sábado, noviembre 23, 2024

Xenofobia en Argentina

Tobías Fanelli y Matías Camacho

Discriminar es, según la definición del INADI, impedir, obstruir, limitar o menoscabar el pleno ejercicio de los derechos y garantías, de manera arbitraria, de alguien utilizando como pretexto su género, etnia, creencias religiosas o políticas, nacionalidad, situación social o económica, orientación sexual, edad, capacidades o caracteres físicos, entre otras condiciones.

No es ninguna novedad que el fútbol en Argentina representa un fenómeno social de gran magnitud y el mismo puede abordarse desde distintos planos, como por ejemplo: el deportivo, el económico y el cultural. Este último es el que nos interesa a la hora de pensar y analizar las causas de la discriminación en el fútbol. Debemos repensar el rol de los actores sociales que componen al ambiente y ellos son los árbitros, jugadores, espectadores y el Estado. Uno de los más importantes son las hinchadas, que funcionan como grupos sociales en los que en ocasiones predomina la famosa “cultura del aguante”.

Este fenómeno se puede apreciar desde distintos puntos de vista: uno es el del acompañamiento incondicional a un equipo o institución y otro el de la relación confrontativa contra la hinchada rival. Esta última se observa frecuentemente en los estadios del fútbol argentino cuando, por ejemplo, surgen cantos xenófobos o racistas contra los jugadores o el club rival. Aunque también es importante aclarar que no siempre estas agresiones surgen por parte de los hinchas o simpatizantes, sino que varias veces los insultos y actitudes discriminatorias son por parte de jugadores hacia algún colega, como el reciente caso de Fabián Rinaudo, jugador de Gimnasia Esgrima La Plata, que en medio de un partido contra Banfield insultó al arquero Mauricio Arboleda por su color de piel.

Paula Spaccarotella, coordinadora del área de recepción y evaluación de denuncias en INADI, comentó: “El camino para erradicar y prevenir la discriminación en el fútbol argentino es el conocimiento de este marco donde interactúan los distintos actores, para a partir de eso llevar adelante un plan de acción que desnaturalice estas prácticas.”

En conclusión, la discriminación en el fútbol -y en todos los ámbitos de la vida cotidiana- es un tema que nos compete a todos como actores sociales. Para poder erradicarla definitivamente, debemos trabajar conjuntamente sancionando a quienes cometan estos hechos y que cada uno de los protagonistas aporte “su grano de arena” para que entre todos eliminemos este flagelo de una vez por todas.

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