jueves, enero 9, 2025
Home Blog Page 211

Jürgen Klopp, el entrenador que quiere sentir

Fernando Bajo

Cuando dirigía al Mainz 05 en Alemania, empleó un método inusual para transmitirles a sus jugadores que si querían lograr algo en la Bundesliga, nadie les iba a regalar nada y deberían buscar soluciones. “Hicimos parte de una pretemporada en unas islas de Suecia que no recuerdo ni el nombre. Allí mis jugadores tuvieron que hacer ejercicios de supervivencia para poder comer porque cuando llegamos solamente estaban las carpas. El resto era buscarse la vida, así que tomamos canoas y divididos en dos grupos, los primeros que llegaban a la isla debían ir por la leña para encender el fuego y hervir el agua. También tenían que pescar para comer. Todo el día llovía y cuando salía el sol, los mosquitos se aparecían”, contó Jürgen Klopp, el alemán que actualmente dirige al Livepool, al que llevó a la final de la Champions League el 7 de mayo pasado, luego de eliminar al Barcelona.

Detrás de sus anteojos y su gorra, que ya son marca registrada, se encuentra un hombre que se define como alegre y reconoce que no es muy inteligente, pero tampoco muy tonto. Sin embargo, algo de él le molesta: “Me gustaría ser más tranquilo. No sé por qué pasa. Siempre aprieto los dientes. Cuando veo un nene pequeño, un bebé, aprieto los dientes. Resulta horroroso, el nene empieza a llorar y tengo que irme. Con los árbitros es parecido. Pero cuando estoy exultante de alegría tengo un aspecto muy similar. A veces me da miedo esa cara, pero la conozco desde hace 45 años. Se sobrelleva”.

A pesar de su cara, también es uno de los técnicos que más se ríe. Sus carcajadas son comunes en las conferencias de prensa, aunque su equipo gane o pierda. Lo demostró cuando le preguntaron por Messi, en el partido de ida de las semifinales de la Champions, luego de que el argentino le convierta dos goles a sus dirigidos: “Es imparable. Es un jugador de primera clase mundial y no estoy sorprendido”.

Cuando habla con la prensa no tiene problema en decir lo que siente o piensa: “Les dije a los muchachos que era imposible (pasar a la final de la Champions), pero que por ser ellos tenían una oportunidad”, afirmó luego del triunfo. ¿Intentó quitarles la presión a sus futbolistas o quiso que salgan a relucir su orgullo? Además, había declarado: “Estoy satisfecho de cómo hemos jugado, hemos hecho nuestro mejor partido de este año y el pasado”. Sí, a pesar de que salió derrotado, para Klopp, su equipo fue superior.

Se diferenció del estilo de Pep Guardiola: “Le gusta tener la pelota, jugar a los pases. Pero es una melodía silenciosa. No es mi deporte, no me gusta ganar con el 80 por ciento de posesión de balón. El fútbol es lucha. Me gusta más el heavy metal”, disparó.

“No solo quiero ganar, también quiero sentir”, contó hace un tiempo Kloppo y argumentó: “Hay que jugar con todo. Tenés que vincular a la gente con el club. Los partidos deben tener un efecto más allá del resultado”. Sin dudas lo logró. Luego de perder 3-0 en Barcelona, el Anfield Road, estadio del Liverpool, estaba repleto. Para el hombre de 51 años que, según dijo, como futbolista no podía hacer lo que tenía en la cabeza, la identidad de los hinchas con el equipo es fundamental.

Es un obsesivo en su trabajo. Estudia al rival sin parar. Difícilmente su equipo salga al campo sin conocer cómo juega el contrario. Para eso les muestra horas y horas de videos a sus dirigidos. En la última temporada sumó a su grupo de trabajo al danés Thomas Gronnemark, propietario del récord Guinness en el lateral más largo de la historia.

No solo le importa el fútbol, hay otras cosas que captan el interés de Klopp. “Soy cristiano, creo en Dios. Siento que estoy en unas sensacionales buenas manos y me parece una pena que otras personas carezcan de ese sentido de seguridad”, contó.

La política es otro de los temas sobre el cual manifestó su pensamiento: “Soy de izquierda y creo en el Estado de Bienestar. Si hay algo que nunca haré en mi vida será votar a la derecha que promete bajar impuestos a los ricos. Mi trabajo es entretener a los hinchas, permitirles olvidarse de sus problemas durante una hora y media”.

Cada uno que se siente a ver al Liverpool deberá saber que para el entrenador ganar no es lo más importante, pero puede que cuando se dé cuenta de eso ya se haya convertido en un red más, envuelto en la pasión y representado por el equipo en la cancha. Si es así, Klopp ya habrá ganado.

Luego del pase a la final del máximo torneo continental a nivel clubes, los jugadores y el cuerpo técnico se abrazaron en una de las áreas y, junto con la hinchada, cantaron el himno del club: You’ll never walk alone (Nunca caminarás solo).

Con 97 puntos, y luego de vencer al Barcelona, el Liverpool finalizó segundo en la Premier League, detrás del Manchester City que dirige Pep Guardiola, y por primera vez en la historia un equipo que obtuvo más de 90 unidades no pudo ser campeón. Luego de ser el técnico que más veces le ganó a los conjuntos del español, esta vez la melodía silenciosa venció al heavy metal.

En el último suspiro

Facundo Catalini @FacuCatalini

1994/1995. La sorpresa del Blackburn Rovers.

El primer caso ocurrió en la temporada 1994/1995, a tres años de que arrancara esta liga. Con Kenny Dalglish como director técnico, el Blackburn Rovers, hoy en la EFL Championship, se coronó campeón por tercera vez en su historia, cortando una racha de 81 años sin ganar un torneo de liga y consiguiendo por única vez en su historia, hasta el día de la fecha, el título de la Premier League.

Este torneo estuvo en vilo hasta la última fecha, la jornada 42. El Blackburn Rovers llegaba al último partido puntero con 89 puntos, dos más que el Manchester United, que venía segundo. De local, el equipo de la rosa perdió contra el Liverpool por 2 a 1 y aumentaba la ilusión de los dirigidos por Sir Alex Ferguson. Pero los de Manchester no pudieron dar vuelta las cosas contra el West Ham United y terminaron empatando por 1 a 1.

Los vencedores tuvieron a Alan Shearer como goleador y figura. El delantero que había llegado desde Southampton anotó 34 goles de los 89 que marcó todo el equipo a lo largo del torneo.

1998/1999. El United amargando el bicampeonato.

El segundo antecedente sucedió en la séptima temporada de la Premier League. La 1998/1999. El que se consagró campeón fue el Manchester United, logrando su título número 12 de Liga.

El Arsenal fue quien peleó hasta el final. Los Gunners terminaron la temporada con 78 puntos -igual que en el torneo anterior, del que resultaron ganadores-, pero esta vez no les alcanzó. En la última fecha, los dirigidos por Arséne Wenger le ganaron su partido al Aston Villa por 1 a 0 y forjaban al Manchester United a vencer, ya que si no sucedía, el equipo de Londres superaba a los de Ferguson. El 2 a 1 frente al Tottenham le amargó el bicampeonato al Arsenal.

Esa temporada fue un gran año para el Manchester United que logró la triple corona, ganando la Premier League, la FA Cup y la Copa de Europa.

2007/2008. Dos finales para el Manchester United sobre el Chelsea.

Nos trasladamos al nuevo siglo. En la decimosexta edición de la Premier League también se tuvo que esperar hasta la última jornada para saber quién era el campeón de ese año.

A la definición llegaron el Manchester United y el Chelsea con 84 unidades cada uno. Los Red Devils hicieron los suyo contra el Wigan Athletic de visitante y ganaron por 2 a 0, mientras que los de Londres no pudieron en su estadio contra el Bolton Wanderers y empataron 1 a 1. Los dirigidos por Alex Ferguson, y con Carlos Tévez en sus filas, sumaron 88 puntos y se consagraron campeones de la liga por decimoséptima vez en su historia.

Esa temporada fue particular. En la Champions League se dio una final inglesa, como la que se dará en la 2018/2019 con el Liverpool y el Tottenham. Esa vez, sin embargo, fue entre el Manchester United y el Chelsea, en la que los azules también quedaron por detrás de los rojos empatando en los 90 minutos decisivos y perdiendo 6 – 5 en los penales.

2009/2010. La revancha del Chelsea.

Dos temporadas más tarde llegó la revancha para el Chelsea. En la edición número 18, los dirigidos por Carlo Ancelotti venían con una diferencia de un punto por sobre el Manchester. En la última fecha, el United le ganó por 4 a 0 al Stoke City, pero la goleada no le sirvió para triunfar un año más -venía de ser tricampeón-, porque el Chelsea vapuleó al Wigan Athletic con un 8 a 0. Fue una victoria más que abultada para asegurarse por cuarta vez de una Liga Inglesa (tercera oportunidad en formato Premier League).

Una curiosidad se dio con el Portsmouth, club donde supo jugar el argentino Andrés D’alessandro. El conjunto del sur de Inglaterra fue el primero en entrar en administración en formato Premier, siendo multados con una quita de nueve puntos y por consiguiente relegados a la segunda división, en 2012 a la tercera y en 2013 a la cuarta. Hoy se encuentra en la Football League One, tercer escalón del fútbol inglés.

2011/2012. Manchester partido en dos.

La temporada 2011/2012 quizás fue la más emocionante, por cómo se dieron las cosas. El torneo lo disputaron hasta la última fecha los dos equipos de Manchester. El City y el United cara a cara.

Hasta octubre del 2011, el Manchester United marcó el ritmo de la Premier League liderando la tabla, pero un empate por 1 a 1 contra el Liverpool le permitió al City superarlo por dos puntos. Una semana más tarde, en Old Trafford, los Citizens aumentaron su ventaja a cinco unidades, con un rotundo 6 a 1. Los celestes lideraron la tabla de posiciones hasta marzo de 2012, con la derrota a manos del Swansea por 2 a 1. El United retomaba la primera posición. Para las últimas 6 fechas, los Red Devils llevaban una brecha de ocho puntos por sobre su rival. En la segunda vuelta, el City volvió a vencer, esta vez de local, a los de la otra vereda por 1 a 0 y como resultado los sobrepasaron en la clasificación por diferencia de goles.

En la última jornada, el United arrancó ganando con gol de Wayne Rooney contra el Sunderland, mientras que Pablo Zabaleta le daba la victoria parcial al City sobre el Queens Park Rangers. Djibril Cissé empató el trámite para el QPR y Jamie Mackie dio vuelta el resultado a los 66 minutos. A los 92, Edin Dzeko igualó para el City y al minuto 93.20, Sergio Agüero, en el último suspiro –del último suspiro- le dio la victoria al lado celeste de Manchester, consiguiendo el título luego de 44 años, por diferencia de goles. Ambos obtuvieron 89 puntos, pero el conjunto del Kun y Tévez logró 64 goles de diferencia, mientras que el United 56.

2013/2014. El Liverpool se quedó con las manos vacías.

Otra vez el Manchester City era el protagonista de un desenlace agónico. Sobre el final. En esta ocasión, el que corría desde atrás en la carrera por el título era el Liverpool.

En el último día de la temporada, el Manchester City llegaba puntero con 83 puntos y el Liverpool segundo con dos unidades menos. Los Reds lograron la victoria en Anfield contra el Newcastle por 2 a 1, pero no les alcanzó para conseguir el título. El City, también de local, venció 2 a 0 al West Ham United y se coronó campeón nuevamente.

Esta temporada fue muy peleada. En total, la primera posición cambió de manos 24 veces, 5 menos que en el 2001/2002 que fueron 29, la mayor cantidad en la historia. El campeón solo lideró la Premier League por 14 días.

2018/2019. La revancha que no pudo ser.

Una vez más, el City y el Liverpool llegaban con chances de salir campeones a la última jornada de la Premier League.

Los dirigidos por Jurgen Klopp venían con los ánimos por el cielo después de haber dejado afuera de las semifinales de la Champions League al Barcelona en una remontada histórica y querían sacarse las ganas de la tan ansiada Premier. Pero el City aplacó su entusiasmo y le ganó con un contundente 4 a 1 al Brighton en condición de visitante y dejó sin efecto la victoria de local del Liverpool por 2 a 0 al Wolverhampton.

La diferencia fue mínima. Solamente un punto separó al bicampeón del subcampeón. 98 puntos para el Manchester City contra los 97 del Liverpool, que solo perdió un partido en el torneo.

Hasta último momento. Algunos con el corazón en la garganta por perderlo todo después de tanto esfuerzo y otros con el grito en el cielo por coronar todo lo hecho a lo largo de una temporada. La Premier nos regaló y nos regala tradición, historias extrañas, finales agónicos y conjuntos campeones que no estaban en los planes de nadie. La Premier League siempre estará en la boca de todos.

Bojan Krkic, el crack que eligió ser lo que quería ser

Por Fabrizio Ramos

Suele decirse, con razón o no, que la vida del jugador de fútbol es una de las más privilegiadas. Sobre todo, la de aquellos que llegan a la élite. El lujo, la fama y el dinero aparecen a una temprana edad y sólo unos pocos son los que se encuentran preparados para lidiar con una prematura vida ostentosa. Bojan Krkic fue la mayor promesa surgida de Barcelona después de Lionel Messi y para muchos estaba destinado a ser de los mejores del mundo, pero aquellas expectativas se transformaron en graves problemas psicológicos. Fue entonces que decidió patear la pelota al aire y eligió ser lo que él quería ser, y no lo que otros pretendían que sea.

Bojan Krkic llegó desde un pequeño pueblo de Lérida, Catalunya, a La Masía -fútbol juvenil del FC Barcelona- a los 9 años. Durante sus siete temporadas en las divisiones infantiles del club catalán marcó más de 800 goles y se convirtió en el máximo goleador en la historia de todas las categorías menores de la institución. Con sólo 16 años debutó con el primer equipo en un partido amistoso y gritó su primer gol, pero su progreso aumentó en forma considerable después de jugar el Mundial sub-17 con España.

Tres días de entrenamiento le bastaron al holandés Frank Rijkaard -entrenador de Barcelona entre 2003 y 2008- para convocarlo a su primer partido oficial. Aquel 16 de septiembre de 2007 se transformó en el tercer jugador más joven en debutar en el conjunto Blaugrana y tres días después hizo su estreno en Champions League. Con 17 años y 51 días se convirtió en el jugador más joven en marcar en La Liga y a los 17 años y 217 días fue el segundo más prematuro en Champions.

Récord de precocidad, récord que estampó su nombre entre los primeros lugares. Los diarios más importantes de Europa, en especial de España, lo colocaron como protagonista principal de sus ediciones y las expectativas crecieron a pasos agigantados. En su primera temporada como jugador del primer equipo sumó 10 goles en la liga española -12 contando todas las competiciones-, pero aquellos números no volvieron a ser superados durante el resto de su carrera.

Las presiones constantes por ser alguien que no buscó ser le causaron problemas de ansiedad, mareos y pánico. Los primeros síntomas aparecieron horas antes de lo que hubiese sido su primer encuentro con la selección española. Luís Aragonés, entrenador durante aquellos años, lo citó para el partido frente a Francia el 6 de febrero de 2008, pero nunca pudo jugar.

“Todos en la Federación sabían lo que me pasaba. Fernando Hierro me mandaba mensajes todas las semanas para preguntarme cómo estaba. El día antes del anuncio de la convocatoria a la Eurocopa 2008 me dijeron ‘Bojan, te vamos a convocar’ y respondí: ‘Me duele decirlo, pero no puedo’. Estaba con medicación, al límite. Al día siguiente leí el titular: España llama a Bojan y Bojan dice no. Me sentí muy solo, asustado y enfermo”, contó el delantero en una entrevista al diario británico The Guardian.

Tres ligas de España, una Copa del Rey, dos Supercopas españolas, dos Champions League, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Con Pep Guardiola sentado en el banco de suplentes -asumió como entrenador en la temporada 2008/2009- vivió la época más exitosa de la institución y consiguió los títulos más importantes de su carrera, pero su protagonismo fue de más a menos y sintió que las cosas ya no iban bien. Su lugar, desde siempre, era dentro de la cancha.

Bojan Krkic dejó Barcelona con más de 40 goles a los pocos días de cumplir 21 años. Pasó por Italia (Roma y Milan), Holanda (Ajax), Alemania (Mainz) e Inglaterra (Stoke City) buscando esa tranquilidad que lo haga sentir a gusto, sin presiones constantes ni etiquetas.

Para mí, es necesario sentirme bien para disfrutar con lo que hago. Los trofeos son algo material y tengo claro que prefiero las vivencias”, le remarcó el catalán al diario El País en 2015.

Bojan siempre tuvo claro lo que quería ser. Aquel joven de 17 años se encontró, en un abrir y cerrar de ojos, con un mundo cargado de presiones y comparaciones, y nadie lo preparó para lidiar con eso.

Hoy, casi 12 años después, es jugador de Stoke City, equipo que se encuentra en la Football League Championship -segunda división inglesa-. Para él, las vivencias y los lugares recorridos son su mejor trofeo, y aquella época de sufrimiento por las expectativas que ponían otros quedó atrás.

Lugüercio: “El deporte me dio una educación y unos valores que me permiten tomar mi carrera como un éxito”

Por Juan Ignacio Ballarino

El incesante ruido de los motores de los autos indica que la casa está cerca de una avenida. Un cartel en la esquina lo confirma. En Camino Centenario al 2200, entre 509 y 510, en Gonnet, un hogar es preparado para convertirse en un centro especializado para futbolistas. Una señora barre la vereda y la baldea mientras que Pablo Ariel Lugüercio aguarda sentado en el patio. Ya retirado, son otros los ritmos que manejan los hilos de su cotidianidad.

Dejó el fútbol a los 37 años, pero a los 29 ya había comenzado el cambio. Su cambio. Antes de colgar los botines, el Payaso había empezado a tejer, dentro de su cabeza, la idea de fomentar un espacio en donde las y los futbolistas -y quienes estén en camino a serlo- puedan respaldarse en distintos profesionales para entrenar su mentalidad.

-Wake Up es el nombre de tu nuevo proyecto, ¿de qué se trata?

-Es un espacio para que los y las futbolistas puedan conocerse a ellos mismos, reconociendo sus emociones. El objetivo es que puedan transitar su vida deportiva generando buenos vínculos, algo que me parece muy importante, y logren abrirse a dar cosas buenas, porque después éstas te regresan.

-¿Cómo debería manejarse la familia de alguien que quiere ser jugador profesional?

-Primero debería entender que, si el chico o la chica va a jugar, tiene que acompañar y servir de apoyo. Algunos no comprenden que cada uno tiene su momento para solucionar sus problemas, sea dentro o fuera de la cancha. Estas cosas pasan porque los ven a ellos, que quizás están cerca de convertirse en futbolistas, como una solución económica para la familia y se olvidan que se trata de una persona a la que le ponen una presión gigantesca.

¿Cómo se prepara a quien no pareciera tener un futuro prometedor en el fútbol?

-Diciéndole que el fútbol no es ni el principio ni el final de nada, sino que es un deporte que se tiene que tratar de disfrutar a cualquier edad. También el padre que lo lleva a jugar tiene que entender que lo lleva para que disfrute, sin presiones ni objetivos a largo plazo. Después, hay que hacerle entender que cada vez hay un filtro más chico y hay que prepararlo con educación y capacitación. Debe tener un plan B y esto no significa que si no es jugador no puede ser nada en la vida, sino que busque otra cosa que le guste, que encuentre una pasión.

-¿Y tu camino hasta llegar a Primera? ¿Cómo fue?

-Me acuerdo haberlo hecho con mucho sacrificio. Soy de La Plata y tenía un traslado de dos horas hasta llegar a los entrenamientos, pero lo hacía igual porque disfrutaba la convivencia. Nunca tuve ese pensamiento de llegar a ser futbolista profesional, ni de ser famoso, ni de tener dinero. Yo disfrutaba otra cosa: compartir los fines de semana un campo de juego con los chicos de mi categoría y tratar de salir campeón. No pensaba a largo plazo. Al venir de un barrio muy humilde, se me hacía difícil pensar o imaginarme cosas extraordinarias. Esos logros, con el paso de la carrera, aprendí que llegan siempre y cuando uno se proponga metas a corto plazo.

     Una mesa redonda en medio de la sala de estar de la casa que en un futuro cercano será la sede de “Wake Up” está preparada para que la entrevista sea realizada. Pero no cumplirá esa función. Lugüercio prefiere el patio. El clima otoñal permite que el sol brinde la calefacción necesaria para que uno se siente bajo él simplemente con un buzo fino y un jean, como está el exdelantero. Mueve las sillas que estaban bajo la sombra y las coloca donde termina la oscuridad. Se sienta de piernas cruzadas, con el cuerpo orientado hacia el origen de la luz. Su cara apunta hacia arriba. Pareciera que es él el que está brillando. Pareciera que se siente a gusto.

-¿Por qué retirarse ahora y no después, con el torneo ya terminado?

-Por una necesidad personal. Si bien podía estar a la altura de los entrenamientos, ya me venía planteando dejar desde diciembre. No me retiré en ese mes porque quería acompañar un poco más a los más chicos. Si bien después agregaron la Copa de la Superliga, ya tenía la decisión tomada. Quería empezar a disfrutar otras cosas, de cumplir otro rol y de estar presente desde otro lado. Al final continué seis meses más, también, por mi hijo, que me había pedido que siguiera. “Seis meses más, dale, vos podés. Seis meses más”, me decía. Accedí, pero le tuve que plantear que jugaba esos partidos y listo. Casi que terminé negociándolo (risas).

 ¿Cómo definirías tu carrera profesional?

-Exitosa. No por el lado de los logros ni de objetos materiales, sino desde mi crecimiento como ser humano. Tenía una dimensión de lo que podía llegar a ser la vida de futbolista, pero lo superé ampliamente. El deporte me dio una educación y unos valores que me permiten tomar mi carrera como un éxito.

–¿Qué valor destacarías?

-La tolerancia. Creo que el fútbol te da la posibilidad de convivir con muchas personas todos los días y eso te brinda una cierta tolerancia para con el otro y hasta podés desarrollar una amistad. Y, además, poder entender que en el fútbol, quizás más que en otros deportes, se mezclan clases sociales. Me enorgullece haber absorbido eso y haberme mantenido siempre en la media. Más allá del éxito que te pueda llegar a dar la carrera de futbolista y, en mi caso, haber recorrido eso durante 18 años, haber podido mantener una línea fue lo más importante.

Recién hablabas sobre la mezcla de clases sociales en los planteles y Ricardo Centurión, quien viene siendo noticia por su conducta fuera del campo de juego, afirmó en una entrevista que su actitud estaba influida por el contexto de su lugar de origen (Villa Luján, Sarandí). ¿Qué análisis hacés con respecto a esto?

-Centurión tiene unas cualidades tremendas y es un futbolista extraordinario, sólo que necesita estar bien apoyado y contenido por personas capacitadas, porque muchos lo aconsejan y le dicen lo que debería hacer, pero él necesita que lo escuchen. Incluso, necesita escucharse a él mismo y entender que seguramente viene condicionado por su entorno. Uno forma su personalidad en torno a lo que ve hasta los siete años. Solamente observando. Y a veces no somos conscientes de que le estamos exigiendo a un chico, porque prácticamente lo sigue siendo, que resuelva cosas que todavía no ha tenido la posibilidad de aprenderlas con gente cercana. No hay que dejarlo de lado porque no sólo nos estaríamos perdiendo a un gran jugador, sino que nos perderíamos la posibilidad de mejorar a una persona.

     El mediocampista de Huracán Israel Damonte fue el creador de su apodo payaso, el cual perduró a lo largo de su carrera. Luciano Aued y Lucas Licht, con quienes compartió vestuario en Racing y quienes vistieron -y visten, en el caso del defensor- la camiseta de Gimnasia y Esgrima de La Plata, le dedicaron un saludo en la red social Instagram. “Siempre he tratado de brindarme al otro de una manera sana”, explica Lugüercio. Parte de la parcialidad que se encontraba en el Cilindro cuando Racing recibió a Estudiantes el 3 de marzo aplaudió al payaso mientras precalentaba. “Si uno tiene respeto por la profesión, buenos hábitos y trata de ser lo más profesional posible, genera estas cosas que a veces resultan inexplicables porque, con esta pasión que muchas veces no tiene límites, parece que aplaudir a un rival está mal”, cuenta quien jugó 120 partidos con la camiseta de la Academia. Pero terminar su carrera no fue fácil.

-En 2017 volviste a tu último club siendo vegetariano, pero ahora dejaste de serlo, ¿por qué?

-Lo sostuve un año y lo tuve que dejar porque se me hacía difícil cuando comíamos. Todavía no hay lugares preparados ni entidades en donde un deportista de alto rendimiento pueda ser ayudado, aunque iba a un profesional que me acompañó. A cada persona le hacen bien diferentes cosas y a mí me hacía bien eso. Cada uno debería poder tomar conciencia y nadie debería prejuzgar ni pensar que, si uno toma la decisión de ser vegetariano, por ejemplo, está mal. Recibí desde cargadas hasta reproches. Sin embargo, esa época fue en la que mejor me sentí. Había tomado esa decisión por un cambio de perspectiva y por el hecho de haber aprendido cosas nuevas, como ser padre de familia, por ejemplo.

Ahora vas a tener más tiempo para estar con tus hijos…

-Sí. Ahora estoy cumpliendo con otros roles y lo estoy disfrutando muchísimo. Vivo los problemas que van teniendo, cómo los van solucionando, y quizás antes me lo perdía un poco. Tanto a Iván, de 11 años, como Sara, de 9, les gusta mucho el fútbol y ahora los puedo acompañar más con eso.

¿Los ves como jugadores?

-Ambos quieren ser futbolistas. La nena ahora está haciendo hockey, pero cada vez que le pregunto me dice que tiene ganas de jugar. Y en cualquier momento va a arrancar. Algo como lo que le pasó al Chapu (Braña), que empezó con hockey. Soy muy parecido a él y ambos somos muy abiertos a estos temas. Creemos en la felicidad de nuestros hijos. A mí no me importa si juega al básquet, o al hockey, o al fútbol. Yo sólo quiero verlos reír.

¿Creés que Macarena Sánchez ayudó a pensar estas cosas?

-Es tremendo lo que consiguió. Pasó mucho tiempo de lucha sin obtener ninguna respuesta y por fin tuvo su recompensa. Y es un logro que nos sirve a todos. Tengo contacto con las chicas de fútbol de Estudiantes y seguimos hablando. Están arrancando prácticamente desde cero. Además, lograron que todas, sea la camiseta que sea, estén unidas para verse como colegas y no como rivales o como individuos, como muchas veces pasa en el fútbol masculino. Estaría bueno que mantengan eso a lo largo del tiempo.

“Gracias por venir” recita Gustavo Cerati en Puente, canción que el Payaso elige para sintetizar su carrera deportiva. “No por lo futbolístico en sí, sino por las amistades y los vínculos que generé”, explica el exdelantero. “Gracias por venir” le dijo el público pincharrata el primero de abril cuando se retiró. “Gracias por venir” le dijeron sus compañeros con abrazos de por medio dentro del campo de juego. “Gracias por venir” le dice Pablo Lugüercio a la pelota.

Ernestina rompe estereotipos con la pelota en sus pies

Por Fernando Bajo

Es fácil encontrar diferencias entre las ocho canchas que tiene el Club Ferrocarril Mitre de fútbol 5 en el barrio porteño de Colegiales. Solo en una de ellas están jugando al fútbol chicas y chicos. En las otras solo hay hombres.

En Moldes al 900 se erige un galpón de color naranja con las esquinas pintadas de azul. Allí se encuentran el bar y los vestuarios del complejo. En los dos televisores que hay está puesto el canal de deportes TyC Sports, pero no tienen volumen. Una canción de La Renga suena de fondo. A la derecha, cuatro chicos descansan sentados alrededor de una mesa mientras comparten una cerveza. En la barra, un hombre con bigotes está usando su celular y no se percata de lo que pasa a su alrededor.

Un largo pasillo conduce hacía las canchas de fútbol. Solo tres de ellas se encuentran ocupadas, pero una está colmada de protagonistas y, a diferencia de las otras, ésta tiene público.

Desde las 17, veintitres nenes y nenas están entrenando allí. Hace un mes que concurren todos los viernes después del colegio a la escuela de fútbol mixto La Cantera que nació como un proyecto de la agrupación política Juventud Radical de la Comuna 13 de la Ciudad de Buenos Aires. Quienes asisten lo hacen gratuitamente. “La idea era poder realizar algo mixto y cuando surgió lo del fútbol nos pareció genial. Lo importante es que tengan naturalizado la cuestión de jugar chicos y chicas juntos”, cuenta Alejo, uno de los impulsores del proyecto.

Detrás de uno de los arcos, más de diez madres están charlando y compartiendo mates mientras esperan que sus hijos terminen de jugar.

La cancha está dividida en dos. La mitad que da a la calle la ocupan los nenes y las nenas que tienen entre 5 y 7 años con dos profesores, Rodrigo y Diego. Este último es jugador de Real Pilar, equipo que milita en la Primera D del fútbol argentino y que, según Alejo, es quien le aporta profesionalismo a la Escuela. En la otra parte de la cancha, la que detrás tiene a la estación Colegiales del tren Mitre, se halla el grupo 8 a 14 años a cargo del profesor Alan.

Todos realizan la misma actividad. De a dos, un chico y una chica, van haciendo pases desde la mitad de la cancha y cuando llegan al área el de la derecha remata al arco.

Así pasarán buena parte de la tarde.

De repente entra corriendo una chica. Sabe que llega tarde y por eso se apura. Viste un conjunto de River: una remera naranja con el nombre de Armani en la espalda, un pantalón con el escudo y medias negras. Saluda con un beso a Alan y se suma a la fila. “Esta chica, juega mejor que todos”, avisa Alejo.

Ernestina tiene 12 años y una habilidad envidiable. La primera vez que remata al arco es gol. Le pega con sutileza. A diferencia de sus compañeros, busca colocar la pelota contra un palo.

Son las 18 y Rodrigo junto con Diego comienzan a armar los equipos de los más chicos para intentar jugar un partido. Reparten 7 pecheras amarillas y 7 verdes. Los primeros contarán con 4 chicas en el equipo, los otros con 3. “Les tuve que decir que si sacaban el caucho de la cancha iban a perder para que dejen de tirarselo entre ellos”, dice María, también integrante de la Juventud Radical.

El partido casi no se juega. Solo unos pocos corren detras de la pelota, los demás se sientan en las esquinas o van detrás de los profesores. El encuentro termina empatado 0 a 0. “Es el primer partido de tu vida”, le afirma un padre a su hijo. Minutos después Diego explicará que la idea es hacer algo recreativo, ya que son muy chicos para entender el juego.

Los que acaban de jugar están reunidos con sus profesores. El tren pasa por detrás de la cancha y los más pequeños dejan de prestarle atención a todo lo que los rodea. “El tren”, grita uno y todos los demás se paran y saltan mientras observan pasar el ferrocarril. Luego, todos de la mano caminan hacia adentro para recibir una merienda. Las madres abandonan la cancha y van con ellos.

Ahora es el turno de jugar de los más grandes.

El sol se va ocultando y la baja temperatura obliga a los profesores a abrigarse. Son las 18.30 y queda media hora para que disputen el encuentro. Diego es quien arma los equipos. Hay cuatro chicas y elige dos para cada lado. Una vez que comienza el partido la superioridad del equipo verde se refleja en el marcador. Gana 5 a 0 en 15 minutos de juego.

Ernestina es la gran figura del partido. Gambetea a tres rivales por la banda, elude a otro luego de un pie a pie que reluce toda su clase y asiste al 9 del equipo que solo tiene que empujar la pelota a la red. No para de sonreir, cada vez que termina una jugada vuelve a su posición feliz. Sin embargo, gambetear no es lo único que sabe hacer. Cerca del final del encuentro se tira a los pies de un rival que había entrado al área con pelota dominada y recupera el balón.

-¡Eso es! -se entusiasma Diego.

-Es Mascherano -la elogia Alan.

El partido finalizó y los verdes ganaron 5 a 0. El entrenamiento terminará con una tanda de penales.

Ernestina sigue con los ojos en la pelota mientras sus compañeros poco a poco abandonan la cancha y luego de abrigarse emprende el camino a casa junto a su mamá.

Sus compañeros no dudan en elogiarla ante los profesores. “Juega rebien”, dice quien sufrió la fuerza de su pierna y terminó desparramado en el área cuando intentó gambetearla.

Luego de darles la merienda a los más chicos, Alejo retorna a la cancha. “¿Vieron jugar a Ernestina? ¿Qué les pareció?”

No hay dudas, es la mejor jugadora de La Cantera. Todos hablan de ella con admiración.

Allí, en las canchas de fútbol 5 del Club Ferrocarril Mitre, todos los viernes, al menos de 17 a 19, el fútbol masculino y femenino no existe. El fútbol es mixto. Entre los hombres y las mujeres no hay diferencia. Pero sí hay una mujer que hace la diferencia y esa es Ernestina cuando tiene la pelota en sus pies.

Federico Slezack, el defensor de sus ideales

Por Fernando Bajo

“Uno ya sabía desde el 2015 lo que podía llegar a venir, pero lamentablemente le metieron odio a la gente en la cabeza. Le vendieron un verso y la estafaron”, sentencia Federico Slezack, defensor central de Villa San Carlos, sobre el gobierno de Mauricio Macri.

El hombre de 34 años rompe con el estereotipo de futbolista, demuestra su compromiso social y su fanatismo por la política. “Hoy en día como está la situación y como se está viviendo creo que está a la vista que si se vuelve a votar como en 2015 ya, sinceramente, no se entiende lo que piensa la gente”, analiza.

Slezack se involucró con la política desde chico. Su padre, Enrique, fue intendente de Berisso (ciudad natal del futbolista) durante 12 años –desde 2003 hasta 2015- y su hermano, Matías, integra como congresal la Lista 2 del Kilómetro Cero del Peronismo del Partido Justicialista (PJ) de Berisso. “Yo hasta ahora no tuve cargos políticos, pero sí milité en el PJ y participé de reuniones en Unidad Básica”, aclara.

-¿Por qué la mayoría de los jugadores de fútbol no se involucran con la política?

-Cuando uno habla de futbolistas, generalmente ve los de la Primera División y lógicamente cuando uno está en ese nivel se abstrae un poco de lo que vive el resto de la gente. En categorías del ascenso a mí me tocó desde chico vivir la política de cerca, también entenderla, ver lo que pasa y estar con la gente en el barrio.

El sentido de pertenencia que tiene con el Partido Justicialista es el mismo que tiene con su club. En la institución Villera, salvo un paso por la cuarta división de Gimnasia y Esgrima de La Plata, jugó desde infantiles hasta la actualidad. Lleva más de 300 partidos en El Cele y es el símbolo y capitán del equipo que está sexto en la Primera C y ya se clasificó al reducido por un ascenso a la B Metropolitana.

-¿Qué significa Villa San Carlos para vos?

-En todos estos años coseché muchos amigos, mi familia también está muy pendiente de la institución. Es el club de mi barrio, de mi ciudad, además de pertenecer como jugador soy hincha de chiquito. Para mí es una gran familia.

-¿Recibiste alguna vez una propuesta para emigrar?

-Me han llegado ofertas, pero entre irme a otro equipo de la misma categoría y quedarme acá, siempre elegí seguir en el club.

Slezack contesta todas las preguntas y cuando le consultan por política comienza un monólogo que se extenderá durante varios minutos. “Estoy muy comprometido con la realidad social y con las agrupaciones en el barrio. Además, me apasiona la política, me gusta mucho. Soy de mirar todo y de entender también. Trato de escuchar las distintas campanas y formar mi propia opinión. Me crie en ese ámbito y en un barrio humilde guiado al peronismo”, confiesa.

El marcador central defiende sus ideales con la misma fiereza que cuida su arco dentro del campo de juego y dispara: “La tele y los diarios están manipulando información constantemente con noticias falsas. Por eso uno también entiende a la gente que creyó en eso (la campaña electoral del actual presidente) a través de tanto odio que le metieron”.

-Dentro del vestuario, ¿se habla de política o no hay lugar para estos temas?

-Soy de hablar bastante y es difícil porque a los chicos les preguntas por algún tema en particular y no saben. Pero bueno, hay dos o tres que por ahí sí y quizás surge un tema y hablamos. Al menos desde mi lugar siempre trato de explicar mi punto de vista. Me llama la atención cuando te escuchan porque no están enterados de temas que para mí son cotidianos.

El defensor analiza las próximas elecciones como un especialista: “Creo que a una persona sola no le va a alcanzar, tienen que formar un gran frente y si se llega a dar un candidato dentro del espacio del partido justicialista primero tiene que haber internas. Ojalá se arme una lista de unidad ciudadana”.

-¿Cuál crees que es la solución para la situación que atraviesa el país?

-Sin dudas que si vuelve Cristina va a ser una gran alegría para gran parte de la sociedad. Después está Felipe Solá que es una persona que me gusta mucho también. Así que cualquiera de los que puedan salir de un frente de Unidad yo creo que va a servir para resolver los problemas que tiene la gente día a día.

Federico Slezack pregona sus ideales, que son los mismos con los que creció, sin importarle el qué dirán y los cambios no parecen formar parte de su vida. “De Berisso, de La Villa y de Perón”, reza el epígrafe de una foto en su cuenta de Instagram que lo describe tal cual es.

José Amalfitani, el hombre que se convirtió en estadio

Por Matías Iglesias y Martín Mulhall

 

El estadio del Club Atlético Vélez Sarsfield lleva el nombre del fallecido y reconocido dirigente José Amalfitani debido a su acción como presidente en la institución de Liniers, quien supo presidir a este equipo por más de 30 años durante dos períodos (1923-1925; 1941-1969).

Don Pepe nació el 16 de junio de 1894 en el centro de Buenos Aires, pero rápidamente sus padres Luís Amalfitani y Fortunata Graziadio se mudaron a Flores. Además, en su familia contaba con 11 hermanos.

En 1940, Vélez entra en una crisis económica y deportiva que deriva en el descenso del equipo a la segunda categoría del fútbol argentino tras terminar decimoséptimo en el campeonato nacional con 25 puntos en 34 partidos.

Al año siguiente, Amalfitani ganó por segunda vez las elecciones a presidente del club y le pidió a su comisión directiva que lo acompañara a frenar el remate en el que se encontraba el conjunto de Liniers. En principio, solo él se hizo cargo de ese conflicto con su patrimonio personal. El pasivo de esa época era de 40 mil pesos, aunque Vélez se encontraba embargado por 100 mil.

 

Luego de tres años en la división B, El Fortín, bajo la dirigencia del entonces presidente, logra el ascenso tras consagrarse campeón con 55 unidades.

Amalfitani siempre estuvo ligado al deporte. Comenzó siendo periodista del diario La Prensa, y luego prosiguió con su extensa carrera como dirigente en el club de sus amores. El 7 de diciembre de 1968 (22 días más tarde Vélez se coronó campeón del Nacional, el primer título de su historia) en una asamblea de socios se designó que el estadio de la institución velezana deje de llamarse Liniers y tome el nombre del presidente en honor al personaje ilustre que fue.

El 14 de mayo de 1969 falleció a causa de un cáncer pulmonar y sus restos fueron llevados al Cementerio de Chacarita. En 1972, Raúl D’Onofrio, interventor de la Asociación del Fútbol Argentino, decidió que el Día del Dirigente Deportivo sea celebrado en la fecha en que falleció Amalfitani en homenaje a su amplio recorrido y su dedicación en uno de los equipos más importantes en la historia del deporte nacional, el Club Atlético Vélez Sarsfield. Por esto, el estadio del Fortín lleva con orgullo el nombre de quien fue una gran persona y profesional.

 

Un argentino en San Marino

Por Matías Iglesias

Siempre se dice que Argentina brinda futbolistas a todo el mundo y es considerado el semillero del deporte rey, aunque, mayormente, ese reconocimiento se lo ganó por las infinitas transferencias de jugadores a los países con las ligas más importantes del viejo continente: La Liga de España, la Premier League de Inglaterra, la Serie A italiana, La Ligue 1 de Francia y la Bundesliga de Alemania.

En esta ocasión, se nombrará a Danilo Ezequiel Rinaldi, jugador del equipo La Fiorita que milita en la primera categoría del fútbol de San Marino, y aunque sea un deportista profesional, también trabaja en una fábrica de muebles.Oriundo de Conesa (San Nicolás) y nacido el 18 de abril de 1986, Rinaldi comenzó su carrera en las inferiores del Club Atlético Chacarita Juniors y tras quedar libre del Funebrero tomó la decisión de jugar en la liga Nicoleña para el club Conesa y General Rojo.

Luego de una temporada permaneciendo en esa institución, se marchó para Deportivo La Emilia, conjunto que se desempeña en el Torneo Argentino B.A mediados del 2008 viajó a San Marino, invitado por su primo, y siguió con su sueño profesional en aquel país europeo vistiendo los colores del SS Virtus de Acquaviva durante dos temporadas. Durante ese año, jugó para la selección sanmarinense tras haberse nacionalizado, en la cual, disputó un total de 38 partidos y marcó un gol de penal ante Malta.Desde el 2012 su pase es correspondido por el club La Fiorita de San Marino, hoy en día pareciera ser su lugar en el mundo y de donde no quiere irse.

-¿Cómo surgió la chance de ir a San Marino? ¿Por qué tomaste esa decisión?

-La chance de venir a vivir a San Marino surgió a mitad de 2008, me lo propuso mi primo Gonzalo que venía a vivir acá, a trabajar y jugar rugby, yo estaba en la Emília y decidí no continuar en el club para venir con mi primo a San Marino! Lo tome como una aventura y para sumar experiencias así q decidí venirme con él.

-¿Qué impresiones te generó la sociedad y la cultura sanmarinense?

-La verdad que al principio era todo muy extraño es normal. La gente es cerrada pero de a poco nos fuimos adaptando, la cultura es similar, cambian muy pocas cosas.

¿Por qué pudiste obtener la nacionalidad de ese país?

-Gracias a mi bisabuelo pude obtener la ciudadanía, por parte de mi mamá, tuvo la posibilidad de elegir antes de mis 18 años entre la ciudadanía italiana o la sammarinese y bueno eligió la de San Marino.

-¿Mantenés las costumbres argentinas o estando tan lejos se van perdiendo?-Mantengo siempre las mismas costumbres que tenía en Argentina por suerte. El mate, el asado, la pesca, son cosas que no se pierden y ayudan cuando uno está lejos. Ayuda también el hecho de que en el país viven unos 600 argentinos.

-¿Deportivamente se le da importancia al fútbol sanmarinense?

-El tema del fútbol es una de las cosas que más me impactó desde mi llegada, ahora estoy más acostumbrado, pero lo claro es que el fútbol en San Marino no es como en Argentina, no existe la pasión y el amor por el fútbol que se vive allá. El fútbol es semiprofesional, es mucho más táctico, se refleja mucho al fútbol italiano. En los últimos años las cosas cambiaron y se le está dando mucha más importancia también al sector de base.

-Conocemos que trabajas en una fábrica de muebles ¿Qué beneficios tiene el trabajo en aquel país? ¿Te dan los horarios para desenvolverte de buena manera en los entrenamientos?

-El tema del trabajo es algo normal, como te dije antes el fútbol es semiprofesional por lo tanto todos tienen su trabajo además del deporte, los horarios de entrenamiento se basan también en consideración de que todos tienen su labor cotidiano. Se entrena a la tarde de 18 a 21 más o menos.

-Desde el 2012 que estas en La Fiorita, club perteneciente a liga sanmarinense de fútbol, ¿Cómo se vive la pasión ahí?

La verdad es que La Fiorita es uno de los pocos clubes donde las cosas se hacen en gran parte como en el profesionalismo, es un club chico pero que ha conseguido tantas cosas, por la manera de trabajar y por la pasión. Además de ganar tantos títulos en el club que espero seguir consiguiendo, tuve la posibilidad de jugar con Adrian Ricchiuti, Damiano Tomassi, Andy Selva y muchos más. Es muy lindo ganar títulos sobre todo porque quedan siempre grabados como el grupo con el que conseguís las cosas. En la Emília, por ejemplo, fue muy lindo por la gente, el grupo y por como trabajó el club en ese momento.

-Lograste conseguir cuatro títulos importantes en el país donde estas residiendo, el Trofeo Federal en el 2012, La Copa Titano 2013, el torneo San Marino durante el 2014 y nuevamente la Copa Titano en 2016, pero también diste la vuelta en el 2007 con el Club Social y Deportivo La Emilia cuando ganaron la Liga Nicoleña, en Argentina ¿Cuál fue la distinción que más disfrutaste personalmente?

-La distinción máxima que tuve fue ganar el balón Do Cristal que dan al mejor jugador de la liga, fue maravilloso, tuve también la distinción de Embajador del Fútbol Nicoleño que es algo que me emociono mucho y que agradezco.

-A que jugadores te has enfrentado por las eliminatorias europeas?

La selección de San Marino es algo increíble y algo muy lindo. Cuando tuve la suerte de ser llamado para formar parte, no tuve dudas en aceptar, sabía que tenía adelante mío la posibilidad de vivir experiencias increíbles. He jugado en estadios que jamás me había imaginado, contra selecciones muy fuertes y contra jugadores que solo veía en la tele, Rooney, Lampard, Nedved, Buffon, Pirlo, Balotelli y muchísimos más. He jugado contra Alemania, Inglaterra, el gran delantero polaco Lewandosky. Muy lindas experiencias.

-Sos de mirar fútbol o cuándo tenés tiempo libre tratas de no estar pendiente al deporte?

-Soy de mirar fútbol y mucho, pero trato también de disfrutar tiempo con la familia ya que no tengo muchos fines de semanas libres.

-¿Seguís la Superliga Argentina? ¿Qué pensas de Racing que fue el último campeón del torneo doméstico?

-Mire un par de partidos de la Superliga, vi también un par de encuentros de Racing, que bien merecido tiene el título, por su idea de juego.

-Durante el 2013, gracias a un representante español, tuviste la oportunidad de probarte en el fútbol de China, ¿Cómo fue tu experiencia en el país asiático?

-La experiencia en China me ayudó para crecer, ser más fuerte y seguir creciendo, no fue de las mejores situaciones, ya que por culpa de un representante no tuve la posibilidad de firmar y me tuve que volver a mi casa después de haber girado por medio país asiático.

-¿Cómo quedó la relación con aquel representante?

No tuve más relación con ese hombre y espero no volver a encontrarlo.

Después de ese mes en Asia, surgió la posibilidad de que juegues en Gimnasia y Esgrima de Jujuy, club que por aquel entonces pertenecía a la B Nacional del fútbol argentino ¿Por qué tomaste la decisión de no ir?

-Lo del Lobo Jujeño me había entusiasmado, pero analizando todo con mi mujer decidimos continuar acá en San Marino.

-Saliendo un poco de las canchas, ¿Estás al tanto del problema social y económico que está sufriendo Argentina?

Estoy al tanto del momento que está pasando Argentina y la verdad que no me gusta para nada, hablo seguido con mi familia y amigos, y me mantienen al tanto de las cosas. Es difícil y no quiero tampoco opinar desde acá porque no es bueno. Note en los últimos años que el país se dividió mucho, ósea la gente está muy cambiada, se discute y se pelea por todo en vez de tratar de que juntos se pueda salir adelante.

-¿En algún momento te replanteas la chance de volver al país?

Con mi mujer hablamos siempre de la idea de volver en algún momento. Por ahora, no creo que peguemos la vuelta, acá estamos bien, nos gusta y no hay problemas de inseguridad. Por el momento y mientras siga ligado a la selección vamos a seguir en San Marino.

Los otros cuatro fabulosos de Liverpool

Por Facundo Catalini

Los hechos y/o personajes de este texto son reales, pero cualquier similitud con alguna ficción es pura coincidencia.

Apenas arrancado el partido, Kaká recibe una falta a la derecha del área. Andrea Pirlo se encarga del tiro libre. Con el 21 en la espalda y con la mano extendida con el pulgar, el índice y el dedo medio en alto mostrando la jugada preparada, lanza el centro que llega con la coordenada justa a la volea del capitán Paolo Maldini, que pone el 1 a 0.

Tiempo más tarde, a los 39 minutos del primer tiempo, el brasilero Kaká comanda el ataque. Habilita a Andriy Shevchenko que mete un pase al corazón del área y hace sobrepasar a toda la defensa. Al que le queda en la posición ideal para definir es a Hernán Crespo, que empuja la pelota al fondo del arco decretando el 2 a 0.

Cuando se iba la primera mitad, otra vez Kaká -siempre Kaká- recibe en la mitad de cancha, gira, haciendo pasar de largo a su marcador y se pone el verde césped de frente. Con un pase magistral deja al delantero argentino cara a cara con el arquero. Valdanito, con toda la tranquilidad del mundo, define por arriba con la cara externa de su pie derecho. Sentencia el partido. Define el 3 a 0.

Pero el Liverpool sabe que cuando camina a través de una tormenta debe mantener la cabeza bien alta. Sabe que no debe tenerle miedo a la oscuridad. Porque sabe, siempre sabe, que al final de la tormenta hay un cielo dorado esperándolo.

Por eso, los dirigidos por Jurgen Klopp salieron en la segunda mitad a comerse a su rival. Ni bien empezado, Divock Origi, rescató un rebote del arquero luego del disparo de Jordan Henderson y puso el 1 – 3 parcial. La gente en Anfield se animaba. Creía en el milagro.

El alemán tuvo que mover el banco. Andrew Robertson sufría de una molestia y salió para darle lugar a Georginio Wijnaldum. Movimiento de fichas inoportuno que terminó siendo de lo más oportuno. En una ráfaga el recién ingresado metió dos goles. El primero viene de un centro del lateral derecho Trent Alexander-Arnold, donde el mediocampista ingresa al área y casi desde el punto del penal fusila a un arquero que se le escapa por abajo del cuerpo. El segundo viene desde el otro costado, el izquierdo. Centro de Xherdan Shaqiri y Wijnaldum se sube a una escalera que va directo hacia el cielo dorado que espera ansioso después de la tormenta y con un cabezazo pone el empate en tres.

Anfield parecía el mismísimo infierno. Ardía. Ardía de pasión. Ardía de euforia. Ardía de milagro.

Pero todavía hay más. La frutilla del postre. Otra vez en los pies de Alexander Arnold. Desde el córner ve a toda la defensa rival distraída. También ve a un compañero. Concentrado. Bien concentrado. Allí estaba Origi. El delantero que ingresó en el equipo por la baja de Roberto Firmino. El de las rastas hizo estallar, una vez más, a Anfield y convirtió el tanto definitivo. Convirtió el 4 a 3.

“Si fuese ficción no emocionaría, aburriría por lo obvio del desenlace. Pero por ser real, conmueve. Se trata de convicciones, de intenciones y de búsquedas colectivas”. Estas fueron las palabras luego del partido del 2019 en un posteo de Facebook de César Andrés Carignano, futbolista retirado, aprendiz de periodista, escritor, padre y marido (por lo menos así se identifica en su biografía de dicha red social).

El cielo gris se fue. Se hizo dorado. Más bien, se hizo rojo. El Liverpool sabe más que ningún club, que nunca, pero nunca, se camina solo y que nunca, pero nunca, se da por vencido. Quedó demostrado tanto en la cancha, como en la remera de Mohamed Salah (la otra figura ausente). También quedó demostrado en el 2005 contra el Milán en la final de la Champions y hoy, en 2019, contra el Barcelona de Lionel Messi.

A partir de ahora, además de The Beatles, se recordarán otros 4 famosos de Liverpool.

La razón de su intervención

Por Daniel Melluso

Dieciocho de junio de 1952. En la sede social del club Estudiantes de La Plata, a la mañana, ingresa Luis Felipe Suárez, delegado de la Confederación General del Trabajo (CGT). El sindicalista junto a otros miembros de la Central obrera irrumpen la paz del establecimiento a los gritos: “¿Dónde están los libros?”. Esos libros no eran ni más ni menos que 2.000 ejemplares de La Razón de Mi Vida, autobiografía de la por entonces Primera Dama de la Argentina, Eva Duarte de Perón. Estos habían sido otorgados por la Provincia de Buenos Aires con el objetivo de que la institución platense los distribuyera entre sus socios.

Con la presencia de un fotógrafo, Suárez se encamina hacia el lugar donde estaban, supuestamente, los libros. El sindicalista los encuentra y le pide a su acompañante que capture una imagen como prueba. He aquí el punto de inflexión que culminará, ese mismo día, con la renuncia de seis dirigentes de Estudiantes, entre ellos el presidente César Ferri.

Estudiantes, en aquella época, no tenía un buen andar económico ni deportivo. El club le debía cinco meses de sueldo a los jugadores del primer equipo y, además, estaba en los últimos puestos del torneo. A esto se le sumaba la incapacidad de conseguir nuevos recursos, puesto que había realizado pedidos formales a bancos para obtener créditos, pero fueron continuamente rechazados.

Tras lo acontecido a la mañana, Suárez convocó a un paro total en La Plata de todos los gremios afiliados a la CGT y a una manifestación en la Plaza San Martín, ubicada en el centro de la ciudad de las diagonales. La manifestación fue al mediodía, a la que acudieron no más de 2.000 personas en repudio a lo hecho por Estudiantes. Por la tarde, gran parte de la comisión directiva del Pincha, encabezada por el presidente, se presentó en la sede de la CGT. Allí los dirigentes explicaron que tenían archivados los ejemplares porque aún no tenían definido el destino de los mismos. A los sindicalistas no les gustó lo expuesto por los directivos, por lo que exigieron su renuncia. Tras idas y vueltas, ese mismo día, la gran totalidad de la cúpula dirigencial fue obligada a abandonar sus funciones.

El 23 de junio, finalmente, con la presencias del intendente de la ciudad, de gran parte de la CGT y Carlos Insúa, presidente del club Gimnasia y Esgrima La Plata, se celebró un acto en la sede social estudiantil, en el que se entonaron la marcha peronista y el himno nacional, el descubrimiento de los retratos de Juan Domingo Perón y su esposa Eva Duarte, y, a la vez, se proclamó la intervención peronista a la institución, cuyo presidente sería Mario Sbuscio.

A partir de este momento, el club estaría gobernado por socios, pero sin legitimación en las urnas. Todo este proceder desprolijo estaba justificado por el decreto 101, promulgado por el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Aloé. La primera acción de la nueva comisión directiva fue la repartición de ejemplares del libro autobiográfico de la Primera Dama argentina en cada partido amistoso que el plantel profesional disputara.

Eva Duarte había sido diagnosticada de cáncer de útero unos meses atrás, y el ocultamiento de los libros había sido tomado como una ofensa grave, aún más por la situación delicada que estaba pasando la esposa del presidente Perón. El 26 de julio, el irremediable final llegó, Evita murió. Dos semanas después, el 8 de agosto, la Legislatura bonaerense sancionó una ley que le cambiaba el nombre a La Plata: a partir de ese momento, sería denominada ciudad Eva Perón.

Estudiantes no estuvo exento a este hecho, y cambió su nombre a Estudiantes de Eva Perón. Esto duró hasta 1955, año en el cual la autodenominada Revolución Libertadora le hizo un golpe de estado al General Perón, presidente electo por el voto popupar en 1951.

En este contexto de vaivenes políticos e incertidumbre económica, Estudiantes disputaba el torneo de Primera División. Tras las ventas de las figuras del plantel como Manuel Pelegrina, Gabriel Ogando y Ricardo Infante, entre otros, a Huracán, el Pincha se vio obligado a jugar con futbolistas de la Tercera y Cuarta. En ese interín, gracias al desarme del primer equipo, la comisión directiva interventora saldó la deuda que tenía la institución con los futbolistas.

De igual manera, los malos resultados deportivos precipitaron la salida de los interventores. La solución fue la creación de una lista única. El 13 de junio de 1953, ante un poco más de 700 socios, asumió Raúl Caro Betelú, quien era miembro de la Suprema Corte de Justicia provincial. A pesar de esto, el descenso a la Primera B fue irremediable: Estudiantes culminó con 22 puntos, igual cantidad que poseía Newell´s, pero con una peor diferencia de gol.

Un año después, el Pincha ascendió a la máxima categoría del fútbol argentino, pero esa historia no viene al caso.

Aquí culminó la etapa más negra de Estudiantes desde su nacimiento, el 4 de agosto de 1905, hasta la actualidad. El descenso a la Primera B, por primera vez, fue el resultado de un sinfín de malos manejos dirigenciales, a los que se le sumaron los atropellos del Poder Ejecutivo Nacional y Provincial. El libro La Razón de Mi Vida fue la excusa perfecta para apropiarse de un club que, históricamente, se negó a la ideología peronista.