Por Daniel Melluso
Las estadísticas pueden ser un arma de doble filo, pero no para Francia, por lo menos ante Brasil. Con la victoria por 2 a 1 en tiempo suplementario, las europeas acrecentaron su racha sin derrotas ante las sudamericanas en nueve encuentros disputados: seis victorias y tres empates.
Hay que recapitular hasta el 2003 para encontrar el único partido que jugaron entre sí por Mundiales. Aquella vez en Washington, Estados Unidos, fue empate 1 a 1 en la última fecha del Grupo B, resultado que concluyó con la eliminación gala y pasaje a cuartos de final para la canarinha. Hoy, por los octavos de final, la historia fue a la inversa, por lo que las anfitrionas continúan en la competencia.
Hace 16 años, Corinne Diacre, la entrenadora de Les Bleues, y Marta, la capitana brasileña, también se enfrentaron, pero esa vez con ambas dentro del campo de juego. El fútbol da revancha y hoy Diacre se la cobró. Por su parte, la máxima goleadora de las Copas del Mundo (17 tantos), incluso teniendo en cuenta la disciplina masculina, se quedó con las manos vacías y sin la posibilidad de acrecentar tanto su récord como su leyenda.
El duelo pudo haber sido el último en Mundiales de la futbolista Formiga, un hecho histórico teniendo en cuenta que la experimentada de 41 años disputó su séptima edición del torneo (el primero fue el realizado en Suecia 1995). Otro récord en el conjunto subcampeón de 2007.
Como para no ser menos y quitarle espectacularidad al enfrentamiento, Amandine Henry, la dueña del brazalete en Francia, marcó el tanto definitivo al minuto del segundo tiempo extra. Pero eso no es lo relevante, por lo menos no lo único. La mediocampista central, a los 18 años, sufrió la rotura del cartílago de la rodilla derecha y debió ser intervenida quirúrgicamente con ninguna posibilidad de retorno al deporte de alto rendimiento. No solo eso, la futbolista tiene un déficit muscular del 40 por ciento en su cuádriceps derecho, por lo que debería ser incapaz de continuar con la actividad. Fue por eso que tuvo que cambiar su estilo para poder hacerlo. ¿Qué hubiera ocurrido si Henry no hubiera regresado a las canchas? ¿Brasil continuaría en la competencia? ¿Francia habría llegado tan lejos en esta edición? No se sabe.
Lo que sí se sabe es que las anfitrionas lograron el pasaje a cuartos de final por tercera vez en su historia y esperan por la ganadora del duelo entre España y Estados Unidos, para poder continuar en el camino que las lleve a lograr su primer título en la competencia.