Federico Bajo
Cuando a los 5 años Delfina Villar jugó al vóley por primera vez con Melania, su hermana melliza, en la plaza de su pueblo, no tenía idea que tiempo después ese deporte la llevaría a competir en los Juegos Olímpicos.
La adolescente de 18 años, quien junto a Brenda Churín conforman la dupla argentina de beach vóley femenino que compite en Buenos Aires 2018, es oriunda de Carrilobo, un pueblo perteneciente a la provincia de Córdoba que cuenta con alrededor de 1700 habitantes. Fue allí donde, luego de aquel primer contacto con este deporte, Delfina y su hermana reclutaron a más chicas, buscaron una profesora y armaron un equipo.
En Carrilobo, la joven jugó cuatro años al vóley en indoor y después se fue al club Argentino de Pozo del Molle, una localidad que está a 25 kilometros. “Yo al principio pensé que iba a seguir siempre en Carrilobo, pero como mamá nos propuso superarnos cada día más decidimos venir acá, al Molle”, explica con la clásica tonada cordobesa una Delfina de 14 años en una entrevista que le hicieron hace tiempo en la previa a un partido contra sus antiguas compañeras de equipo.
En 2014 Villar tuvo el primer contacto con el beach vóley cuando un profesor de educación física la anotó con Melania para competir en los Juegos Evita que se disputaron en Mar del Plata. En aquella competencia las mellizas se consagraron campeonas nacionales pese a que en su pueblo ni siquiera tenían cancha para poder entrenar. Fue en ese certamen que comenzó a gestarse la participación de Delfina en Buenos Aires 2018 ya que a partir de ahí la fueron convocando para distintas concentraciones que se realizaron a lo largo del país junto a otras chicas que también estaban preseleccionadas.
En 2016 Delfo, como la apodan en Córdoba, pasó a jugar a Rivadavia de Villa María en donde estuvo un año hasta que le llegó la oportunidad, gracias a una beca del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), de irse a La Plata para entrenar junto a Brenda y jugar en indoor en Estudiantes de La Plata. El año pasado, las dirigidas por Pablo Churín, papá de Brenda y exjugador de vóley, obtuvieron la medalla dorada en la segunda edición Juegos Suramericanos de la Juventud, realizados en Santiago de Chile.
“Por este sueño yo dejé a toda mi familia y me fui a vivir sola a La Plata sin tener idea cómo era una ciudad grande, pero no me arrepiento de nada porque lo que me da el beach es muy lindo”, contó Delfina en una entrevista con Infocielo. Tanto su hermana Melania, su mamá Susana, su papá Fabián y su hermano Franco, llegaron hasta Buenos Aires para acompañar a la cordobesa, que tiene a Messi como referente deportivo, en estos Juegos Olímpicos de la Juventud. Todos ellos son el epicentro de la clamorosa hinchada que está presente cada partido en la cancha ubicada en Parque Verde alentando a esta adolescente que hace un año dejó todo para ir en busca de ganar una medalla y ahora está muy cerca de conseguirlo.