domingo, noviembre 24, 2024

“Cuando me subo al auto me olvido de todo, hasta de quién es mi papá”

Por Dante Panigazzi

Agustín Martínez, hijo de Omar Gurí Martínez, lleva un apellido que tiene su propio peso específico en la historia del Turismo de Carretera. El chino hizo su debut en las categorías de la ACTC en el TC Mouras durante la temporada 2019 cuando tenía apenas 16 años. Dos años después y con un subcampeonato en el bolsillo, el nacido en Paraná, Entre Ríos, corre en el TC Pista con un Ford del equipo de su padre y quiere escribir su propia historia dentro del automovilismo argentino.     

-¿A qué edad arrancaste a correr?

-Medio tarde a comparación de todo lo otro. A los doce empecé a correr en karting, cuando muchos comienzan a los ocho o nueve años. A los 16 años salté a la Fórmula Metropolitana, estuve un año en la categoría y en el 2019 debuté en el TC Mouras.  

-¿Cuánto influyó tu papá en que vos quisieras ser piloto?

-A los dos años ya lo acompañaba a mi viejo a las carreras y, según él, ya me gustaban los autos. Los primeros recuerdos que tengo de mi niñez son en un autódromo.

-¿Cómo fue el momento en que le dijiste al Gurí: “Quiero ser piloto”?

-Él tomó la iniciativa, yo no le tuve que decir nada. En una navidad, Papá Noel me trajo mi primer karting. Con siete años empecé a girar y girar, hasta que un día mi papá me dijo: “Che, ¿no querés correr?”. Obviamente le dije que sí y así fue como empezó todo.

-¿Alguna vez pensaste en dedicarte a otra cosa?

-Nunca se me pasó por la cabeza nada que no sea el automovilismo, siempre quise ser piloto. De todas formas, cuando termine la secundaria voy a hacer un test vocacional. Muchas ganas no tengo, prefiero correr y estar en el taller, pero sé que tener un título me puede ayudar en un futuro.

-¿Cuán importante es la compañía de tu familia?

-Más cerca o más lejos, siempre me apoyaron. Cuando empecé con el karting, me venían a ver todas las carreras. En la Fórmula iban mi mamá y mi hermana, porque a mi papá le coincidía con otras carreras. En el TC Mouras y ahora en el TC Pista volvió la familia completa. 

-¿Te costaron los primeros pasos en el Turismo de Carretera?

-El primer año en el Mouras fue durísimo. No anduvimos tan bien, salvo la última fecha. La temporada siguiente salimos subcampeones y ganamos dos carreras, fue muy positivo.

-¿Qué te dijo tu padre antes de tu debut en el Mouras?

-Que me divierta y que esté tranquilo, que no me apresure y que no intente salir primero a toda costa, porque los resultados llegan con trabajo.

-¿Recibís consejos por parte del Gurí

Todos los días me dice algo, a veces lo escuchó y otras no. Lo que me aconseja más o menos lo sé y lo voy aprendiendo con el tiempo. Quizás en el momento de la carrera le consulto dudas con respecto al circuito o por donde conviene hacer los sobrepasos. 

-¿Sentiste presión en algún momento?

-No le doy importancia a lo que dicen. He recibido críticas y comparaciones absurdas, pero no me interesan ni me desenfocan. Hay veces que hasta me río. El no sentir presión me ayuda y es un beneficio a la hora de salir a la pista. Mi objetivo es hacer mi camino, sin importar lo que haya logrado mi papá.

-¿Te genera ansiedad conseguir resultados rápidamente?

-Sin dudas que sí. Soy competitivo y quiero salir adelante todas las carreras, pero a veces no se puede porque el auto no está preparado de la mejor forma. En una carrera en el TC Mouras iba primero y se me rompió la batería. Me agarró mucha calentura y hasta hoy me duele, porque con ese triunfo quedaba a las puertas de lograr el campeonato.

-Ganaste tu primera carrera en San Nicolás con 17 años, ¿Qué recordás de ese momento?

-No soy muy expresivo de mis emociones. Después cuando estoy solo y pienso en lo que logré ese día, me pongo muy contento y orgulloso.

-¿Sentís que te transformás arriba de un auto de carreras?

-Cuando me subo al auto me olvido de todo, hasta de quién es mi papá. Lo poco expresivo que soy afuera, lo canalizo en energía cuando agarro el volante. Una vez me lesioné el tobillo jugando al fútbol con amigos, me dolía mucho y a los pocos días tenía una carrera. Cuando empecé a manejar no sentía ninguna molestia, como si nada hubiese pasado.

-¿Quiénes son tus referentes en el automovilismo?

-En Argentina era hincha de mi viejo, nunca miré a otro piloto. En la Fórmula 1 seguía mucho las carreras de Sebastian Vettel, que en ese momento ganaba siempre.

-¿Tenés alguna proyección internacional?

-Estaría bueno, aunque hoy lo veo muy lejano. Mi sueño es llegar al TC, afirmarme en la categoría y disfrutar, pero correr en la Fórmula 1 sería muy lindo.

-¿Objetivos a corto plazo?

-De entrada, dije que quería sumar experiencia e intentar completar las carreras. Ni loco me imaginaba entre los primeros cinco del campeonato, a lo sumo te decía los primeros quince. Ahora quiero seguir creciendo y ser competitivo en cada carrera. Me encantaría conseguir una victoria antes de fin de año y sé que no tengo que regalar nada, para ser cada vez más competitivo dentro de la pista. 

La primera fue en Misiones

Agustín Martínez se preparaba para subir al segundo escalón del podio en la décima final del año del TC Pista, pero en la recta final se impuso por una trompa al Ford de Agustín De Brabandere y se llevó el triunfo en la última fecha de la etapa regular. 

En la carrera disputada en el Autódromo Rosamonte de Posadas, Misiones, el hijo de Omar Gurí Martínez se adjudicó su primera victoria en la categoría, una semana después de que su padre hiciera lo propio en la TC Pickup. Además, el entrerriano de 18 años, terminó tercero la etapa regular, por detrás de Federico Iribarne y Elio Craparo, y se clasificó a la Copa de Plata. 

“Faltando 100 metros se me rompió algo en la transmisión y llegué con el envión”, declaró De Brabandere, quien sufrió una sorprendente merma en su rendimiento previa a la bandera de cuadros.

“Fue todo muy repentino, no sabía ni que decir. Yo ya me veía segundo”, aseguró en pocas palabras Martínez. 

 

Como en casa

El debutante Agustín Martínez en la quinta fecha del TC Pista se subió por primera vez a un podio en Paraná, Entre Ríos, su ciudad natal. 

“En los entrenamientos me había sentido muy cómodo y sabía que iba a tener un buen fin de semana. Una sola vez había corrido en Paraná cuando estaba en la Fórmula Metropolitana, pero después nunca más. Largué sexto en la final y sabía que, si no pasaba nada raro en la carrera, conseguir un podio iba a ser muy complicado”, recordó con alegría el piloto de 18 años. 

“Fue algo muy lindo hacer el primer podio en mi ciudad y con toda mi familia presente. La copa la tengo en la mesita de luz de mi pieza, me levanto y la veo todos los días”, aseguró el hijo del Gurí.

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