Por Rocco Miño
¿Se puede vincular el arte con el fútbol? Claro que sí, se lo puede ver en esculturas, pinturas, murales en las cercanías de los estadios o en un gol, como el que hizo Diego Armando Maradona a Inglaterra en el mundial 1986, denominado “Gol del siglo” que fue esquivando y dejando rivales tirados en el camino, eso fue arte en estado puro, como si fuera pintando óleo sobre lienzo. En el mundo hay artistas que se dedican a exponer sus obras dedicadas al fútbol, pero hubo uno que se destacó del resto.
Un día diferente a lo habitual, con el sol radiante que se anticipó al verano, iluminaba el Museo Nacional de Bellas Artes que dentro su magnífica arquitectura, esconde impresionantes obras de todo tipo y de diferentes artistas. Pero en el primer piso en una sala con luz tenue se encuentra “Riachuelo (Regreso de la pesca)”, obra pintada por Benito Quinquela Martín. No fue un pintor o un artista más, fue una persona que no tuvo el privilegio de estudiar de chico, pero tuvo el don.
Ese don lo demostraba en cada uno de sus lienzos y no solo en su obra se veía reflejado la sombra de los navíos a velas que existían en ese momento y que lo usaban para trabajar, sino que con su dedos, espátula o muñeca dejaba esas pinceladas de lo que él había pasado. De joven había trabajado con sus padres adoptivos, en la que se ganaba sus pocos pesos en ese momento, cargando bolsas de carbón. No sólo exhibía su pasado de chico, si no la actualidad de ese momento del Riachuelo que sirvió para la industria e inmigración, de hecho en su obra se pueden ver de fondo los talleres, astilleros y fábricas que transitaban diariamente de una orilla a otra, con miles de trabajadores en el famoso barrio de La Boca.
En el barrio de La Boca, justamente se encuentra el Club Atlético Boca Juniors, pero ¿Se puede vincular el arte con el deporte? o para ser más específico ¿El arte con el fútbol? Por supuesto que se puede, incluso es lo que hizo toda su vida Quinquela Martín. En la otra obra de arte que se encuentra al lado, llamada “Elevadores a pleno sol” hecha en 1945. En esa obra se pueden ver 9 embarcaciones y solo una de ella destaca sobre las otras, la que está pintada de “azul y amarillo”. Claro son los colores del club del barrio, de su barrio y del club del cual era hincha.
No solo esas fueron las únicas pinceladas para decir que el arte y el fútbol se llevan de la mano, si no de hecho en 1999 se inauguró el polideportivo Benito Quinquela Martín, en honor a él, en el cual se desarrollan deportes como el futsal, voley, gimnasia artística, judo, entre otro deportes más. Miles de chicos y chicas que hacen actividad en el club o gente que los acompaña, disfrutan de ese predio y muchos deben preguntarse ¿Quién será? mientras se van por el caminito.
Caminito al cual él le dio color. Recuperó ese viejo potrero y logró darle su toque, para que se vuelva alegre y hermoso. Hoy en día es uno de los lugares con más visitas turísticas de la ciudad de Buenos Aires. Agarró por primera vez un pincel con 14 años, deslumbró a todos con su arte y fue el “inventor del barrio”, como dijo él y de hecho al mismo barrio lo denominó “República popular de La Boca”. Así es como Benito Quinquela Martín con su pasión y talento dejó su huella en la historia Argentina, uniendo el arte con el deporte. Fue el pintor que le dio color y vida a La Boca.