Hace diez años que Franco Corno se dedica a lo que considera el motor de su vida, el cestoball, que le permitió tocar el cielo con las manos luego de salir campeón del mundo con Argentina. Justamente el 25 de mayo de 2023, en India, en el primer Mundial, mientras sus piernas temblaban y sus lágrimas caían al compás del himno. El DT del equipo femenino de cestoball de Vélez, y jugador titular en la selección argentina, toma un mate, mientras habla con su preparador físico. En el polideportivo de Vélez se respira el deporte y uno de los pulmones es el Gimnasio de Cestoball León Raigorodsky, promotor del deporte en el club. “De Vélez, el poli es lo más lindo porque ves a la gente, a la familia”, cuenta Corno con brillos en los ojos.
-¿Cuál fue tu reacción sobre el primer Mundial de cestoball?
-Al principio fue difícil de creer, pero paso a paso fue tomando credibilidad. Era como vivir un sueño que te nombren como selección nacional argentina. Ser campeón del mundo, fue un sueño. Lo más loco fue haber escuchado el himno en otro país (India) y haber estado abrazado a los otros jugadores. En la final lloré. Se me doblaban las rodillas, no podía mantenerme parado, y me agarraron los que estaban al lado mío.
–¿Cómo fue enseñar a jugadores de otros países, con sus idiomas?
-El cesto tiene un idioma que es el cuerpo, que simplifica todos los caminos. Que la conexión sea el deporte que amás te llena de todos lados. Y que venga alguien, de otro continente, a pedirte que le enseñes porque le gusta, no tiene palabras para describirlo.
–¿Hubo hegemonía con los otros países? (En el Mundial, además de Argentina, participaron India, Francia, Zimbabue, Kenia, Bután y Bangladesh)
-Sí, por ahora la hegemonía es total. Nuestro proyecto también fue mostrar el deporte para que lo empiecen a practicar y que aumente el nivel. El principal objetivo fue salir campeones, pero enseñando. En la final con India sacamos una diferencia de 20 puntos y Melina (Véliz, su entrenadora) pidió un tiempo fuera y nos dijo que bajáramos el rendimiento. La idea era que aprendan y no se frustren. Al final terminamos ganando por 16 puntos, pero podríamos haber ganado por 50.
-¿Sentís que hubo un cambio después del Mundial?
-No creo que hubo un cambio; sí siento que cayó la ficha de que ya no somos solo nosotros, ya no es sólo Argentina. El cesto trascendió. Ahora nos ve el mundo. Se rompió el paradigma de que el cesto era algo solo nuestro. Ahora tenemos la obligación de que el día de mañana nos hagan la vida imposible. Esa sensación de que te tenés que preparar porque te puede ganar cualquiera, es el sueño máximo de cualquier jugador.
–¿Qué opinás de Melina Véliz, tu entrenadora en la selección?
-Es una de las personas que más me sorprendió. Te toca el corazón, trasciende tu persona. Te termina haciendo creer tanto en lo que sos capaz de hacer, que destraba cosas. Es una fiel creyente del trabajo y por eso me identifico mucho con ella. Creo en el entrenamiento, en que todos mejoran y todo se logra si se entrena para eso. Tardará más, tardará menos, pero la confianza sobre la idea que estás buscando depende exclusivamente de cuánto entrenes para lograrlo.
-¿Qué es ser un entrenador?
-Es una tarea muy difícil. Abarca la vida entera. El ser entrenador trasciende las dos o tres veces por semana de entrenamiento. Elegí usar mi tiempo personal para dedicárselo a esto, en cierto margen, porque amo lo que hago.
-¿Cómo llegaste a Vélez?
-Llegué primero como DT en el cesto femenino, antes de la pandemia, en 2019, mientras jugaba al cestoball en el club San Martín. Me conocía de antes con ellas porque entrenábamos contra el femenino para mejorar, porque son las mejores. En la pandemia fue muy difícil. No podés jugar un deporte de aro en Zoom, un deporte de equipo separados por computadoras. Después se pudo salir adelante.
-¿Y en el masculino?
-Durante la pandemia el equipo (San Martín) se desarmó y yo no quería dejar de jugar. Cuando terminó la cuarentena, empecé a llamar gente. Quería armar un masculino acá en Vélez, tenía la disponibilidad y el espacio. No me quería perder los próximos torneos. Empezó como algo mío y terminó siendo un proyecto del club. Después salimos campeones del Torneo Apertura y Clausura.
Aráoz entre Gascón y Soler. En la única cuadra de Palermo que parece no haber sido penetrada por la arquitectura modernista, la Asociación de los Húngaros Católicos en Argentina se esconde detrás de dos troncos deshojados por el otoño. Belén Pérez Maurice se bajó de la Avenger 220 roja con Lucas Saucedo, y atravesaron el portón antiguo del trespisos porteño. La Fundación Argentina de Esgrima (Fundares) los esperaba en la primera planta.
El CASIO en su muñeca izquierda indicó las cuatro y media pasadas un minuto. Como todos los lunes, miércoles y viernes, la ‘Flaca’ -así le dicen religiosamente sus compañeros, los alumnos, veteranos, periodistas y un largo etcétera -se hizo presente una hora antes de que lleguen los demás esgrimistas.
Con el casco en su mano hábil y su buzo grisáceo de los Juegos Olímpicos abrigándola, la sablista avanzó por el pasillo opaco de la entrada. Paso a paso sobre el piso de mármol granito blanco, la firmeza que caracteriza su marcha sobre la pista dejaba entrever un rengueo. Atrás había quedado el mes con bota que demandó su rotura de ligamento interno, y dio inicio a los ejercicios de rehabilitación: “Esta semana estoy fortaleciendo. Todavía tengo dolor, pero puedo caminar normal”, confesó.
Belén dejó su retiro de la selección nacional sin efecto: en julio de 2023, hizo pública la decisión en su Instagram, tras quedar eliminada en el Campeonato Mundial de Milán. Tal determinación le duró unos meses: para marzo de 2024, como reza su conducta competitiva y disciplinada, se calzó la careta otra vez para disputar una Copa del Mundo en Sint Niklaas, Bélgica. Terminó en el puesto 24, dentro del Top 30. Con cinco victorias y una caída ante la joven francesa Manon Apithy-Brunet, Pérez Maurice volvió al alto rendimiento con 38 años.
Ya había amagado con dejar su vocación luego de Lima 2019, justo antes de que el coronavirus virtualizara su rutina diaria de entrenamiento. De haber sido así, ni el modelaje ni la ingeniería en alimentos la hubieran llenado como lo hace el deporte: “Me gusta hacer campañas o publicidades desde el lado de que soy deportista. Pero tengo contemplaciones, o sos deportista o sos modelo”.
La sonrisa blanquecina que sucede todas sus oraciones hizo lo suyo cuando recordó su lesión en el Preolímpico de San José un mes atrás, que la dejó tercera en la competencia y con las ganas de ir a sus cuartos Juegos Olímpicos consecutivo. “Tuve desgarros que no me pararon tanto como esta lesión. Igual no lo nombraría como algo dramático. Si me recupero, iría un poco vendada al Panamericano de junio. El equipo dijo que me necesita”.
“El esgrima no estaba acostumbrado a tener este tipo de resultados. Siento que abrí un camino, pero somos varios: están Isabel y Pascual Di Tella, Jesùs Lugones… Somos varios los que, comparados con otra generación, hicimos historia. Ojalá yo fuera un referente, ¿no?”. Dos décadas y media en la élite, siete medallas repartidas en sudamericanas y panamericanas- una dorada, dos de plata y cuatro de bronce- y tres citas olímpicas al hilo debe ser el currículum soñado para cualquier deportista, fuere de una disciplina popular o no.
Y es que, desde que Argentina dijo presente por primera vez en la esgrima olímpica- con Francisco Camet en París 1900, sólo cuatro tiradores disputaron tres ediciones al hilo:Alejandra Carbone (Atlanta 1996, Sydney 2000 y Atenas 2004 en florete individual), Raúl Saucedo (Los Ángeles 1932, Berlín 1936 y Londres 1948, en espada individual), Omar Vergara (México 1968, Múnich 1972 y Montreal 1976 en espada) y Belén Pérez Maurice (Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2021 en sable).
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Cuando pisó la escalera caracol a mitad del pasillo, la caminata imperfecta de Belén pasó a ser una escalada de trekking. El mango de su sable sobresalía del cierre de su bolsón, en movimiento siempre que lo pateaba con su jogging gris.
Llegó a una pequeña antesala blanca con un perchero negro vacío y tres puertas de madera cerradas. Dos de esos rectángulos daban a baños angostos. En el restante, aguardaba un despacho iluminado moderadamente por el cielo gris que pintaba el vidriado superior, con dos estanterías de madera antigua, un escritorio y el cuadro de un jardín. Pasado el mini hall, el salón: tres pistas largas de peana negra abarcaban casi toda la inmensidad del ambiente de luz fría y dejaban las sillas de cuero apiladas contra la pared izquierda. Un baúl decorado con retratos de Belén y Lucas y stickers de competencias internacionales, se posaba contra la derecha.
Lucas Saucedo arrendó el espacio gracias a uno de los miembros de la Fundación, que a su vez pertenece a la comunidad húngara. Y así, con ayuda de Rodrigo Álvarez, entrenador de la selección nacional de esgrima, y Nicolás Alitisz, expresidente de la Federación de Esgrima de la Ciudad de Buenos Aires (FECBA), el ‘Maestro’ creó la FUNDARES en 2006, donde enseña esgrima a niños, adolescentes y adultos, y entrena a los atletas del combinado argentino. Siempre acompañado de Belén, su alumna y esposa.
“La FUNDARES inculca la honestidad, el respeto por el otro y la ayuda mutua, principalmente. Somos todos muy compañeros”, explicó Belén, presente en cada sesión celebrada allí. Confesó que en un futuro daría clases, pero que tiene que aprender a hacer los gestos al revés y que enseñar no solo se reduce a eso: “Te podés formar en escuelas de esgrima de Europa y tener un título, pero no quiere decir que seas bueno. Lucas aprendió de los mejores del mundo y ese es el conocimiento que vale. Él sigue aprendiendo, sigue preguntando”.
Es difícil hablar de la ‘Flaca’ sin hablar del ‘Maestro’, y viceversa. Se volvieron indispensables el uno para el otro desde el verano de 1999, cuando Lucas la vio hacer saltos ornamentales en la pileta del Círculo Militar, en Retiro. Belén no pensaba en la esgrima como una posibilidad remota- pese a que su mamá fue amateur hasta poco antes de concebirla el 12 de julio de 1985. Hasta la actualidad, madre e hija jamás se enfrentaron en la peana.
Con Saucedo emprendieron un viaje que empezó con el arribo al Seleccionado Nacional de Esgrima a los 16 años, y que abarcó Juegos Olímpicos, Panamericanos, Suramericanos y competencias globales de la FIE. En veinte años, el binomio puso a la Argentina nuevamente en el circuito del deporte mundial.
La propuesta de matrimonio televisada en Tokio 2021 es solo una muestra de cómo su relación mezcla lo deportivo con lo sentimental en todo momento. A la ‘Flaca’ la invadió un nudo en la garganta que atascó su voz risueña y prolongó sus oraciones prearmadas. Reconoció que no supo manejar la presión en los juegos ODESUR DE 2014, donde se llevó la medalla de bronce: “Tenía que ganar la de oro y dudé de si iba a tener apoyo para Río 2016. Fue horrible, pero jamás me planteé dejar la esgrima. No me daba cuenta, pero la forma de alentarme de Lucas era exigiéndome. Uno se entrena siempre para lo mejor pero tenés que entender que las derrotas son parte del juego. La pasás mal pero después pasa: te entrenás el doble y listo”. Más tarde, Belén le ganó el Panamericano de Costa Rica a la norteamericana Mariel Zagunis, n°1 del ranking mundial en ese momento. Según ella, el 2014 fue su mejor año.
La sutil presencia de una esgrimista olímpica en las clases volcaba un popurrí de emociones en todos los presentes, tanto aprendices como guías: “Tenerla acá, verla y escucharla es un privilegio. Que Belén te corrija un movimiento es como estar peloteando en una plaza y que aparezca Messi a decirte cómo patear un tiro libre”, describió Dante Rosa, miembro del seleccionado argentino, mientras elongaba en el piso luego de dar una sesión.
Saucedo se movía en zig zag por el salón. De vez en cuando, Belén se paraba a retocar la postura o el fondo de algún tirador. Con menos palabras, el profesor le siguió la corriente, mirando fijamente a los ojos. El grito de ‘¡En garde! ¿Pret? ¡Allez!’, seguido del choque de metales, compusieron un ritmo intenso que retumbó en todo el edificio. Entre indicaciones y consejos, esbozaban las bromas y risas que hicieron de la concentración y del frenesí de cada asalto una experiencia llevadera.
Uno de los profesores y tiradores salidos de la Fundación es Tomás Alitisz, hijo de Nicolás. El sparring de la ‘Flaca’ confesó que ella “es como un farol, que te guía a donde es el camino. Es mi ídola y también una gran compañera: divertida, tranquila y a la que es fácil acercarse aunque no parezca. Al ‘Maestro’ (Lucas) los chicos lo ven como una figura de mucho respeto, que a la vez es divertida y carismática. Los dos son el arquetipo de cómo hacer bien las cosas”.
En el despacho de al lado, los zapatazos y los sablazos se traducen a simples zumbidos. Plegado contra la silla de roble oscuro, Alitisz gesticulaba vividamente con las manos, como si tuviera a un contrincante enfrente suyo. Debe ser porque, a la hora de hablar de su pasión, lo hace con la misma energía con la que practica: “La ‘flaca’ me enseñó la resiliencia, que a ella se le sale por las orejas; a disfrutar de la esgrima a nuestra manera y que lo más importante es la salud”.
El joven que llegó a la Fundares cuando tenía 14 años hizo una pausa. Su voz grave se meneó en un limbo entre el dolor efecto de la migraña y el quebranto: “Pensándolo bien, lo que mejor me enseñó (Pérez Maurice) es que uno, ante todo, tiene que sonreír. Porque ella siempre lo hace, con esa sonrisa que tiene… creo que a mucha gente le serviría aprenderlo”.
Nueve de la noche. La sección de calentamiento recién había terminado. Los que estaban en sus primeras clases entrenaban separados de los demás adultos. Antes de bajar por la escalera, Belén Pérez Maurice se tomó el tiempo de saludar a las 25 personas que ocuparon el salón.
El 26 de junio de 2003, el Draft de la NBA de ese año se llevó a cabo en el emblemático Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York. Los espectadores estaban ansiosos por ver quién sería la primera selección, y cuando David Stern, entonces Comisionado de la NBA, anunció que los Cleveland Cavaliers habían elegido a LeBron Raymone James como la primera selección, se hizo historia. Años más tarde, el 27 de junio de 2024, en los Seaport District Studios de ESPN en Manhattan, Los Angeles Lakers seleccionaron a LeBron “Bronny” Raymone James Jr. en la segunda ronda, en la posición número 55, convirtiéndose así en el primer dúo padre e hijo en jugar en la NBA.
LeBron James llegó al Draft con el apodo de “The Chosen One”, “El Elegido” y las expectativas para él eran más altas que para cualquier otro jugador antes de entrar a la NBA. Sus partidos en la escuela secundaria fueron televisados a nivel nacional por las principales cadenas deportivas, lo que solo es comparable con la expectación que generó Michael Jordan. Al final, se puede decir que cumplió con dichas ilusiones tras ser seleccionado con el primer pick por los Cleveland Cavaliers. Franquicia con la cual, ganó un campeonato en 2016. Que es el único campeonato que conquistó el equipo en su historia.
El hijo mayor de LeBron James, Bronny James, de 19 años, ha decidido declararse elegible para el draft de la NBA de 2024. Actualmente juega como escolta en la Universidad del Sur de California (USC), donde ha promediado 4,8 puntos, 2,8 rebotes y 2,1 asistencias por partido en su primer año de baloncesto universitario. Jugó en 25 partidos y se perdió el inicio de la temporada después de necesitar un procedimiento médico para reparar un defecto cardíaco congénito que se descubrió tras sufrir un paro cardíaco durante un entrenamiento de verano. A pesar de este problema de salud, Bronny James ha decidido dar el siguiente paso en su carrera deportiva y probar suerte en la NBA.
“En la historia de la NBA, nunca ha habido un padre y un hijo que hayan compartido una cancha de baloncesto de la NBA y eso se siente como algo que podría ser mágico”, afirmó el gerente general de los Lakers, Rob Pelinka. “Sabemos, y tenemos que respetar, por supuesto, que LeBron tiene una decisión sobre su exclusión voluntaria… pero si resulta que estará en nuestro equipo la próxima temporada, se podría hacer historia en la NBA. Y la historia de la NBA debería hacerse con el uniforme de los Lakers”.
LeBron James, nacido en 1984 en Akron, Ohio, es ampliamente reconocido como uno de los mejores jugadores de baloncesto del mundo y de todos los tiempos. Su apodo, “King James“, refleja su dominio en la cancha. A lo largo de su grandiosa carrera, ha logrado cuatro campeonatos de la NBA, cuatro premios MVP de las Finales y cuatro premios MVP de la NBA. Además, ha sido seleccionado 18 veces para el Juego de Estrellas de la NBA y ha ganado el premio MVP del Juego de Estrellas en tres ocasiones. Más allá de sus logros en la NBA, James también ha representado con éxito a los Estados Unidos en dos Juegos Olímpicos, donde obtuvo medallas de oro. Podrá James seguir ampliando su legado en los Angeles Lakers junto a su hijo en la NBA?
Las conferencias de prensa en el fútbol normalmente son muy monótonas, con preguntas coyunturales que nacen y mueren cuando empieza o termina un partido. Por lo tanto, las respuestas son igual de coyunturales y monótonas, a veces no son atractivas porque sabés lo que van a decir o lo que dicen no tiene peso. Pero las conferencias de Marcelo Bielsa son diferentes, con reflexiones que eclipsan la posible formación del próximo partido y denuncias cuando los torneos como la Copa América no cumplen con las exigencias mínimas. Empezamos a escuchar de fútbol, hasta de filosofía y de la vida. Hay algunas preguntas que obedecen al partido, sí, pero el Loco siempre tiene algún tinte distinto que te llama a escucharlo. Su voz es lenta, pero sus palabras son más filosas que una katana y cuando su voz crece el filo de la espada también.
La conferencia de prensa de Bielsa y el jugador Sebastián Cáceres previo al partido del tercer y cuarto puesto contra Canadá duró 41 minutos y 10 segundos. Ocurrió después de que el equipo charrúa quedara eliminado ante Colombia en las semifinales. “No merecimos ganar, pero tampoco merecimos perder”, contesta Bielsa. Después del cierre del partido, varios hinchas uruguayos y colombianos, en las tribunas cercanas al banco de suplentes, empezaron a golpearse entre ellos. En ese lío estaban los familiares de los jugadores de Uruguay. “Tuvimos que meternos a la tribuna para sacar a nuestros seres queridos con bebés chiquitos, un desastre todo, no había ni un solo policía, cayeron a la media hora, un desastre”, dijo el capitán uruguayo, José María Gimenez en el post partido. Darwín Nuñez fue uno de esos jugadores que entró a las tribunas junto a las dos hinchadas.
“¿Le preocupa lo que pueda recaer en sanciones en cuanto a sanciones pensando en las eliminatorias?”, fue una de las preguntas que recibió Bielsa, quién se acercó con una postura encorvada al micrófono, mientras mordía sus labios: ”Los jugadores reaccionaron como cualquier ser humano. Están agrediendo a su mujer, a su madre, a un bebé, a su esposa, a su hermana, y ¿qué hace usted? Pregunta si van a sancionar a los que fueron a defender. Esto es un grado de complicidad. Las preguntas también actúan de manera cómplice -sigue- Todo esto ustedes lo saben, pero siempre vienen a que uno de estos infelices que estamos de este lado abramos la boca, para que no vaya ser que sean ustedes los que señalen y que después se vean afectados de alguna manera”. El periodista vuelve a hablar y responde indignado: “No, no es así. No sé quién es usted, pero sabe perfectamente que un porcentaje del periodismo no agrede a determinados sectores que son responsables porque no les conviene”, retruca Bielsa. El periodista no contesta. “A mí lo único que me importa es que un tipo que ve que le están pegando a la madre, hermana, mujer y que hay un procedimiento para que no suceda o que no haya una puerta de escape ¿Soy yo el que tiene que responder esto? La sanción no es para los futbolistas sino para aquellos que lo obligaron a hacer esto, no tenían opción”, cierra. Varios periodistas le contestan al mismo tiempo. La situación se descontroló. El encargado de la conferencia pide “por favor, no interrumpir “.Pero no es justo. Nosotros defendimos desde nuestro lugar a los jugadores”, dijo el periodista uruguayo Rodrigo Romano, que finalmente se retiró en medio de la conferencia de prensa. En su cuenta de X, explicó el por qué de su salida: “Sin saber que pensamos, sin saber lo que dijimos, Bielsa nos recriminó eso (no defender a los jugadores) y no lo soporté, porque primero es de una gran injusticia, es mentira y estoy siempre del lado del jugador de la selección”.
Este fragmento de Bielsa hablando de los periodistas que no hablan de ciertas cosas para mantener privilegios expone a muchos que se suben al carro sólo cuando les conviene.pic.twitter.com/IZf4Z00mKv
“Esto es una actuación. Yo dije que me refería a un porcentaje del periodismo. Este señor interpreta que yo hablé de todo el periodismo-sostiene Bielsa- Sí sé que hay un porcentaje del periodismo que no dice lo que debe decir y hay otro que dice lo que debe decir”. El Loco buscó desnaturalizar la pregunta, desglosarla y redirigirla a los responsables directos, la CONMEBOL; aquella entidad que se le fue de las manos esta Copa América. Fue señalada por no tener los procedimientos necesarios para evitar la pelea que hubo en Uruguay y Colombia y por el pobre, casi amateur, estado del campo de juego.”Son todos errores sabidos. Las uniones de la cancha no cierran y los campos de entrenamiento eran un desastre. Bolivia no pudo entrenar (un día, por el mal estado del campo). Claro, Bolivia. La jefa de campo de juego (Maristela Kuhn ingeniera agrónoma encargada de la CONMEBOL) hace una conferencia de prensa para decir que es sólo una cuestión visual”, critica duramente Bielsa.
La conferencia de prensa termina en el minuto 33. “A todos muchas gracias”, dice el encargado. Bielsa se levanta, pero su espíritu agitado, con coraje, no acepta el cierre: “Por qué la suspenden. Yo estoy a disposición”. Esas palabras le dieron casi diez minutos más. Ya ni el tiempo podía controlar al Loco, que antes de recibir la última pregunta critica el modelo de copia y pega de la CONMEBOL con la UEFA, de Sudamérica con Europa. “Pedimos a los organizadores que no pongan a un entrenador con un jugador, vamos a hacerlo por separado. El entrenador asume un protagonismo por el interés masivo y el jugador es un invitado de lujo. No, en la Eurocopa se hace así-dice-Nosotros hacemos lo que nos parece, no lo que hacen los europeos”. La conferencia de prensa en menos de un día llegó a las 100 mil visualizaciones en el canal de Youtube de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
El uruguayo y político José Enrique Rodó, que falleció en 1917, defendió hasta su muerte que América tenga su propia identidad, que sea una fuerza en común en contra del imperialismo estadounidense y el eurocentrismo. No sé si Bielsa lo leyó o lo conoce, pero ejecutó a la perfección lo que pensaba Rodó. ¿La diferencia? Una pelota de fútbol: “Estados Unidos cuando sintió que sus intereses estaban siendo atacados, creó el FIFA Gate con el FBI, pero era por sus intereses”. En 2026 el país norteamericano organizará la Copa del Mundo con México y Canadá. De los 16 estadios donde se van a jugar los partidos, 11 son de Estados Unidos.
“ESTADOS UNIDOS CREÓ EL FIFAGATE CON EL FBI CUANDO SINTIÓ QUE SUS INTERESES ESTABAN SIENDO ATACADOS”
Marcelo Bielsa, en llamas contra la organización de la Copa América: “A Scaloni le dijeron: ´ya hablaste una vez, no hablés más´. Los jugadores lo mismo. Todos amenazados”. pic.twitter.com/j8NPIDIzJM
Volvemos a la conferencia que poco y nada habló Bielsa del futuro rival, Canadá, cuyo entrenador estadounidense, Jesse Marsch también criticó a la CONMEBOL, luego de escuchar las denuncias del DT de Uruguay : “Este torneo no fue profesional para mí. Nosotros recibimos insultos racistas en todo el torneo. Nos trataron como ciudadanos de segunda clase”.
“Imagínese que ha pasado con el fútbol. Cómo el fútbol, que es propiedad popular porque los pobres tienen muy poca capacidad de felicidad. El fútbol es gratuito y es una de las pocas cosas que los pobres tienen. Ese fútbol ya no lo tienen más, porque a los 17 años jugadores como Endrick se van a Europa”, dijo Bielsa en la conferencia de prensa previo al partido con Brasil en la Copa América. Antes de que diga esta frase le tuvieron que cambiar el micrófono porque funcionaba mal.
🇺🇾 “El fútbol es propiedad popular. Los pobres tienen muy poca capacidad de acceso a la felicidad, no disponen de dinero para comprar la felicidad. El futbol, que es una de las pocas cosas que los más pobres mantienen, ya no lo tienen más”
— Fútbol y Política (@FutboliPolitica) July 6, 2024
Las actuales cinco conferencias de Bielsa en la Copa América, publicadas en el canal de Youtube de la Asociación Uruguaya de Fútbol, tienen más de 20 mil reproducciones cada una. La reflexión del comienzo sobre la actualidad del fútbol, que ya no es popular, no como antes, rompe totalmente con el esquema coyuntural de las conferencias. Un punto seguido y el actual DT de La Celeste le continúa respondiendo al periodista. Su pregunta, en principio, había sido sobre la final de la Copa Libertadores entre el Sao Paulo y Newell´s en 1992. No creo que tenía en sus planes la inesperada reflexión de Bielsa: “Usted como representante de un gremio, que se atribuye un poder, que lo tienen y que manipulan hasta el máximo; por qué no asumen a través de la investigación desenmascarar las mentiras del poder. Porque cada vez que hay un episodio central en el fútbol comprometen a los protagonistas en vez de desenmascarar las mentiras. Los usan para polemizar”.
En medio de la Copa América, Cafú, el histórico lateral derecho que jugaba en ese Sao Paulo de 1992 y que metió el penúltimo penal de la tanda que consagró al equipo tricolor dijo que “cuantos más brasileños pasen a la Premier League, menos posibilidades tendrá Brasil de ganar el Mundial- sigue- Los medios te lavan el cerebro diciendo que son los mejores del mundo cuando no están ni cerca de serlo”. En el torneo más añejo de selecciones, Brasil tuvo poco de esa chispa futbolera, del carnaval que representa su fútbol. Solo flashees como los videos de Tik Tok. Empató con Costa Rica y Colombia y quedó eliminada en cuartos de final, desde la vía de los penales, ante Uruguay. Todos los mediocampistas de Brasil, menos Ederson (Atalanta), juegan en la Premier League. Al mismo tiempo, Uruguay volvió a una semifinal de Copa América luego de 13 años. Bielsa recuerda, y durante los festejos, abrazó a Raphinha, a quién dirigió en Leeds United.
“El favoritismo es un tema totalmente intrascendente, manipulado por los medios de comunicación para ver qué se logra. El débil también tiene posibilidad de ganar. No tiene ningún sentido dedicarle tiempo a anticipar qué es lo que va a pasar”, dijo Bielsa, después de la victoria de Uruguay 5 a 0 ante Bolivia en fase de grupos de la Copa América. El eterno DT sabe el poder y la capacidad que tiene el periodismo para instalar ideas y lo desenmascara en su hábitat natural, las conferencias de prensa.
Si le preguntáramos a 20 personas qué es el fútbol para ellos, las respuestas serán distintas, porque son personales. Este deporte, ”el primer juego del mundo”, como lo denomina Bielsa, atrae nuestras emociones, el placer, hasta nos hace imaginar la idea que los jugadores nos representan, que cumplen una idiosincrasia nacional, mientras patean una pelota de cuero y lona. Pero Bielsa siente que el fútbol cambió de carril o lo cambiaron de carril: “Yo tengo la certeza de que el fútbol está en un proceso decreciente, cada vez lo ve más gente, pero cada vez es menos atractivo en la medida que el juego se vuelva absolutamente previsible. Eso favorece al negocio porque lo mira mucha gente. El fútbol no es cinco minutos de atracción, es mucho más que eso, es una expresión cultural y ese aumento artificial de espectadores en un momento se va a cortar”. Bielsa declaró esto previo a la victoria con Brasil. Tal vez la poca atención que hubo por el estado del pasto en los estadios es una forma de decir que importa más el dinero, que las tribunas estén llenas, antes que el propio juego. Business are business.
Durante su paso como entrenador de la Selección Argentina, Bielsa decidió no dar entrevistas personales a ningún periodista ni a ningún medio de comunicación. Los títulos y las charlas podrían darse en sus largas conferencias de prensa, que a veces duraban horas. “Tienen el mismo derecho una radio de Salta que TyC Sports”, recordó (lo que había dicho Bielsa) el periodista Marirro Varela en el trabajo “Retratos de una obsesión” de Gabriel Tuñez. Bielsa utilizó las conferencias como un espacio de igualdad. Sin límites de preguntas, porque las primeras siempre van hacia los más poderosos. El Loco rompió el modus operandi de una conferencia de prensa.
El 19 de abril de 2021, el Leeds United dirigido por Bielsa iba a jugar con el Liverpool por la fecha 32 de la Premier League con la resonante noticia de la posible creación de una Superliga de fútbol que integrarían los equipos más grandes de Europa como el Real Madrid, Barcelona, Liverpool, entre otros. El partido terminó 1 a 1 y el Loco junto a su traductor colombiano, Andrés Clavijo, aprovechó la nota post partido para reflexionar sobre el hambre insaciable de los poderosos dentro del fútbol: “El problema fundamental es que los ricos siempre aspiran a ser más poderosos, sin considerar las consecuencias sobre el resto -sigue- Hay un montón de estructuras que le ponen límite a la desigualdad y se han ido flexibilizando. Lo que le da salud a la competencia es la posibilidad del desarrollo de los débiles, no el exceso de crecimiento de los fuertes”.
UNA CLASE DEL LOCO: tras el empate ante Liverpool en la #PREMIERxESPN, Bielsa reflexionó sobre la creación de la Superliga europea. pic.twitter.com/cC7N27aZKc
Marcelo Bielsa, a través del micrófono, de las conferencias de prensa, de las preguntas de los periodistas, busca romper con la coyuntura y el sistema monótono, resultadista y corrupto que corrompió de a poco al fútbol. Con una espada representada en su lenta, pero clara voz, defenderá por siempre la igualdad, la justicia, la esencia del fútbol, lo que disfrutan los hinchas, lo que emociona a los jugadores, pero no es negocio para los poderosos y los organizadores. “La gambeta tiene vida propia, del mismo modo que no se enseña tampoco se anula. ¿Cuál es la forma de anularla? Reprimiendola. Un verdadero sin sentido”, concluye el Loco en noviembre de 2023, en una conferencia de prensa, su lugar de lucha ante el poder dominante, ante el negocio, que amenaza el juego que amamos. El juego que parece ser de todos, pero al final pertenece a unos pocos.
Franco Colapinto chocó por primera vez a los cuatro años: manejaba su cuatriciclo en una quinta familiar en San Cristóbal cuando, por mirar hacia atrás para saludar a un jardinero, impactó con un Ford Falcon estacionado. Ese día, Andrea Trofimczuk juró que su hijo no manejaría más. Fue imposible. No cumplió. El pilarense, de 21 años y miembro de la academia de pilotos de Williams, completó 24 vueltas a bordo del monoplaza inglés y finalizó a aproximadamente a cuatro décimas de su compañero Alex Albon (quinta temporada en la división) en la práctica libre de apertura del Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula 1, en el trazado de Silverstone, donde el 13 de mayo de 1950 la categoría reina del automovilismo inauguró su biografía.
Franco con un amigo en su cuatriciclo.
El Gran Circo nació con padre argentino. Juan Manuel Fangio, oriundo de Balcarce, Buenos Aires, fue quíntuple campeón con cuatro equipos diferentes y registró 24 victorias en 53 carreras, el mayor porcentaje de la historia (47.06%). En simultáneo, José Froylán González ganó en la prueba de Silverstone 1951 y le dió a Ferrari su primogénito éxito en la competencia.
En Williams brilló Carlos Reutemann. El “Lole” aportó doce de los 38 triunfos que ostenta el deporte de velocidad argentino en la división. Podrían ser trece, pero algo falló: el rosarino lideraba el Gran Premio de Argentina 1974, una de las veintiuna veces que el Autódromo de Buenos Aires fue sede de la Máxima, cuando se quedó sin combustible a media vuelta del final. Aún más cerca término en la campaña 1981, edición en la que fue subcampeón y concluyó su participación un punto detrás del brasileño Nelson Piquet.
Carlos Reutemann con su Williams.
Luego llegó Bernie Eccleston y su compañía Formula One Management, encargada de administrar los derechos televisivos. El sistema cambió. La Fórmula 1 viró. Busco nuevos y más bondadosos mercados y se alejó de la Argentina. A partir de allí, el oasis es Colapinto. El bonaerense cortó una racha de 8.483 días sin un piloto nacional en el principal show del automovilismo, desde que Gastón Mazzacane disputó el GP de San Marino de 2001.
Con catorce años, el argentino persiguió su sueño hasta Europa. Aníbal, su padre, recuerda: “Lo dejé solo en otro continente sin saber si hacía bien o mal, cuestionando si me equivocaba”. La frase: “Esto es lo que yo quiero”, de su retoño, decantó la balanza e inició una aventura a pura velocidad.
Sólo veinte pilotos tienen asiento en la categoría más elitista del deporte automotor. Todo competidor requiere de un equipo: mecánicos, ingenieros y representantes. Erradicado en España y participando del Campeonato de F4 del país, Colapinto conoció en 2019 a la local Maria Catarineu y al británico Jamie Campbell – Walter, sus actuales managers ligados a la empresa de Bullet Sports Management.
La pirámide de ascenso se escala con talento y – sobre todo- con presupuesto. Para participar de una temporada en la Fórmula 3 (división en la que el argentino finalizó cuarto en 2023) se requieren fondos de 800.000 a 1.000.000 de euros. La Fórmula 2, donde Colapinto marcha quinto tras siete carreras, duplica la demanda. Entonces, se necesitan patrocinadores: en principio fueron exclusivamente europeos y, a compás del crecimiento, llegó el apoyo nacional.
“Es un chico soñador y humilde. Cuanto mayores son sus desafíos más te inspira. Sentí que había una historia por contar”, comentó Gastón Parisier, fundador de la empresa de regalos Big Box, la cual, al igual que Globant, YPF y Celulosa Argentina, entre otras, se unieron al deportista pilarense en calidad de sponsors. Tiempo antes, el productor musical internacional Bizarrap había sido el primero en apoyarlo, al conocer que el argentino no tenía asegurada su continuidad en la estructura para el vigente ejercicio. También se sumaron los fanáticos de la velocidad, quienes se expresaron en las redes sociales y colocaron el hashtag #FranColapintoalaF2 como tendencia líder en el país en Twitter (hoy X).
El aura, acompaña. Colapinto es franco y genera apego. “La verdad soy un boludo, largue para el culo”, se lamentó el bonaerense luego de ser superado en la largada de la carrera inicial en el GP de Imola 2024. Asimismo, la épica lo escolta. En la mencionada prueba de movimiento fallido, el piloto nacional persiguió al líder Paul Aron hasta la última vuelta cuando, al final de la recta principal, estiró al extremo la zona de frenada, emparejó su auto al del estonio y lo superó por el lado exterior de la chicane de Tamburello. Maniobra que fue definida como “una buena señal” por James Vowles, el jefe de la organización situada en Grove.
¡Franco Colapinto 🇦🇷 ganó su primera carrera sprint en la Fórmula 2!
Superó a Paul Aron en la última vuelta y finalizó en el primer lugar en Imola 🇮🇹. En el mismo escenario ya había triunfado en 2022 por Fórmula 3. ❤️pic.twitter.com/AMFbUKXzyP
Obtener buenos resultados en la Fórmula 2 no garantiza nada. Los últimos dos campeones de la división, el brasileño Felipe Drugovich y el francés Theo Pourchaire, no dieron el salto. Sin embargo, la situación en Williams, ganador de nueve títulos pero anteúltimo en 2024, acrecienta la esperanza. Por un lado, el tailandés Albon, piloto principal, extendió su vínculo hasta 2027. Por otro, el futuro de su actual compañero, Logan Sargeant, es una incógnita: el estadounidense de 23 años (único representante de su país en la F1) cosechó cero puntos en las once carreras disputadas en la vigente temporada y finalizará su contrato junto con el año.
Al olimpo de la velocidad se ingresa por la puerta grande. El impacto potencia. Amplifica. No obstante, en caso de no adueñarse del campeonato, 41 unidades lo separan Aron, líder a falta de siete desafíos, el sueño continuará. Caterineu aseguró tener los fondos necesarios para afrontar un segundo calendario en la categoría y aseveró: “En algún momento llegará (Franco) a la Fórmula 1”. Es cuestión de tiempo, porque como escribió el protagonista en su cuenta de Instagram, con trabajo: “Los sueños SÍ se vuelven realidad”.
Enero de 1984 sería un punto de inflexión total en la vida personal y profesional de Roberto Daniel Fornés. El Flaco, formado como volante central en las categorías inferiores de Atlanta desde los 7 hasta los 16 años, llegó a Boca de la mano de Alberto Mario González, gloria boquense en los años 60 y entrenador de Roberto en su etapa juvenil en El Bohemio. Gonzalito le consiguió una prueba y Ernesto Grillo, que ya había dejado atrás su pasado como figura internacional en las canchas, fue el encargado de abrirle las puertas del predio de La Candela de par en par.
El debut en el Torneo Esperanza 84, creado con el fin de jerarquizar a las promesas del mañana de los equipos del fútbol argentino, sería su carta de presentación para el mundo azul y oro. Una noche de martes como cualquier otra, sin saberlo, Fornés jugaba contra Argentinos Juniors en la cancha de Vélez y cambiaría su realidad para siempre. Con relación a ese momento -y con risas de por medio-, declaró: “Parece que jugué bastante bien porque el miércoles, cuando fui a La Candela, tuve que entrenar con el plantel de Primera. El utilero de inferiores no me daba la ropa y me dijo que la fuera a pedir al vestuario de al lado (el de Primera). No le creía, entonces hablé con (Ernesto) Grillo y me dijo que me había visto el técnico, que había hablado con él y que quería que yo empezara a entrenar con ellos”.
Su primera charla con el brasileño Dino Sani, en ese momento DT del cuadro de la Ribera, fue compleja. Miembros distinguidos del plantel profesional como Ricardo Gareca, Julio César Balerio u Oscar Ruggeri ejercieron como traductores del campeón del mundo con la Canarinha en Suecia 1958, que le prometió al recién promovido Flaco que se consolidaría como titular luego de jugar dos partidos con la Reserva y dos segundos medios tiempos con el plantel mayor. “Fue tal cual así”, confirmó Roberto, que sería parte de la camada de chicos que, en el marco de una huelga de todo el plantel profesional y una crisis económica que casi provocó la quiebra del club, le puso el pecho a las balas.
Fornés en su época como jugador de Boca (1984-1987) junto a Oscar Ruggeri, Hugo Orlando Gatti y José Luis Tata Brown.
Uno de los episodios históricos que protagonizaría junto al resto de sus jóvenes compañeros sería el del “fibronazo”. Un 8 de julio de 1984, El Flaco salía a jugar a una Bombonera solamente habilitada en su anillo inferior como parte de un equipo formado exclusivamente por juveniles de la Cuarta y Quinta división. Tanto el rival -Atlanta, por aquel entonces en una racha ganadora con una camiseta azul con puños amarillos- como el resultado -derrota por 2 a 1- quedarían en simples anécdotas en relación al hecho más particular que sucedería en aquella tarde en Brandsen 805: las camisetas de los jugadores xeneizes, blancas como las cuentas de la institución, tenían los números escritos en el reverso con un fibrón. “Se tuvo que ir a buscar a La Candela -de Boca a San Justo, sin autopista- una camiseta blanca de Adidas. Se postergó el partido media hora para que nos den tiempo para hacer ese movimiento y cuando llegaron las camisetas estaban sin número. Con el mismo fibrón con el que se señalaba en unas cartulinas -no en un pizarrón magnético como ahora- qué jugadores tenías que marcar en la barrera y cómo nos parábamos, se escribieron las camisetas”, detalló Fornés, que sigue recordando ese hecho como uno de los más trascendentales de su vida.
Boca 1-Atlanta 2, el partido del “fibronazo”.
Más allá de no ser reconocido como un “ídolo” de Boca Juniors, el Flaco Fornés continúa ligado al club que lo vio dar sus primeros pasos dentro del profesionalismo y que, incluso, le dio la posibilidad de convertirle un gol -su único en su trayectoria de 3 años en la Primera del Xeneize- a River en un amistoso en Mar del Plata en el 86’. Es así como hoy en día analiza e informa sobre la actualidad del equipo masculino de fútbol en un programa de YouTube llamado “Modo Boca OK”. No es socio pero, como exjugador que es, cuenta con medicina gratis. En referencia a ese reconocimiento, valoró: “Tampoco es para pedir algo. Un reconocimiento te lo dan, no se pide. Fue vergonzoso para muchas de las comisiones directivas de Boca hablar de este momento. Otros tienen que hablar de un descenso (risas). Yo cuando me junto con los chicos y hablamos estamos bien, sin problemas. Hicimos lo que hicimos porque lo teníamos que hacer. Claro que íbamos a aceptar el desafío, más bien”.
Sin una tradición futbolística, sino más centrada en otros deportes como béisbol y boxeo, Panamá es considerado como el país con más progreso del fútbol en Centroamérica. Y se ve reflejado con sus logros: juega la Copa América por segunda vez en su historia, luego de ser finalista dos veces en la Copa de Oro de la Concacaf y haber clasificado por primera vez a un Mundial en Rusia 2018.
Pero para reconstruir esta historia hay que remontarse a los años 80, donde la historia no era de color de rosas como se la conoce ahora. En 1980, las elecciones en la directiva de la Federación Panameña de Fútbol (FEPAFUT) serían denunciadas por un supuesto fraude.
Esto iba en contra del presidente de la Federación en ese momento, Carlos Alberto Vásquez, para favorecer a Agustín Díaz Cogley, quien terminó siendo presidente pero, como respuesta, la FIFA decidió suspender y aislar mundialmente a Panamá de manera indefinida.
El aislamiento duró cuatro años. Y si había alguna chance de que el fútbol se profesionalizara en Panamá, se derrumbó con la reclusión de la FIFA. Pero la idea de organizar un torneo no aficionado seguía en pie. Y así fue que en 1988 se creó la Anaprof (Asociación Nacional Pro Fútbol), la primera liga profesional del país.
Asociación que le brindó a los clubes la oportunidad de competir a nivel profesional y establecerse como entidades deportivas reconocidas. Además de darle un reconocimiento internacional al fútbol panameño, haciéndose conocidos jugadores surgidos de las canteras de estos clubes.
Uno de ellos fue Armando Dely Valdés, quien le abrió las puertas al mundo a los futbolistas panameños . Los Juegos Nacionales Juveniles de 1982 y su talento futbolístico lo llevaron hasta Argentinos Juniors. Equipo en el que marcó 18 goles y fue parte del plantel que se consagró campeón de América en 1985.
En 1993 se crea Linfuna (Liga Nacional de Fútbol No Aficionado), una liga paralela que contaba con el aval de la FIFA pero no podía utilizar estadios estatales, mientras que la Anaprof solo tenía el apoyo del gobierno de Panamá y sus jugadores quedaron inhabilitados por la FEPAFUT para integrar cualquier selección nacional. Tres años después, mediante la intervención de la Concacaf, se iban a unificar y seguiría con su nombre original.
Pero el hecho que marcó un antes y después fue cuando el torneo pasaría a llamarse Liga Panameña de Fútbol (LPF), manejado por primera vez por una empresa comercial: Prodena. Este cambio apunta a una organización más dinámica con el fin de ponerse a tono con los sistemas de campeonato del resto de los países de la CONCACAF, con un torneo Apertura y otro Clausura.
“A partir de esa fecha comienza en Panamá un proceso importante de selecciones, con buenos jugadores. En Panamá o cualquier lugar del mundo, es muy importante tener una buena liga profesional”, decía Ramón Cardoze, vicepresidente de la FEPAFUT entre los años 2006 y 2010.
Incluso también los ingresos de patrocinios de la liga aumentaron considerablemente a partir de la creación de la LPF. En 2004 la ganancia por patrocinios era de 100 mil dólares y hasta el último dato que se tiene, en 2022, fue de 3.9 millones, un crecimiento del 120% en 18 años.
“Hace más de una década que Panamá ha venido creciendo, sobre todo a nivel de selección. Eso ha impulsado a que el futbolista crea más en sus posibilidades de crecer, de tomarlo más en serio y se va notando que el jugador evoluciona y eso hace que nuestro fútbol sea visto de otra manera”, aseguraba Julio Dely Valdez, ex técnico de la selección de panamá y hermano del histórico Armando Dely Valdez.
Y justamente se nota que los jugadores evolucionan. Salen de las inferiores de los clubes nacionales con una mejor técnica y son vendidos hacia Europa. Algo que antes no pasaba y le da mayor reconocimiento a la selección.
No por nada una de las figuras de la selección, con quien contarán para la Copa America, Michael Amir Murillo, es titular en el Olympique de Marsella y fue semifinalista de la Europa League, que hizo el único gol para su equipo en esa llave que luego terminarian eliminados.
Y para tener de referencia, ni siquiera es el jugador con mayor valor de mercado. Sino que lo es Adalberto Carrasquilla de 25 años, actual jugador del Houston Dynamo de la MLS que tiene un valor de 5 millones de dólares. Datos que demuestran los destacados jugadores que tiene Panamá en la actualidad y con los que contará en el futuro.
Como la joya de 14 años que juega en la reserva de River: Estevis Lopez. Proveniente de la Academia Costa del Este de Panamá, ya fue campeón con el Millonario de la Junior World Cup Sub-15 tras ganarle 6 a 0 al Hertha Berlín con un gol suyo. Quedará por verse su futuro en la selección que no demorará demasiado.
Pero los logros conseguidos por la selección de panamá también engrandecen su figura a nivel internacional. Con los jugadores destacados anteriormente se logró en el último tiempo la clasificación por primera vez a un Mundial y ahora a la Copa América 2024 en Estados Unidos, su segunda participación en la historia.
Con un gran mérito, pues se clasificó tras ganarle en un global de 6 a 1 a Costa Rica en los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf. Luego perdería la semifinal frente a México por 3 a 0.
Ahora, Panamá avanzó a los cuartos de final de la Copa América, donde buscará dar otro paso histórico cuando enfrente a Colombia.
Sergio Goycochea, uno de los arqueros más reconocidos en la historia de la Selección dialogó con El Equipo e hizo un análisis sobre las chances de Argentina de conseguir el bicampeonato, la importancia de Emiliano Martínez en el arco y también recordó sus mejores momentos en la Copa América.
Cuando uno habla de “Goyco”, inmediatamente piensa en los penales de Italia 1990; pero luego del mencionado Mundial, fue bicampeón de América en Chile 1991 y Ecuador 1993. Pasaron más de 30 años y sigue junto a la Selección pero como comunicador: “Tuve la suerte de ganar dos consecutivas, la primera fue después de perder la final del mundo entonces fue como una revancha muy importante. En el momento que ganamos la del 91 Argentina hacía muchos años que no la ganaba y fue mi primer título con la selección, fue maravilloso y lo disfruté muchísimo. Hoy estoy desde el otro lado tratando de ponerle el mayor profesionalismo porque más allá de que hacemos la cobertura para toda Latinoamérica, te sale un poco el hincha en algunos partidos y perdés un poco la objetividad pero trato de vivirlo tranquilo”, expresó el arquero.
Argentina va en busca de repetir la hazaña de un bicampeonato de América: dos equipos, dos épocas y dos estilos de juego distintos. Quizás una de las mayores diferencias entre los campeones del ´91 y los del 2021 es el desarrollo de los futbolistas fuera de la Selección. En el plantel de 22 jugadores que integraba “Goyco”, solo Claudio Caniggia y Diego Simeone jugaban en el exterior, el resto en el fútbol argentino. Por su parte, aquellos que acompañaron a Lionel Messi a conseguir su primer título, la mayoría hasta el día de hoy juega en Europa y en su momento, solo Julián Álvarez y Franco Armani estaban en River. También Gonzalo Montiel estaba en el conjunto millonario, pero luego de la final fue transferido a Sevilla. Para Goyco, una de las características en donde ambas selecciones pueden verse similares es que la gente se sentía representada por su juego, simpatía y después, por los resultados. Ante la chance del conjunto dirigido por Scaloni de lograr el bicampeonato expresó: “Está ante la posibilidad cierta. Siempre decimos que es fútbol y puede tocar perder pero este equipo, más allá de la historia y de la camiseta está en un gran momento y puede repetir el resultado de Brasil 2021”.
-¿Por qué crees que la gente se siente tan identificada con esta selección?
-Son esos fenómenos raros. La gente entendió en un momento como jugaban estos pibes, entendió que era la última chance de Messi en este proceso de lograr algo con la Selección y se fue identificando. Obviamente que los triunfos ayudan, entre la Copa América, Finalissima y Copa del mundo sellaron la relación con la gente que se fue generando y ellos se encargaron de mantenerlo. En eliminatorias y amistosos muestran esa sed de ganar, esas ganas de seguir consiguiendo cosas y la gente lo entiende por ese lado.
-¿Cuáles son las claves del ciclo Scaloni para que el equipo siga manteniendo este rendimiento?
-Yo creo que el técnico bajó el mensaje y los jugadores lo entendieron. Demostró con palabras, y también con hechos de que va a poner a los mejores porque en el mundial tuvo que prescindir de Paredes y de Lautaro que eran como referentes de su proceso, no los vio bien y puso a otros jugadores. Sigue manteniendo el bajo perfil, desde ese lado me parece que están construyendo día a día un equipo y alimentandolo, sobre todo mostrando a los que se van agregando que el equipo está por sobre todo. Estos los siguen teniendo como protagonistas y candidatos. El mensaje y todo lo único que quiera adoctrinar, repito, es gracias a que los títulos ayudaron a sellar este proceso. Pero Scaloni no se conformó, el cuerpo técnico tampoco y eso lo transmiten ese mensaje.
La importancia de Emiliano Martínez desde la mirada de Goycochea
Goycochea tiene la palabra más que autorizada para hablar del actual arquero de la Selección Argentina. Fue bicampeón de América, ganó la Copa Confederaciones y la Copa Artemio Franchi en 1993 (hoy reconocida como Finalissima).
Por su parte, el “Dibu” no estaba en los radares de los fanáticos de la Selección y se convirtió en una pieza fundamental del equipo tanto fuera como dentro del vestuario, y consiguió la Copa América, Finalissima y Mundial con una gran actuación suya. Los penales contra Colombia, Países Bajos, la atajada clave ante Kolo Muani en el minuto 122. Para los ojos del mundo, Martínez es uno de los mayores referentes de la Argentina actual pero para “Goyco” es mucho más.
-Hablando de referentes del ciclo Scaloni ¿Vos cómo lo ves al “Dibu”?
-Yo lo veo muy bien, como referente dentro del grupo y futbolístico porque le imprime a sus compañeros una dosis de seguridad. Es muy completo en todos los sentidos y obviamente, decisivo porque cuando el equipo lo necesitó, apareció en lo más difícil que fue una copa del mundo, no solo en los penales sino en varias atajadas. También en eliminatorias, como en partidos importantes. En esta Copa América contra Chile tuvo dos en un partido 0-0 que fueron importantísimas. El sigue creciendo, lo que sí me parece es que por una cuestión de posición después de Messi es el capitán más indicado pero a muchos entrenadores no les gusta que los arqueros lo sean, sobre todo con esta nueva regla que los capitanes son los únicos en poder hablarle al árbitro y pierden un poco de posicionamiento en cuánto a la cinta pero el “Dibu” es un líder natural.
Goycochea también resaltó que en el aplausómetro, la gente suele reconocer en la previa a tres futbolistas y los ubicó en un podio: Lionel Messi, Emiliano Martínez y Ángel Dí María. “Fideo después de esta copa no va a estar más, el día que no esté Lionel, él es el referente absoluto de esta selección” sentenció.
Si uno cae en las comparaciones, a veces absurda, destaca entre ambos los penales pero el histórico arquero se diferenció del “Dibu” en algo más humano: “A mí el Mundial del ´90 me dio una relación con la gente muy particular y yo me sentía bien pero por ahí yo no era tan extrovertido pero sí me sentía importante o uno de los referentes. No es por comparar pero esa es su forma de ser, y es lo que lo lleva a ser ganador, a atajar de la manera que ataja. Es un tipo que permanentemente está buscando desafíos y crecer, eso es maravilloso. Cuando la gente lo insulta, él lo toma para potenciarse”.
El mejor recuerdo de “Goyco” en la Copa América
No podía ser otro que un penal, pero no cualquiera. Octavos de final de la Copa América Ecuador 1993. Clásico sudamericano. Argentina – Brasil. Muller anotó para los brasileños, para los argentinos marcó Leonardo Rodríguez. Penales, otra vez y “Goyco” figura, otra vez atajando el quinto penal de la verdeamarela. “Eliminar a Brasil, por lo que significa el rival y haber tenido la posibilidad de atajar un penal es el mejor recuerdo personal que tengo como jugador, más allá de haberla ganado después”, concluyó con emoción.
Posillipo es un barrio italiano de Nápoles repleto de calles laberínticas que en sus costas empuja fuera de las tinieblas al Palazzo Donn´Anna, un palacio comenzado por Anna Carafa en 1640. Un lugar incompleto pero que permanece, como narran las leyendas, se mantiene suspendido en la eternidad del recuerdo al igual que los ídolos. A escasas cuadras de ahí vivieron Enrique Omar Sívori y Diego Armando Maradona, los sucesores espirituales de la monarquía italiana. Dentro del antiguo recinto hay un teatro abierto hacia el mar, que funciona como ventana para los artistas, como si fuera un estadio en el que el público puede maravillarse con increíbles lujos, el toque de pelota o ver como un jugador trata con amor a la redonda, como lo hacían el Cabezón o el Pelusa.
La presencia de los astros del fútbol en la residencia se debió a su estadía como miembros del club Napoli. Sívori arribó al equipo en 1965, fue recibido en la estación de tren Mergellina por más de diez mil personas. Su mayor logro fue el subcampeonato de la liga local en 1968, también ganó la extinta Copa de los Alpes ese mismo año ante su ex conjunto, la Juventus de Turín. Sin embargo, apareció en el ocaso de su carrera, mientras su rodilla le pasaba factura, como una ilusión de lo que podría haber sido. Por su parte, el Pibe de Oro desembarcó luego de un tumultuoso paso por el Barcelona, como una figura en ascenso que aspiraba a la consagración absoluta. El estadio de San Paolo funcionó como escenario para su presentación y albergó 80.000 hinchas que lo recibieron de manera enfervorecida. Esa gloria fue concretada con cinco títulos, entre los más importantes se ubican: los dos Scudettos de 1987 y 1990 y la Copa de la UEFA de 1989, este último es el único trofeo internacional de la institución. Pero su presencia no sólo significó una estatuilla más para colocar en la repisa, le dio identidad a todos los napolitanos, marcó a fuego su corazón y los hizo sentir orgullosos de ser del sur.
Ambos fueron atacantes de buen pie, zurdos que la tenían atada. El primero surgió en River, que lo recuerda hasta hoy, dejando su nombre inmortalizado en una de las tribunas, tenía un juego que arrancaba de tres cuartos de cancha en adelante, con una gambeta en zig zag. El otro pasó por el clásico rival, Boca, era más abarcativo y comenzaba a encarar desde más atrás del campo de juego. Aunque parezcan diferentes, que el destino los colocó en polos opuestos, tienen una conexión retratada, como si fuera un legado, un hilo rojo que sobrepasa continentes o colores.
Una tarde triste para la Selección Argentina
La mañana del último día de mayo de 1978 arrancó nublada, con un aire pesado, que se despejó con el paso de las horas, cuando el sol ingresó entre las nubes alrededor de las 9.30. César Luis Menotti, técnico del conjunto nacional, estaba en la quinta de José C.Paz ubicada en Buenos Aires, en un entrenamiento con el seleccionado argentino previo al Mundial. En el transcurso de la jornada, mientras recogía los balones pérdidos en los alrededores junto a su cuerpo técnico, comunicó a su círculo que era el momento de publicar la lista de los 22 futbolistas que vestirían la camiseta albiceleste. El mensaje lo realizó personalmente esa misma tarde. Previo al anuncio, se dio la peculiar visita del general Emilio Massera, dictador que formaba parte del gobierno de facto, quien asistió al complejo para saludar al plantel. Luego de las 16.30, los muchachos fueron notificados: Humberto Bravo, Victor Bottaniz y un joven Maradona quedaron fuera del listado. Las horas pasaron con un velo de tristeza, el chico se encerró en su pieza, acongojado por la noticia. Sollozaba, sin soltar ni una sola lágrima, aguantando la angustia y conteniendo el mar que yacía detrás de sus ojos negros. Este acontecimiento era un preámbulo a lo que ocurrió después en el tercer piso de la editorial Atlántida.
Luego de lo acontecido, la revista El Gráfico organizó una reunión en la que convocó a Sívori y Maradona. “La idea era que un crack consagrado le de consuelo a un pibe sobre el que teníamos la esperanza de que encare un camino similar”, contó Ernesto Cherquis Bialo, periodista deportivo y secretario de redacción en El Gráfico. El encuentro se concretó de forma simple, ya que los deportistas tenían una relación directa con los columnistas, además la revista era percibida como un medio de confiabilidad absoluta. Los protagonistas sabían claramente para qué era la nota y que sus dichos no serían tergiversados. El objetivo de la charla no era criticar a Menotti por su decisión, sino contener: “El Flaco partió de la premisa de que Diego tenía mucho tiempo”, explicó Bialo.
El oriundo de San Nicolás de los Arroyos llegó temprano, un sobretodo de color pardo semisaturado cubría su traje azul de seda italiana, completado con una camisa y una corbata. Diego, con un estilo moderno acorde a la época, vistió una campera de cuero acompañada de unos jeans azules. Sívori, luego de que entró al edificio ubicado en Azopardo 579, pidió un cenicero y un café, por otro lado el pibe solicitó una Coca-Cola. La conversación aconteció sin periodistas de por medio, para darle un grado de intimidad, durante todo el transcurso de la misma se trataron de usted, sin tutearse, con un respeto recíproco. El ex Juventus sabía interiormente que él sin ninguna duda lo hubiera llevado al Mundial, pero no estaba ahí para decir eso, su rol era de protector. Al finalizar el diálogo se les tomó una foto cubiertos por la oscuridad de las calles, caminando cobijados por el frío del otoño, el brazo del experimentado hombre cubría los hombros de Maradona, como símbolo de acompañamiento, pero también de aliento. Posteriormente, se publicó una carta firmada por Enrique Omar Sívori, en la que se retrató todo lo dicho durante la noche, donde se hace hincapié sobre el futuro brillante de la joven promesa. Pero hay una línea que resume en esencia el aire de esa velada: “Vos no precisas ningún consuelo, porque no fracasaste”.
“Sin Sívori no hay Maradona”, dijo Cherquis Bialo, una frase tan real como profunda, que sería el fútbol sin los viejos cracks. El tiempo no perdona, incluso a los ídolos, pero este puede ser vencido cuando las personas son conservadas en el recuerdo. Los dos fueron los máximos exponentes de su época y aunque pasen los años siguen estando vivos entre las calles de Possilipo, en un barrio olvidado por las altas esferas, pero que permanece en alza contra la corriente, al igual que ellos. Sus espíritus vagan libres en un picado, en un potrero o en los barrios, impreso en cada gambeta que arranca desde San Nicolás de los Arroyos, pasa por Villa Fiorito y termina en Nápoles.
Nápoles es la ciudad más poblada del sur de Italia. En la misma, la figura de Diego Armando Maradona está presente, ya sea en forma de altar o en fotografías. En la calle Emanuele de Deo, en el Barrio Español, existe uno de los murales más famosos y recordados del Barrilete Cósmico.
Fue creado en 1990 por Mario Filardi, un pintor de barrio que realizó esa obra de arte cuando tenía 23 años, luego del segundo título de liga del Napoli con el Pelusa como emblema y capitán. La misma fue realizada en apenas dos noches y tres días, tras una colecta entre los habitantes de la zona. Sin embargo, tiempo después, apareció una ventana por una reforma en el inmueble, la cual estaba a la altura de la cara y arruinó la obra. Además, el retrato comenzó a borrarse sin que su autor pudiera restablecerlo debido a su fallecimiento en 2010. Para volver a ver al Pibe de Oro en esa parte de la localidad, hubo que esperar hasta 2016, cuando Salvatore Lodice, artista y artesano, organizó una restauración para que el mural vuelva a ser lo que era.
Años más tarde, se generó una leyenda urbana que empezó a cobrar fuerza en el lugar: ¿Qué hay detrás de la ventana? El periodista argentino Álvaro Nanton contó que estuvo en la ciudad para consultar a las personas de allí si sabían quién vivía en ese piso, pero todos eludían su duda. Hasta que un hombre le mencionó que el propietario trabajaba en una fiambrería. Nanton fue hasta el local y preguntó. Le respondió Ciro Maiello, un hombre de 55 años, napolitano: “¡Es mi casa!”. Y aunque al principio no estaba muy convencido de dejarle entrar al hogar que compró en 2004, finalmente accedió. La pared con la pintura estaba a una cuadra del negocio de fiambres. Tras cruzar un portón viejo, en la entrada hay un ascensor, que solo funciona al meter una moneda de 10 centavos de euro. El dueño le dijo que solo se sube por ahí, pero se baja por las escaleras, para no tener que gastar tanto dinero. La propiedad es antigua, pero el apartamento está reformado. Nada más entrar, Ciro, quien vive con su perra Blanca, lo dirigió hacia la ventana, la cual esconde el baño del piso.
“Lo primero que vi cuando prendió la luz, es que detrás de los portones donde está el mural, había dos pantuflas rosas que usa para ventilar el baño y que las ventanas no se cierren del todo. Me dijo que no puede abrirlas por completo para no decapitar la figura”, narró: “Fue emocionante ser de las pocas personas que tuvieron la oportunidad de ver cómo Maradona visualiza a aquellos que lo visitan”, agregó.
La ventana se abre sólo cuando el club Azzurri es campeón. La última vez que sucedió fue en el 2023, cuando obtuvieron el Scudetto tras 33 años. Aunque hubo una excepción: cuando Argentina, el país que tanto amaba el Pelusa, fue campeón del mundo en Qatar hace dos años. La pared con la pintura no sólo se utiliza para celebraciones futbolísticas, sino que es un espacio de culto y peregrinaje a Diego, desde su fallecimiento aquel 25 de noviembre de 2020.
El mural de Maradona es un retrato de Nápoles. Es el culto a Diego en un edificio con ventanas asimétricas, donde su figura permanecerá intacta para siempre en la ciudad.
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El recibimiento a Maradona en su presentación en el Napoli en 1984
Por Valentín Di Francesco y Agustín Petracca
Casi 80.000 personas estuvieron presentes en el estadio San Paolo para la presentación de Diego Armando Maradona en Napoli. Todos los ciudadanos de Nápoles estaban ilusionados con que el astro argentino vistiera sus colores y pusiera el nombre del club en lo más alto del mundo. Un rugido salió de las tribunas, y allí estaba el ex Boca, en el túnel hacia el estadio para comenzar una nueva aventura. Vestido con un jogging celeste, remera blanca y zapatillas, cuando saltó al campo se produjo un estallido, decenas de flashes trataban de retratar su emoción y conseguir una foto de él. Ya en la mitad de la cancha, con una bufanda Azzurri sobre sus hombros, le habló al público presente: “Buenas tardes, napolitanos, estoy muy feliz de encontrarme con ustedes”. En las tribunas no había muchos argentinos, pero se las ingeniaron pintando una bandera que decía: “Maradona es el Carlos Gardel de la pelota”.
Desde 1979, cuando el Pelusa jugó en Argentinos Juniors, los del sur de Italia lo querían fichar. En ese momento, le enviaron una camiseta al hotel y una carta que decía: “Estamos esperando que se abra la posibilidad de fichar futbolistas extranjeros para poder comprarte”. Ese mensaje recibió Diego, que desde entonces tuvo que esperar hasta 1984 para que se hiciera realidad. Las negociaciones fueron largas, duraron más de un mes. Además los aficionados jugaron su partido: llegaron a agruparse en la sede del club para exigir la contratación del “10” argentino.
El miércoles 4 de julio, a las 14.05, arribó al aeropuerto de Roma. Lo esperaban tres automóviles con chapa de Caserta, una ciudad cercana a Nápoles. 200 policías rodeaban el avión para su llegada. No había control de pasaporte, ni aduanero. “Jamás se había producido algo así. Es el mecanismo destinado a los reyes y a los jefes de Estado”, comentó un empleado del lugar.
Corrado Ferlaino, ex presidente de la institución, recordó el mal trago que vivió poco después de cerrar el pase. “Estaba en el aeropuerto de Barcelona concretando el fichaje más caro del momento y me senté en un bar a esperar el vuelo de regreso a Italia, cuando se me acercó un trabajador y me preguntó, ¿eres italiano? Sí respondí, me dijo que acababan de estafar a los napolitanos con un paquete llamado Diego Maradona, que según el barman estaba gordo y acabado”. Además, añadió: “Fue tanto el impacto que me provocó ese absurdo comentario que desde ese entonces nunca más volví a beber whisky”.
Los hinchas azulgranas tuvieron malos momentos con varios jugadores a la hora de terminar su estadía en el club, entre ellos su mayor ídolo y figura Lionel Messi. Tras la contratación, Ferlaino dijo: “Maradona se quería ir, no estaba conforme allí. Ellos querían hacer creer que no servía, que estaba terminado pese a que aún era muy joven. Los Culés son así, no saben cuidar a quienes supieron defender su camiseta”.