Un 25 de octubre de 1997, Diego Armando Maradona jugó su último partido como jugador profesional. El astro argentino le dijo adiós a las canchas tras 21 años de carrera. El retiro se produjo con el club de sus amores. Ni más ni menos que en un superclásico, en el cual Boca le ganó a River por 2-1 en el Monumental.
La semana previa al partido, el Diez había dado positivo en un control antidoping, pero aun así se hizo presente en Núñez. Ambos equipos llegaban invictos, era la décima fecha del torneo y todo el país estaba expectante a lo que pasaría entre el Millonario y el Xeneize.
En la salida de los protagonistas a la cancha, el Pelusa lanzó la primera de sus genialidades y se hizo fiel a su estilo. Ya en la manga, reunió a sus compañeros, los abrazó y les dijo: “Muchachos, yo no sé a ustedes, pero a mí, para sacarme los puntos, estos hijos de puta me van a tener que matar. Me van a tener que sacar la vida”. Los jugadores estaban extasiados. Tenían enfrente al ídolo de toda una nación gritando lo importante que era el partido que estaban por salir a jugar. Ellos no lo sabían (en realidad, nadie lo sabía), pero iban a presenciar el último baile de uno de los futbolistas más grandes de todos los tiempos.
Ambos cuadros ya estaban sobre el verde césped. Las cámaras solo seguían al capitán de Boca. Miró a los hinchas visitantes, levantó los brazos y giró hacia el banco de suplentes de River, en el cual estaba el DT Ramón Diaz. Entre ellos existía algún tipo de rispidez o cuenta por saldar que nadie conocía a detalle. Maradona había anticipado que lo saludaría. No mintió, aunque el apretón de manos fue insulso y casi que ni cruzaron miradas. Todo lo que sucedía en la cancha era icónico. Cada cosa que pasaba era para poner en un libro, para recordarlo incluso 28 años después.
Previo al pitazo inicial, al Monumental lo sobrevolaba un cartel que decía: “No se olviden de Cabezas”. José Luis Cabezas fue un reportero gráfico y fotógrafo argentino al cual asesinaron, en enero de 1997, sicarios que actuaban para el empresario Alfredo Yabrán.
Foto: Eduardo Longoni
Comenzada una nueva edición del superclásico argentino, a Maradona se lo notaba falto de ritmo. No rompía líneas, no se sacaba jugadores de encima ni metía caños. Se lo notaba ahogado, sin sobresaltos. River golpeó primero a través de Sergio Berti y se fue al descanso con el 1-0 a su favor. Para el segundo tiempo, el Pelusa no salió a jugar. Pidió el cambio. El destino quiso que quien lo reemplazara fuera Juan Román Riquelme. Aquella tarde en Núñez ocurrió la sucesión. Aquel pibe de 19 años que iba a sustituir al mejor jugador de fútbol que había dado la Argentina, terminó siendo el máximo ídolo de Boca.
Por obra de Julio Toresani, con quien también Maradona había tenido un cruce de palabras unos años atrás, y Martín Palermo, el Xeneize se llevó los tres puntos y quedó como único líder del Torneo Apertura que acabaría ganando River. La hinchada boquense festejaba y el Barrilete Cósmico estaba ahí, como uno más. Saltaba y le dedicaba algún que otro sofisticado gesto a los simpatizantes locales.
En el vestuario, como siempre, sus declaraciones dieron mucho de qué hablar. El Diez hizo una especie de análisis sobre el partido pero a lo Maradona. “Boca jugó a lo Boca y River fue River. Jugó un gran primer tiempo y en el segundo tiempo se le cayó la bombacha”, afirmó el astro argentino.
En la primera fecha del campeonato de aquel año, tras un Argentinos Juniors – Boca, el campeón del mundo en 1986 había dado positivo en otro examen antidoping y había vuelto a estallar la polémica. El caso se llevó a la Justicia y la sanción fue levantada. De todas formas, por pedido del juez, el ídolo debía presentar controles especiales al término de cada partido, por más que no hubiera salido sorteado para el análisis.
Pocos días después del superclásico, un rumor instaló que don Diego, padre del futbolista, había fallecido luego de haber sido internado. El 30 de octubre de 1997, Maradona le puso fin a una parte de su vida. A una etapa. Colocó a su familia por delante. Colgó los botines para cuidar a sus padres. A quienes, una vez que los perdió, él se fue con ellos. “Con todo el dolor del alma ha llegado el momento de anunciar mi retiro. Se terminó el jugador de fútbol. Nadie está más triste que yo. Mi papá se fue llorando de mi casa y yo le prometí que cuando pasara una cosa así, largaba todo”, sentenció.
El Pelusa jugador murió aquel día. Con la contradicción de que se retiró en la fecha de su cumpleaños – a los 37 años-. En eso existe algo más que la literalidad, algo místico. La ida del Maradona futbolista fue lo que no le permitió vivir con felicidad otra vez.
Disclaimer del autor: Quien traza estas líneas pretende, de alguna forma, hacer alguna suerte de similitud entre Charly García y Diego Armando Maradona. Lo intentará no sin correr el riesgo, siempre latente en el periodismo, de caer en las garras del cariño para con ellos en su conjunto. Esto de alguna manera se convierte en un descargo de responsabilidad en cuanto a alguna alerta que le salte por parte del lector, a quien potencialmente le resultará llamativa cierta falta de objetividad al respecto. Es parte de la religión, sepan disculpar, por no citar alguna declaración maradoneana, un pelín más vulgar.
6 años y 9 días. Es la distancia cronológica que distancia los natalicios de García Moreno, un 23 de octubre de 1951 y de Maradona Franco,llegado al mundo el 30 del corriente, pero del año 1960. Pregúntese, lector, no sea tímido: ¿Por qué se atreve usted como autor a comparar a un bon vivant hijo de profesor de música y con niñera personal, con un botija nacido en una casa de chapa y que si cruzaba el Puente Alsina con un tren de madera sentía que cruzaba al otro lado de las cosas? Y la respuesta no es tan compleja: resulta ser que a veces en la Argentina las cosas son así: donde cae la moneda, podés lucharla para ser ídolo popular. En base a eso me anticipo a su siguiente pregunta, querido lector: ¿Nacer en cuna de oro puede llevarte a ser ídolo popular? Y la respuesta también es simple y es: Si; porque vivir y hacer sentir representada a la masa societaria en su conjunto es una cuestión de argentinidad explícita: Diego en las más altas esferas de poder jamás hubiera renunciado a la maña criolla con la que parecemos venir al mundo del vientre de nuestras madres. Y García tampoco, eh: ¿O acaso saltar del 9no piso, pedir una Coca-Cola cuando aterrizas habiendo antes tirado un pasacasete a una pileta no es algo recontra Maradoneado?
También hay algo del orden de lo vertiginoso, querido lector, que reúne a la carrera de estas dos figuras. Como si fuera una caída de montaña rusa, Charly parecía estar un par de vagones por detrás del de Diego: en 1998 sale “El Aguante”, luego entrando en los 2000 “Rock And Roll Yo” e Influencia. El Charly incómodo. El Charly poco amable. “VÁYANSE” gritó en un Luna Park de aquella época, cuando los cables se le cruzaron y mandó a echar a sus fanáticos en medio del show del teatro. Y el Diego por esos años andaba por el Sanatorio Cantegril de Punta Del Este, sus viajes a Cuba, sus apariciones y sus silencios. Mientras tanto volaban helicópteros, los presidentes pasaban como postes, la vanguardia era así.
Y después está la cresta de esa montaña rusa: En el ‘86 la historia de Diego Armando es conocida, poco hace falta desarrollar. Y Charly 3 años antes había sacado Clics Modernos y Piano Bar. Sus dos goles del siglo. Y en el mismo año. Música del futuro. Sonidos nunca antes vistos, como de otro planeta. Y Pelusa también parecía venir de otro planeta.
Entonces la vida los lleva a encontrarse en un plató de TV: Diego y su “Noche del 10”, algo inédito donde la IA aún no ha podido llegar. Pero la genialidad sigue siendo humana, aunque parezca extraterrenal: García le firmó el muro con su clásico Say No More. Y Maradona firmó:
“Charly sos mi genio eterno”. ¿Me sigue con mi punto, estimado lector?
Y después está el asuntito de la crítica. Del dedito fácil que también es parte de nuestro ser, a veces. El argentino no está libre de pecado y es algo fantástico, porque quizá el pecado sea la cosa más arbitraria y cualunque que pueda existir. Aún así ese famoso dedito nunca dejo de posarse cual mariposa (o mejor dicho como moscardón molesto) sobre el hombro de Diego y Charly. Lo cual nos hace preguntar: ¿Che, y por casa cómo andamos? La diferencia, querido lector, entre nosotros y este par de pájaros aludidos en este humilde texto, es que las puertas de la casa de Segurola y Habana 4317, séptimo piso y la de Coronel Díaz y Santa Fe, siempre estuvieron abiertas. De forma figurativa, claro, no me malinterprete. Ni el lector ni el autor tienen la puerta de su casa figurativamente abierta (ni tienen por qué tenerla). Lo cual cierra la puerta al dedito criollo acusador.
Para ir cerrando yo prefiero honrarlos. Porque hay con qué. Porque vender la forma de ser al mejor postor jamás recorrió la voluntad de Charly o de Diego. Lo demás es cosa suya. La vida pública durante 60 y 74 años los ha ido llevando. Quien les tiene cariño y amor, como quien suscribe, decide agradecer sin más. Y acá pido sinceras disculpas por lo individualista: no me importa lo que hicieron con su vida, importa lo que hicieron, y siguen haciendo, por la mía.
“¿Por qué no yo?”,escribió en las cámaras de televisión durante todo el camino a su primer título ATP. “Sí, soy yo”,puso tras coronar en Estoril 2022. Sebastián Báez, tenista argentino, N° 1 del mundo en la categoría junior en 2018 y proveniente de una familia con mucha historia, aunque él eligió escribir la propia.
Para saber cómo llegó a lo que es hoy, hay que conocer la historia, que en la misma aparece claramente su familia. Su madre Elena, quien lo llevaba a entrenar en sus principios en una moto muy ruidosa. También su padre José Luis, ex combatiente de Malvinas y siempre ligado al deporte. En Billinghurst, año 2000, nació Sebita, que desde los dos años quedó ligado al deporte.
Su padre jugaba al fútbol en el club Alvear, era arquero, su juego fue destacado y pudo progresar al punto de llegar a Primera. Al ser mayor de edad salió sorteado para realizar el Servicio Militar en el cuerpo de Marina, lo cual le imposibilitó cualquier sueño posible. En medio de la guerra de Malvinas, y casi de golpe, pasó a ser parte de la dotación de un destructor en el Puerto Belgrano, además de estar en la enfermería y ver lo que era el dolor en carne propia. Tuvo la fortuna de regresar a Buenos Aires y rápidamente pudo comenzar a trabajar en una automotriz en la que había un predio con canchas de tenis. Tomó algunas clases pero dicho deporte no le atrajo demasiado como el fútbol.
Seba a los dos años era muy inquieto, se movía por todos lados y así fue como en su casa encontró la raqueta Dunlop de su padre tirada, y desde ese momento se produjo un amor eterno por el deporte. Su madre fue quien lo fogeaba y le arrojaba pelotas de tenis para que él las devolviera con la raqueta. A su padre no le gustaba mucho ese deporte que intentó jugar post Malvinas, entonces intentó llevarlo a un club de fútbol, pero a Seba nunca le atrajo. Comenzó a practicar tenis en el Club Sportivo Villa Ballester y con el mismo ganó un torneo que le permitió la beca para practicar en la academia, en Villa Soldati, dirigida por José Luis Clerc.
“Batata” Clerc le puso la atenta mirada a aquel Báez todavía amistoso y decía “Mirenlo a Seba, es un fenómeno”. Aquel jovén con proyección, amigos y familiares fue quedando de lado con el correr del tiempo. Conoció a Sebastián Gutiérrez, hoy su manager. Descrito por él mismo como “la figura de un padre”, y esto narra un poco todo lo que perdió. A medida que fue creciendo, participando en Challengers y hacerse más conocido en la categoría junior, tuvo su primera gran pelea. Batata le quiso sacar plata y desde ahí todo cambió.
“En cada torneo ATP al que acude hace rancho aparte, no hace amigos, no saluda, no habla con nadie y no quiere que nadie se le acerque”. Esto define en lo que se fue tornando Báez como profesional. “Dicen que desde su entorno usan ese enojo y furia para mejorar el rendimiento en la cancha, porque cuando está enojado juega mejor”. Más de un periodista ha declarado que no se junta con nadie ni le gusta dar notas. “Lo invitan a comer y no va, le dicen de juntarse y no quiere”, “ Como periodista te manda a alguien a decirte que no da notas, ni tampoco te saluda cuando te pasa cerca”.
La gran pregunta es: ¿Qué pasó con ese Sebita joven, inquieto, familiero y con ganas de comerse el mundo?. Las explicaciones están, pero divididas por puntos positivos y negativos. Las ganas de comerse el mundo y la parte de inquieto la tuvo, la tiene y la va a seguir teniendo siempre. Hoy en el mundo ATP se hizo un gran nombre y es muy respetado cuando se lo enfrentan. 7 títulos ATP y 6 Challengers. Llegó a ser el N° 18 del mundo con 24 años, participó en los Juegos Olímpicos y representó a su país también en la Copa Davis. Ahora, ¿familiero?. “Siempre le abrieron las puertas en la villa y él elige cerrarlas”. Así es como lo ven desde su entorno, pero ese es el personaje que Seba quiso ser. Una persona cerrada, con pocos amigos, ya que “los ve a todos como rivales dentro del circuito”, y por consecuencia, quedó alejado de aquel comienzo en Villa Soldati como jugador.
En la localidad bonaerense de Trujui, partido de Moreno, nació un
chico que, a los nueve años y por problemas de conducta, junto a su
hermano se inscribió en una academia de Taekwondo ITF. Allí comenzaría
un camino que lo llevaría a convertirse en tricampeón del mundo. Mateo Freyre no solo pelea contra sus contrincantes, sino contra su historia y
contra el anonimato que se le da a los deportes fuera del radar.
Freyre se entrena de la misma forma en la que compite. Es por eso,
que cuando lucha, lo hace tan suelto y como si fuera parte de una rutina.
Su estilo, diferente al resto, y a lo que implica la “normalidad” de un arte
marcial, es caracterizado por su fortaleza mental, sus distracciones y
burlas hacía los rivales: “Mi mayor fuerte es mi cabeza. Estoy preparado para seguir ante cualquier adversidad. Tengo que buscar la manera de sacar a los rivales de la cancha si no tengo la técnica que tienen ellos. Los vuelvo locos”.
Esa forma de desenvolverse es la que lo vuelve impredecible. No
solo son patadas y golpes. Son gritos, soplidos al guante y distintas formas de despistar al rival -que cada vez encuentra más- que hacen que el combate se vuelva en un juego psicológico. Mateo encuentra, en la
distracción de los rivales, una grieta, un espacio, un segundo en donde el
rival se desconcentre para aprovechar y hacer un punto que, quizás, le
haga ganar la lucha.
Fuera de la competencia, sin embargo, él se comenzó a mostrar
cada vez más en las redes sociales. Con más de 30 mil seguidores en Tiktok y más de 10 mil en Instagram, Mateo sube recortes de sus peleas,
en donde muestra a un personaje que no deja entrever la realidad y la
humildad que tiene.
Las redes, como en tantos otros deportes, le dieron la visibilidad y
lo colocaron en el ojo de la tormenta. Sus gestos lo hicieron viralizarse en
más de una ocasión, contando con videos con más de 300.000 visitas.Los llamados haters le critican desde el estilo hasta a su forma de ganar o hacer gestos. Inclusive, en más de una ocasión ha salido al cruce contra
ellos: “¿Hiciste Taekwondo por 3 años? Yo toda una vida, tranquilo que sé lo que hago” respondió en su publicación a una persona que comentaba
haber hecho el arte marcial por un tiempo y que sentía que sus formas no
representaban a la misma.
Aunque le lluevan las críticas, los comentarios positivos también
existen, y abundan. Están aquellos que piden consejos, hay practicantes
que se reflejan en él e intentan imitarlo, y personas que aplauden la
osadía de Mateo. Las acusaciones lo hacen fuerte y las toma como un
combustible para seguir adelante. Se mantiene firme en su creencia de
que está haciendo las cosas como corresponden.
La ATU (Asociación Taekwondo Unificado), y sus directivos, sin
embargo, respaldan el controversial accionar de Mateo al saber que él es
una persona respetuosa y que lo que sube representa lo que hace como
competidor, pero no como persona: “No significa que sea un egocéntrico, una mala persona o no cumpla con los valores que tiene el arte marcial”. Mariano Composto, quien él cataloga cómo su guía, lo acompañó en
numerosas ocasiones, particularmente en esta última etapa donde se lo
centró mucho por sus actuaciones: “Yo no te voy a quitar nada de lo que vos tenes, yo quiero acomodarte en lo que haces técnicamente y guiarte y educarte en los momentos en los que corresponda” cuenta refiriéndose
a un diálogo con Composto.
A pesar de haber sido bicampeón panamericano, bicampeón mundial individual, tricampeón del mundo con la selección y cinco veces campeón nacional, él no permite que esto se le suba a la cabeza. De
hecho, siempre la tiene en el próximo torneo. Ni bien terminó el mundial
de este año, disputado en Barcelona, España, fue consultado sobre las
sensaciones que tenía tras finalizar su pelea. La respuesta fue: “No hay dos sin tres, vamos por el próximo, no hay que aflojar”.
En sus redes sociales, tras el hito, comentó lo siguiente: “Muchos lo llaman suerte, casualidad o no ven el trasfondo de lo que esto implica, pero es constancia, disciplina y sacrificio”. Hace tan solo una semana que
volvió a la competencia tras la cita mundialista que se dió en España, en el Encuentro Deportivo Amistad, fiscalizado por la ATU, y se llevó el título de campeón absoluto del torneo. “Estoy muy feliz, muy contento por el momento, por haber venido, también trabajando como Umpire (árbitro) y aportandole un granito de arena a la escuela porque a mi ella me dio y me da un montón”.
Tres años pasaron desde la última pelea que perdió Freyre. Al ser
consultado sobre si este era el mejor momento de su carrera, cuenta que
prefiere no catalogarlo en momentos, que es muy difícil, pero que está
muy bien. Si tuviera que catalogarlo, dice que está entrenando mucho,
sintiéndose muy bien y disfrutando lo que está haciendo. “La palabra es esa: disfrute”.
Mateo Freyre pasó de ser un niño con problemas de conducta a un tricampeón del mundo. Aprendió a transformar cada golpe en esperanza,
cada crítica en un combustible y cada grito en una identidad que lo hace
distinto al resto. Aun así, con todos los lauros que lo respaldan desde lo
deportivo, él prefiere quedarse con la sensación de disfrute y felicidad que
le proporciona día a día el arte marcial que tanto ama.
Entre golpes, risas, gestos provocadores y la disciplina que lo
sostiene, Mateo sigue construyendo su legado: un legado de Taekwondo,
de constancia y de humanidad. Más allá del ruido, más allá de las
críticas, más allá de la fama, lo que permanece es su manera de pelear, y
no solo en el arte marcial, también ante la vida: con cabeza y corazón.
Comenzó a correr a los 15 años, en plena pandemia, cuando muchos considerarían que ya era tarde para llegar lejos. Pero Gino Trappa no tardó en demostrar lo contrario. Es un joven que encontró su pasión en las pistas de karting y, desde ese momento, fijó la vista en la cima del automovilismo.
“De chiquito probé distintos deportes y con la pandemia tuve que dejarlos. Como no estaba haciendo nada, y el automovilismo era uno de los pocos que se podían practicar, mi viejo nos propuso ir a un kartódromo con mis primos. Fuimos a ver qué onda, como un plan de fin de semana… y no salimos más”, recuerda el muchacho de 17 años cuya actual pasión por los deportes de automotor la heredó de su padre, aunque a este último le atrae más el despliegue nacional.
Evidentemente, del lado paterno, la decisión de dedicar su vida a las carreras se la tomaron bien, mientras que la principal preocupación era su madre. Sorprendentemente, lo apoyó desde el minuto uno. “Mi vieja al principio no entendía mucho, pero le gustaba la idea de hacer algún deporte de manera profesional. Creo que es algo lindo para cualquier persona, porque necesitas mucha dedicación y disciplina. Ahora la tiene muy clara porque me viene ayudando con todo y se fue informando”, destaca Trappa sobre cómo su madre se adaptó al mundo automovilístico, y lo necesario que es tener un padre acompañándolo.
En una disciplina en la que la mayor parte del tiempo se está solo, Gino inició a la par de sus primos. Al principio, la situación era compleja: la falta de conocimiento y experiencia los posicionaba dentro de los últimos. “Teníamos que trabajar el doble que los demás”, explica mientras rememora aquellas épocas en las que solían correr juntos. A pesar de las dificultades como el tener que hacer el doble de esfuerzo, pero también conllevaba el doble de pasión, la convivencia entre los tres ayudó a que se potenciaran entre sí, y a no “quemarse la cabeza”.
Para lo joven que es, Gino, cuenta con una mentalidad muy avanzada. Su madurez se refleja en cada decisión que toma dentro y fuera de la pista. No obstante, sigue siendo un adolescente, dentro de un mundo para el que nadie lo preparó, pero al cual se adaptó fluidamente. “Por suerte, yo ya sabía lo que quería hacer, sabía que por distintas cuestiones no me iban a acompañar mis primos y lo tomé bastante bien, porque para ese momento ya éramos bastante profesionales y no dependíamos tanto del otro”, cuenta el reciente campeón de la F4 Checa sobre haber tomado la decisión de subir de categoría y dejar a su familia atrás.
Antes de instalarse en España, el piloto argentino encontró en Brasil un punto medio clave en su carrera. “Fue el escalón intermedio, no solo en lo conductivo, sino que también en lo personal”, afirma. Competir allí los fines de semana en 2024 le proporcionó claridad: era muy pequeño para dar el salto a Europa. Sirvió como un período de transición a la nueva etapa en la que se encuentra, ya que tuvo que adaptarse al colegio online, además de un nuevo modelo de auto. Una vez que saltó, se encontró con un nuevo universo, uno en el que la soledad llena cada esquina y el crecimiento llega de golpe. Sin embargo, es un sacrificio que estaba dispuesto a hacer.
Nuevamente, la madurez tomando la delantera, mientras deja atrás al niño que alguna vez fue. Entre valijas y aeropuertos, despedidas y abrazos, la joven promesa era consciente de las dificultades que lo esperaban del otro lado del océano. No obstante, su mente ya estaba preparada para los eventuales fines de semana en los que los resultados no eran los esperados. Afortunadamente, cuenta con amigos que lo “distraen un poco” durante los viajes de vuelta, ya sea en tren, avión o auto.
“El automovilismo es un deporte muy duro, lo ves todos los fines de semana en cualquier categoría, dos décimas es todo y al final es casi imperceptible para nuestra cabeza. La parte mental juega mucho, tiene un papel muy grande, algunas veces podes estar bajón y andar rápido igual, pero para alcanzar ese punto óptimo, como si fuese tu performance, tenes que estar bien de acá arriba”, explica el oriundo de San Isidro, cuyo trabajo psicológico es de mérito propio.
Vivir solo en otro país implica desafíos que van más allá de la pista. Aprender a cocinar, lavar la ropa, o simplemente organizar una rutina diaria son parte del proceso, pero lo más difícil, según Gino, es la soledad. “No sé si se puede contar como dificultad o no, pero cuando tenes un fin de semana libre y no lo podes pasar con tus amigos es algo duro, porque no podes aprovechar tu tiempo libre tanto como deseas”, admite. Sabe que está dejando atrás experiencias típicas de la adolescencia, como el viaje de egresados, pero no duda en que “lo último es poner la cabeza en el automovilismo y hacer valer el sacrificio y mirar atrás y poder decir ‘valió la pena, me perdí esto, pero no me arrepiento de todo lo que hice para poder conseguirlo’”.
Más allá de lo sinuoso del camino, Gino trata de no ponerse sentimental y perder tiempo en eso. La concentración es lo más importante, así como hacer valer cada centavo que sus padres invierten en su sueño de llegar a la escalera de la Fórmula 1, específicamente la F3, y poder vivir de lo que más ama. Aunque, sí la oportunidad de competir en La Máxima se le presenta, no dudaría ni por un segundo en aceptar la oferta.
“Compartir pista con un argentino como Franco sería una locura. También con los grandes: Leclerc, Verstappen, Norris. Compartir pista con los mejores de la categoría sería extraordinario”, confiesa entusiasmado sobre el porvenir y agrega que le gustaría competir contra el piloto brasileño Gabriel Bortoleto, que se sumó a la parrilla de la F1 en 2025.
Paso a paso, pero siempre con la mirada en lo que está por venir, Gino Trappa no desperdicia ni una milésima para lograr una vida llena de autódromos y fin de semanas con más victorias que derrotas. Es consciente de los sacrificios y los hizo, hace y hará valer hasta que cumpla su objetivo. Desde la línea de salida puede ver a la distancia que un futuro brillante le espera.
Hay dirigentes que quedan en la historia por sus títulos, otros por sus escándalos. Andrés Ducatenzeiler quedó en una zona ambigua: fue el presidente más joven en la historia de Independiente —asumió en 2002, con apenas 32 años— y se fue por la puerta chica, en medio de acusaciones de mala administración, peleas internas y una soledad política que él mismo alimentó. Su breve paso por Avellaneda dejó una frase de culto: “Prefiero ver a Independiente en la B antes de privatizarlo”. Se lo dijo en 2002 a Página12, plantándole cara a Mauricio Macri, que por entonces ya mostraba su plan de transformar a Boca en un modelo de gestión empresarial.
Ducatenzeiler se construyó como antagonista. Su relato siempre se centró en esa resistencia heroica contra la privatización de los clubes sociales. “Macri me dijo que no tenía futuro si no entregaba Independiente a un gerenciamiento. Yo le respondí que jamás”, insistió años después en Infobae. Su cruzada anti-SAD lo enfrentó no solo con Macri, sino también con Julio Grondona, el patrón de la AFA. Pero la realidad le pasó por arriba: su club estaba devastado económicamente, con un pasivo que, según la auditoría de la Comisión Directiva posterior, rozaba los 25 millones de dólares. No supo o no pudo frenarlo.
“Era muy joven, sin estructura y rodeado de pícaros”, lo describió Fernando Niembro en La Nación. El periodista deportivo, crítico de sus manejos, resumió su problema: “Quiso dar una pelea ideológica sin tener espalda política ni controles internos. Y en Independiente, si sos un dirigente débil, te devoran”.
El episodio que lo marcó para siempre fue el escándalo de las barras. “Yo fui parte de la barra, eso lo sabe todo el mundo. La Guardia Imperial me bancaba, pero después me soltaron”, dijo él mismo en 2019 en su canal de YouTube. Esa relación carnal con la tribuna terminó volviéndose en su contra: durante su gestión se multiplicaron las denuncias de reventa de entradas y aprietes a jugadores. El ex jugador Daniel Garnero, en Clarín, contó que “era muy difícil jugar sabiendo que la barra tenía línea directa con la dirigencia. Siempre se decía que les daban plata, entradas, viajes”.
Ducatenzeiler se defiende diciendo que heredó un club fundido y traicionado por los mismos que se sentaban a su lado. “Los dirigentes de la vieja guardia me dejaron solo cuando les toqué sus negocios”, dijo en una entrevista con Alejandro Fantino para Animales Sueltos. Pero el saldo final es inapelable: durante su mandato, Independiente vendió a Andrés Guglielminpietro, Lucas Pusineri y otros referentes por montos que jamás cerraron del todo en los balances. Y cuando se fue en 2005, el club estaba igual o peor que antes.
“Lo que más le critico es la falta de transparencia”, declaró Rubén Vázquez, ex secretario general del club, en una nota de Olé. “Nos decía que enfrentaba a los poderosos, pero internamente no rendía cuentas de nada. Y la barra se le fue de las manos”.
Incluso algunos hinchas que rescatan su resistencia contra Macri admiten que su discurso épico era una forma de tapar carencias de gestión. “Nunca supe si era Robin Hood o un gran improvisado”, dijo Ricardo Bochini en una entrevista con Radio La Red. El Bocha, leyenda viva del club, fue de los pocos ídolos que lo defendieron en público: “Me acuerdo que no vendió el predio de Villa Domínico como querían otros. Eso se lo reconozco”.
Hoy, casi veinte años después de aquel mandato convulsionado, Ducatenzeiler es una figura periférica que encontró en los streams y en las redes un nuevo escenario. Allí dispara contra Grondona, Macri y cualquier dirigente que considere parte de “la mafia del fútbol argentino”, como repite en cada transmisión de su canal. En Perros de la Calle (Urbana Play), recordó: “Me equivoqué en confiar en todos. Hoy no confío en nadie. Me fui con una mano atrás y otra adelante, pero sin haber privatizado a Independiente”.
No hay épica que oculte su final político. Fue expulsado de la Comisión Directiva y procesado por administración fraudulenta, aunque luego la causa quedó archivada por falta de pruebas sólidas. Para muchos, un símbolo de cómo la buena voluntad puede hundirse sin controles ni alianzas firmes. Para otros, un mártir de un ideal que nadie más se animó a sostener.
En la historia de Independiente, Andrés Ducatenzeiler sigue siendo una pregunta incómoda: ¿qué hubiera pasado si no se creía inmune al fuego amigo? ¿Fue realmente un visionario adelantado a la resistencia contra las SAD o solo un dirigente sin cintura para jugar en las grandes ligas? Lo cierto es que cada tanto reaparece en Twitch, como un fantasma del pasado, para recordarles a todos que la pelea contra la privatización, ganada o perdida, aún no terminó.
Justin Gatlin es un corredor de la vida. Corrió para huir de los estigmas, para que lo vieran y para que lo perdonaran. Corrió cuando lo querían y lo aplaudían y corrió cuando lo silbaban y no querían saber más nada de él. Y, como si fuera poco, corrió más rápido que casi todos los humanos que alguna vez pisaron su Estados Unidos natal y la Tierra.
“No tenía préstamos estudiantiles… así que corrí tan fuerte y rápido como pude para asegurarme una beca completa”
Gatlin nació en 1982 en Brooklyn, y aterrizó en la Universidad de Tennessee en el otoño del 2000 sin becas prometidas. El objetivo estaba claro: el atletismo iba a ser la salida. Dicho y hecho, ganó seis títulos consecutivos de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA) y así fue como comenzó a hacerse de un nombre propio.
“De hecho, fijo mis metas con uno o dos años de anticipación”
Se obsesionó con el proceso. En 2003, pudo romper la barrera de los 10 segundos por primera vez en su carrera y decidió saltarse la temporada bajo techo del año siguiente para enfocarse en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Los resultados llegaron: con solo 22 años, se colgó la medalla de oro en los 100 metros. En 2005, fue campeón de los 100 en el Mundial de Helsinki. En 2006, igualó el récord del mundo con 9,77 segundos. Todo parecía ir acorde a lo planeado.
“No sabés lo que le está pasando a tu cuerpo… no sabés qué te están aplicando en el cuerpo”
El 22 de agosto de 2006, Gatlin fue suspendido por dopaje con ocho años de inhabilitación por parte de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos por haber dado positivo por testosterona. El chico bueno de la pista pasaba a ser el villano. En silencio y lejos del foco, logró que fuera reducida a solo cuatro años por colaborar con la justicia proporcionando información que pudiera ayudar en la lucha contra el dopaje. Sin embargo, el costo fue demasiado alto: le tuvo que decir adiós al récord mundial que había obtenido y tuvo que ponerse a reconstruir su imagen pública.
“Podés demostrarlo mejor de lo que podés explicarlo”
No habló, pero volvió mejor que nunca. De cara a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ganó las clasificatorias de su país con la mejor marca de su vida. Cuando arribó a las Islas en agosto, se llevó el bronce, incluso mejorando el tiempo que había logrado meses atrás. También ganó la plata en los relevos 4×100 con récord nacional. Mas no alcanzaba, no llegaba primero. El tenía nombre y apellido: Usain Bolt. Mientras Gatlin esperaba en las sombras, Jamaica había dado a luz al nuevo rey de la pista.
En 2013, a los 31 años, corrió en la final del Mundial de Moscú 2013. ¿El resultado? Segundo lugar, detrás de Bolt. En 2015, volvió a mejorar su personal best, bajando a 9,74 segundos, pero cuando llegó a la final del Campeonato del Mundo, volvió a caer ante El Rey de la pista. Los Juegos de Río 2016 estaban entre ceja y ceja. Sin embargo, cuando ambos se midieron en la carrera “por los puntos”, el hombre de Sherwood Content volvió a arrebatarle la presea dorada. Simplemente no podía ganarle.
“Hermano, ¿cuándo vas a venir al programa?”
El muchacho de Brooklyn se había convertido en el antagonista de la era de Lightning Bolt. Jamaica contra Estados Unidos. Carisma contra silencio. En 2017, con 35 años, el estadio entero lo abucheó en el Mundial de Londres. Era la última de Usain. Silencioso, cruzó la meta primero. Lo derrotó. Pero no gritó ni lo provocó, ni a él ni a la gente. Solo inclinó la cabeza en señal de respeto. En el fondo, los grandes se reconocen entre ellos. Años más tarde, invitó a su podcast Ready, Set, Go al jamaiquino, donde dialogaron durante casi dos horas del atletismo y todas sus batallas.
“Se convirtió en una pasión, un impulso, una obsesión…”
Recuerda sobre su primer equipo olímpico. Y sí que fueron fuertes su pasión y su obsesión. Justin acabó participando no de uno ni dos Juegos, sino que de tres. Desde los 22 hasta los 34. En 2021, Gatlin intentó convertirse en el hombre de mayor edad en ganar una medalla en los 100 metros y podría hacer si se metía en Tokio 2021, a la edad de 39 años. Durante la final de los clasificatorios, sufrió una lesión en el tendón de la corva y cruzó la línea de meta cojeando en último lugar, poniendo fin a sus posibilidades.
“Deben estar atentos a las personas… que rodean a su hijo”
Escribió Del polvo a la gloria: la historia de Justin Gatlin, donde les habla a sus padres, tiene un podcast que sirve como plataforma para otros atletas y da charlas a lo largo y a lo ancho de su país para contarle su historia a los más jóvenes y hasta a empresarios del mundo corporativo. Una inspiración que trasciende campos.
En su despedida, el día en que cumplió 40, escribió le a la pista: “Mi vida cambió en el momento en que supe tu nombre. (…) Me has dado coraje, sabiduría, paz; y una forma de inspirar a otros a ser la mejor versión de sí mismos. La antorcha se pasa, pero el amor nunca se desvanecerá”.
Mateo Silvetti, delantero rosarino, compañero de Lionel Messi en el Inter Miami, marcó su tercer gol en el Mundial Sub-20, todos ingresando desde el banco de suplentes. El ex Newell’s entró a una racha goleadora a partir de la fase de eliminación, anotó ante
Nigeria en octavos, México en cuartos y el único gol de la semifinal ante Colombia para que
Argentina pase a la final luego de 18 años, la última en 2007.
“Newell’s termina siendo mi vida”
Nació el 14 de enero de 2006 en Funes, Santa Fe, y sus inicios deportivos no fueron con el fútbol sino el rugby, deporte heredado por su padre ex Puma. De a poco empezó a jugar al fútbol, y debido a un conflicto de horarios entre los dos tuvo que decidir: “Me incliné por la redonda”.
Su paso por las inferiores de Newell ‘s no fue fácil, por momentos no jugaba y el aspecto
físico también complicó su futuro: “Me había quedado de baja estatura. Tuve que corregir
muchas cosas, pero de eso se trata, de insistir”.
Es un delantero polifuncional, se puede ubicar por las bandas o como punta de área, y ya en la Sexta División se empezó a mostrar como una joya de la Lepra para el futuro. En 2023, todavía con la sexta división, ganó el Torneo Internacional Sub 17 ‘Canteras de América’, y con eso consiguió dos enormes saltos en su carrera: Subir a jugar con la reserva y su primera convocatoria con la selección sub-17. “El llamado a la selección no lo esperaba y siento que es un premio al esfuerzo. Tengo en claro que esa posibilidad se gana semana a semana entrenando acá en Newell’s”.
Con la Reserva, la Lepra llegó a la semifinal de la Copa Proyección y con eso se ganó la
convocatoria a la pretemporada con el plantel de Primera. Con Sebastián Méndez como
técnico, ‘Toto’ debutó ante Barracas Central y fue una de las primeras variantes durante el
ciclo de Méndez . Ya bajo las órdenes de Ricardo Lunari, tuvo su debut de titular y se retiró
ovacionado del Coloso en la victoria ante Tigre. “Los primeros partidos me sentí bien, siento que es un proceso, pero también entiendo que no hay mucho tiempo. El objetivo es
afianzarme en Primera, que todo vaya bien”.
En su paso por la primera de la Lepra, Silvetti jugó 37 partidos, marcó 6 goles y dio 2 asistencias. Un grupo de empresarios adquirió su pase por 4.2 millones de dólares y en agosto de 2025 arribó al Inter Miami.
En Miami junto a Messi
Ya en la MLS, Toto comparte vestuario con varias leyendas del fútbol mundial como Luis
Suárez, Sergio Busquets y principalmente Lionel Messi. “Tanto Leo como los demás
compañeros me hicieron sentir muy cómodo en el día a día”.
Mascherano, quien ya fue su técnico con la Sub-20, ayudó su llegada al club de Miami. “Un poco la idea de juego ya la entendía de antes”. Al poco tiempo tuvo su debut ante Seattle Sounders, donde ingresó por Tadeo Allende en la victoria de las Garzas 3-1. Por el momento suma 3 partidos oficiales en la MLS y aún no pudo marcar ningún gol. Se nota que su relación con el capitán argentino es muy buena, ya que le cedió la ejecución de un penal, que fue desviado, pero el gesto dejó clara la confianza que Messi tiene en él.
Chile 2025
En el Mundial Sub-20, Silvetti se encontró en el banco de suplentes, algo que no molestó al
rosarino. “A lo largo del torneo lo dije; Argentina es un país muy rico en jugadores. Los que
entran en el 11 y los que estamos afuera estamos en condiciones de ayudar”. Nuevamente se mostró instrumental para el conjunto de Diego Placente y metió el gol del pasaje a la final. Messi, nuevamente, apoyó a su compañero de equipo y le comentó en Instagram: “Felicitaciones Toto Silvetti por el gol”.
Sin duda que el peronismo, nacido el 17 de octubre de 1945, es uno de los fenómenos más populares de nuestro país y un actor determinante en la práctica del fútbol en Argentina. Desde el primer momento, Juan Domingo Perón entendió su popularidad y lo integró a su estrategia política, lo que generó una relación tan cercana del movimiento y sus seguidores para con el deporte.
Una clara representación de este fuerte vínculo de masas es la presencia de emblemas, canciones y banderas peronistas en las tribunas de una gran parte de los clubes argentinos.
En algunos equipos la conexión fue variando con las épocas y los momentos, con otros estuvo siempre, incluso en la actualidad, en la que la aparición de la simbología se mantiene viva en las tribunas.
El primero de los casos de la lista es el de Racing Club de Avellaneda, en el que su estadio lleva el nombre del General Perón. Fue inaugurado en 1950 luego de créditos otorgados por el gobierno, en particular a través del ministro de Hacienda Ramón Cereijo. En 2015 se colocó un banderín en el icónico mástil del estadio para homenajear a Eva Perón, quien es socia honoraria de la institución. La Academia también canta una canción con la melodía de la Marcha Peronista, un ícono fundamental para el movimiento:
“Esta es la número uno
Que te sigue a todas partes
Siempre con sus estandartes
Y un grito de corazón
Racing campeón, Racing campeón
En el este y el oeste
En el norte y en el sur
Brillará blanca y celeste
La academia Racing Club”
Boca Juniors, club del que era hincha Perón, también tiene un fuerte arraigo al movimiento Justicialista: La 12, el nombre que obtiene la hinchada del Xeneize, acostumbra a mostrar una bandera con la frase de “Boca y Perón, un solo corazón”, y otra con un número 12 pintado de azul y amarillo entre medio del escudo del club y otro del PJ.
Nueva Chicago también entra en la terna para el premio de los “Clubes más Peronistas”. El Torito de Mataderos posee una recordada historia envuelta en lealtad: el 24 de octubre de 1981, en plena dictadura cívico-militar, la policía arrestó a gran parte de los integrantes de la hinchada por entonar la Marcha durante un partido de la Primera B.
En Rosario, hay una hinchada que es bien peronista, y esa es la de Central.
Debajo de la tribuna popular donde se encuentran Los Guerreros, flamea una larga bandera desde hace ya varios años con la frase de “Central y Perón, un solo corazón”, y la cara de Juan Domingo a un costado.
Algo similar a lo que ocurre con La 12 en La Bombonera. El 24 de agosto del corriente año, en el clásico frente a Newells por la fecha 6 del Torneo Clausura, la gente del Canalla desplegó un trapo con el lema “Todos Unidos Triunfaremos”, una frase sacada de la letra del himno del movimiento al que Hugo del Carril le dio voz y muy usada para la militancia peronista.
El Club Atlético Chacarita Juniors es siempre reconocido como un club popular, un club del pueblo, identidad y valores que se vinculan plenamente con el movimiento peronista. Además, desde 1945 que el Funebrero se encuentra asentado en el partido bonaerense de San Martín, una zona ocupada históricamente por el sector obrero y un fuerte bastión del justicialismo. Quizás sea por eso que muchas de las banderas que vemos en la cancha de Chaca tengan el logo del PJ así como también las caras de sus más reconocidos líderes.
Como último equipo de esta lista aparece River Plate, y es que una de las más míticas y reconocidas banderas del peronismo en el fútbol argentino la tienen Los Borrachos del Tablón, el nombre que se le da a la hinchada del conjunto millonario. Este estandarte, el cual no se muestra hace ya varios años debido al derecho de admisión que los líderes de la agrupación poseen, tiene escrita la frase de “Leales a nuestras banderas”, y las caras de Perón y Evita, una de cada lado. Además, al igual que todas las hinchadas de esta lista, la del Millonario tiene símbolos justicialistas pegados en sus bombos, paraguas y redoblantes.
Aunque River sea el último enlistado, si se habla de peronismo e hinchadas es imposible dejar afuera a El Tula, considerado para algunos como el hincha argentino más famoso del mundo. Era dueño del primer bombo que asistió a un Mundial de fútbol en Alemania 1974. En él tenía dibujado a Perón, Evita, el Papa Francisco, el escudo de Rosario Central y demás símbolos nacionales. En 2023, fue quien subió al escenario para recibir el premio que The Best le entregó a la Argentina como mejor hinchada del mundo, un momento que quedó escrito para siempre en la historia del deporte.
El Tula falleció el 7 de enero del año pasado, pero seguirá siendo la clara muestra de que entender al movimiento peronista como algo ajeno al fútbol y su gente resultará imposible en cualquier intento.
Lionel Messi alza el trofeo de campeón del mundo tras la victoria 4-2 ante Francia por penales en la final, el domingo 18 de diciembre de 2022, en Lusail, Qatar. (AP Foto/Martin Meissner)
Por Multimedia 2E TM
1- Equipos argentinos campeones de Libertadores
Por Lourdes Castaño
Argentina es el país que más títulos de la Copa Libertadores posee con 25. En la última década, cuatro clubes lograron la gloria eterna; Boca, Estudiantes, San Lorenzo y River ampliaron su palmarés.
Situarnos en los principios de los 2000 es hablar de los prestigiosos años de Boca. En un lapso de siete años ganó cuatro campeonatos. Las finales ganadas contra Palmeiras en 2000, frente a Cruz Azul al año siguiente, ante Santos en 2003 y contra Gremio en 2007 lo situaron como el segundo máximo ganador.
Dos años después, Estudiantes logró su cuarta Libertadores frente a Cruzeiro y tras un empate 0-0 en el estadio UNO, el Pincha se hizo grande en Brasil y ganó 2-1.
En 2014, San Lorenzo consiguió su única Copa Continental. Derrotó en la final a Nacional de Paraguay con un resultado global de 2-1 y festejó en el Pedro Bidegain.
Sólo un año más tarde, River alcanzaría su tercera Copa frente a Tigres de México tras golear 3-0 en la vuelta en el Monumental. En 2018, en una final histórica que se tuvo que mudar a Europa, le ganó a su clásico rival, Boca. En la Bombonera fue 2-2 y en el Santiago Bernabéu 3-1 para el equipo de Marcelo Gallardo.
Luego de esto, los equipos brasileños arrasaron con las conquistas y los argentinos no lograron volver a levantar el trofeo más anhelado.
2- Boca vs Real Madrid
Por Adrián Schneir
Tras consagrarse campeón de la Copa Libertadores 2000 por penales frente a Palmeiras, Boca obtuvo su tercer título en este certamen y por ende se clasificó para jugar la final de la Copa Intercontinental frente al ganador de la Champions League 99/00, que fue Real Madrid. El encuentro se disputó el 28 de noviembre de ese año en Tokio, Japón, en el Estadio Nacional. El enfrentamiento comenzó muy intenso, ya que al minuto tres de partido el Xeneize marcó el primer gol: pase filtrado a Marcelo Delgado, centro al área y remate de zurda que Martín Palermo mandó al fondo de la red. Los hinchas de Boca no pudieron prácticamente procesarlo ya que tres minutos más tarde, a los seis, el conjunto argentino recuperó la posesión, Juan Román Riquelme agarró la pelota y metió un pase de 60 metros para que nuevamente Palermo corra, defina cruzado y la mande a guardar frente a un vencido Iker Casillas. Si bien los Merengues descontaron seis minutos más tarde mediante Roberto Carlos, Boca lo aguantó y obtuvo un título clave para la historia grande del club.
3- El mejor jugador de pádel de la historia argentina
Por Manuel Alfonso
Fernando Belasteguín es, sin discusión, el mejor jugador de pádel de la historia. Nacido en Pehuajó, Argentina, en 1979, “Bela” revolucionó el deporte con una carrera marcada por la constancia, la humildad y un dominio inigualable. Alcanzó el número uno del mundo en 2002 y mantuvo ese puesto durante 16 años consecutivos, un récord absoluto en el pádel profesional. A lo largo de su trayectoria, conquistó más de 230 títulos, entre ellos más de 120 torneos del World Padel Tour y numerosos campeonatos internacionales. Su sociedad con Juan Martín Díaz primero, y luego con Pablo Lima, marcó una era de supremacía total. Más allá de los logros deportivos, Belasteguín es símbolo de profesionalismo y ejemplo de longevidad: siguió compitiendo al máximo nivel más allá de los 40 años, demostrando que la mentalidad y la disciplina pueden desafiar al tiempo. En la historia del pádel, su nombre es sinónimo de leyenda, y por qué no de maestro, debido a que fue pareja de Arturo Coello y Agustín Tapia, ambos número uno del mundo en la actualidad.
4- Las Leonas campeonas del mundo
Por Camila Martinez
El 8 de diciembre de 2002 quedó grabado en la historia del hockey sobre césped argentino. En la ciudad de Perth, Australia, las Leonas conquistaron su primer título mundial tras vencer a Holanda en una final agónica e inolvidable. El encuentro terminó 1 a 1 y se definió en una apasionante tanda de penales, con ocho ejecuciones por lado.
Mariela Antoniska, imbatible bajo los tres palos, fue una de las grandes figuras de aquella jornada en la que la Copa del Mundo finalmente se tiñó de celeste y blanco.
Ocho años después, el 11 de septiembre de 2010, la ciudad de Rosario vivió una verdadera fiesta. El equipo dirigido por Carlos “Chapa” Retegui consiguió su segundo título mundial, nuevamente frente a Holanda, al imponerse por 3 a 1. Fue un campeonato especial, celebrado en la ciudad de Luciana Aymar, quien fue elegida en ocho ocasiones como la mejor jugadora del mundo y es la única mujer argentina con cuatro medallas olímpicas.
Solo cuatro jugadoras formaron parte de ambos campeonatos del mundo, Perth 2002 y Rosario 2010: Luciana Aymar, Soledad García, Mariné Russo y Claudia Burkart, verdaderas leyendas que marcaron un antes y un después en la historia del hockey argentino.
5- Los anillos de Ginóbili
Por Manuel Martinez Cataldo
El 15 de junio de 2014, Emanuel Ginóbili ganó su cuarto y último anillo de campeón de la NBA con los San Antonio Spurs, luego de derrotar en cinco partidos al Miami Heat de LeBron James. Este título en particular tiene un gusto especial para Manu; el año anterior habían perdido increíblemente en la misma instancia y ante el mismo rival, lo que motivó a los de Texas a dar todo la temporada siguiente y despedir la dinastía con un quinto campeonato (el primero, en 1999, fue antes de la llegada del argentino).
De los cuatro anillos de Ginóbili, puede que el último sea el más significativo, pero el segundo, ganado en 2005, fue en el que mostró su mejor versión. Luego de ser clave en los playoffs, el oriundo de Bahía Blanca jugó un rol vital en las finales ante los Detroit Pistons, siendo eficiente con sus tiros y cargándose el equipo al hombro en los momentos decisivos. Tal es así que salió segundo en la votación al MVP de la serie tras sus 23 puntos en el séptimo juego, el cual los Spurs ganaron 81-74.
Además de los años ya mencionados, Manu fue campeón en 2003 (primer argentino en lograrlo) y 2007 con San Antonio, y es uno de los dos basquetbolistas en ganar una medalla dorada olímpica, un título de Euroliga y un anillo de la NBA.
(AFP)
6- La final argentina de Roland Garros 2004
Por Bautista Ramirez
El 6 de junio de 2004 se ganó el derecho a tener un puesto sobresaliente en la historia del deporte argentino. Por primera vez en la historia, dos tenistas argentinos se enfrentaban en una final de Grand Slam. Guillermo Coria, número 3 del mundo y máximo favorito para llevarse el cotejo, y por su parte, Gastón Gaudio, número 44 en el ranking ATP.
Ante un Philippe Chatrier sold out y repleto de ese glamour tan característico de París, El Mago se lucía ante un Gaudio impreciso. Tal es así, que se llevó los primeros dos parciales por 6-0 y 6-3. La final parecía no tener sorpresas y que se inclinaría a favor del santafesino.
Pero el partido daría un giro de 360º cuando El Gato empezó a dominar ese revés a una mano que lo había llevado hasta ese partido final, y se adueñó del tercer set por 6-4. Ante la levantada del oriundo de Temperley, aparecieron problemas físicos para Coria y decidió ceder el cuarto (6-1) para jugársela en el último.
Ese partido opaco había quedado en el olvido y teníamos un final apasionante. En el quinto parcial, el Nº44 hasta ese entonces, levantaría dos puntos de partido y ganaría el último 8-6 para entrar en la historia grande del tenis.
7- La Generación Dorada en Atenas 2004
Por Santiago Llorente
El 28 de agosto de 2004, la selección nacional de básquetbol se consagró campeona en los Juegos Olímpicos tras vencer a Italia por 84 a 69. Esto fue un antes y un después en el deporte argentino. Muchos de los jugadores que formaron parte del Team, habían obtenido el subcampeonato en el Mundial de Indianápolis 2002
Comenzaron con una victoria ante Serbia y Montenegro, perdieron frente a España e Italia y se recuperaron frente China y Nueva Zelanda y accedieron a cuartos de final. Allí se enfrentaron a Grecia, a quienes vencieron por 5 puntos. En semis llegaría la hazaña más grande de la historia del básquet argentino: enfrentaban al Dream Team de Estados Unidos, los monarcas de los Juegos Olímpicos en este deporte. Sin embargo, los dirigidos por Rubén Magnano lograron lo que parecía imposible tras ganar por 8 puntos. Formaron parte del equipo nombres como Manu Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Alejandro Monteccia, entre otros. Estos cinco fueron los que más puntos aportaron al equipo, un promedio superior a 6,6 por partido.
8- Los oros olímpicos en fútbol
Por Joaquín Delaloye Castro
El 28 de agosto del 2004, en Atenas, la selección sub 23 de Argentina ganaría su primer oro en esta disciplina tras vencer a Paraguay por 1 a 0, con gol de Carlos Tevez. A su vez, ganó todos sus partidos consagrándose campeón invicto, en fase de grupos consiguió puntaje perfecto, venciendo a Túnez (2-0), Serbia y Montenegro (6-0) y Australia (1-0), mientras que en instancia eliminatoria derrotó a Costa Rica (4-0) en cuartos de final y a Italia (3-0) en semifinales. En aquel equipo dirigido por Marcelo Bielsa había grandes jugadores como: Javier Saviola, Javier Mascherano, Andrés D’ Alessandro y Gabriel Heinze, entre otros.
Para Pekín 2008, Argentina conseguiría por segunda vez consecutiva la medalla dorada tras vencer a Nigeria por 1 a 0, con aquel mítico gol de Ángel Di María. Juan Román Riquelme se encargaría de ser el líder en ese equipo, en lo que sería uno de sus últimos torneos con la camiseta albiceleste. Sin embargo, el resto del equipo no se quedaba atrás con jugadores que luego se convertirían en subcampeones del mundo en 2014 como Sergio Romero, Pablo Zabaleta, Ezequiel Garay, Javier Mascherano, Fernando Gago, Ángel Di María, Lionel Messi, Ezequiel Lavezzi y Sergio Agüero.
9- La medalla de bronce de Los Pumas
Por Mateo Lopardo
Hace 18 años, Los Pumas obtuvieron la prestigiosa medalla de bronce del Mundial 2007 en Francia, donde marcó un antes y un después en el rugby argentino. Este certamen fue disputado por 20 naciones y Argentina se posicionó en el podio e hizo historia, firmando hasta el momento su mejor producción histórica en un torneo internacional del deporte ovalado.
Esta hazaña que logró el seleccionado argentino con constancia y disciplina fue un festejo que para ellos fue como consagrarse y levantar la copa. Las piezas claves que hicieron diferencia en los diferentes cotejos, fueron: Agustín Pichot, los hermanos Felipe y Manuel Contepomi, Patricio Albacete y Juan Martin Hernández. Un momento destacado fue la semifinal perdida ante Sudáfrica, el campeón de la competición, que derrotó al conjunto Marcelo Loffreda por 37-13. Pero ahora sí, el equipo retomó y se recuperó de esa derrota con un bronce histórico frente a Francia 34-10, en el que Felipe Contepomi marcó 19 puntos.
10- Del Potro campeón del Us Open
Por Tomás Calegari
Juan Martín Del Potro se consagró campeón del US Open en 2009 ante el suizo Roger Federer, quien iba a disputar su sexta final en Nueva York de manera consecutiva, por 3-6, 7-6 (5), 4-6, 7-6 (4) y 6-2. El argentino llegaba al torneo como Nº6 del mundo, con 20 años y perdió apenas cuatro sets en todo el cuadro.
La Torre de Tandil venció en semifinales al español Rafael Nadal, Nº3 del ranking ATP en ese momento, por triple 6-2 y se trató de la única vez en la que todos los integrantes del denominado “Big 3” llegaron a esta instancia y ninguno terminó con el trofeo en sus manos. Los últimos 21 Grand Slams en singles previos al de Estados Unidos habían sido ganados por europeos, mientras que los 63 posteriores también, por lo que Delpo se sostiene como el único campeón no nacido en el Viejo Continente de las últimas 85 ediciones.
Esta conquista fue la más importante de la carrera del tandilense, que lo consolidó como uno de los cuatro argentinos campeones de un Grand Slam, junto a Guillermo Vilas, Gabriela Sabatini, ambos en el US Open, y Gastón Gaudio, en Roland Garros.
11- Los 8 Balones de Oro de Messi
Por Gerónimo Bourquin
Ocho veces el mundo se rindió ante los pies de Lionel Andrés Messi. Ocho consagraciones que retratan perfectamente la carrera del mejor futbolista de la historia. Desde su primer galardón en 2009, cuando con apenas 22 años fue la estrella de un Barcelona campeón de todo, hasta el último en 2023 tras ser campeón del mundo con la Selección Argentina, cada trofeo narra una versión distinta de Messi. En 2010, 2011 y 2012 dominó el fútbol con cifras increíbles, rompiendo récords estadísticos en cada temporada. En 2015 volvió a coronarse, demostrando un estilo de juego más asociativo junto a Luis Suárez y Neymar Junior. Ya en 2019, consolidado como una leyenda, fue premiado tras ponerse a un Barcelona débil futbolísticamente al hombro, jugando “solo” toda esa temporada. En 2021 lo obtuvo tras romper un maleficio que lo venía persiguiendo toda su carrera, ganó una Copa América siendo el mejor jugador de Argentina en la competición. Finalmente, en 2023, fue galardonado luego de conseguir un mundial con una actuación histórica, cumpliendo su sueño y acercándose al fin de su carrera de manera soñada.
12- El descenso de River
Por Juan Franco Gómez Sacks
El 26 de junio de 2011, River descendió por primera vez a la Primera B Nacional. Belgrano fue el encargado de empujar al abismo a una institución que pendía de un hilo desde varios años atrás producto de negligencias dirigenciales. Aquella tarde fría de Núñez, el equipo cordobés, pese a empezar perdiendo por un gol de Mariano Pavone, aguantó el resultado conseguido en Alberdi y esperó su momento para, a través del gol de Guillermo Farré, liquidar la promoción y desencadenar la guerra que se vivió en las tribunas e inmediaciones del estadio. De hecho, Sergio Pezzotta, el árbitro del partido, se vio obligado a finalizar el encuentro en tiempo de adición. Los hinchas piratas aguardaron hasta entrada la noche para poder abandonar su codo de la Centenario Alta. Tras campañas para el olvido, incorporaciones cuestionadas y gobiernos incapaces, José María Aguilar y Daniel Passarella fueron los principales apuntados de una tragedia difícil de olvidar para el millonario, un club acostumbrado a su gloria e ideología futbolística.
13- Maravilla Martínez vs Chávez Jr.
Por Eros Ghiglione
El 15 de septiembre de 2012, en el Thomas & Mack Center de Las Vegas, Sergio “Maravilla” Martínez y Julio César Chávez Jr., hijo de la leyenda mexicana, protagonizaron una de las peleas más recordadas de la última década. Martínez llegaba como uno de los mejores libra por libra, tras vencer a Kelly Pavlik, Paul Williams y Matthew Macklin. Chávez Jr., invicto y campeón mediano del CMB, había defendido exitosamente su título ante Marco Antonio Rubio y Andy Lee.
Desde el primer asalto, el argentino impuso su estilo: movilidad constante, velocidad y precisión. El oriundo de Sinaloa no encontraba respuestas ante el dominio de Maravilla, quien se quedó con claridad con once de los doce rounds. Pero en el último asalto, un derechazo del mexicano lo derribó, desatando el histórico “¡Salí de ahí, Maravilla!”, por parte del relator Walter Nelson.
Maravilla se levantó y resistió hasta el final, sellando una victoria por decisión unánime y arrebatándole el invicto a Chávez Jr. Aquella noche, el argentino escribió una página dorada en la historia del boxeo.
14- El descenso de Independiente
Por Luciano Mollo
El sábado 15 de junio de 2013 Independiente descendió por primera vez en su historia a la segunda categoría del fútbol argentino tras perder como local por 1 a 0 frente a San Lorenzo.
El descenso se produjo por el promedio obtenido tras varias malas campañas del Rojo. En el Torneo Apertura 2010 finalizó último con 14 puntos y solo 2 victorias en 19 fechas. En 2011 el equipo cambió la cara y finalizó sexto en el Clausura y octavo en el Apertura, sumando 56 puntos en total.
Para 2012 se produjo un cambio político rotundo en la institución tras la victoria de Javier Cantero en las elecciones presidenciales, que decidió eliminar a la barra brava del club. En el Clausura, el Rojo terminó 16° con 20 puntos, y el descenso se hizo muy presente luego de que en el Apertura empeore su rendimiento y termine 18° con 17 unidades.
El descenso se consumó en el Torneo Final 2013, en el que Independiente terminó en la posición 12 con 24 puntos. En este lapso de 3 años, sin contar interinatos, el equipo tuvo 6 directores técnicos diferentes.
15- Las finales perdidas de la Selección
Por Santiago Llorente
La Selección Argentina esperó 28 años para volver a ser campeona: tras la última Copa América lograda en 1993 por el equipo de Alfio Basile, llegaron los títulos en Qatar 2022 y el bicampeonato de América. Pero antes hubo tres finales perdidas.
La primera fue en Brasil 2014, con un equipo de Sabella que, sin grandes figuras además de Lionel Messi pero con enorme entrega, ganó todos sus partidos salvo la semifinal ante Países Bajos, definida por penales. En la final ante Alemania, un duelo polémico —por el penal no cobrado a Higuaín y la patada a Mascherano— se resolvió 1-0 en la prórroga con gol de Götze.
Las otras dos caídas fueron ante Chile, en las Copas América 2015 y Centenario 2016, ambas por penales tras 120 minutos intensos y oportunidades claras, como la de Higuaín. Al igual que en el Mundial, los equipos dirigidos por Gerardo Martino lograron llegar a esa instancia sin perder. Tras esa tercera derrota, Messi anunció que no volvería a la Selección, ¿Qué hubiera pasado si mantenía esa decisión?
16- Fallecimiento de Julio Grondona
Por Luciano Mollo
Julio Grondona comenzó su carrera dirigencial en 1957, cuando fundó el club Arsenal de Sarandí. Se desempeñó como presidente de la institución hasta 1976, cuando asumió como máximo mandatario de Independiente de Avellaneda y se mantuvo en el cargo hasta 1979. En sus tres años en el club obtuvo la Copa Interamericana de 1976, el Torneo Nacional de 1977, en el que venció a Talleres de Córdoba con ocho jugadores, y el Nacional de 1978, en el que derrotó a River.
El 6 de abril de 1979 se convirtió en presidente de la Asociación del fútbol Argentino (AFA) hasta la fecha de su muerte, el 30 de julio de 2014. Es quien más tiempo ocupó el cargo, con 35 años ininterrumpidos. Bajo su mandato, Argentina fue campeón del mundo en 1986, ganó dos medallas de oro en Atenas 2004 y Pekín 2008, las Copas Américas de 1991 y 1993, la Copa Confederaciones de 1992 y 6 mundiales juveniles Sub 20.
Además, desde 1988 fue vicepresidente primero de la FIFA. Ocupó la presidencia de la Comisión de finanzas y el Consejo de mercadotecnia y televisación de la entidad.
17- La medalla de oro de la Peque Pareto
Por Faustino Sedano
El 6 de agosto de 2016, Paula “Peque” Pareto se quedaba con la medalla dorada en la categoría hasta 48 kilos de judo en los Juegos de Río tras vencer a la surcoreana Bokyeong Jeong en la final y se convertía en la primera mujer argentina en obtener una medalla de oro olímpica, un logro que desconocía y del cual se enteró cuando un periodista se lo comentó en zona mixta. Antes, había derrotado a la rusa Irina Dolgova en octavos de final, a la húngara Eva Csernoviczk en cuartos y a la japonesa Ami Kondo en semifinales. Sus antecedentes olímpicos eran un tercer lugar en Pekín 2008 y una quinta posición en Londres 2012 (perdió el combate para subirse al podio). Sin dudas, la presea dorada fue la gran recompensa y consagración como emblema para una deportista que, mientras competía y triunfaba en el más alto nivel, estudiaba y dos años antes se había recibido médica especializada en traumatología. Un gran ejemplo de esfuerzo y perseverancia.
18- La medalla dorada de Los Leones en Río 2016
Por Federico Esteban Bontempi
El 18 de agosto de 2016, en el marco de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, Brasil, la Selección Argentina de hockey sobre césped lograría su primera, y hasta el momento, única medalla en su historia… pero con un condimento especial: sería dorada.
Los dirigidos por Carlos Retegui vencieron en la final a Bélgica por 4 a 2. Con goles de Pedro Ibarra, Ignacio Ortiz, Gonzalo Peillat y Agustín Mazzilli, sentenció el encuentro y logró aferrar la medalla al seleccionado albiceleste.
Con ese campeonato, Los Leones se consagraron punteros en el Ranking Mundial de la Federación Internacional de Hockey (FIH) gracias también a los importantes puntos conseguidos con el tercer puesto en la Copa Mundial de La Haya, Países Bajos, dos años antes.
Tras esa gran etapa en los circuitos mundiales, seguida de una medalla de plata en la Liga Mundial temporada 2016-17, el combinado nacional consiguió destacarse a nivel continental con dos oros (2019 y 2023) en los Juegos Panamericanos, en la Copa Panamericana tres campeonatos (2017, 2022 y 2025) y dos Juegos Suramericanos (2018 y 2022).
19- Argentina campeón del mundo en futsal
Por Mauricio Rojas Gil
La Selección Argentina de futsal se consagró por primera vez en su historia de la Copa Mundial el 1 de octubre de 2016 en Colombia y cortó la hegemonía de Brasil y España en esta competencia.
En octavos de final, Argentina venció a Ucrania con gol de Leandro Cuzzolino. En cuartos goleó 5 a 0 a Egipto. En semifinales eliminó 5 a 2 a Portugal para meterse en la gran definición. Los dirigidos por Diego Giustozzi se midieron en una final dramática ante Rusia, quienes dieron el primer golpe a falta de cuatro minutos y cuarenta segundos para finalizar el primer tiempo. Alamiro Vaporaki en la siguiente jugada convirtió el gol del empate. Antes del final de la primera mitad, Cuzzolino dio vuelta el partido. Alan Brandi y Constantino Vaporaki convirtieron los otros dos tantos para que Argentina gane por 5 a 4 la final del Mundial. Luego de ese momento, la Selección disputó todas las finales que siguieron, marcando un antes y un después en la historia del futsal argentino.
20- Argentina campeón de la Copa Davis
Por Manuel Martinez Cataldo
El 27 de noviembre de 2016, en Zagreb, Argentina rompió una racha negativa de cuatro finales perdidas y se consagró campeón de la Copa Davis por primera vez en su historia. El encargado de cerrar la serie fue Federico Delbonis, que tuvo la difícil tarea de jugar el quinto punto ante Ivo Karlovic, número 20 del mundo y especialista en canchas rápidas, superficie en la que se jugó aquella final. El azuleño derrotó al croata en sets corridos y le dio al seleccionado su primer título en la competencia.
Sin embargo, lo más recordado de esa serie es la labor de Juan Martín del Potro, quien se comprometió a la Davis tras años de ausencia para disputar los Juegos Olímpicos de Río 2016 y se mantuvo en el equipo una vez terminada la competencia. En semifinales derrotó a Andy Murray en un partidazo para que Argentina ganara el primer punto de la serie ante Gran Bretaña, y en la final le remontó dos sets a Marin Čilić en el cuarto duelo para forzar un quinto.
Tras derrotas en las finales de 1981, 2006, 2008 y 2011, el equipo argentino saldó en Croacia una deuda histórica con la competencia y logró su única Copa Davis hasta la fecha.
21- La final de Madrid
Por Valentino Paglia
Noviembre de 2018: Boca Juniors y River Plate, los dos clubes más populares del país, disputarían la final de la Copa Libertadores.
El 10 de noviembre se iba a jugar el partido de ida en La Bombonera, pero debido a cuestiones climáticas, se disputó al día siguiente, y dicho cotejo finalizó en empate 2-2. Los tantos de los dirigidos en aquel entonces por Guillermo Barros Schelotto fueron marcados por Ramón “Wanchope” Ábila y Darío Benedetto, mientras que los goles del Millonario fueron de Lucas Pratto y Carlos Izquierdoz en contra.
Trece días después se tendría que haber jugado el encuentro de vuelta en el Estadio Monumental, pero habría otra postergación, pero esta vez por un motivo que generó repudio en todo el país, en el que hinchas de River lanzaron piedras y gas pimienta al micro que transportaba a los futbolistas de Boca, generando daños físicos en ellos. Ante eso, la CONMEBOL decidió suspender el partido.
Pasados los días, la CONMEBOL tomó una decisión inédita: mudar la final de la Copa Libertadores 2018 a España, más precisamente al Estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Dicho duelo se jugaría el 9 de diciembre, y la Gloria Eterna la alcanzarían los Millonarios, tras ganar el encuentro por 3-1 con los goles de Lucas Pratto, Juan Fernando Quintero y Gonzalo “Pity” Martínez.
22- La primera victoria de Los Pumas ante los All Blacks
Por Manuel Martinez Cataldo
Argentina no llegaba al duelo ante los All Blacks en Parramatta como favorito, o menos que nunca; era el primer partido del año para Los Pumas luego de meses de inactividad causados por la pandemia, y enfrente estaba Nueva Zelanda, rival al que nunca habían vencido. No obstante, ese 14 de noviembre de 2020, la historia se torció para siempre.
El seleccionado dirigido por Mario Ledesma salió decidido desde el comienzo y capitalizó los errores de los maoríes para cerrar un primer tiempo brillante con parcial de 16-3 a favor. En el complemento, la arremetida de los All Blacks fue neutralizada por una inspirada defensa, que evitó las chances de una remontada y emocionó a un país entero. El penal de Nicolás Sánchez, autor de los 25 puntos de Los Pumas, faltando tres minutos, liquidó el encuentro en la madrugada argentina.
Fue 25-15 y triunfo histórico para el conjunto albiceleste, que inició una racha positiva: desde aquel partido, Los Pumas volvieron a ganarle a Nueva Zelanda en 2022, 2024 y 2025, esta última siendo la primera victoria en suelo argentino.
23- La muerte de Diego Maradona
Por Ramiro Sierra Lombardi
El 25 de noviembre de 2020 se despidió del mundo terrenal una de las personas que más representó a la bandera argentina frente al mundo. A sus 60 años recién cumplidos, Diego Armando Maradona falleció a causa de una insuficiencia cardíaca en su residencia del barrio de San Andrés, consecuente a una vida de adicciones.
Su muerte significó un antes y después para todos los argentinos. Su velorio se llevó a cabo en la Casa Rosada, el día después de su partida. Los restos fueron enterrados en el cementerio privado Jardín Bella Vista, junto con Don Diego y la Tota. En aquel entonces, Diego era el director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, aunque los partidos previo al hecho no había estado presente por notorios problemas de salud.
Maradona, quien es y será considerado por muchos como el mejor futbolista de la historia, dejó un vacío difícil de llenar, no solo en el deporte, sino también en el corazón de millones de personas que lo veneraban. Sin dudas, su historia trascendió el campo de juego. Con su partida, el fútbol no solo perdió a uno de sus grandes íconos, sino que el mundo entero se despidió de un ser humano complejo, brillante, y lleno de matices. Diego será recordado siempre como un eterno gigante del balompié, cuyas huellas jamás se borrarán.
24- Argentina campeón de la Copa América
Por Amparo Reynoso
La Copa América 2021 marcó un momento histórico para el fútbol argentino y, especialmente, para Lionel Messi. Disputada en Brasil en un contexto difícil por la pandemia, el torneo se convirtió en el escenario donde el capitán argentino consiguió su primer título con la selección mayor, un logro largamente esperado por él y por millones de hinchas.
Argentina mostró solidez y carácter durante todo el campeonato, con un Messi inspirado, líder dentro y fuera de la cancha, autor de goles y asistencias decisivas. El punto culminante llegó el 10 de julio en el mítico Maracaná, donde Argentina venció 1-0 a Brasil con gol de Ángel Di María. Aquella noche, Messi rompió años de frustraciones y críticas, levantando el trofeo que tantas veces se le había escapado.
Más que una victoria deportiva, fue una reivindicación emocional y simbólica: el mejor jugador del mundo alcanzaba, finalmente, la gloria con su país, algo que había soñado todo su vida y lo que le faltaba para consagrarse como el mejor de todos los tiempos.
Ese título no solo unió a una generación, sino que también selló el legado de Messi como leyenda absoluta del fútbol argentino y mundial.
25- La partida de Messi de Barcelona
Por Román López
La salida de Lionel Messi del FC Barcelona en agosto de 2021 marcó el final de una era inolvidable en el fútbol mundial. Tras más de 20 años en el club catalán, el argentino se convirtió en su máximo goleador histórico, con 672 goles en 778 partidos oficiales. Messi dejó la institución debido a problemas financieros y administrativos que impidieron su renovación de contrato. Aunque ambas partes deseaban continuar, las restricciones impuestas por La Liga y la crisis económica del club hicieron inviable su permanencia. El anuncio de su partida fue un golpe duro para los hinchas culés, que vieron partir a su ídolo entre lágrimas. Su emotiva despedida en conferencia de prensa reflejó el profundo vínculo que mantenía con el club y con la ciudad de Barcelona. Durante su paso por el Barça, Messi conquistó 35 títulos: 10 Ligas, 7 Copas del Rey, 8 Supercopas de España, 4 Champions League, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales de Clubes.
Luego continuó su carrera en el Paris Saint-Germain, aunque su legado en el Barça permanecerá imborrable. Más que un jugador, Messi fue el símbolo de una época dorada. Su talento, sus títulos y la conexión única con la afición marcaron un antes y un después en la historia del club y del fútbol mundial.
26- La medalla de bronce del vóleibol
Por Anna Safranchik
La historia se repite y aquella madrugada del 7 de agosto de 2021 el vóleibol argentino logró un milagro. Un bloqueo de Agustín Loser marcó el 15-13 en el marcador y con él, un momento para retratar. La selección consiguió la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio tras vencer 3-2 a Brasil, 33 años después de la primera y única presea argentina en esta disciplina.
Del otro lado de la red estaba el número 1 del ranking, último campeón olímpico y equipo que venía de ganar la última Liga de Naciones. Pero el seleccionado albiceleste había hecho un gran torneo, de menor a mayor. Perdió sus dos primeros partidos, pero remontó y se llevó victorias importantes como el 3-0 a Estados Unidos y el 3-2 frente a Italia en cuartos de final.
Una mezcla de experiencia y caras jóvenes formó al conjunto de Marcelo Mendez en una noche llena de coincidencias. Facundo Conte llevaba el 7 en la espalda, igual que su padre aquella noche en otra capital asiática, contra el mismo rival. Ese día fue el pico más alto del ciclo más exitoso de la selección argentina de vóleibol que marcó un antes y un después en este deporte.
27- Argentina campeón del mundo en Qatar
Por Joaquín Heredia Steimberg
El 18 de diciembre de 2022, la Selección Argentina conquistó el mundo en una final que quedará grabada para siempre. En el Estadio Lusail, ante Francia, el equipo de Lionel Scaloni coronó un camino de unión, sacrificio y talento que sació el hambre mundialista que veníamos pasando los argentinos hace 36 largos años. Con un Messi extraordinario en lo futbolístico, y más líder y guapo que nunca. Una nueva faceta más maradoneana que encantó a los argentinos. Tal es así, que marcó dos goles en la mejor final de la historia de los Mundiales, y un total de 7 goles y 3 asistencias en todo el torneo.
De todas maneras, no podríamos estar hablando de esto sin mencionar el plantel y el grupo que se armó de la mano de Scaloni, unos jóvenes que podían morir dentro de la cancha de ser necesario para traer la copa a suelo argentino, pero con “La vieja guardia” como Di María, Otamendi y el “10”. Qatar 2022 no solo significó el sueño cumplido de un país, sino también la reivindicación de su capitán. Messi alcanzó la cima que persiguió toda su vida, demostrando que la perseverancia siempre encuentra su recompensa y pudo llevar felicidad a un país golpeado.
28- Agustín Canapino en Indycar
Por Luciano Mollo
Agustín Canapino, piloto argentino identificado con Chevrolet, con la que fue campeón del Turismo Carretera en 4 ocasiones, se subió a un monoplaza de Indycar por primera vez en octubre de 2022. Realizó pruebas en el circuito estadounidense de Sebring, ubicado en Florida. Luego, giró en el autódromo de Buenos Aires a modo de exhibición durante la fecha que el TC disputó en el circuito porteño.
El debut del Titán en la divisional estadounidense se produjo en la temporada 2023, en la que disputó todas las carreras con un Dallara con motor Chevrolet del Juncos Hollinger Racing, propiedad del argentino Ricardo Juncos. El Titán completó todas las pruebas, siendo el 12° lugar su mejor ubicación, el cual repitió en tres ocasiones. Además, fue 26° en las 500 millas de Indianápolis, siendo el cuarto argentino en correr la tradicional carrera. Sumó 180 puntos y finalizó en la posición 21 del campeonato.
Para la temporada 2024, Canapino continuó con la misma estructura, y disputó 12 de las 18 competencias. En el Gran Premio de Thermal Club terminó 10°, alcanzando su mejor resultado en Indycar. Por otro lado, mejoró su marca anterior en las 500 millas de Indianápolis, en la que culminó 22°. A falta de 5 carreras para que finalice el campeonato, se confirmó su desvinculación del equipo. A pesar de su abrupta salida, Canapino confirmó que no fue por problemas presupuestarios, además que estaría dispuesto a volver a competir en la categoría.
29- La medalla dorada del Maligno Torres
Por Luciano Frecha
José Torres Gil, más conocido como “El Maligno”, escribió una de las páginas más importantes del deporte argentino en los Juegos Olímpicos de París 2024. Con una espectacular primera ronda que alcanzó una puntuación de 94,82, el cordobés se quedó con la medalla de oro en BMX freestyle, la primera para Argentina en la historia de la disciplina.
Nacido en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 28 de marzo de 1995, ”El Maligno” se mudó con su familia a Córdoba a los 11 años. Desde 2009 compite profesionalmente y se consolidó como uno de los máximos exponentes del BMX argentino. Consiguió una medalla en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Y por una lesión quedó fuera de Tokio 2020 (2021), pero esa frustración se convirtió en impulso.
El año 2023 fue su punto de inflexión: consiguió la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago, y ese resultado lo encaminó a París con la confianza intacta.
En la final olímpica, su actuación fue impecable y dejó al británico Kieran Reilly con la plata y, al local, Anthony JeanJean con el bronce. Pero ese día quedó grabado por el vuelo del “Maligno”, que convirtió su historia de perseverancia en un hito para el deporte argentino.
30- Franco Colapinto en la Fórmula 1
Por Matias Travaglini
Luego de 23 años sin pilotos argentinos en la Fórmula 1, exactamente desde el Gran Premio de San Marino de 2001, en el cual Gastón Mazzacane tuvo su última participación, el 1 de septiembre del 2024 se cortó con esta sequía. Franco Colapinto se subió al Williams para reemplazar al estadounidense Logan Sargeant en Monza, Italia y logró finalizar la carrera en la duodécima posición.
En su primera temporada dentro de la máxima categoría del automovilismo participó de las nueve carreras pactadas y consiguió cinco puntos, cuatro de ellos en el GP de Azerbaiyán en el que finalizó octavo y uno en Austin (10° lugar). Al finalizar el año fue contratado como piloto de reserva de la escudería francesa Alpine, y en Emilia Romagna, luego de las primeras seis fechas del 2025, suplantó al australiano Jack Doohan, quien no tenía el rendimiento esperado por el equipo. Finalmente Colapinto se mantuvo como titular y este fin de semana correrá en el GP de Estados Unidos, la cual será su 13° competencia del año.