Por Guillaumet Muzzio
¿Quién diría que esa pequeña niña nacida en Tucumán podía llegar a tanto? ¿Quién diría que esa adolescente que hasta los 15 años pesaba 50 kilos y se dedicaba a la gimnasia artística hoy iba a tener semejante carrera? Nora Köppel, deportista que practica la halterofilia y que representó a Argentina en dos Juegos Olímpicos (octavo puesto en Sídney 2000 y noveno en Atenas 2004), hoy tiene 51 años y el pasado 26 de agosto se consagró en el Campeonato Mundial Master 2023 para mayores de 35 años.
-¿Qué tan importante fue para vos ese último título logrado en Polonia?
-Fue una experiencia hermosa. Poder viajar a un país tan lindo, competir con gente muy profesional y con un gran nivel. Si bien no estuve muchos días, estuvo todo muy bueno.
-Para alguien que no conoce la disciplina, ¿qué es la halterofilia?
-El objetivo es levantar el máximo peso posible por encima de la cabeza y con la técnica adecuada. Aunque suene muy fácil, tiene muchas complicaciones y entrenamiento de fondo.
-¿Cómo es la rutina de una persona que se consagra campeona del mundo a los 51 años? ¿Cuántas horas y cuántos días a la semana entrenás?
-Hoy estoy entrenando de dos a tres horas por día. Normalmente lo hago cinco días a la semana aunque a veces agrego un día más. Si descanso suelo hacerlo o los jueves o los domingos, que doy clases.
-¿Desde qué edad hacés ejercicio?
-Toda la vida entrené. De más chica hacía gimnasia artística. Es más, la musculación la empecé mientras hacía gimnasia, a eso de los 14.
-Estuviste desde los 14 entrenando y recién debutaste a los 25. Para la halterofilia, ¿esa edad está bien?
-En realidad no, más para ser mujer, que por lo general debutamos más jóvenes. Vos pensá que si hubiera seguido con la gimnasia artística, a esa edad posiblemente ya hubiese estado retirada.
-En algunas entrevistas contaste que a lo largo de tu carrera sufriste discriminación, ¿cómo repercutió eso en vos?
-La verdad, a esta altura y con mi edad ya no me afecta, pero al principio era bastante feo. Llegué a no querer ir a la playa y ponerme una malla. La discriminación con inseguridades es algo muy feo y la podés llegar a pasar muy mal.
-¿Por qué pensás que te burlaban o te discriminaban de esa manera?
-Para mí no es tanto por tener el físico que tengo, sino por ser diferente, porque no solo discriminan a alguien que es muy musculoso, también lo hacen si sos gordo o si sos flaco, o lo que sea, te molestan en general por ser diferente.
-Además de la gimnasia artística y la halterofilia competiste como profesional en crossfit, ¿cómo fue esa experiencia?
-Fue muy linda. Me reclutó un tipo de Estados Unidos por videos que yo hacía entrenando y me llevó a competir para allá. Tuve la suerte de poder recorrer todo el país.
-¿Qué es lo que te enamoró de ese deporte?
-Lo más lindo es el superarse día a día y ver cómo tu esfuerzo tiene sus frutos, además del ambiente de equipo que se forma en los gimnasios con tu coach o con los que están al lado tuyo. No es un deporte tan individual como parece.
-¿Qué se siente representar al país en un Juego Olímpico? Vos lo hiciste dos veces y casi que tres, ya que en Beijing 2008 te dislocaste un hombro un día antes de que comenzara la competencia y no pudiste participar…
-Más allá de esa lesión fue una experiencia hermosa, pude cumplir un sueño. La primera vez me sentí totalmente realizada, no lo podía creer. Si bien nunca logré entrar al podio estoy muy contenta con lo que conseguí.