viernes, noviembre 22, 2024

Fórmula 1: ¿Domina el piloto o la escudería?

Por Thiago Stortoni y Bruno Toscano

Desde Juan Manuel Fangio hasta Max Verstappen hay una extensa lista de campeones que comparten haberse coronado en la Fórmula 1 por amplia diferencia de puntos a favor comparado a sus competidores. No obstante, son pocos aquellos que lograron predominar en al menos tres años consecutivos: Michael Schumacher, Lewis Hamilton, Sebastián Vettel y Max Verstappen lograron marcar una nueva tendencia en las últimas tres décadas en el automovilismo al realizar dicha hazaña con un mismo equipo. No es casualidad dado que las escuderías acompañan a los automovilistas como marcas de agua plasmadas en las consagraciones de cada uno de ellos y su supremacía pasa por encima de quien maneja el monoplaza, aunque hoy la tendencia pretende mantener al piloto ganador en su respectivo equipo.

Desde 1950 que, en la Fórmula 1, el piloto campeón se destacaba por su dominio por sobre el auto que manejaba, como Fangio, quien, desde los inicios de la competición hasta 1958, se coronó en cinco ocasiones con Alfa Romeo, Mercedes, Ferrari y Maserati. En los primeros 14 años, siete diversas escuderías ganaron la competición de la mano de ocho pilotos diferentes al volante. En el siglo XXI, las superioridades de Red Bull y de Mercedes se convirtieron en algo recurrente ya que entre ambas se llevaron 14 campeonatos con cuatro pilotos que llegaron a lo más alto, demostrando la importancia de contar con un buen equipo de ingenieros. Hamilton igualó a Schumacher como los máximos ganadores (7) tras ganar el Gran Premio de Turquía en el 2020, lográndolo con dos escuderías cada uno: McLaren (1) y Mercedes (6), en el caso del británico, y Benetton (2) y Ferrari (5), en el del alemán.

Es un conjunto entre piloto, auto y equipo. Verstappen es un piloto muy bueno, así como lo es Hamilton. La diferencia queda marcada cuando aparece un buen auto”, asegura Norberto Fontana, piloto argentino con pasado en el equipo Sauber de la Fórmula 1 en 1997, a El Equipo. Quienes están al frente de los monoplazas, en ocasiones, ya no parecen tener la última palabra en medio de las carreras, sino que las escuderías están al frente con sus múltiples tácticas. Varios pilotos, algunos ya coronados, compiten todos los años por ganar el título. Lo que en los primeros años era el dominio de Fangio en la década del 50, o el de Alain Prost en los 80, pasó a la hegemonía de Mercedes, que ganó un récord de ocho campeonatos de constructores consecutivos, de 2014 a 2021, y de Red Bull, que logró el primer lugar en el campeonato de pilotos en las temporadas 2022 y 2023.

Lejos de quedar en segundo plano, Ferrari es la escudería con más títulos: cuenta con 16 campeonatos y una amplia diferencia con su perseguidor más cercano, Williams (9). Si bien lleva desde 2007 marginada del primer puesto, Ferrari siempre contó con grandes pilotos, como Alberto Ascari, Juan Manuel Fangio y Niki Lauda. Su auge llegaría en el primer lustro del siglo XXI, cuando  Schumacher logró el primer y único pentacampeonato de manera consecutiva del 2000 al 2004.

Un equipo de Fórmula 1 es un monopolio gigante. El trabajo detrás de escena es más grande de lo que se ve, no es solo un hombre que tiene superioridad. En cada escudería hay cientos de personas que cumplen con diversos roles para que, una vez unificados, puedan lograr el objetivo común: liderar el podio. “Son unas 100 personas en pista, separadas en dos grupos, uno por auto. Entre ellos, técnicos del box, de ruedas, electrónicos, informáticos y cambistas. Se necesita un equipo fuerte en fábrica que desarrolle el auto y las actuaciones durante el año para mantenerse compitiendo con el resto”, cuenta Gregorio Mandrini, mecánico argentino de la escudería Racing Bulls, a El Equipo.

Mandrini aclara que las paradas en boxes y los desempeños colectivos juegan un papel fundamental en el resultado que obtiene cada piloto, las primeras al ser cruciales para lograr escalar posiciones y obtener puntos tanto para la tabla de constructores como para la de pilotos. Fontana destaca el trabajo llevado a cabo por los equipos: “Todos están muy aceitados, se preparan muy bien físicamente ya que el trabajo no es fácil. Entrenan a diario en los talleres con los autos que tienen para practicar y mejorar; así intentan estar lo más cerca posible de la perfección”.

La mayoría de los pilotos tienen el talento para ser campeones. Las diferencias entre los autos es lo que separa el título de algunos grandes corredores. “Hay varios pilotos en un mismo nivel, que están para ganar en cualquier momento. Muchas veces no cuentan con el auto y eso les impide ganar”, opina Fontana, y Mandrini coincide: “Para tener un buen resultado o ganar la carrera se necesita las dos cosas, el mejor auto y el mejor piloto. Mi opinión personal es que hoy en el auto de Verstappen podrían ganar unos cinco pilotos que hay en la parrilla”.

No hay que quitarles méritos a aquellos competidores que poseen un mejor auto que sus pares, dichas circunstancias no aseguran el triunfo. Los campeonatos no solo se ganan en la pista. Cada mínimo detalle es importante en la categoría automovilística más exigente a nivel mundial. Siempre fue, es y seguirá siendo crucial reducir el margen de errores en todos los aspectos posibles.

 

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