1989, un subcampeonato de la Serie A aquel mismo año, un Scudetto y la Supercopa de Italia, ambos en 1990 -este último frente a la poderosa Juventus, venciéndola categóricamente por 5-1 (con doblete del brasileño)-. Fue el último año en el que Careca jugaría con el “Pibe de Oro”.

En esta Copa América 2019, están presentes dos figuras de una potencia de Inglaterra. Se trata de Sergio Agüero y Fernandinho, ambos jugadores del Manchester City deGuardiola. Empezaron a interactuar en la cancha juntos cuando el volante defensivo brasileño llegó en la temporada 2013/14, ya que el “Kun”, que es el máximo goleador de la institución con 231 goles, había arribado en 2011.

Ambos ganaron nueve títulos, con tres Premier League, cuatro Copas de la Liga, una Community Shield 2018, y la FA Cup que obtuvieron el mes pasado, días después de haberse coronado como los mejores de Inglaterra.

Será un encuentro lleno de pasión y mucho fútbol, donde el Mineirão presenciará a varios de estos cracks dejar todo en la cancha, luchando para ver quien obtendrá el boleto para definir la Copa América en el estadio Maracaná el próximo 7 de julio en Rio de Janeiro.

Caniggia, Brasil y ese gol que lo marcó para siempre

Por:Diego Yudcovsky y Valentín Irisarri

El gol de Caniggia a Brasil, sin dudas, marcó un antes y un después en la historia del fútbol argentino. Tanto que a día de hoy, casi 30 años después, se lo sigue recordando.

Le planteamos el siguiente desafío. Acérquese a la pantalla más cercana. Abra el buscador. Ingrese a YouTube. Escriba: gol de Cani… Automáticamente, casi por arte de magia, podrá visualizar el resultado de una búsqueda que conduce al mismo destino. Un gol, un partido y una victoria que marcaron un antes y un después de aquella epopeya.

La tiene Maradona en el círculo central contra Alemão. Escapa Diego. Se lleva la pelota Maradona, también contra Dunga. Ahí va Maradona, ahí va Maradona para Caniggia, ta ta ta…gol gol gol…”, narraba Víctor Hugo Morales en aquel épico partido en el Estadio Delle Alpi de Turín.

Pelotas en los palos, camisetas amarillas arrinconan a las celestes y blancas contra su propia valla como cerdo que es llevado al matadero y un bidón que nada tenía que ver con el desarrollo del juego, sellaron un resultado digno de una película de Hollywood. Ante semejante adversidad carioca, un petiso con rulos que superó su propia limitación física y un pájaro que escapó de su jaula lograron emular la historia de David contra Goliat.

El 24 de junio de 1990 se enfrentaron Argentina y Brasil por los octavos de final del Mundial que organizó Italia. En aquel encuentro, el campeón vigente se disputaba el pase a la siguiente ronda ante una selección que llegaba al mismo con figuras como Taffarel, Branco, Romário, Dunga, que brillaban a nivel mundial.

Durante el partido, el conjunto brasilero demostró una notoria superioridad en el juego. Generó numerosas ocasiones de gol que concluyeron en varios tiros en los palos y atajadas de Sergio Goycochea. Transcurrían los 35 minutos del segundo tiempo, cuando Maradona apiló cuatro rivales y filtró la pelota para que Caniggia amague al arquero y defina con su pierna inhábil al centro del arco.

El pitazo final del árbitro desató la locura, no sólo en los jugadores, sino también en millones de argentinos que fueron contemporáneos de dicha hazaña. Ésta, sigue siendo recordada a lo largo de los años, como un hito que selló la carrera de Claudio Paul Caniggia en la Selección y la historia de los enfrentamientos entre argentinos y brasileros.

Las mayores goleadas del Superclásico sudamericano

Por Alejandro Alfonzo y Axel Ayala

Argentina y Brasil mantienen una rivalidad futbolística que se ha iniciado prácticamente desde los comienzos del fútbol en América del Sur. Ambos países tuvieron y tienen jugadores considerados los mejores del mundo, como lo son: Diego Maradona, Lionel Messi, Pelé y Neymar Junior, entre otros.

El primer encuentro entre ambas selecciones se disputó el 20 de septiembre del 1914, con resultado favorable para la albiceleste por tres goles a cero. De esta manera comenzaba el denominado Superclásico de las Américas o Superclásico sudamericano, el cual hoy tiene 105 partidos realizados.

Al ser un ansiado cotejo por los aficionados, las goleadas tienen una mayor repercusión, destacando y pasando a la historia del prestigioso enfrentamiento. Por parte de la selección brasilera, resaltan tres victorias, siendo todas estas en torneos no oficiales.

La primera de ellas fue por 6 a 2 en la Copa Roca de 1945. El partido se disputó el 20 de diciembre del mismo año, ante la mirada de 50.000 espectadores, quienes presenciaron las anotaciones de Leónidas Da Silva, Chico, Zizinho, Heleno de Freitas y Ademir Menezes, en dos ocasiones. Adolfo Pedernera y Rinaldo Martino marcaron para Argentina.

El 12 de julio de 1960 el campeón del Mundial de Suecia 1958, con un joven y deslumbrante Pelé, goleó por 5 a 1 a su máximo rival en la Copa Atlántico de 1960, competición amistosa. El Maracaná fue testigo de los tantos de Pelé, Chinesinho, Délem y Pepe, quien marcó por duplicado.

Tras consagrarse campeón por segunda vez en su historia en Chile 1962, la Verdeamarela se enfrentaba en Río de Janeiro al seleccionado argentino en la Copa Roca 1963. El resultado fue un contundente 5 a 2 con una gran actuación del líder de ese equipo, Pelé, que se lució con tres goles, mientras que su compañero Amarildo se encargó de anotar otros dos. Fernández y Rodríguez habían convertido para los visitantes.

Por el lado de Argentina, las mayores goleadas ante los brasileros se produjeron en la Copa Roca entre los años 1939 y 1940.

La victoria más abultada en favor de la albiceleste ocurrió un 5 de marzo de 1940, en el estadio de San Lorenzo. Con Guillermo Stábile como entrenador, el seleccionado consiguió un histórico triunfo por 6 a 1, con una actuación sobresaliente de Carlos Peucelle, que marcó por triplicado. Herminio Masantonio anotó dos y Emilio Baldonedo sumó uno a su cuenta.

El estadio Sao Januario de Río de Janeiro presenció un resultado apabullante a favor del visitante. Fue un contundente 5 a 1 para humillar a una canarinha que había quedado tercera en el Mundial de Francia 1938. Dos goles de Herminio Masantonio, otros dos de José Manuel Moreno y un gol de Enrique García completaron la increíble victoria de Argentina.

Doce días después del histórico triunfo 6 a 1 en el estadio de San Lorenzo, el local volvería a ganarle de manera abultada a la selección de Brasil. En esta ocasión, el triunfo se apreciaría en Avellaneda. Baldonedo en dos ocasiones, Masantonio, Peucelle y Cassan serían los encargados de anotar los tantos para los dirigidos por Stábile. Da Silva descontó para Brasil.

Brasil bajo presión, por penales a la semifinal

Por Valentín Irisarri

En Porto Alegre pasó el famoso fantasma denominado Maracanazo y se detuvo por unos cuantos minutos a presenciar el partido entre Brasil y Paraguay. Se acercaba el pitazo final del árbitro Eugenio Tobar y cada vez resonaba más fuerte sobre el verde césped. Entre las 23.24 y las 23.33, minutos entre el final del encuentro y los penales, el pequeño gran espíritu merodeó muy cerca de cada jugador, cuerpo técnico e hinchas que nacieron en tierras brasileras. El fantasma se esfumó cuando Gustavo Gómez pateó el primer penal para el conjunto Albirrojo pero volvió a aparecerse para empujar la pelota que ejecutó Roberto Firmino afuera del arco en el cuarto tiro.

Todas las ocasiones de gol que generó Brasil no fueron suficientes para quebrar el 0. El palo, las manos del ex arquero de Racing Roberto Fernández y la mala puntería de los jugadores verdeamarelos hicieron que haya que extender el partido ante el máximo sufrimiento –y mayor disfrute de los neutrales- habido por haber en los partidos definitorios “mano a mano”: los penales.

CONMEBOL decidió quitar el tiempo suplementario en los cuartos de final –si lo habrá en caso de ser necesario en las siguientes instancias- para que los jugadores no se desgasten físicamente y puedan provocarse lesiones musculares. Esto favoreció al seleccionado comandado por Eduardo Berizzo, que todo el encuentro decidió defenderse cerca de su arco, y aún más cuando a los 57 minutos se quedó con un jugador menos debido a la expulsión del defensor Fabián Balbuena –el árbitro Roberto Tobar había cobrado penal y luego de revisar el VAR decidió dar tiro libre-.

El estadio Arena do Gremio era un olla de presión. Los más de 45 mil espectadores brasileros no podían creer la resistencia paraguaya y hasta temieron una similitud con aquella definición en el Estadio Ciudad de La Plata en la Copa América 2011, donde Paraguay eliminó a Brasil por penales tras una exótica definición 2-0 luego de fallar siete penales entre los dos equipos. 

Pero no fue así. Willian sacó ventaja luego del tiro errado por parte de la Albirroja, al igual que Marquinhos y Philippe Coutinho en cada penal brasileño. Miguel Almirón, Bruno Valdez y Juan Rojas empataban la serie transitoriamente para Paraguay. Hasta que llegó el turno de Firmino. El recientemente campeón de Europa desvió su tiro para ponerle suspenso a la definición. Las pocas caras que se hicieron presentes en las tribunas por parte del equipo de Berizzo cambiaron rotundamente y se llenaron de ilusión, aunque duró poco. Llegó el turno del quinto penal en los pies de Derlis González –de un magnífico partido en los 90 minutos- pero le pegó mordida a la pelota y salió a unos cuantos centímetros del arco que custodiaba Alisson.

Gabriel Jesús volcó toda la experiencia adquirida en el último tiempo pese a su juventud y sentenció el último penal para expulsar al fantasma Maracanazo y aliviar al pueblo brasilero que se ilusiona con volver a levantar la Copa luego de 12 años. Enorme es poca, la presión que tiene la selección dirigida por Tite por ganar un título en sus tierras, ya que no lo logra desde la Copa América 1989.

¿No importa en qué cancha juguemos?

Por Carolina Jurczyszyn

La pelota picando llegando a los pies de Lionel Messi a los 72 minutos contra Catar hizo resurgir las críticas hacia el estado de los campos de juegos de esta Copa América.

Los cuestionamientos de jugadores y entrenadores se han hecho oír frente a los micrófonos de los periodistas. Lionel Scaloni se ha expresado, tanto en el debut de Argentina como en el último partido de la fase de grupos sobre este tema. “Me parece lamentable el estado de la cancha”, respecto al campo del Arena Fonte Nova. “Recalco el tema del césped, no se puede jugar así”, afirmó el entrenador argentino luego del encuentro con Catar.

La cancha no estaba muy buena para jugar. Todas en las que jugamos (Arena Fonte Nova, Arena do Gremio y el Mineirão) estaban muy mal”, haciendo sentir su descontento hacia un torneo que luce plateas vacías.

Sin embargo, desde el Comité Organizador emitieron un comunicado en el cual se manifiesta que “el césped del Arena Fonte Nova está en excelentes condiciones, atendiendo todos los requisitos como la altura del corte, traza, humectación, compactación y resistencia”.

Luis Suárez y Diego Godín también admitieron su malestar sobre el terreno donde se disputarán dos encuentros de los cuartos de final.

“Nosotros no somos un equipo de tiki-taka y de jugar por abajo, por lo que obviamente no es una excusa, pero los estadios y las canchas no están en un buen estado”, admitió el delantero uruguayo.

Por su parte, Edinson Cavani dijo que “no estamos jugando en potreros sino en los estadios de grandes equipos, en los que se disputa uno de los principales campeonatos del mundo”.

Medios españoles como Marca y Mundo Deportivo publicaron artículos en donde las figuras de la Liga expresan la realidad que se vive en Sudamérica.

Entonces, ¿por qué en Sudamérica nos acostumbraron a esto mientras que en Europa el césped es de primer nivel?

Como consecuencia, los futbolistas, las cuales son estrellas en sus clubes, pueden sufrir lesiones ya que el campo de juego no está en óptimas condiciones.

La administradora del estadio del Gremio ha culpado al clima y a la frecuencia con la que los combinados han jugado en ese terreno.

En 2016 la Copa América y la Eurocopa se disputaron al mismo tiempo, ya que el certamen sudamericano a nivel selección se realizó excepcionalmente por cumplirse 100 años desde su creación. Fue entonces cuando surgieron las comparaciones.

Diez países son miembros de la CONMEBOL frente a los 55 que pertenecen a UEFA. Cada vez es mayor la diferencia económica entre ambas, debido a que, en sus torneos más relevantes, Copa Libertadores y Champions League, los finalistas reciben seis millones de dólares y 15 millones de euros, y cuatro si se consagran campeones en Europa, respectivamente. Eso hace al viejo continente más importante a nivel económico.

Muchos factores se miden para hacer una comparación entre un torneo que se inició en 1916 y el otro en 1960. Con una nueva edición de Copa América el año que viene volverán a surgir las comparaciones entre las competencias más importantes a nivel de selección. El campeonato sudamericano se disputará en Argentina y Colombia, en dos grupos de seis equipos agrupados en Zona Sur y Zona Norte y los combinados invitados serán Australia y Catar.

Las Leonas rugen con fuerza en Francia

Por: Santiago Carrodeguas

El planteamiento de Noruega fue suicida. Casi desconociendo las virtudes del rival, olvidó lo que había aprendido de la derrota ante Francia en la fase de grupos y dejó muchos espacios en los laterales para jugar ofensivamente. Fue un intento fallido, una ilusión que duró solo tres minutos hasta que Lucy Bronze y Nikita Parris conectaron y Jill Scott, mediocampista del Manchester City, abrió el marcador.

El dominio inglés a partir de ese momento fue absoluto. Las nórdicas intentaron presionar a la defensa rival pero fueron humilladas por Stephanie Houghton, la capitana de las Three Lionesses, quien fue expeditiva en defensa y precisa para sacar el balón hacia Bronze para que iniciara el ataque.

Por otra parte, Parris siguió dandole problemas a Kristine Minde, la lateral por izquierda de las Gresshoppene. No siempre precisa a la hora de la definir, la extrema por derecha del City si lo fue a la hora de asistir a Ellen White para que aumentara la ventaja. White ya le había hecho el segundo a Japón, Escocia y Camerún.

Luego del entretiempo, Noruega recuperó la cordura y se replegó hasta lograr un contraataque que le permitiera descontar el 0-2. Ahí fue cuando Inglaterra demostró sus debilidades en defensa, especialmente por el sector de Demi Stokes, la marcadora de punta izquierda que entró en reemplazo de Alex Greenwood, pero que las dirigidas por Martin Sjögren no pudieron aprovechar.

Lucy Bronze, como si le faltara algo a su partido estelar, remató fuerte, alto y al medio luego de que Beth Mead se la pasara en un tiro ligre y sentenció el partido. Inglaterra incluso tuvo un penal a favor pero Parris, como si le quedaran recuerdos del que le atajó Vanina Correa, volvió a fallar.

 

Análisis Táctico: La previa de Argentina – Venezuela

Por Roberto Aboian

El Maracaná será el escenario en el cual se enfrentarán la Argentina y Venezuela por los cuartos de final de la Copa América. Ambos combinados llegan a esta instancia de menor a mayor, terminando en el segundo lugar de sus respectivos grupos. Si habláramos de favoritismos, la Albiceleste es por historia quien debería ser la vencedora, pero si nos referimos a la actualidad, puede ser para cualquiera.

Venezuela es una selección que basa sus fundamentos en el orden, la solidaridad entre líneas, el contragolpe y la maximización de los momentos con la posesión del balón. Un conjunto que suele formar 4-3-2-1 con Salomón Rondón como su máxima referencia en ataque. El delantero del Newcastle mezcla potencia, físico y velocidad en su juego, características que lo hacen letal frente a las defensas. Aporta en el funcionamiento colectivo aguantando los pelotazos y arrastrando marcas para que los volantes interiores puedan pasar al ataque.

En defensa, forman un 4-1-4-1 usando a sus extremos como volantes por afuera. Estos realizan la tarea del ida y vuelta constante, estando muy atentos para salir de golpe en un rápido contraataque como también para reubicarse en la línea defensiva. El jugador clave en esta instancia es el volante central Júnior Moreno, quien tiene como su capacidad fundamental la polivalencia en el sector defensivo. El mediocampista del D.C United se destaca en sus relevamientos para tapar los distintos huecos que generan los equipos rivales al atacar. Suele ubicarse como un tercer central más, aunque también se lo ve cubriendo las zonas laterales cuando los carrileros, por marcar a algún jugador rival, dejan la zona liberada.

En situaciones donde Venezuela tiene que defenderse, se puede apreciar la contracción que sufre en lo que se refiere a la distancia desde su primera línea hasta la última. Aproximadamente 17 metros es lo que ocupa el conjunto venezolano a la hora de replegarse. Su máxima virtud en este caso es cerrar los caminos por adentro mediante un marcaje pegajoso a los volantes interiores y delanteros del equipo rival, para que el volante generador de juego no pueda recibir y hacer lo suyo. Este tipo de movimientos incita la lateralización del balón por parte del rival, para intentar generar los espacios por las bandas.

Otra cuestión relacionada a lo anterior es el constante movimiento en el cual se encuentra el seleccionado dirigido por Rafael Dudamel. Siempre hay una opción de pase visible, al menos para recibir y devolver. En los momentos que tienen la posesión, distribuyen la pelota con suma paciencia triangulando hasta encontrar el pase que pueda abrir el juego y dirigirse hacia el arco rival.

El punto débil de Venezuela es su línea defensiva. Buscan contrarrestar esta fragilidad mediante la superioridad numérica y, a su vez, con los relevos. Sin embargo, con superar a la defensa no alcanza del todo, dado que en el arco se encuentra Wuilker Fariñez. El guardameta de 21 años que actualmente milita en Millonarios es, seguramente, uno de los arqueros juveniles de mejor nivel de Sudamérica. No es alguien que esté dotado con el juego con los pies, pero a lo que se refiere de tapadas, gracias a su gran velocidad de reacción, lectura y fuerza de piernas, hace que se deba rematar con mucho más criterio para vencerlo.

Argentina de cara a este encuentro deberá aprender de los errores cometidos en los partidos anteriores. Considerando la superioridad numérica que buscará Venezuela en defensa, sería ideal jugar con Sergio Agüero y Lautaro Martínez desde el inicio del encuentro para comprometer de entrada a los dos centrales venezolanos con la marca, que los laterales se tengan que cerrar (evitando así una posibilidad de amplitud en ataque por parte de los mismos) y preocupar a Moreno con lo que suceda a sus espaldas. Con respecto a esto, para este partido parece más apto Marcos Acuña que Giovani Lo Celso, por una cuestión más referida a la llegada hasta la última línea por ambas bandas (obviando la titularidad de Rodrigo De Paul por derecha).

El conjunto de Lionel Scaloni debe tener como máxima la idea de estar en constante movimiento. La estaticidad del mediocampo en ataque, como se observó ante Catar, tiene que ser la mayor enemiga del plantel. Ante la superioridad numérica antes mencionada, quedarse inmóvil es sinónimo de perder la posesión de la pelota y un inminente contragolpe por parte de los venezolanos.

La zaga de centrales deberá estar muy atenta con el marcaje a Rondón. Los errores, en estos casos, son casi gol, considerando la capacidad del delantero Vinotinto.

La gran carta que tiene actualmente la selección nacional es Lionel Messi. El rosarino, que viene teniendo una Copa América bastante ordinaria, puede tener su escenario ideal para explotar sus capacidades en beneficio del equipo. Dejar a jugadores en el camino, como lo suele hacer, desencadenaría un desorden en la defensa venezolana que generaría los espacios para ser aprovechados.

El último antecedente entre estas dos selecciones se remite a marzo de este mismo año en territorio español, en donde Venezuela venció categóricamente a la Argentina por 3-1. La Vinotinto anuló a la Selección Nacional con las mismas características antes mencionadas.

La gran evolución de Venezuela no es casualidad y hay un nombre detrás de todo esto que es Rafael Dudamel. El ex arquero arrancó su camino dirigiendo el Sub17 y gracias a los constantes buenos resultados, fue subiendo hasta llegar a la mayor. Estas grandes actuaciones, como el segundo puesto en el Mundial Sub20 del 2017, tienen sustento en un proyecto que mezcla jóvenes talentos con el orden y una filosofía de juego basada en la solidaridad en sus líneas. Claro está, que la Selección Venezolana está en muy buenas manos.

Ada Hegerberg: una noruega revolucionaria con acento argentino

Por Francisco Rodríguez

¿Qué hubiera pasado si, en ánimo de protesta, Lionel Messi no participaba del último Mundial? ¿Qué sería de nuestra historia futbolística si Maradona hubiese hecho lo mismo en el ‘86? Serían hechos dignos de recordar por siempre. Así fue cuando Johan Cruyff decidió no presentarse en Argentina ‘78, debido a que el país estaba bajo la peor dictadura cívico-militar de su historia. Hoy, Ada Hegerberg, la primera mujer en ganar el Balón de Oro, se anima a reclamar por lo que le pertenece. Tanto a ella como a todas las mujeres.

El 18 de junio de 1995, Noruega se consagraba campeona del Mundial de Suecia. A nadie se le ocurriría por aquel entonces que, tan solo 40 días después, en Molde -una ciudad costera de difícil acceso en el país nórdico- iba a nacer una delantera revolucionaria con algunas cositas argentas. No las lleva en la sangre, pero si en sus formas.

La joven de 23 años es una máquina de hacer goles. Es certera, pivotea muy bien y aparece siempre en el área cuando nadie se la espera. Tiene ese mismo olfato y optimismo goleador que Martín Palermo, pero también una potencia comparable a la de Gabriel Batistuta.

Su pasión por el fútbol comenzó de pequeña, en los clubes de la zona, cuando todavía no había llegado a su metro setenta y siete de altura. Desde entonces, no paró de destacarse: Debutó en el Kolbotn noruego a los 15 años y, con apenas 18, vistió la camiseta de su país por primera vez. Luego del subcampeonato en la Eurocopa 2017, su carrera despegó: el hegemónico Olympique de Lyon contrató a la joven estrella. Con el equipo francés consiguió seis títulos locales, tres Champions League, y contando…

Sin embargo, fue en 2015 cuando comenzó a romper con lo preestablecido. Ada recibió el premio a la mejor futbolista de Noruega, galardón que hacía 20 años que una mujer no lo ganaba. Igualmente, su lucha continuó: debido a la desigualdad entre hombres y mujeres por cuestiones puramente de género, se alejó de la selección luego de la eliminación en la Euro 2017.

Su decisión produjo un cambio inmediato en su país: la Federación Noruega de Fútbol y el sindicato de futbolistas firmaron la igualdad de salario entre mujeres y hombres. Sin embargo, el reclamo de Ada va más allá del dinero. Ella se refiere a las diferencias en la preparación y la infraestructura. En otras palabras, de la forma en la que son tratadas, con menos profesionalismo que a los hombres.

Por otro lado, hoy su selección está en los Cuartos de Final del torneo más preciado, el que todos los jugadores y todas las jugadoras sueñan con ganar. Por eso, no hay que olvidar que, más allá del buen andar de su país, Ada no se conforma. Nada es más importante que su lucha por los derechos de las mujeres. Ni sus títulos con el Lyon, ni su exorbitante cantidad de goles (293 en 320 partidos a nivel clubes y selección), ni siquiera la Copa del Mundo.

Su forma de pensar recuerda a Marcelo Bielsa. Al igual que el rosarino, Ada parece que siempre está dispuesta a jugársela más que el resto: “Sé lo que quiero y conozco mis valores, por lo tanto es fácil tomar decisiones difíciles cuando sabes cuáles son las ambiciones y cuáles son los valores que defiendes. Se trata de ser sincera, de ser tú misma“.

Pero los parecidos no se acaban, Ada personifica a Macarena Sánchez, ya que tomó la posta de la lucha por los derechos de las futbolistas, sin importar las consecuencias que esto podría generar en su carrera. “Es muy importante que se haya creado una categoría para las mujeres en el Balón de Oro, por eso quiero acabar con un mensaje a todas las jóvenes: crean en ustedes, no paren nunca“, dijo la delantera cuando la nombraron como la mejor futbolista del momento.

Ada es una noruega revolucionaria con acento argentino que busca cambiar el mundo. Tiene la potencia del Bati, el olfato del gol de Palermo, los valores de Marcelo Bielsa y el sacrificio y la persistencia de Macarena Sánchez. Juega como unas pocas elegidas, pero piensa como todo un colectivo de mujeres que pelea por la igualdad.