Mateo Balbiani
La joven de 25 años se desempeña en el Club Villa San José desde hace ya dos años y medio. Luego de obtener su cambio de identidad legal, decidió presentarse en la Asociación Salteña de Básquet Femenina (ASBF) para firmar con el equipo del cual hoy es parte. Tras presentar la documentación solicitada (DNI, fotocopia de la primera y segunda hoja, cuatro fotos 4×4, certificado de salud y 200 pesos de inscripción) fue aceptada para comenzar a competir sin ningún tipo de reclamos.
Los impedimentos comenzaron después de los primeros dos partidos que disputó contra el Club Atlético Independiente y Villa Belgrano, respectivamente. Este último equipo fue el que más inconvenientes propuso, por parte de los entrenadores, jugadoras y sus padres. Las quejas que presentaron fueron por la disconformidad con su inclusión por su condición sexual y las supuestas ventajas deportivas y físicas. Dichas oposiciones fueron relegadas en reuniones de la ASBF, luego de que se comprobara que no poseía una identidad falsa y varias contrincantes poseían ciertas ventajas fisonómicas por sobre ella.
“Un día voy a jugar al básquet con mujeres”, expresó la deportista. Desde niña se relacionó con chicas y cosas femeninas, hasta los 20 años que fue cuando se decidió a ser mujer todos los días. “Es lo que me hace bien”, confesó. Bien supo la salteña de las dificultades que se le presentarían al momento de querer federarse, pero reconoce que fue cuestión de tiempo y adaptación por parte de sus compañeras, del resto de los equipos y la mirada social de la provincia. Por esto, con el esfuerzo que se desenvolvió, hoy puede jugar con total tranquilidad.
El básquet, además de practicarlo por placer, también lo utiliza para distenderse. La deportista nacida y residente del barrio 20 de febrero, en Salta (capital), posee dos trabajos: peluquera unisex y asistente de decoradora de eventos; ambos con horarios rotativos, ella misma organiza sus tiempos para también concentrarse en su equipo. Aunque, igualmente, no descuida sus empleos que son con los que solventa sus gastos y con los que ayuda a su familia –padre, madre y dos hermanos de 27 y 15 años- quienes siempre la apoyaron en sus decisiones, como así también, lo hizo su pareja desde hace ya tres meses y con quien desea irse a vivir a Rosario.