sábado, diciembre 21, 2024
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Marcelo Gigante, director técnico de vóley: “Le di mucho menos a Boca de lo que Boca me dio a mí”

De Lucas Villanueva

Marcelo Gigante lleva años vinculado al vóley de Boca. Empezó en las inferiores del Xeneize en 1985 y, tras ganar experiencias en otros equipos de Italia, debutó en la primera de Boca en 1996, año en el que también asumió el desafío de dirigir a los juveniles. Desde 2003, está al frente del equipo mayor y su recorrido incluye también la selección de Colombia. Hoy, además, dedica su tiempo a dictar talleres intensivos, formar jugadores y técnicos y comparte su pasión por el deporte por todo el mundo. Historia y pasión. La palabra “Gigante” ya era sinónimo de Boca, y ahora, también lo es en el vóley.

Era el jueves 7 de septiembre a las 9:30 de la mañana y Gigante ya se encontraba en el Polideportivo Benito Quinquela Martín. Como el equipo de futsal entrenaba en el mismo espacio y había mucho ruido, decidió moverse a la oficina de la psicóloga en la pensión a escasos metros. En el camino, saludó a todos los trabajadores del club. Recordaba cada uno de sus nombres, como si fueran parte de su familia. Ya instalado en la oficina, sacó el mate, agarró una medialuna y comenzó a hablar de sus cursos de vóley, la filosofía de sus entrenamientos y, por supuesto, su amor por Boca.

-¿Cómo abordás el entrenamiento en tus talleres intensivos?

-La gente necesita verte entrenar y entrenar ellos también. Lo teórico tiene su lugar pero lo importante es lo práctico. Los libros de vóley no reflejan la realidad porque la técnica no es una, ni el golpeo, ni las situaciones a resolver. En un partido real pasan miles de cosas y no se puede aplicar siempre la misma técnica porque las jugadas no son iguales. Lo que buscamos es que sepan resolver situaciones, desde las más básicas hasta las más complejas, y eso se consigue cuando los entrenamientos no tienen un ‘guion’; en los míos doy libertad. Las resoluciones son en cuestión de segundos y en el vóley el que piensa pierde. La respuesta tiene que estar automatizada, y eso no depende del tiempo o la edad, sino del tipo de entrenamiento que hayas tenido.

-¿Considerás la salud mental de tus jugadores en tu enfoque de entrenamiento?

-Si, completamente. El jugador tiene una vida fuera de la cancha, no son robots. Juegan como viven, entonces hay que tener en cuenta los problemas externos. 

-En una entrevista hace tres años mencionaste que el partido que te marcó como jugador fue ante Ferro en 1996. Como director técnico, ¿hubo algún partido que te haya marcado?

-Lo que más me marcó fue llegar a la final en 2012, porque fue un proceso muy largo para llegar hasta ahí. Fueron tres años con el mismo grupo, y la mayoría de esos jugadores ya los había entrenado y dirigido desde la Sub 13. Los miraba y recordaba todo lo que habíamos recorrido juntos para llegar ahí. Ese año me dijeron que ya estaban cansados de quedar terceros que querían jugar una final. Entonces entrenamos todo diciembre. Capaz no servía de nada el esfuerzo, pero llegamos a la final. Después de ese logro, muchos se fueron a otros clubes.

-¿Fue difícil dejarlos ir?

-Prefiero desarrollar jugadores y que se vayan al exterior a no desarrollarlos y que se queden. Puedo ser exitoso si gano campeonatos, pero para trascender tenés que crear jugadores, formarlos. Si yo solo hubiera ganado campeonatos, no estaría dando cursos. 

¿Te quedó alguna anécdota con ese grupo?

-Me acuerdo una con Nicolás Bruno. Él tenía 17 años, no jugaba nunca en el torneo porque todavía era muy chico. Un día vino el de seguridad del polideportivo y me dijo que las cámaras lo tomaron trepando la reja para entrar. Entonces yo le pregunté por qué lo hizo y me dijo que cuando bajaba del colectivo, si hacía todo el camino para entrar por la puerta principal, no llegaba a horario para comenzar con el entrenamiento de pesas y que si saltaba las rejas se ahorraba un minuto. Desde ese momento dije: ‘este es el jugador que quiero para mi equipo’.

-¿De dónde nace tu amor por Boca?

Desde chico mi vieja me hizo de Boca. Después me llamaron para jugar y fui sin pensarlo, más allá de lo que podía ganar. En un momento River me ofreció 12 veces más de lo que ganaba en Boca y no acepté. Mi hermano se quería morir, porque en ese entonces ambos trabajábamos en un kiosko, pero no existía la posibilidad de que yo jugara ahí. 

¿Sos consciente de lo importante que sos para Boca? 

-Me lo dicen todos mis compañeros y amigos pero nunca me di cuenta. Y para mí no es así. Yo soy uno igual que cualquiera de los empleados. Saludo a todos, al que limpia, al que está en la oficina. Nunca me sentí distinto, ni más ni menos que nadie. Cada día tengo que renovar lo que vengo haciendo hace años. Ya pasaron 21 años como entrenador de Primera, pero cada día me levanto con la misma motivación de siempre. Estar acá fue una elección de vida, desde muy chico estoy e igualmente siempre pienso que estoy en deuda con el club, entonces tengo que todo el tiempo tratar de hacerlo mejor y dar lo mejor. Le di mucho menos a Boca de lo que Boca me dio a mí.

Darío Carpintero: “Todos te preparan para ser futbolista, pero nadie para el día de mañana”

Por Agustín Paratcha 

Histórico jugador del Ascenso argentino que aún, con 43 años, mantiene sus dos trabajos: Agremiados, espacio en defensa a los futbolistas, y la recolección de residuos. Generó tendencia en partidos por Copa Argentina: la patada que le dio al exjugador de Boca Cristian Erbes con la camiseta de Excursionistas, su salida peligrosa desde su propia área chica tras gambetear a dos jugadores de Sarmiento y las discusiones con Darío Cvitanich en el triunfo de Lamadrid ante Banfield por penales en la edición 2019. Se trata de Darío Carpintero, ídolo de Sacachispas, quien pasó por tres períodos. 

Un viernes cualquiera en Villa Soldati. El calor era descomunal. Darío Carpintero se sienta en una de las tribunas del estadio Roberto Larrosa, cancha de Sacachispas, para hablar sobre lo que le depara el futuro. Sabe que no es más futbolista tras retirarse este año con la camiseta de saca al salir en el minuto cuatro (en alusión a su número de camiseta) en un partido de la B Metropolitana ante Excursionistas. Recalca su amor por el club y despeja dudas sobre temas en debate: la importancia de los clubes de barrio y su rechazo al gerenciamiento.

-En una nota con Diario Olé, contaste que Sacachispas no es tu segunda casa, sino tu casa. ¿Seguís con tu afirmación?

-Sí, Sacachispas sigue siendo mi casa. Pasé mucho tiempo como futbolista en esta institución. Hoy me levanto y a veces me tomo unos mates o desayuno directo en el club Está al frente de mi casa. Además, cada vez que voy para el trabajo en la recolección, siempre paso al lado. 

-¿Pensabas entrar en la historia del club?

-No. El 7 de noviembre, presentaron el libro de Sacachispas en el club a las 7:30 de la tarde y no me esperaba estar nombrado. En lo personal, siento un orgullo enorme formar parte de la historia. Nombraron a jugadores de otras épocas y hasta al máximo goleador histórico Alejandro Ayala. 

-¿Qué sentiste al ver el mural que te hicieron con tu cara al lado de los dos escudos de Sacachispas?

-Mucha alegría porque nunca me lo esperaba. Recuerdo que me había ido a comer a la casa de Maximiliano Quinteros (hoy en Copiapó de Chile) con la familia. En la vuelta, de camino a casa por la madrugada, vi dos escudos pintados, pero me llamó la atención mi cara. Lo habían pintado cuatro amigos que se habían quedado durante la noche. El único mural que solo me imaginaba era el de Carlos Tevez en Fuerte Apache. 

¿Te gustaría ser director técnico o trabajar en la parte dirigencial de algún club del ascenso? ¿Ya hiciste algún curso?

-Hice el de técnico cuando aún era jugador, el de manager, coaching y scouting. Los tomé porque me interesan y aprendo de otras personas. El jugador piensa que se la sabe toda, pero cuando realizás los cursos te cambia la cabeza. Recomiendo que lo hagan porque uno nunca sabe el fin de su carrera. Hoy no pienso ser entrenador y tampoco dirigente. Tuve la posibilidad de ser presidente del club, aunque preferí que no por la renuncia de Roberto Larrosa al cargo.

-Hoy trabajás como recolector de residuos, pero también estás vinculado con Agremiados ¿Por qué?

-Pertenezco a Agremiados porque me gusta defender y pelear por los jugadores. Uno tiene que dejar una huella por los compañeros. Compartí vestuario con Máximiliano Quinteros, quien tomo de ejemplo como jugador por pasar momentos delicados en lo personal. Su hijo Santiago de tres años sufría de Hidrocefalia. Tenía la mejor excusa para dejar el fútbol, pero optó por luchar.

-Antes de lograr tu trayectoria, jugaste en José Soldati. ¿Qué tan importante son los clubes de barrio?

-Son fundamentales porque de entrada sacás a los chicos de la droga. También para la formación. Hoy se implementan distintas alternativas: el baby, futsal y cancha de once. Jugué en José Soldati, me crié dentro y me ayudó a no estar tanto tiempo en la calle. Además, la mayoría de los jugadores en la Argentina hacen sus primeros pasos en clubes de barrio.

En relación a los clubes de barrio y al fútbol mundial ¿Qué opinás de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD)?

-Estoy en contra. El Mercado Central quería pintar el club de verde y reemplazar el lila. Fui de los pocos en estar desacuerdo. La persona que quiere poner plata en un club que no es hincha lo hace por interés. En caso de que la dirigencia acepte, iré en contra porque no se trata de vender al club.

Darío Carpintero es la definición del ascenso puro. Tras sus pasos por otros clubes como Yupanqui, Talleres de Remedios de Escalada, y J.J Urquiza, hoy vive con su esposa Sabrina junto a sus dos hijos, Arian (20 años) y Luan (12 años) en el barrio de Villa Soldati, donde comenzó todo, y alterna su trabajo en Agremiados con la recolección de resíduos. Sin embargo, deja un mensaje para los futbolistas de cara al futuro: “Todos te preparan para ser jugador de fútbol, pero nadie para el día de mañana”.

Manuel Ferro: “Un árbitro entrena de la misma manera que un deportista de alto nivel”

Por Santiago Bussetti

En el mundo del fútbol, el rol del árbitro es uno de los más importantes y es de los más criticados por los hinchas. Las razones pueden ser por las actitudes del juez pero en general, son por las decisiones que toma en la cancha. Sin embargo, nadie se pone a pensar cómo es la preparación de un árbitro para cada partido, cuánto desgaste realizan y sobre todo, quién es el responsable de entrenarlos. Manuel Ferro, de 52 años, es uno de los preparadores físicos de árbitros de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), quien cuenta con más de 28 años de experiencia en esta profesión. Además, también entrenó físicamente a Las Leonas en 2013. Ferro recibió a El Equipo en su casa y reveló detalles sobre su trabajo.

-Actualmente, trabaja como preparador físico de árbitros en la AFA ¿te dedicás a algo más aparte de eso?

-Sí, trabajo en la AFA pero también soy docente en tres colegios, en el Quilmes High School y en dos estatales. Además, soy preparador físico de hockey desde hace 28 años. Ahora estoy en la primera del hockey femenino con el All Georgian.

-¿Qué ventajas y desventajas ves que hay en tu trabajo?

-Las ventajas: me gusta lo que hago, trabajo al aire libre y no estoy encerrado. Las desventajas tienen que ver más con el clima: arrancar en invierno a las 8 de la mañana es duro y también se complica al entrenar cerca del mediodía en verano.

-¿Qué estándares mínimos requieren los árbitros para ingresar a la AFA?

-Tienen que hacer un curso y recibirse de árbitros. La AFA hace evaluaciones físicas para aquellos estudiantes que ya consiguieron el título. Los que pasen este test físico, tendrán uno teórico. Después de eso, ya no depende de nosotros, el cupo de ingreso lo decide la AFA y tomarán a los que necesiten tomar. Los árbitros que ingresan son electos por el mejor promedio.

-En 2013 fuiste preparador físico de Las Leonas. ¿Qué tan distinto es el entrenamiento de los árbitros comparado al de un deportista de alto rendimiento?

-El objetivo del entrenamiento para un deportista es para un torneo ya preestablecido. Los ciclos de preparación son mucho más largos. Lo que tiene eso es que cuando recibís a los jugadores de los clubes, su preparación física no va en línea con la del seleccionado. Es parecido a los árbitros: empiezan a entrenar con nosotros un martes a la mañana. Hacemos la primera sesión pero no sabemos cuando tiene la designación porque se hace esa misma tarde. Además, puede dirigir en Buenos Aires u otros destinos, con o sin traslado. Después de eso, tenemos que acomodar todas las cargas en base a la designación del árbitro.

-¿En qué se enfocan en entrenar cada uno?

-Son 45 minutos cada tiempo, hay veces que no tiene que ver la distancia sino la intensidad de los partidos. La mayoría de equipos tienen jóvenes muy rápidos y amerita que estén cerca de la jugada. No se puede descuidar ningún factor, un árbitro entrena de la misma manera que un deportista de alto nivel.

-¿Era distinto el entrenamiento antes? 

-Si, fue mutando. Antes veías un partido de fútbol y era más lento. Ahora es más explosivo, más rápido y dinámico. Todo cambió pero eso se fue dando de forma paulatina. El árbitro tiene que estar preparado para sostener la carrera, el posicionamiento y estar lúcido en los 90 minutos.

-¿Cuáles son las claves para que un árbitro esté bien físicamente?

-Descanso, alimentación y entrenamiento, esas tres patas tienen que estar bien firmes y sólidas. No hay manera de que funcione si una de esas no está trabajada, son fundamentales.

-¿Cuánto desgaste hace un árbitro en un partido?

-Los árbitros de primera división corren entre 9 y 11 kilómetros y los asistentes están a 6 y medio. Tienen un desgaste alto pero tiene que ver mucho con el desarrollo del partido y las dimensiones del campo.

Ferro detalló en la charla cómo lleva a cabo la preparación de los árbitros. Además, expuso la utilidad que tiene la tecnología en el entrenamiento. Contó de qué manera afecta esto al arbitraje actual ya que desde que se implementó el VAR en el fútbol argentino en 2022, entró en debate si la tecnología empeoró o mejoró el juicio del árbitro.

-¿Cómo impactó la implementación de la tecnología en el deporte? ¿Mejoró el arbitraje o lo empeoró?

-La tecnología mejoró el arbitraje. Nadie lo puede negar, se usa hasta para entrenar. Hoy los árbitros entrenan con GPS. Cuando terminan, me mandan como fue el entrenamiento y cuánto desgaste hicieron, tengo todos los datos guardados. Hay que amigarse con la tecnología pero hay que usarlo bien, están para las situaciones críticas e importantes.

-¿Sentís que tu trabajo como preparador físico está bien valorado o creés que merece más reconocimiento?

-Creo que sí, en los dos deportes que me encuentro trabajando en este momento, la preparación física es fundamental. Antes necesitabas que los jugadores aguanten un partido, ahora solo que sean rápidos y explosivos. Uno se siente valorado e importante haciendo su trabajo porque la actividad física lo demanda y lo requiere.

Francisco Albarracín: “Para disfrutar el ascenso hay que saber sufrir el descenso”

Por Tiago Caputo

Francisco Albarracín, head coach de La Plata Rugby Club (LPRC) luego de terminar una reunión laboral mientras toma un café relajado tras una temporada larga, pero planificando lo que se viene después de conseguir el ascenso al URBA Top 12. LPRC finalizó el certamen con 108 puntos, sacándole el liderato a Los Tilos, clásico del canario, en la anteúltima fecha y jugará el Top 12 tras dos años de ausencia.

Albarracín tuvo su primera experiencia como head coach de un plantel superior, se formó en La Plata Rugby, debutó en primera como media scrum y jugó 14 años en la primera del canario.

-¿Qué análisis hiciste de la temporada que terminó en el ascenso?

-Fue una temporada dura, nos costó. El tercer descenso del club o de cualquier institución golpea mucho. Sufrimos un recambio grande de jugadores y entrenadores, tuvimos un andar irregular al principio de año, pero pudimos terminar el año en un buen nivel rugbístico, mental y físico.

-¿En qué facetas del juego mejoraron a lo largo del año?

-Mejoramos en la obtención, en el scrum y en el line, durante el año el contacto en ataque fue irregular, pero en los últimos seis o siete partidos, tuvimos un muy buen nivel de juego, con un ataque dinámico, como a nosotros nos gusta. Creo que en esas facetas en el juego, el equipo dio un salto de calidad.

-¿Cómo fue la preparación en las semanas entre partido y partido?

-El lunes los jugadores hacen un regenerativo o hacen gimnasio. Si te toca hacer rugby, lo hacemos sin golpearnos demasiado, para planificar la estrategia del partido que viene. Los martes es el día de más alta intensidad, hay contacto físico y se entrena la defensa. Mientras que los jueves bajamos un poco la intensidad y entrenamos el ataque de cara al partido.

-¿Qué detalles ajustaste antes de la anteúltima fecha frente a Los Tilos, partido que definía el primer ascenso y el campeonato?

-Se sabía que era una final, había que jugarla como tal, con poco ritmo de juego, poca dinámica, con mucha táctica y mucho pie al fondo. Otra clave fue la defensa, que fue muy buena porque ellos en el contacto eran mejores y nosotros en ese aspecto logramos frenarlos, anularlos y llevarnos el triunfo.

-¿Qué sentiste después del último partido contra Pueyrredón? 

-Alivio, una emoción muy grande, me acordé de todo el proceso de cuando arrancamos. Siempre tengo presentes los descensos porque para saber disfrutar también hay que sufrir en ciertos momentos, y nosotros sufrimos mucho el descenso. Después de ese golpe nos unimos, trabajamos mucho, mejoramos el juego y la armonía del club. Fue un muy buen proceso y esperamos poder continuar.

La Plata Rugby Club tuvo tres descensos en su historia desde que se eliminaron las reubicaciones. El más reciente fue en 2023 y al igual que en su primer descenso volvió tras un año en Primera A. En abril del 2025 comenzará el Top 12 y Francisco Albarracín buscará cumplir el objetivo de mantenerse, en un torneo que tiene una exigencia y un nivel rugbístico muy superior al experimentado en este año.

-¿Cómo está el club estructuralmente, en todos los aspectos de cara al URBA Top 12?

-A La Plata como club lo veo muy bien, desde la comisión directiva, la subcomisión de rugby y los distintos entrenadores en todas las divisiones. Hay una mancomunión que hace mucho tiempo no veía, esto sumado a una sinergia, un laburo en conjunto para planificar a largo plazo. En el corto plazo, ascender o descender marca mucha diferencia. Para mantenerse dependemos mucho del recambio de jugadores y del nivel de las camadas más chicas.

-¿Qué diferencias ves entre el nivel del Top 12 y Primera A? 

-Es un torneo totalmente distinto, mucho más exigente en lo físico y en lo dinámico. Tenemos que mejorar el físico, las formaciones fijas, principalmente el scrum, y en la defensa tenemos que ser muy sólidos. En el Top 12 los rivales cuando te atacan te hacen un verdadero daño.

-¿Cuál es la planificación de cara al 2025 y lo que resta del 2024 sin competencia?

-Vamos a hacer una gira en la pretemporada, en febrero. Pero ahora hay un aspecto muy importante del rugby, cada vez más, que es mejorar la preparación física. Los jugadores ya empezaron a prepararse en el gimnasio, hasta fin de año, para llegar en mejores condiciones a la pretemporada de 2025. Es el momento de fortalecerse porque después durante la temporada es difícil aumentar la masa muscular. Estamos muy metidos en eso, en hacer una postemporada muy dura para el desafío que se viene en el 2025, que es mantenernos en el Top 12.

Damián Albil: “El arquero necesita la locura”

Por Thiago Stortoni

Con un café en la mano, en una mesa de la panadería “El Cóndor”, mientras intenta que su voz no se opaque con el ruido de la calle Cuenca en Villa del Parque, Damián “Loco” Albil cuenta cómo una mentalidad fuerte forma parte de los requisitos necesarios para ser arquero profesional. A sus hombros, una carrera sin muchos minutos pero llena de oportunidades marcan su camino en el fútbol profesional. Ahora, en Venezuela, se encarga de la coordinación de los arqueros en las juveniles. Debutó en Independiente el 26 de noviembre de 2000, y obtuvo el Apertura 2002. Tuvo un paso más que exitoso por Estudiantes, con el Apertura 2006 y la Copa Libertadores 2009, a pesar de no ser el arquero titular, atajó en la final del Mundial de Clubes contra el Barcelona de Guardiola. En 2016 volvió a Independiente y formó parte del plantel que levantó la Copa Sudamericana en 2017, para finalmente retirarse a mediados del 2018.

-¿De chico hiciste inferiores en Racing?

-Si, ahí hice de pre-infantiles a Novena, después decidí probar en Independiente, club que amo y soy hincha, así que fui y ahí hice todas las inferiores hasta debutar en Primera. 

-¿Y cuando estabas en la Sexta te rompiste los ligamentos?

-Tenía 16 años, me habían llamado para entrenar con la Primera, después de 15 días volví a mi categoría, y justamente en un partido contra Racing tuve la mala suerte de romperme el ligamento cruzado y estuve un año sin jugar. Son momentos difíciles pero ayudan a uno a madurar.

La fortaleza mental y la personalidad son atributos muy importantes para un arquero.

-Además de lo técnico y lo táctico, la parte del carácter y mental son fundamentales, sobre todo en el puesto de arquero donde no hay muchos minutos, todas esas experiencias (como las lesiones) me ayudaron a forjar una personalidad, crecer, tener perseverancia, es una posición que hay que sentirla de verdad porque sino es imposible de soportar. Es un puesto muy ingrato, si un jugador se equivoca siempre hay alguien atrás, pero cuando un arquero se equivoca termina en gol. Es duro llegar al fin de semana y saber que no jugas, pero yo siempre me entrené como si me tocara, lo que marqué antes de la cabeza y la disciplina, y estar preparado para cuando a uno le toque, porque no sabes si vas a tener otra. Lo que yo hacía bien era aprovechar esa oportunidad. 

-¿De dónde sale el apodo “Loco”?

-En las inferiores de Independiente, por algunas reacciones que tiene por lo general un arquero de calentarse y ese tipo de cosas. Algo de inconsciencia o locura necesita el puesto, estar todo el partido ahí, que te carguen, te hagan un gol, te insulten, hay que estar listo para superar esas situaciones y presiones del puesto. 

-En una entrevista con “Locoxelrojote pusiste de jugador en un fútbol 5, ¿te hubiera gustado jugar en otra posición?

-Si, yo arranqué jugando, después un técnico me dijo que no me veía y me probó en el arco, me gustó y empecé a atajar, obviamente ya me gustaba. También siempre me gustó jugar, cuando armamos un fútbol con amigos yo no estoy en el arco. En una época jugaba de “5” en una categoría y en otra atajaba. 

-Volviste a Independiente por la llamada con (Gabriel) Milito, ¿A un jugador esas acciones le llegan más?

-Después de jugar en Central Córdoba decidí retirarme y cuando volví a Buenos Aires me llamó para completar el plantel como tercer arquero, y obviamente es imposible decirle que no a una propuesta de Gabi en el club que me había formado como jugador. Pasó lo mismo con Fernando (“Bocha” Batista), yo trabajé con él en Argentina y me llamó para Venezuela.

La intención antes de cancelar su retiro y volver a Independiente era regresar a la capital del país para iniciar su preparación como entrenador de arqueros. Recibió el llamado de Martín Tocalli para ser parte del proyecto del departamento de arqueros de la selección argentina, empezó en el Sub 20 y Sub 23, e integró el cuerpo técnico que viajó al Mundial de Catar 2022.

-¿Ya tenías decidido ser entrenador de arqueros? Porque tenés el curso de técnico. 

-Uno a cierta edad ya se pone en la cabeza de los entrenadores y yo lo tenía claro, no tuve mucho tiempo para prepararme porque me salió el trabajo en Tigre. A medida que van pasando los años uno va aprendiendo, se va capacitando y ganando experiencia. No descarto en un futuro ser técnico, pero por ahora disfruto del momento y estoy bien en la función que cumplo.

-¿Estás cómodo en Venezuela?

-Somos muchísimos argentinos trabajando ahí en el cuerpo técnico, la Federación le dió mucha libertad a Batista, por el nivel de la liga y la situación del país. Todos estamos trabajando de muy buena manera, la Sub 23 quedó a un partido de ir a los Juegos Olímpicos, y los chicos lo van a hacer bien en el Sudamericano Sub 20 de enero. 

¿Por qué ganaron?: los motivos de la consagración en Qatar

Por Eliel Arcuri, Jonás Basin y Joel Silveyra

Personalidades de distintos rubros opinaron acerca del título de la selección argentina en el Campeonato Mundial del 2022 y contaron cuáles fueron desde su punto de vista las razones de la coronación de la “Scaloneta”.

El ex futbolista y actual entrenador Cristian Fabbiani contó que para él lo más importante para que Argentina ganara el Mundial fue el director técnico. “La clave del Mundial fue Scaloni, nunca le pesó ningún apellido”, declaró el “Ogro” el jueves a la noche luego del enfrentamiento entre su actual equipo, Deportivo Riestra, y Platense en el Estadio Ciudad de Vicente López.

Además, el ex jugador de River y Newell´s hizo hincapié en la renovación de la selección en la previa de la Copa del Mundo. “En comparación al resto de los entrenadores que fueron pasando, Lionel siempre convocó a los jugadores que mejor estaban en cada momento, sabe quien está al 100% para jugar y quien no, nunca se dejó llevar por los nombres”, manifestó Cristian Fabbiani.

También, el arquero titular del malevo, Ignacio Arce, opinó sobre el título del combinado nacional. “Pese a la derrota en el primer partido ante Arabia, se sabía que íbamos a salir campeones, estaba todo escrito, el destino eligió que así fuera”, expresó el ex futbolista de Unión de Santa Fe, San Martín de Tucumán, Platense, entre otros.

Por último, el influencer Gerónimo “El Momo” Benavides se refirió al campeonato de Argentina como algo colectivo, basado en los pensamientos de la gente y los jugadores. “El apoyo de la gente fue un combustible, el público siempre creyó en esta selección, eso generó una unión en el equipo que lo hizo imparable”, aseguró el famoso streamer y youtuber.

El futuro de los estadios del Mundial Qatar 2022: del éxito a la incertidumbre

Por Alfonsina Avellaneda


La Selección Argentina vivió su consagración mundialista en Qatar 2022, y el recuerdo de los partidos en los estadios que formaron parte de su histórica campaña permanece en la memoria de millones de hinchas. Sin embargo, más allá de la gloria deportiva, los estadios que fueron escenario de estas batallas se encuentran ahora en una fase incierta de su existencia. A casi dos años del torneo, el futuro de estos templos de fútbol es una mezcla de mantenimiento, transformación y promesas de reestructuración, mientras el país anfitrión busca dejar una huella duradera tras el evento deportivo.

En la fase de grupos, Argentina disputó su primer partido en el imponente Estadio Icónico Lusail, donde la selección cayó sorpresivamente ante Arabia Saudita. A pesar de ese tropiezo, el estadio, con una capacidad cercana a los 90 mil espectadores, acogió momentos decisivos, como la victoria ante México. Con su estructura moderna y ubicada a solo 16 kilómetros de Doha, Lusail no solo fue el lugar del primer encuentro argentino, sino también el escenario donde Messi y compañía sellaron la gloria al vencer a Croacia en semifinales. El futuro de Lusail es clave para el legado de la Copa del Mundo; hoy, con la ciudad a medio desarrollar, el estadio aún mantiene su perfil de lujo, pero la falta de actividad en la zona circundante deja en duda la sostenibilidad a largo plazo. Las tiendas y restaurantes en el Boulevard Lusail permanecen vacíos, con una ocupación hotelera que apenas supera el 40%. A pesar de los esfuerzos para convertir la zona en un polo turístico, aún está por verse si la ciudad y su estadio cumplirán con la promesa de ser un centro de atracción permanente.

El Estadio 974, otro de los escenarios que vio a la Argentina derrotar a Polonia, destaca por su diseño único, construido a base de contenedores de transporte. Pensado para ser desmontado tras el Mundial, su futuro es incierto. Aunque la idea inicial era enviarlo a África como parte de una ayuda para mejorar infraestructuras deportivas, hoy sigue en pie, con múltiples ofertas sobre la mesa. No obstante, aún no se ha tomado una decisión sobre su destino. Este estadio, que albergó algunos de los partidos más llamativos del torneo, continúa siendo un símbolo de innovación, siendo el primer estadio “transportable” de la historia. A pesar de la incertidumbre, el estadio podría permanecer en uso para otros eventos, ya que Qatar sigue buscando maximizar el uso de sus infraestructuras deportivas en los años venideros, incluyendo la Copa Asia 2024.

Por otro lado, el Estadio Ahmad bin Ali, que fue el lugar de la victoria argentina sobre Australia en octavos de final, se enfrenta a un destino más claro. Con capacidad para 40 mil personas, el estadio albergará futuros partidos de la liga nacional qatarí y competiciones regionales. Sin embargo, su capacidad se reducirá a la mitad para adaptarse a las nuevas necesidades locales. Algo similar ocurrirá con el Estadio Al Janoub, que, aunque sigue siendo una pieza clave en la infraestructura deportiva del país, verá disminuida su capacidad a medida que se acomode a nuevas funciones.

Si bien los estadios fueron concebidos como centros deportivos de última generación, el legado que dejarán tras el Mundial aún está en construcción. En algunos casos, se ha prometido que serán transformados en centros comunitarios, con hoteles, centros comerciales y hasta hospitales deportivos. El Estadio Al Bayt, conocido por su diseño inspirado en las tiendas beduinas, se destinará a un hospital de medicina deportiva, mientras que el Lusail y el Al Bayt fueron usados para eventos internacionales como la Copa Asia 2023 y otros torneos regionales.

Así es como hoy los estadios de Qatar se encuentran en una etapa de transición que va más allá de lo deportivo. Si bien la organización sostiene que estos recintos serán útiles para eventos futuros y contribuirán al desarrollo del fútbol en la región, las dudas sobre su viabilidad económica y su integración al tejido social de Qatar persisten. Mientras tanto, los ecos de los partidos que consagraron a Argentina como campeona del mundo se desvanecen lentamente, dando paso a una nueva etapa para las infraestructuras de uno de los mundiales más controvertidos de la historia.

La euforia del mundial 2022: tatuajes que inmortalizaron la pasión Argentina

Por Manuel Alfonso, Sebastián Basavilbaso y Maximiliano Zubiri 

A dos años de la gloriosa consagración de la selección Argentina en la Copa del Mundo de Qatar 2022, se destaca la relevancia que tuvo esta conquista, que marcó la piel de muchos argentinos, quienes sintieron la pasión que hacía años no se vivía en el país. Muchos de ellos se tatuaron a sus ídolos, inmortalizándolos por la eternidad. En algunos estudios de tatuajes ubicados en la Capital Federal, se comentó que la furia por Argentina estuvo presente durante todo el transcurso del torneo, no solo después de la conquista. 

En el estudio de tatuajes “American Tattoo”, la dueña del local, Romina Ghitta, expresó que “ese verano de diciembre fue más intenso en cuanto a las horas de trabajo que en otros meses. Es más, este logro nacional dejó mucho trabajo debido a la cantidad de turnos y personas interesadas en obtener su propio recuerdo y mantener viva la euforia de ese momento. A medida que avanzaba el torneo, las personas comenzaron a tatuarse cada vez más”. Además Romina contó que el recorridode los tatuajes mundialistas no tuvieron una fecha limite, narrando que “Hasta el día de hoy siguen viniendo muchos rezagados que no pudieron cumplir sus promesas en aquel momento y vienen ahora con la esperanza de cumplir con su palabra”, añadió.

Entre los diversos tatuajes realizados, Romina aseguro que los diseños más populares fueron: “la cara de Messi, las tres estrellas obtenidas en el campeonato mundial, la camiseta, la Copa del Mundo o, incluso, algunas más ‘bizarras’ en relación al seleccionado nacional, como la figura del Dibu Martínez, con su popular festejo tras obtener el Guante de Oro como premio al mejor arquero del torneo”. Además, detalló que los diseños no tenían un lugar ni tamaño específico, y mencionó que se realizaron diversos modelos, como mangas o tatuajes completos en las piernas.

En otro estudio del sector porteño, “Piercing 43”, Juan Manuel Vallejos ofreció una visión un poco diferente sobre el fenómeno, señalando que la verdadera fiebre de los tatuajes fue durante la Copa del Mundo y en los días posteriores, cuando todos querían cumplir con la promesa que habían hecho. “Estaban emocionados, fue algo muy importante para los argentinos y querían dejarlo marcado en su piel”, comentó. Entre algunas de sus anécdotas, relató que él mismo decidió tatuarse la figura del Dibu Martínez, transmitiendo la euforia del momento: “Hasta yo me tatué al Dibu en la pierna, con la Copa”. 

Vallejos destacó que entre los tatuajes más solicitados durante esa época estuvieron: “La Copa del Mundo, la silueta de la icónica atajada de Emiliano Martínez, pero sin duda el tatuaje que más me pidieron fue una frase que se popularizó durante ese mes como si fuera palabra sagrada: ‘Elijo creer’”. Esta frase se convirtió en un símbolo de esperanza luego de la derrota frente a Arabia Saudita, funcionando como un grito de aliento para el plantel, mostrando que todo el pueblo argentino estaba comprometido y unido en la misma búsqueda del objetivo.

En resumen, el Mundial de Qatar 2022 no solo dejó una huella imborrable en la historia del fútbol argentino, sino que también marcó la piel de los fanáticos, quienes, a través de los tatuajes, buscaron perpetuar para siempre la emoción y el amor por su selección.

 

Secretos y tradiciones: Argentina como terreno de las supersticiones

Por Juan Ignacio Osorio y Diego Rivero 

Argentina es un país fiel a los “rituales” y creencias desde hace tiempo pero en el mundial de 2022 tomó aún más poder gracias a las coincidencias que ocurrieron durante el torneo.

Durante Qatar 2022, los jugadores de la Selección Argentina fueron adoptando  cábalas que se hicieron muy conocidas por todos los argentinos. Los caramelos en la previa de los partidos por parte de Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Alejandro Gómez, las jornadas de truco donde hacían campeonatos con equipos de tres, los mates entre Claudio Tapia, Messi y De Paul fueron los pasatiempos internos que más perduraron en el tiempo.

Antes de cada partido, tanto hinchas como jugadores, se basaban en “creencias” poco habituales en las vidas de cada uno que forjaron lo que hoy es conocido como “cábala”. El plantel de la selección tiene las supersticiones más conocidas y algunas insólitas.

Momentos previos a la entrada en calor, La Scaloneta dejaba que el equipo rival y el cuerpo arbitral salieran a hacer los movimientos precompetitivos primero y luego de que esto sucedía, Lionel Messi se asomaba por el túnel para ver el estadio y dar un aliento a sus compañeros en el trote hacia el terreno de juego.

Las familias formaron parte importante para los jugadores y para mantener vigentes las cábalas, luego de la derrota 2 a 1 frente a Arabia Saudita en el primer partido, el cuerpo técnico permitió el acceso de los allegados del conjunto argentino para asimilar el golpe de realidad que dejó el partido y que luego se hizo cábala que los días post partido las familias visitarán el predio donde concentraban. Además, a la hora de la comida el cuerpo técnico decidió que todo el plantel comiera en una mesa redonda y no en subgrupos separados.

En Qatar 2022, un hincha llamado Tomás Calvo, coleccionista de camisetas y amigo de Germán Pezzella, hizo la promesa de regalarle a Lionel Scaloni la camiseta que él usó en el mundial sub 20 de Malasia 1997, esto fue luego perder en el debut ante Arabia Saudita y el coleccionista en la final cumplió y además se llevó la chomba que utilizó Scaloni en el partido de la consagración.

Tanto las promesas como las cábalas funcionan de igual manera con la esperanza de tener suerte o reducir la ansiedad en los partidos complicados, por eso es que millones de personas se apoyan en estas creencias y El Equipo Salió a la calle a preguntar: ¿cuál fue su cábala para el mundial? 

Alejandro Martínez: “El día después de ganar el Mundial lo vivimos sin dormir, sin entender lo que habían logrado”

Por Victoria Fortuna Martinez

Detrás de los jugadores de nuestra Selección, hay una historia de superación y una familia que apoya en todo momento. Alejandro Martínez, hermano del “Dibu”, estuvo presente en cada etapa que llevó al arquero de La Scaloneta a triunfar en el fútbol y contó cómo fue vivir en primera persona el mayor de los logros: Argentina campeón del mundo.

Los hermanos Martínez comparten su pasión por el fútbol, pero Alejandro jugaba de chico como un hobby. Era delantero y participó en diferentes equipos de Mar del Plata: Aldosivi, Talleres y San Isidro, donde llegó a la primera en la liga local. En ese momento, el “Dibu” ya había viajado a Buenos Aires para unirse a las inferiores de Independiente. 

Apenas dos años más grande que su hermano, Ale Martínez (34) es empresario y también está iniciando su carrera como piloto, otra de las pasiones que compartió durante su vida con el arquero de la albiceleste. Este año tuvo su debut en el TC Pista Mouras con un Ford del equipo de competición Tomas Abdala Racing. 

– ¿Cómo se vivió el antes y después del primer partido contra Arabia? Teniendo en cuenta que Argentina era uno de los favoritos.

El antes fue mucha ansiedad por ser un debut de mi hermano, por primera vez jugar esos partidos. El después, amargura porque fue un resultado injusto, pero tranquilo a la vez porque había gran potencial.

– ¿Cuál creés que fue la clave para que Argentina supere la derrota inicial?

En mi opinión la clave fue que se dieron cuenta que cualquier selección podía ganar y que todos eran rivales difíciles. 

– ¿Qué importancia tuvo la presencia y el acompañamiento de la hinchada argentina?

Tuvo mucha importancia que estén presentes en Qatar. Nunca se dejó de alentar y los jugadores se sintieron locales gracias al cariño que transmitía el público de nuestro país.

– ¿Cómo se vivió el día previo a la final, el día después de ganarla y la llegada tan importante a nuestro país?

El día previo a la final se vivió tranquilo porque ellos sabían que estaban para ganarla. Después de ganar el mundial lo vivimos sin dormir, sin entender lo que habían logrado, fue épico para todos los que estábamos ahí. Y la llegada a nuestro país fue un caos, una multitud de gente que nunca se había visto y que valoraron el sacrificio de estos chicos.

– ¿Qué se sintió personalmente vivir ese momento?

Personalmente puedo decir que fue una de las mejores satisfacciones de mi vida. Un momento único ya que dentro de los protagonistas de este partido se encontraba mi hermano.

– ¿De qué forma te gustaría que la gente recuerde este mundial?

Espero que la gente recuerde este mundial con alegría, como se vivió en el 2022. Considero que fue la unión de un país que venía golpeado y dejaron las diferencias de lado para celebrar un logro tan grande como este.