viernes, octubre 11, 2024

Las Leonas: 24 años de rugidos olímpicos 

Por Bruno Toscano y Santiago Bussetti

El 29 de septiembre del 2000, en Sidney, Las Leonas ganaron la primera medalla en la historia del hockey argentino. Desde esos Juegos Olímpicos, la selección nacional formó parte de todos los podios, salvo en Río 2016, e inició un ciclo que logró seis preseas: tres de plata (Sidney 2000, Londres 2012 y Tokio 2020) y tres de bronce (Atenas 2004, Pekín 2008 y París 2024).

La selección argentina de hockey sobre césped, con Sergio “Cachito” Vigil al mando, inició la fase inicial de los Juegos Olímpicos con dos victorias, frente Corea del Sur y Gran Bretaña, seguidas de dos derrotas, contra Australia y España.

Obligada a ganar todos los partidos restantes de la segunda fase para conquistar una medalla, la selección nacional venció 3 a 1 a Holanda en un partido en el que las jugadoras argentinas utilizaron por primera vez unas camisetas con una leona bordada, lo que le dio origen a su distintivo apodo. 

Una joven Luciana Aimar y la goleadora Vanina Oneto, con actuaciones excepcionales, lideraron una hazaña que hasta ese Juego Olímpico parecía imposible. Vencieron a China y aplastaron 7 a 1 a Nueva Zelanda para asegurarse, con la ayuda de otros resultados, el boleto a la final en la que esperaba el cuco del momento, Australia. 

Las Leonas fueron derrotadas 3 a 1 por las locales, que se hicieron aún más fuertes con el apoyo de su gente. “Fuimos a buscar una medalla. La final la jugamos confiadas de que podíamos ganar, pero sabíamos que eran superiores”, rememora Anabel Gambero, integrante de Las Leonas en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, a El Equipo.

La obtención de la medalla de plata marcó un antes y después para el hockey sobre césped en Argentina, que pasó de tener una audiencia escasa a volverse una sensación nacional. A partir de aquellos Juegos, muchos jóvenes se volcaron al hockey e hizo que el deporte creciera en todo el país.

Las décadas pasaron y aquellas Leonas se retiraron de la selección. Nuevas generaciones con el mismo hambre de gloria ocuparon sus puestos, lo que llevó a la Argentina a ser candidata en cada competición que disputó, como sucedió en los Juegos Olímpicos de París 2024. “Las jugadoras más chicas me llamaron mucho la atención. Tuvieron un torneo excelente y no ví que se pusieran nerviosas en los momentos decisivos. Argentina tuvo la mala suerte de que no se le dieron los cruces y le tocó jugar prácticamente una final frente a Países Bajos que nos dejó afuera del partido por la medalla de oro o de plata, es algo que puede pasar”, lamenta Gambero.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, Las Leonas tuvieron un certamen impecable, pero el empate de Australia sobre el final del partido, con gol de Mariah Williams, hizo que quedaran segundas en su grupo y tengan que enfrentarse a Países Bajos en la semifinal del torneo. Las jugadoras neerlandesas mostraron su supremacía y ganaron 3 a 0 sin mayores complicaciones, por lo que Las Leonas tuvieron que conformarse con pelear el tercer puesto contra Bélgica. El empate 2 a 2 en tiempo regular estiró la definición del partido a penales australianos, en los que las jóvenes Lara Casas, Zoe Díaz y Sofía Cairó destacaron para darle una nueva medalla de bronce a la Argentina.

Algunos cambios reglamentarios hicieron que el hockey hoy sea más vistoso. De estilos de juegos colectivos, como los vistos en Sidney donde era primordial la conexión de pases, a unos más individualistas y físicos. Lara Casas, delantera debutante y medallista con Las Leonas en los Juegos Olímpicos de París 2024, explica la importancia de los entrenamientos: “El hockey en la actualidad es más rápido que antes, es fundamental la preparación física dada la exigencia que demanda el hockey”.

Los deportes amateurs y menos visualizados en países con constantes crisis económicas, como Argentina, tienen complicaciones para solventar los gastos que producen sus prácticas, a diferencia de lo que sucede en Europa donde son muchas las selecciones que hace años están en un alto nivel y profesionalizaron las competencias. “Países Bajos tiene un recorrido mucho mayor al nuestro. Desde chicas juegan en canchas de agua y los clubes entrenan a un mismo sistema en todos los procesos. Están mucho más avanzadas que nosotras”, asegura Casas.

Un camino que comenzó hace 24 años e implicó un sacrificio enorme por parte de cada jugadora que integró los diversos planteles de Las Leonas. Una selección que no parece saciar sus ganas de querer ganar algo más: un legado que el plantel de Sidney 2000 le transmitió a la perfección a sus generaciones sucesoras.

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