Por Florencia Pereira
Mario Heredia fue el reconocido utilero de la gran época de Gimnasia y Esgrima y Pedernera Unidos. Hoy, a sus 81 años, todavía se enorgullece y emociona al hablar del primer título obtenido en la Liga Nacional de 1990/91.
Heredia llegó al club puntano gracias a Alberto Rodríguez Saá, en 1989; en ese momento, asegura, el plantel era muy joven pero con los nuevos refuerzos se pudo concretar el ascenso. Después de ese objetivo, afirma que conseguir el campeonato fue algo muy grande que hizo crecer bastante a GEPU.
“Impacto a nivel nacional y provincial, a donde íbamos llenábamos las canchas, éramos muy ovacionados, definitivamente marco un antes y un después”, dice.
Marito –tal como es conocido- destaca que la relación entre el grupo y los dirigentes era excelente y de mucha confianza; el día a día con el equipo era más allá de los entrenamientos: “Los jugadores eran muy compañeros conmigo, yo tenía más afinidad con Gustavo Fernández, el Mono Gallardo y Parker; incluso, compartíamos, fuera del básquet, muchas comidas en mi casa”.
Y sigue: “Para mí ese plantel estaba completo, era uno de los mejores de la Liga Nacional, el Pichi Campana cumplía el rol de goleador junto a Maggi y también potenciaba el gran aporte de los americanos”.
Entre lágrimas, Heredia expresa que esa temporada la vivió a flor de piel con su señora, quien lo acompañaba. El resto de su familia también lo apoyaba a pesar de que el campeonato lo dejase muchas horas fuera de su hogar. “Eran viajes y viajes llenos de anécdotas y a nivel personal creo que me quedo con toda esa gloria”, añade.
Por último, cuenta que a partir de ese logro, que impresionó mucho, el Polideportivo Ave Fénix se jugaba a cancha llena y muchos hinchas quedaban afuera. De igual manera, dice que en la actualidad ese título hizo progresar mucho al club y lo marcó para toda la vida. “Si ahora decís GEPU, estás diciendo algo grande gracias a aquellos tiempos”, finaliza.