sábado, noviembre 23, 2024

Nació en Caseros, compitió para Italia durante 20 años y representará a Argentina en los Juegos

Por Iñaki Urretavizcaya 

Durante la pandemia mundial provocada por el Covid-19, Sofia Fiora vió los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 desde su casa, y recordó aquel sueño de niña en el que le prometió a su entrenador que estaría en unos Juegos Olímpicos. 3 años más tarde con mucho esfuerzo consiguió lo que tanto buscó, estar en París 2024.

Fiora vive en Italia desde los 6 años, pero nació en Argentina, en Caseros en 1996. Migró del país como muchos argentinos luego de la crisis del 2001, después de que su padre perdiera el trabajo. Con la ciudadanía italiana de la madre, partieron hacia Italia, primero a la casa de una tía, y luego se mudaron a Fidenza, Parma. Allí, a 50 metros de la casa había un “dojo”, un espacio destinado a la práctica de deportes, en su mayoría de orígenes japoneses. Ahí fue que descubrió su pasión, el judo, deporte en el cual lleva 21 años de práctica.

Hasta el 2020 Sofía Fiora competía en judo para Italia -país en el cual logró un título nacional y ocho medallas-, pero eso todavía no le era suficiente para conseguir la única plaza que otorgan los Juegos. Ya que para Italia compite Odette Giuffrida, que se llevó el bronce en Tokio y la plata en Río. Por lo que Fiora se contactó con Camila Marcellet, judoca argentina que conocía desde cadete, para facilitar los trámites con la Confederación Argentina de Judo, y así gestionar su ciudadanía y poder competir para Argentina, el lugar que la vió nacer. 

Además abandonó la carrera de Medicina en la cual llevaba 5 años de estudio, y empezó a trabajar y estudiar en el área de ventas y marketing, y así conseguir una estabilidad económica que le permitiera compaginar su trabajo con el judo. También cambió su rutina de entrenamiento: “Me entreno dos veces al día, primero hago pesas y después hago un circuito de judo, y en el medio meto el trabajo”, dijo la judoca a El Equipo, quién además cambió de categoría, de 57 kilos a 52. Un esfuerzo muy grande del cual no se arrepiente para nada, ya que persiguió su sueño hasta lograrlo y se verá reflejado el 28 de julio, cuando debute en París 2024.

A Sofía no le bastaba con hacer los trámites burocráticos para ser considerada por Argentina: tenía que competir sí o sí en suelo argentino, entonces viajó después de 20 años para poder representar al país, un viaje dificultoso para ella debido a los tiempos de su trabajo y las exigencias económicas. “En 2022 competí en Argentina, en Villa Carlos Paz e hice el nacional, después volví a Italia porque estaba justa con la plata, pero tenía que competir para poder representar a Argentina”, dijo Fiora. 

En 2023 volvió dos meses y entrenó en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD). Ahí conoció a Paula “Peque” Pareto, judoca dos veces medallista olímpica con una dorada en Río 2016 y una de bronce en Beijing 2008. “Me encontré a esta gran mujer pero muy chiquita, que estaba en el CeNARD y cuando la vi no lo podía creer, nos saludamos y me dijo que vio algunas de mis luchas, y que vió cosas buenas de mí, yo estaba muy emocionada”, dijo Fiora por su encuentro con Pareto, considerada como la mejor argentina de la historia en judo.

Sofía clasificó luego de ganar la plaza como la mejor argentina por puntos, lugar que aseguró y que confirmó su presencia olímpica al ganar el Open de Costa de Marfil. Y en el ranking mundial se encuentra número 38° del mundo en la categoría -52kg.

Fiora cuenta que el proceso no fue tan cuesta arriba, ya que era su sueño, y que fue paso a paso por cada objetivo: “De acá a 3 años este es el objetivo, hoy que tengo que hacer para lograrlo, de acá a 3 meses, de acá a un año y así pude cumplir todo y se me hizo más fácil”, manifestó la atleta.

El judo es un arte marcial japonés que se creó en 1882 por el maestro Jigorō Kanō, en el cual se utiliza todo el cuerpo para pelear, y el objetivo es derribar al rival y someterlo en el suelo con técnicas especiales del deporte, que vienen de los antiguos guerreros samurais, para neutralizarlo y así vencer al contrincante. Desde 1964 es deporte olímpico, debutó en los Juegos de Tokio 1964 para homenajear al deporte nacional.

La judoca argentina contó que está en transición con su estilo de juego: “Yo en mi filosofía de lucha no soy muy agresiva, pero estoy evolucionando hacia eso, porque la agresividad es necesaria, ya que es difícil competir con gente que sí lo es”, dijo. Fiora comentó que se propuso como un objetivo real llegar al bronce, aunque como todos, sueña con la medalla dorada.

La atleta también habló de su futuro y reveló que después de los JJOO no sabe qué va a hacer ya que tiene otros proyectos en mente, como mudarse fuera de Italia y seguir con su trabajo, que también le apasiona. Y analizar luego con tiempo como seguir su carrera deportiva para compaginarlo con el empleo: si prepararse para otros Juegos, competir de manera amateur o apartarse por un tiempo del deporte.

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