jueves, mayo 15, 2025
Home Blog Page 140

La marginación del deporte paralímpico: cosa de nunca acabar

Por Yanella Palacios e Iván Haz

Se postergaron los Juegos Olímpicos 2020 por el coronavirus, pero no fueron los únicos. A la par, también se vio afectado todo el deporte paralímpico, del cual muy poco se habla.

En una coyuntura como la actual, es aún más notoria la desinformación a la sociedad por parte de los medios de comunicación. Que sólo se tome la suspensión de los Juegos Olímpicos como eje principal y prácticamente se deje de lado a los deportes adaptados es un claro ejemplo.

Al hacer menos énfasis en este tipo de competencias, es lógico que haya mucho más conocimiento sobre aquellos que no padecen ningún tipo de discapacidad. Hernán Barreto tiene 29 años y representa a Argentina en atletismo. El medallista de bronce en los Paralímpicos de Londres y Río de Janeiro opinó al respecto: “El deportista de esta clase no vende tanto como el convencional. A estos la televisión les da el espacio que a nosotros no y, debido a eso, gozan de una mayor visualización”.

Sin embargo, esto no solo pasa en nuestro país; hay otras naciones que también invisibilizan a sus atletas. Alberto Seoane, español de 32 años que se destaca en tenis de mesa, expresó: “Se necesita una mayor difusión en televisión y que las competiciones sean puestas en directo. Es un problema del deporte minoritario en general, no solo del paralímpico”. También afirmó que las cadenas privadas hacen caso omiso a los pedidos de difusión.

Las particulares de los torneos en deporte adaptado no los hace menos que ningún otro certamen. Sin embargo, casi nadie debate sobre cómo salió un partido de Los Murciélagos (Selección Argentina de fútbol para ciegos), pero sí sobre los encuentros del torneo local. Acerca de esto, Barreto aseguró: “No me siento muy lejos de un deportista que no sufre incapacidades físicas. Gané tres medallas paralímpicas y cuatro panamericanas”.

Una de las complejidades que tienen los atletas son los traslados, ya que todos ellos requieren un equipamiento adicional al de cualquier otro: va desde sillas de ruedas, alguna pieza ortopédica; hasta una segunda maquinaria, en caso de que haya una ruptura y sea necesario reemplazarla.

Hay situaciones en las que la discriminación es evidente, pero en otras suele pasar desapercibida: así sucedió con Gustavo Fernández, que el año pasado por medio de una carta anunció que no iba a participar en los Premios Olimpia ya que sintió que hicieron una diferenciación al haberlo nominado en la terna de deporte paralímpico, en lugar de tenis en general. Así lo exteriorizó: “Poco importa lo que hagamos como deportistas; siempre se nos mide con una vara distinta (…). Sin importar cuanto trabajemos para mejorar, para evolucionar, para crecer en cualquier aspecto de nuestro deporte, nunca vamos a pasar la barrera que se genera socialmente pura y exclusivamente por la discapacidad”.

Por otro lado, en una entrevista para “El Economista”, Mónica Guadalajara, directora de Marketing de Ottobock, empresa que fabrica prótesis, aparatos ortopédicos y ortesis entre otros elementos, explicó que el problema para que los competidores del deporte adaptado consigan patrocinadores es la falta de exposición y que esto “va más allá de cuestiones deportivas”. Guadalajara afirmó: “La sociedad no vela por las personas con discapacidad. Antes de comenzar los Paralímpicos de Río 2016 sólo se había vendido el 12% de las entradas a pesar de que costaban 3 dólares”.

Habrá mucho trabajo por hacer en el “mundo paralímpico” para que éste se ponga a la par de los otros deportes. Lo que buscan es la misma visualización e interés que tienen sus colegas convencionales; pensar en eso actualmente es casi imposible.

La difusión del deporte adaptado, la gran deuda mediática

Por Tomás Lucero y Tomás Tesoriere

Los Juegos Paralímpicos siempre fueron un tema tabú dentro de los medios de comunicación y solo algunos pocos se toman el trabajo de mostrarlo. Varios atletas, además de dedicarse al deporte, son periodistas y, desde ese lado, explican la escasa importancia que le dan las grandes emisoras y cómo se sienten al respecto.

“Es real que somos una minoría y es difícil visibilizar una de ellas”, afirma Pablo Ferro, jugador de tenis de mesa adaptado y periodista deportivo. “Lentamente en los últimos años se le ha dado un empuje al deporte paralímpico, es un trabajo de hormiga, muy difícil, pero se está avanzando”, agrega.

Del mismo modo, Ferro asegura que un gran problema que genera el ínfimo reconocimiento a estas disciplinas es la falta de información para jóvenes que quieran acercarse a practicarlas: “Me gustaría una mayor difusión porque hay muchos chicos que podrían participar. Cuanta más gente se acerque al deporte adaptado, va empujar a una mayor visibilización. Yo llegué de casualidad y tarde. Por eso, a veces me pregunto: ¿cuántos chicos se pudieron haber acercado y no lo hicieron porque no lo conocían?”.

Además, el jugador de tenis de mesa ratifica que otro inconveniente que tienen los periodistas de los grandes medios es que en su formación no estudiaron nada relacionado al mundo paralímpico: “Nunca tuve una materia sobre el deporte adaptado. Quizás lo mencionamos, pero estaría bueno desarrollarlo en profundidad para que también los que lleguen a medios masivos lo conozcan y lo lleven ahí”.

Otro ejemplo es Matías Salvat, arquero de la Selección Argentina de fútbol con parálisis cerebral y periodista deportivo, que reflexiona: “Al deporte paralímpico no se le da la importancia que merece. Los medios por un tema económico o porque piensan que no le interesa a la gente, no lo transmiten. ¿Cómo sabés si algo te gusta o no, si no lo podés ver?”.

El representante de la Selección cuestiona: “¿Por qué los medios creen que no interesa el deporte paralímpico? ¿Porque lo ven y no les gusta o porque realmente no lo conocen? Cada vez que puedo muestro imágenes de mis partidos, todos quedan sorprendidos porque esperan otra cosa, algo más amateur… ¡los jugadores somos atletas!”.

Salvat, desde su rol como comunicador, aclara que los grandes difusores del deporte, tales como Tyc Sports, al momento de comprar los derechos de los Juegos Olímpicos también lo están haciendo con los Paralímpicos, por lo que demuestran un gran desinterés al no transmitirlo.

En su última participación oficial, la Selección Argentina de fútbol adaptado obtuvo la medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos. TyC Sports había transmitido los Panamericanos enteros y a la hora del deporte adaptado, dieron un paso al costado y dejaron solamente a Deportv: “Poniéndome también en el rol de periodista me dio una bronca gigante, te hacen sentir menos que otros”, reflexiona Salvat.

En el mismo sentido, explica que los más afectados al no ser transmitidos los partidos son los parientes: “En la mirada como deportista, no me interesa, nunca busqué el reconocimiento de nadie. Igualmente, en algunas cosas genera cierto enojo, porque ves los Juegos Olímpicos y toda la trascendencia que se le da. Después nos toca a nosotros y la familia está expectante, nos dicen que no pudieron ver el partido o no saben nada, a ellos les molesta más que a nosotros”.

El arquero todavía tiene fe de que en algún momento esto cambie. “Imagino que en el futuro se le va a dar más importancia, aunque la misma no creo”, agregó. Será una lucha constante para obtener el reconocimiento que se merece cualquier disciplina en la que se represente al país. Quedan muchos pasos por dar, pero el deporte paralímpico llegará algún día al lugar que debe estar.

Duncan Thomas es otro jugador de la Selección de fútbol adaptado que también se egresó de periodista deportivo. “Es una realidad que el deporte paralímpico no genera ingresos. Es cuestión de luchar por el reconocimiento”, declara.

El jugador compara la situación de los Paralímpicos con la del fútbol femenino: “Estuvo apartado durante mucho tiempo y tras años de lucha pudo ser profesional y llegar a la difusión en gran medida. Falta para que nos pase lo mismo, pero se logró mucho”.

Thomas cree que una solución para este problema va más allá de los medios, ya que debería educarse a toda la sociedad: “El Estado tiene que explicar qué es un deporte Paralímpico. No tiene sentido difundir si la gente no sabe lo que es”.

El coronavirus es un antes y un después en la historia de la humanidad, por lo que la mayoría de los países se vio afectada por la pandemia. Ante esto, los distintos gobiernos decretaron la cuarentena obligatoria de la población y la interrupción de casi todas las actividades, entre ellas, las deportivas. Por primera vez un Juego Olímpico y un Paralímpico se ven suspendidos por motivos ajenos a una guerra, pero los medios de comunicación le quitaron importancia a estos últimos. Como definió Pablo Ferro: son una minoría y hay que luchar por ella.

Los otros atletas: la tarea del guía, que compite por sus propias medallas

Por Matías Cavallero

A más de 3000 kilómetros de distancia de su tierra natal, un grupito de soñadores sonreían al unísono. Todos portaban, con orgullo, el símbolo argentino en su indumentaria. Y además, casi que de yapa, a los colores celeste y blanco los acompañaban unos matices brillantes: a las medallas de plata y de bronce no se las quitaba nadie. En los Juegos Parapanamericanos de Lima 2019, Trinidad Coppola –salto en largo- y Candela Cerrudo -100 metros levantaron su presea de bronce. Las de plata quedaron para Jonathan Marín y Florencia Romero –lanzamiento de bala-. Sin embargo, estos atletas con una discapacidad visual que, en condiciones normales, no les permitiría competir, cuentan con una ayuda inconmensurable. Los guías los acompañan durante sus travesías y, a lo largo del recorrido, los siguen a la par, buscando superar marcas.

Desde Londres 2012, los compañeros de ruta de los deportistas ciegos también reciben su respectiva medalla en caso de subirse al podio. En la selección argentina de atletismo paralímpico, cinco guías comparten un largo proceso con nueve competidores de diversas disciplinas. Juan Manuel Jasid, acompañante de larga experiencia en torneos de deporte adaptado y que forma parte del combinado nacional, se compenetra con los atletas al máximo, en un acto de amor dentro y fuera de la pista.

“Yo comencé siendo un atleta convencional. Allá por el 2014 estaba por retirarme y se me acercó el entrenador nacional de atletismo para ciegos, y me ofreció la oportunidad de ser guía. En ese momento, sabía que aquello existía pero no de manera competitiva. Así que al principio lo dudé, pero me invitó a hacer una prueba. La verdad es que me fascinó. Lo que más me sorprendió es que, lejos de lo que yo creía, que era una actividad social y recreativa, era un entrenamiento de alto rendimiento”, comenta, rememorando sus comienzos en una actividad que escasea.

Por más que para ellos el contacto físico no está permitido, la conexión se produce igual y la importancia de la empatía es crucial: “En sí la función del guía es ser el acompañante del atleta ciego, ya sea en los entrenamientos como en las competencias. Nosotros servimos, principalmente, de orientación. Además somos entrenadores, así que los corregimos técnicamente y los preparamos físicamente. Nosotros no podemos serles más de ayuda que a partir de la orientación, no podemos ni empujarlos ni traccionarlos. Tampoco podemos cruzar la línea de llegada antes que ellos. Son todas situaciones de descalificación”.

La cuestión se complejiza a la hora de aplicar sus conocimientos en la pista o en el terreno. En todas las competiciones que abordan esta disciplina, se utiliza la técnica de espejo, la cual conlleva una gran dificultad: “Consiste en correr uno al lado del otro con dos características: cuando el atleta apoya el pie izquierdo, nosotros tenemos que apoyar el pie derecho, y viceversa. Lo mismo con el braceo. La segunda característica es que estos movimientos tienen que ser simultáneos; los apoyos tienen que ser al mismo tiempo. Si vos nos vieras de costado, deberías ver una sola silueta. Obviamente eso es el ideal”.

El objetivo principal radica en que, cuanto más fluidos sean esos apoyos y esa sincronización, haya menor pérdida de velocidad: “El entrenamiento está principalmente abocado a maximizarlos”. Sin embargo, para conseguirlo, son necesarias varias sesiones de entrenamiento que, por su periodicidad, se convierten en un estilo de vida. “Lo hacemos seis veces por semana durante tres o cuatro horas por día. Llegamos a un nivel en el que lo tenemos bastante aceitado”, analiza el ex deportista convencional.

“El entrenamiento es a la par. Lo que hacemos es complementario. El guía siempre debe tener un margen de rendimiento con respecto al atleta. Nosotros no podemos ser más lentos que ellos, porque los perjudicamos, pero sí hacerlo con un poco más de velocidad para bancarnos el máximo esfuerzo. Hay que estar atentos y tener la capacidad de observación y ubicación para que, si estás muy cansado y con fatiga extrema, lo puedas hacer igual”, explica Jasid.

Bruno Zanacchi, guía que ha participado en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 y de Lima 2019 con la selección argentina, hace énfasis en el aprendizaje mutuo, que no solo se limita a lo que ocurre dentro del circuito: “Es increíble cómo ellos pueden manejarse en la vida cotidiana, se adaptan a lo que tienen. Nosotros nos creamos problemas que tienen solución e inmediatamente los atletas, que son los que tienen una discapacidad, nos muestran el camino”.

La pandemia del coronavirus frenó, por el momento, las aspiraciones del elenco albiceleste de repetir las buenas actuaciones parapanamericanas en una competición más trascendente: “El gran objetivo este año eran los Juegos Paralímpicos de Tokio, pero será hasta el año que viene. La cuarentena se vuelve complicada porque no nos podemos encontrar. De todas maneras, los chicos tienen una rutina que hacen en sus casas para que mantengan su estado físico. No pueden salir a correr porque no estamos a su lado. Nosotros también seguimos una preparación física general”.

“En Argentina no hay muchos guías. Sé que hubo un par de ONGs que ayudan a los corredores de calle. En general los que acompañan, en esa iniciativa, son runners, pero no a los maratonistas, sino a los amateurs. Nosotros, que somos corredores de pista, somos pocos. Por lo general, los que hacen de guía cuando los atletas son chicos es el profe de educación física o un familiar. Si el atleta va mejorando, va a requerir un guía que haya sido atleta”, aseguran ambos sobre el poco desarrollo de su actividad en el país.

Jasid resalta lo fundamental de su papel y remarca lo inigualable de su nexo con los deportistas: “La relación trasciende lo deportivo. Somos grandes confidentes luego de tantas horas del día pasándola juntos. Hay una gran relación humana. Llega un punto en que todo se vuelve difícil porque para los atletas es importante lo que hacen, ellos reciben una beca. Eso hace que los niveles de estrés y nervios vayan subiendo en algunas competencias. Nosotros, que en su mayoría somos profes de educación física, tenemos que saber llevar esas cuestiones”.

Debido a estas aristas, amplía el acompañante, funcionan como “guías, entrenadores, y hasta una especie de amigos”. Su lazo es tan particular que resulta complejo encontrar similitudes con otras actividades. Aquel mundo tan vasto, de todas formas, favorece la aparición de nuevos participantes y reproduce valores tan importantes como la solidaridad, el compañerismo y el trabajo en equipo.

El guía Ignacio Pignataro, que también forma parte del combinado nacional, añade la relevancia de “construir un vínculo” antes de pasar al plano estrictamente deportivo. “Tenemos que generar la confianza suficiente como para que el atleta confíe en su seguridad y en su integridad física”, expresa. Destaca el rol del entrenador como colaborador, e insiste en la necesidad de ponerse en el mismo lugar que el deportista: “El respeto tiene que ser algo natural, de pares; de otra manera, se transforma en lástima. Eso muchas veces se malinterpreta y se sobreactúa; hacer sentir al competidor como ‘pobrecito’ sería mostrarnos como mejores que ellos, y no es así”.

El club de los 700

Por Agustín Segura

El fútbol es el deporte más popular del mundo y se estima que más de la mitad de la población mundial es seguidora de este juego. Además, hay un total de 265 millones de personas que lo juegan de forma reglada en la actualidad, según una encuesta efectuada por la FIFA entre sus 207 asociaciones miembro.

Sin embargo, es la minoría la que se destaca y logra convertirlo en un trabajo único para vivir. Este número hay que reducirlo a siete si pensamos en goleadores que lograron llegar a la marca de 700 goles convertidos, a lo largo de la historia del deporte, que se reglamentó por primera vez en Inglaterra en 1863, a través de la Football Association (FA), la primera asociación del fútbol.

1Josef Bican (1913-2001)

Es el máximo goleador de la historia con 805 goles en 530 partidos, aunque las estadísticas no son muy fiables ya que datan entre 1931 y 1955. Josef nació en Viena, Austria, el 25 de septiembre de 1913. Jugó en el Rapid de Viena, en el Slavia de Praga, en el FC Admira Wacker Mödling, en el FC Vítkovice y en el Football Club Hradec Králové, todos clubes de Austria y Checoslovaquia.

También, disputó el mundial Italia 1934, representando a Austria, que terminó en la cuarta posición. Bican marcó un tanto en cuatro partidos.

2Romario (1966-act)

El brasileño Romario de Souza Faria se ubica segundo con 772 goles en 965 partidos. El nació en Río de Janeiro, el 29 de enero de 1966, comenzó su carrera profesional en Vasco da Gama, donde jugó de 1985 a 1988. Allí conquistó el Campeonato Carioca en 1987 y 1988, y además en dos ocasiones fue el máximo goleador del Campeonato Brasileño en 1986 y 1987.

En 1988 fue contratado por el PSV Eindhoven neerlandés. Permaneció en este club hasta 1993 y con él se proclamó tres veces campeón de Liga en 1989, 1991 y 1992; fue máximo goleador de tres campeonatos: 1989, 1991 y 1993; ganó dos ediciones de la Copa de los Países Bajos, en 1989 y en 1991, y marcó 165 goles en tan solo 163 partidos.

Su gran paso en el PSV lo llevó al Barcelona de España, en donde jugó la mejor temporada de su carrera (1993–1994), se proclamó campeón de la Liga Española, ganador del Trofeo Pichichi y campeón de la Copa Mundial de Fútbol de 1994, en la que además fue nombrado el mejor jugador del torneo. En 1994 consiguió, además, la Supercopa de España y el título FIFA World Player, que lo consideró el mejor futbolista del mundo en ese año.

El tercer máximo goleador de la selección brasileña luego pasó por el Valencia (1996-1997), Flamengo (1997-1999), Vasco da Gama (2000-2002, 2005-2006 y 2007), Miami (2006) y Adelaide United (2006) donde se retiró transitoriamente ya que, en el año 2009 con 43 años volvió a las canchas para jugar la final que definía el ascenso a la primera división del América de Brasil, club del cual era hincha su padre. Finalmente ganaron 2 a 0 y Romario disputó los últimos 30 minutos.

3Pelé (1940-act)

Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, se ubica tercero en el ranking con 767 goles en 842 partidos. Nació en Três Corações, Minas Gerais, el 23 de octubre de 1940. A lo largo de su carrera solo jugó en dos clubes, Santos F.C y New York Cosmos de Estados Unidos, donde se retiró.

Comenzó su carrera en el Santos, debutó profesionalmente frente al Cubatão el 7 de septiembre de 1956, con tan solo 15 años y anotó un gol. En su estadía en Brasil (1956-1974) consiguió 6 ligas nacionales, 10 torneos estaduales, 4 torneos Rio-Sao Pablo, 2 Copa Libertadores, 1 Supercopa de Campeones Intercontinentales y 2 Copas Intercontinentales.

Además, ganó 3 mundiales con la selección absoluta, Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970. En el primero que se disputó en Suecia, Pelé tenía tan solo 17 años.  En esa emporada consiguió su mayor marca estadística, en 38 partidos jugados con el Santos anotó 58 goles, lo que ayudó a que ganaran el Torneo Paulista (1958).

A nivel selección es el máximo anotador en la historia de su país, 77 goles en 92 partidos. De esos goles, 12 son en las Copas del Mundo que disputó (1958, 1962, 1966 y 1970). Y es el único jugador en ganar 3 mundiales.

Para darle fin a su carrera, en el año 1975, fue a jugar al Cosmos de Estados Unidos. Allí marcó 37 goles oficiales en 64 partidos y ganó la liga estadounidense en 1977.

4Ferenc Puskás (1927-2006)

Es el cuarto futbolista con mas goles oficiales, 746 en 754 partidos. Nació en Budapest, Hungría, el 2 de abril de 1927. Hizo sus primeros pasos en el Kispest F. C. húngaro, allí debuto en el año 1943 con 17 años, en la derrota 3 a 0 frente al Nagyváradi Atlétikai Club de Rumania.

En el club jugó 6 temporadas y consiguió ser Bota de Oro Europea en la temporada 1947-1948, marcando 50 goles en 32 partidos. Para el año 1949 pasó al Budapesti Honvéd S. E, en donde a su cuota goleadora le sumó títulos colectivos, fue Máximo Goleador de la Liga Húngara en 3 oportunidades (1950, 1951 y 1953) y campeón de la misma en 5 oportunidades.

Luego de estar varios meses fuera de las canchas por problemas con su país que lo acusó de “traidor a la patria” por no regresar, el 11 de agosto de 1958, con 31 años y sobrepeso firmó contrato con el Real Madrid por expreso deseo del presidente de aquella época Santiago Bernabéu, aunque el secretario técnico del club no lo quería.

En el club madridista logró su etapa más gloriosa (1958-1966), formó una temible delantera junto a el francés Raymond Kopa, el español Paco Gento y los argentinos Héctor Rial y Alfredo Di Stéfano.

Fue Pichichi de la Liga Española en 1960, 1961, 1963 y 1964, máximo goleador de la Copa de Europa 1960 y 1964. En el plano colectivo fue campeón de 5 ligas consecutivas, desde la temporada 1960-1961 hasta la 1964-1965, de la Copa del Generalísimo de fútbol 1961-62, de 3 Copas de Europa (1958-1959, 1959-1970 y 1965-1966) y de la Copa Intercontinental 1960.

Además, es el sexto máximo goleador de la historia del Real Madrid con 242 goles y es el primero de la Selección de Hungría, con la que fue subcampeón del mundo en Suiza 1954, con 84 tantos.

5Gerd Müller (1945- act)

Está quinto con 735 goles en 762 partidos. Nació en Nördlingen, Alemania, el 3 de noviembre de 1945. Empezó su carrera en un club juvenil de su ciudad natal, el TSV 1861 Nördlingen. En 1964 Müller pasó al Fútbol Club Bayern de Múnich, donde estuvo acompañado con dos estrellas en potencia como lo serían Franz Beckenbauer y Sepp Maier.  Por ese entonces el club estaba en la Regionalliga Süd (Segunda División) pero en temporada siguiente ascenderían.

Desde ese momento la etapa gloriosa se hizo presente, ganaron múltiples títulos durante las décadas de 1960 y 1970, incluyendo tres Copa de Campeones de consecutivas entre 1974 y 1976.

Además, Müller se destacó en su posición por ser un goleador implacable. Durante su permanencia en el club, Müller anotó 582 goles, de los cuales 66 fueron en sus 74 apariciones en las copas internacionales.

Para la Selección de fútbol de Alemania Federal, Müller disputó los campeonatos mundiales de México 1970 y Alemania 1974. En 1970 fue el goleador del torneo con la impresionante cifra de 10 goles en 6 partidos (3 a Bulgaria, 3 a Perú, 1 a Marruecos, 1 a Inglaterra y 2 a Italia en semifinales).

Cuatro años después Logró el campeonato anotando 4 goles a lo largo del certamen y marcando el gol más importante de su carrera, el del título contra Holanda en la final. En la actualidad es el tercer máximo anotador de las Copas del Mundo con 14 goles, sólo detrás de Ronaldo Nazário (15 goles) y Miroslav Klose (16 goles).

Sus últimos 3 años de carrera (1979-1982) los jugó en Jugó en el Fort Lauderdale Strikers de Estados Unidos, allí marcó 40 goles en 80 partidos y llegó a disputar la final de la temporada 1981, pero su equipo cayó derrotado.

6Cristiano Ronaldo (1985-act)

Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro se ubica sexto con 728 goles, pero como está en actividad, posiblemente el número aumente, está a 7 goles de Müller. El bicho nació en Funchal, Madeira, Portugal, 5 de febrero de 1985. Comenzó su carrera profesional en el Sporting de Lisboa, hizo su debut con 17 años en un partido por la clasificación para la Liga de Campeones de la UEFA, el 14 de agosto de 2002 frente al F. C. Internazionale.

Cristiano el 7 de octubre, en su segundo partido por la liga, convirtió 2 goles para su equipo en la victoria 3 a 0 frente al Moreirense Futebol Clube, esto despertó el interés de varios clubes como la Juventus y el Liverpool pero finalmente, tras una gran actuación en un partido amistoso entre ambos equipos, fichó para el Manchester United de Alex Ferguson quien le asigno el dorsal 7.

En Inglaterra estuvo 6 temporadas, entre 2004 y 2009. Allí convirtió 118 goles en 292 partidos y ganó 3 Premier League, La Liga de Campeones 2007-2008 y el Mundial de Clubes 2008, entre otros títulos. Además en el 2008 le dieron la bota de oro por ser el máximo goleador de las competencias europeas y el Balón de Oro, por ser considerado el mejor del mundo. Esto despertó el interés del Real Madrid que lo compró para el año 2009 por 80 millones de euros.

En España la bestia indomable hizo estragos, a lo largo de las 9 temporadas que jugó en los blancos marcó 450 goles en 438 partidos y llevó al equipo a numerosos campeonatos. Entre los que se encuentran 2 ligas, 4 Champions League (Torneo del cual es el máximo goleador histórico con 128 tantos) y 3 Supercopas de Europa.

En el plano individual, con un Messi como máximo competidor, logró 4 Balones de Oro (2013,2014,2016 y 2017) y 3 Botas de oro (2010-2011,2013-2014 y 2014-2015).

Para la temporada 18-19 fue trasferido a la Juventus por 105 millones de euros, en Italia, donde lleva marcados 56 goles en 80 partidos, se consagró Campeón de la Serie A 2018-2019 y de la Supercopa de Italia 2018.

A nivel selección es el máximo goleador de Portugal con 99 tantos y logró ganar la Eurocopa 2016 y La Liga de las Naciones de la UEFA 2018-2019.

7Lionel Messi (1987- act)

Es el último jugador que logró alcanzar la marca de los 700 goles, es este caso en 862 partidos. Lo hizo el martes 30 de junio, en el partido frente al Atlético Madrid, que terminó 2 a 2, por la fecha 33 de la liga española. El mismo, fue de penal a los 49 minutos, dándole la victoria transitoria al conjunto culé por 2 a 1.

La posibilidad se presentó tras una dudosa falta de Felipe a Nelson Semedo que cobró el árbitro, Alejandro José Hernández Hernández. El astro argentino ejecutó el tiro desde los 12 pasos con un toque magistral, pichó la pelota y la dirigió hasta el fondo de la red, dejando desairado al arquero eslovaco, Jan Oblak .

El argentino nació en Rosario, Santa Fe, el 24 de junio de 1987. Sus primeros pasos los dio en las juveniles de Newell’s Old Boys pero con 13 años viajo a Barcelona para ser parte de la Masía ya que le podía sustentar económicamente el tratamiento de crecimiento que nadie quiso pagar el argentina.

Debutó en la primera del conjunto culé el 16 de noviembre de 2003, en un partido amistoso contra el Porto, en aquel entonces entrenado por José Mourinho. Frank Rijkaard hizo que juegue sus primeros minutos oficiales contra el R. C. D. Español en el Estadio Olímpico Lluís Companys, el 16 de octubre de 2004. Con diecisiete años, tres meses y veintidós días, pero no fue hasta la temporada 2006-2007 en la que se ganó la titularidad y empezó a ser figura, marcó catorce veces en veintiséis partidos.

A partir de allí se mantuvo en la elite hasta hoy en día, hizo grandes sociedades futbolísticas a lo largo de los años con jugadores como Ronaldinho, Xavi, Iniesta, Dani Alves, Neymar y Luis Suarez.

Logró convertirse en el máximo goleador de La Liga de España con 440 tantos y Máximo asistidor con mas de 168 pases gol. Estos números quedan reflejados en los 6 Pichichis que tiene a lo largo de su carrera. Además es el segundo máximo goleador de la Champions League con 114 goles y el máximo de la historia del Barcelona con 630 gritos.

En el plano colectivo consiguió 10 ligas, 6 Copas del Rey, 8 Supercopa de España, 4 Champions League, 3 Supercopa de Europa y 3 Mundiales de Clubes (uno contra River y otro frente a Estudiantes).

Y en premios individuales tiene 6 balones de oro, uno mas que Cristiano Ronaldo y 6 Botas de Oro, superando por dos al portugués.

Messi es el máximo goleador de la Selección Argentina con 70 goles y logró la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, y la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 de 2005. Además, llego a 3 finales de Copa América (2007,2015 y 2016) y una del Mundo en Brasil 2014, torneo en el cual fue elegido mejor jugador.

Diego Balenzuela y los clubes de barrio: “Tenemos que resistir”

Por Franco Yaquemet

“Tenemos que subsistir de la manera en que podamos y necesitamos ayuda”, expresó Diego Balenzuela, el vicepresidente del club Defensores de Banfield y miembro de la Federación de Clubes de Barrio (FECEAS), quién pidió solidaridad del Estado para los clubes que están encaminados a cerrar sus puertas a causa de los efectos que está dejando la cuarentena.

“La situación en los clubes están muy complicadas”, explicó Balenzuela, quien contó el verdadero problema que vienen enfrentando los clubes respecto a sus mantenimientos, tanto económicos como sociales y culturales, ante la baja de ingresos y la perdida de socios.

También, aseguró que estos viven de la presencia de la gente, y que el contexto es diferente en cada caso. Si bien el momento es complicado para la mayoría, hay una mínima cantidad que se encuentran ubicados en lugares donde viven personas de mayores recursos, que pueden acceder a seguir pagando la cuota social vía transferencias bancarias, y así poder estos continuar abonando los sueldos y las deudas.

En los clubes, las tarifas de los servicios siguen viniendo muy altos, y en la mayoría de las circunstancias no se pueden abonar por completo al igual que los salarios de los empleados, aunque los que están en blanco vienen recibiendo ayuda del Estado que abona el 50%. “Al no ir el socio al club, no hay recaudación y eso los lleva a generar más deudas”, expresó.

En algunos barrios humilde, estas instituciones están haciendo ollas populares y viandas para poder darle un plato de comida a sus socios y vecinos que quizá se encuentren más complicados. La otra gran parte, están completamente cerrados desde el primer día de cuarentena, y no se sabe que va a suceder cuando vuelvan a abrir sus puertas.

“Las deudas de los servicios se acumulan, y va a ser muy difícil resolver esta situación sin ayuda del Estado”, respondió el dirigente, respecto a cómo seguirán luego de que finalice la cuarentena. “Los municipios, la Provincia, y la Nación deberán brindar subsidios y donaciones de deudas para que cientos de clubes puedan volver”, continuó.

Con relación a la vuelta, Diego Balenzuela imagina que será dentro de unos meses, quizá aproximándose a la primavera, donde se espera que ya haya pasado el pico de contagiados. “Aunque todos ansiamos volver, no va a ser como antes, muchas cosas serán diferentes”, reveló acerca del retorno, y aclaró que va a haber muchas medidas que tomar para prevenir, ya que cualquier caso te puede hacer volver a cerrar.

Con respecto a su club, Defensores de Banfield, el vicepresidente agradeció a todos sus socios por la colaboración de seguir pagando sus cuotas y los aranceles de las actividades, para que los profesores también puedan cobrar y así no dejar sin empleo a ninguno.

Entre dudas e incertidumbre, Balenzuela valora el esfuerzo de los clubes, que pese al encierro siguen buscando soluciones y haciendo lo que más se pueda para que estos sigan de pie. “Tenemos que resistir, esa es la palabra”, concluyó el dirigente.

El argentino que murió (y revivió) por la selección uruguaya

Por Nayla Suco

En Estados Unidos, Elvis Presley grababa su primer disco, y en Francia Pablo Picasso pintaba el retrato Sylvette. El polaco Albert Sabin consiguió la vacuna oral contra la poliomelitis, que a diferencia de la inyectable ofrecía protección de por vida. El cirujano estadounidense Clarence Walton Lillehei operó por primera vez a un paciente a corazón abierto. En Tokio, el boxeador Pascual Pérez se consagró como el primer argentino campeón del mundo al vencer a Yoshio Shirai, mientras Juan Manuel Fangio transitó 22 veces el rincón en el que el argentino Onofre Agustín Marimon perdió la vida, para consagrarse campeón mundial de automovilismo por segunda vez.

En el Pacífico estallaba la mayor explosión nuclear realizada por los Estados Unidos durante la Operación Castle. En Suiza, el futbolista argentino nacionalizado uruguayo Juan Eduardo Hohberg estuvo muerto durante 15 eternos segundos y milagrosamente revivió y se reincorporó al elenco celeste para culminar la segunda mitad del encuentro que determinaría a los finalistas de la Copa del Mundo de 1954.

En el quinto Mundial de la historia y el tercero en el viejo continente se entonaron solemnemente 16 himnos. Latinoamérica estaba representada por tres naciones, 12 casacas se hacían presentes para dar batalla en nombre de Europa, y Corea, valiente y solitario daba un paso al frente fantaseando con la posibilidad de llevar al continente asiático a lo más alto. Las selecciones, salvo la de Suiza por ser la organizadora del torneo, y la de Uruguay, por vigente campeona, clasificaron mediante Eliminatorias.

La semifinal se disputó entre la infalible selección de los charrúas, quienes habían conquistado los Juegos Olímpicos de 1924 en Colombes y 1928 en Ámsterdam, el mundial de 1930 en Uruguay y 1950 en Brasil, y el predilecto conjunto húngaro, que además de haber obtenido el Oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952, había mancillado a Inglaterra con un 6 a 3 en Wembley en 1953 y un año después en Budapest volvió a humillarla 7 a 1 con un fútbol maduro para la época.

El encuentro se disputó el 30 de junio en la cuidad de Lausana. El público Húngaro, que había agotado sus localidades, estaba en ascuas. Quienes vestían de color celeste no se quedaron atrás a pesar de ser minoría, y junto al resto de los aficionados aguardaban con júbilo la pitada del árbitro.

A los 14 minutos del primer tiempo los magyares abrieron el marcador. Sin dar tregua, en el comienzo de la segunda mitad extendieron la ventaja y posicionándose 2 a 0 arriba controlaron el juego. El conjunto uruguayo, carente del mediocampista estrella Obdulio Varela, se despertó y fue una jugada armada entre Pepe Schiaffino y Ambrois la que le permitió a Hohberg descontar faltando 15 minutos para el final. Uruguay atacaba insistentemente y Hungría se limitaba a esperar con siete hombres en retaguardia. 2-1 parecía ser el resultado final del encuentro, pero faltando tan solo tres minutos, hizo aparición nuevamente Schiaffino para cederle la pelota a Hohber, quien ejecutó un disparo potente y arriba para que el uno se convirtiera en dos y con el empate ir a prórroga.

El estadio entero sorprendido y desconcertado. Emanaron los abrazos, esos que se dan sin importar a quien, en los que se dejan de lado cualquier desemejanza, los que se conocen como abrazos de gol. El corazón de los aficionados latía con violencia y  la lluvia le puso un marco más quimérico a la tarde. Dentro del campo de juego, el autor del gol, echó a correr desaforadamente, sus compañeros fueron a su encuentro y de pronto el héroe de la jornada se vió tapado por una avalancha celeste.

Culminó el festejo y todos los jugadores fueron reincorporándose. Todos menos uno: Juan Hohberg. El delantero que hace pocos minutos había resucitado a Uruguay yacía inmóvil sobre el césped, sin signos vitales evidentes. Ahora era él quien necesitaba ser revivido.

Las gradas enmudecieron, la consternación encarnizó en cada uno de los hinchas. El carnaval que se había desatado debía de esperar, siquiera se sabía si se reanudaría. El kinesiólogo de aquella selección, Carlos Abate, ejerció masajes cardíacos en su pecho, respiración boca a boca y hasta le administró coramina vía oral para traerlo de regreso puesto que su pulso era inexistente. Juan Hohberg estuvo muerto durante 15 eternos segundos. El uruguayo tomó ese intervalo para descansar.

¿Fue la emoción?, ¿el éxtasis?, ¿el regocijo insondable?… lo que sí sabemos es que el corazón de Hohber volvió a latir. Y con el suyo, todos los demás. El combinado sudamericano no contaba con más cambios por lo que el delantero ingresó nuevamente al campo de juego desechando las indicaciones médicas. A pesar de su hazaña, de morir y revivir, Uruguay cayó 4 a 2 frente a Hungría.

Hohberg formó parte de los 11 jugadores que batallaron por el tercer puesto, y para sorpresa de muchos, luego de lo sucedido, volvió a marcar. Sin embargo, su gol no fue suficiente, Uruguay cayó ante Austria y finalizó cuarto en la Copa del Mundo.

Juan Eduardo Hohberg pasó a ser recordado como el jugador que dejó la vida en la cancha literalmente. Demostró que el director técnico Juan López no se equivocó al convocarlo para defender la casaca y patentó que a pesar de que lo apodaran el “cordobés”, por haber nacido en esa provincia de Argentina, su corazón, el que se detuvo festejando un gol uruguayo, pertenecía y respondía a la celeste.

La Liga a puertas cerradas, la nueva normalidad que antes fue excepción

Por Agustín Machinandiarena, Melina Kellmer y Clara Palacio

El coronavirus paralizó al mundo por completo, aunque en el continente europeo, a diferencia de acá, de a poco está volviendo todo a la normalidad con la reanudación de sus ligas. En España, la mayoría de los clubes no conocían lo que es jugar a puertas cerradas ya que allí era muy inusual que los partidos se jugarán sin público. Son muy pocos los encuentros en toda la historia del fútbol de la liga de ese país en los que no se pudo asistir al estadio, sin contar, el compromiso disputado entre Éibar y Real Sociedad jugado en marzo y todos los que se están desarrollando desde su vuelta hace algunas semanas.

El partido más recordado bajo esta modalidad fue el que se jugó entre Barcelona y Las Palmas en octubre de 2017 en el Camp Nou. Tras muchas idas y vueltas en ese momento del club catalán, se llegó a esa decisión por el pedido del club local en modo de protesta por los acontecimientos sucedidos en la ciudad Condal los días anteriores. Las marchas que causaron que se llegara a esa decisión fueron porque los catalanes debían votar por la independencia, o no, de dicha localidad. En las encuestas previas, había una amplia ventaja a favor del sí. Es por eso, que desde Madrid tratando de detener el referéndum, enviaron a la guardia civil para que clausuraran escuelas, lugar donde se hicieron los sufragios. Esta decisión generó enfrentamientos y represiones en las calles. Por estos motivos, el club pidió suspender su partido, pero el reclamo no fue eficaz y Josep María Bartomeu, presidente del club, criticó a la Real Federación Española de Fútbol ya que según informo no apoyó la decisión de la institución de postergar el compromiso ante Las Palmas, y por eso finalmente se llegó a la conclusión de que se jugará a puertas cerradas. El encuentro se jugó de esa manera, y a pesar de los problemas que tenía el club por todo lo que se vivía, vapuleó 3-0 al rival de turno. Este fue el único partido en toda la historia de la liga española que se arrancó sin público.

A pesar de esto, existen otros tres casos que iniciaron normalmente y que por diversos motivos continuaron sin espectadores. El primero de ellos fue en la temporada de 1976 en el juego que disputaron Valencia y Zaragoza. El árbitro Sánchez Ríos había suspendido el partido a los 84 minutos a raíz de serios incidentes que se estaban produciendo en las gradas tras el señalamiento de un penal muy dudoso. El partido se completó otro día, sin público y en el Santiago Bernabéu.

El segundo acontecimiento de este tipo ocurrió doce años más tarde, en la liga de 1988, en el partido que involucró a Osasuna y Real Madrid. Al igual que el caso mencionado anteriormente, la decisión de la suspensión de éste fue tomada por el juez Socorro González por un petardo que explotó cerca de Paco Buyo, arquero de Real Madrid en ese entonces, en el final del primer tiempo. El juego se siguió esa misma semana en La Romareda, estadio de la Real Zaragoza.

El último encuentro que comenzó con gente y finalizó otro día sin público sucedió en la temporada 2011. Los equipos involucrados fueron Granada y Mallorca y el mismo se frenó por un botellazo que recibió el asistente del encuentro. A diferencia de los casos anteriores, este juego se siguió en el mismo estadio, aunque sin la presencia de los espectadores.

Las ligas europeas, en su mayoría, volvieron a desarrollarse. La primera fue la Bundesliga, seguida por la Primeira Liga de Portugal. Luego fue el turno de la liga española, y por último les tocó arrancar a la Premier League y la Serie A de Inglaterra e Italia respectivamente.

El león de La Boca

Por López Aspuru Marcelo

Un año puede ser mucho o poco en la vida de una persona, depende también de cuánta carga de intensidad tenga ese año. Goleador letal como pocos y genio del área son algunos de los atributos que aún hoy se le reconocen. Debutó en Boca, con 21 años, el 30 de septiembre de 1990 frente a Rosario Central, con una derrota por 2-1 en La Bombonera, de la mano de Carlos Aimar como director técnico.

Al haber jugado en River la temporada anterior, tenía cierta resistencia por parte de los hinchas xeneizes. No se terminaba de afianzar en el equipo y fue, finalmente, con la llegada del uruguayo Oscar Washington Tabárez a la dirección técnica de Boca a principios de 1991, que Gabriel Omar Batistuta encontró su lugar en el mundo. Alejandro Caravario, periodista, cuenta que Boca le dio un equipo con potencial ofensivo (y con Diego Latorre en un gran momento), además de una camiseta prestigiosa con la que él, por sus características de potencia y empuje, encajaba perfectamente. “Tabárez –continúa Caravario- le encontró la posición en el área. Hay que recordar que hasta entonces, Batistuta también jugaba por la banda derecha. Es decir, todavía buscaba su lugar en el fútbol y en Boca lo encontró”. 

Junto a Latorre conformaron una dupla temible en ese campeonato y con Alfredo Graciani se entendió muy bien también en ese ataque de Boca. “El que lo descubrió y lo puso a jugar de nueve fue el Maestro Tabárez. Todo empezó en los torneos de verano de Mar del Plata del ´91 y de ahí en más no paró de hacer goles”, comenta Graciani.

Batistuta jugó 47 partidos con la remera azul y oro (34 por torneos locales y 13 por copas internacionales) y convirtió 19 goles (13 y 6, respectivamente). Con Boca concluyó el Torneo Clausura ´91 de manera invicta, pero no alcanzó para que salieran campeones, ya que perdieron la final contra Newell’s por penales, que había ganado el Apertura 90 (en esa época se jugaba una final para dictaminar al campeón de la temporada). Batistuta no jugó el partido definitorio por estar con la Selección Argentina en vísperas de disputar la Copa América de Chile. El Bati fue el goleador del Clausura ´91: hizo 11 goles en 19 partidos. “Recuerdo un golazo de tiro libre, un bombazo ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, y un gol muy raro en él, frente a Huracán en La Bombonera, en el que se hamacó en el borde del área y la tocó suave al palo izquierdo del arquero”, agrega Caravario.

Fue muy importante la participación con Boca en la Copa Libertadores del ´91. Llegó a semifinales, instancia en la que fue eliminado por Colo Colo en Chile, partido recordado por el ingreso de la policía y los perros que mordieron a algunos jugadores del equipo argentino (a Carlos Navarro Montoya, entre otros, arquero de Boca en ese entonces). El delantero nacido en Reconquista jugó 12 partidos e hizo seis goles en esa copa, de los cuáles dos de los más recordados fueron precisamente ante River, su exclub (le convirtió en el Monumental en la victoria por 2-0 en la fase de grupos).

“Batistuta siempre tuvo un perfil muy bajo y muy profesional. Yo lo vi mucho en sus comienzos en Newell’s y ya desde ahí era un pibito muy equilibrado”, afirma Julio Marini, periodista, que siguió la campaña del delantero cuando jugó en Argentina. 

El último partido en el Xeneize fue el 11 de agosto de 1991 frente a San Lorenzo de local, con una derrota por 1-0, y partió hacia la Fiorentina de Italia, donde es ídolo indiscutible. Le faltó, si se quiere, dar la vuelta olímpica en Boca, pero, en tan solo un año, se metió a los hinchas en el bolsillo y será recordado para siempre.

El último capitán

Por Daniela von Simons

Con el ceño fruncido, con su andar lento. A paso firme y con el único objetivo de llegar a la mitad de cancha y levantar los brazos, fiel a la historia y la mística del club. Así ingresaba Nicolás Tagliafico al campo de juego mientras portaba en su brazo izquierdo el brazalete que le indicaba a todo el mundo que era el capitán de Independiente.

Llegó al club en 2015 y, en tan solo dos años, se convirtió en líder y símbolo de un equipo que en el 2017 conquistó la Copa Sudamericana. Reunía todas las cualidades que un capitán aspira tener: compromiso, sacrificio y el afán por mantener una buena relación tanto entre el plantel y dirigentes como también con el público. Era el comunicador principal dentro del vestuario y fuera de la cancha, el que aconsejaba a los jóvenes del equipo y que demostró tener un grado de influencia que trascendió los límites del campo de juego.

Tagliafico siempre se preocupó e interesó por las glorias e ídolos del club y en 2017 participó de un homenaje a Ricardo Pavoni y Pepé Santoro, en el que, mediante un video, expresó un pedido para que dos tribunas del estadio Libertadores de América llevasen sus nombres.

Con el objetivo del saludo histórico que las figuras llevaban a cabo antes de cada partido, Tagliafico entendió y sintió a la perfección lo que tenía que transmitirse en ese momento: “Acá está Independiente, vinimos a ganar”, le había contado Pavoni, el capitán de las épocas de gloria entre 1965 y 1976 y quien ganó nueve títulos internacionales en el club. Identificado con el puesto de lateral izquierdo, Pavoni sostiene que ser capitán no es sólo llevar la cinta.

Entrega, esfuerzo y sacrificio. Esas pueden ser las tres palabras para describirlo a la perfección, pero lo que generó en Independiente va más allá. Lejos de ser recordado por haber metido goles, ya que convirtió sólo 2 en 111 partidos, Taglia marcó la diferencia a la hora de pelear una pelota y nunca darla por perdida, hasta el punto de tirarse de cabeza hacia los pies del rival en el borde del área chica. Disputaba cada una como si fuera la última.

Con sus ojos posados en la carrera del lateral Philipp Lahm, Tagliafico supo cómo calzarse el equipo al hombro. Versátil cuando se lo necesitó, así como él describe al jugador alemán, el 3 del Rojo asumió el papel de segundo marcador central. A pesar de su 1.71 metros de altura, posee una cualidad extraordinaria en el juego aéreo y la capacidad de acomodar su cuerpo para complicarles la labor a los delanteros rivales.

Amante de la táctica y del buen fútbol como el de Pep Guardiola, analiza cada jugada e intenta entender el por qué de cada movimiento en la cancha. Durante su estadía en el club de Avellaneda adquirió la voz de mando que le hacía falta para ser el caudillo y acomodador de la defensa. Tiene la capacidad y la resistencia de pasar al ataque en cualquier momento y volver a acomodarse en su puesto rápidamente.

Fue la persona que logró unir a todo un plantel con un objetivo en común. Con la seriedad que se necesita para trabajar y la obsesión por el entrenamiento, demostró estar totalmente capacitado para el rol que se le dio en Independiente. Condujo al grupo desde el ejemplo y fue quien marcó las normas a respetar dentro del plantel.

Tagliafico marca, mete y se proyecta. Además, juega con el corazón y se comprometió al 100% con el club y con la rica historia de Independiente. Con la cabeza vendada, como una pequeña muestra de lo que es dentro de la cancha, levantó la Copa Sudamericana en el Maracaná ante Flamengo en 2017. Porque dejó el corazón en cada partido que disputó mientras la cinta de capitán le rodeaba el brazo será uno de los capitanes más recordados del Rey de Copas.

Maravilla Martínez: “Fue un error presentarme con Cotto”

Por Lucas Caselli

Un deportista invadido por la fama, asfixiado por el éxito y enojado con el ambiente del boxeo. Eso es Sergio Maravilla Martínez. De pelear por $10 para poder comprarse una botella de agua a ser un rockstar luego de ganarle a Julio Cesar Chavez JR aquel 15 de septiembre de 2012. Pero todo lo que sube, baja y aquí no hubo excepción. El argentino perdió con Miguel Ángel Cotto teniendo una floja pelea, pero se recupero y hoy en día es capaz de recordar ese duelo con optimismo y como un aprendizaje.

La noche del 7 de junio de 2014 no será una fecha más en la carrera de Maravilla Martínez, que expuso su cinturón de peso mediano ante el experimentado Miguel Ángel Cotto. Sin embargo, al argentino no se lo notó en sus mejores condiciones físicas, y su rival, oriundo de Puerto Rico, fue consagrado por Knock Out Técnico. A pesar de ello, Sergio intenta rescatar lo positivo y analizar los aspectos negativos de ese combate: “Tuve entrenamiento, pero me faltó preparación. Cuando él me pegaba, me caía, eso significa que algo falló. Hubo una ausencia de trabajo de sparring, porque sufrí una lesión de desprendimiento de riñón, quede arruinado”, reflexionó.

No fue ninguna sorpresa la dura derrota sufrida en el icónico Madison Square Garden, pero hoy en día, más de cuatro años después, el boxeador argentino acepa que fue una decisión errónea presentarse al cuadrilátero: “No fue adecuado que yo estuviera en el ring. Fue un error mío, fui cabeza dura, y en este deporte no se puede ser así. A Cotto lo tenía entre ceja y ceja y en el boxeo el que se enoja, pierde. Mordí mi propio palito”, asegura y agrega que su cuerpo le pedía que diera un paso atrás.

Maravilla siempre rescató como algo positivo del boxeo la soledad que hay arriba del ring, pero confiesa que ese día necesitó compañía: “Cuando Cotto me pegaba, por dentro quería que alguien entrara a ayudarme, pero entendí que estando solo conocés tu interior, y eso te permite crecer teniendo un panorama más claro de lo que podés hacer”.

A su vez, el quilmeño remarca que una de las cosas que más rescata de esa derrota es poder saber quiénes están en las buenas y en las malas y confiesa que que el día que le ganó a Chávez tenía más de 1000 mensajes y llamados y cuando perdió con Cotto tenía cuatro, de los cuales tres eran de su madre. “Está buenísimo que pase eso porque cuando ocurre nos miramos a los ojos y entendemos quiénes están con nosotros. Eso un joven boxeador tiene que saberlo desde un principio y no confiar en el primero que se le acerca”, cierra.