viernes, noviembre 22, 2024

El fútbol tiene memoria

Son 30.000 los desaparecidos en Dictadura. Son 30.000 las personas a las que le quitaron la identidad. Fútbol y política son la misma cosa aunque, en ocasiones, se los intente separar para mantener la pureza de un juego que, desde sus inicios, siempre fue mucho más que solo un juego. Los clubes de fútbol se jactan de sus tareas relacionadas a los Derechos Humanos. Cada uno chilla por su lado, cuando el reclamo es colectivo, como la historia argentina se encargó y encarga de demostrar cada 24 de marzo al grito de un tridente que es ejemplo mundial: memoria, verdad y justicia. A la pelota también le robaron, porque hay, al menos, una voz menos en las tribunas de cada estadio.

Rodolfo Walsh era socio de Estudiantes de La Plata, frecuentaba el club para jugar al ajedrez. En febrero de 2019 se encontró el legajo que el oriundo de Río Negro firmó para afiliarse al club. Por cada movimiento de torre, peón, alfil, rey, reina o caballo, Rodolfo escribió un caracter, intentó cambiar el mundo con sus jugadas. La más reconocida es, quizás, Operación masacre y su famoso silbatazo inicial: “Hay un fusilado que vive”. Hábil con la pluma, también puso en jaque a la Dictadura con su Carta abierta a la junta militar, en donde terminó de jugarse la vida, pero, como les dijo entonces: “Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonios en tiempos difíciles”. El 25 de marzo de 1977, fue desaparecido.

Seis días antes, Gustavo Ramón Pupa Bruzzone sufrió la misma suerte en Rosario. También era ajedrecista, pero hincha del Tatengue. Nació en Santa Fe y aprendió a leer solo. Representó a la Federación Santafesina en el tablero. También era arquero. Atajó en Gimnasia y Esgrima de Ciudadela y, en 1965, su entrenador tuvo la intención de llevárselo a Unión, pero no quisieron cederlo, se enojó y dejó para siempre. El 19 de marzo de 1977, salió de su casa para ir a buscar su auto al taller, un Citroën 3CV. Nunca más volvió. Se encargaron de borrar los rastros de su desaparición, pero no pudieron borrar la memoria de su madre y su hermano, con quien compartía la pasión de ser de Unión.

“Porque lo importante no es vivir, sino vivir mientras se escribe”, dijo Roberto Jorge Santoro en su libro Literatura de la pelota, que fue publicado en 1971, la primera obra que mezcló literatura y fútbol. El poeta que nació el 17 de abril de 1939 en Chacarita, escribió:

yo amo

tú escribes

él sueña

nosotros vivimos

vosotros cantáis

ellos matan

Ellos lo secuestraron el 1 de junio de 1977, en la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 25 “Teniente Primero de Artillería Fray Luis Beltrán”, su lugar de trabajo. Santoro era poeta, militante, fan de pensar y cambiar el mundo. También lo atraía la pelota y, dentro de aquellas cosas que lo definen, se encuentra Racing, el club de su vida.

La música es poesía, bien lo saben los hermanos Gonçalves. Gastón es el bajista de la banda Los Pericos. Manuel por 19 años fue Claudio Novoa, lo adoptaron de bebé, se lo llevaron a Quilmes después de encontrarlo en un ropero envuelto en mantas, en San Nicolás, el lugar donde su madre lo había escondido minutos antes de ser asesinada. Siempre fue fan de la banda de su, sin saberlo, hermano. ¿Cuántas veces lo habrá visto tocar? ¿Por qué le gustaba tanto ese Reggae? No comparten madre, pero comparten padre, que fue militante de la Juventud Unida Peronista (JUP) y fue asesinado por los militares el 24 de marzo de 1976.

De allí se desprende su fanatismo por un club de fútbol de La Boca. Cuando se encontraron en la sede de Abuelas, se enteraron:

“-¿De qué cuadro sos?

-De Boca.

-¡Entonces sos mi hermano!”

 

Los goles de Boca los gritan juntos. Se tuvieron en la mítica final de la Copa Libertadores en la que los rivales de la vida se enfrentaron. Luciano Arruga no pudo presenciar el acontecimiento porque, el 31 de enero de 2009, lo mató la Policía. Cinco años después encontraron su cuerpo enterrado como NN en el Cementerio de Chacarita. Tenía 16 años cuando le arrebataron para siempre su sueño de visitar El Monumental un día de partido. Era hincha de River, guardaba en un frasquito tierra y pasto de la cancha que tanto anhelaba. Su madre, Mónica, dijo que El Millonario era su vida. Cuando ella le preguntó qué era ese recipiente con marrón y verde, él le respondió que era un trabajo de ciencia para la escuela, no quería que lo retase. Lo había conseguido un día en el que River no jugaba y tampoco entrenaba. Con su hábil cintura se las ingenió para ingresar al campo y conseguir lo que quería. Pero no pudo ver a los 11 con la banda gambeteando en ese lugar, porque fue asesinado en democracia.

Rodolfo El Negro Ortiz también anheló la cancha del equipo de sus amores. Nació el 6 de septiembre de 1949 en Avellaneda y con el corazón Granate. A los 6 años perdió a su padre y su madre lo envió junto a su hermano a un colegio pupilo en General Rodríguez. Manejó sus tiempos para cursar y ver a su madre, tuvo que reprimir sus deseos de ir a ver a Lanús, se perdió a Los Albañiles. La militancia lo atrapó en la facultad, estudiaba arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Allí conoció a Viviana, su compañera de vida y de lucha. Militaron en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Por su agenda, muchas veces le era difícil cruzarse con su equipo, pero, si no podía, tenía una radio a mano para escuchar qué pasaba o, cuando iba a la cancha a repartir volantes con otros compañeros, miraba a través del alambrado los partidos. Lo secuestraron el 29 de marzo de 1976. En 1998, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) le informó a la familia del Negro que este había estado detenido 44 días en el centro clandestino de detención Puente. El 12 de mayo de 1976, fue asesinado.

Los clubes argentinos fueron sacudidos indiscriminadamente, porque así actuó la Dictadura, y es por eso que la vereda de enfrente también tiene ausencias. Un chico que nació el 20 de marzo de 1949 soñaba con calzarse la camiseta verdiblanca, jugar un clásico contra Lanús y ganar. Se fue a jugar y formarse en las inferiores del Taladro. Era hincha y socio del club. Su padre fue vicepresidente en 1951. También médico del plantel profesional. Banfield protagonizaba la vida de Raúl Patón Ceci, hasta que la militancia ocupó ese lugar. El Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) cortó con lo que hubiese sido su carrera profesional como jugador de fútbol y ya contaba con él.

Tenía cualidades para ser un gran deportista, pero sus ideales fueron más fuertes que pisar el césped del Florencio Sola. La esquina de Beltrán e Hipólito Yrigoyen fue el último lugar donde se lo vió. El 16 de mayo de 1977, se lo llevaron. Desde 2011, esa intersección de Remedios de Escalada lleva el nombre de Raúl, el pibe que se forjó educativamente en la Unidad Académica Escuela Normal Superior “Antonio Mentruyt” y que formó parte de la división perdida, grupo de maestros, alumnos y exalumnos de esa institución que fueron desaparecidos en la última Dictadura.

El Patón Ceci, sin embargo, no era el único que tenía buen pie para manejar la pelota. Tampoco fue el único que colgó los botines por su compromiso social. Norberto Julio Morresi emuló al exjugador juvenil de Banfield. Jugó en Bristol, un equipo de Parque Patricios, y era hincha de Huracán. A su vez, formaba parte de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). El Rata, con 17 años, estaba muy comprometido con su ayuda en las villas de emergencia y en la Villa 21, donde alfabetizaba a sus pares. Fue asesinado el 23 de abril de 1976, el día de su detención ilegal. Lo cruzaron cuando estaba yendo para una parroquia de la villa, junto con Luis María Alberto, quien también sufrió el mismo destino. Ambos llevaban ejemplares de Evita Montonera para repartir. En julio de 1989, antropólogos forenses lo encontraron a él y a su compañero enterrados como NN en el cementerio de General Villegas. Luego de exhumarlo, fue entregado a sus padres. Se comprobó que lo asesinaron con seis tiros a corta distancia. Pero “No se muere quien se va, solo se muere el que se olvida”, rapeó el venezolano Canserbero y a Morresi se lo recuerda, como lo hace su excolegio, el N°1 Bernardino Rivadavia de Capital Federal, que lo tiene presente todos los días cada vez que los alumnos entran al aula Norberto Julio Morresi. El espacio de aprendizaje y formación fue bautizado con su nombre el 21 de mayo de 2013, cuando hubiese cumplido 54 años.

Los genocidas lo hicieron una vez más. El 11 de septiembre de 1977, en el cuarto aniversario de la muerte de Salvador Allende, Cherif Omar El Chato Rojas se dirigía a la cancha de Quilmes para ver al último campeón: su amado Vélez Sarsfield. Durante el camino, la policía de la provincia de Buenos Aires lo secuestró y lo desapareció. Es chileno, pero vivió en Argentina desde pequeño. Durante sus estudios secundarios en la escuela de Educación Técnica N°35 fundó e integró la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y luego formó parte de la Juventud Universitaria Peronista, cuando estudiaba Química en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Hoy, su madre, Cristina Rojas, forma parte de las Madres de Plaza de Mayo y es una más de las tantas que continúa la lucha incesante.

Raimundo Aníbal Villaflor tenía apenas 5 años e Independiente ya era bicampeón del fútbol argentino. Entre ambos torneos, el de 1938 y el de 1939, Arsenio Erico convirtió 83 goles. En las calles de Valentín Alsina, con sus amigos y una pelota, Raimundo jugaba a ser aquel 9 de Independiente. Su pasión por el Rojo le ganó a la de su padre, Aníbal Clemente Villaflor, quien era hincha de Racing. Pero en la política toda la familia tenía puesta la misma camiseta: Juan Domingo Perón FC. Ya para principios de la década del cincuenta, Raimundo militaba en la Juventud Peronista. Ni la Dictadura encabezada por Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu, que derrocó a Perón el 16 de septiembre de 1955, le silenció ese compromiso y esa solidaridad. Encabezó innumerables huelgas en contra de los gobiernos de facto de esas épocas. La militancia de Raimundo Villaflor era constante. El 24 de marzo de 1976, el miedo, el terror y la persecución se apoderaron del país. Pasaron tres años y el horror seguía imponiéndose en Argentina. El 4 de agosto de 1979, Raimundo, fue secuestrado y llevado a la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). Cinco días más tarde y luego de innumerables torturas, fue asesinado.

Luis Alberto Ciancio era hincha del Lobo como toda su familia y pudo cumplir uno de sus grandes sueños: jugar en el club de sus amores. Pero otros tantos, como recibirse de ingeniero y ver crecer a su hijo Federico, le fueron arrebatados por los genocidas el 7 de diciembre de 1976, en su trabajo, el acceso a las oficinas de Vialidad Provincial. Ese mismo día detuvieron a Patricia Dillon, su pareja, en la sucursal del Banco Provincia de Berisso, donde se desempeñaba. 33 años después, los restos de Luis fueron devueltos a su familia, junto con su identidad. Había estado detenido en el Pozo de Banfield y fue fusilado. Tres tiros recibió.

Carlos Vivas era fanático de San Lorenzo. A sus 12 años deliraba con los Matadores, apodo que se ganó un equipo de San Lorenzo. Los gritos de gol de aquel inolvidable año 68, las gambetas de Pedro González, los penales que ejecutaba el infalible Tucumano Albrecht, las atajadas de Buttice, las proyecciones del uruguayo Villar, las pisadas de Rendo. Con el paso de los años a la pasión por el equipo de Boedo se sumó la política. Ya para comienzos de los años 70 empezó a militar. Primero, lo hizo en la Juventud Peronista (JP) y, más tarde, en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). El 12 de mayo de 1976, un grupo de militares allanó su casa pero Carlos no estaba. Desde ese día, tuvo que mantenerse en la clandestinidad. Sin embargo, nueve meses después, precisamente el 18 de febrero de 1977, la más sangrienta de las dictaduras lo desapareció cuando tenía 20 años.

Américo Jorge Marchetti

maestro de esta escuela

detenido desaparecido

por el terrorismo de estado

13/08/76

Este es el homenaje que figura en una placa de la Escuela N°17 “Abel Ayerza” en Devoto. Allí, el Maestro derramaba pasión por la docencia y compromiso con los derechos humanos. Cada mención sobre Marchetti es un elogio: “Era un maestro laburador -se notaba su gusto en lo que hacía-, afectuoso y sobre todo inusualmente cómico”. Le gustaban las bromas, leer y jugar al fútbol, al punto de que era el organizador de los campeonatos de la escuela. Su padre, antes de anotarlo en el registro civil lo hizo socio de Argentinos Juniors. Uno de sus tantos ex alumnos recuerda el fatídico día de su secuestro: “En la esquina, unos tipos con armas bajaron de un Falcon gritando su apellido, empujándolo adentro, desgarrando la tarde. Hoy parece inverosímil que el lunes siguiente continuarán las clases, que a los pocos días una maestra de la que ni recuerdo su rostro ni su nombre se hiciera cargo del aula y que se balbucearán vaguedades dolientes sobre su desaparición”.

El 5 de diciembre de 1955 nació Carlos Raúl Tenuta, hijo de Raúl Tenuta, ex arquero de Colón. Su padre, casi 6 años antes, convertiría el primer gol de arco a arco de la historia del fútbol argentino, en un partido por la fecha  34º de la Primera B contra Almagro. El portero impactó la redonda con tanta fuerza que el balón picó en el área grande rival y tras una confusión del guardameta, Polidoro Sánchez, logró acariciar la red para el grito de gol. Tanto el nombre de Carlos como el de su papá quedarán siempre en la memoria. Tenuta  fue secuestrado y desaparecido el 10 de enero de 1978 a la salida del frigorífico Martín Fierro, en Zárate, provincia de Buenos Aires. Luego de terminar el secundario en el colegio La Salle, comenzó a militar y trabajó en el barrio 12 de octubre, allí se desempeñó como docente del Programa de Educación para Adultos (DINEA) y formó un club de fútbol que llevó el nombre del cura barrial, Oscar Aguirre. Él y su familia siempre se preocuparon por mejorar la vida del otro, su viejo, como arquero de los sabaleros, él como militante sindical y su madre, por la memoria, verdad y justicia. Irma Cena de Tenuta, fundadora de Madre de Plaza de Mayo en Santa Fe. Así describió a su hijo: “Carlitos se apuró para nacer, ya que no me dio tiempo a llegar al hospital y nació en casa; se apuró a vivir casándose a los 20 años y teniendo un hijo a los 21; también para morir…”

El rugby fue otro de los deportes que sufrió el horror de la Dictadura Militar. Guillermo White nació el 9 de diciembre de 1952 en Rosario, Santa Fé. Desde pequeño comenzó a jugar en el deporte de la ovalada en el Club Marista de aquella ciudad. Pero tenía otras dos pasiones inclaudicables: Newells Old Boys y la militancia. White fue presidente del centro de estudiantes de la escuela secundaria Liceo Avellaneda con 21 años, al mismo tiempo que militaba en la organización Vanguardia Comunista, junto a su esposa, Stella Buna. Su afán por militar un mundo más justo fue la justificación que encontró el aparato represivo que lo secuestró el 10 de febrero de 1977, en un bar de las afueras de Santa Fé cuando tenía 25 años. Fue enviado al Centro de    Detención Clandestino La Calamita, en Granadero Baigorria, Santa Fé, donde días más tarde también fue llevada su esposa, Stella, tras ser secuestrada y luego liberada. Los familiares de White hicieron hasta lo imposible por encontrarlo, presentando hábeas corpus en la Justicia sin tener éxito, a través de su madre, María Rosa Saint Girons, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo.

Los restos de Guillermo White fueron hallados en mayo de 2018 en el cementerio La Calamita de Rosario, tras una investigación conjunta entre la Unidad Fiscal, el Equipo Argentino de Antropología Forense y la Secretaría de Derechos Humanos.
Su recuerdo está latente en cada uno de los que lo conocieron, y así lo reflejó su hija, María Rosa White, en redes sociales cuando encontraron los restos de su padre:Pienso en mi padre, que desde aquel febrero del ‘77 sólo acumuló tristezas, en mi madre que derribó cuanto muro se puso en su camino, en todos los que lo amamos, en esta familia que formó un colectivo para sufrir, y soñar juntos con lo imposible, que sólo tarda un poco más”

El 19 de diciembre de 1976, Talleres de Córdoba se enfrentó a River Plate, en la Bombonera, ubicada en La Boca, Buenos Aires. La T perdería ese encuentro 1 a 0 por la semifinal del torneo argentino, pero la derrota significaba mucho más que un partido de fútbol. Ese día Héctor El conejo Ernesto Hunziker fue secuestrado durante el desarrollo del partidoese día había ido a ver al club de sus amores, Talleres y podría haber sido su festejo de cumpleaños avanzar a la final con su club, ya que nació el 18 de diciembre de 1952. Un día antes de su desaparición a manos de la dictadura militar. Tenía 24 años. Estudiaba arquitectura y era militante de la Juventud Peronista. Su esposa, Alicia María Hobbs (18/09/1977) y sus hermanos, Claudia Elisabeth Hunziker (29/07/1976) y Diego Raúl Hunziker, también fueron víctimas del aparato represivo.

Cuando secuestraron a Héctor, su hermana Irene, escribió: “Cuando te extraño mucho, ‘Chancho’, me abstraigo mirando un cuadradito de pelo color caramelo de nuestros perros y recuerdo las noches enteras jugando al estanciero, las remeras Lacoste rosas, los pantalones bota de elefante de piel de durazno, tu amor por Alicia y a lo lejos se aparece tu voz que me llama a almorzar una vez más tortilla de papas, a ver el show de los Tres Chiflados y a repartir una Coca-Cola de litro en cinco vasos puestos en fila para controlar que todos tuvieran la misma cantidad”.

Carlos Alberto Belmont era un auténtico Canalla. Junto a su hermano José, seguía a todos lados a su amado Rosario Central. Nació el 12 de febrero de 1953 y en 1971 ingresó a la Universidad Nacional de Rosario para estudiar Psicología. Militante, Montonero e integrante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Carlos creía en su carrera como una herramienta positiva para ayudar a la gente a mejorar sus vidas. Desde el 24 de marzo de 1976 comenzó a ser perseguido. Sus familiares le sugerían exiliarse a Uruguay, a Centroamérica, pero no hubo caso. Hasta último momento luchó por sus ideales y enfrentó las injusticias de la Dictadura más sanguinaria de la historia argentina. El 21 de septiembre de aquel año, luego de escapar de Rosario, el joven se encontraba militando en Santa Fe. El Comando de Artillería 121 estaba realizando un control en las calles cuando lo encontró, secuestró y asesinó. Años más tarde, sus restos fueron devueltos a su familia y cremados, pero no pudieron cumplir con el deseo de Carlos de que estos fueran esparcidos por toda la cancha de Rosario Central.

El fútbol tiene memoria. Por eso surgen movimientos como la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, cuyo lanzamiento fue el 24 de marzo de 2018 para jugar con la camiseta de la memoria, verdad y justicia. Por eso el Club Ferrocarril Oeste decidió colocar, el 8 de noviembre de 2019, 16 baldosas con el nombre de sus hinchas desaparecidos y les restituyó la condición de socios. Por eso Defensores de Belgrano tiene una tribuna que lleva el nombre de Marquitos Zucker, hincha del club y desaparecido. Por eso el Club Talleres de Remedios de Escalada declaró, el 25 de mayo de 2019, socios honorarios a 23 detenidos desaparecidos del barrio y le entregó el carnet a sus familiares. Porque el fútbol es un sueño colectivo, un equipo que grita, toca, mete, traba y hace goles para decir Nunca Más y que los 30.000 están presentes en el recuerdo, ahora y siempre.

Investigación: 3°B Turno tarde 2019. Esteban Micozzi, Iván Lorenz, Juan Ignacio Ballarino, Joaquín Méndez, Eugenio Pello y Federico Flossdorf.

Material consultado

Hablamos con Marcelo Guasardi, uno de los integrantes de la Coordinadora de los Derechos Humanos del Fútbol Argentino. Nos derivó a la página oficial de Facebook del movimiento: https://www.facebook.com/Coordinadora-DDHH-del-F%C3%BAtbol-Argentino-1983857631941948/ De allí se obtuvieron varias de las historias que se encuentran plasmadas en el texto.

Federico Amigo, 9 de noviembre de 2019. Homenaje a socios y socias desaparecidos de Ferro: “Acá fueron felices”. Tiempo Argentino. Recuperado de: https://www.tiempoar.com.ar/nota/homenajea-a-socios-y-socias-detenidos-desaparecidos-de-ferro-aca-fueron-felices Además, el Negro Máximo nos compartió por mail una gacetilla que invitaba a cubrir el evento.

26 de mayo de 2019. El Club Talleres de Escalada declaró socios honorarios a 23 detenidos – desaparecidos. El Diario Sur. Extraído de: https://www.eldiariosur.com/lanus/2019/5/26/el-club-talleres-de-escalada-declaro-socios-honorarios-23-detenidos-desaparecidos-23047.html

Gustavo Veiga. Defensores de la memoria. Página 12. Extraído de: https://www.pagina12.com.ar/2001/01-06/01-06-18/bue07.htm

Gustavo Veiga. Defensores de la memoria. Página 12. Extraído de: https://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-182568-2011-12-03.html

24 de marzo de 2019. Maestro Américo Marchetti desapareciste un día entre el Abel Ayerza y el Álvarez Thomas. Espacioteca. Extraído de: https://espacioteca.com/2019/03/24/maestro-americo-marchetti-desapareciste-un-dia-entre-el-abel-ayerza-y-el-alvarez-thomas/

Marzo 2014. Homenaje al maestro Américo Marchetti en la escuela nº 23 DE 17. UTE. Extraído de: https://ute.org.ar/homenaje-al-maestro-americo-marchetti-en-la-escuela-n-23-de-17/

Mariano Verrina. 27 de septiembre de 2019. El equipo de Memoria: 11 hinchas desaparecidos volverán a ser socios. Clarín. Extraído de: https://www.clarin.com/deportes/equipo-memoria-11-hinchas-desaparecidos-volveran-socios_0_rmGyrdT3.html

Lucas Kuperman y Luis Paz. 24 de marzo de 2011. Impune en mente. Página 12. Extraído de: https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/no/12-5341-2011-03-24.html

Andrés Yossen. 13 de noviembre de 2019. El primer gol de arco a arco, lo hizo Colón: a 70 años del “zapatazo” de Tenuta que esconde un sinfín de historias. Aire Digital. Extraído de: https://www.airedesantafe.com.ar/colon/el-primer-gol-arco-arco-lo-hizo-colon-70-anos-del-zapatazo-tenuta-que-esconde-un-sinfin-historias-n134637

Militantes del peronismo revolucionario uno por uno. Tenuta, Carlos Raul. Extraído de: http://www.robertobaschetti.com/biografia/t/34.html

Asociación Memoria, Verdad y Justicia Zárate. 22 de enero de 2016. Zárate… enero del `78. Enlace Crítico. Extraído de: http://www.enlacecritico.com/destacados/zarate-enero-del-78/

Tomás Rodríguez. 13 de noviembre de 2009. El día que Tenutta hizo el primer gol de arco a arco. El Litoral. Extraído de: https://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2009/11/13/deportes/DEPO-03.html

Nicolás Zuberman. 15 de febrero de 2019. Rodolfo Walsh, el amante del ajedrez que fue socio de Estudiantes de La Plata. Tiempo Argentino. Extraído de: https://www.tiempoar.com.ar/nota/rodolfo-walsh-el-amante-del-ajedrez-que-fue-socio-de-estudiantes

Gustavo Veiga. 13 de septiembre de 2009. Una historia de militancia y fútbol recuperada. Página 12. Extraído de: https://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-131690-2009-09-13.html

11 de septiembre de 2009. “Ahora esperamos que se haga justicia por Luis”. El Día. Extraído de: https://www.eldia.com/nota/2009-9-11–ahora-esperamos-que-se-haga-justicia-por-luis

Militantes del peronismo revolucionario uno por uno. Morresi, Norberto Julio. Extraído de: http://www.robertobaschetti.com/biografia/m/296.html

Gustavo Veiga. 23 de abril de 2009. Fútbol y memoria. Página 12. Extraído de: https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-123732-2009-04-23.html

Viviana Soria Losada. 25 de marzo de 2019. «De eso se trata el fútbol»: la historia de Rodolfo Ortíz, un hincha de Lanús desaparecido en la última dictadura. La Unión de Lanús. Extraído de: https://launiondelanus.com.ar/2019/03/25/de-eso-se-trata-el-futbol-la-historia-de-rodolfo-ortiz-un-hincha-de-lanus-desaparecido-en-la-ultima-dictadura/

31 de octubre de 2018. Guillermo White ya no será un desaparecido. Redacción Rosario. Extraído de: https://redaccionrosario.com/2018/10/31/guillermo-white-ya-no-sera-un-desaparecido/

24 de marzo de 2017. Roberto Santoro, la memoria de un poeta racinguista. Racing Club. Extraído de: https://www.racingclub.com.ar/club/nota/2017/03/6947_roberto-santoro-la-memoria-de-un-poeta-racinguista/

27 de marzo de 2019. Emotivo homenaje a Socios desaparecidos y asesinados durante la última dictadura. Rosario Central. Extraído de: https://www.rosariocentral.com/nota/30222-emotivo-homenaje-a-socios-desaparecidos-y-asesinados-durante-la-ultima-dictadura/

Militantes del peronismo revolucionario uno por uno. Belmont, Carlos Alberto. Extraído de: http://www.robertobaschetti.com/biografia/b/88.html

Registro de víctimas del Monumento a las víctimas del terrorismo de estado, Parque de la Memoria: http://basededatos.parquedelamemoria.org.ar/registros/5094/

Gustavo Veiga. 15 de junio de 2008. Otro Jaque mate al olvido. Página 12. Extraído de: https://www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-106049-2008-06-15.html

Militantes del peronismo revolucionario uno por uno. Bruzzone, Gustavo Ramón. Extraído de: http://www.robertobaschetti.com/biografia/b/239.html

Registro de víctimas del Monumento a las víctimas del terrorismo de estado, Parque de la Memoria: http://basededatos.parquedelamemoria.org.ar/registros/2805/

Proyecto desaparecidos. Cherif Omar Ainie Rojas. Extraído de: http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/a/ainie/

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