viernes, diciembre 19, 2025
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El día que el periodismo arruinó un Argentina-Brasil

Por Ulises Lazzari

Se cumplen 104 años del histórico encuentro entre Argentina y Brasil, que no es recordado precisamente por lo futbolístico. El 6 de octubre de 1920, se enfrentaron en un amistoso, ya que los brasileños debían hacer escala en tierras argentinas, tras disputar el Campeonato Sudamericano en Chile. El diario Crítica publicó una polémica nota que desató la cólera en el conjunto visitante.

El periódico era reconocido por sus polémicas durante esa época. El 3 de octubre, ni bien arribó al país la “Canarinha”, se publicó una nota dándoles la bienvenida en el boletín. Lo provocativo fue el título: “Monos en Buenos Aires. Un saludo a los ilustres huéspedes”. Como si fuera poco, el recorte venía acompañado de una imagen en la que se apreciaba a un grupo de simios vestidos con la camiseta brasileña.

La lluvia postergó el encuentro por tres días, lo que dio tiempo a que semejante hecho de racismo llegara a manos del plantel visitante. La comisión brasileña se dirigió hacia el edificio en el que funcionaba el diario -situado en Sarmiento 800- e increparon, con razón, al periodista uruguayo Antonio Palacio Zino, autor de la caricatura, y al dibujante Diógenes Taborda con la intención de que se rectificaran.

A raíz de todo esto, los jugadores Telefone, Rodrigo, Japonés, Junqueira, Zezé y Fortes se negaron a participar del partido, prefiriendo salir a pasear por la calle Florida. El resto del plantel hizo oídos sordos a los hechos y se presentaron a jugar, por respeto a los 5000 espectadores que presenciaron el cotejo. El problema era que con todas las bajas, Brasil contaba con seis jugadores, sumado el jefe de la delegación.

Llegado el día del amistoso, la “Verdeamarela” salió a la cancha de Sportivo Barracas con siete brasileños y cuatro argentinos. El público, al percatarse de la situación, comenzó a arrojar de todo a la cancha. Finalmente, Argentina retiró a cuatro jugadores y el juego se disputó siete contra siete, en dos tiempos de treinta minutos.

El triunfo fue para los locales por 3 a 1, con un doblete de Raúl Echeverría. El tanto restante fue obra de Fausto Lucarelli. A más de 100 años de este hecho, la AFA reconoce el resultado, pero ni la FIFA ni la federación brasileña lo hacen.

Violencia de género, moneda corriente en el fútbol argentino

Por Brisa Ferreiro

Mañana, 7 de octubre, es el cumpleaños de uno de los ídolos de la historia de San Lorenzo, pero ese pedestal en el que lo pusieron los hinchas se cayó hace dos semanas cuando los amantes del buen fútbol y los hinchas del Ciclón recibieron un baldazo de agua helada: se filtraron vía Twitter videos de Néstor Ortigoza en los que se muestra cómo ejercía violencia de género contra su exmujer, Lucía Cassiau.

En el material fílmico que compartió la víctima se ve cómo Ortigoza la hostiga verbalmente y la golpea frente al hijo de ambos. Actualmente, la causa está caratulada como “lesiones agravadas” y quedó bajo la órbita de la fiscal Lorena González de la UFI N°3 de Género descentralizada de Ezeiza. Los dirigentes de San Lorenzo solicitaron su renuncia inmediata al cargo que aún ocupa como vocal del club.

Recientemente, Ortigoza advirtió que, de avanzar en las solicitudes por parte de la dirigencia, “acudiré para hacer valer mis derechos como asociado”. Al no querer dar un paso al costado, Marcelo Moretti, presidente del club, convocó una asamblea para el 8 de octubre con el objetivo de suspender sus actividades en la institución lo antes posible.

Esta noticia fue una sorpresa para el fútbol argentino en general, aunque en realidad no debería asombrar ya que hay varios casos similares de jugadores que actualmente integran planteles de clubes de nuestro país.

El ejemplo más reciente fue la denuncia por abuso sexual a Sebastián Sosa, Braian Cufré, Abiel Osorio y José Florentín quienes, en ese entonces, integraban el plantel de Vélez. El hecho ocurrió en la madrugada del domingo 3 de marzo en Tucumán, en el Hotel en el que se concentraron los dirigidos por Gustavo Quinteros, luego de que el Fortín empatara sin goles ante el Decano. El club de Liniers, al enterarse de la acusación, decidió automáticamente separar a estos jugadores del plantel. Sin embargo, hoy 3 de los 4 implicados juegan en equipos de fútbol argentino: Sebastián Sosa en Deportivo Maipú de Mendoza, José Florentín en Central Córdoba de Santiago del Estero y Abiel Osorio en Defensa y Justicia. Por su parte, Braian Cufré es jugador libre. La Justicia los dejó en libertad, sus únicas restricciones son que deben presentarse cada 15 días en los tribunales de Tucumán y que no pueden salir del país sin autorización de la justicia.

Antes se había producido el caso de Sebastián Villa, actual jugador de Independiente Rivadavia de Mendoza y ex Boca, quién fue acusado por su pareja, Daniela Cortés, de ejercer violencia de género durante los dos años que habían convivido. La víctima compartió imágenes a través de las redes sociales en las que mostraba fuertes lesiones en la cara, la boca y los brazos. El caso llegó a la justicia y Villa quedó imputado además de recibir una orden de restricción.

Eduardo Salvio, actual jugador de Lanús, mientras era parte del plantel de Boca fue denunciado por Magalí Aravena, su exesposa, por intento de homicidio. El hecho ocurrió en mayo del 2022 en el barrio de Puerto Madero. Salvio intentó atropellar a su ex pareja luego de que ella lo encontrara con otra mujer en el auto. Aravena fue trasladada al hospital Argerich, donde se informó que sufrió un traumatismo por flexión en el miembro inferior derecho. La causa del jugador granate fue archivada por el fiscal de 1° Instancia José Ernesto Sylvié ya que argumentó una falta de pruebas sobre la materialidad del hecho.

Las denuncias también se trasladan hacía la élite de nuestro fútbol: la selección argentina. Dos integrantes del plantel campeón del mundo recibieron denuncias por violencia de género. El primero fue Thiago Almada, que fue acusado en 2020, cuando era jugador de Vélez, por abuso grupal agravado con acceso carnal. La violación se produjo durante un encuentro en la casa que alquilaba Martín Lucero, también integrante del conjunto de Liniers, en el barrio cerrado Camino Real ubicado en la localidad de Boulogne. Allí fue donde asistió la víctima junto a una amiga, ambas invitadas por Ricardo Centurión, quien también fue acusado por su exnovia en 2017. La denunciante se encontraba semi inconsciente y fue abusada por al menos dos personas: Almada y Miguel Brizuela. Sin embargo, el ex jugador del Fortín puede integrar la Selección ya que no recibió una condena firme y en el reglamento de la FIFA se determina que no pueden ser participantes si tienen una causa en trámite.

El otro es el actual defensor de la selección argentina, Gonzalo Montiel. El jugador del Sevilla fue denunciado por abuso sexual con acceso carnal. Carolina, la víctima, relató que durante el festejo de cumpleaños de Montiel perdió el conocimiento tras tomar unos tragos y que cuando se despertó tenía la ropa desacomodada, hematomas en las piernas y dolor en la vagina. El último movimiento de la justicia fue una pericia psicológica a la denunciante, lo que determinará cómo continúa la causa.

El fútbol es el deporte más popular de Argentina, lo que también refleja una sociedad violenta y machista. Continúan dentro de la cancha los culpables de arruinar la vida de distintas mujeres. Este deporte es pasión y amor, hay que dejar de mancharlo con violencia.

Entrenadores: la inestabilidad en los banquillos argentinos

Por Lautaro Álvarez

Desde hace ya muchos años que se contempla una clara predisposición de los clubes a interrumpir el vínculo con sus directores técnicos y este año no ha sido la excepción.

El 2024 viene siendo una continuidad de los últimos tiempos en el fútbol argentino. Y es que la cantidad de entrenadores que han dejado su cargo sigue en ascenso, una tendencia que se observa desde hace muchos años.

El más reciente en dejar su puesto de DT fue Diego Martínez, que renunció a la dirección técnica de Boca luego de la derrota por 2 a 0 frente a Belgrano en Córdoba. De esta manera, el ex míster de Huracán se suma a una larga lista si contamos la Copa de la Liga y la Liga Profesional: en total, 26 son los técnicos que no terminaron su ciclo a los mandos de sus respectivos clubes.

Muchos factores podrían explicar este fenómeno, desde la presión por parte de los hinchas o la dirigencia, la exigencia de resultados inmediatos, la poca paciencia a la hora de planificar un proyecto a largo plazo, falta de inversión en los planteles, deudas de los clubes. Todo lo dicho contribuye a un triste fin de ciclo.

En lo que respecta a la Liga Profesional, en la quinta fecha (última antes del parate por Copa América) ya se habían ido cuatro entrenadores: Julio Vaccari (Defensa y Justicia), Carlos Tevez (Independiente), Mauricio Larriera (Newell´s) y Julio César Falcioni (Banfield). Una vez que se reanudó la Liga, en la sexta jornada tanto Miguel Ángel Russo como Lucas González Velez interrumpieron sus vínculos con Rosario Central y Central Córdoba respectivamente.

En la octava fecha, Martín Demichelis terminó su ciclo en River. Si bien se fue muy cuestionado por su forma de jugar, lo cierto es que dejó Núñez tras 90 partidos de los cuales ganó 55, empató 18 y perdió tan sólo 17 veces, con una efectividad del 66,6% y tres títulos en su haber.

En la jornada 11 la víctima fue Pablo Guede, quien en conjunto con la Comisión Directiva de Argentinos Juniors decidieron poner fin a su estadía en La Paternal luego de caer en el Estadio Diego Armando Maradona por 3 a 0 frente a Unión de Santa Fe.

Sin embargo, la trituradora se vio claramente en la semana 12 de la Liga. Nada menos que cuatro fueron los entrenadores que dejaron su cargo: Francisco Meneghini abandonó al Halcón de Varela, Alejandro Orfila se fue de Barracas Central, Walter Ribonetto dejó Talleres y Martín Cicotello cerró su ciclo en Independiente Rivadavia de Mendoza.

En la siguiente jornada, El Taladro decidió despedir a Gustavo Munúa luego de solo diez partidos al mando de los de zona sur. Una victoria, seis empates y tres derrotas fueron los lapidarios números que cosechó el uruguayo y que fueron la causa del fin de su vínculo.

En la fecha 14, volvemos nuevamente a Rosario. Sebastián Méndez fue el apuntado en este caso, luego de irse de La Lepra tras solo una victoria en diez encuentros, además de cuatro empates y cinco derrotas, de las que se destacan el clásico ante el Canalla y la eliminación por penales en Copa Argentina frente al Ferroviario.

El último en dejar su cargo fue Diego Martínez. Su ciclo fue el más “duradero” respecto a los otros entrenadores ya que fueron 45 encuentros al mando del Xeneize, con un global de 21 victorias, 13 empates y 11 derrotas, de las cuales resaltan la eliminación en Copa Sudamericana ante Cruzeiro por penales, la caída ante Racing y el superclásico ante River (con un equipo formado por mayoría de suplentes) en La Bombonera.

La lista la completan los despedidos en el primer semestre del año, en la Copa de la Liga. Ellos son: Matías Módolo (Riestra), Facundo Sava (Huracán), la dupla Orsi-Gómez (Atlético Tucumán), Sergio Rondina (Sarmiento), Rodolfo De Paoli (Independiente Rivadavia), Sebastián Grazzini (Platense), Guillermo Farré (Belgrano), Néstor Gorosito (Tigre), Abel Balbo (Central Córdoba), Rubén Darío Insúa (San Lorenzo) y Leonardo Madelón (Gimnasia de La Plata). 

Como dato a tener en cuenta, en el siglo XXI, el año en el que más técnicos desfilaron por el torneo de primera división, fue el 2016. En aquel entonces rodaron 80 técnicos, nada más ni nada menos. En ese año, se jugaron dos torneos: uno en formato de dos zonas de 15 en el que los dos primeros disputarán una final a partido único en cancha neutral (Lanús de Jorge Almirón le ganó 4 a 0 al San Lorenzo de Guede en El Monumental) y el otro estructurado para que jueguen todos contra todos una sola rueda (el Boca de Guillermo Barros Schelotto se consagró campeón).

Respecto a esta tendencia, el futuro es bastante incierto. La pregunta que surge es: ¿cuándo finalizará este carrusel de despidos? La respuesta no es sencilla y no parece asomar un desenlace en el horizonte, por lo cuál pareciera que la situación seguirá de la misma manera. Los clubes y la Asociación del Fútbol Argentino deberían reflexionar y buscar soluciones a largo plazo para garantizar la estabilidad de los proyectos deportivos que proponen los entrenadores.

 

De abanderado olímpico a rodar cine de terror

Por Yamil Toral 

El 6 de octubre de 2014 falleció Carlos Delia Larocca, jinete olímpico acusado, años mas tarde, de secuestro, tortura y asesinato. Murió sin ser juzgado. A una década de su deceso todavía siguen en la memoria, por la verdad y la justicia, los militantes asesinados durante su actividad militar. 

Los Juegos Olímpicos de Munich 1972 fueron particulares. Los primeros días de septiembre, a partir de un secuestro organizado por el grupo “septiembre negro”, terminaba en la masacre de 15 personas: nueve israelíes, cinco palestinos y un alemán. Cinco días después los soviéticos le ganaban el oro en básquet a los Estados Unidos en plena guerra fría. También fue la primera edición en tener una mascota: Waldi. Argentina fue representada por 98 deportistas, el abanderado fue Carlos Delía Larocca. Un jinete que llegaba a su quinto Juego consecutivo: Melbourne 1956 donde fue su mejor rendimiento al quedarse con un diploma en equipo, Roma 1960, Tokio 1964 y México 1968. En los juegos panamericanos había logrado tres medallas de plata, dos en 1951 y una en 1963. Subcampeón mundial de Salto Ecuestre 1960 y campeón argentino tres veces. 

Ajeno a los caballos en el ámbito profesional, hizo la carrera militar que lo llevó a ser Jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, con base en Córdoba. Durante ocho meses hasta septiembre de 1975, su sucesor sería el genocida Luciano Benjamín Menéndez. En esos años, la violencia en la calle se volvió una realidad. Organizaciones políticas buscaban hacer la revolución a partir de la lucha armada. En marzo de 1976 durante el golpe cívico-militar comandado por Jorge Rafael Videla se hizo cargo de los tres poderes con la excusa de “reestablecer un orden”. Durante seis años, hasta 1982, el gobierno militar secuestró, torturó y desapareció a 30 mil personas. Una hoguera en la que el Estado argentino fue la leña.

A principios de 1975, María Estela de Perón firmó el decreto para llevar a cabo la “Operación Independencia” en Tucumán. El objetivo: “Apagar el foco revolucionario del ERP en la provincia”. El Tercer Cuerpo del Ejército participó activamente bajo la dirección de Larocca. En estos primeros enfrentamientos comenzó a caldearse el gran estilo siniestro de los próximos seis años en el país. Por los crímenes de Lesa Humanidad cometidos en Córdoba desde marzo de 1974, durante el operativo independencia y en los centros clandestinos de detención La Perla y Campo de la Ribera, se abrió una megacausa por el asesinato de más de 700 personas. Titulada “MENÉNDEZ III” se convirtió en el juicio más importante de la provincia, el abanderado olímpico fue imputado en 2012.

Larocca ejerció también como agregado militar en la embajada estadounidense, país mentor del “Plan cóndor” propulsor de las dictaduras latinoamericanas. Fue designado en varios roles diplomáticos hasta 1979 cuando presentó la renuncia. Para 1980 fue nombrado por decreto como presidente de la Federación Deportiva Militar Argentina hasta el 10 de diciembre de 1983. 

Vinculado a una causa que incluye delitos de lesa humanidad, el jinete decidió durante el juicio la defensa responsabilizar a la Policía provincial, y afirmó que el ejército intervino recién cuando asumió Menéndez. Sin embargo, un año después confirmaron su procesamiento. 

Se cumplen 10 años de la muerte de un particular personaje de la historia Argentina. Murió, el 6 de octubre de 2014, a los 91 años sin ser juzgado por los delitos que se le imputaron: Tortura, privación ilegitima de la libertad, homicidios calificados y tentativa. Sin embargo su apellido en el mundo hípico sigue firme como representante del país por parte de su sobrino, Jose Maria Larocca, que llegó a París 2024 a su quinto Juego consecutivo (desde Beijing 2008) y con dos medallas de plata en los Panamericanos de 2015 y 2019.  Su accionar en el Tercer Cuerpo del Ejército durante la etapa más triste de nuestra historia, sigue presente en la memoria de los argentinos, en esos pañuelos blancos y en cada “Nunca Más”. 

Talleres-Belgrano, la estadística que ningún Pirata quiere ver

Por Lucas Camargo

El superclásico cordobés es uno de los más atractivos de los últimos años, con equipos altamente competitivos y jugadores de renombre. A pesar de esto, en los últimos años la balanza se inclinó a favor del albiazul, lo que le permitió imponerse por la mínima en el historial de AFA entre ambos clubes. Talleres cuenta con una racha impresionante: nada menos que 18 años sin perder ante su clásico rival, aunque en el medio hubo muchos desencuentros entre descensos y ascensos de ambos lados.

La última victoria oficial de Belgrano en clásicos fue en el 2006 en el viejo Chateau Carreras – hoy conocido como Mario Alberto Kempes- por la decimosexta fecha del torneo Clausura de la Primera B Nacional. El Pirata se impuso por 2-1 con goles de Mariano Campodónico y Andrés Aimar, mientras que Gonzalo Bustamante había puesto en ventaja a la T. Posteriormente se jugaron 12 partidos, con 9 empates y tres victorias del Matador.

Los jóvenes fanáticos de Belgrano nada más pudieron ver un triunfo en un amistoso el 23 de julio de 2018 disputado en el Kempes. Los goles los convirtieron Matías Suárez y Leonardo Sequeira, en tanto Javier Gandolfi anotó para el local. Desde su regreso a Primera en 2023 y la vuelta al Gigante de Alberdi, la B no pudo aprovechar el impulso de la localía y obtuvo dos empates.

Por el lado de Talleres, la última victoria oficial fue en 2018 como local en el Kempes con un contundente 3-0 con un doblete de Nahuel Bustos y Juan Ramírez. En cuanto a amistosos, la T se impuso en la Copa Clásicos de Córdoba y repitió el resultado de hace 5 años. En esta ocasión, los goles los convirtieron Pizzini, Garro y Buffarini de penal.

Una de las versiones de contar el historial de los clásicos, y la más elegida por los hinchas, es por torneos de AFA. En total, hubo 42 encuentros, incluyendo Primera y Segunda División, con 11 alegrías para el Matador, 10 para el Pirata y 21 igualdades. 

Todas las rachas se han hecho para ser quebradas o para sostenerlas. Veremos en esta promesa de partidazo si Belgrano rompe la sequía o Talleres prolonga el invicto histórico de más de 18 años sin perder un clásico

 

Se sortearon los grupos del Mundial masculino de voley: el análisis de los rivales de Argentina

Por Valentín Razzeto

El pasado 14 de septiembre se realizó el sorteo de los grupos para el Mundial masculino de vóley, donde la Selección Argentina quedó ubicada en el grupo C con Francia, Finlandia y Corea del Sur. La competencia se realizará en Manila, Filipinas, entre el 12 y 18 de septiembre de 2025 y contará con un nuevo formato.      

El torneo tendrá por primera vez la participación de 32 naciones (ocho más que en 2022), que se dividirán en ocho grupos de cuatro seleccionados y los dos mejores de cada zona obtendrán la clasificación a los octavos de final.                                                           

En esta fase de grupos, el rival más complicado a vencer será Francia, pese a que nunca pudo conquistar el Mundial, “Los Galos” vienen de ganar dos medallas doradas consecutivas en los Juegos Olímpicos y además, este año, se consagraron campeones de la Liga de las Naciones, ante Japón por 3 a 1. Francia y Argentina se enfrentaron en seis oportunidades, con un historial a favor de los europeos de 4-2.                                                                                       

Por otra parte, Finlandia solamente jugó seis partidos en la temporada 2024 por la Liga Europea ante Rumania, Croacia, España, República Checa, Estonia y Bélgica. Terminó con tres victorias y tres derrotas. Esta será su novena participación en un Mundial. Hasta el momento su mejor posición fue en 2014, en donde llegó a estar en el puesto nueve. Este será el segundo encuentro entre ambos equipos, el primero fue en 1978, con victoria del país nórdico por 3 a 1.                                                                   

Y el último rival a enfrentar, Corea del Sur, durante el año disputó solamente cinco partidos en la Challenge Cup asiática contra Qatar, Bahrein, Pakistán, Indonesia y China Taipei. En el torneo sumó dos victorias y tres derrotas. Los surcoreanos y los argentinos se cruzarán por tercera vez en esta competencia. Los dos encuentros anteriores fueron ganados por el conjunto nacional.                                                                  

En el último Mundial, Argentina estuvo en el grupo con Irán, Países Bajos y Egipto, en el que quedó en el tercer lugar. Igualmente, se clasificó a los octavos de final como uno de los cuatro mejores terceros (para esta edición no será posible por cambio de formato). En esa ronda eliminatoria enfrentó a Serbia, a la que venció 3 a 0. Los cuartos de final los jugó contra Brasil, el clásico sudamericano, en el cual fue derrotado por 3 a 1. 

Para el seleccionado albiceleste este torneo se transformará en el inicio de una nueva etapa, ya que, con la salida del histórico entrenador, Marcelo Méndez, el equipo está sufriendo una renovación táctica y generacional. Su reemplazante aún no ha sido confirmado.     

El primer duelo del Matador

Por Julieta Farías, Jerónimo Spangenberg y Leandro Piñeyro

El 6 de octubre de 1973, el Monumental de Alta Córdoba estaba a reventar. Miles de cordobeses iban a ser testigos de un día histórico: el debut de Instituto en el fútbol nacional. Además, había un condimento extra, La Gloria debía enfrentarse al Newell’s Old Boys de Jorge Valdano y Daniel Marangoni.

El conjunto local, dirigido por Enrique García, venía de golear en la final de la Liga Cordobesa a Belgrano y contaba con juveniles muy prometedores como Osvaldo Ardiles y el refuerzo de Miguel “La Cata” Oviedo. Sumado a estas figuras, había una que resaltaba entre las demás, un pibe de 19 años del que hablaban todos tras su participación en la liga regional: Mario Alberto Kempes.

Los fanáticos de la Gloria sufrieron un cotejo tenso aquella tarde primaveral de la provincia serrana. Instituto cayó 1 a 0 frente al equipo rosarino con un cabezazo de Daniel Marangoni en el segundo tiempo y ninguna de sus individualidades, que brillaban habitualmente, tuvieron un gran partido.

De esa forma, los hinchas se retiraron del Monumental de Alta Córdoba amargados y sin saber que acababan de presenciar un partido que calaría en la historia de nuestro fútbol.

El Matador había llegado al club en 1972, luego de hacer inferiores en Talleres de Bell Ville, su ciudad natal, donde ya era conocido por su habilidad con la pelota. El reconocimiento que tenía era tal que cuando fue a probarse a Instituto decidió usar un nombre falso para no condicionar a los formadores del club.

Kempes, que era tan inteligente tanto dentro como fuera de la cancha, fue a probarse al club bajo el seudónimo de “Carlos Aguilera, de Bell Ville” y se hizo el desentendido cuando Armando Rodríguez, el técnico que lo evaluó en La Gloria, le preguntó si era aquel pibe de su pueblo que tan buena fama se había hecho.

Aun presentado bajo su identidad ficticia, Kempes fue probado en diversos amistosos y dejó satisfecho al entrenador que le ofreció firmar por el club. De esta manera, finalizó la carrera de Carlos Aguilera y comenzó la de Mario Alberto Kempes, quién se vio obligado a revelar que sí era aquel hábil delantero de Bell Ville del que habían escuchado.

Al momento de la firma, el joven prometedor fue acompañado por su padre, quien le puso una única condición: si quería cumplir su sueño de jugar en primera debía quedarse a vivir en su pueblo para terminar la secundaria.

“Marito”, como lo llamaba su padre, cumplió su palabra. Durante ese año, alternó el guardapolvo con la camiseta de La Gloria y se recibió como perito mercantil mientras goleaba a los equipos cordobeses los fines de semana.

Una vez en Instituto, se adaptó sin dificultad a la camiseta del conjunto de Alta Córdoba y rápidamente protagonizó un poderoso equipo junto a su futuro compañero de selección Osvaldo Ardiles y otros íconos del fútbol de esa provincia como Luis Saldaño y Alberto Beltrán, con el cual obtuvo la Liga Cordobesa en 1972.

Lo que pasó luego de ese partido debut es historia conocida, sólo cinco días después le hizo su primer gol como profesional a River en el Monumental y sus goles esa temporada le valieron el pase a Rosario Central. En el Canalla también dejaría una huella imborrable, sería campeón y con sus 98 goles logró ser, hasta la llegada de Marco Ruben, el máximo goleador profesional de la historia del club rosarino.

Luego llegaría el salto a Europa, al Valencia de la Liga Española. Allí consiguió cinco títulos, fue figura rutilante y goleador en las siete temporadas que disputó con el escudo valenciano, convirtiéndose en ídolo y emblema de la institución. Durante este período consiguió, además, la gloria máxima: levantó la primera Copa del Mundo de la historia de su país en el mundial Argentina 1978 como máximo goleador del certamen y convirtiendo un doblete en la final.

En 1981, el Matador, que ya se había ganado su lugar en la historia, llevó sus goles a River, equipo en el cual fue clave para la conquista del Torneo Metropolitano de ese año. Sin embargo, el conjunto de Núñez no pudo terminar de pagar su pase y acabó regresando al Valencia, donde finalizaría su carrera profesional.

A 51 años de su debut, recordamos a Mario Alberto Kempes como uno de los jugadores más importantes de nuestro país y podría decirse que el mejor de los humanos, solo que a veces no lo dimensionamos luego de las apariciones interplanetarias de Diego Armando Maradona y Lionel Andrés Messi.

Mi reino por un streaming

Por Franco Zabala

¿Qué son 15 dólares en Argentina? Muchas cosas. Para empezar, más de 15.000 pesos. Traducido a productos, pueden ser 10 litros de leche, 30 de agua mineral, 20 pasajes de subte, o un sólo pase de Fecna Plus.

Esta es la plataforma de streaming oficial que permite ver el Sudamericano Absoluto de Deportes Acuáticos. El torneo dura exactamente 14 días de pura competencia y abarca cinco disciplinas: natación carreras, natación artística, saltos ornamentales o clavados, polo acuático y aguas abiertas.

Estos últimos dos deportes tendrán las imágenes limitadas. Solamente se mostrarán los partidos de eliminación en waterpolo, es decir, que si el país que se desea ver queda afuera en fase de grupos, la compra del pase habrá quedado obsoleta. Aguas abiertas, directamente, no tendrá transmisión. A secas.

Para los que paguen con una tarjeta argentina, el precio no serán únicamente los 15 USD, sino que también habrá que abonar algunos impuestos. De esta forma, el total será de aproximadamente ARS 24.000, pesos más, pesos menos.

En natación carreras, deporte estrella del campeonato, no hubo ni zócalos ni cronómetros. Es cierto que las marcas se podían ver en la página de la Federación Colombiana de Natación en tiempo real, pero es poco práctico y poco profesional. Transmisiones locales gratuitas, como la de FeNaBA TV o la propia Federación de Natación Buenos Aires Sur (FeNBAS) supieron agregar no solo los tiempos, sino también los nombres de los deportistas. 

No es una excusa la importancia del certamen, ya que los Juegos Olímpicos de París se podían ver desde cualquier parte del mundo por YouTube. Y sí, tenían zócalos, relatores y tiempos al término de cada carrera. 

En cuanto a la experiencia del usuario, es incómoda. Ninguna otra transmisión deportiva obliga al espectador a abrir una página aparte para ver los resultados, se pierde el propósito del formato en sí. 

Otro factor que brilla por su ausencia es la nota a los atletas. No hay reporteros o cronistas que le pidan declaraciones a los ganadores, a diferencia de los que sí hubo en la última edición, en Argentina. Se realizaron entrevistas subidas a las redes de FeCNa, pero no son extractos de la transmisión, como suele suceder en otros torneos, sino que directamente se grabaron para un formato vertical.

Esta excepción de pagar por ver intenta hacerse costumbre desde hace ya 3 años. En ese mismo torneo de 2021, la transmisión no fue paga por una campaña del periodista Gonzalo Bonadeo, que derivó en que DeporTV se hiciera cargo, al menos, de las finales. 

El año pasado, para el Sudamericano Juvenil de Deportes Acuáticos, la tarifa se impuso y con un recargo mucho más alto del actual. Para ver las dos semanas de torneo, había que pagar USD 50. Más del triple de lo que sale el pase para el Sudamericano Absoluto de 2024.

De cualquier modo, el problema radica en la calidad del producto y no en el precio del mismo. No es descabellado que sea rentado un campeonato con figuras de calibre mundial, pero en este caso se eligió una plataforma hermética y ajena al alcance de todo aquel que no esté en el nicho de esta disciplina.

No se puede obviar la situación de los deportes acuáticos en Sudamérica. No son los predilectos en ningún país del subcontinente y el profesionalismo se hace presente únicamente en Brasil.

https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/fue-un-baldazo-de-agua-fria-es-nadador-representa-a-la-argentina-pero-vende-pizzas-y-organiza-rifas-nid21052024/

Con esta información sobre la mesa, se deben plantear ideas que fomenten la visualización y no que la limiten. El primer día de las eliminatorias de natación carreras, había 50 espectadores en promedio. Literalmente los competidores doblaban a los hinchas en cantidad. 

El empuje tiene que venir por parte de los consumidores del deporte, pero también se les debe brindar una opción llamativa. Lo que mostró FeCNa no justifica, de ninguna forma, el precio que exigió.

Ni hablar de la elección absolutamente arbitraria que tuvieron para con dos disciplinas enteras. ¿Por qué solamente se transmitirá polo acuático a partir del 4 de octubre? Es insólito, hasta inimaginable, pensar en un deporte que sólo transmite cuartos, semis y final.

Aún peor es lo que sucede con las aguas abiertas. Hay 5 disciplinas en el campeonato y una de ellas no tendrá grabación oficial. Poco serio, incluso irrisorio. ¿Cuál es la justificación? El precio no es barato. En comparación, un mes de fútbol argentino y Copa Libertadores cuesta 12.200 pesos. 

Por alrededor de la mitad, se puede ver una transmisión con decenas de cámaras, relatores y periodistas de campo. Repeticiones, resultados y estadísticas también se muestran en vivo. Parece obvio, pero lo triste es que hay que aclararlo.

El número de espectadores tiene que ser un llamado de atención para la Confederación Sudamericana de Natación (CONSANAT). No puede volver a dejar la transmisión de uno de sus torneos en las manos de las federaciones, se debe proveer un servicio unificado que esté a la altura de las circunstancias. 

Se reitera que el inconveniente no lo genera una tarifa, sino la calidad del producto. Al consumidor no le molesta pagar, le molesta que le roben.

Mario Alberto Kempes: 51 años de legado

Por Federico Maciel

Con apenas 17 años, hizo su debut en la Primera División con Instituto de Córdoba, marcando el inicio de una carrera legendaria. El ‘Matador’ comenzaba a dar los primeros pasos hacia una trayectoria que lo consagraría como uno de los máximos ídolos del fútbol argentino y mundial.

Aquella primera fecha del Torneo Nacional de 1973, ya era histórica para Instituto de Córdoba: fue la primera participación del equipo en torneos organizados por la AFA. El equipo que por entonces dirigía Enrique García recibía a Newells, que contaba con José Luis Pavoni, Arsenio Ribeca, Mario Zanabria y Andrés Rebottano como figuras. Los visitantes se pusieron en ventaja a los 37 minutos del primer tiempo, con un gol de Daniel Marangoni, y el resultado quedó 1 a 0 en lo que significó el estreno de La Gloria en el fútbol grande.

Tuvo su debut con la camiseta blanca y roja a bastones, y el número 9 en la espalda, un joven delantero llamado Mario Alberto Kempes, quien 5 años más tarde sería goleador y una de las figuras de aquella Selección campeona del Mundial 1978. Tres días después de su aparición, tuvo su primer grito un viernes a la noche frente a River. Instituto arrancó ganando, pero luego perdería por 3-1.

Rosario Central

En 1974, Rosario Central fichó a Mario Kempes por 130 millones de pesos, gracias a la recomendación del exfutbolista canalla Luis Indaco y el apoyo de Aldo Pedro Poy. Kempes rápidamente se integró al equipo, destacándose como goleador y generador de juego bajo la dirección de Carlos Griguol. En su debut marcó cuatro goles en nueve partidos del torneo local y otros tres en la Copa Libertadores. En 1974, fue el máximo goleador del Torneo Nacional con 25 tantos y llevó a Central al subcampeonato.

En 1975, repitió su éxito de 25 goles en el Torneo Metropolitano, y en su última temporada con Central, en 1976, cerró su etapa con 97 goles en 123 partidos, convirtiéndose en el máximo goleador del club. Su traspaso al Valencia en 1976 por 500.000 dólares fue un hito en la historia del fútbol argentino, marcando el inicio de su leyenda en Europa.

Valencia

A mediados de 1976 el Valencia CF de la Primera División de España lo compró por 30 millones de pesetas (300.000 dólares), allí dejó plasmada su facilidad para el gol obteniendo el Trofeo Pichichi al máximo goleador de la Liga en dos ocasiones (76-77 con 24 goles y 77-78 con 28). Es el único jugador en la historia de la Primera División de España en haber ganado el trofeo en sus dos primeras temporadas consecutivas.

Estuvo 7 temporadas y conquistó la Copa del Rey de 1979 y la Recopa de Europa de 1980.

River Plate

En marzo de 1981, regresó a su país para incorporarse a River en una operación que alcanzó los 300 millones de pesetas. El delantero, que ya había triunfado en Europa, llegó al club de Núñez con la expectativa de ser una pieza clave. No defraudó: durante el Campeonato Nacional de 1981, fue fundamental para lograr el título con un gol decisivo en la final contra Ferro Carril Oeste.

Sin embargo, las dificultades financieras impidieron que se completara el pago total de la transferencia. De los 300 millones de pesetas pactados, el club solo abonó 130 millones, lo que obligó a Kempes a regresar al Valencia CF en la temporada 1982-83. Allí continuó su carrera hasta la campaña 1983-84.

Últimos años

Continuó su carrera de manera inesperada, pasando al fútbol sala con el Autocares Luz de Valencia. Luego, retomó el fútbol profesional en el Hércules CF, donde jugó durante dos temporadas. Sus goles fueron clave para que el equipo alicantino mantuviera su permanencia en la máxima categoría del fútbol español, prolongando su trayectoria en la élite.

Después de su paso por el Hércules, inició un recorrido por equipos de menor nivel en el fútbol centroeuropeo. Militó en clubes como el First Vienna FC, Sankt Polten y Krems, donde siguió dejando su marca.

En 1995, protagonizó una aventura en el fútbol chileno al fichar por Arturo Fernández Vial, equipo de la segunda división. A pesar de su avanzada edad, Kempes brilló en la cancha, 5 goles en 11 partidos.

El último capítulo de su carrera como jugador fue en 1996, cuando se unió al Pelita Jaya de Indonesia, donde además de jugar, ejerció como director técnico.

Selección Argentina

Comenzó su carrera internacional con la selección juvenil en 1973, siendo una de las máximas figuras del Torneo Juvenil de Cannes al marcar 4 goles. Hizo su debut en la selección mayor el 23 de septiembre de 1973, en un partido de eliminatorias para el Mundial de Alemania, en el que Argentina venció a Bolivia. En 1974, marcó varios goles en partidos preparatorios y, aunque no anotó en el Mundial, fue parte del equipo en sus seis partidos.

En 1975, participó en la Copa América, anotando 3 goles, pero Argentina no logró el título. Durante 1976, obtuvo títulos amistosos ante Uruguay y Paraguay. 

Tras su transferencia al Valencia, Kempes volvió a la selección en el Mundial de 1978, donde se convirtió en pieza clave, anotando 6 goles y convirtiéndose en el máximo goleador del torneo. Argentina ganó el campeonato, y Kempes se destacó por su contribución en la final con dos tantos.

Segundo grito de gol de Kempes ante los Países Bajos, que acerca a Argentina al título mundial

Después de ser campeón del mundo, regresó a la selección en 1981, siendo parte en amistosos previos al Mundial de 1982. Sin embargo, Argentina fue eliminada en la segunda fase, y el partido contra Brasil el 2 de julio de ese año marcó su último encuentro con la albiceleste.

Kempes es, sin duda, uno de los futbolistas más grandes de la historia argentina. Con 367 goles en 649 partidos, su legado lo confirma como un verdadero Matador.

Segurola y Habana: otro símbolo de Diego

Por Pedro Fernández Perotti y Marcos Giglio

Mañana se cumplen 29 años del partido en el que Diego Armando Maradona volvió al fútbol argentino, más específicamente a Boca Juniors, en el encuentro que paradójicamente pasaría a la historia por el cruce que protagonizó con Julio César Toresani. El Xeneize recibía en la Bombonera a Colón de Santa Fe por la fecha 9 del Torneo Apertura de 1995. Diego encabezaba el dream team de Silvio Marzolini a través del túnel, se persignó con la mano derecha y con una pelota bajo el brazo izquierdo. Fue recibido con humo de color azul y oro y una lluvia de papelitos en toda la cancha que estremecía. La fiesta no estaba completa sin sus hijas, pero Dalma y Giannina llegaron sorpresivamente en una caja de regalos, con dos carteles en los que se leía “Gracias papá”.

El local se impuso 1 a 0 con un gol de Darío Scotto a los 89 minutos. A los 38´ del primer tiempo, luego de un tumulto entre los jugadores y una fuerte discusión entre los protagonistas, el árbitro del encuentro, Francisco Lamolina, amonestó a ambos pero el capitán del conjunto santafecino fue expulsado por doble amarilla.

Esta situación desató el escándalo en el post partido, y “El Huevo” Toresani culpó al 10 de Boca por su expulsión: “A mí me echó Maradona. Lo que diga después que escuche esto, me importa un carajo. Lo que sí, me gustaría tenerlo enfrente a ver si me dice las cosas que me dice en la cancha, que después del partido me iba a agarrar. Yo me la banco. Lo iría a buscar hasta la casa”.

Diego no se quedó atrás y se defendió con los tapones de punta: “A ver si este tiene cara. Este Toresani, que no existe. Que le pregunten a Lamolina si yo le dije que lo echara. Lo juro por mis hijas. Entonces, le vuelvo a repetir a Toresani: Segurola y Habana 4310, séptimo piso. Y vamos a ver si me dura 30 segundos”.

Así fue como este ida y vuelta dejó inmortalizado no sólo el domicilio del ídolo argentino, sino también la frase. Casi 30 años después, es común escucharla entre los fanáticos del fútbol y aún se siguen viendo flores y otros reconocimientos para el astro argentino en los carteles que identifican esta famosa esquina en la Ciudad de Buenos Aires.