viernes, noviembre 22, 2024

Deporte y pandemia: cómo afecta la segunda ola de coronavirus

Por Ezequiel Altmark

El deporte argentino en general se vio muy afectado por la segunda ola de COVID-19 y es por esto que las distintas autoridades de cada federación decidieron tomar medidas al respecto como, por ejemplo, volver a la fase 1 de entrenamientos en fútbol, limitar el horario de las prácticas para los deportistas que se entrenan en el CeNARD y el aumento de controles para evitar el contacto entre las personas.

En diálogo con El Equipo, la boxeadora Lucía Pérez mencionó algunas de las medidas que se tomaron en las instalaciones del centro de alto rendimiento para evitar que se esparza el virus entre las personas que trabajan y entrenan allí, pero aclaró: “No cambió tanto a la rutina, ya que veníamos manteniendo bastantes cuidados desde hace ya un año, cuando se permitió la vuelta a la práctica del deporte”. Las medidas son que el horario de entrenamiento es para todos y, sin ningún tipo de excepción, entre las 8 y 18 horas, todo el equipo de boxeo, es decir desde los mismos boxeadores hasta los entrenadores, se mantienen en burbuja y se quedan adentro sin contacto con ninguna persona para evitar los contagios y, también, “mantienen hisopados regularmente para detectar de forma rápida si hay algún caso positivo, así poder aislarlo, y evitar que el resto de la burbuja se contagie también”.

Con respecto al fútbol y las medidas que se tomaron en los equipos, Daniel Martins, médico de Independiente, detalló las principales formas de control que tomaron a la hora de entrenar, qué hacen cuando concentran y cuando tienen que viajar: “En lo que son los entrenamientos, cada jugador llega en su auto, ya que la gran mayoría tiene el suyo”. Todo lo que se trata de trabajos tácticos se mantiene como se venía haciendo, pero lo que son ejercicios de gimnasio, que antes se hacían en un espacio cerrado, cambiaron, ya que se trasladaron todas las máquinas y herramientas al exterior para que puedan trabajar todos.

Luego de los entrenamientos, decidieron “no cerrar los vestuarios”, pero lo limitaron “a un máximo de cuatro personas dentro del mismo, con un límite de 15 minutos de estadía”. También, algo que dejaron de hacer es almorzar en el predio y “lo que se hace es darle a cada uno una vianda para que coma en su casa”. En las concentraciones dejaron de compartir habitaciones y pasaron a dormir solos, además decidieron permanecer en los hoteles el menor tiempo posible, es decir que van para comer, dormir y luego ya se van. En lo que son los traslados en micro mantuvieron la misma dinámica que el año anterior, cuando volvió la competencia, de viajar en dos micros y cada persona en un asiento, pero en los viajes en avión, ya sea al exterior o dentro del país, no importa cuán largo sea el viaje, “no se permite comer dentro del mismo”, esto se debe a que tratan de estar la mayor cantidad de tiempo posible con el barbijo puesto.

Vale recordar que el Ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, declaró, cuando no había tantos casos como ahora, que el fútbol es una de las actividades que deberían suspenderse” para poder bajar la curva de contagios en todo el país. Luego de lo que fue el Superclásico que se jugó por la Copa de la Liga Profesional, el funcionario volvió a expresarse y dijo que se jugó “a un riesgo que no tiene mucho sentido” y también declaró que no tiene sentido “testear por testear” y que los mismos “deben tener un sentido epidemiológico” para detectar y aislar rápido al que dé positivo.

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