martes, noviembre 11, 2025
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Los petrodólares árabes amenazan al circuito sudamericano de tenis

Por Santiago Rodríguez Carlomagno

Arabia Saudita sigue ganando terreno en el tenis con su propio Masters 1000 y perjudicará a América del Sur, ya que el torneo pasará a ser parte del calendario a partir del 2028, probablemente en febrero, cuando se juega la gira sudamericana.

Por primera vez se añadirá un décimo M1000 al calendario: no será obligatorio, va a durar una semana y tendrá un premio en metálico similar al de los demás torneos de su calibre. El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí (PIF, sus siglas en inglés) y su empresa SURJ Sports Investment son los que hacen posible el histórico torneo que busca llevar el tenis al gigante de Medio Oriente. Estos organismos ya están involucrados en distintos deportes como las artes marciales mixtas y el fútbol (compraron el 100% del Newcastle, club inglés en 2021).

Respecto a la posibilidad de que los torneos del cono sur sean tapados en los años venideros, el presidente de la ATP Andrea Gaudenzi aseguró que su intención es que convivan ambas giras al mismo tiempo, lo que sería una pésima noticia para los torneos en nuestro continente, ya que los ATP 250 de Santiago y de Buenos Aires y el 500 de Río no podrán competir contra un Masters 1000, por lo que muchos jugadores de gran nivel que suelen acudir a los torneos (como Alexander Zverev, Holger Rune, o Francisco Cerúndolo) preferirían jugar en Medio Oriente y no en Sudamérica.

Según el presidente, Arabia Saudita ha mostrado “un compromiso muy grande” con el tenis y afirma que han ayudado mucho al desarrollo del deporte. Es innegable que el país asiático está cada vez más presente en el deporte, ya que alberga las Finales del ATP Next Gen desde 2023 y el Torneo de Maestros de la WTA.

La Liga de fútbol nacional también crece a pasos exponenciales y cada vez más figuras lo ven como un lugar seductor para aterrizar. Carreras de F1, peleas de UFC, definiciones de campeonatos mundiales de boxeo, la Supercopa española y la italiana se disputan allí también. El gigante de Medio Oriente también albergará el Mundial de fútbol en 2034, y de la mano de inversiones millonarias provenientes de la industria petrolera poco a poco gana cada vez más protagonismo en los deportes más importantes del mundo.

¿Cuántos países tuvieron un futbolista campeón de la Copa Libertadores?

Por Manuel Madanes

La Copa Libertadores es la obsesión de todos los futboleros sudamericanos. En 2025 se está disputando su edición número 65 y en esos años, una minoría privilegiada de los jugadores que pasaron por el fútbol de CONMEBOL la pudieron ganar. Esta nota repasará cuántos países tuvieron al menos un jugador que pudo lograr la Gloria Eterna y cuáles son los que más futbolistas campeones han tenido.

Como era de esperarse, los países afiliados al ente que rige el fútbol sudamericano son los que más futbolistas campeones tienen: Brasil y Argentina lideran esta lista lo cual no es sorprendente ya que sus equipos son los que más títulos acumulan. Estos últimos además cuentan con el jugador que más veces levantó la Copa Libertadores: Francisco “Pancho” Sá con 6 conquistas, 2 con Boca y 4 con Independiente.

Uruguay se ubica detrás de las dos potencias del fútbol sudamericano y un charrúa, Ricardo “Chivo” Pavoni, ostenta la distinción de ser el jugador que logró la Gloria Eterna en más ocasiones con un solo club: 5, todas con Independiente.

Paraguay, Colombia, Ecuador y Chile tienen varios futbolistas campeones, muchos de ellos que lo lograron con los 5 equipos campeones que acumulan entre los 4 países.

Perú, Venezuela y Bolivia son los 3 países que no tienen ningún club que haya logrado la Gloria Eterna. Hay 6 jugadores pertenecientes al país incaico que saben lo que es ser campeón de América, 2 de la selección Vinotinto, que lo lograron recién en 2016 (Alejandro Guerra con Atlético Nacional) y 2024 (Jefferson Savarino con Botafogo) respectivamente.

Bolivia es el único país de CONMEBOL que no tiene ningún jugador que haya ganado la Copa Libertadores. Carlos Lampe es el que más cerca estuvo cuando formó parte del plantel de Boca que perdió la final en 2018.

Fuera de Sudamérica, España, Italia y Panamá tienen dos futbolistas campeones cada una: los de la Roja que lo lograron son Iván Moreno y Fabianesi con Estudiantes en 2009 y Pablo Marí con Flamengo en 2019, para la Azzura lo hicieron Humberto Maschio con Racing en 1967 y Rodrigo Possebon con Santos en 2011 mientras que para los centroamericanos la ganaron Armandy Dely Valdez con Argentinos Juniors en 1985 y Roderick Miller para Atlético Nacional en 2016.

Otros países que tienen un representante campeón son Angola (Bastos con Botafogo en 2024), Catar (Emerson Sheikh con Corinthians en 2012), China (Alan Carvalho con Fluminense en 2023), El Salvador (Jorge Villar con Peñarol en 1987), Estados Unidos (Renato Corsi con Argentinos Juniors en 1985), México con Christian “Chaco” Giménez que lo hizo por duplicado en el 2000 y en el 2001 con Boca, Nicaragua (Jacob Montes en 2024 con Botafogo) y Portugal (Liedson con Corinthians en 2012.

Este año, dos países estuvieron realmente cerca de poder sumarse a la lista. Ricardo Adé de Haití y Gabriel Villamil de Bolivia llegaron a las semifinales con Liga de Quito e incluso este último anotó por duplicado en el partido de ida ante Palmeiras que se saldó con un 3 a 0 a favor del equipo ecuatoriano pero el Verdao dio vuelta la serie en la vuelta y ambos jugadores se quedaron sin la chance de meter a su país en esta lista.

Los argentinos que jugaron en Manchester City y Liverpool

Por Lucas Neira

La rivalidad entre Manchester City y Liverpool se convirtió en uno de los duelos de mayor relevancia del fútbol europeo en los últimos años. Entre ellos conquistaron las últimas ocho Premier League, seis para los Citizen y dos para los Reds. En relación a esto repasamos qué argentinos jugaron en ambos clubes y cómo les fue.

Por el lado del Liverpool, seis han sido los futbolistas nacidos en Argentina que vistieron su camiseta: Javier Mascherano es uno de los más destacados. Llegó en enero de 2007 proveniente del West Ham. En 6 meses le alcanzó para asentarse en la titularidad de un equipo que disputó la final de la Champions League en esa misma temporada. A lo largo de tres años y medio, el “jefecito” sumó 139 apariciones y 2 tantos.

Maximiliano Rodríguez es otro de los más recordados. Sus 73 encuentros y 17 goles le bastaron para que la hinchada le dedicara canciones a principios de la década pasada.

El único que sigue jugando para la escuadra campeona de Inglaterra es Alexis Mac Allister. Fue transferido desde Brighton por 35 millones de libras y en poco más de dos temporadas alzó una Copa de la Liga y la Premier League 2025, donde fue seleccionado en el 11 ideal de la competición.

Con pasos más efímeros y menos recordados se encuentran Mauricio Pellegrino, Emiliano Insúa y Sebastian Leto, todos fichados en la “era Rafa Benítez”.

Manchester City es uno de los destinos más elegidos por los argentinos que emigran al viejo continente en busca de ser parte de la élite del fútbol mundial. En total son 13 los que se calzaron esa camiseta.

El primero fue Pablo Zabaleta en 2008. Arribó un día antes de que el grupo árabe comprara la institución, pero eso no lo privó de ser importante en la gloriosa era moderna. Fueron 9 temporadas, 333 partidos, 6 trofeos, capitán e ídolo.

Una de las figuras del acérrimo rival, Manchester United, era Carlos Tevez cuando fue presentado en el Etihad Stadium. Si bien no se fue de la mejor manera luego de su histórica pelea con el entrenador Roberto Mancini, abandonó el club con 3 títulos en su espalda, más de 70 tantos y La Bota de Oro de la Premier League 2011.

En tercer lugar aparece el argentino más destacado del fútbol inglés, Sergio Agüero. El “Kun” llegó por una cifra récord de 45 millones de euros y participó de 10 temporadas. Disputó 390 partidos, anotó 260 goles y levantó 15 trofeos. Se convirtió en una de las máximas leyendas del combinado y en su primer año se ganó un lugar en la historia del equipo luego de anotar el 3-2 versus QPR, que le dio la primera liga a los de Manchester en más de 60 años.

Quienes también tuvieron buenas etapas fueron Nicolás Otamendi, Martín Demichelis y Julián Álvarez. Los primeros ganaron títulos a nivel doméstico en condición de titulares. Mientras que la araña, además de dos Premiers, sumó la Champions League 2023, la primera del conjunto que viste de celeste.

Con un paso menos recordado está Guillermo “Wlly” Caballero, quien ocupó el rol de arquero suplente y sumó 48 participaciones. A su vez, de manera aún más reducida, están Bruno Zuculini, Pablo Maffeo, Claudio Echeverri y Máximo Perrone, quienes no alcanzan el doble dígito en apariciones. El “Diablito” es el único que aún está ligado al City, ya que se encuentra cedido en el Bayer Leverkusen sin opción de compra.

Bonus track: el arquero Gerónimo Rulli y el delantero de Talleres de Córdoba Nahuel Bustos también ficharon por los “ciudadanos”, pero no llegaron a disputar ningún encuentro.

De mandarlo a cortar el pasto a conquistar América juntos

Por Iván Lezcano

Coincidieron por primera vez en la temporada 1994/95. Estudiantes, que se preparaba para la Primera B Nacional luego de lo que fue su descenso unos meses atrás, había contratado a Miguel Ángel Russo y Eduardo Luján Manera, dos históricos ex jugadores del club, como dupla técnica para devolverlos a la máxima categoría. En el plantel, ocupando más un lugar en el banco de suplentes que en el verde césped, se encontraba un joven Martín Palermo, con apenas un puñado de goles en su haber. 

El Pincha atravesaba unos años complicados que lo llevaron a tocar fondo el 21 de agosto del ‘94, cuando un empate 3 a 3 contra Lanús en “La Fortaleza” lo condenó a jugar en la segunda división del fútbol argentino. Después de un sinfín de ciclos menores a un torneo y algunos interinatos, Russo y Manera llegaron al club para tomar el fierro caliente y devolverlo a donde pertenecía. 

José Luis Calderón, Rubén “el Mago” Capria y Juan Sebastián Verón fueron algunas de las figuras de aquel equipo que logró la vuelta a Primera a cinco fechas del final del torneo, luego de un triunfo como visitante ante Gimnasia y Tiro de Salta. El que no sumaba muchos minutos (y muchas veces no era siquiera convocado) era Palermo, quien tenía 21 años y era “el quinto o sexto delantero en la consideración”, según comenta él mismo en su autobiografía “Titán del gol y de la vida”

“¿Palermo? Que vaya a cortar el pasto…”, cuentan que ironizó la dupla técnica cuando les preguntaron por qué no lo ponían al centrodelantero. “Yo nunca lo escuché ni sé si eso lo dijo Russo, lo dijo Manera o no lo dijo nadie”, asegura Martín. 

Mauro Amato, integrante de aquel plantel, asegura que no había una gran relación entre el dúo de entrenadores y los jugadores que no solían formar parte de los concentrados. “Ni nos trataban ni nos saludaban. Éramos tantos que 22 entrenaban como para jugar y el resto practicábamos aparte”, relató el delantero perteneciente a la misma categoría que Palermo. También desliza que, al no jugar ni siquiera en Reserva, ambos tuvieron la chance de emigrar al Comunicaciones F.C. de Guatemala, equipo dirigido por Juan Ramón Verón. Sin embargo, esa posibilidad no prosperó. 

Otro de los que se expresó al respecto fue el periodista platense Osvaldo Fanjul, quien cubrió a Estudiantes durante aquella temporada, y relativizó la importancia del asunto: “Palermo ya venía jugando poco, no era titular en el equipo que se fue al descenso tampoco. Lo del pasto, como tantos otros, fue un rumor que lejos estuvo de ser verídico”. También hizo énfasis en que tanto Russo como Manera “siempre fueron muy respetuosos con los jugadores” y que, si algo caracterizó a aquel plantel, fue “el gran grupo humano”. 

Después de que se cayera un posible préstamo a San Martín de Tucumán, el “Loco” inició el Apertura ‘95 en Estudiantes. Tras cinco empates y seis derrotas, el binomio dejó su cargo y el “Profe” Daniel Córdoba ocupó su lugar. “En la fecha 11 contra Deportivo Español me pusieron un ratito: un tiro mío se fue al lado del palo y perdimos 1 a 0. Si ese zurdazo mío entraba, a lo mejor Russo y Manera seguían un poquito más”, relata Palermo. 

Ambos -Russo y Palermo- siguieron sus caminos. Uno cruzó la cordillera y se fue a dirigir a la Universidad de Chile, club al que llevó hasta las semifinales de la Copa Libertadores. El otro se asentó en el Pincha, luego pasó a Boca y salió goleador del torneo argentino en reiteradas ocasiones. Con los años, edificaron carreras que, debido a su creciente éxito, los llevarían a coincidir en uno de los escenarios más importantes de las mismas. 

“Miguelo” llegó a Boca a principios de 2007, luego de que el Xeneize perdiera el tricampeonato en el recordado partido desempate contra Estudiantes. En ese plantel, Palermo era uno de los máximos referentes junto con Guillermo Barros Schelotto, Hugo Ibarra y un tal Juan Román Riquelme, quien acababa de volver al club desde el Villarreal de España. A pesar de contar con todos estos nombres, Martín fue designado capitán por el mismo entrenador que había decidido no tenerlo en cuenta en aquellos años en La Plata.

“Ni Russo ni yo sacamos el tema. Nos comportamos como dos profesionales porque era otro club, otra situación y otra historia”, sentencia el goleador en su libro. Lo cierto es que ese Boca quedó segundo en el Clausura y ganó la Copa Libertadores con un categórico 5 a 0 en el global frente a Gremio, de Brasil. La icónica imagen del Titán levantando “la sexta” con los pantaloncitos amarillos sigue grabada en la historia grande del conjunto de la Ribera. 

El pasado miércoles 8 de octubre, luego del fallecimiento de Russo a los 69 años tras una larga pelea contra el cáncer de próstata y vejiga, Palermo le dedicó un mensaje vía historias de Instagram: “Gracias, Miguel, por tu legado y los momentos compartidos. QEPD”, acompañado de una foto de ambos. 

A pesar de un inicio complicado y con cierta tensión, ambos demostraron ser profesionales ejemplares y dejaron todo de lado para llevar a Boca a lo más alto. Es por eso que hoy, a más de 18 años de la copa obtenida en el Estadio Olímpico Monumental de Porto Alegre, el fanático Xeneize los sigue recordando como lo que son: ídolos indiscutibles de la institución.

¿Cómo les fue a los últimos presidentes de River en su primer Superclásico?

Por Delfina Fernández

El debut en el encuentro más importante del país siempre marca el pulso de una gestión. Desde José María Aguilar hasta Stéfano Di Carlo, repasamos cómo les fue a los últimos presidentes de River en su primer Boca-River al mando del club.

El Superclásico no solo se juega dentro de la cancha, sino también es una prueba de fuego para quienes dirigen una de las instituciones deportivas más grandes de Argentina. Cada presidente inicia su gestión con la ilusión de vencer al eterno rival, y ese primer cruce suele dejar una huella imborrable en la memoria de los hinchas.

Hagamos un repaso por los últimos 5 presidentes que asumieron:

José María Aguilar asumió en diciembre de 2001 y no tardó en festejar, el 10 de marzo de 2002, por el Torneo Clausura, River goleó 3-0 a Boca en La Bombonera con tantos de Cambiasso, Coudet y Ricardo Rojas. Fue un arranque ideal para el primer ciclo de Aguilar.

En segundo lugar, Daniel “Kaisser” Passarella, quien vivió su primer Superclásico en enero de 2010, durante los torneos de verano en Mar del Plata, El Millonario se impuso 3-1 con goles de Gallardo, Funes Mori y Affranchino. El resultado generó ilusión en los hinchas, aunque el rumbo deportivo luego no acompañaría durante su mandato.

En tercer lugar se encuentra, Rodolfo D’ Onofrio, el señor del sweater rojo. El 30 de marzo de 2014, River visitó a Boca en La Bombonera y ganó 2-1 con goles de Lanzini y Ramiro Funes Mori. Ese triunfo fue el primer gran impulso de una gestión histórica, con la llegada de Marcelo Gallardo como director técnico y la conquista de la Copa Libertadores 2018 ante el eterno rival.

Luego figura Jorge Brito, quien asumió en diciembre de 2021 y su primer Superclásico fue el 20 de marzo de 2022, por la Copa de la Liga en el Monumental, Boca se llevó la victoria 1-0 con gol de Sebastián Villa.

Por último y actual presidente de la institución, se encuentra Stefano Di Carlo que debutó recientemente con derrota en su primer Superclásico al frente del club. River cayó 2-0 ante Boca, un estreno con sabor amargo.

La Universidad de la AFA, el sueño que no fue a la basura

Por Santiago Peñoñori Gaona

“El fútbol es un transmisor que trasciende banderas y religiones. Buscamos que el estudio esté antes que el deporte, que los chicos entiendan que primero hay que estudiar. La educación es un derecho y la base para formar personas con valores”. No lo dijo ni Timoteo Griguol ni Alejandro Sabella ni Marcelo Bielsa, su autor fue Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA y ex recolector de basura, en la presentación oficial de la Universidad de la Asociación del Fútbol Argentino (UNAFA) el 4 de noviembre de este año.

¿Qué es la UNAFA?

Según su MasterPlan, tiene como visión ser la primera universidad del fútbol en América Latina, pionera en profesionalizar, investigar y difundir la “escuela argentina” en el mundo. Busca formar y capacitar a futbolistas, entrenadores, dirigentes y profesionales del deporte. Dentro de sus objetivos se encuentra la búsqueda de reducir la deserción escolar, la creación de un observatorio internacional de fútbol para la realización de informes, el trabajo sobre la inserción tanto territorial como social (haciendo foco en clubes de barrio y clubes del interior del país) y el posicionamiento de la “marca Argentina”, como modelo efectivo de gestión y formación.

La autoridad principal del instituto educativo será Alberto Barbieri, quien fue rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA) entre el año 2014 y 2022, vicerrector de la UBA entre el año 2010 y 2014 y decano de la Facultad de Ciencias Económicas entre el año 2006 y 2014. A su vez, la UNAFA tendrá una sede principal en Rodríguez Peña 653, entre Viamonte y Tucumán, y contará con el Predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza para la realización de eventos.

Dentro de los adelantos que se dieron a conocer se encuentra el programa “Segundo Tiempo Educativo”, destinado a que las personas que integran los clubes (jugadores y no jugadores) puedan finalizar sus estudios secundarios y estudiar idiomas, para una potencial migración profesional.

La “Universidad del Campeón del Mundo”, que buscará transformar la pasión en conocimiento, tiene una oferta académica que se enfoca en gestión y economía del deporte; administración, derecho y gobierno deportivo; ciencias del deporte y rendimiento; medicina y psicología del deportes; y comunicación, branding y marketing deportivo.

“Todo Pasa”

La figura del presidente de la AFA se mueve entre lealtades incondicionales y odios fervientes, pero: ¿quién se animaría a oponerse a la creación de una universidad? Qué lejos quedaron las quejas de Messi a la AFA en Instagram en 2016, la selección “perdedora”, la rotación constante de técnicos y sus danzas de nombres interminables (hasta Ricardo Caruso Lombardi llegó a sonar para dirigir a Argentina, a través de una campaña mediática de autopublicidad de poca monta), los malos resultados en las juveniles y la falta de organización. Qué cerca quedan tanto los arbitrajes polémicos que benefician a los “equipos del poder”, los silencios de actores perjudicados por miedo a las consecuencias, los dirigente de AFA y sus mensajes mafiosos por redes, el nepotismo del mundo arbitral, los torneos que comienzan con unas reglas y terminan con otras (¿hay algo que te haga perder más credibilidad que eso?); como las formativas modelo que nutren a la mayor y el confort de los cracks de la Scaloneta cada vez que tienen fecha FIFA.

El Chiqui es el hijo que desobedece a sus padres, pero que va a una casa ajena y es ejemplo. Selecciones prósperas, oficinas de AFA por el mundo, scouteo internacional, procesos solventes y credibilidad en quienes los ejecutan; mientras que puertas adentro, los premios no alcanzan para competir en Sudamérica y los formatos de los torneos no se repiten de un torneo a otro.

Tapia continúa construyendo su figura, a la vez que lucha contra las estigmatizaciones. ¿Cómo un recolector de basura va a construir una oficina de AFA en Miami? ¿Cómo un recolector de basura va a crear una universidad? ¿Cómo un recolector de basura va a tener poder?

— ¿Cuál es tu deseo?

— Quiero salir campeón, vine a Barracas para salir campeón. ¿Y vos?

— Presidente de la AFA.

— Naa…

— Sí, lo voy a ser.

Esa charla sostuvo con Alejandro Orfila, técnico de Barracas Central en 2010, quien miraba anonadado al Chiqui por su deseo utópico de reemplazar a Julio Grondona en AFA. “Todo pasa”.

Su figura es controversial y despótica, pero su convicción innegable. Hoy, 15 años después, ya puede sentarse en el sillón de la AFA, soñar con una universidad e imaginar al basurero que supo ser con un título universitario.

Una actuación que remarcó la supremacía Azul y Oro

Por Javier Alayo

En la previa del superclásico del fútbol argentino, que se disputará en La Bombonera, recordamos el único clásico que también se jugó un 9 de noviembre, el partido en el que Boca Juniors se impuso 2 a 0 ante River Plate en el Monumental, en el año 2003.

Hay superclásicos que siempre quedan en la memoria de los fanáticos, y el del 9 de noviembre de 2003, es uno de ellos. Aquella tarde, el equipo dirigido por Carlos Bianchi visitó al River de Manuel Pellegrini, por la fecha 14 del Torneo Apertura.

Este clásico tomó una gran relevancia para los hinchas del conjunto de la ribera, ya que Boca venía de ganar la Copa Libertadores ante el Santos de Brasil, y el encuentro frente el conjunto de Núñez se disputaba en la antesala de la final Intercontinental frente al Milan.

Todo ese contexto hizo que el Xeneize llegase envalentonado al partido, aunque pocos imaginaban que el desarrollo del encuentro sería tan favorable para el equipo que tenía a Rolando Schiavi como capitán.

Ese día, Bianchi eligió estos nombres para afrontar el duelo ante el rival de toda la vida: Roberto Abbondanzieri; Luis Perea, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez; Sebastián Battaglia, Raúl Cascini, Diego Cagna; Matías Donnet; Pedro Iarley y Antonio Barijho. Pellegrini, en tanto, alineó a Franco Costanzo; Rojas, Horacio Ameli, Eduardo Tuzzio, Osmar Ferreyra; Eduardo “Chacho” Coudet, Guillermo Pereyra, Javier Mascherano, Daniel Ludueña; Fernando Cavenaghi y Darío Husain.

En los papeles parecía un encuentro difícil, pero en la cancha se resolvió sin sobresaltos. Sebastián Battaglia abrió el marcador a los 37 minutos del primer tiempo, luego de un centro de Matías Donnet.

En el complemento aparecería una figura inesperada, que hasta el día de hoy sigue siendo recordada por los hinchas de Boca: el brasileño Pedro Iarley, quien tras gambetear a dos jugadores, definió con fuerza al primer palo y decretó el 2-0 a los 52 minutos.

Para muchos, aquel resultado quedó corto en comparación con la superioridad futbolística que mostró el equipo del Virrey.

Con el paso del tiempo, más de dos décadas después, aquel clásico quedó guardado en el alma boquense, un partido que reflejó la identidad y el temple de un equipo acostumbrado a los grandes desafíos.

A Newell’s lo succiona el agujero negro

Por Joaquín Caban

En 1960 Newell’s Old Boys pisó por primera y única vez la segunda división de Argentina, allí convivió durante tres años para finalmente ascender mediante un decreto de AFA. Con el triunfo de ayer ante Huracán por 2 a 0, logró respirar y despegarse de la zona roja, aunque aún debe esperar resultados para confirmar la permanencia. 

Los leprosos acumulan solo tres victorias en lo que va del segundo semestre, sin chances de clasificar a los playoffs, al igual que en el Torneo Apertura. En estos momentos está a seis puntos del último de la clasificación anual y, teniendo en cuenta las recientes malas campañas, pueden complicarse de cara a la próxima temporada. 

El 2012 lo arrancó en el fondo de la tabla de promedios junto a River, Independiente y San Lorenzo, pero la gran campaña de Gerardo “Tata” Martino lo dejó en el segundo puesto, por debajo de Boca. Ese fue el momento del reflote.

Sin embargo, hace doce años que el rojinegro no entra en el top 5 de la liga argentina: la última vez fue en el Torneo Inicial 2013, en el que llegó con chances de campeonar hasta la fecha final. Esa temporada, logró obtener la corona en el Torneo Final, aunque desde allí la debacle. 

Sin un rumbo claro, Newell´s fue de más a menos. Desde el 2021 pasaron 14 directores técnicos, lo que deja en evidencia la falta de un proyecto futbolístico serio. La reserva compitió durante varias campañas, peleó definiciones de campeonato hasta el último momento y alcanzó semifinales. 

Los pibes tuvieron que poner la cara durante estos años debido al mal momento económico. Fueron vendidos a cotizaciones bajas por el poco tiempo en primera que les brindaban y la urgencia con la que la directiva precisaba el dinero. Algunos de ellos fueron Enzo Barrenechea, vendido a Sion de Suiza por 3.1 millones de dólares, sin haber debutado en territorio nacional. Otro caso fue el de Mateo Silvetti, quien tuvo un puñado de partidos con la rojinegra, para luego ser transferido a Inter Miami por cinco millones de la moneda estadounidense.

El club rosarino convocó a los socios el próximo 14 de diciembre para que se designe al nuevo presidente y se efectúe la salida de Ignacio Astore, quien asumió a fines de 2021. La oposición reveló que esperan encontrarse con una deuda cercana a los 25 millones de dólares.

La Lepra es el tercer club con mayor vigencia en la élite del fútbol argentino después de Vélez y Boca, que nunca descendió. Ahora le queda aguardar el resultado de Banfield – Aldosivi esta tarde y esperar que el Tiburón empate o pierda para asegurar la permanencia. De lo contrario, estará obligado a llevarse un punto en la última fecha ante Racing.

¿Argentina racista o el fútbol racista?

Por Alen Franco

Durante el Mundial Qatar 2022 la Selección Argentina fue noticia por una razón algo peculiar, el Washington Post había publicado un artículo en el que intentaba explicar con diferentes teorías por qué la Albiceleste no contaba con ningún deportista negro. Las razones que explican en el artículo, la falta de afrodescendientes no eran descabelladas, daban sentido a la actualidad de una selección de fútbol y una nación que predomina blanca en todo el país. Sin embargo, hay algunas excepciones fuera del fútbol que generan la pregunta “¿por qué acá sí, y en el fútbol no?”

Manuel Armoa, jugador de voleibol que representa la celeste y blanca a nivel internacional, es afrodescendiente. Su padre biológico es cubano y de ahí heredó su aspecto físico. En el vóley esto pasa desapercibido, es un jugador más, o quizás no tanto ya que es un punta receptor talentoso que de a poco se gana su lugar en el equipo nacional. Por el lado femenino también tenemos un caso que mencionar: Erika Mercado juega de opuesto, nació en Ecuador y en 2008 llegó a Argentina para jugar al vóley profesionalmente. En 2018 consiguió la nacionalidad y desde los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 forma parte de Las Panteras. En esa competencia fue la máxima artillera del seleccionado y desde entonces forma parte de las jugadoras fijas del plantel.

En básquet podemos nombrar a Lee Aaliya, jugador que debutó en la Selección en 2023. Es hijo de Musambe Tutu, el ex luchador ghanés que hizo su fama en la televisión argentina. Formó parte de las juveniles de la selección, tanto sub-17, como sub-18 y sub-19. El ala-pívot ya es parte de la nueva generación del básquet argentino desde su primera convocatoria.

A pesar de ser uno de los deportes más practicados en las escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires, el handball no tiene una fama muy grande a nivel nacional. Por lo que poca gente sabe que en los Juegos Panamericanos 2023 Argentina se llevó el oro en el masculino con James Parker en el plantel. El Gladiador, que convirtió dos goles en la final contra Brasil, es hijo de un ex basquetbolista estadounidense a pesar de nacer en San Nicolás de los Arroyos. Y nuevamente tenemos un episodio similar en la rama femenina del deporte: Joana Bolling. Hija de Elnes Bolling, también ex basquetbolista estadounidense que en los 90´ vino a jugar a Argentina y terminó sentando cabeza aquí. La extrema izquierda forma parte del plantel nacional desde 2015.

Todos estos casos solo abren la puerta lentamente a la población negra en el país a poder representar la bandera argentina. Sin embargo, si ya hay varios ejemplos, ¿por qué no surge un ejemplo del deporte argentino por excelencia? A lo largo de los años varios futbolistas africanos vistieron camisetas de clubes del fútbol argentino, ninguno se consolidó ni pudo dar su mejor versión. Uno de los que más tiempo jugó en Argentina fue Félix Orode, con paso en San Lorenzo, Nueva Chicago, Independiente, Excursionistas, Comunicaciones, Luján, Sportivo Barracas y DEPRO. En todos sus años siempre expresó el racismo que recibía todos los fines de semana por parte de rivales, hinchas y mismo compañeros que lo afectaban. “Es habitual que me griten ‘negro de mierda’ o ‘mono”, declaró el nigeriano en 2023, una triste realidad con la que tuvo que convivir en sus casi 15 años de carrera en Argentina. Y es que con estas experiencias en el fútbol es difícil que afrodescendientes apunten a desarrollarse en él, saben que es un ambiente completamente hostil para ellos.

En 2011 llegó un refugiado ghanés de la tribu Kusazi a Flores, hizo una prueba para jugar de lateral en Boca y quedó. En 2012 jugaba en la cuarta y ya la gente lo notaba como algo de otro mundo. Bayan Mahmud soñaba con ser el primer negro en representar a la Argentina, tenía mucho potencial y confianza en sí mismo. Lamentablemente, nunca llegó a debutar en el club Xeneize, poco a poco se fue perdiendo el potencial que veían en él. En 2015 se quedó libre y se fue del país a jugar en categorías menores de Francia. Estas historias de africanos o afrodescendientes que hacen inferiores en algún club pero que no llegan ni a debutar se repiten constantemente. El racismo en el fútbol se está trabajando hace años, en Argentina ahora habrá una nueva prueba para demostrar que tanto se ha avanzado. Jonathan Spiff Asuzu es un delantero que forma parte de las inferiores de River Plate desde 2014, tiene raíces nigerianas y con 18 años juega en la Reserva del club. Si tiene la habilidad suficiente para haber atravesado más de 10 años en las categorías inferiores de uno de los clubes más grandes del país, debería tener la capacidad de llegar a Primera y poder jugar en cualquier club de Argentina. Ahora toca ver si el entorno del fútbol se ha desarrollado de mejor manera como para que no venza desde lo psicológico el sueño de un joven futbolista.

El cartel que le quitó el título a Reutemann

Por Santiago González

Cuando uno ve la Fórmula 1 cree que dentro de todas las dificultades que tiene la práctica, es simplemente acatar órdenes del equipo y correr, intentar ser más rápido que los demás. En la temporada de 1981, en el Gran Premio de Brasil corrido en el ya extinto Autódromo de Jacarepaguá, el argentino Carlos Reutemann no obedeció una orden de su equipo, que a pesar de haber ganado esa carrera, le costó el título de aquel año.

El 29 de marzo de ese año se disputó el GP de Brasil, era la segunda carrera del año, año en que el equipo Williams estaba muy esperanzado en conseguir el campeonato de pilotos ya que en sus filas contaba con dos de los mejores de la época, el ya mencionado Reutemann, que se había sumado al equipo un año antes, y el australiano Alan Jones que estaba en el equipo desde 1978 y logró el campeonato en 1980.

La carrera se largo bajo una incesante lluvia que atacó a Río de Janeiro el día de competencia, los Williams ocupaban el andarivel dos y tres respectivamente detrás del local y subcampeón del año anterior: Nelson Piquet, corredor de  Brabham. Ya en la primera vuelta Reutemann lo pasó y se quedó con el primer lugar toda la tarde, donde por momentos le saco hasta 4 segundos a su compañero de equipo que iba detrás de él. Lole mostró todo su repertorio técnico en una carrera que estaba liderando de punta a punta.

Casi al final de la carrera, tras haber pasado a los rezagados y a punto de vencer a la lluvia, apareció un cartel a la altura de los boxes que tenía el nombre “JONES” por encima de “REUT”. Era una orden desde el equipo para que Lole le ceda la victoria a su compañero de equipo. Pasó la primera vuelta tras el cartel y nada, pasó la segunda y nada, Reutemann siguió girando igual de rápido como si no lo hubiera visto o no le hubiera importado. Y así fue por cinco vueltas hasta que la carrera culminó con Lole primero y Jones segundo, doble podio para Williams pero no como realmente ellos querían.

El santafesino fue a festejar su triunfo al podio solo acompañado de Piquet que quedó tercero, esto dejó a la vista de  todos los fanáticos que la decisión de Reutemann no había gustado nada en los boxes de su equipo. Este fin de semana agridulce para el argentino representó el comienzo de una rivalidad impensada a principio de año, además de superar en la pista a sus rivales de las otras escuderías, tenía que lidiar contra su propio equipo que se le puso en contra tras no hacer caso al famoso cartel.

Reutemann siguió con un gran año, tras conseguir grandes resultados, incluso victorias, pero que no fueron suficientes para conseguir el título que para muchos, se lo merecía más que nadie ese año. La escudería decidió poner totalmente por encima al que era su primer piloto y dejar totalmente de lado al argentino, hasta en casos perjudicandolo. A fin de cuentas esta controversial estrategia no le dio resultados ya que Lole quedó en segundo lugar en el campeonato, pero no fue Jones quien lo ganó, sino Nelson Piquet. Williams se quedó sin el campeonato y sin corredor, al año siguiente y tras dos carreras, Carlos Reutemann decidió ponerle fin a su carrera y se retiró de las pistas.