viernes, diciembre 19, 2025
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Llega el Challenger tour a Buenos Aires

Por Luca Quagliatini 

A las 10:00 se abren las puertas del primer día de una nueva edición del abierto de Buenos Aires en el Racket Club, fundado e impulsado por el tenista argentino de antaño para el incentivo del deporte en la capital federal. Pinta un domingo de pleno tenis, que para eso lo hizo Guillermo Vilas.

Afuera, en la calle, a lo largo de la boscosa avenida Valentín Alsina, hay una serpiente de personas que esperan para entrar desde mucho más temprano para ver a los primeros clasificados del ATP Challenger 75 de Buenos Aires. Adentro, Nicolás Kicker y Hernán Casanova estrenaron el torneo.

El partido inaugural arrancó a puertas cerradas.  El predio abrió a eso de las 10:20, tarde según lo estipulado pero los que estaban ahí poco se inquietaron. Kicker ya perdía por un game. Aunque el encuentro fue entre compatriotas, los recién llegados hicieron sentir visitante a Casanova, que se conformó con pequeños aplausos para sus grandes jugadas. Casi en simultáneo, inició el partido entre el brasilero Joao Reis y Ezequiel Monferrer en la cancha 8, que apenas tenía una platea petisa al costado. Este fue el primer resultado en la mañana, y del Challenger, después del 2-0 en favor del carioca. 

Mientras tanto, en el estadio, el artificial foráneo, Casanova, cerró el primer set en un 6-1 frente al campeón del 2017. Kicker mostró ideas en el juego defensivo pero no le salieron sumado a la dificultad que tuvo, y que aprovechó el rival, con su revés. Sin embargo, en el amanecer del segundo parcial tomó las riendas en el juego y manejó el ritmo del encuentro durante los puntos restantes. Estrategia que le funcionó al ex-campeón, ya que con el mismo resultado venció a Casanova y llevó el partido al tie-break. Donde remontó y se llevó la clasificación para el segundo día de competencia. El justo vencedor fue mucho más expresivo que su oponente, tanto a la hora de festejar como en la frustración de ir abajo en el marcador; insultos, gritos desahogados, quejas pero también puños en posición de victoria, aliento propio y el encuentro con la aprobación en los ojos de su entrenador sentado en una esquina del campo de juego. 

Al final quedó tiempo para una anécdota, como una de cal y una de arena, Kicker rompió, culpa de la cólera luego de perder un punto sencillo, una raqueta con sus propias manos. Igualmente, luego la regaló a uno de los niños de la hinchada, que la atesorará como uno de sus mejores trofeos seguramente.

Si bien las otras canchas no tenían mucho lugar para el espectador, sí estuvo llena con gente en la platea y detrás de la reja cuando Federico Coria, hermano del consagrado tenista, salió a entrenar en la previa de su debut. 

Entre los resultados más destacados de este primer turno de tenis en Buenos Aires: El único europeo del día, Edoardo Lavagno, quien parece convertirse en un habitué en el torneo argentino, cayó ante Orlando Luz, brasilero. Otro de los que ya saben qué se siente ganar en esta tierra, tierra batida en este caso, es Renzo Olivo, quien venció ajustadamente al peruano Arklon Huertas del Pino por 2-1, con parciales 6-2 / 5-7 / 7-5. Por último, Lucca Guercio, uno de los invitados por el sistema de Wild Card, se despidió sorpresivamente del torneo luego de la derrota contundente ante Tomás Farjat.

El plato principal de la jornada se cocinó en el partido siguiente al inaugural. De pronto, las tribunas comenzaron a llenarse. La popular este, la única con sombra al mediodía, rebosante de espectadores, aunque más que simples espectadores eran hinchas. La platea sur bien asediada por aficionados del tenis. Enfrente, el palco de los socios del club, básicamente la terraza del bar concesionado que tiene mesas afuera y donde bienaventurados hombres y mujeres se sientan a almorzar y disfrutar de lo que se viene. Por último, la popular oeste, arrasada por los rayos del sol, ocupada por un par de  adolescentes y por Casanova cabizbajo. 

En la cancha central del Vilas, Mateo Del Pino, prácticamente vestido de Wimbledon, y Alejandro Lorenzo Lingua Lavallén, con una pintoresca remera lila y pantalón violeta, dieron un espectáculo. El primero, con 21 años, apenas tiene 2 Challengers en su carrera, este incluido. Lingua, categoría 2001, inició el año a exhibirse en el plano internacional, ya participó en un puñado de Challengers en Argentina y Brasil. Dos jóvenes que, a priori, aspiran a una larga carrera, aunque todavía son promesas. El encuentro fue un palo por palo, violentos drives contra suaves, aunque malintencionados, drops en la primera parte de la cancha. Un partido lleno de puntos de quiebre; games que, sin riesgo de error, se jugaron más de 15 pelotas. Ya el primer set se debió estirar hasta el tie-break, donde ajustadamente quien ahora vestía una camiseta transpirada color violeta húmedo se lo llevó en 7-5.

El segundo parcial del plato fuerte empezó de la misma manera que el anterior. Continuaron con el enérgico ritmo de juego, que le gustó al público, tanto que hasta los que fueron a alentar a Del Pino se sumaron en los aplausos para Lingua. Sin embargo, con empate a tres games en el marcador, un cambio de lado se demoró por la intervención de los médicos del torneo para atender al de ropa pálida por una molestia en la zona del cuádriceps derecho. El malestar, que pese a la ayuda profesional y de los entrenadores, lo acompañó, y prácticamente verdugueó, al final del partido. Con el claro dolor encima, un Del Pino aquejado y rengo consiguió un juego más, donde se hizo muy fuerte con su saque. Lo que más le pasó factura fueron los puntos largos, culpables de que no le alcanzara para emparejar la balanza y así caer 6-4 en el último set. Correr tanto y en una superficie que resbala no jugó en su beneficio. Masticando bronca y resignado, quedó eliminado luego de haber batallado hasta el final en un duelo para aprovechar y mostrarse en uno de los mejores torneos formadores.

 

Wilde Sporting, sinónimo de familia y deporte

Por Julián Martínez, Aramis Sturba, Mora Gomez Ferreño, Agustina Camargo y Valentina Conversano

La institución se fundó en 1925, su actividad principal es el básquet pero su objetivo favorito es crear recuerdos inolvidables para quienes forman parte de su gente.

Cancha principal de básquet, deporte madre del Wilde Sporting Club.

El club de barrio. Canchitas, niños y niñas corriendo, el pique de las pelotas, los pebetes y alfajores del buffet, las charlas entre madres, el truco entre abuelos, las risas entre todos. El Wilde Sporting Club es eso, un lugar donde se forjan grandes amistades, en el que los padres vuelven a conectar con sus hijos a través de las actividades que realizan, espacio en el que los abuelos comparten tardes con sus nietos y donde también se cruzan viejos amigos o vecinos con los que se la pasaban jugando todas las tardes y ahora se reencuentran en las partidas de cartas.

El club es el latido profundo del barrio, allí se transmiten los valores fundamentales del deporte, aunque lo particular de éste es que hace más de cincuenta años que no brinda la actividad de baby fútbol, y hasta hoy el deporte rey es sin dudas el básquet pero también mantienen a la natación, gimnasia o pelota paleta. En sí es una convivencia en la que se aprende a tratar con otras personas, trabajar en equipo, ser solidarios, respetarse y crear una red de apoyo mutuo entre intereses comunes.

La falta de recursos e ingresos junto con el aumento constante de los costos de mantenimiento afectan al funcionamiento del club, porque en su mayoría ni las ayudas municipales alcanzan a cubrir todo eso. Los clubes de barrio no pueden satisfacerse plenamente de las cuotas sociales (el Sporting cuenta con alrededor de 1100 socios) por lo que los padres de las categorías juveniles, los vecinos, o los propios socios suelen organizar decenas de rifas para mantener viva la llama de la comunidad.

“El Sporting es una extensión de la familia”, asegura Raúl Bertotto, tesorero de pelota paleta y expresidente. Los lazos que uno forja dentro de él se mantienen de por vida, y el wildense de 73 años es un fiel argumentador de ello, ya que toda su familia realizó y sigue practicando diferentes disciplinas, por lo que sus relaciones son plenas al club.

El club se metió en ellos y se convirtió en una instantánea extensión de su cuerpo, para todo el que pise la institución se produce un cambio inmediato, ya que comienzan a formar parte de una gran familia sin ser del mismo linaje. El club logra despegar, por un momento, de la tecnología a los chicos que hoy viven rodeados de ella, al igual que hace años atrás, al sacarlos de la calle para insertarlos en el deporte, logrando así la total gratificación de cada una de sus familias, al llevarlos a un ambiente que los ayuda a crecer y formarse día a día. Esto es lo que destaca Roberto Aller al compararlo con su paso en el club, y es que en el presente les enseñan cosas que a ellos no les enseñaron, una de las diferencias que Aller distingue en comparación a la actualidad, una de las tantas razones por las cuales él comenzó a fumar a los 13 años, una situación que no es para nada común en los jóvenes atletas, incluso aunque sea practicado de manera amateur. 

El Sporting pasó de ser un galpón de chapa a la cuna de grandes jugadores en la actualidad, como Luz Andujar, quien disputó el mundial U17 en 2022 con Argentina también, Julieta Tubio, con quien Andujar comparte equipo en Berazategui, club con el que se consagraron hexacampeonas de la Liga Nacional y con el que ambas jugarán la final de la Liga Federal U21. En cuanto al masculino, Lucas Andujar, hermano mayor de Luz, fue reconocido este año como jugador revelación de la Liga Nacional siendo el máximo asistente de la misma.

Julieta Tubio(izquierda) y Luz Andujar(derecha) campeonas del torneo Federal U21 con Berazategui.

 Para mí es una alegría enorme porque es lo mismo que ver a tus hijos en tu casa, por lo que verlos jugar y que ganen campeonatos es un logro en lo personal”, expresa Leonardo Tubio, actual presidente. El Sporting es más que el lugar donde uno va a hacer deporte, para quienes forman parte de esta familia, como los Tubio, el club es el día a día, es el sitio donde te enseñan que es la pertenencia, pero donde también uno aprende a competir, es el hogar de todos los que llevan los colores en el corazón. 

Generación Dorada

Con la pelotas Neri Ihitz (izquierda), Matías Nuñez (derecha) y Nicolás González con la copa detrás.

Competir contra grandes clubes con peso económico y que cuentan con gran apoyo, sobre todo de las intendencias, no es para cualquiera. Vaya sí conoce de resiliencia y esfuerzo el Wilde Sporting Club. El conjunto de Avellaneda formó un equipo inolvidable, pensado por el director técnico Martín Pulleiro, de la mano de Nicolás González, Neri Ihitz, Esteban Camejo, Emiliano Palma, Jorge Palma, Sebastián Mondino, Leonardo Fabiano, Lucas Andujar, Matías Fernández y Matías Núñez, además de los juveniles Mirko Toman, Donato Vasallo, Martín Carrizo y Jeremías Castillo. Los que volvieron pasaron de cobrar beca a jugar gratis y no solo jugar sino que hacer todas las tareas para posteriormente llegar a la cancha, acciones que en clubes grandes son responsabilidades de los utileros pero ellos lo hicieron, volvieron porque ese es el espíritu que pregonaban, que el equipo es de todos y para todos. 

Más allá de la victoria final con un camino que recordarán para siempre, lo más esencial tiene que ver con aquellos sentimientos que sintieron y las enseñanzas que les dejó el deporte, con el condimento de haber vivido distintas experiencias como tardes enteras jugando antes y después del partido, festejos de cumpleaños con el plantel, fines de semana recorridos en otras ciudades, partidos de metegol, cenas de mesas largas compartidas con los padres del equipo al fin de la jornada. Los basquetbolistas no fueron los únicos que se hicieron amigos, sino que sus padres, también.

Si bien todo giraba en torno a la pelota naranja, asimismo el básquet pasó a un segundo plano una vez que fueron forjando las grandes amistades, asegurando que han llegado a comer asados entre 70 personas, lo que refleja el clima de calidez que se palpaba en el plantel y que mejoraba las relaciones intrapersonales de cara al día a día y en las sesiones arduas de entrenamiento, pensando en los encuentros cruciales de cada fin de semana.

Ahora es muy común ver esto en los clubes de barrio, pero el Wilde Sporting Club fue uno de los estandartes en materias de sobrellevar básquet y amigos de la misma mano, abriendo el paso y siendo el modelo a seguir para otras entidades que buscaban lo mismo.

La sangre siempre tira…

Así ocurre con la familia Aller, quienes fueron los principales conductores de este proyecto ya que tanto padre, hijo y ahora nieto, formaron parte de los cargos de presidente y vicepresidente en la que dejaron una gran huella de su familia, tanto que el que va al Sporting habla de los Aller, principales refundadores cuando este se encontraba en momentos difíciles, por los cuales está dentro de las instituciones que sobrevivieron a ola desapariciones de clubes de barrio.

El presidente pasó gran parte de su vida dentro del club, en el que se desempeñó desde los seis años hasta los 33 en la disciplina de básquet. En el presente, sus hijos son deportistas muy importantes para la institución, como ya bien contamos en párrafos anteriores la historia de Julieta Tubio, Nicolas Tubio quien juega en U17 y en la Primera del club, y Rocio Tubio, quien ya no se desempeña en el deporte pero todos los fines de semana los pasa dentro del Sporting. 

Ellos y muchos más esperan que llegue esa hora en la semana para ir y pasar un rato, 15 minutos o todo el día, el tiempo que se pueda, pero estar en el club de sus amores. No ir un día a cualquiera le deja un sabor amargo, es como no pisar tu casa durante 24 horas. Cuando uno crece, las cosas cambian, algunas para mejor y otras para peor, y cuando lo haces dentro de un hogar del barrio y del deporte es imposible que la nostalgia no te abunde en algún momento. “Los domingos ya no son lindos como antes, ahora prefiero que sea lunes para venir y ver a los chicos practicar, jugar a las cartas. Las relaciones que yo tengo son todas del club”, Raúl. 

La sede del club en sus inicios y hoy 99 años después.

En fin, eso es el Wilde Sporting Club, más que un club, más que un deporte, más que una comida, es el lugar a donde su gente siempre elige volver, por una charla más, por un festejo más, por un abrazo más y por un amigo más. Amor de club y de familia. 

 

En su aniversario 122, Atlético Tucumán celebra el reconocimiento de un título histórico

Por Julieta Silva Idiart y Bruno Coronel

En el marco de la celebración del Club Atlético Tucumán por sus 122 años de vida, se hizo presente el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, trayendo bajo su brazo grandes noticias para los cumpleañeros en la cena llevada a cabo en el hotel Sheraton de la respectiva provincia: el “Deca” fue reconocido oficialmente por la asociación como campeón de la Copa Campeonato de Campeones de la República Argentina 1960.

Los campeones, Gregorio “Goyo” García y Hugo Ginel, levantando la copa nuevamente tras 64 años.

La final se disputó el 30 de enero de ese año, en la cancha de El Nacional, en Tres Arroyos, frente a El Quequén, y fue la primera en la historia del fútbol argentino en definirse desde los 12 pasos, luego de que el encuentro finalizara 1 a 1 en 120 minutos de juego. En ese entonces, cada equipo tenía un solo encargado para patear los cinco penales. En el caso del Decano, fue Martín Canseco, quien convirtió todos sus remates, mientras que por el lado del Quequén la responsabilidad la tomó Ochoa, acertando sólo tres.

Archivo de “El Gráfico” de la formación del equipo campeón.

Dicho torneo fue organizado hace 64 años por el Consejo Federal de la AFA, y reunía a los ganadores de las principales ligas provinciales, excluyendo a los equipos que estaban afiliados a la entidad madre del fútbol argentino. La dirigencia del club se encargó de gestionar el pedido de reconocimiento desde principio de año, pero este es un título que desde siempre vivió en el corazón de los hinchas y de sus propios campeones, entre ellos Hugo Ginel y Gregorio “Goyo” García, quienes se hicieron presentes en los festejos del aniversario y fueron homenajeados ante tal acontecimiento.

Comunicado de la AFA, reconociendo el título.

 

En el Estadio Monumental José Fierro chocan tres pasajes, dos de estos se ubican paralelos a las calles Laprida y 25 de Mayo al 1200 y 1500, respectivamente, nombrados en su momento por los simpatizantes, y hoy oficialmente reconocidos por el Concejo Deliberante de la provincia, como “Pasaje Atlético Tucumán”. Por su parte, el ubicado entre Rivadavia y Laprida, llevará el nombre del “Olímpico” Hugo Ginel.

Hinchas e integrantes de la Comisión Directiva descubren la nueva nomenclatura del pasaje.

El “Caballero del Fútbol” como se apodaba a Ginel, es una figura no solamente del Decano, sino también del deporte de la provincia, ya que además de disputar 227 partidos oficiales y ganar 15 títulos con su club, vistió la camiseta de la Selección Argentina en los Juegos de Roma 1960, convirtiéndose así en el primer tucumano en participar de este evento.

Hugo Salvador Ginel posando frente al Vaticano con la Basílica de San Pedro de fondo.

Cuando yo estaba en los Olímpicos, ahí en Roma, miraba el estadio y mi mayor satisfacción era saber que al volver, Atlético me esperaba“, declaraba muy emocionado “Don Hugo” tras el reconocimiento. Habiendo sido siempre jugador del mismo club, lleva la bandera de un sentimiento Decano tan apasionado que conmueve hasta a las generaciones más jóvenes, que serán las encargadas de compartir la historia del primer equipo en salir campeón con la Celeste y Blanca, en un momento donde predominó el amor a los colores sobre cualquier otra cosa.

Nicolás Kicker, el tenista de Merlo que fue sancionado por arreglo de partidos y tiene el sueño de volver al circuito ATP

Por Santino Croce y Gustavo Bettinotti

De correr una media maratón, pasar la pandemia entrenando y ser padre a los 19 años a vivir una de sus peores experiencias deportivas y personales: ser suspendido por tres años por arreglo de partidos.

Nicolás Kicker se volvió a encontrar con el polvo de ladrillo en una cancha de tenis y en un torneo profesional. El Racket Club, ubicado en la avenida Valentín Alsina, en pleno barrio de Palermo, fue el escenario de la flamante vuelta del ex 78 del mundo y actual 1028 global del ranking ATP.

“La Fiera de Merlo” es una de las llamativas caras que se hicieron visibles este domingo en la clasificación del ATP Challenger Buenos Aires y allí cosechó una gran victoria ante su par argentino, Hernán Casanova, por 1-6, 6-1, 6-3. El diestro nacido en el mes de mayo en 1992 fue invitado al torneo en busca de escalar puestos en el ranking tras una lesión que sufrió en 2023 luego de pasar por el quirófano y operarse de una dolencia en el brazo derecho, que lo maltraía en varios torneos, incluso en el Grand Slam de Roland Garros de dicho año.

A su vez, el episodio que lo marcó a Nicolás Kicker comenzó en 2018, cuando el tenista fue suspendido por tres años y recibió una sanción económica de 25.000 dólares por la Unidad de Integridad del Tenis.

El deportista formado en Merlo fue acusado y encontrado culpable de arreglar partidos en los Challengers de Padua y Barranquilla, ambos en 2015. “Fue lo peor que hice en mi carrera y me la arruiné”, confesó Kicker luego de dejarse ganar un partido en la primera ronda en el torneo de Barranquilla, en septiembre de 2015, ante el ecuatoriano Giovanni Lapentti. Allí, en tierras colombianas, ganó 6-2 el primer set, y luego cayó por 6-2 y 7-5.

Tras ese suceso, el argentino fue suspendido oficialmente con 32 meses y recién su regreso se dio en Córdoba, donde fue invitado en el ATP al cuadro principal, y hoy en la cancha central del Racket Club, volvió a obtener un triunfo y acceder directo al Challenger de Buenos Aires, torneo que se disputará hasta el domingo 6 de octubre.

River y el regreso del Muñeco: los fieles que recuperaron la ilusión

Por Morena Baulde

El ambiente en el mundo River volvió a ser una fiesta. Es necesario volver un poco en el tiempo y empezar por el regreso de Marcelo Gallardo. El técnico por el que la hinchada pidió incansablemente su vuelta. Para su gente, el Muñeco se convirtió en uno de esos personajes de las películas de fantasía que cumplen deseos y lo hizo, cumplió lo que tanto le pedían.

El secretario general de River reveló que solo en la semana en la que se confirmó el retorno de Napoleón, 5.000 fueron los nuevos hinchas que se asociaron al club y desde ese momento hasta la actualidad fueron un total de 26.000 personas más, y lograron superar los 370.000 asociados.

Además, inmediatamente las aguas se calmaron para los fanáticos riverplatenses que con fervor corean en cada partido: “Muñeeco, Muñeeco”, de alguna manera agradeciendole lo vivido y lo actual, que no es poca cosa.

“El movimiento más grande del país”, una frase dicha por su hinchada, que lejos está de ser un disparate. El Monumental es sede de 84.567 personas por partido y aún así las filas virtuales para comprar entradas se vuelven estresantes por que existe la posibilidad de no poder conseguir. Cada encuentro de local cuenta con un recibimiento imponente pintado rojo y blanco que sin dudas le hace sentir la condición de visitante al rival. Durante los 90 minutos la hinchada no para de cantar y alentar al Millonario. Este domingo, frente a Talleres, no fue la excepción

El superclásico en la Bombonera fue un espectáculo para la gente de River. Todo fue redondo. Le ganaron a Boca en su casa, con Marcelo Gallardo al mando del equipo y Manuel Lanzini como hace 10 años atrás convirtiendo el gol de la victoria, en el mismo lugar, de la misma manera.

Sin embargo, y sin sacarle mérito alguno a ese partido, los hinchas millonarios cantan en cada encuentro, cada fin de semana: “La Copa Libertadores es mi obsesión”. Y es así, porque el conjunto de Núñez avanzó a semifinales y a su gente le aumentan cada vez más las expectativas de conseguir la Quinta. Ya superó a Talleres y a Colo-Colo, el próximo objetivo es el pase a la final frente al Atlético Mineiro de Gabriel Milito y aunque Gallardo diga que van paso a paso, en el mundo River se vive un clima copero increíble.

Colapinto encendió el motor y Scioli aprovechó para subirse al podio

Por Lourdes Fernández

La llegada de Franco Colapinto a la Fórmula 1 trajo consigo la lógica emoción que implica
para un país tener un piloto en lo más alto del automovilismo mundial. Tras 23 años, un
argentino volvió a subirse a un monoplaza de la máxima categoría y Argentina pareció
recordar sus raíces fierreras; esas que forjaron Fangio, el ídolo balcarceño cinco veces campeón del mundo, y al chico de Pilar que corre para Williams.

Sin embargo, las repercusiones no sólo implicaron que gran parte del país madrugara el
domingo pasado para ver el Gran Premio de Singapur, sino que también se evidenciaron en lo político. La semana pasada, el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, afirmó que se va a ocupar de traer la Fórmula 1 nuevamente a Argentina. Para intentar lograr su cometido, en noviembre viajará a Brasil a presenciar el GP de San Pablo y hablar con las autoridades de la competencia.

El calendario para 2025 ya está establecido, por lo que no se tienen certezas respecto a en qué año Scioli planea su proyecto, ni en dónde. “Me tenés que terminar el Autódromo (Óscar y Juan Gálvez)”, le pidió a Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ya que si bien el circuito se repavimentó el año pasado, este aún no cumple con las medidas requeridas.

Otra de las opciones es utilizar el trazado de las Termas de Río Hondo, que recibe anualmente al MotoGP (en 2024 se suspendió debido a los recortes del gobierno nacional ya que la organización del GP de Argentina se financiaba en buena medida con fondos públicos; volverá en 2025). También se contempló la organización de un circuito callejero y se volvió a hablar de Mar del Plata, cuyo nombre había sonado en 2012, cuando la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció que el Gran Premio de Argentina volvería al calendario de la F1 en 2013, lo que finalmente no se dio por móviles políticos y, principalmente, económicos. La última vez que la Máxima visitó el país fue en 1998, cuando la Ferrari de Michael Schumacher se coronó en el Gálvez, y el alemán no sólo recorrió las calles porteñas, sino que además se tomó el tiempo de jugar al fútbol con la Selección Argentina de fútbol que viajaría al Mundial de Francia.

La financiación estaría, en su mayor parte, a cargo de empresas privadas que decidan invertir en el proyecto. Scioli aseguró que ya conversó al respecto con el presidente Javier Milei y que desde que Colapinto es parte del Gran Circo, “están dadas todas las condiciones en el país para que pensemos en grande, porque también Argentina volvió a ser un destino”.

Vélez, del infierno al cielo

Por Iñaki Urretavizcaya e Isidoro Doumont

Para alguien que no mira constantemente fútbol argentino, podría parecer extraño que el equipo puntero tanto de la Liga Profesional como de la tabla anual, y que fue finalista de la Copa de la Liga con un gran nivel de juego, haya peleado hasta último momento el descenso en 2023. Este es el inédito caso del resurgimiento de Vélez Sarsfield.

En 2023 Vélez tuvo un año muy sufrido. Problemas dirigenciales que llevaron a elecciones, cinco cambios de entrenadores que no ayudaron a plasmar una idea de juego, dos interinatos de Marcelo Bravo, amenazas a los jugadores por parte de la barra brava, coqueteos con el descenso y salidas forzadas de jugadores llevaron al club de Liniers a pasar por una crisis institucional.

Alexander Medina se fue después de perder ante Boca en la fecha 5 de la Liga Profesional 2023. Tuvo buen desempeño en la Copa Libertadores 2022, donde eliminó a River y Talleres, llegando a semifinales. En su paso por el Fortín dirigió 40 partidos, con 11 victorias, 13 empates y 16 derrotas.

Ricardo Gareca asumió en marzo y dirigió 12 partidos, ganó uno, empató 7 y perdió 4. Durante esa época los hinchas de Vélez fueron a la sede a protestar por la gestión de Sergio Rapisarda y el desempeño del equipo. Sin embargo, el pueblo velezano defendió a Gareca.

Sebastián Méndez llegó al club en junio y dirigió los últimos siete partidos de la Liga Profesional de Fútbol, en los que sólo ganó uno, empató 2 y perdió 2. En la fecha final en la que perdió con Huracán, la barra ingresó y amenazó a los jugadores. Esto desencadenó en que varios jugadores del plantel, como Gianluca Prestianni, pidieran ser transferidos en el mercado de pases. En la Copa de la Liga, ganó 6, empató 4, perdió 4 y se salvó del descenso en la última fecha al vencer a Colón por 3-1.

La barra volvió a amenazar al plantel y, como en la anteúltima fecha Vélez todavía no estaba salvado del descenso, Méndez muy enojado le pegó 14 piñas a la pared del vestuario. El DT fue tan pasional con su trabajo que terminó muy agotado mentalmente. A mitad de torneo, el 13 de noviembre de 2023, asumió como presidente Fabián Berlanga, con el 58% de los votos, y reemplazó a Rapisarda. Méndez dejó el cargo en diciembre por no ser del agrado de la nueva dirigencia.

El inicio de 2024 cambió todo en los planes de Vélez, que resurgió como el ave fénix entre las cenizas cuando asumió Gustavo Quinteros el primero de enero y le dio un aire esperanzador que todavía perdura con el pasar de los partidos. Desde que llegó dirigió 36: ganó 23, empató 7 y perdió 6. También logró que el equipo llegara a una nueva final de la Copa de la Liga, donde perdió ante Estudiantes. En la Liga Profesional desde la fecha 5 no conocen la derrota y suman un invicto de 12 partidos.

El renacimiento de Vélez también se debe a la presencia de jugadores jóvenes que salieron de las inferiores del club como Valentín Gómez, Joaquín García, Christian Ordóñez, Thiago Fernández y Alejo Sarco. Otros llegaron en 2024 a aportar velocidad y verticalidad en el juego como Agustín Lagos, Aarón Quirós y el experimentado Claudio Aquino, que llegó desde Cerro Porteño para dar manejo en el mediocampo.

En este nuevo Vélez se ve un planteo mucho más ofensivo, con un juego rápido, enfocado en los laterales de la cancha, con un mediocampo que llega mucho al área rival. La fórmula de Quinteros y los goles de Brian Romero son parte de un proyecto sólido que esperanza a los hinchas a repetir aquella hazaña de la Copa Libertadores de 1994, pero 30 años después.

Riquelme busca un entrenador: la danza de nombres

Por Tiago Caputo, Lucas Villanueva y Agustín Paratcha

Tras la renuncia de Diego Martinez al puesto de entrenador de Boca en la rueda de prensa post derrota de visitante ante Belgrano por 2 a 0, ya son seis los técnicos que se marcharon bajo la gestión como presidente y vicepresidente de Juan Román Riquelme, quien deberá encargarse de llamar a un nuevo DT para intentar revertir la situación actual, estar afuera de la Sudamericana, estar lejos de pelear la Liga y no estar clasificado a la Copa Libertadores de 2025. Mientras tanto, Mariano Herrón nuevamente tomará el puesto hasta encontrar el entrenador. Ya son varios los nombres que suenan en la órbita del mundo xeneize:

Fernando Gago. El actual entrenador del Chivas de Guadalajara es uno de los candidatos que sonó en las últimas horas. El primer período en Chivas fue más que satisfactorio para la dirigencia tras llegar a las semifinales del torneo Clausura. Sin embargo, el presente del equipo no refleja una buena imágen: está ubicado en la octava posición de la Liga MX y, si continua dentro de los primeros ocho, jugará la fase de eliminatorias para entrar a los Cuartos de final. Gago tiene contrato hasta diciembre de 2024 y puede extenderse hasta mayo de 2025. Pintita, no cierra la puerta para volver al país y dirigir su tercer club tras su paso en Aldosivi y Racing.

 

Guillermo Barros Schelotto. El entrenador, quien supo guiar a Boca a la final de Copa Libertadores 2018, se encuentra libre. Su último paso fue en la selección de Paraguay en 2023, donde lo despidieron por malos resultados: ganó cuatro partidos, empató cuatro y perdió nueve partidos. Sin embargo, Barros Schelotto no podría asumir hasta principios de 2025 debido a que está en pleno trámite para lograr la ciudadanía estadounidense y no puede dejar Estados Unidos. Si Riquelme se decide por él, tendrá que esperar hasta enero y mientras tanto dirigir con un interino. 

Eduardo Domínguez. Luego del triunfo de ayer con Estudiantes ante Defensa y Justicia por 1 a 0 en el Estadio UNO, Domínguez habló en la conferencia de prensa sobre los rumores que lo perfilan a ser el nuevo técnico del Xeneize: “Tenemos contrato hasta fin de año. Y en su debido momento hablaré con la dirigencia para saber cuál es la idea del club, cuál es el panorama que se va a abrir, porque se hablan de muchas situaciones”. El DT del Pincha, está en el club desde marzo de 2023, ya ganó dos títulos (Copa Argentina 2023 y Copa de la Liga 2024). En sus pasos previos en otros equipos consiguió el primer trofeo para la historia de Colón en 2021 y en su corto paso por Uruguay ganó la Copa Uruguaya con Nacional en 2019. También dirigió Huracán entre 2015 y 2017 e Independiente en 2022.

 

Cristian “Kily” González. El Kily mantiene una buena relación con Juan Román Riquelme, quien lo tiene como favorito para que dirija en el Xeneize.  Actualmente se encuentra en Unión de Santa Fe, de un gran rendimiento. El equipo santafesino se ubica en la cuarta posición en la Liga Profesional y séptimo en la tabla anual para clasificarse a la Copa Sudamericana 2025.

 

Gustavo Quinteros. Líder absoluto de la Liga Profesional y ya en semis de la Copa Argentina con Vélez, es una de las posibilidades más complicadas de las que Riquelme anhela tener en el banco de suplentes. Bajo su dirigencia, el Fortín está invicto desde el parate por la Copa América y los Juegos Olímpicos con once partidos ganados y uno empatado. Tiene contrato hasta fin de año. 

 

Fernando Ortiz. El Tano también es una de las opciones que baraja Riquelme para agarrar la conducción del Xeneize. Ortiz se encuentra sin trabajo tras su paso por dos grandes del fútbol mexicano, el América, donde llegó tres veces a semifinales de la Liga MX, y la última experiencia en Monterrey, donde también llegó a dos semifinales, una del torneo local y la otra en Concachampions.

 

Luis Zubeldía. El actual entrenador del San Pablo, es otra de las alternativas de Juan Román Riquelme. El extécnico de Lanús, Racing, Barcelona de Ecuador, Cerro Porteño, Santos Laguna, Alavés y Liga de Quito se encuentra quinto en el Brasileirao y fue eliminado en cuartos de final de la Copa Libertadores. En 2023, dirigiendo la Liga de Quito, consiguió sus únicos dos títulos como entrenador, la Serie A de Ecuador y la Copa Sudamericana. 

 

Matías Lucuix, un ejemplo de superación y resiliencia

Por Joel González

En 2012, tras sufrir una triple fractura de peroné, Matías Lucuix quedó apartado de las canchas. Actualmente es el entrenador de la Selección nacional y buscará clasificar a la semifinal del Mundial de Uzbekistán.

Con 26 años, una lesión le dio un giro de 180º a su vida y lo apartó por un tiempo del 40×20 que tanto ama. Mientras cumplía el deseo de probablemente cualquier jugador argentino de representar a su país en un Mundial de futsal, una patada convirtió el sueño en una pesadilla. En el tercer partido de fase de grupos del Mundial de Tailandia de 2012, un jugador australiano golpeó a Matías Lucuix y le ocasionó una triple fractura de peroné que lo dejó fuera de la pista.

Sin embargo, se transformó en un luchador de la vida y referente del deporte argentino. En la actualidad da indicaciones, pero desde fuera de la cancha, y buscará clasificar a la Selección nacional a la semifinal del Mundial de Uzbekistán, cuando enfrente a Kazajistán el lunes 30 de septiembre a partir de las 12.

Lucuix tuvo sus inicios en el 40×20 de River Plate. Rápido como un rayo y habilidoso como ningún otro jugador, les pintaba la cara a los rivales en una baldosa. No lo podían agarrar. Los cambios de ritmo y los firuletes con la pelota bajo la suela lo caracterizaban y diferenciaban del resto de los jugadores. Poco a poco comenzó a hacer ruido en las tribunas. Las canchas se llenaban para ver a la joven promesa. Hasta los mejores equipos del planeta querían tener a quien, por su juego, no parecía humano.

En 2007, la élite del futsal puso la mirada en Lucuix y, gracias a la influencia y recomendación de Diego Giustozzi, quien sería el mentor de Matías como entrenador años más tarde, trasladó sus goles y gambetas a la Liga Nacional de Fútbol Sala de España.

Con 21 años armó su valija y, además de guardar objetivos, deseos y sobre todo el mate para sentirse cerca de su casa, llevó también miedos e incertidumbres que con el correr del tiempo se perdieron. El cariño del público del Caja Segovia lo acogió y Matías no tardó en demostrar sus habilidades e inflar las redes. Luego de cuatro años en un alto nivel y con grandes actuaciones, Inter Movistar, uno de los equipos más destacados del mundo, lo fichó. Ningún jugador alcanzaba a frenarlo.

Lamentablemente, lo único que pudo fue la lesión en el peroné. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, Matías pasó la operación como si hubiera sido un rival en la cancha. Pero lo que no pudo gambetear fue la recuperación. Recibió otro golpe. “El jugador se acostumbra a estar dentro de la cancha, y me pasó lo contrario, por eso sufrí mucho. Tuve una infección muy grave que los médicos me curaron, pero después, el hueso no solidificó porque no le llegó el riego de sangre necesario. En un tratamiento de casi tres años, me sacaron una parte de la Cresta Ilíaca y con eso se pudo pegar. Con el paso del tiempo, pensé en el futuro y no quería ser un inválido con 30 años, por eso empecé a ver el deporte desde otro lado y decidí ponerle punto final a mi carrera”, confesó Lucuix en una nota con Tyc Sports en 2021.

Lo que Matías no sabía era que su vínculo con el 40×20 iba a seguir, pero desde otro lado. Diego Giustozzi lo eligió como ayudante de campo de la Selección Argentina, y Lucuix pasó a dirigir a quienes eran sus compañeros.

La vida y el futsal le dieron revancha en el Mundial de Colombia, en 2016. El 1° de octubre fue un antes y un después en la historia del deporte argentino, y Matías fue uno de los grandes responsables. La Selección le ganó la final 5-4 a Rusia y se consagró por primera vez campeona del mundo. El certamen que lo apartó de la pista para siempre, le dio la mayor alegría cuatro años más tarde.

En 2018, cuando Giustozzi consideró que no quedaba nada por enseñarle a Matías con la pizarra, dio un paso al costado y Lucuix, sin dudarlo, tomó las riendas de la Selección. “Argentina es distinta al resto del mundo, la gestión de grupo es completamente diferente. El jugador argentino es inteligente, obediente, y tiene calidad. Yo tuve que cambiar mucho mis formas en estos años fuera del país. El jugador argentino sabe sufrir, modera su ego”, declaró Giustozzi. Agregó : “Me da felicidad desde afuera ver el nivel del futsal y que podemos competir como selección”.

Desde ese entonces, Argentina conquistó la Copa América de 2022 y un subcampeonato del mundo. El entrenador argentino, además de estar catalogado como uno de los mejores del mundo, es un claro ejemplo de resiliencia y superación, que tuvo revancha en el deporte que lo hizo abandonar su carrera futbolística.

Boca y la Libertadores, el temor de quedarse afuera toca la puerta otra vez

Soccer Football - Copa Libertadores - Final - Boca Juniors v Fluminense - Estadio Maracana, Rio de Janeiro, Brazil - November 4, 2023 Boca Juniors' Ignacio Fernandez looks dejected after collecting a runners up medal REUTERS/Ricardo Moraes

Por Valentín Kostler, Tomás Touzón y Gianfranco Gomes 

Los caminos que le quedan a Boca cada vez se acortan más. Con la derrota 2 a 0 ante Belgrano en Córdoba, el club de La Ribera podría quedar a 15 puntos del puntero Vélez con 39 por jugarse. 

Con un buen presente en el primer semestre, en el que parecía que los dirigidos por Diego Martínez se candidateaban al título de la Copa de La Liga, para posteriormente convertirse en un equipo todavía más sólido de cara a lo que quedaba en el año. 

Boca entró por la ventana a la fase eliminatoria de dicho torneo tras ganarle 1-0 a Godoy Cruz con un gran gol de Edinson Cavani, de sobrepique. En los cuartos de final se enfrentó a River, que había clasificado primero de su zona sin sobresaltos. El partido lo ganó el Xeneize contundentemente con un doblete de Miguel Ángel Merentiel y otro de Cavani. Este partido trajo mucha ilusión en el mundo Boca.

Luego de ese enfrentamiento ante su clásico rival, debía medirse con Estudiantes de La Plata. A priori, era un partido muy parejo pero que lo tenía levemente favorito al Xeneize. El primer tiempo avala esto ya que lo pasó por arriba del Pincha en cuanto al juego y se fue 1-0 arriba con gol de Merentiel. En la segunda etapa, una jugada fuera de contexto en la que Cristian Lema hace un penal insólito al golpear a Tiago Palacios con una patada en la cabeza del delantero, derivó en posterior gol de Edwin Cetré. El encuentro finalizó 1-1 y algo que le daba mérito a Boca eran los penales, aunque esta vez la moneda cayó del otro lado. Los dirigidos por Eduardo Domínguez pasaron a la final y luego salieron campeones. 

El duelo ante Fortaleza en Brasil fue el punto de inflexión donde comenzó la debacle del equipo. Cayó 4-2 y quedó en la cuerda floja para conseguir el primer lugar de su grupo en la Copa Sudamericana y evitar el repechaje. La vuelta en La Bombonera finalizó en empate 1 a 1, tras un error de comunicación e inocencia entre los defensores y el técnico tras ir al área a intentar liquidar el partido en un córner al minuto 89’. El gol del equipo brasileño lo relegó al segundo puesto.

En 16vos de final le tocó Independiente del Valle, que venía de estar tercero en el grupo que compartió con San Lorenzo, Palmeiras y Liverpool de Uruguay. Boca se sacó un hueso duro de roer con el 1-0 global que se sentenció en el Alberto J. Armando con otro gol importante del Matador.

En octavos, Boca quedó eliminado de la Copa ante Cruzeiro nuevamente por la vía del penal luego de ganar la ida 1-0 y perder la vuelta 2-1. Esta serie se le hizo muy esquiva al equipo ya que el partido en Belo Horizonte, tuvo a Luis Advíncula  expulsado a los 30’ debido a un pisotón sobre Lucas Romero. Tras esto, a Boca le queda el campeonato doméstico y la Copa Argentina.

En La Liga Profesional está en el puesto 12 con 21 puntos y octavo en la tabla anual a cinco de los puestos de Libertadores. El último lugar, por ahora, es de Talleres con 51 unidades.

La posibilidad más factible y accesible es la Copa Argentina, donde el equipo de La Ribera se mantiene vivo y en cuartos de final se medirá ante Gimnasia de La Plata con fecha  a confirmar. En caso de clasificar, enfrentará al Vélez de Gustavo Quinteros que tiene un gran presente al estar primero en ambas tablas de primera división.

De no conseguir una de estos dos caminos, los de La Boca se quedarían fuera de la Copa Libertadores por segundo año consecutivo. Esto generaría enojo en los hinchas del club debido a su obsesión con este certamen.