Tatiana Milani
La selección de fútbol panameño jugará una Copa del Mundo, algo que nunca antes había podido conseguir. No obstante, también, las mujeres de este país se juntaron por primera vez el 10 y 11 de marzo de este año para asisitir a un Encuentro Intergeneracional Feminista (EIF), un espacio de encuentro, denuncia y trabajo, bajo el lema: “Reconocernos, reunirnos y rebelarnos”.
Román Torres fue el jugador que le dio la posibilidad a Panamá de ser uno de los integrantes de esta Copa del Mundo y, por el otro lado, fue la abogada Corina Rueda quien impulsó junto a otras mujeres el EIF. Estos son los nombres de las dos personas que permitieron que sus compatriotas pudieran disfrutar de estos dos acontecimientos revolucionarios por primera vez.
Tres mil personas viajaron a Rusia para ser parte de la experiencia mundialista y más de 170 procedentes de todas las regiones del país se congregaron en las aulas de la Universidad Nacional de Panamá para disfrutar de la reunión. Estos se dividieron en diez mesas distintas para debatir sobre aquellas luchas que tienen al feminismo como protagonista en su región y en todo el mundo.
Las charlas iban desde el intercambio sobre los derechos laborales, económicos y reproductivos, la lucha por la igualdad, la participación femenina en la política, hasta el dramático problema de la violencia contra las mujeres y el rol de los medios de comunicación en normalizarla y no combatirla, entre otros. “Recordemos que esta lucha es muy antigua, en cuyo desarrollo se adoptó el nombre de feminismo, que (como) movimiento y teoría política, no busca otra cosa que la simetría jurídica y material –efectiva- entre hombres y mujeres”, afirma Rueda para el sitio web local llamado La Estrella de Panamá.
La felicidad al conseguir la clasificación al Mundial fue propia de los más chicos como también de los más grandes. Por su parte, el colectivo feminista también tiene esta característica y por esta causa el encuentro es intergeneracional, para que las que vienen luchando desde hace años se unan a las jóvenes que en la actualidad se sumaron al combate y compartan sus experiencias.
Además, quienes festejaron la primera participación futbolera de Panamá en un Mundial fueron tanto los hombres como las mujeres. Al igual que en el EIF, donde también participaron ambos géneros. “Es ridículo y falso afirmar que el feminismo es ‘odiar a los hombres’. En la planificación del encuentro, resolvimos que para construir tejido y alianzas en la lucha, respetando los espacios propios de las mujeres, era necesario que los hombres se inscribieran y participaran en los debates junto a nosotras”, sostuvo Sally Bardayán, otra de las organizadoras.
La alegría y el aliento del público futbolero en un Mundial y la libertad de las mujeres para juntarse e intentar solucionar sus problemas cotidianos fueron y serán festejadas, hasta ahora, por única vez en 2018, pero, ojalá, que sea en muchas ocasiones más.