jueves, julio 17, 2025
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Elián Larregina se cayó y supo levantarse

Por Graciana Espil

Su celular, una mochila y su ropa para competir era lo que llevaba en el bolso; su familia, amigos y su entrenador lo saludaban para que aquel joven soñador volara, con 17 años, hacia Kenia para disputar el Mundial Sub 18 de atletismo en el 2017.

Elián Larregina se convirtió en leyenda luego de competir para el conjunto nacional, ya que, a un metro de llegar a la meta, su cuerpo no lo acompañó y cayó observando la línea de llegada. Pero su amor propio y las ganas de seguir peleándola lo hicieron levantarse y finalizar la carrera en el sexto lugar.

Ahora, cuatro años después, Larregina cuenta cómo vivió esa caída: “Sentí mucha impotencia en el momento, porque sabía que me quedaba poco para llegar, pero mi cuerpo dijo basta; hoy lo veo como algo que cambió mi vida; gracias a eso, aparecí en las tapas de los diarios de todo el mundo. ¡Hasta en Noruega!”.

Además, habló sobre quién fue el que se dio cuenta de su potencial, y recordó a su entrenador antes de la selección, Juan Crecimatti: “Fue el que vio mi talento, desde un principio me dijo que, si yo entrenaba, podía llegar muy lejos; voy a estar toda la vida agradecido, por acompañarme y nunca pensar que no lo podría hacer”.

Larregina también contó de su familia y qué significa su mamá, Verónica, para él: “Mi mamá es todo para mí, siempre me apoyó y me dejó irme a vivir solo con 17 años al CENARD, aunque le costó, pero lo hizo pensando en mi futuro”. Tanto su entrenador como su madre fueron quienes apoyaron a Elián en todo este proceso y quienes lo impulsaron para que no pierda la oportunidad de representar a la Argentina.

Su mamá, Verónica, habló de aquel llamado, de ese día en el que se enteró antes que nadie que los entrenadores de la selección querían que su hijo representa los colores nacionales: “Sentí mucha emoción, mi hijo es lo más importante que tengo junto sus hermanos, y que me llamen para decirme que lo querían en el equipo. Fue la sensación más linda; me sentí completa”.

Por otro lado, su entrenador, Juan Crecimatti, recordó sobre aquella caída de Larregina y cuáles fueron los motivos del tropiezo: “Antes del Mundial Elián había corrido tres veces los 400 metros; además de no tener la experiencia suficiente, ese año se enfermó varias veces y eso condiciona bastante los entrenamientos”.

También, Crecimatti recordó las palabras que le dijo a Elián antes de salir a correr: “Ya estoy muy contento con lo que lograste, todo lo que pase ahora no lo puede empañar; vas a representar a la Argentina y a Suipacha, dejá lo mejor que tengas en esa carrera”.

Luego de ese mal trago, para Larregina llegaron los logros, desde conseguir la medalla de oro en el Sudamericano de mayores en Bolivia, pasando por el Panamericano U23 en Ecuador, hasta tener el récord argentino absoluto de los 400 metros llanos con una marca de 46.02 en el Panamericano U20 en Costa Rica, finalizando con casi dos décadas de vigencia del último registro establecido en 1999 por Gustavo Aguirre.

 

Las chicas superpoderosas del Manchester United

Por Matías Iglesias

El año 2020 será un antes y un después en la economía de los clubes, incluso en la de los equipos más importantes y preponderantes del mundo debido a la situación causada por el Covid-19 (Coronavirus).

Hace años que la globalización llegó al fútbol y en esta oportunidad será mencionada una entidad histórica dentro del mundo de la pelota por sus títulos, hinchas, socios y socias en un sinfín de lugares, la mención es ni más ni menos que para el gigante del fútbol inglés: el Manchester United.

En el año 2005, el empresario estadounidense Malcolm Glazer compró la institución a cambio de 1.160 millones de euros, una cifra totalmente exorbitante  detrás de la cual desembarcaban negocios y dinero “sucio” para la entidad que regula el ámbito financiero de la Premier League. La primera medida que tomó al llegar al club fue convertir a Los Diablos Rojos en una compañía “pantalla” que vinculaba a empresas fantasma con una sede en el paraíso fiscal de las Islas Caimán, lo cual derivó que la familia norteamericana haya aumentado su fortuna hasta ser parte del listado de las 10 más millonarias de todo el mundo en la actualidad.

Esa fortuna de los Glazer comenzó en 1956 con la inversión de bienes raíces en viviendas unifamiliares, dúplex y edificios comerciales en Rochester (ciudad del estado de Nuevo York) para luego generar una compra determinante en 1963 que iba a ocasionar su salto económico. En ese año se hicieron cargo de la firma propietaria del Banco Nacional de la Sabana ubicado en la ciudad de la famosa calle Wall Street. Su ingreso en el mundo deportivo se dio el 16 de enero de 1995, cuando adquirió la franquicia de los Tampa Bay Buccaneers después de la muerte del ex propietario de la institución Hugh Culverhouse y logró quedarse con la entidad a cambio de 192 millones de dólares, una cifra que quedó marcada como un récord en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).

Al año siguiente de haber adquirido el club británico, Malcolm Glazer sufrió un derrame cerebral debido al estrés al que estaba sometido por los problemas con el fisco y la hinchada del Manchester United que desde el primer momento en el que piso Old Trafford lo rechazó. Cabe recordar, que los propietarios estadounidenses siguen afrontando la oposición de los simpatizantes Rojos, en especial de Shareholders United, una asociación de hinchas y accionistas que representan más o menos el 20% del accionariado del club.

Tras el accidente de salud que tuvo el empresario norteamericano y que le costó la vida en 2014, sus hijos Joel y Avram se hicieron cargo de la gestión deportiva del equipo que hoy lidera en el banco de suplentes el noruego Ole Gunnar SolskJaer.

La noticia en cuanto al marketing deportivo no pasó por el exótico Paul Pogba o por los últimos refuerzos de cara a esta temporada: Donny Van De Beek (proveniente del Ajax), Edinson Cavani (llegó libre del París Saint-Germain), Alex Telles (arribó desde el Porto FC) o Facundo Pallistri (la joven promesa uruguaya de la cantera de Peñarol), sino porque dos jugadoras vendieron más camisetas que todo el plantel masculino. Christen Press y Tobin Heath son estrellas del seleccionado femenino de los Estados Unidos y fichadas para defender los colores del Manchester United en La Football Association Women’s Super League. Las ventas de ambas vestimentas juntas superan a las de todo el equipo masculino. Además, cuentan también entre sus filas con jugadores convocados a jugar en su país: David De Gea (España), Anthony Martial (Francia) y Marcus Rashford (Inglaterra), entre otros.

Press y Heath lograron conseguir el bicampeonato mundial femenino tras levantar la Copa del Mundo en Canadá 2015 y el año pasado en Francia destacándose por sus grandísimas actuaciones. Llegan procedentes del Portland Timbers y Utah Royals. Las dos consiguieron debutar el domingo contra el Brighton & Hove Albion, en la victoria del United por 3 a 0. Heath ingresó al campo de juego a falta de 20 minutos para finalizar el partido y marcó una asistencia para el tercer gol de su equipo; mientras que Press estuvo en cancha solamente 13 minutos.

Cabe remarcar el crecimiento del fútbol femenino en las grandes competencias del mundo,  tanto en lo deportivo como a nivel de ventas de camisetas. Una inversión generada tanto por la liga como por Manchester United, dos partes fundamentales para que las jugadoras sean reconocidas como tal: “Las Diablas Rojas” siguen creciendo de manera impresionante en el viejo continente.

Tobin Heath manifestó: “El Manchester United es un club excepcional y estoy encantado de unirme a él. Tengo grandes ambiciones para esta temporada”. Por su parte, Christen Press aseguró que se encuentra muy emocionada de unirse a una institución deportiva tan importante e histórica.

Así como el fútbol argentino comandado por Claudio “Chiqui” Tapia y la CONMEBOL de Alejandro Domínguez tratan de copiar constantemente las características europeas de este deporte para las competencias, también deberían  imitar lo que va sucediendo en el mundo femenino de las ligas más consideradas del planeta y que eso comience a pasar acá en Argentina mediante una inversión a nivel estructural, económico y deportivo para nuestras jugadoras que representan el país y los clubes dejando todo dentro y fuera de la cancha.

Nadia Podoroska: El reencuentro con lo más simple

Por Franco Sommantico

La leyenda de Arjuna

En uno de los capítulos del Bhagavad-gita, que corresponde a un texto épico-mitológico de la India, el “Mahabhárata” (Siglo III antes de cristo), Arjuna, tercero de los cinco hermanos Pándava, uno de los hijos nacidos de Kunti, primera esposa de Pandú, tiene que enfrentarse a sus hermanos, primos y tíos en lo que será la batalla final de una larga guerra. Arjuna, al principio, prefiere perder antes que matar a sus familiares, aunque esto le cueste la vida. “Mi cuerpo tiembla, mi boca está reseca, mis miembros flaquean, mis cabellos se erizan. El arco se me escurre de la mano y mi mente tambalea”.

Momentos antes del comienzo de la lucha, se siente tan abatido por la confusión que sufre un desmayo. En ese estado de somnolencia comienza un diálogo con Sri Krishna, una deidad Hindú que le dice lo siguiente: “No debes rehusar en esta guerra que es justa, habrás traicionado tu deber y perdido tu honor. La gente habrá pensado que no has combatido por miedo, dirán cosas indignas y despreciado tu valor ¿Puede haber algo más penoso que esto? Tómalos como una sola cosa, la victoria y la derrota, la alegría y la tristeza, la ganancia y la pérdida. No te preocupes por ellas. ¡Pelea! ¡Pelea pues no incurrirás en pecado alguno! Este es tu deber y no puedes apartarte de él, considera iguales placer y dolor, ganar o perder, la victoria o la derrota, y prepárate para el combate. Si mueres, irás a los cielos, y si vences, serás el señor de la tierra”.

Arjuna se inclinó respetuosamente y dijo: “Krishna, Tú eres mi Señor. Tú eres mi Todo.” y, dicho esto, juntó fuerzas y fue a la batalla a cumplir con su deber más allá del desenlace final: ganar o perder.

Match Point

Por los parlantes del estadio, el micrófono del umpire anuncia: Match Point. La joven polaca Iga Swiatek lanza la pelota al aire con su brazo izquierdo y la poca gente que hay en la tribuna se queda hipnotizada, la vista clavada en ese punto amarillo, que ahora asciende y pronto sufrirá el impacto de las cuerdas. Nadia Podoroska espera, agazapada, del otro lado de la red. Se balancea de un lado a otro, apoya el peso de su cuerpo en el cuadricep derecho, después en el izquierdo, y así. Sabe que está por perder. La polaca no le ha dado ni una sola posibilidad desde que empezó el partido, hace casi una hora y cuarto. ¿Qué estará pensando mientras espera a que Swiatek pase la pelota del otro lado de la cancha para que ella pueda pegar, entonces, una última devolución, que quedará en la red y le arrebatará definitivamente el sueño de coronarse como reina de París? Es imposible de determinar. La cabeza en esos momentos deambula por recuerdos incorpóreos, divagaciones trémulas, pura niebla frondosa. Puede estar recorriendo, con cinco años y una raqueta más grande que su cuerpo, las canchas de polvo de ladrillo del Club Atlético Fisherton en Rosario, Santa Fé, el club en el que empezó todo esto. Puede ser la voz de Carlos Rampello, su primer entrenador, corrigiéndole los golpes: “Eso, más por abajo, firme. Bajá un poco más las piernas”, en la cancha al costado de la ruta 8, ella con diez u once años, una jovencita llena de ilusiones. Puede ser también, por qué no, el momento en que tomó la arriesgada decisión de irse a vivir a Alicante, España, dejando de lado la familia y los amigos para radicarse en Europa y tener mayores posibilidades de competir semanalmente, porque en Sudamérica queda todo demasiado lejos.

Las imágenes y los recuerdos van y vienen, se mezclan con el ahora, con ajustar la empuñadura porque pronto va tener que devolver un último saque, con el ballboy de pelo castaño que espera en posición de atleta a que la pelota se quede en la red para salir corriendo y levantarla, con el hombre de pelo blanco y traje gris que la apunta desde la tribuna con el celular para filmar ese último saque, su devolución trunca. Pero todavía no sucede, la polaca aún no le ha pegado, entonces vuelve a los recuerdos, al momento en que conoció a sus entrenadores Juan Pablo Guzmán y Emiliano Redondo, a principios de 2019, cuando se acercó para preguntarles si podían darle una mano y ellos, que estaban al tanto de la manera en la que trabajaba, las ganas que le ponía a todo, le dijeron que sí, claro. Vuelve a su primer encuentro con Pedro Merani, el experto en bowling y filosofía zen que se sumó a su grupo de trabajo para mejorar la mentalidad durante la competencia a través de ejercicios diarios de meditación, relajación y visualización, en lo que ella considera un proceso de autoconocimiento. Al rodete negro que adorna la cabeza del surcoreano Byung-Chul Han, uno de sus filósofos favóritos. A la lectura de sus escritos sobre La sociedad del cansancio, un paisaje patológico de trastornos neuronales como la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, el trastorno límite de la personalidad y el agotamiento. A​ La salvación de lo bello, podría ser, o La expulsión de lo distinto, también, ¿por qué no?

Podría estar pensando, mientras ahora la pelota se desprende de la Prince TT290 stock que usa la polaca (el vestido blanco a lo Suzanne Lenglen bamboleándose por el viento) y la jueza de línea aguza la vista para ver si el saque caerá del lado de adentro o afuera, en el rodete gris ceniza con el que se ata el pelo su otro filósofo favorito de apellido impronunciable, el argentino Darío Sztajnszrajber. Podría estar pensando en el tuit que le dedicó después de su victoria en cuartos de final frente a la número cinco del mundo, la ucraniana Elina Svitolina (¿Quién es?), qué decía más o menos algo así: y cuando ya me abandonaba a la certeza de la imposibilidad de algún atisbo de felicidad, veo que me sigue en twitter @nadiapodoroska. Nadia, ¡vamos por todo! sos muy muy grosa. En que para ser filósofo hay que tener un rodete, (por eso ella usa rodete) cómo si la sabiduría y la capacidad de comprender el mundo dependiera pura y exclusivamente de ese montón de pelos hechos una bola sujetos en lo alto de la cabeza. Una bola como la que ahora pica en su cancha y la agarra desprevenida, algo distraída, porque está pensando en las clases del profesor Merlí que veía por Netflix, en la escena en la que el profesor le pregunta a un alumno, ¿y tú, cuánto vales? Y el joven le responde, con la vista hacia abajo: no lo sé. En la frase de Henry David Thoreau con la que cierra el programa: “Fui a los bosques porque deseaba vivir deliberadamente; enfrentar solo los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar. Quise vivir profundamente y desechar todo aquello que no fuera vida… para no darme cuenta, en el momento de morir, de que no había vivido”. Y en todo lo que ella dijo que piensa al respecto en una entrevista para el blog Tenistas Argentinas: “En el ruido que tenemos mientras vivimos, todos los quehaceres, los deberes que tenemos que cumplir y que nos nublan por ahí los momentos más efímeros, que en definitiva son los momentos simples. Que una no necesita grandes cosas para obtener esa profundidad, esa felicidad instantánea, que verdaderamente puede ser posible. Creo que hace alusión a eso, a que a veces alejarse un poco, estar con una misma, en lo profundo de la naturaleza, te ayuda a reencontrarte con lo más simple que a veces en la vorágine de la vida, y con todas las cosas que nos imponen y que nos van creando en la cabeza, se hace difícil vivirlo”.

Por estar concentrada en todo esto es que reacciona tarde cuando la pelota se acerca a su raqueta, y su devolución de revés es débil y se queda en la red. Entonces los silbidos y los aplausos se apoderan del aire parisino. El umpire acomoda el micrófono y dice: “Jeu, set et match”. La cámara se queda con la felicidad de la polaca, que mientras camina hacia la red para saludar a su oponente levanta las palmas de la mano cómo diciendo: ¿Y qué le vamos a hacer? “Six deux, six un”. El choque de raquetas y el final.

¿Y después?

El partido de semifinales contra la joven polaca con el tiempo no será más que una anécdota. Imagino que le dolerá, claro, algunos días, quizá meses, por lo violento del resultado y por la sensación de haber estado tan cerca de un objetivo enorme, impensado cuando arrancó la clasificación al torneo, hace dos semanas. Pero el camino del héroe, de la heroína en este caso, ya estaba consumado mucho antes de salir esta mañana a la cancha. La aventura misma era su propia recompensa. Salir a pelear sin importar las circunstancias, como hizo el arquero Arjuna, en un torneo donde no la conocían ni sus rivales, y atravesar con buen juego las instancias de primera, segunda y tercera ronda, los octavos de final frente a la checa Barbora Krejčíková, contra la que logró reponerse después de un primer set en el que no le salió nada, y vencer en cuartos de final nada más y nada menos que a la número cinco del mundo, Elina Svitolina (¿Quién es?) con un resultado contundente, fue todo parte de una misma epopeya, que quedará registrada en la historia por ser la primera en la era abierta en la que una jugadora llega a las semifinales de un Grand Slam viniendo desde la clasificación.

Mientras tanto, los Argentinos seguimos de cerca, como el antiguo pueblo griego, las aventuras de nuestra Menelao en tierras francesas. Nos tuvo ilusionados durante dos semanas con la posibilidad de conquistar París, hasta que cayó derrotada por una rival que fue superior en todos los aspectos.

Pero entonces, ¿cómo sigue la historia? Algo así le preguntan en la rueda de prensa después del partido, a lo que Podoroska contesta:

“Lo que más cambia en este momento es el aspecto económico y me da alivio. Haber conseguido estos resultados me posiciona totalmente distinto. Puedo seguir pagando el sueldo de mis entrenadores y equipo y continuar viajando por el circuito. Hasta hace poco no tenía ese respaldo, esa seguridad. Roland Garros no va a cambiar mi vida, voy a seguir siendo la misma. Mis ganas de jugar, entrenar, serán iguales. Sí va a cambiar mi ranking, y gracias a eso entraré mejor clasificada a los torneos.”

Manchester United, la crisis de un gigante

Por Mateo Arbio

El 1-6 del Tottenham al Manchester United en Old Trafford., es una clara muestra de la debacle futbolística que están sufriendo los Diablos Rojos desde que Sir Alex Ferguson, luego de 27 años, abandonara el puesto de director técnico.

El Manchester United es el club más grande de Inglaterra, o al menos pelea el puesto mano a mano con el Liverpool. Es el club inglés más ganador de la historia, con un total de 68 títulos y es el que más camisetas vende en el mundo con un total de 3.250.000, por encima de Real Madrid y del FC Barcelona. Pero desde que el escoces partió del teatro de los sueños, la actualidad del club no es la que una institución como esa exige.

La llegada de Ferguson fue un antes y un después en la historia del club. Para traducirlo en números, el Manchester United ganó más títulos durante las 27 temporadas con el escoces que en el resto de su historia. Hasta la llegada de Ferguson, el club tenía un total de 24 títulos en sus vitrinas. En su ciclo, el entrenador logró 13 títulos de Premier League , 10 Community Shields, 5 Copas de Inglaterra, 4 Copas de la Liga, 2 Champions League, 1 Recopa, 1 Copa Mundial de Clubes de la FIFA, 1 Supercopa de Europa, una Copa Intercontinental, sumando un total de 39 titulos.

Además de los títulos, Ferguson le cambió la mentalidad a la institución inglesa. Bajo su conducción, se cambió la política de compras-ventas del club y se comenzó a apostar por jóvenes promesas de bajo costo que luego se convertían en figuras y eran vendidas por mucho dinero.  Cristiano Ronaldo, Ryan Giggs, Paul Scholes, Eric Cantona, Wayne Rooney, entre otros, son claros ejemplos de cómo este nuevo sistema le trajo grandes beneficios a la institución.

En el año 2013, con 71 años, y ganando la Premier League, Sir Alex entendió que había dado todo lo que podía dar y que era el momento indicado para que gente joven asuma el protagonismo y mantuviera la senda victoriosa del club. Pero desde que el escoces dejó huérfano el banco del club, han desfilado una lista de técnicos que, ante la imposibilidad de crear un proyecto con base sólidas, pretendieron tapar el problema con muchísimas sumas de dinero.

David Moyes, compatriota de Sir Alex Ferguson, llegó al Manchester United tras una exitosa carrera en el Everton, pero no duró ni una sola temporada en el banquillo. Con una efectividad del  53% tuvo que ser sustituido por Ryan Giggs a un mes para el final de la 13/14, haciendo de entrenador-jugador. En esa campaña, el club gastó 77,1 millones de euros en fichajes y solo ganó 1,8 con las ventas.

En la 14/15 fue cuando el equipo inglés decidió apostar por Louis Van Gaal. El ex del Barcelona y Ajax fue el responsable del gran Mundial de Holanda en Brasil 2014, pero, al igual que Moyes, tampoco tuvo el éxito esperado. En su primer año no logró ningún título y el club gastó 195 millones en fichajes y generó 49,2 millones. En su segunda temporada, la 15/16, el United conquistó la FA Cup, segundo título post-Ferguson, con una inversión en fichajes de 156 millones y unos ingresos por venta de jugadores de 102. Con un 52% de efectividad, el holandés abandonó la institución sin pena ni gloria.

Luego de estos dos ciclos poco exitosos, el club decidió ir por un técnico de renombre. Así fue como llegó José Mourinho. El portugués estuvo dos años y medio como entrenador y después de un gasto en fichajes de 185 millones de euros en su primera temporada, 198,4 en su segunda y 82,7 en su tercera, entre los que se destacan Paul Pogba, Zlatan Ibrahimovic y Alexis Sanchez, solo conquistó una Copa de la Liga y una Europa League. En esos tres años, el United tuvo unos ingresos por ventas de 47,1 millones en la primera, 45,5 en la segunda y 30,5 en la tercera.

En diciembre de 2018, luego de varios problemas internos con los futbolistas, Mourinho fue reemplazado por Ole Gunnar Solskjær. El noruego, ex futbolista del Manchester United, fue uno de los goleadores de aquella histórica final de la Champions de 1999 en la que los “Red Devils” vencieron sobre la hora al Bayern Munich en el Camp Nou.  Con su espalda de ídolo de la institución, llegó para calmar el clima de un vestuario dividido y hacer la limpieza necesaria. Al principio el cambio fue muy positivo, el equipo tenía una dinámica diferente al de Mourinho e inclusive eliminaron al PSG de la Champions en una de las grandes remontadas de los últimos años. Pero luego de eso todo volvió a la mediocridad que acostumbra el United en este último tiempo.

Si bien en la última temporada el rendimiento del equipo fue aceptable porque se logró la clasificación a la Champions League, aparecieron jóvenes promesas como Marcus Rashford, Mason Greenwood y Anthony Martial y se realizaron fichajes de calidad como Bruno Fernandes o Donny Van de Beek, el equipo sigue dando muestras de una clara falta de jerarquía en mucho de sus futbolistas y sobre todo en la dirección técnica.

Desde que se fue Sir Alex Ferguson, el Manchester United ha gastado un total de 1.503,2 millones de euros y solo se han logrado cuatro títulos.  Hace rato que en el Teatro de los Sueños solo aparecen pesadillas, y los fanáticos del club en todo el mundo siguen con una gran depresión, que dura desde la marcha de su guía espiritual durante más de dos décadas.

 

 

Podoroska perdió en la semifinal de Roland Garros

Argentina's Nadia Podoroska returns the ball to Ukraine's Elina Svitolina during their women's singles quarter-final tennis match on Day 10 of The Roland Garros 2020 French Open tennis tournament in Paris on October 6, 2020. (Photo by MARTIN BUREAU / AFP)

Por Matías Zuñez

La tenista argentina Nadia Podoroska, quien desde el lunes ingresará al top 50 del ranking de la Women´s Tennis Association (WTA), perdió con la polaca de 19 años Iga Swiatek (54 WTA), por 6-2 y 6-1 en una hora y diez minutos en su primera semifinal de Roland Garros.

La rosarina de 23 años, confesa fanática de Rosario Central y que antes del torneo se ubicaba en el puesto 131, se convirtió en la primera tenista en llegar a una semifinal de Grand Slam en la Era Abierta (que empezó en 1968), desde la etapa clasificatoria conocida como qualy el pasado martes cuando venció (6-2 y 6-4) a la ucraniana Elina Svitólina, ranking 5 WTA.

Swiatek venía de vencer en cuartos de final (6-3 y 6-1) a la italiana Martina Trevisan, ranking 159 WTA, en cuarta ronda (6-1 y 6-2) a Simona Halep, ranking 2 WTA y ahora esperará a la vencedora de la semifinal entre la estadounidense Sofia Kenin, ranking 4 WTA, y la checa Petra Kvitová.

Podoroska, clasificada para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 tras ganar el torneo de W25 en enero de este año, consiguió la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. El entrenador del Club Atlético Fisherton de Rosario, Celso Fernández, que fue director técnico de La Rusa desde los cinco hasta los diez años, aseguró que no sólo se veía su velocidad y su motricidad, sino también su predisposición al entrenamiento y agregó: “Les ganaba a chicas de tres años más grande que ella”.

Cestoball: el deporte hecho en Argentina que quiere ser mundial

Por Lucas Pacheco

Si bien no es uno de los deportes hegemónicos del momento, el cestoball es una de las disciplinas federadas con mayor crecimiento a nivel nacional y tiene una particularidad: fue creado en Argentina, entre 1897 y 1903, por el profesor de educación física Enrique Romero Brest.

La “pelota al cesto” se juega con dos equipos de seis jugadores cada uno, que tienen como objetivo hacer ingresar la pelota, hecha de un material que no pica (y fabricada sólo en Argentina a base de cuero y estopa), al cesto rival, que mide 3,30 metros y se encuentra a cinco metros de la línea final, por lo que se puede tirar desde todos los alrededores del mismo. La cancha es de 28 metros de largo por 16 de ancho y puede ser en interiores o exteriores. Eso sí, no se pueden realizar pases a compañeros que estén a menos de dos metros, ni tener la pelota por más de tres segundos, ni tampoco dar más de dos pasos con ella. Los puntos por anotación varían según la lejanía, y la duración del encuentro es de dos tiempos de 20 minutos.

Juan Payllalef, encargado de prensa de la Confederación Argentina de Cestoball, contó que en la década del ‘70 el deporte llegó a jugarse en Europa y Asia, y tuvo gran crecimiento: en 1994 se disputó su primer y único Mundial, en la provincia de Corrientes. Luego hubo un pequeño declive de popularidad, y en la última década los órganos institucionales de la CADC volvieron a buscar mayor difusión a nivel local e internacional con diferentes planes. “Ya son muchas las federaciones provinciales que lo practican en amplitud, y son 24 los países, en su mayoría de América y Asia, que crearon asociaciones nacionales de la disciplina”, afirmó.

Además, Payllalef relató las intenciones de la Confederación Argentina de poder potenciar aún más al deporte en el país, y que las mismas se manifiestan en jornadas de capacitación del deporte en escuelas de educación media e institutos de educación física y que, a futuro, se buscará introducirlas también en institutos de periodismo deportivo. Además, otra de las estrategias está relacionada con las nuevas posibilidades informáticas: se realiza la difusión de partidos y reglamentos en las redes sociales -que se encuentran en permanente movimiento-, se crearon plataformas de streaming para llegar a una audiencia más amplia y diversa y, a la vez, mantienen un contacto constante con las federaciones provinciales para buscar replicar informaciones y ayudarse mutuamente a lograr mayor visibilidad.

En cuanto al ámbito internacional, comentó que “se consiguió generar interés en los países asiáticos a través de la implementación del cestoball en India. Ello llevó a que diferentes naciones de aquel continente lo practiquen, e incluso se comenzó a jugar en África y en el País Vasco en Europa”. Además, amplió: “En Sudamérica la ‘pelota al cesto’ se disputa también en Bolivia, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela.” Todas las asociaciones tienen contacto con Argentina y varias de ellas enviaron a representantes para capacitarse.

Por el momento, el deporte cuenta con una Liga Nacional de Clubes masculina y una femenina, con cupos divididos parejamente entre las federaciones componentes, y un Campeonato Argentino en el que cada provincia lleva a su equipo representativo.

Con respecto a su visión sobre el futuro, Juan Payllalef cree que con este camino el crecimiento continuará y “se podrá dar al cestoball el lugar que merece.” Da por hecho que se pueda volver a concretar un campeonato mundial, aunque probablemente aquel sea en Asia, y afirmó que desde la Confederación sueñan con llevar al deporte más lejos aún: “Uno de los mayores objetivos es poder llevar la disciplina a los Juegos Olímpicos.”

Fútbol y automovilismo: cuando se cruzan las pasiones

Por Ignacio Bretto Riveira

Una de las principales situaciones que acostumbramos a ver es que muchos jugadores de fútbol, en actividad o retirados, se acercan al automovilismo, ya sea como fanáticos o para convertirse ellos también en pilotos de competición. Uno de los casos más conocidos es la historia de la familia Pernía, cuyo apellido es sinónimo de fútbol y motores, con Vicente Pernía a la cabeza. Pero no son los únicos.

El exdefensor de Boca Juniors, que consiguió un total de 6 títulos, se retiró en 1982 y unos años más tarde decidió ingresar en el automovilismo nacional, compitiendo en Turismo Nacional y en Turismo Carretera. En su carrera obtendría un pequeño número de victorias y un subcampeonato en 1997.

Foto: El Gráfico.

Sus hijos, Mariano y Leonel, siguieron los pasos de su padre años más tarde. Mariano, quien tuvo una amplia carrera con pasos en Independiente y Atlético Madrid, y que disputó un Mundial para España, se retiró en 2011 para, un año más tarde, comenzar a competir en la Fiat Línea Competizione y en el TC Mouras. En 2013 debutó en la Clase 2 del Turismo Nacional y participó allí hasta el 2015. En 2016, lo contrató el Ambrogio Racing, representante oficial de Renault, para competir en el TC2000.

Leonel, quien llegó a jugar en la reserva del Xeneize, compitió en las cuatro categorías más importantes del país, es actual bicampeón del Súper TC2000 con Renault, logró un campeonato de Turismo Nacional en 2018 y es de los pilotos más reconocidos en el Turismo Carretera, donde a lo largo de los años da pelea por la Copa de Oro.

Otro de los casos es el de Bruno Marioni, familiar de los Pernía. El delantero de gran carrera en México y campeón de la Copa Libertadores en 2007 con Boca, comenzó en el automovilismo con un Subcampeonato en la Fiat Línea Competizione y un campeonato en la Abarth Punto Competizione, teloneras del Súper TC2000. En 2011 corrió en TC2000 con un Honda Civic de la Escudería Rio de la Plata.

Otra de las situaciones más resonantes fue la de Sergio Agüero. El “Kun” siempre fue fanáticos del automovilismo, por lo que en 2012 probó una chevy de Turismo Carretera durante el anuncio de la creación de su equipo JL Kun16. 

Martin Palermo y Roberto Abbondanzieri fueron otros dos que probaron suerte en el automovilismo. Los ídolos xeneizes corrieron en la categoría Top Race Series en 2011 y dicha carrera, disputada en el autódromo Oscar y Juan Gálvez, finalizó con el “Pato” en 16º lugar y el máximo goleador en la historia de Boca en el 19º.

Foto: Top Race.

Hay muchos casos en los que los jugadores no se transforman en pilotos pero demuestran el fanatismo hacia el deporte y uno de ellos es Ignacio Scocco, que confesó ser hincha de Chevrolet y que desde los 10 años tiene la tradición de levantarse temprano los domingos para mirar las carreras. El actual jugador de Newell’s también mencionó que cuando concentraba en River, quien lo acompañaba en esa situación era Leonardo Ponzio. 

Este último fue quien estuvo presente de una manera especial en el automovilismo, ya que en 2018 el equipo SportTeam, cuyo director es hincha del “millonario”, colocó el número 23 en el auto que el equipo utilizó ese año en Súper TC2000. Tiempo después, ambos jugadores tuvieron la posibilidad de subirse a un TC en el autódromo Roberto Mouras de La Plata.

Otro piloto comprometido es Marcos Di Palma que, fiel a su estilo, presentó en la exposición “ExpoBoca” su Chevrolet de Turismo Carretera ploteado con los colores del club en 2016.

Pero sin duda alguna, uno de los acercamientos más importantes entre ambos deportes fue lo sucedido en la temporada 2005 del Top Race v6. En aquel año, la categoría decidió pintar sus autos con los colores de Boca, River, San Lorenzo e Independiente, entre otros, y, en muchas ocasiones, se podía observar a los autos de la categoría como a los pilotos en las distintas canchas del fútbol argentino. Es por eso que esa temporada nos dejó imágenes como la del Flaco Traverso saliendo al Monumental con un buzo que simulaba la camiseta o a Guillermo Ortelli saliendo campeón con los colores del club del cual es hincha, Boca Juniors.

Estos acercamientos generan que el público futbolero se involucre más en el automovilismo y logra, de alguna manera, que tanto pilotos como futbolistas se muestren juntos en muchas ocasiones, ya sea en un autódromo o en una cancha.

Los arqueros atajan con la cabeza

Por Fausto Faccini

El análisis de las derrotas en el fútbol actual suele tener su base en los errores puntuales defensivos. Cuando se pierde, en vez de buscarse razones se buscan culpables. Si el árbitro pasa desapercibido, el arquero tiene todos los números para ser el primero de esta lista. Es el que entrena separado, el que se viste distinto, el boludo, el especial, como se dice en los planteles a modo de chiste. Si se equivoca, queda más expuesto que cualquiera que falle en otro sector de la cancha. Después de él, solo está el arco. Le tocará ser el meme, el video que circula hasta el cansancio por las redes sociales, la cara de la derrota, pero convive con esto. Sabe que es parte del contrato.

Estas posibles consecuencias que son propias del oficio, hacen que la cabeza del arquero juegue un rol fundamental en su rendimiento. Muchos psicólogos deportivos coinciden en que es el puesto más difícil, donde la cuestión se complica ante la falta de confianza y actitud, aunque tenga su papel las cuestiones físicas y técnicas.

Uno de los psicólogos en analizar las particularidades de la mente de los arqueros es Marcelo Roffé, quien trabajó en las selecciones juveniles de Argentina y la selección mayor de Colombia, y tiene 15 libros publicados sobre la psicología en el fútbol. “Los arqueros deben tener ciertas características de personalidad que otros puestos no requieren. Es el puesto más difícil, cada vez se le exige más. Debe tener mucho autodiálogo positivo y estar todo el tiempo atento”, asegura Roffé.

La forma en que las presiones sobre el arquero terminan en errores de ejecución o de concepto es un proceso que profundiza Jamir Sánchez, que trabaja en el área de psicología de Deportivo Cali: “Cuando el arquero está en una situación adversa y siente presión, se altera su frecuencia cardíaca, y se tensiona. Cuando siente este síntoma, quiere dominarlo y no puede, lo que deriva en cualquier tipo de bloqueos. Esto se trabaja con ejercicios diarios de respiración diafragmática para en un futuro llegar a un dominio de la tensión”.

En busca de más herramientas para controlar las múltiples adversidades que pueden presentarse en un puesto que no permite errores, en las inferiores de Lanús se hizo un cuestionario para encontrar las aptitudes psicológicas que influyen en las decisiones y los rendimientos de los arqueros. Se sometió al mismo a 13 juveniles de cuarta a novena división, para poder hacer una construcción del perfil psicológico del arquero.

En las respuestas de los jóvenes se encontraron conceptos como la autoconfianza y la concentración por encima de la influencia de la evaluación del rendimiento y la ansiedad competitiva. Los arqueros de las inferiores de Lanús destacaron la ingratitud del puesto, las dificultades y la prioridad del rendimiento individual por encima del colectivo. Aseguraron que influye notablemente en el rendimiento sacar una pelota “imposible” para las jugadas que vienen después, y mencionaron como características físicas importantes a la altura, el peso, la capacidad de salto, la fuerza y coordinación de piernas. Otro punto del cuestionario fue sobre el momento en el que se van a dormir, donde señalaron que se le vienen a la mente las imágenes de las fallas en el partido.

En las conclusiones finales del cuestionario, el psicólogo Cristian Batista explica que si el arquero puede regular la confianza en sí mismo, la concentración y la motivación a la vez, va a poder reponerse a los contratiempos y los infortunios. Si no se manejan estas cuestiones, van a aparecer las reacciones tardías, las precipitaciones, los errores de precisión, el agotamiento y las acciones impulsivas. Ante lo expuesto, Batista propone enfrentar las situaciones estresantes y generar una renovación de la confianza con la satisfacción de haber corregido el error, lo que es muy posible que tenga como resultado una mejoría en el rendimiento del arquero.

 

¿En qué andan los subcampeones del mundo?

Por Pedro Duffau

A poco más de un año del subcampeonato que lograron los jugadores del seleccionado nacional de básquet en el Mundial de China, el escenario ahora es distinto ya que no queda tan en claro el rumbo de la Argentina de cara a los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

El 20 de agosto de este año se juntaron el Ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, con el presidente de Confederación Argentina, Fabián Borro, y el presidente de Asociación de Clubes, Gerardo Montenegro. Después de dicha reunión, se quedaron satisfechos ya que fue la primera aproximación para la vuelta de la Liga Nacional de Básquet bajo todos los recaudos de salud y protocolos sanitarios necesarios.

El entrenador de la Selección Argentina de básquet, Sergio Hernández, confirmó su puesto al mando del equipo hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2021. Además, los jugadores del seleccionado nacional se encuentran repartidos por todo el mundo e intentan jugar en este año tan particular. El base Facundo Campazzo llegó a un acuerdo con el Real Madrid para poder ir a la NBA y es probable que sea en uno de estos tres equipos: Dallas Mavericks, Minnesota Timberwolves o San Antonio Spurs. Agustín Cáffaro, quien  representó a San Lorenzo en 2019, juega en Urupán de la Liga Uruguaya para mantenerse competitivo dado esta pandemia. Patricio Garino firmó con Zalgiris de Lituania en julio de este año y Lucio Redivo se sumó al Monferrato de la segunda división de Italia. Luca Vildoza, Luis Scola, Nicolás Bruzzino, Nicolás Laprovíttola, Gabriel Deck y Leandro Bolmaro también juegan en Europa y compiten en la actualidad en sus respectivas ligas a pesar del COVID-19. Máximo Fjellerup y Tayavek Gallizzi continúan con la espera para que comience la Liga Nacional.

El pivot argentino Marcos Delía que vive en Europa y se encuentra sin club cuenta: “En mi día a día, ahora puedo entrenar. Lo estoy haciendo en un gimnasio con un entrenador individual porque todavía no tengo equipo. Pero ya los equipos están entrenando normalmente”. El ex basquetbolista de Boca Juniors revela: “La verdad es que en los momentos en que estamos con los equipos, cada uno maneja la parte física con los preparadores físicos del equipo en el que está. La realidad es que nos vemos con Sergio (Hernández) y con algunos jugadores en las ventanas. Antes del mundial se hicieron varias. Para los Juegos Olímpicos de Tokio creo van a haber dos, una en noviembre y la otra en febrero. Creo que son buenas oportunidades más allá de que los jugadores de Euroliga no están”.

Marcos Delía expresa: “No sé si perjudica directamente ahora a la Argentina que no se esté jugando la Liga Nacional, yo creo que los basquetbolistas que van a jugar en Tokio 2021, la mayoría juega en ligas extranjeras”.

El ex jugador de Virtus Bologna de Italia concluye: “Al grupo lo veo muy bien, creo que lo que nos llevó a jugar la final en China fue el compromiso, una preparación excelente, fueron las ganas de ganar todos los partidos, los entrenamientos de alto nivel. Se va repetir en Tokio, asique, después bueno, por ahí nos llega tocar jugar contra un rival bueno y perdés, entonces no jugas la final o no podes estar entre los cuatros mejores. Lo que hicimos nosotros que te mencione antes para jugar la final va a estar sin dudas. Yo tengo muchas expectativas y creo que todos las tenemos”.

Marcelo López, preparador físico de la Selección Argentina de básquet desde 2007 y a la vez personal trainer de Scola, afirma: “Nosotros cuando finalizamos el Mundial, los jugadores quedaron en su equipo normal, con lo cual, no hubo un nuevo encuentro para programar lo que es un Juego Olímpico. Si bien se suspendió, íbamos a tener el proceso de entrenamiento que corresponde, pero todo eso se pasó para más adelante. Las nuevas concentraciones van a ser seguramente en febrero. Pero todavía no hay una fecha prestablecida. Cada uno tiene la obligación contractual en su club, por lo cual, no se puede correr ese objetivo personal. No queremos ser muy invasivos con los jugadores. A medida que pase el tiempo y que se vaya diluyendo esto de la pandemia, vamos a comenzar los entrenamientos previos a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021”.

Tanto los jugadores como el cuerpo técnico, esperan que se termine esta pandemia y volver a la “nueva” normalidad, para así afrontar todos juntos el siguiente objetivo: Juegos Olímpicos Tokio 2021.

Pat Riley: el capo detrás del éxito de Miami Heat

Por Ramiro Ohana

Seis años después de la última final del trío LeBron, Wade y Bosh, Miami Heat vuelve a pelear por el anillo de la NBA con un equipo completamente distinto, sin ninguna superestrella y basado en la solidaridad y la fuerza de conjunto.

Quinto clasificado del Este en la fase regular, el Heat fue la gran sorpresa de los playoffs en la burbuja de Disney World pero que, desde del miércoles, tiene la prueba de fuego en las finales ante el propio LeBron James, que ahora es el líder de los Lakers junto a Anthony Davis.

El Heat enfrentó un duro proceso de seis años cuando se desarmó el Big Three en 2014 con el regreso de LeBron a los Cavaliers, quedándose fuera de playoffs en tres de ellos. Pero poco a poco el equipo reclutó las piezas faltantes y así asombrar a la NBA al eliminar a los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo, los mejores de la fase regular, y el pasado domingo a los Boston Celtics en las Finales de la Conferencia Este.

Pat Riley, mítico entrenador de los Lakers de Magic y Kareem con los que consiguió cuatro anillos entre 1982 y 1988, ha sido el arquitecto de la transición de Miami como presidente del equipo, con Erick Spoelstra ejecutando el plan desde el banquillo.

Con sus trajes impecables y el pelo peinado hacia atrás con gel, Riley da la impresión de ser el “capo” de la NBA, alguien que mueve los hilos por detrás y que generó la envidia de todos en el verano del 2010, cuando logró conformar el Big Three de LeBron, Wade y Bosh. Decir que el Padrino ayudó a construir de cero a lo que hoy asociamos con Miami Heat puede sonar a una exageración, pero en muchísimos aspectos la franquicia es Pat Riley desde que sus caminos se juntaron 25 años atrás.

El neoyorquino llegó al Heat en apenas su octavo año de existencia en la NBA (1995) y con un detalle importante: en las siete campañas previas, no había ganado ni una sola serie de playoffs. El Riley que arribó a Miami en 1995, como técnico y presidente, era uno muy diferente al que se había visto como entrenador de los Lakers en los ‘80 y que redefinió su estilo de juego en su etapa con los Knicks (1991-95): un básquet mucho más lento y físico, con un claro énfasis en el costado defensivo al tener jugadores tan grandes y pesados como Patrick Ewing, James Donaldson, Anthony Mason, Tim McCormick y Herbert Williams.

Si bien ese estilo no le había alcanzado para conseguir el quinto título de su carrera, básicamente por la presencia de los Bulls de Michael Jordan, sí había sentado las bases de la identidad que rápidamente lograría darle al Heat.

Ya al mando del equipo, Riley realizó en 1995-96 movimientos inesperados que definirían los próximos años de Miami: en noviembre mandó a Glen Rice, jugador franquicia hasta ese entonces, a Charlotte a cambio de Alonzo Mourning, mientras que en febrero traspasó a Kevin Willis a Golden State a cambio de Tim Hardaway.

Los canjes no tuvieron un impacto inmediato ese año. El Heat terminó con marca de 42-40 esa temporada y fue barrido en primera ronda por los Chicago Bulls. Pero con la incorporación de Jamal Mashburn en la temporada siguiente, el conjunto de Florida se asentó como candidato a partir de ese año.

La nueva columna vertebral del Heat no conseguiría ningún campeonato, pero sí le daría a la franquicia una visibilidad que no había tenido hasta 1996/97: 61 partidos ganados de temporada regular hasta llegar a las Finales del Este, donde volverían a ser víctima de los Bulls de Jordan. La nueva fórmula impuesta por Riley daba sus frutos: juego físico, ritmo exigente, intensidad defensiva y el pívot Mourning como figura central del ataque.

El Heat ganó más del 60% de sus partidos en las siguientes cuatro campañas y en todas ellas finalizó en el Top 8 en cuanto a eficiencia defensiva y entre los cuatro últimos en cuanto a ritmo de juego. El problema fue que, a diferencia de lo que había ocurrido en la postemporada de 1997, nunca pudieron triunfar en playoffs como aquel año: perdieron en la primera ronda de 1998, 1999 y 2001, mientras que cayeron en las semifinales del 2000.

La gota que colmó el vaso fue cuando Miami no ingresó a playoffs en el 2002 ni en el 2003. Ya con Mourning complicado por lesiones y problemas de riñón, el equipo bajó el nivel y apenas consiguió 36 y 25 victorias respectivamente en aquellas campañas, algo que llevaría a Pat Riley a dejar su cargo como entrenador para enfocarse en su rol como presidente.

Su nueva etapa como mandatario de la franquicia fue mejor de lo que se esperaba tras elegir a Dwyane Wade en la quinta posición del draft de 2003 y firmar a un desconocido ala-pívot llamado Udonis Haslem, quien venía de jugar en el básquet francés, dando comienzo así la segunda era del Heat.

La llegada de Wade a South Beach dejó por sentado que Miami se había ganado la lotería con su elección, quien como novato promedió 16.2 puntos en la fase regular y 18 en la postemporada para alcanzar las Semifinales del Este con Stan Van Gundy en el banco. Haslem tampoco pasaría desapercibido para el nuevo coach, pese a ser un jugador no drafteado, y en tan solo meses se ganó la titularidad con su aporte defensivo.

Algo que caracterizó siempre al Padrino Riley desde su llegada al equipo fueron los movimientos arriesgados y las apuestas fuertes. Tal es así que en la actualidad tanto él como Erik Spoelstra (entrenador de Miami) se negaron, desde 2008, a la estrategia basada en perder partidos para tener mayores opciones de reclutar a las mejores promesas en el draft, algo que llevan a cabo la mayoría de las franquicias cuando su equipo se queda sin chances de entrar a playoffs.

Riley no la pensó dos veces y en 2004 comenzó a mover los hilos: en julio de ese año mandó un paquete que incluía a Caron Butler, Lamar Odom, Brian Grant y un par de picks a Los Angeles, a cambio de nada menos que Shaquille O’Neal, que venía de ganar tres anillos con los Lakers.

Con Shaq y Wade como pilares, Miami volvió a ser candidato en la liga. Alcanzó Final del Este en el 2005 y llevó al campeón Detroit a siete partidos. Sin embargo, entre aquella derrota en el Juego 7 frente a los Pistons y un irregular inicio de la temporada 2005/06, Van Gundy dejó su lugar en el banco y el propio Riley lo volvió a ocupar. Otra vez el Padrino volvía a cumplir la doble función de entrenador-dirigente.

Con Riley en el banquillo, el Heat recuperó su identidad defensiva y tras vencer a Chicago (sin MJ) y New Jersey en las primeras dos llaves de playoffs, se cruzó en la definición del Este con un viejo conocido: los Detroit Pistons. Solo que esta vez los Bad Boys se enfrentaron con la dupla Wade-O’Neal y Miami terminó imponiéndose por 4-2, para llegar así a las primeras Finales de su historia.

En las finales del 2006, esperaban los Mavericks de Dirk Nowitzki y, tras estrenarse con un 0-2 en contra, los de la Florida ganaron cuatro partidos de manera consecutiva, para conseguir su primer Larry O’Brien y el quinto para Riley como técnico. La característica defensiva del equipo de Pat fue fundamental en ese campeonato: dejaron a Dallas, un equipo que promediaba 99,1 puntos por partido, en apenas 90,5 tantos en los cuatro últimos partidos, mientras que Dirk, marcado por Haslem, solo pudo lanzar un 39% de campo y un 25% en triples.

Quien supo ser el entrenador del año en tres ocasiones (1990, 93 y 97), seguiría al frente de Miami por dos temporadas más, sin poder replicar el éxito de la campaña anterior. En los playoffs del 2007 quedaron eliminados en primera ronda por Chicago, mientras que en 2008 acabaron con el peor registro del certamen (15-67), con Wade lesionado y Shaq siendo traspasado a Phoenix.

Después del éxito volvieron las decepciones y Pat abandonó definitivamente el banco del Heat, que quedó en manos de Spoelstra, quien llevaba trabajando en diferentes roles dentro de la organización desde hacía más de una década.

La llegada de Spoelstra marcaría la época dorada de Miami en la NBA. Pero como toda nueva etapa, lleva su proceso de adaptación y no fue la excepción con el nuevo entrenador: en sus dos primeros años y con Wade en su mejor nivel, el Heat volvía a fallar en playoffs y en ambas campañas quedaron eliminados en primera ronda ante Atlanta y Boston respectivamente.

Pero llegó el verano de 2010, donde no solo cambió el futuro del Heat, sino el de la historia de la liga en general, con la famosa Decisión de LeBron James (algo parecido a cómo anunció Messi su estadía en el Barcelona a través de Goal) de llevar sus talentos a South Beach, juntándose con Wade y Chris Bosh y así formar el famoso Big Three.

Con tres jugadores de ese calibre, era esperable que Miami tuviera una de las mejores ofensivas de la liga. Y así ocurrió. Guiados por la estrategia de Spoelstra y la filosofía de Riley, el Heat también se transformó en una escuadra dominante del básquet que vemos hoy en día.

Fueron de los primeros equipos que apostaron por el small-ball: un estilo de juego que hizo desaparecer los roles tradiciones y cuya principal característica es la falta de juego dentro de la pintura. Su principal fortaleza está en el perímetro, donde existe una constante rotación que busca desorganizar al rival. El rápido movimiento del balón busca dos opciones: llegar a la pintura sin marca alguna para hacer la bandeja o tener el espacio para el triple. Los Warriors de Steve Kerr son el claro ejemplo de esta forma de jugar con Stephen Curry y Klay Thompson como ejes.

Al igual que sus versiones anteriores, este Miami duró menos de lo esperado: fueron solo cuatro años hasta que LeBron decidió volver a Cleveland. Sin embargo, el balance fue el mejor desde su creación (1988): cuatro finales y dos nuevos campeonatos, con las consagraciones en 2012 y 2013. Tres estrellas, tres etapas y tres anillos para la franquicia en solo siete años.

Wade, que había sido el líder del primer campeonato de los Heat en 2006, se marchó de Miami un año y medio después de James para una breve estancia en Chicago y Cleveland antes de volver al equipo de su vida para retirarse el año pasado. El que tuvo un “retiro” más desapercibido fue Bosh que, con problemas de coágulos de sangre, no volvió a jugar desde 2016.

Pero así como sus tres eras anteriores comenzaron con la incorporación de un All-Star, algo muy similar ocurrió en el 2019, quizá a menor escala: el fichaje de Jimmy Butler, sumándose a una base que ya contaba con piezas como Goran Dragic y Bam Adebayo, y que a la vez encontraría jóvenes promesas como  Tyler Herro, Duncan Robinson y Kendrick Nunn.

La química entre todos ellos no pudo ser mejor desde el primer momento, siempre manteniendo esa identidad que se empezó a forjar en 1995. Es que en 24 de las 25 temporadas de Riley, el Heat jugó a un ritmo más lento que el promedio de la liga y en 23 de las 25 tuvo un rating defensivo superior a la media.

Que Miami haya llegado a su sexta Final de NBA no es casualidad. Siendo la cuarta mejor defensa de los actuales playoffs, el nuevo equipo ganador construido por Riley se basa en su olfato para detectar el talento joven. Eso lo llevó a apostar, con el pick número 14, en el draft del 2017 por el pívot Adebayo, que hoy promedia en la postemporada 18.5 puntos, 11.4 rebotes, 4.9 asistencias y 0.9 bloqueos.

Mientras que en la previa de la vigente campaña y con el pick número 13, Riley volvió a acertar en el draft al elegir al escolta Herro, que a sus 20 años lleva promediado 16.5 puntos, 5.5 rebotes, 3.9 asistencias y 37.8% en triples. Por fuera del draft, donde es muy complicado encontrar jugadores válidos para la NBA, Miami detectó a dos jugadores importantes en este curso, los escoltas Robinson y Nunn, segundo mejor novato de la temporada.

El capo y Padrino de la NBA lo volvió a hacer. Seis años después de la reconstrucción post Big Three, Riley llevó a su Miami Heat hasta final de temporada con la posibilidad de conseguir el cuarto campeonato en la historia de la franquicia con varias “vendettas” personales de por medio. Ya cobró la primera ante los Celtics (eterno rival cuando era entrenador en Los Angeles) en las Finales de Conferencia y ahora quiere una por partida doble: LeBron y los Lakers.