martes, septiembre 9, 2025
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Ariel Cheb, de Doble Mérito: “Cuando ejercés la profesión vas perdiendo el fanatismo por tu club”

Por Dylan Bujman

Tranquilo. El mismo se considera así. Con humildad y esfuerzo, Ariel Cheb demuestra que con trabajo e innovación se pueden conseguir grandes cosas. Junto a Agustín Stella conforman Doble Mérito un canal con una idea que atrapó a más de 60.000 personas suscriptas aunque “podemos llegar a muchísimas mas personas”, asegura el joven de 23 años.

Nacido el 28 de noviembre de 1997 este flamante periodista exclama que cuando te metés de lleno en tu trabajo queda de lado la pasión. ¿Cómo lo confirmó? Con su amado River Plate, que aunque aún dice seguirlo ya no es lo que era antes. “En los cuartos de final con Atlético Mineiro no lo pude ver porque estaba en una sala de escape”, reconoce Cheb, que termina de señalar que los tiempos cambiaron para sus prioridades. Aunque nada de esto se imaginaba tiempo atrás ya que de chiquito, sin tener las cosas claras soñaba con convertirse en millonario, lo que tal vez lo llevó a tener un gran talento para los números.

Pero si para pasar el tiempo tiene que elegir una actividad, los ejercicios matemáticos no serían una opción ya que prefiere jugar con sus amigos a la play o pasar la barrera de la televisión y jugar él mismo a la pelota. “Encontré mi límite dentro de la cancha y eso me llevó a ser un jugador 7 puntos, conozco lo que puedo dar”, recalca Ariel que se considera un defensor central aguerrido y fuerte.

Las series y películas son otros pasatiempos que acompañan a Ariel Cheb fuera del canal que creó, aunque aclara que aún no puede “vivir de eso”, pero confía en que es el camino a seguir y un gran paso fue haber ido a Córdoba a hacerle la entrevista a Juan Carlos Olave, histórico arquero de Belgrano, que los recibió en su ciudad natal y que esperan junto a Stella seguir recorriendo el país de la mano de Doble Mérito.

Una de las caras detrás de Doble Mérito: Ariel Cheb y el nuevo periodismo

Sofía Maccari: “Sueño con conseguir la medalla de oro que nos falta desde otro lado”

Por Micaela Garcea Tonin

Sofía Maccari, integrante de las Leonas, dialogó con los y las estudiantes de primer año de Deportea sobre la situación que atravesó al sufrir el robo de la medalla de plata obtenida en los Juegos Olímpicos de Tokio, de su futuro y el de la Selección Argentina, en el marco de la materia IPIDEP.

La jugadora del Club San Fernando declaró: “Quien me robó la medalla no puede medir lo que significa tener esa cosa redonda para un deportista amateur. En ella, hay mucho esfuerzo, muchas horas, está la familia que acompaña, las frustraciones que se tienen, todo el proceso olímpico largo y duro”, además, para completar el relato, afirmó que es su último año como jugadora de hockey, ya que quiere empezar a dedicarse a la dirección técnica. Sobre esto, comentó: “Sueño que esa medalla de oro que nos falta, poder conseguirla desde otro lado en Las Leonas. Es mi nueva meta; todo el tiempo estoy desafiándome”.

Con respecto a la medalla que fue robada, denunció que la persona que lo hizo, le envía foto con la “Cosa redonda” en sus manos, intentando extorsionarla y buscando tener acceso a los iPhone robados para hacer uso de ellos, “No lo voy a hacer. Espero que a esa persona algún día le haga el clic”, dijo.

También se refirió al futuro que le ve a las Leonas de cara al Mundial de Tarrasa y Ámsterdam de 2022 comentado: “Queda muy poco para julio y hay que prepararse de la mejor manera. Sabemos que no hay tiempo para relajarse, pero tenemos la vara alta y sabemos que el equipo todavía no llegó a su techo. A nivel jugadoras hay mucha calidad y mentalidad. Cuando me sumé al plantel me sorprendí para bien de la clase que había, jóvenes y con muchos años por delante. Les gusta entrenar, entienden lo que es la camiseta”.

 

 

Se juega como se come

Por Marcos Barrientos

La transpiración sobresale del verde césped. Agotamiento, botellas de agua y toallas acompañan esta postal futbolera. Pero el deporte también viene de la mano con la nutrición: una relación de amor y odio, aunque fundamental para la supervivencia del ser humano y con un grado de importancia bastante considerado: los atletas de élite conviven con la vida sana. Son su media naranja.

Día a día, el fútbol cambia, como todo en esta vida. “En mi época no se hablaba de cereales o esas cosas, hay que saber jugar a la pelota”, decía Juan Román Riquelme en un programa de Fox Sports en el año 2018 durante una charla con el periodista Sebastián Vignolo acerca de un mal momento que pasaba Boca Juniors ese entonces. Una frase que abre la puerta a una mirada distinta de la alimentación de hoy.

Riquelme es una persona con una voz fuerte dentro del fútbol argentino, un ejemplo a seguir para muchos a la hora de jugar a la pelota. Pero hoy la realidad es muy distinta y no todos nacen con el don de hacerlo como un mago. Un jugador tiene que hacer grandes sacrificios en cuanto a su alimentación.

La competitividad es constante. El cansancio se hace presente en los deportistas y los detalles salen a la luz. “Desde que empecé a implementar una buena alimentación, las cosas fueron para mejor. Había partidos que llegando al minuto 70 me sentía muy cansado y con los consejos del nutricionista del club esas cosas fueron mejorando”, declaró Rodrigo De Paul en una entrevista para AFA Play hecha por Juan Pablo Varsky. Además, agregó: “La alimentación me hace recuperarme mucho más y poder jugar los 90 minutos”.

Los cuidados, la dedicación y una buena ingesta de alimentos saludables son los aliados de los nutricionistas. Estos profesionales de guardapolvo blanco pintan de tres colores los platos que les recomiendan a los jugadores y los que les inculcan en su vida diaria.

-¿Por qué es tan importante una buena alimentación en un deportista de alto rendimiento?

-Es la base para un buen desarrollo deportivo y sirve como complemento para evitar lesiones cuando se hace actividad de manera regular.

Carla Floreani, licenciada en nutrición y deporte, lo ratifica. También agrega que la alimentación tiene que estar acompañada con un descanso óptimo y un constante chequeo hacia los futbolistas cuando están compitiendo en alto rendimiento.

“En cada jugador nos fijamos cuáles son las necesidades, como la composición corporal, puesto de juego, costumbres, gustos, hábitos y condiciones socioculturales”, argumenta Agustina Gazzaneo, nutricionista del Club Deportivo Morón. Gazzaneo agrega que en casi todos los casos se insiste en mejorar la musculatura en el cuerpo, ya que beneficia el rendimiento de un deportista. Los futbolistas también destacan el grado de importancia de tener un nutricionista en el club o en su vida deportiva porque les permite generar cambios físicos, algo que nunca habían imaginado que podía llegar.

La tarde llega a Sarandí. Leonel Picco está con su mate en mano, fiel compañero de cada concentración y entrenamiento. El jugador de Arsenal debutó el 2 marzo de 2019 en un partido frente a Central Córdoba de Santiago del Estero por la B Nacional. Picco destaca la importancia de tener a un especialista en nutrición a diario en el plantel porque desde su perspectiva es fundamental para llegar al 100% a los partidos. “Esto lo comencé a notar a los 18 años, cuando me propuse ser jugador, cuidarme e ir al gimnasio. Con el correr de la edad, me di cuenta que podía mejorar la contextura para lograr ciertos objetivos”, dice Picco.

Los cambios físicos vienen acompañados de una buena nutrición. Tarde o temprano, los resultados se terminarán reflejando en sus vidas diarias y deportivas. Los cuidados son permanentes. Cada dos o tres días, la nutricionista llega a trabajar a Arsenal. Uno por uno, los jugadores van entrando al consultorio, como si fueran a rendir un examen. “Nos pesa y nos mide para chequearnos”, admite Picco. Simbólicamente, se convirtió en una segunda madre que está al cuidado de ellos.

Las actualizaciones son constantes en los dispositivos electrónicos para que se adapten a las nuevas modalidades. Con la nutrición pasa exactamente lo mismo ya que los cuerpos de cada futbolista son distintos. El desgaste físico de cada atleta es distinto y no todos los celulares y computadoras tienen el mismo operador.

Existe un sector de 18 hectáreas donde los juveniles de Banfield sueñan en grande: el Campo de Deportes Alfredo Palacios está repleto de historias de futbolistas que sueñan con ser profesionales. Juan Manuel Cruz, jugador del Taladro, debutó en marzo de 2020 frente a Lanús con una victoria por 2-0 y destacó que hoy en día en el club, los cuidados recibidos siempre son alimentarse bien y sano, pero que cada uno tiene un plan distinto, ya que todos cuentan con físicos diferentes.

Es evidente que en un club de Primera, los chequeos son rigurosos y no solo cuando están en competitividad, sino también de vacaciones. Por lo general, cada institución fija un plan de alimentación para cada jugador, aunque de manera más libre. Y los deportistas siguen estas instrucciones para poder llegar en óptimas condiciones a la pretemporada.

Cruz comenta que Banfield le informa a cada jugador que lo ideal es que vuelvan en forma y se cuiden en lo físico. Sin embargo, el club no es tan exigente con algunos excesos en época de pretemporada. El hijo de Julio “El Jardinero” Cruz hace hincapié en que los entrenamientos en la pretemporada son distintos y que comenzó a notar cambios en su físico: el desarrollo lo notó en su primera etapa de preparación con el plantel de Primera. Los futbolistas tratan de estar lo mejor posible en cuanto a físico para poder rendir al máximo y así cuidar su fuente de trabajo: el fútbol. Cruz agrega que la alimentación balanceada y saludable es fundamental en su día a día porque es una herramienta de trabajo.

En el marco de las diferencias, el desprestigio y las comparaciones, aparece el fútbol femenino como una de las incógnitas de la salud alimenticia. El fútbol argentino para mujeres se profesionalizó en marzo de 2019. Muchos clubes grandes, como Boca, River, Racing e Independiente, sustentan un cuerpo técnico con nutricionista incluida, como los varones. Y comparten las mismas instalaciones del club, las canchas y hasta los mismos cuidados, pero en exigencia no es lo mismo para ambos géneros.

En el mítico barrio de La Boca, las casas coloridas resaltan, el puente se hace presente y el tango se hace escuchar desde los conventillos. En ese lugar, el plantel femenino de Boca va a entrenar todos los días para estar en óptimas condiciones a la hora de competir.

Desde el predio de Casa Amarilla y luego de un duro entrenamiento por la mañana donde el frío pega bastante, Bianca Recanati, jugadora profesional de Boca, destaca que los cuidados que les dan son permanentes y que consisten en una buena alimentación: “Los platos tienen que tener mucha proteína, carbohidratos, vegetales y estar acompañados de un buen descanso para recomponer energías”.

Los planes nutricionales varían según el sexo de cada futbolista. El metabolismo de una mujer no es el mismo que el de un hombre, pero sí parecidos. Estos se modifican dependiendo del peso de los atletas: al ser más livianas requieren ciertos nutrientes en menor cantidad a comparación de los varones.

Si bien ambas ramas del deporte tienen sus diferencias, abundan las similitudes en cuanto a la alimentación y a los cuidados físicos. Muchas veces, la libertad de comer sin tener la preocupación de excederse se desvanece en la vida deportiva. Un jugador o una jugadora se preocupan mucho por el bienestar personal y de progreso en el fútbol. Los nutricionistas ven la vida sana como una herramienta complementaria para el futbolista y la consideran una pieza fundamental para el desarrollo de su carrera. El sentido común se hace presente cuando se habla del espacio que le dan a este profesional dentro de un club, porque al fin de cuentas es mucho más importante de lo que se cree.

 

 

 

Luis Scola, el último porteño del básquet argentino

Por Emiliano Grillo

El reloj marca ocho minutos de partido y Houston abre la temporada 2007/2008 perdiendo por diez puntos contra Los Ángeles Lakers. El entrenador Rick Adelman se acerca al banco y llama a Luis Scola para que haga su debut en la NBA. Automáticamente, la televisión estadounidense despliega una placa sobre la imagen del ala pívot: “Adquirido desde los Spurs el 12 de julio de 2007. Dos veces mejor jugador de la liga española. Mejor jugador del torneo FIBA Américas 2007. Ganador de la medalla olímpica dorada en 2004 con Argentina. Edad: 27. Buenos Aires, Argentina”. Será el acercamiento más firme que tendrá la Capital Federal con la liga de élite.

Scola fue el octavo basquetbolista argentino en aterrizar en la NBA. Al cierre de la temporada 2020/2021 ya se sumaban a ese número ocho más (incluyendo a Luca Vildoza, que pertenece a New York Knicks pero no sumó minutos, y a Leandro Bolmaro, que se sumó a Minnesota Timberwolves tras desvincularse del Barcelona). De los 16, ninguno nació en la Capital Federal y solo Scola -nacido en Ciudad Jardín, partido de Tres de Febrero- se formó en clubes porteños: Club Ciudad y Ferro Carril Oeste.

En el seleccionado nacional, el resultado es similar. Durante el segundo ciclo del entrenador Sergio Hernández, que se inició en enero de 2015 y se cerró después de los Juegos Olímpicos de Tokio, (dos Juegos, un Mundial, dos Panamericanos, dos Sudamericanos, un Preolímpico y una AmeriCup)  no hubo jugadores nacidos ni formados en Capital Federal, a excepción de Scola. El último convocado porteño data del Sudamericano de Isla Margarita 2014: Martín Leiva, reconocido pívot de Ferro y Boca.

La Liga Nacional logró ser el torneo más federal del deporte argentino. Fue el objetivo al que apuntaba en su fundación en 1985. También es cierto que la Ciudad, junto a Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, representaron el centro del país basquetbolístico, espectro que diagramó León Najnudel, principal impulsor de la creación de la Liga Nacional, que centralizaba el deporte en estas cuatro provincias y formaba un esquema de relevancia escalonado con las demás federaciones alrededor. En 1984, durante los torneos de transición de cara a la reformulación de las categorías, cuatro plazas fueron para la federación porteña, mientras que las demás provincias del centro obtuvieron dos cada una.

A lo largo de las 36 temporadas de La Liga, cinco equipos de CABA participaron, aunque sea una vez, en la máxima categoría del básquet nacional. En la misma línea se paran el Gran Buenos Aires, Córdoba y Entre Ríos. Lejos están de los 12 clubes que alguna vez presentó el interior bonaerense, y se acerca a Santa Fe, que tuvo nueve representantes. Sin embargo, con la renovación estelar de San Lorenzo de Almagro (ascendió gracias a una fusión con el club cordobés 9 de Julio en la temporada 2015 y con una enorme inyección de dinero construyó un nuevo estadio y conformó un equipo campeón cinco temporadas consecutivas), el palmarés de clubes de la Ciudad de Buenos Aires despegó hasta los 11 títulos, superando a Córdoba, que gracias a los trofeos del club Atenas contabiliza nueve.

Si bien tres de los cinco equipos (además de San Lorenzo, Boca y Ferro se alzaron con la victoria en tres ocasiones, mientras que Obras Sanitarias y River solo lograron un subcampeonato cada uno), el aporte desde divisiones menores a la élite del básquetbol suele ser mínimo en comparación a otras provincias. Desde que la Liga Nacional comenzó a distinguir con la entrega del premio MVP (Jugador más valioso) en 1987, ningún jugador nacido en CABA recibió el galardón. Solo Juan “Pipa” Gutiérrez, producto de la cantera de Obras, pero nacido en el pueblo bonaerense de 9 de Julio, obtuvo el reconocimiento (temporadas 2010/11 y 2011/12) saliendo desde las formativas de un club de la Capital.

En contrapartida, en las provincias de Córdoba y Santa Fe florecieron la mayor cantidad de jugadores destacados. De los 16 argentinos que llegaron a la NBA, cuatro son cordobeses (Fabricio Oberto, Carlos Delfino, Pablo Prigioni y Facundo Campazzo) y tres santafesinos (Andrés Nocioni, Walter Herrmann y Nicolás Brussino). De los 12 protagonistas del oro olímpico en Atenas 2004, tres eran oriundos de Córdoba y otros tres de Santa Fe. El 50% del plantel entre ambas provincias (mención aparte para la ciudad de Bahía Blanca, con otros tres convocados).

¿Es únicamente un problema del básquet la cantidad de talentos en la Ciudad con más clubes del país? Tanto la Ciudad como el Gran Buenos Aires comparten la denominada división metropolitana a partir del Torneo Federal (tercera categoría). Son, junto a Entre Ríos, las únicas zonas del país en tener una división propia. Las otras seis categorías nuclean equipos de dos o tres provincias. ¿Cuál es la situación con otros deportes de equipo que no tienen las estructuras divisionales con un foco federalista? En la última Copa América de fútbol, de los 28 convocados, ninguno se crió en CABA, pero 12 se formaron en clubes de la Ciudad. Y diez crecieron en el Conurbano.

Si tomamos como punto de comparación la NBA, sería justo equipararlo con la Champions League europea. De 25 futbolistas argentinos en las listas de buena fe que presentaron los equipos en la edición 2020/21, ninguno salió de los barrios de la Ciudad. Pero, de forma similar, ocho debieron cruzar la General Paz o el Riachuelo para formarse en clubes de la Ciudad. En handball, la historia se repite: de los 17 jugadores del seleccionado que defendieron la camiseta argentina en los Juegos de Tokio, no hubo porteños. De hecho, 15 nacieron en la Provincia de Buenos Aires y se formaron en clubes del campeonato metropolitano.

Horacio Seguí, entrenador e impulsor de los inicios de la Liga de la reestructuración en el sistema de ligas junto a León Najnudel, explica que la reglamentación original indicaba que en planilla debía haber seis mayores, dos extranjeros y cuatro juveniles Sub 18. En un calendario extenso, de más de 40 partidos, esto abre las puertas del desarrollo, les da la posibilidad a los menores de sumar minutos importantes de experiencia”. Sin embargo, a finales de 2014, el entonces presidente de la Asociación de Clubes (AdC) y actual mandamás de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), Fabián Borro, presentó la Liga de Desarrollo, un torneo juvenil con la misma estructura que el torneo de mayores pero con el propósito de impulsar el roce entre jóvenes. “La idea es hacer un aporte al seleccionado nacional. La Liga de Desarrollo servirá para aquellos juveniles que no tengan lugar en la categoría de mayores”, dijo Borro, presidente  de Obras en aquel entonces.

“Los chicos de la Generación Dorada y de la actual son producto de la Liga Nacional. Najnudel dirigía en Ferro y juraba que Scola iba a ser el primer NBA formado acá. La reestructuración sirvió para eso, para potenciar los juveniles y el seleccionado”, retoma Seguí. La realidad es que el capitán, único referente del básquet de Ferro, tuvo su última función en Tokio. Y así como presentó a Buenos Aires jugando para Houston Rockets, dejó huérfana a la Ciudad en el parqué, por lo menos hasta que aparezca una nueva ilusión

 

El profesionalismo del fútbol femenino en Argentina y el camino que queda por recorrer

Por Facundo De Lillo

Las “Gladiadoras”, equipo femenino de Boca Juniors, se consagraron como las primeras campeonas del fútbol profesional tras vencer en la final del torneo transición 2020 7-0 a River Plate en el Amalfitani, estadio de Vélez Sarsfield. Cabe destacar que el mundo del fútbol de mujeres en Argentina era muy diferente antes de ser profesionalizado y, aún así, quedan cosas por hacer y mejorar.

Muchas cuestiones cambiaron desde que el 16 de marzo de 2019 el fútbol femenino se volvió semiprofesional en en el país. Christian Meloni, director técnico de las “Gladiadoras” desde 2016, vivió el cambio del amateurismo al profesionalismo y manifestó que la UAI Urquiza, ganador de cinco campeonatos (2012, 2014, 2016, 2017-18 y 2018-19), ofrecía departamentos más la carrera en la universidad, algo que para ese momento era importante para las jugadoras, ya que no cobraban mucho dinero por jugar (a día de hoy $8000) y que alguien te pagara la carrera y te diera un departamento hacía una diferencia crucial. 

Otro hecho que solía ocurrir era que había chicas a las que se les complicaba ir a entrenar debido a que tenían empleos. En base a esto, Meloni expresó: “Cuando el fútbol no era profesional, Clarisa Huber no podía venir al club porque es kinesióloga y perdía el turno de la tarde si asistía a la institución”. Además, comentó que siempre peleaban el torneo amateur y, en diciembre, la mejor jugadora se iba a España. “Armabas un equipo para junio (ahora los torneos son de enero a enero) y a mitad del torneo, faltando lo mejor, se te iban las estrellas. Por una cuestión lógica, de cobrar a día de hoy $5000/6000 a tener ingresos de mil dólares”.

Esteban Pizzi, segundo entrenador, reconoció que no era sencillo laborar en el amateurismo, dado que muchas de las jugadoras iban luego de trabajar, comían donde podían y tenían que entrenarse a las 15 h. Por ende, las futbolistas llegaban desgastadas. “Yo no le podía exigir mucho a una chica que venía de laburar y almorzar en el colectivo. El cuerpo era otro y las chicas estaban mal alimentadas, pero por el desorden de la vida que llevaban”, remarcó el técnico.

Florencia Quiñones, capitana de Boca, expresó que antes, siendo amateur, si llovía un miércoles, no les prestaban la cancha los sábados para que no se arruinara y otras veces no tenían un lugar para entrenar. “No me pasó en Boca, pero sí en otros clubes, de no tener ropa para entrenar. Esas son cosas te ayudan a valorar un montón lo que tenemos hoy, que, como siempre digo, falta, pero hay que valorar las pocas cosas que fuimos consiguiendo todas juntas”, enfatizó la defensora.

Han habido varios cambios positivos desde la profesionalización y Meloni sostuvo que se equiparó todo. A su vez, el cuerpo técnico es el mismo de antes, a lo que se le agregó lo multidisciplinario: psicología, nutrición, cuerpo médico, canchas y gimnasio. Pero lo más importante es que entrenan como un equipo profesional, lo hacen cinco o seis veces por semana, y tienen las comodidades que necesitan. En base a esto, el director técnico aclaró que se van a ir viendo partidos más parejos, por el solo hecho del entrenamiento, y eso está bueno, ya que cuanta mayor competencia haya mejor es. También contó que van jugadoras del interior y hay más competencia entre las futbolistas y entre los entrenadores, ya que, al volverse profesional, le interesa a gente que estaba trabajando en otro ámbito porque es una fuente más de ingreso.

Por su lado, Pizzi confesó: “Percibí que las chicas necesitaban este cambio para dedicarse de lleno a esto y eso les permitió centrarse en la actividad. Pasar a entrenarse a la mañana y enfocarse específicamente en el deporte les permitió focalizarse, sin la necesidad de tener la cabeza en la familia u otras actividades”. En esta misma línea, remarcó que la profesionalización les permitió acomodarse. Las chicas saben que entran a desayunar a las 8:30 de la mañana, entrenan tres horas y se van de la institución almorzadas a las 12:30. 

Quiñones hizo hincapié en la alimentación y reveló: “Cambiamos mucho lo que es la parte nutricional, tenemos más controles y eso en lo físico se nota. No solo es lo estético, sino también a la hora del rendimiento. Hoy podemos aguantar 90 minutos a una intensidad muy alta, que antes no podíamos hacerlo ni siquiera en 45. Además, estar mejor preparada y mejor alimentada ayuda a que la recuperación sea mejor”.

Las jugadoras y los cuerpos técnicos consiguieron todos estos progresos gracias al acompañamiento de las instituciones y federaciones, que tienen un papel primordial. Tal como lo rescató Meloni, diciendo que el “Xeneize” apoya tanto en lo que es la infraestructura como en lo económico: “Nosotros desayunamos y almorzamos en el club, tenemos las instalaciones a disposición y ropa de entrenamiento. Las chicas tienen contrato, premios por partido ganado, por salir campeonas y obra social”. A su vez, mencionó la labor que ejerce la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y explicó que hay un proyecto para subir los contratos a 12 (actualmente son 8 por plantel) y se diseñó un plan integral para que este año haya sub16 y el año que viene sub14.

Pizzi indicó que, a diferencia de otros clubes, todo el plantel de Boca -que son 24 futbolistas- tiene contrato: “Me parece que es importante porque eso te permite tener en igualdad de condiciones a todas las chicas y poder exigirlas a todas por igual”.

La capitana de las campeonas cree que el fútbol también sale adelante por el apoyo de las instituciones. Sin embargo, consideró que existen muchas que no le dan la importancia que tiene que tener, pero cada día son más las que apuestan por el femenino, que acompañan a la jugadora y tratan de atenderla lo mejor posible. “Tener la comodidad para entrenar, su propio lugar, tu ropa, eso hace un montón”, sostuvo. Y sobre los equipos que aún no apoyan agregó que se tienen que empezar a sumar porque sino se van a quedar en el camino y no van a poder competir a la par del resto. “Las instituciones que sí acompañan generan que el resto lo tenga que hacer”, sentenció.

Por otro lado, Quiñones opinó sobre el rol que tiene el fútbol femenino para las instituciones y detalló: “Si no se lo tomara en serio, no sería profesional y la AFA y algunos clubes no harían las inversiones que hacen. No todos invierten igual, pero de a poco se van sumando equipos y se ponen al nivel de lo que es lo profesional. Eso hace que hoy en día no haya tanta diferencia durante el partido y en el resultado final”.

El entrenador de 47 años, por su lado, reconoció que la subestimación de la población es acorde a los resultados de los partidos: “Hay diferencias entre unos equipos y otros. La realidad es que es parejo cuando jugas con equipos de élite y es otro deporte cuando ganas por seis o siete goles. Esa disparidad hace que se vea el fútbol de otra manera”. Asimismo, reconoció que el hincha de Boca ve al equipo como serio, pero que las desemejanzas con otros clubes hacen que el resto de público no lo tome con seriedad. 

En Argentina se está empezando a invertir mucho más en materiales para la difusión de este deporte, se comenzaron a abrir escuelas de fútbol exclusivamente para mujeres en Buenos Aires y en el conurbano, mientras se sigue trabajando para ampliar estos lugares a todo el territorio nacional. El fútbol femenino es un deporte que se practica desde hace mucho en el país, que comenzó siendo un hobbie para algunas chicas y terminó siendo una profesión. Y eso genera que se discuta y se trate el tema de la diferencia salarial entre el jugador de fútbol y la jugadora. 

El sueldo promedio de una futbolista de Primera División es de $20.250 brutos (antes de julio eran $15.000), según datos publicados por la AFA, aunque en algunos clubes puede llegar hasta los $30.000. El monto es similar a lo que perciben sus colegas hombres en la Primera B Nacional, la B Metropolitana, el Federal A y la Primera C.

En el caso del certamen femenino, la AFA otorga un monto de dinero mensual, que según Néstor Fabbri de Futbolistas Agremiados es de $162.000 para los equipos que participan del certamen femenino. Luego, los clubes distribuyen esos fondos para el contrato de sus futbolistas, pero si quiere tener más jugadoras con contrato deben utilizar dinero propio. Boca, por su lado, les paga el sueldo máximo a todas sus jugadoras.

En relación a esto, Meloni explicó las grandes diferencias salariales que hay entre ambos sexos y dijo que es comprensible que exista una disparidad en la paga: “La diferencia es de mercado porque yo no puedo cobrar (cuando se habla de igualdad) lo mismo que el entrenador de fútbol masculino porque no genero lo mismo que él, respecto a la repercusión, sponsors y televisación. Por eso es bueno dar un buen espectáculo, porque ganar, perder o empatar lo hace cualquier equipo, pero lo que atrae a la gente es lo que uno genera. Eso hace que quizás algunas empresas, como Rexona, inviertan en Boca. Y si tenés repercusión, vos podés cobrar más, el club puede vender jugadoras y el beneficio es mayor para todos”, y aclaró: “Por eso digo que es una cuestión de mercado y no de género. No creo que se tenga que cobrar lo mismo que en el masculino. Dos personas de distintos deportes que no generan lo mismo no pueden ganar lo mismo”.

Justamente en torno a la remuneración, otro gran tema es la diferencia que hay entre quienes que juegan a nivel local y ganan en pesos y quienes que están en el exterior y tienen un ingreso en divisas extranjeras. “Es una realidad que pasa en todos los deportes porque la economía argentina está debilitada con respecto al euro y dólar. 1200 euros representan 150.000 pesos, casi el doble de lo que cobran acá. Hace mucha diferencia”, comentó Meloni.

De igual manera, el entrenador comentó: “Hoy en día podés vivir del fútbol. Ajustado, pero podés hacerlo. Sin embargo, nosotros tenemos otros trabajos. Muchas veces tenés este oficio y otro más”, y agregó: “Si yo quisiera poner un entrenamiento a la tarde no podría porque cada uno tiene otras actividades a esa hora, las cuales nos ayudan a subsistir”.

Por su parte, la defensora cuenta la experiencia desde su lugar y el de sus compañeras: “Hoy en día tenemos un sueldo del club, pero además yo trabajo, doy clases personalizadas en el parque. Siempre tuve otros trabajos además del fútbol. Uno se la tiene que rebuscar, los sueldos no son para vivir al 100% de esto. Algunas chicas tienen su escuela de fútbol, otras son kinesiólogas. Cada una tiene su trabajo aparte para salir adelante”.

Un artículo de la Nación publicado en 2019 pone en evidencia que las mujeres cobran por patrocinio un 85% menos que un jugador en la pasada Superliga. “Muchas jugadoras (representadas por otras personas) cerraron por $140.000 o $220.000 anuales en canje, que incluye los botines. En los hombres, en cambio, los contratos van desde los $350.000 en adelante, y pueden llegar al millón de pesos por año”, reveló Lola Gattinoni, especialista en comunicación y marcas para futbolistas de la agencia Publié.

Por supuesto que esto recién comienza, hace poco más de dos años que el fútbol femenino es profesional y, como se pudo ver, existieron grandes cambios que modificaron el presente del deporte. Pero hay una faceta que aún no ha tenido la atención requerida que es el desarrollo de las inferiores y de eso hablaron los entrevistados.

Meloni profundizó sobre el tema y argumentó que falta que haya inferiores para brindar mejores espectáculos, puesto que si una chica tiene siete u ocho años de inferiores, obviamente va a rendir mejor y demostrará un mejor fútbol. Asimismo, aseguró que las juveniles les dan competencia, formación y valores a las mujeres. “Una chica con varios años de inferiores va a estar mejor preparada, no como las de ahora que vienen a primera y hay que explicarles cosas que quizás se tenían que ver antes”. También recalcó que ese proceso les da la experiencia de ponerse una camiseta, de competir, de integrar un equipo y de aprender sobre lo multidisciplinario (alimentación, nutrición, psicología).

Quiñones, por ejemplo, es una de las cuantas mujeres que no han tenido la oportunidad de transitar las inferiores y adquirir conocimientos. “Creo que si se tiene la posibilidad de hacer inferiores como hacen los varones, cuando lleguen a primera división y puedan ser profesionales van a tener todos los conceptos adquiridos. No es lo mismo incorporarlos a los 15 ó 16 años que a los seis o siete. Me parece que la capacidad de aprendizaje es mejor cuanto más chico sos”. En este contexto estimó que hay un montón de falencias que hoy se ven en el fútbol femenino que en el futuro se van a ir eliminando por esto, por las inferiores que les van a dar la chance de hacer todos los pasos y les otorgará una maduración en lo deportivo para poder llegar bien a primera. 

Pizzi fue el que más habló sobre el tema. Para él, los hombres han sacado ventaja en cuanto a la evolución del juego debido a que han tenido fútbol desde que son niños, con una formación temprana y nutrición. El director técnico destacó: “Que en un futuro no haya 50 jugadoras profesionales en Argentina, sino 2.000 que puedan llegar a ser potencialmente profesionales, que la opción de elegir sea de a miles y no de a cientos”. También, sostuvo que hay que fichar más jugadoras y para eso hay que hacer políticas para que los clubes tomen esto como algo dentro de la institución. “Llegó el momento de apostar al trabajo y al desarrollo. Ahí está la clave. Hay que meter inferiores y mejorarles las canchas, capacitar a los entrenadores, a los preparadores físicos, que las chicas entiendan lo que es ser profesionales”, indicó con gran emoción el entrenador.

Tokio 2020: los Juegos que fueron mejor de lo pensado

Florencia Lavallén Bazarbachian

Mucho se habló del bajo rendimiento que hubo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 por parte de la delegación argentina y la realidad es que, si bien fue la peor cosecha de medallas desde Barcelona 92, donde solo consiguió una de bronce, dados los factores externos como la pandemia, una de las cuarentenas más largas de todo el mundo y el apoyo por parte del ENARD -que muchas veces no es suficiente para cubrir todos los gastos-, los atletas superaron las expectativas previas a la cita olímpica y consiguieron tres metales -de los cuales uno fue de plata y los dos restantes de bronce-, nueve diplomas y, por lo menos, tres deportistas batieron sus mejores marcas personales y rompieron récords a nivel nacional.

Si bien en comparación con Río 2016 el rendimiento de Argentina parece haber decrecido en cuanto a logros obtenidos y presentaciones destacadas, es importante resaltar que los Juegos de Tokio tuvieron el récord de cantidad de países que consiguieron una presea olímpica. 93 fueron los que, por lo menos, lograron subir a un podio y que Argentina haya accedido a tres en deportes en conjunto resulta entendible, ya que fue la cuarta nación con mayor cantidad de equipos enviados.

Uno de los factores que influyó en cada uno de los deportistas que participó del evento, sin importar disciplina o nación, fue la pandemia por covid-19, que derivó en una gran cantidad de restricciones e imposibilidades para que pudiesen prepararse de la mejor forma. En Argentina, particularmente, la cuarentena fue bastante prolongada y, si bien trajo desventajas para los deportistas, más de uno considera que fue un tiempo que le sirvió para replantearse muchas cosas y crecer, como el caso de la esgrimista argentina Belén Pérez Maurice, quien aseguró: “Entrenar en burbuja me ayudó a llegar con un gran nivel para disputar lo que considero mis mejores Juegos”, o el caso de Horacio Cifuentes, único representante de la República en el tenis de mesa, quien afirmó: “Mi deporte no fue de los más perjudicados si se lo compara con la natación o el atletismo, en los que es necesario mantener y mejorar una marca constantemente”.

“Creo que si hubiera tenido más apoyo, más ordenado, podría haberme desempeñado mejor”, opinó el judoca argentino Emmanuel Lucenti, quien después de Río tuvo muchas reducciones hasta quedarse sin sustento económico, que lo volvió a obtener nuevamente unos meses antes de Tokio, por lo que durante todo el ciclo olímpico debió pagar todos los viajes y competencias de su bolsillo. En los últimos años, el sistema de financiamiento del ENARD sufrió una importante baja de recursos por más de un motivo. El primero es que en el 2017 la fuente de ingresos cambió y, si bien este factor afectó a la disponibilidad de recursos, la inflación y la pérdida de valor de la moneda nacional respecto al dólar fueron determinantes para su decrecimiento, ya que si bien el monto en pesos aumenta todos los años, la conversión hace que en divisa extranjera cada vez haya menos, y mucho del equipamiento, los viajes y la hotelería se costea en esa moneda. En el 2017 ingresaron casi 750 millones de pesos y, con el dólar a 16,66, la conversión daba casi 44 millones de dólares. En cambio, en el 2020, entraron 1.125 millones de pesos y, con un cambio de 70,65, la divisa extranjera quedó en casi 16 millones.

Muchos deportistas sostienen que se sienten privilegiados por el apoyo del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo, como es el caso de de Cifuentes, quien desde sus comienzos pudo contar con el respaldo del ENARD, o como Pérez Maurice, quien confesó que una de las razones por la cual pudo alargar tanto su carrera fue la creación del ente, que le llegó de más grande. Cada uno de los atletas contó con distintas becas, dependiendo de su posición -o la del deporte- en el ranking, las posibilidades de conseguir un podio y teniendo en cuenta los resultados en los campeonatos previos.

Además de la ayuda económica por el nivel del deportista, también se les brinda apoyo a los entrenadores y cuerpos técnicos, se les otorga cobertura médica privada, seguros de viajes, materiales y equipamiento de última generación, entre otras cosas. Si bien las becas que los atletas recibieron en el mes de junio empezaban en los 17.820 pesos y tenían un techo de 85.524 para los deportistas con excelencia olímpica, la realidad es que la gran mayoría no puede vivir únicamente con este ingreso, por lo que ven la necesidad de conseguir algún sponsor u obtener ayuda de alguna federación, como es el caso del rugby seven, que recibe un gran apoyo extra por parte de la UAR.

A la hora de evaluar los Juegos se debe hacer teniendo en cuenta todos los factores y, si bien la cosecha de medallas no fue la mejor, los deportistas consiguieron grandes logros, como el bronce en vóley masculino después de 33 años y la primera medalla para el rugby seven, además de la sensación de satisfacción por parte de los atletas.

La esgrima argentina en los Juegos Olímpicos

Por Luca Krampanis

La historia de la esgrima en Argentina comenzó en 1833 con la llegada de dos extranjeros: Andrés Facundo Cesario, quien implementó la primera sala de armas ubicada en Buenos Aires, y, años más tarde, el maestro Lamesa. Ambos fueron citados por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, para la realización de un combate, el cual tuvo como ganador al español Cesario, provocando el recelo del político y, así, la prohibición del deporte. No fue hasta su muerte, en 1879, que se volvió a practicar la disciplina en el país.

Sin embargo, la esgrima empezó a ser olímpica a partir de Atenas 1896, donde solamente se competía con dos tipos de armas: florete y sable. Argentina tuvo su primera participación en París 1900, de la mano de Francisco Eduardo Camet, en espada, elemento que empezó a utilizarse en dicha edición y con la que consiguió un diploma olímpico.

La primera y única medalla que consiguió el país en este deporte fue en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928, en florete por conjuntos, donde obtuvieron el tercer puesto. Ese equipo de bronce estaba conformado por Luis y Héctor Lucchetti, Roberto Larraz y Raúl Angannuzzi. El suplente de dicho grupo fue Carmelo Félix Camet, hijo del anteriormente mencionado pionero esgrimista olímpico.

Argentina ha aportado 94 esgrimistas en 22 Juegos Olímpicos. A lo largo de la historia en las distintas ediciones, se destacan algunos apellidos que fueron dejando su legado y que se mantiene hasta la actualidad, como es el caso de los Saucedo, Lucchetti, Di Tella, Giancola, González, Chiuchich y Pampín, entre otros. Actualmente, la esgrimista que viene representando al país en la cita olímpica, desde Londres 2012 hasta Tokio 2020, y con miras a París 2024, es la sablista Belén Pérez Maurice.

Luego de su última participación, la nicoleña alcanzó el récord que ostentaba Alejandra Carbone y se convirtió en la esgrimista con más actuaciones olímpicas, lo que para ella significa un “orgullo enorme”, según le dijo a El Equipo, porque su familia está muy ligada a la disciplina. Su entrenador es Lucas Saucedo, hijo de Guillermo, palabra mayor en la historia de este deporte en el país, ya que disputó los Juegos Olímpicos de México 1968 y Múnich 1972, en los que compitió con los tres tipos de armas.

Belén Pérez Maurice: “Estos Juegos los disfruté dentro de lo que se podía”

Belén Pérez Maurice y la esgrima, una relación inquebrantable

La esgrima argentina en los Juegos Olímpicos

Belén Pérez Maurice y la esgrima, una relación inquebrantable

Por Santiago Hanimian

Ingeniería en alimentos y modelaje son algunas de las actividades que María Belén Pérez Maurice realizó a lo largo de su vida, pero ninguna la llenó tanto como lo hizo la esgrima, de la cual se enamoró de muy pequeña, gracias a los artefactos que su mamá conservaba en la casa. Lo que para ella comenzó como un juego ahora es el intento de continuar con un legado.

A pesar de que durante varios años estuvo interesada en el flash de las cámaras, su compromiso con el deporte que tanto la apasiona nunca cambió y eso fue, entre otras cosas, lo que la llevó a estar donde está. “Al mismo tiempo que entrenaba, iba a los castings de modelaje y, cuando me contrató una agencia, me aconsejaron que afinara las piernas, algo que no iba a hacer”, reconoció la esgrimista nicoleña, quien nunca tuvo entre sus planes el dejar de practicar y perfeccionarse.

Si bien ya tiene 36 años y es consciente de que pronto no será capaz de rendir al más alto nivel, se imagina “tirando hasta vieja en los nacionales”, debido a que es algo que la divierte, que lo adoptó como un estilo de vida, luego de tanto tiempo, y que siente que agrupa a los “bichos raros” quienes, al igual que ella, no se sienten cómodos con los deportes en conjunto. Por otro lado, su carrera como ingeniera en alimentos se encuentra “en veremos” porque su máxima prioridad es continuar ligada a la esgrima.

A Pérez Maurice le cuesta mucho ocultar sus sentimientos a la hora de hablar sobre la disciplina que practica desde que tiene 13 años. El brillo en sus ojos marrones y la sonrisa en su rostro se intensifican cuando menciona la huella que quiere dejar a través de su trayectoria: “Con todas las complicaciones que tenemos acá, se puede estudiar y entrenar al mismo tiempo, sin tener la necesidad de irse a vivir afuera. Se necesita encontrar un balance, esfuerzo y estar dispuesto a hacerlo”.

Muchos de sus familiares tienen una historia con la esgrima y, entre ellos, se encuentran su mamá, quien no llegó a ser profesional, su suegro, Gustavo Saucedo, un referente del deporte, y su prometido Lucas, quien la entrena desde hace más de 15 años. Su relación con el sable tiene precedentes, lo que podría explicar que la ganadora de la medalla plateada en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 sea la esgrimista argentina con más participaciones olímpicas, con tres, lo que para ella significa la continuación de un legado.

A pesar de que su eliminación en Tokio fue rápida, la bronca no duró mucho por la sorpresiva y particular propuesta de matrimonio que recibió por parte de su entrenador. Si bien vivió un momento repleto de emoción, su compromiso deportivo no cambió y no piensa decir “sí, acepto”, hasta dejar de competir en el alto rendimiento. “Yo sé que mi carrera va a seguir hasta París y, por ahí, nos pinta hacerlo ahí. ¿Qué mejor moño para cerrar?”, señaló.

Belén Pérez Maurice: “Estos Juegos los disfruté dentro de lo que se podía”

Belén Pérez Maurice y la esgrima, una relación inquebrantable

La esgrima argentina en los Juegos Olímpicos

Belén Pérez Maurice: “Estos Juegos los disfruté dentro de lo que se podía”

Por Florencia Lavallén Bazarbachian

“Yo creo que cuando no clasifiqué al preolímpico de Beijing 2008, que me quedé afuera por dos puntos, fue cuando me puse todas las pilas porque tenía que clasificar sí o sí a Londres 2012”, contó Belén Pérez Maurice en una entrevista exclusiva con El Equipo en la que explicó que ese momento generó un antes y un después en su carrera porque, si bien hasta ese momento la esgrimista argentina siempre había priorizado el disfrute a la hora de competir y practicar el deporte, la necesidad y la ilusión de representar a su país en una cita olímpica generaron que su compromiso aumentara. Así, sin saberlo, terminó convirtiéndose con tres presentaciones en la atleta argentina con más participaciones olímpicas en su disciplina.

Si bien por momentos la realización de los Juegos de Tokio parecía imposible por la incertidumbre que generaba la pandemia del Covid-19 y muchas cosas debieron cambiar para que esta fuera posible, la sablista confesó que logró el objetivo que se había propuesto de gozar su participación sin importar el resultado: “Estos Juegos los tomé desde otro lugar y los disfruté dentro de lo que se podía”. Al tener otros dos en su haber, la comparación entre uno y otro fue inevitable y, si bien hubo cosas que faltaron o podrían haberse desarrollado de una manera distinta, la emoción de llegar y poder ser parte de un torneo de semejante importancia es lo que mueve a la atleta y hace que, más allá de cualquier percance, disfrute al máximo la experiencia.

“Acá, cuando estabas en cuarentena, por lo menos ibas al supermercado, pero ahí no podíamos ni salir. Si querías comprar algo, le dabas la plata a alguien y te lo traía”, detalló la subcampeona de los Panamericanos de Lima 2019, acerca de cómo fue la etapa previa a la competencia. Su entrenamiento se dividió en dos etapas: la primera tuvo lugar en Italia y, si bien las restricciones y cuidados eran bastante estrictos, la segunda parte de preparación, que tuvo lugar en una ciudad japonesa, la superó ampliamente. No podían salir del hotel. Su rutina era igual todos los días: despertarse, hacer el test de saliva porque los controlaban diariamente, entrenar, comer, dormir; entrenar, cenar y volver a la cama, era un verdadera burbuja. Al contrario de lo que le pudo haber pasado a muchos deportistas que sintieron que la cuarentena los perjudicó en su rendimiento, la nicoleña de 36 años sintió que el nivel de entrenamiento que tuvo fue muy alto y expresó que para ella su participación en Tokio fue la mejor, ya que pudo tirarle de igual a igual a una de las sablistas mejores rankeadas del mundo (la húngara Anna Márton) y que, por pequeñas cosas, no ganó el asalto, el cual, de cierta forma, percibió que se lo hicieron perder, a pesar de los errores que tuvo al comienzo.

El enojo y la frustración de haber quedado eliminada fueron las primeras emociones que aparecieron, pero no las que prevalecieron. Lucas Saucedo, su entrenador y pareja desde hace 15 años, sorprendió a la ingeniera en alimentos mientras le hacían una entrevista que estaba siendo televisada y, con una nota escrita a mano en una hoja de papel, le preguntó si quería ser su esposa: “No me lo esperaba. Con Lucas estamos hace mucho tiempo juntos y nos queremos un montón. Me conoce y sabía que me iba a poner muy contenta, fue una emoción enorme. Me olvidé de todo”. Y si bien la propuesta quedó en la retina de todos los argentinos, la ex modelo contó, entre risas, que Lucas tuvo que “traficar” e intercambiar pins para conseguir la hoja porque los organizadores no se la querían dar, prácticamente una misión imposible, teniendo en cuenta lo responsables que son los japoneses.

La propuesta de casamiento terminó de coronar uno de los Juegos más atípicos de la historia y, aunque todavía no hay una fecha pautada para la celebración, Maurice está segura que será luego de que se retire de manera definitiva del alto rendimiento en París 2024 y, por qué no, aprovechar la emoción del momento y sellar su amor en la ciudad de las luces.

Belén Pérez Maurice: “Estos Juegos los disfruté dentro de lo que se podía”

Belén Pérez Maurice y la esgrima, una relación inquebrantable

La esgrima argentina en los Juegos Olímpicos

Independiente: Juveniles al rescate

Por Luciano Laguna

Cuando se sueña con ser futbolista los primeros pasos se suelen hacer en la canchita de baby de tu barrio o en la tierra del potrero. Al llegar a un club grande, las responsabilidades son mayores: levantarse temprano con frío, calor o lluvia, tener una buena alimentación e incluso hacer doble turno para estar mejor físicamente. El silbato -que aturde- termina la práctica matutina. Los juveniles vuelven a su casa mirando hacia el piso y pensando cuándo será el momento en que se dará el gran salto a Primera. Mientras sus amigos están de fiesta o disfrutando en familia, ellos se duermen temprano, ya que mañana hay que volver a los entrenamientos. La lucha a veces tiene su recompensa y si bien no todos los clubes confían en sus proyectos de inferiores, Independiente lo hizo durante  2020 y hasta mediados del 2021.

El 2020 fue un año de revoluciones, cambios, incertidumbre y de adaptarse a un nuevo mundo por el coronavirus. El Rojo contó en su plantel de Primera con 19 futbolistas que hicieron las inferiores en el club: Renzo Rodríguez Bacchia, Alan Franco, Gonzalo Asis, Sergio Barreto, Juan Di Lorenzo, Ayrton Costa, Patricio Ostachuk, Fabricio Bustos, Thomas Ortega, Facundo Lando, Juan Ignacio Pachinni, Lucas González, Alan Soñora, Diego Mercado, Gastón Togni, Domingo Blanco, Brian Martínez, Nicolás Messiniti y Alan Velasco. Si bien no todos rindieron de igual manera, algunos jugadores como Franco, Barreto, Bustos y Blanco se mantuvieron siempre entre los titulares.

El 16 de marzo de 2020, la pandemia mundial obligó el parate del fútbol argentino, tuvieron que pasar siete meses para su vuelta y esto generó algunos cambios. El 30 de octubre de ese mismo año, el formato del campeonato sufrió alteraciones. Sumado a los problemas económicos del país y a los de los equipos, a los clubes se les hizo más difícil incorporar jugadores. Además, los futbolistas prefirieron -y prefieren- migrar al exterior, donde los contratos en dólares tientan mucho más, como en Brasil, México y Estados Unidos.

Independiente no es la excepción. En aquel mercado de pases incorporó a tres jugadores en condición libre: Ezequiel Muñoz, proveniente de Lanús; Sebastián Sosa, de Mazatlán; y Lucas Rodríguez, de Tigre. El dinero escaso, la desesperación por poder ganar el campeonato local y tener un equipo competitivo, no son compatibles. El Rojo contó con bajas en el equipo principalmente por motivos económicos. En total, perdió 16 futbolistas. Dos partieron con el pase en sus manos debido a que la institución no les quiso renovar: Diego Mercado y Francisco Delorenzi. Por otro lado Gastón Silva, Martín Campaña y Fernando Gaibor se fueron en la misma condición, pero le sumaron una demanda al club por falta de pago. Y otros dos no quisieron renovar: Leandro Fernández y Juan Sánchez Miño. Sumado a esto rescindieron Julián Vitale y Lucas Albertengo. Seis fueron cedidos a préstamo: Cristian Chávez (Defensor Sporting), Mauricio del Castillo (Almirante Brown), Mauro Molina (Temperley), Elías Contreras (Temperley), Braian Romero (Defensa y Justicia) y Gonzalo Rehak (Barracas Central). El rojo solo logró una venta, la de Cecilio Domínguez al Austin FC de Estados Unidos.

El árbitro daba comienzo a un nuevo encuentro. El equipo dirigido por Lucas Pusineri comenzaba el campeonato, y al mismo tiempo jugaba copa internacional, la Sudamericana 2020, a la que llegaría a semifinales. Empezaban las últimas semanas de contrato del entrenador y también se le sumaba la incertidumbre. Hugo Moyano y Pablo, su hijo, le prometieron renovar el vínculo. Pese a no tener tan malos resultados, dieron marcha atrás y optaron por no hacerlo. Entendieron que Pusineri ya había cumplido su ciclo como técnico de la institución.

Cuando les tocó entrar al terreno de juego, los jóvenes salidos de Independiente demostraron estar a la altura. Atrás de la preparación de los futbolistas se encuentra Fernando Berón, actual coordinador de las inferiores. “En los últimos años ha mejorado el trabajo de captación de jugadores, aunque ya hace rato que venimos bajo la misma coordinación en las juveniles y eso nos dio tiempo para mejorar. Con respecto a la situación económica, Independiente tuvo una gran sangría de deportistas profesionales, por eso hoy hay tantos chicos en el primer equipo”, remarca Berón que supo ser el técnico interino de los diablos en cuatro ocasiones. “Lo que nos deja tranquilos es que son muy buenos y tienen condiciones, aunque lógicamente algunos están mucho más hechos que otros. Hay algunos casos que todavía les falta un poco más de rodaje en la Reserva para poder afianzarse en Primera”.

Luego de que Pusineri se fuera, el 5 de enero de 2021 Julio César Falcioni puso su firma para ser el entrenador del Rojo. Entre charlas y risas, los Moyano le dijeron cuáles eran las condiciones: un plantel corto y una situación económica en ruinas. Aún así, el Emperador aceptó. Los refuerzos que se le permitieron fueron Juan Manuel Insaurralde, que venía libre de Colo Colo; Adrián Arregui, a préstamo; y Jonathan Herrera, en la misma condición pero con opción de compra. A pesar de eso, el técnico hizo malabares y logró llegar a la semifinal de la Copa de la Liga Profesional 2021, en la que perdió frente a Colón de Santa Fe, el campeón.

Falcioni tenía un equipo corto, pero los dirigentes estaban preocupados por otra cosa: las inhibiciones que llegaron desde la FIFA. La máxima entidad del fútbol falló en contra del Rojo en los casos de Gastón Silva, Carlos Benavidez y Francisco Silva. Debido a esto decidieron vender al central titular Alan Franco. El futbolista, con lágrimas en su rostro y tristeza, dejó la institución que lo vio dar sus primeros pasos en primera y viajó a los Estados Unidos. Pasó al Atlanta United por 2.8 millones de dólares. El dinero ayudaría a saldar algunas deudas. A raíz de su salida, Falcioni tuvo que buscar variantes en la defensa y optó por el juvenil Ayrton Costa, quien evidenció sus cualidades para ganarse el puesto.

A los once años, cuando se está en etapa de desarrollo y comienza la adolescencia temprana, Juan Da Rosa comenzaba a ir al club de Avellaneda para crecer futbolísticamente. Con gran paso en la Reserva, Da Rosa aguarda para poder debutar en Independiente: “Vi muchos jugadores que prometían y se fueron quedando en el camino, realmente son muy pocos los que llegan. En un equipo grande como Independiente es un poco más difícil y son menos las oportunidades. Cuando se te da la chance, no importa lo que hiciste antes, te toca ese partido y hay que demostrar que estás a la altura. Ese momento puede definir tu carrera. Por eso está bueno contar con el apoyo de tu familia, porque primero somos personas y la cabeza del deportista tiene que estar lo mejor posible para rendir en el momento exacto”.

La gente gritaba eufórica, con la piel de gallina y los sentimientos a flor de piel. Se terminaba la mala racha: la Selección argentina obtenía la Copa América 2021. Poco tiempo después, comenzó el torneo local y las competencias internacionales. Independiente arrancó la temporada con solo un refuerzo y en condición libre: Joaquín Laso, procedente de Rosario Central. El club sigue pasando por una mala situación económica y los jugadores apuntados por Falcioni para reforzar el equipo no llegaron. “Va a ser duro enfrentar todas las competencias que tenemos, vamos a subir a varios chicos de las divisiones inferiores -dijo Falcioni en conferencia de prensa previo al inicio del campeonato-. Estamos trabajando con siete chicos de Reserva, Quinta y Cuarta para tratar de completar el plantel. Trataremos de trabajar con estos jóvenes e ir dándoles un lugar, a medida que los vayamos preparando”.

El Rojo inició el último torneo otra vez con al menos 19 jugadores que tuvieron paso por sus inferiores: Renzo Rodríguez Bacchia, Sergio Barreto, Gonzalo Asis, Juan Di Lorenzo, Ayrton Costa, Patricio Ostachuk, Fabricio Bustos, Matías Nicolás Sosa Ugolini, Thomas Ortega, Juan Ignacio Pachinni, Tomás Pozzo, Lucas González, Alan Soñora, Alan Velasco, Gastón Togni, Domingo Blanco, Braian Martínez, Rodrigo Márquez y Juan Román Zarza. Algunos de ellos ya están asentados en el equipo titular. Otros todavía están esperando que la suerte caiga de su lado para poder debutar. Todo dependerá de cómo le vaya a Independiente, aunque lo que está claro, es que el número de juveniles que debutan en el primer equipo del rojo, es grande y puede ir en aumento en el corto plazo.