Ramiro Pampin
¿Qué es lo primero que se les viene a la mente cuando escuchan “Baden-Baden”?Probablemente algunos historiadores recuerden a Caracalla, emperador de la antigua Roma, ya que las termas de Baden eran uno de sus lugares favoritos de descanso. Otros tal vez piensen en el Baden-Baden Casino, uno de los más bonitos y lujosos del mundo, frecuentado por gran parte de la más alta burguesía europea. Pero –posiblemente- a la inmensa minoría se le aparezca en la cabeza el TV Bühl, equipo de vóley que milita en la Bundesliga alemana y que ya tiene a Alejando Kolevich entre sus filas. El entrenador bonaerense de 30 años, que junto al DT tucumano Rubén Wolochin buscará dejar al club en lo más alto del voleibol alemán y europeo.
Kolevich, o el Tata, como lo llaman sus más amigos, comenzó su carrera como entrenador a los 18 años, cuando se hizo cargo del equipo femenino de ULP –Universidad de La Plata-. Años más tarde llegaría al Club Ciudad de Buenos Aires, donde además de jugar entrenó varias categorías de las inferiores del club, haciendo un gran trabajo de desarrollo y dejando algunos jugadores para competir en el primer nivel, como por ejemplo Luciano Palonsky, hoy jugador de Muni. El Tata charló con El Equipo no solo de lo que significa poder formar parte de una liga como la alemana sino también de conceptos claves para el deporte y lo importante que es pensar en el juego.
-¿Qué te genera como entrenador que te llamen de una liga tan competitiva y del primer nivel como la alemana?
–En lo profesional es un desafío muy grande. En Europa tienen inculcada una disciplina y un orden que acá no hay y es algo que me gustaría conocer y probar, va a ser un mix entre aprender y enseñar. Pero siempre tratando de transmitir lo que tenemos en Argentina, o mejor dicho en Sudamérica, que es esa picardía y esa mentalidad del éxito de ir a ganar siempre, que allá tal vez está un poco más ausente. Por otro lado, todo lo que es logística e infraestructura en Europa está mucho mejor desarrollada y eso te permite dedicarte más tiempo a lo tuyo.
-En cuanto al vóley, ¿pensás que vas a compartir las mismas ideas o que te vas a encontrar con un estilo de juego muy distinto?
-Sé que si voy a tratar de insertar mis ideas el choque cultural y social va a ser fuerte. Me informé lo más que pude y miré muchos partido. Además hablé con entrenadores y todos me dicen lo mismo: “Es otro juego, es otro juego”. Espero que no sea otro juego porque si no, no sé a qué voy… jaja. Sin duda tienen otras características técnicas muy marcadas, pero el juego es el mismo. Hablando del tema, voy a tratar de enseñarles un juego más rápido, un poco de esa velocidad brasileña de la que tanto se habla, y la viveza que tenemos acá a la hora del uno contra uno.
-Tus últimos pasos como entrenador en Argentina fueron en el Club Ciudad de Buenos Aires. ¿Que opinión tenés acerca de Muni y que te parece como club?
-Ciudad es un club en el cual tenés todas las fichas. No hay en el país un proyecto de desarrollo del deporte como en Muni; le hace bien al deporte que haya instituciones así. UNTREF apuesta a algo parecido, ya que hay deporte social, profes estudiando y un equipo en la liga del primer nivel. Estas son cosas que hacen crecer al vóley.
-¿Qué te parece el cambio de entrenador Velasco por Méndez en la Selección? ¿Pensas que le puede aportar algo nuevo?
-Se va a tomar real dimensión de lo que fue el ciclo Velasco cuando ya no esté. Principalmente la calidad que Julio le dio a los entrenadores y a la Liga, ya que al obligar a los jugadores a ser titulares en sus clubes para jugar en la selección genera muchísima competencia. A veces pienso que cambios así son más políticos que otra cosa, porque además la función del entrenador de la selección es casi más política que deportiva. Porque lo que él diga va a repercutir en cierta parte de la población, en este caso, en la gente del vóley. Hablando del tema, espero que no ocurra lo mismo que pasa en la política, que se tilda de malo a lo anterior y se intenta reconstruir algo nuevo. Ojalá se pueda construir sobre lo que ya hay y que se mejore lo que falte mejorar.
-¿Cuál pensas que es el momento en el cual un deportista hace el famoso “click” y se convierte en un deportista de elite?
-Es algo lindo para analizar. En Argentina, mejor dicho en Sudamérica en general, aparece un factor muy importante que es la determinación de la persona. En otros países no ocurre ya que usan al deporte para costear sus estudios. Acá eso no existe, o estudias o jugas, es una o la otra lamentablemente. Es algo que estaría bueno para desarrollar. Hay que cambiar ese concepto de pensar solo en ser deportista, porque hay que hacer algo una vez terminada la carrera. La Peque Pareto es un gran ejemplo de esto. Eso del “click” me parece algo muy personal. Tal vez te ponen a prueba en un lugar y en una situación para la cual no estás preparado todavía, entonces es algo muy de cada uno.
-¿Te parece importante que un deportista mire, no solo su deporte, sino que también otras disciplinas para aprender?
-Hoy en día es muy importante verse a uno mismo, digamos, verse jugar, y más aún con lo fácil que es teniendo videos tan a mano. Me parece más enriquecedor mirar deportistas de otras disciplinas que mirar el mismo deporte. Esto te amplía mucho la mirada, te hace pensar más allá del juego y, por ejemplo, cómo actuar en ciertas situaciones, o la relación con el entrenador y con el público. Igualmente lo importante es pensar en el juego, primero está jugar bien y ser buen deportista y lo que puedas aportar extra al espectáculo es un tema aparte. Tampoco hay que quedarse en la extravagancia, porque si jugas mal y querés tirar la de Ronaldo no sirve.
-A vos que te gusta tanto el ajedrez, ¿qué herramientas pensás que le puede dar a un deportista ésta disciplina?
-No sé, a mí me encanta…. Todo lo que es pensar, la estrategia, anticiparse a las situaciones y predecir lo que puede pasar, todo eso me encanta y todos los deportes tienen algo de eso también. No sé si hay una real transferencia de esto al juego, pero te da herramientas como para pensar las variantes y que sería mejor y que no. Si hablamos de vóley creo que me apasiona más esa parte de analista que del juego en sí. Creo que lo mejor de pensar en el juego es que te hace sacarle un poco la emoción y eso del huevo que tanto se habla en nuestra cultura exitista. Muchas veces se pone esto por delante del juego y ahí está el problema, porque se piensa que somos magos o que “dios” está acá. No sé cómo ni donde se generó, pero pasa. Lo importante es no caer en eso.