Daniel Melluso
Es curioso que la Federación Francesa de Fútbol (FFF) cuente con el mejor club del mundo entre sus asociados —Olympique de Lyon—, siendo su Selección un equipo irregular y con poco bagaje en instancias definitorias de competencias internacionales, mucho más teniendo en cuenta que una cantidad considerable de jugadoras de Les Bleues actúan en el multicampeón de la Division 1, primera categoría femenina, temporadas tras temporada.
Corinne Diacre, entrenadora del conjunto galo, convocó para el Mundial que allí se disputará a siete futbolistas de Lyon: la arquera Sarah Bouhaddi; las defensoras Amel Majri, Griedge Mbock Y Wendie Renard; la mediocampista Amandine Henry; y las delanteras Delphine Cascarino y Eugénie Le Sommer, lo que constituye el 30 por ciento de la lista de 23. Es más, seis de ellas son titulares tanto en la Selección como en el club, lo que compone el 54 por ciento de la formación inicial de este último.
Es cierto también, aunque no valga como justificativo, que en el hexacampeón de Champions League participan jugadoras extranjeras, las cuales suelen ser las individualidades más importantes del equipo, las que marcan la diferencia, como por ejemplo, la delantera noruega Ada Hegerberg, considerada la mejor futbolista del mundo, que fue galardonada con el Balón de Oro en 2018.
Si se comparan los logros obtenidos por Lyon con los conseguidos por la Selección gala, las diferencias entre el primero con respecto al segundo son abismales. El club francés, además de los seis títulos europeos ya mencionados (ganó las últimas cuatro ediciones), se consagró 17 veces en la liga (13 consecutivos, desde 2007 hasta la actualidad) y triunfó en 10 ocasiones en la Copa de Francia, teniendo en cuenta que su primer logro fue en 2003. En contrapartida, el máximo hito de Les Bleues fue la primera posición de la copa amistosa SheBelieves 2017, la cual disputan Selecciones invitadas por Estados Unidos, el organizador. Su mejor colocación en un Mundial fue el cuarto puesto obtenido en Alemania 2011 y no logró pasar de los cuartos de final en la Eurocopa desde su primera participación en 1997 hasta la última en 2017. Es importante remarcar que su presencia en la Copa del Mundo es intermitente: no se clasificó a las primeras tres ediciones. Recién en 2003 compitió, pero fue eliminada en primera ronda, y en China 2007 quedó afuera en las eliminatorias, por lo que no concurrió al evento. En la actualidad, lleva tres participaciones consecutivas, si se tiene en cuenta la que comenzará el 7 de junio.
A pesar de ser la cuarta Selección en importancia según el ranking de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), el conjunto galo no está a la altura de los equipos que la preceden: la lista la lidera Estados Unidos, quien es el vigente campeón mundial (ganó tres títulos: 1991, 1999 y 2015); en segundo lugar figura Alemania, bicampeón de la competición (2003 y 2007); y tercero se encuentra Inglaterra, bronce en 2015 y semifinalista de la Eurocopa disputada en Holanda en 2017.
En la última cita mundialista en Canadá 2015, Les Bleues culminaron quintas, tras perder en cuartos de final con Alemania por penales y se quedaron en las puertas de la pelea por llegar a la final. Este año, como anfitrión, Francia intentará apoderarse de la tan anhelada y esquiva Copa del Mundo para, aunque sea una vez, estar a la altura de su máximo exponente a nivel clubes, el Olympique de Lyon.